DR FÉLIX GARZÓN MACEDA Ex-Profesor de Zoología Médica en la Facultad de Medicina de Córdoba (jubi- lado).-Académico correspondiente extranjero.-Miembro correspondiente de la Academia de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lima -Ex Profe- sor de Historia Natural en el CoLegio Nacional y Escuela Normal Nacional Profesoras de Córdoba (R. A.) TRATADO DE ZOO-FARMACIA Segunda edición, corregida, modificada y ampliada para aprovechamiento de los estudiantes de FARMACOGNOSIA en las Escuelas de FARMACOLOGIA Obra premiada por la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. BUENOS AIRES Librería «LA FACULTAD» Juan Roldan y C.a 359, Florida, 359, 1923 TRATADO DE ZOO-FARMACIA DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 'Ex-Profesor de Zoología Médica en la Facultad de Medicina de Córdoba (jubi- lado).-Académico correspondiente extranjero.-Miembro correspondiente de la Academia de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lima.-Ex-Profe- sor de Historia Natural en el Colegio Nacional y Escuela Normal Nacional Profesoras de Córdoba (R. A.) TRATADO DE ZOO-FARMACIA Segunda edición, corregida, modificada y ampliada para aprovechamiento de los estudiantes de FARMACOGNOSIA en las Escuelas de FARMACOLOGIA CDbra premiada por la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. BUENOS AIRES A.ibrería «LA FACULTAD» Juan Roldan y C.a 359, Florida, 359. 1923 TRABAJOS DEL MISMO AUTOR Curso de Zoología médica.-Un tomo de 550 páginas.-1900. Protección, déla primera infancia. -Conferencia, 1902.-Imprenta de «Los Principios». Influencia de la velocipedía sobre la visión.-Conferencia leída en a Biblioteca de la Universidad de Córdoba en 1903. - Imprenta Ar- gentina. Los obreros de la muerte.-Conferencia dada en la Biblioteca de la Universidad en octubre de 1904.-Imprenta Mitre, Córdoba.-Fo- lleto de 33 páginas. La Universidad moderna.-Discurso en la Colación de Grados en 1906. Ley de educación común. - Discurso pronunciado en el Senado de la Provincia al discutirse el Art. 9 de la misma.-1905.-Imprenta y Casa editora F. Domennici y C.a Memoria del Ministerio de Gobierno.-Presentada a la H. Legisla- tura de Córdoba el año 1908. Edición 365 páginas. La enseñanza de la religión ante la sana pedagogía.-Discurso leído en la primera Sesión pública del Congreso Pedagógico Nacio- nal Católico en mayo de 1910.-Imprenta La Industrial. La Universidad de Córdoba.-Discurso Académico en la Colación de Grados de 1910.-Imprenta La Industrial. Moscas y mosquitos porta-gérmenes patógenos para el hombre.- Conferencia pública dada en la Escuela Normal Nacional de Maestros de Córdoba.-1911.-Imprenta La Minerva.-Folleto de 39 páginas en 8.° menor. Tratado de Zoo-Farmacia. -Prologado por el Dr. A. Gallardo y por el Dr. Porter.-Año 1915.-Imprenta Beltrán y Rossi. La Parasitología humana en la República Argentina.-Anteceden- tes bibliográficos.-Un folleto de 62 páginas en 4.°, publicado por la Imprenta Cubas. - Colaboración para la Revista Universitaria.- Año 1915. La Medicina en Córdoba, apuntes para su historia.-Han apareci- do tres tomos. El cuarto está en prensa.-Año 1917. Las mujeres y las plantas.-Conferencia pública dada en la E. N. N. de Profesores en 1919. Euthanasia.-1921.-Publicada por la Revista de la Universidad Nacional de Córdoba.-Imprenta Cubas. Asociaciones internacionales.-1920.-Conferencia.-Revista de la Universidad Nacional de Córdob?u NOTA DE LOS EDITORES Se honra hoy nuestra Casa Editorial con la publicación del notable libro del doctor Félix Garzón Maceda, Trata- do de Zoo-Farmacia, excelsa obra que ha merecido ser premiada por la Academia Nacional de Medicina de Bue- nos Aires en el concurso celebrado con motivo del primer Centenario de la misma Corporación. El nuevo trabajo del ilustre profesor de la Universidad de Córdoba viene a enriquecer la Bibliografía nacional, y en ella ha cuidado de no omitir dato alguno que pueda ser- vir para señalar o prestigiar la labor realizada por nuestros naturalistas y médicos en el campo de la Zoología apli- cada a la Farmacia. En cuanto a la utilidad práctica de la obra que motiva estas líneas, no vacilamos en asegurar que ha de ser de gran importancia para los profesionales, a la vez que para los estudiantes, a los que ilustrará muchísimo. Libro dedicado al estudio de las especies útiles o nocivas para el hombre, merecerá la estimación del profesional far- macéutico, que debe conocer las especies patógenas, como también las útiles, con sus productos y aplicaciones. Los Editores. DEDICATORIA A los Doctores Luis Güemes, Angel Centeno, E. Bazterrica, D. Cabred, M. Herrera Vegas, Elíseo Cantón y Silvio A. Paro di. HOMENAJE DE RECONOCIMIENTO 19 2 3 PROLOGO DE LA PRIMERA EDICION Buenos Aires, marzo 6 de 1915. El doctor Félix Garzón Maceda, ventajosamente conocido en nuestros círculos intelectuales por su enseñanza en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Córdo- ba y por su acreditado Tratado de «Zoología médica», ofre- ce ahora a sus alumnos un texto de Zoo-Farmacia adaptado a los programas de la materia en esa ilustre Universidad argentina. El plan general de la obra consiste en pasar revista, se- gún el orden sistemático, a los animales de que se extraen productos utilizados en Farmacia, dando datos históricos sobre estas substancias y sobre su preparación y aplica- ciones. Termina con un interesante capítulo en el cual se trata, con los detalles que corresponden a su importancia, de los diversos productos opoterápicos, forma moderna de aplica- ción medicinal de las substancias animales. La obra tiene un carácter estrictamente profesional y de aplicación inmediata, de acuerdo con el plan de estudios farmacéuticos de la Universidad de Córdoba. En la Universidad de Buenos Aires, el curso de Zoología, Anatomía y Fisiología comparadas y Principios de Clasifi- cación, colocado en el primer año de los cuatro que com- prende la carrera de farmacéutico, tiene un carácter general, complementario de la segunda enseñanza, reservándose 10 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA el estudio especial de los medicamentos de origen animal para el curso de Farmacognosia, cuyos alumnos pueden consultar con provecho el texto del doctor Garzón Maceda, que ofrece abundantes datos de interés, presentados en for- ma sencilla y metódica, abundantemente ilustrados con nu- merosas láminas. Este libro constituye una nueva prueba de los notables progresos que realiza en todos los terrenos la Universidad de Córdoba, nuestro primer centro de enseñanza supe- rior, que en sus tres siglos de existencia laboriosa tanto ha contribuido al desarrollo intelectual de esta parte de América. Esta antigua Universidad colonial, tan rica en tradiciones y recuerdos, ha evolucionado siguiendo las exigencias de los tiempos actuales hasta adquirir el carácter de un insti- tuto universitario moderno, con sus laboratorios experi- mentales y de investigación, dotados de los elementos más perfeccionados y bajo la dirección de personal competentí- simo. Pero ha realizado esta evolución progresiva conser- vando siempre el lastre y el contrapeso adquiridos en su larga existencia, que le permiten incorporar todos los ade- lantos efectivos y evitar al mismo tiempo las fugaces nove- dades exóticas, proclamadas hoy como panaceas y mañana olvidadas, para ser reemplazadas por un nuevo ídolo de la moda. Ha podido así mantener en medio de sus transfor- maciones sucesivas su carácter genuinamente argentino, como producto auténtico de nuestro medio físico y moral. La obra educacional, para ser duradera y eficaz, no pue- de ser un trasplante o una simple aposición superficial que no se compenetra con el alma nacional. Antes por el con- trario, debe ser una verdadera asimilación nutritiva, por la adaptación orgánica de las ideas generales a las condicio- nes especiales de cada región del mundo. Esta obra de auto-elaboración requiere forzosamente un tiempo determinado, cuyas etapas no se pueden forzar sin perjuicio de la armonía del resultado. Los grandes árboles robustos se obtienen mejor de semi- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 11 lia, después de una lenta germinación que la impaciencia no perturbe al tratar de apresurarla. Como un secular algarrobo de las pintorescas sierras cor- dobesas se alza hoy día la Universidad fundada por el obispo Trejo y Sanabria, con la noble silueta de los simbó- licos robles europeos, en la cual las diversas vicisitudes at- mosféricas han ido dejando señalada año tras año su hue- lla y su resultante. Ofrece al país en su madurez fecunda sus dulces frutos sobre el sólido soporte de su resistente madera incorruptible, elaborada célula a célula con los ele- mentos del rico suelo de Córdoba y de su transparente am- biente luminoso. A esa transcendental obra civilizadora del núcleo central e inicial de la intelectualidad argentina contribuye el doc- tor Félix Garzón Maceda con el libro que ha tenido la gen- tileza de querer que apareciese al público encabezado por estas líneas. Sirvan ellas, en su brevedad, de sincera manifestación de cordial confraternidad con la obra intelectual cordobesa y como prueba de respetuosa admiración por su Universi- dad, tres veces centenaria, firme baluarte de nuestras me- jores tradiciones. Angel Gallardo, Director del Museo Nacional de Historia Natural Académico, Consejero y Profesor de la Universidad de Buenos Aires. PROLOGO CON EL CUAL FUÉ PRESENTADA ESTA OBRA AL CONCURSO ABIERTO POR LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA EN ABRIL DE 1922 En las Escuelas de Farmacia de las Universidades nacio- nales, sus planes de estudio imponen la enseñanza de la Zoología con orientaciones distintas. En la de Buenos Aires el programa enuncia, y desde la cátedra se desarrolla, un curso de «Anatomía y Fisiología comparada»; pero se sigue un texto que no responde a tal rama de la Biología, por cuanto propiamente es un Tratado de Zoología especial adaptado a la enseñanza secundaria y normal, en el que se indican algunas aplicaciones a la Medicina e Higiene. En la de Córdoba se la estudia como rama de la Farma- cognosia, como Zoo-Farmacia, dando mayor importancia a la parte de aplicación y de técnica que a la simple Zoografía. A mi juicio, aquella primera orientación no se aviene con el carácter del plan general de la enseñanza superior, ni satisface la exigencia de la preparación requerida por el profesional. En el alumno universitario deben presuponerse las nociones completas sobre Zoología general y sobre Taxonomía zoológica, y no corresponde intensificar nocio- nes de Filosofía zoológica, que no otra cosa significa la Zoología comparada. Esta es propia de un plan de estudios para el doctorado en Ciencias Naturales. Para la ilustración científica hoy exigióle en el farmacéutico, basta amplificar 14 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA aquellas nociones adquiridas en los Establecimientos de Enseñanza secundaria, dando noticias y detalles de Biolo- gía especial de los animales utilizados en Farmacoterapia. Por eso el Programa de la Escuela de la Universidad de Córdoba aparece más racionalmente concebido, es más de actualidad, como amoldado al plan seguido en algunas Universidades europeas, y el Curso que en 1915 editara el Profesor Garzón Maceda es en su método expositivo análo go a los clásicos Tratados de Beauregard, profesor en la Escuela de Farmacia de la Facultad de Nantes, y al de Ri- vas Mateos, publicado un año después de aquél en Madrid. Tanto en los libros extranjeros citados como en otros exóticos-verbigracia, Marfori y Herail-y los de nuestros connacionales Boeri y Baccarezza-Raffo, son de nuestro punto de vista deficientes, ya porque negligen unos los antecedentes históricos de las drogas de origen animal, ya porque otros no dan nociones, o las dan incompletas, sobre organografía, anatomía y fisiología de las especies y de las partes constitutivas o generadoras de los productos uti- lizables. En el presente libro nos hemos propuesto satisfacer la doble exigencia de una substanciación precisa y de su cor- porización en forma literaria y gráfica, cual corresponde a un libro didáctico, en el que nada falte ni con relación a la historia y crítica de los medicamentos orgánico-animales, en uso o desusados, ni con relación a las adquisiciones modernas que informan las secciones de la Terapéutica biológica, de la Sueroterapia y Vacunoterapia, con que se ha incrementado el acervo científico del farmacéutico ilus- trado. Creo que un Tratado de Zoo-Farmacia no debe ser so- lamente ni propiamente un Tratado de Materia médica zoológica o de Terapéutica zoológica, y he procurado no caer en tal confusión; pero en este libro se contiene, no obs- tante, todo cuanto es necesario saber sobre ese paticular. He procurado, además, dar a mi obra cierto sello o carác- ter nacional, no omitiendo dato alguno que pueda servir TRATADO DE ZOO-FARMACIA 15 para señalar o prestigiar la labor de nuestros naturalistas y médicos en el campo de la Zoología aplicada a la Far- macia. No pretendo con mi modesto trabajo ni más ni menos de lo que con laudable celo se propusieron en su hora y en sus respectivas especialidades Cantón, Boeri, Bacca- rezza, Belou, Macciotra, Greessway y últimamente Pa- rodi, que ha merecido premio en el concurso nacional de 1918. Los Tratados de síntesis, de correlación, y las an- tologías serán siempre útiles. Al presentarla ante el docto Jurado del Concurso, aspiro a merecer su aprobación, y fío en que este fruto de mis con- sagraciones y experiencia didáctica sea digno de figurar entre los demás presentados para honrar dignamente a la Academia de Medicina de Buenos Aires, cuyo centenario de fundación se celebra con intelectual y patriótico regocijo. Enero 10 de 1922. Lema: Swammerdann. ACADEMIA DE MEDICINA DE BUENOS AIRES Sesión extraordinaria del día 12 de abril de 1922. Acta núm. 89, publicada en el Boletín de la corporación en su núm. 19, enero-mayo 1922, año IV. Presentes -Presidencia del Dr. Eliseo Cantón Dr. Aberastury y del Dr. Angel M. Centeno. » Bazterrica -Se declara abierta la sesión a las » Benedit diez y ocho horas, actuando de secre- » Cabred tario, por ausencia del titular, Dr. Se- » Cantón gura, el Sr. Jorge V. Miller. » Centeno -Sr. Presidente.-Explica los moti- » Etchepareborda vos de esta sesión extraordinaria, la » Güemes que ha sido solicitada por un grupo » Herrera Vegas de Académicos. Premios del Primer Centenario de la Corporación.-Se da lectura y es aprobada el acta del Jurado encargado de dictaminar respecto a los premios acordados por la Corpo- ración con motivo del primer Centenario de su fundación, que dice así: «En Buenos Aires, a 11 de abril de 1922, reunido el Jura- do designado por la H. Academia de Medicina, y compues- to por los Doctores Luis Güemes, Enrique Bazterrica, Angel M. Centeno, Domingo Cabred y Marcelino Herrera Vegas, para dictaminar sobre los trabajos presentados al concurso con motivo del Centenario de la Academia, y des- 18 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA pués de un cambio de ideas, resolvió adjudicar el primer premio al trabajo presentado con el lema «Patria», consis- tente en una medalla de oro, diploma y cinco mil pesos moneda nacional; el segundo premio, al trabajo presentado cuyo lema es: «Serás lo que debes ser, y si no no serás nada», consistente en una medalla de plata, diploma y tres mil pesos moneda nacional; y el tercer premio, al trabajo presentado con el lema: «Swammerdann», consistente en un diploma, medalla de cobre y dos mil pesos moneda na- cional. Resolvió asimismo acordar una mención honorífi- ca, consistente en un diploma, al trabajo presentado con el lema: «Bichat». Con lo que terminó el acto. Firmado. - Luis Güemes, Presidente; Angel Centeno, E. Bazterrica, D. Cabred, M. He- rrera Vegas. »Abiertos los sobres cuyos lemas se expresan en el acta del Jurado, resulta que: el autor del lema «Patria» es el doctor Pedro Belou, a quien se le otorga el primer premio por su trabajo titulado: Atlas estereoscópico de anatomía del oído»; y el del lema «Serás lo que debes ser, y si no no se- rás nada», es el Dr. Carlos Lagos García, a quien se le otorga el segundo premio por su trabajo Deformidades sexuales humanas, y el del lema «Swammerdann» es el Dr. Félix Garzón Maceda, a quien se le otorga el tercer pre- mio por su trabajo Tratado de Zoo-Farmacia. La mención honrosa que se le otorga al lema «Bichat» resulta ser su autor el Dr. Pedro Rojas, por su trabajo Estructura del miocardio y del sistema de conducción aurículo-ven- ricular.» PREFACIO Escribir un libro constituye una tarea ardua y difícil; pero lo es mucho más escribir una obra científica útil, provechosa y completa, cualidades comprendidas en el Tratado de Zoo- Farmacia con que el ilustrado Profesor Dr. Félix Garzón Maceda ha enriquecido nuestra bibliografía nacional. Este tratado acaba de ser justamente premiado por la Academia de Medicina de Baenos Aires, y sobrada razón ha tenido este importante Jurado al discernir tan elevado mereci- miento a su erudito autor, conocido ya por sus múltiples y notables publicaciones, aceptadas con singular entusias- mo y general aplauso. Para la confección de una obra científica se requiere, en efecto, que el autor ponga en juego el caudal de conoci- mientos que sobre la materia tenga adquiridos, unidos a los hechos sugeridos por la propia observación y por la in- vestigación experimental atinada, escrupulosa y bien diri- gida. Las ciencias biológicas han adquirido hoy tanta im- portancia y tanto interés, que su perfecto conocimiento presta gran ayuda al estudioso que dirige sus actividades en el vasto campo de las investigaciones farmacéuticas. El plan desarrollado en la presente obra está de acuerdo con las modernas orientaciones de los estudios farmacéuti- cos, dando a conocer al futuro profesional, en primer lugar, la biología particular que caracteriza a cada especie dentro del grupo zoológico correspondiente, para efectuar en se- guida el más acabado estudio de los productos y aplicacio- nes que esos animales útiles pueden reportar. 20 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA La descripción de cada producto medicamentoso de ori- gen animal, la efectúa el autor de manera magistral, po- niendo de relieve primeramente su historia en las diversas y variadas aplicaciones terapéuticas a que eran destinadas, y luego sus actuales usos o empleos en la Medicina, indus- trias y demás ramas de las actividades humanas. La Opoterapia, por más que se encuentre aún en su pe- ríodo de prueba y de experimentación, ocupa progresiva- mente su lugar especial y prominente en la Terapéutica moderna. El capítulo novedoso que el autor dedica a esta importante materia de orden biológico está tratado con de- tenimiento y claridad, revelando toda la influencia que pueden tener sobre el funcionamiento orgánico los distin- tos jugos suministrados por los animales. El autor finaliza su obra con un capítulo dedicado a la Sueroterapia, tema escabroso y difícil, que desarrolla con suma corrección, y en el que trata de los distintos tipos de sueros y vacunas actualmente aplicables en la Medicina. Las teorías de inmunidad, así como los métodos etero-te- rápicos, ocupan su lugar preferente en esta parte de la obra. Con estos dos últimos capítulos, el tratado de Zoo-Far- macia se completa, y da la impresión de lo novedoso e inte- resante que debiera contener todo libro moderno que se escribiera sobre el mismo tema y con el mismo título. En síntesis, este nuevo libro señala una orientación neta- mente definida hacia las aplicaciones prácticas de los va- riados productos de origen animal, de acuerdo con las no- ciones de Biología actualmente requeridas, y que funda- mentan en gran parte las diversas materias cuyo estricto conocimiento el futuro profesional deberá poseer. Silvio E. Parodi. Julio 15 de 1922. ZOO-FARMACIA PRELIMINARES Breves consideraciones sobre la Farmacología.- Datos históricos.-Objeto & importancia y característica ac- tual de la Materia médica-zoológica. La Farmacia contemporánea ha dejado de ser la Botica de antaño, esto es, el establecimiento esencialmente comer- cial, el almacén para expendio de drogas y medicinas natu- rales ignoradas por su expendedor en su naturaleza y en sus efectos. Los farmacéuticos no son tampoco ni los Herbolarios y Rizotomos, ni los Agirtas, vendedores ambulantes de re- medios. Hoy la Farmacia y el farmacéutico han adquirido rango y jerarquía respetables entre las demás profesiones y pro- fesionales. No se concibe aquélla sin el laboratorio artística y científicamente instalado, y del farmacéutico se pide hoy una cultura literaria extensa y sólida. No es de mi competencia, ni sería de la ocasión, historiar las etapas por que han pasado la profesión y su industria privilegiada desde los orígenes consignados en los Libros de los Vedas, y durante los diez y nueve y cuarto siglos de la era cristiana. Como preliminar, bastará recordar que al principio la Farmacia y la Medicina vivieron en simbiosis perfecta, al paso que ahora sólo aspiran a vivir en útil conjunción mu- 22 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA tualistaJ Diré además que los primeros médicos fueron na- turalistas, y que éstos como aquéllos eran a la vez herbo- ristas y apoticarios, que preparaban, expendían y adminis- traban sus brebajes. En la actualidad las dos profesiones tienen dominios pro- pios que no pueden ultrapasar, estando regladas sus facul- tades por leyes más o menos respetadas. Recordemos también que el hombre primitivo, como las primitivas colectividades humanas, fueron imitativos; aprendieron de los demás animales el uso de las especies medicamentosas, como el de las especies alimenticias, te- niendo en ellos mismos las fuentes de su aprovisionamien- to. Así, se dice que del hipopótamo aprendió a sangrarse, viendo que cuando este animal se siente encolerizado res- triégase contra los cañaverales de los ríos hasta hacer correr su sangre; que del perro aprendió el uso de los vomitivos, viéndole acudir al Ciproclon dactylon cuando se sentía indi- gestado; que el pájaro Ibis le indujo a la práctica de los enemas, y que de los rumiantes ha sacado el uso de las pla- centas para estimular la secreción láctea, dándolas a comer a las recién paridas o de secreción escasa. Con el andar del tiempo se aumentaron las observacio- nes y las conquistas, a la vez que se seleccionaban y se clasificaban los conocimientos y los materiales aprovecha- bles. Esos conocimientos sistematizados impusieron normas racionales al uso y administración, demandando de quie- nes se dedicaban al comercio y aplicación de las drogas estudios ordenados, correlacionados, cada día más diversos e intensos: todo lo que sirvió para depurar de sus más gra- ves errores dichas prácticas. Paulatinamente creáronse fueros y secciones con facul- tades y objetos restringidos, para amoldar los estudios y profesiones al universal concierto de la subdivisión del tra- bajo, que funda los progresos y los perfeccionamientos de las Ciencias como en los diversos mecanismos y organiza- ciones biológicas. Pero hasta Galeno, que puede decirse el padre de la Far- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 23 macia científica, como Hipócrates es el padre de la Medi- cina científica, ambos árboles siguiéronse cultivando con- juntamente por sacerdotes, o esclavos o mujeres. A Paracelso se debe una separación de asuntos, de ma- terias, si no de oficios. Él dió fundamentos para segregar de las drogas naturales procedentes de los reinos vegetal y animal las drogas químicas. Y el sabio Cornelio Celso, nacido en Roma cuarenta y dos años antes de Jesucristo, aconsejó con fervor de viden- te la separación de ambas profesiones. De sus ocho libros, el quinto y el sexto son especialmente dedicados a la Ma- teria farmacéutica. Panacea, hija de Esculapio, fué la primera profesional farmacéutica: ella preparaba los medicamentos recetados por su p adre y por sus hermanos Macahon y Polidario. Naturalmente, la Farmacología, incrementada día a día en su material; evolucionando prósperamente sus métodos y procedimientos para la elaboración, ensayos y justipre- ciación del valor medicinal de las drogas; penetrando cada vez más profundamente en las intimidades de la estructura molecular de los cuerpos y del bioquimismo orgánico; efec- tuando, por último, sus conquistas en perfecto paralelismo con otras ciencias auxiliares de la Medicina para contribuir en conjunto a asegurar el estado de salud y combatir con mayor éxito el estado morboso del hombre, ha necesitado sistematizar sus disciplinas y sus enseñanzas. De ahí han surgido las divisiones de sus tratados, que pueden reducirse a cuatro: l.° Farmacognosia o Farmacografía, que se ocupa de la descripción de los medicamentos, cualquiera que sea su procedencia. 2.° Farmacodinamia, en la que se estudian las acciones fisiológicas de los remedios. 3.° Farmacotécnica, que enseña el modo de usar de ellos. 4.° Farmacotaxia, en la cual se clasifican y ordenan las substancias. 24 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Ahora bien; de esas ramas de la Farmacología sólo la primera ha de ocuparnos, y no para abarcarla en toda su amplitud, sino en la porción asignada a nuestra cátedra, cuyos limites surgirán claros y netos de la siguiente expo- sición. La Farmacognosia es para Martius «la sección de la Merciología general que estudia los remedios provenientes de los tres reinos naturales, considerándolos en su origen, calidad, pureza, sustituciones y falsificaciones». Para Tschirch es «ciencia que estudia bajo todos sus as- pectos las drogas de origen animal o vegetal, describién- dolas y agrupándolas sistemáticamente». Finalmente, para Gómez Pamo es sinónima de Materia farmacéutica, y «comprende el estudio de los objetos que la Naturaleza nos proporciona y que son aplicables a la pre- paración de los medicamentos». Así enunciados los conceptos, surgen claras las diferen- cias de apreciación. La primera y tercera definiciones hacen entrar en el mate- rial de la Farmacognosia todas las substancias, cualesquiera que sean su procedencia y naturaleza; la segunda sólo in- cluye las provenientes de los dos reinos orgánicos, a los que Punió ya denominó «remedios vivientes». En la definición de Tschirch quedan excluidos del dominio y objeto de la Farmacognosia las acciones, las propiedades medicinales, el modas operandi de las substancias animales o vegetales; con lo cual no se conforman muchos y respetables farma- cognosias, para quienes dicho conocimiento es esencial y debe adquirirse simultáneamente. No deben reservarse para el médico esas nociones, porque, como dice Curci, «pasaron los tiempos de la triaca, del cerato y de la dulcamara». La elevada misión del farmacéutico, acólito del médico, exige de él que sea hombre de ciencia, que domine su especiali- dad; y por eso en su bagaje deben ocupar preferente lugar los conocimientos de Biología y de Química biológica. Ya lo dijo Huchard: la Terapéutica será fisiológica, y si no, no será nada». TRATADO DE ZOO-FARMACIA 25 En lo que convienen todos también es en que las dichas acciones fisiológicas, objeto de la Fármaco-dinámica, pue- den estudiarse en curso y tiempo distintos. Además, el número y variedad inmensa de los agentes terapéuticos permite segregarlos en agrupaciones que co- rrespondan a otras tantas ramas de la Farmacoterapia. Dejando aparte los agentes y métodos puramente físicos, a saber: la Helioterapía, la Radioterapia, la Electroterapia, la Kinesiterapia, etc., y los agentes psíquicos derivados de una acción moral metódicamente graduada, se tienen: l.°, los agentes químicos, en los cuales las combinaciones orgánicas nuevas de los cuerpos de la serie aromática hasta los cuerpos coloidales y las hormonas están de moda en la Materia médica de actualidad; 2.°, las plantas y ios produc- tos derivados de ellas; 3.°, las substancias de procedencia animal; 4.°, «los anti-cuerpos» de origen microbiano o bac- terio-terápicos, que dan inmunidad activa, como las vacu- nas, o pasiva, como los sueros; y 5.°, los cuerpos minerales. En relación con tal multiplicidad de materiales, se pue- den reducir a cuatro las divisiones de la Farmacogno- sia: l.°, Farmacognosia química; 2.°, Farmacognosia ve- getal; 3.°, Farmacognosia animal, bacteriana y sueroló- gica, y 4.°, Farmacognosia mineral. Cualquiera que sea la naturaleza de los productos objeti- vo propio de dicha ciencia, ellos pueden ser estudiados ade- más desde diferentes puntos de vista, dando asunto a otras tantas especialidades técnicas o industriales. Así, de su cul- tura, cosecha y preparación natural entiende la Fármaco - ergasia; de su comercio al por mayor, de las vías comer- ciales y de los puertos de exportación e importación se ocupa la Farmaco-emporia; las cualidades comerciales de las drogas, las condiciones de embalaje, son estudiadas en la Farmaco-cllacosmia. La Farmaco-botánica puede de- cirse la sistemática morfo-física de las plantas medicinales. La Fannaco-química estudia la industria de los productos químicos. La Farmaco-zoología es, por fin, la sistemática morfo-fisio patológica de los animales útiles a la Terapéutica. 26 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Sólo esta última será materia del presente tratado. Siendo universales las relaciones antropocéntricas de los animales, conforme a ellas han podido ser clasificados des- de muy antiguo en indiferentes, nocivos y útiles. No nos interesan los primeros ni los segundos, si bien diremos de paso y a su tiempo lo que creamos conveniente o necesario a la ilustración del profesional: ellos son objeto particular de dos ciencias afines, la Zoo-Parasitología y la Zoo-Toxicologia. Solamente entre los últimos se cuentan los que suminis- tran substancias a la Farmacia y a la Terapéutica, y prefe- rentementemente las proporcionan los mamíferos, aves, peces, moluscos, articulados y pocos celentéreos. La historia de la Medicina y de la Farmacia enseña que todas las drogas y todas las medicaciones han tenido períodos de auge y eras de decaimiento y olvido. Con igual facilidad el empirismo las imponía o las desestimaba, y es muy cierto que en Materia médica también impera el factor más veleidoso: la moda; tal vez más que en otras drogas, en las de origen animal ha sido señalada la intermitencia de su valorización o desmedro. A la par del empirismo temporáneo o coetáneo, sus usos dominaron; cuando pre- valecieron los dictados de la ciencia de observación y de análisis, redújose a expresión mínima el número de las es- pecies dignas de conservarse en los Códice medicaniento- rum, y cuando fueron mejor estudiadas en su composición química, en su estructura molecular y en sus acciones fisio- lógicas, algunas reconquistaron su imperio. Así, en los si- glos xvi y xvii reina la Organoterapia, lo mismo que en los tiempos anteriores al cristianismo. Casi se extinguen sus usos en los siglos xvm y xix; pero la Materia médica zoo- lógica revive triunfadora, polifurcada en Organo y Opote- rapia, Sueroterapia y Vacunoterapia, al alborear el si- glo xx, para cimentarse con prestigios sólidos en lo que va corrido de la centuria. La norma intuitiva y el principio fisiológico similia similibus, que fundó la Medicina homeopática, inspiró en TRATADO DE ZOO-FARMACIA 27 la infancia de la Humanidad la práctica de ingerir órganos frescos de animales sanos, con el propósito de modificar o suplir la función del análogo órgano humano enfermo o lesionado. Así, la sangre aún humeante de un animal sa- crificado era aconsejada para restituir el valor nutritivo de dicho humor empobrecido; con igual criterio, las jóvenes romanas comían ubres de terneras para favorecer el des- arrollo de sus senos; los calculosos bebían bilis de buey; a los asmáticos y tísicos se les recomendaba comer pulmones de zorros, como a las mujeres estériles se les prescribían vulvas de liebre; y a los hombres impotentes se los rehabi- litaba en su vigor sexual dándoles testículos de asnos, etc. Entre los Hindúes, no obstante su repugnancia por las carnes de los animales y sus creencias en la metempsícosis, se utilizaban dichos órganos de los cocodrilos, de ratas, de ranas y de monos, para preparar un electuario recon- fortante. En la Farmacopea china, el arsenal de drogas de origen animal comprendía aun las materias fecales desecadas. Sus curanderos aconsejaban dar la piel de culebras contra la parálisis; se almacenaban pieles secas para darlas a las parturientas, y era muy difundido el empleo de la sangre de pollo y de ciervo para curar la tisis. Entre los griegos, ya Esculapio recomendaba la carne de serpientes contra la lepra, como en época reciente la de la Lacerta viridis (lagartija) contra el cáncer. Homero refie- re que Quiron el Centauro alimentó a Aquiles con medu- las de leones para fortalecer su sistema nervioso. Ya Hipócrates empleó como diurética, mezclada al vino o a la miel, la infusión de alas y de patas de cantáridas. En Roma bajaban los epilépticos a la arena de los circos para beber la sangre de los gladiadores heridos. Eran preconizados como útiles en la cura de las hepati- tis los hígados de paloma comidos crudos. Galeno empleó el hígado de lobo contra la ictericia, y Avicena, en el año 1000, usó el aceite o grasa de zorros contra los dolores articulares. 28 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Esopo, en una de sus célebres fábulas, trasladando a los animales las costumbres humanas, pone en boca del Zorro un consejo dado al León atacado de reumatismo, diciéndole que aplicase sobre su cuerpo la piel de un lobo reciente- mente sacrificado, receta aún en boga entre los Esquimales y entre los Patagones, como entre los naturales de ciertas regiones de Italia. Dioscórides atribuye a los romanos del tiempo del Impe- rio el hábito de curar las gastralgias y la retención de ori- na con los hipolitos (cálculos o piedras formados en el es- tómago de los caballos). Y tal costumbre fué observada entre los indios Teuelches y entre los Araucanos, con la diferencia de que empleaban los grastrolitos que se des- arrollan en el estómago de los guanacos. Los montañeses de la Sabina, de Italia, daban a los as- máticos el corazón de lechuza, seco y pulverizado. Y en Mendoza (de la República Argentina), según refiere One- lli, y también en San Juan, los indígenas y los paisanos guardaban secos los corazones extraídos a los cóndores andinos para darlos a comer a los cardiópatas y a los que se veían apunados. En la Escuela de Salermo se enseñaba que el cerebro de las gallinas y el de los corderos son estimulantes, nutren admirablemente, dan consistencia al semen, aumentan la substancia encefálica y cohíben las epistaxis. Las alquimistas del siglo xvi confeccionaban agua des- tilada de sangre para curar la pleuresía; agua destilada de excrementos humanos, para curar las úlceras; aceites empireumáticos de grasas de corazón y de pulmones para curar la disentería y la tisis. Es célebre la fórmula de Messué, que vivió en el si- glo xvii, en la cual entraban pulmones secos de zorros y se- men de asnos: dábase a los valetudinarios para rejuvenecer. Entre los indígenas de toda América ha sido muy gene- ral el uso de las orinas frescas o fermentadas para curar los sabañones y las escaldaduras del caballo, como el guano fresco de este animal para curar las gusaneras. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 29 Los indios del Chaco y del Paraguay emplearon la orina para curar las picaduras de arañas o de otros insectos; como usaron también estiércol seco de perros y de gatos contra las enteritis o diarreas y contra el raquitismo, en mé- rito de la gran cantidad de fosfatos que contienen. También usaron esta substancia los griegos: de ahí el nombre de blanco griego con que era conocido en las antiguas Farma- copeas. Tales prácticas no han podido desarraigarse en absoluto de la medicina popular, porque en el fondo de las tradicio- nes de los pueblos y de sus costumbres hay algo de verda- dero, alguna razón que las justifica, al menos parcialmente. Por eso con periodicidad reviven dichos usos, metamor- foseados, depurados de sus errores y de sus exageraciones, a la vez que seleccionados conforme a las enseñanzas y experiencias nuevas. Y por eso ha podido decirse que entre la medicación orgánica-esto es, a base de órganos y humores de los ani- males-que se practicaba antaño, y la que se practica hoga- ño sólo hay esta diferencia: antes se empleaban los órganos brutos o las secreciones; más tarde, sus polvos o sus extrac- tos, o los principios químicos aislados de ellos, y ahora, los mismos principios esenciales, pero en el estado y forma que más se acerca a la propia constitución en los tejidos o en los órganos cuya vitalidad y funciones se desea resta- blecer. Así, por ejemplo, probado que el fósforo y el hierro mi- nerales o sus sales se absorben en muy débil proporción por las vías digestivas, por cuanto se los encuentra en las deyecciones casi en igual cantidad que la ingerida, se los administra hoy en forma de hierro orgánico, de hematóge- no o de nucleínas y lecitinas, respectivamente; son así con más seguridad asimilables. El conocimiento exacto que se tiene de los fenómenos bioquímicos íntimos de la nutrición y del mecanismo de las correlaciones orgánicas, ha determinado profundas modificaciones en la Terapéutica y en la Materia médica. 30 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA En efecto, dice Byla; las células animales sólo utilizan productos complejos elaborados por otras células, y los uti- lizan tanto mejor cuanto más se aproximan a su constitu- ción propia. Por otra parte, la correlación y el equilibrio funcional de los órganos resulta de una adaptación perfec- ta de sus elementos anatómicos a la composición de su medio. De donde resulta que cuando la insuficiencia o ausencia de las secreciones internas vertidas por tal o cual órgano en la circulación general demanda, no sustitutivos minerales o artificiales, sino productos biológicos, la ten- dencia lógica, cada día más arraigada, es emplear substan- cias naturales, materiales extraídos de los animales más próximos al hombre, y bajo la forma compleja que revisten en los similares humores y tejidos naturales. Y tanto el médico como el farmacéutico deben conocer la verdadera composición química de ellas y saber contralorear las pre- paraciones industriales o de laboratorio, efectuar sus análi- sis cualitativo y cuantitativo. Por eso en nuestros días la Opoterapia, o medicación or- gánica, constituye el capítulo más importante de la Farma- cognosia animal. A ésta hase incorporado últimamente una nueva sec- ción de materiales que también piden conocimientos com- pletos: son los sueros preventivos y curativos, cuya breve historia arranca desde el descubrimiento de las vacunas inmunizantes y desde la creación de los métodos de Berhing y Kitasato, cuyos resultados, obtenidos en 1910 con las antitoxinas tetánica y diftérica, dieron a conocer las pro- piedades que podía adquirir el suero de los animales vacu- nados contra dichas infecciones. Oportunamente, a su tiem- po, explayaremos las ideas y doctrinas sobre este particular, de tanto interés actual. Ahora, para finalizar estos preliminares, diré que las substancias de procedencia animal empleadas en la Farma- cognosia han podido clasificarse para su mejor estudio, y que la clasificación que hiciera Mattiolli, comentador de las obras de Dioscórides, no obstante su empirismo real, TRATADO DE ZOO-FARMACIA 31 es todavía aceptable y seguida por farmacólogos contem- poráneos que han editado tratados muy recomendables: tal Boeri, cuya obra clásica ha servido de texto de Farma- cognosia en la Escuela de Farmacia de la Facultad de Ciencias Naturales de Buenos Aires; también Mingazzini, de la Universidad de Roma, y Roula, de la Facultad de Toulouse. Atendiendo a que no se utilizan del mismo modo to- dos los animales en la Materia médica, se los ha dividi- do así: l.° Animales de los cuales puede aprovecharse todo su cuerpo (verbigracia; las cantáridas y sanguijuelas). 2.° Animales de los cuales pueden aprovecharse algu- nos de sus órganos (verbigracia; el castereum, las víboras) o de sus tejidos (esponjas). 3.° Animales de los que se pueden aprovechar algunas de sus excreciones y secreciones (verbigracia, el perro, la civeta, el almizclero). 4.° Animales de los que pueden servir sus productos y secreciones nobles (verbigracia; de los mamíferos, la leche; de las aves, sus huevos). Mas como el espíritu que informa los planes y programas de enseñanza es más técnico, y se quiere que los farmacéu- ticos tengan nociones más científicas, que agreguen nocio- nes de Biología animal a las nociones sobre procedencia y usos de los mismos productos, de ahí que nos hayamos impuesto para su estudio el orden que establece la Siste- mática zoológica. Esa es la razón más fundamental aduci- da por Beauregard en el prólogo a su Materia médica zoológica; el conocimiento anatómico y el de las funciones de los órganos es interesantísimo para apreciar la natura- leza de los materiales medicamentarios, hacer diagnóstico de su procedencia, conocer de sus sofisticaciones y alteracio- nes, y saber de las épocas de recolección, relacionadas con las actividades de los seres en sus diversas edades y es- tados. Por último, satisfaciendo exigencias de los planes en las 32 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Escuelas de Farmacia de la Argentina, he incorporado a este Tratado nociones sumarias de Geografía y de Zoo-Pa- rasitología, que complementan el saber útil del técnico, co- laborador social del médico en el mantenimiento o restitu- ción de la salud, individual o pública PARTE PRIMERA ZOOLOGÍA APLICADA A LA FARMACIA CAPITULO PRIMERO CLASIFICACION ZOOLOGICA ADOPTADA, Y SU PORQUÉ El carácter dominante en este Tratado es la noción prác- tica que procura. Siendo su materia asunto de la Zoología aplicada, y de- biendo servir a los alumnos que cursan estudios superiores, he suprimido los capítulos de Anatomía y Fisiología gene- rales que hacen parte de la mayoría de los libros que han de tener particular aplicación en la enseñanza secundaria y normal. Y pues he de contraerme a la Zoografía de las especies útiles, conformándome en la descripción de las mismas a prefijado orden sistemático, comenzaré por establecerlo. Dentro de las clasificaciones conocidas, que forman mare- mágnum, prefiero la muy simple y científica de P. Verdun, que adoptó el eminente profesor argentino Dr. Angel Ga- llardo en su obra, ya acreditada como texto en nuestras escuelas y colegios nacionales. Es, por sus fundamentos primordiales, una clasificación histo-filogenética. Acomoda todos los animales en dos gran- des grupos unidos por uno pequeño, verdadero eslabón, a saber: l.°, Protozoarios o animales celulares; 2.°, Mesozoa- rios o histonales, agregados celulares simples; 3.°, Meta- zoarios, o constituidos por órganos, agregados complexos de tejidos. Representan, por otra parte, esos tres sub-reinos tres eta- 36 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA pas sucesivas en la evolución de las formas organizadas, y su aparición ha sido progrediente, yendo de lo simple a lo compuesto; de lo menos perfecto, a lo más perfecto. ESCALA FILOGENETICA ANIMAL FUNDADA EN LA ESTRUCTURA PROGRESIVAMENTE COMPLEJA DE LAS FORMAS ORGÁNICAS Su colocación, en serie de abajo a arriba. Cordados o vertebrados. Pro-cordados. Moluscos. Gusanos. Equinodermos. Nemathelmintos. Espongiarios. Pólipos. Artrópodos. Fito-zoarios. Artio-zoarios. Meta-zoarios. Meso-zoarios. Proto-zoarios. Rizópodos.-Flagelados.-Esporozoarios.-Infusorios. DE LOS PROTOZOARIOS Sumario: Importancia del tipo. - Rizópodos, Esporozoarios, Flagelados e Infusorios que interesan. Supuesta para la Medicina la importancia creciente de este inmenso reino de los infinitamente pequeños, unicelu- lares, porque en ellos se encuentran numerosísimos comen- sales y parásitos generadores de las más mortíferas enfer- medades, lo que justifica e impone la inexcusable práctica de la esterilización y de la asepsia de utensilios y excipien- tes empleados en las manipulaciones del laboratorio farma- céutico, el interés que su estudio debe inspirar al farmaco- gnosia es indiscutible. Y si apenas merece consignarse como noción científica útil el rol que los Foraminíferos y Radiolarios han jugado en la construcción de nuestro globo, recuérdese que sus minúsculas conchas han pasado a ser la variedad de caliza terrosa llamada creta; que las prodigiosas cordilleras de los Andes del lado chileno, como una muy notable parte de los Apeninos, son monumentos funerarios donde esos invi- sibles seres, y los moluscos venidos después, sepultaron sus despojos; en cambio, no sería excusable omitir que esa creta tiene usos muy vulgares y universales empleada como absorbente, antiácida y astringente, y que ha figurado en los antiguos magisterios al lado de los que se llamaron «magisterios de nácar y de ojos de cangrejos*. Es, pues, teniendo en cuenta aquellas consideraciones de orden higiénico, que haré breve incursión en el campo de 38 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA los Protozoarios, limitándome a dar a conocer los agentes infecciosos o patógenos. He aquí cómo se los clasifica hoy: Rizópodos. Flagelados. Esporozoarios. Infusorios. Protozoarios IMPORTANCIA MÉDICO-HIGIÉNICA DE LOS PROTOZOARIOS La importancia del gran grupo surge del rol patogénico inculpado a muchas de sus especies, cada día mejor estu- diadas. Es así útil conocerlas y di- vulgar las nociones adquiridas so- bre su morfología y condiciones de existencia. Las enfermedades infec- ciosas más temibles y difundidas, y en particular las que son endémi- cas en los países tropicales, deben a ellas su origen. Desde luego, entre los Rizópo* dos se hallan las Amibas, que or- dinariamente viven en las aguas y en las tierras húmedas, y cuentan, entre otras, las siguientes especies patogénicas: Entamoeba cali y En- tamoeba disentérica o tetrágena, parásitas en el intestino grueso del hombre, y causantes de la disentería de los países tropicales o disentería crónica, frecuentemente complicada, de cerca o de lejos, con el abceso del hígado. Se la llama «tetrágena», porque los quistes de esporulación contienen cuatro espo- ras. Biológicamente se caracteriza por la gran movilidad de sus granulaciones cromáticas, por la agilidad de sus pseu- Foraminíferos y Radiolarios (Haeckel). TRATADO DE ZOO-FARMACIA 39 dopodos, a la vez que por la presencia casi constante de glóbulos rojos en su endoplasma. Mide de 20 a 35 mieras. La emetina en inyecciones hipodérmicas es el agente para- sitotropo específico para curar la infección producida. Esta se adquiere bebiendo agua de charcas o fuentes contami- nadas, directa o indirectamente, por deyecciones. En el intestino delgado, en la cavidad bucal, en las caver- nas pulmonares, en colecciones purulentas diversas, se han encontrado otras formas ameboidales aún no suficiente- mente caracterizadas como especies. Entre los Esporozoarios, caracterizados por la ausen- cia de pseudopodos o apéndices locomotores y por su re- producción esporular, se cuentan también varias especies ya célebres en la etio-patología. Las modernas clasificaciones los agrupan en Telospori- deos o Neosporideos: éstos, endoparásitos o endosporideos, y aquéllos, ectosporideos; unos y otros, parásitos en los teji- dos animales. En los Telosporideos la reproducción y la formación de esporas se efectúan cuando el individuo ha terminado su crecimiento; en los neosporideos ocurre cuan- do el desarrollo del mismo no ha concluido. Los primeros comprenden tres clases: Coccideos, Grega- rineos y Hemosporideos. Los Coccideos parasitan en el interior de las células epi- teliales. Cuando jóvenes son esferiformes, refringentes y nucleados.Se multiplican asexualmente por esquizogénesis, forma de asegurar la propagación endógena; y también sexualmente, por gametocitosis o esporogonia, para ase- gurar la perpetuidad específica y exógena. La evolución completa exige dos ciclos alternos. Entre sus especies interesan el Coccidio oviforme o «Coccidium cuniculi», que se fija y desarrolla en las células del epitelio que tapiza los canalículos biliares del hígado de los conejos, especialmente de los que viven en cautive- rio, en conejera, causando en ellos una infección que los conduce a la caquexia y al marasmo, diezmando así los criaderos. La «diarrea roja», observada en Suiza, es una 40 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA coccidiosis, lo mismo que la enteritis sanguinolenta de los pollos, faisanes, palomas y patos. Accidentalmente se le ha encontrado también en el hombre. Los Hemosporideos o esporozoarios de la sangre, evolu- cionan en dos huéspedes; generalmente los Culícidos son los intermediarios, y los animales de sangre caliente los de- finitivos y que padecen la enfermedad por ellos causada. El más importante es el Plasmodium malarios o «hema- tozoario de Laveran», que ofrece tres especies o variedades, relacionadas con los tres tipos clínicos del paludismo; esto es, con las formas de «terciana, cuartana y estivo-otoñal o maligna». Dichas especies son Pl. uivax, Pl. malarios y Pl. falciparum, respectivamente. El ciclo esquizogónico o asexual lo pasan en la sangre del hombre. La esquizogonia es radial, y coincide con la aparición de la fiebre. Alguno de los «merozoitos» (frag- mentos del esporozoario dividido) se organizan en «game- tos», y salidos o extraídos de la sangre por picadura o suc- ción de un insecto hematófago-por ejemplo, un Anofeles- verifican su conjugación en el estómago del mismo. La «cigota» resultante crece y se convierte en esporonto; de éste salen esporoblastos, y en último término «esporozoitos», los cuales, llevados por la corriente endolinfática, llegan hasta las glándulas salivales del insecto, que cuando pica a otro sujeto sano le inocula dichos espermioides, y éstos, caídos en la sangre, se fijan a los glóbulos rojos para nutrirse a sus expensas, crecer, reproducirse y recomenzar ciclos es- quizogónicos que producirán la infección. Durante su evolución intrasanguinis el parásito toma for- mas diferentes, llamadas: «cuerpos esféricos hialinos» (esqui- zonte), «cuerpos en roseta» o «en rosa» (estado de división), «cuerpos en creciente» (falciformes) y «cuerpos en flagelo» Flagelados.-Estos protozoarios han adquirido cele- bridad en los últimos años. Se caracterizan por sus prolon- gamientos flageliformes, que les sirven de órganos locomo- ores. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 41 A más del núcleo principal poseen otro, en el que parece tomar origen el o los flagelos; llámasele «blefaroplasto». En algunos este corpúsculo es doble, y se denomina «diplo- .soma*. A veces el cuerpo del protozoario se ve contornea- do por una membrana ondulante y espiral. Se multiplican por división «longitudinal*, y empieza ésta por el núcleo diplosomático. También se reproducen por esporulación, previo enquistamiento, o por «autogamia», o por «heterogamia». Viven libremente en las aguas, o parasitariamente en animales de sangre fría o caliente. Tipo de lo primero ofrecen las Noctilucas, de las que una especie, la «Noctiluca miliaris», da a los mares Cantá- brico y Atlántico la fosforescencia nocturna que maravilla a los viajeros. Se los ha clasificado atendiendo a su estructura, al nú- mero de los flagelos y a sus modos de reproducción. Entre las especies que mayor importancia tienen enume- raré las siguientes: a) Treponema pallidum, agente específico causal de la sífilis en el hombre; mide de ocho a diez mieras, es filamen- toso, espirilado, pero sin membrana ondulante. Se le busca en la sangre, en los líquidos serosos, y aun en los tejidos o humores de los mismos. b) Spirochocta Obermeyeri y Spirochocta Duttoni, que causan la fiebre recurrente en América y en Africa respec- tivamente; los transmiten las garrapatas «Argas persicus* y «Argas miniatus». c) Trypanosoma gambiense y Tr. ugandiense o Rho- desiense, que, inoculados por las glosinas, producen en el hombre la «enfermedad del sueño» o «letargo de los ne- gros» de la costa occidental del Africa. Hállanse en el líqui- do céfalo-raquídeo. d) Trypanosoma Cruzi, generador de la «enfermedad de Chagas» o «tripanosomiasis americana», que ataca especial- mente a los niños, y es propagada por una vinchuca, o sea el Triatoma megistus, hemíptero hamatófago y noctámbulo. 42 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA e) Las Leishmantas Donovani e infantum, que parasi- tan los glóbulos blancos o los órganos hematopoyéticos, particularmente el bazo y el hígado. Según sus localizacio- nes varía la sintomatología de la afección que originan, in- fecto-contagiosa, llamada «botón de Oriente» y «kala- azar indiana» o «fiebre negra» o «anemia esplénica in- fantil». Las Leishmanias son flagelados adaptados al parasitis- mo endocelular, por lo cual carecen de flagelo, si bien con- servan el kineto-núcleo. Hay una «Leishmania brasilera» que genera una afección cutáneo-mucosa grave, frecuente en el Brasil y en el Perú; se la supone trasmitida por picadura de algún insecto aún no determinado. f) La Babesia bouis es un parásito endoglobular, san- guíneo, piriforme, binucleado, que evoluciona en las garra- patas y produce en los vacunos la «tristeza» en la Argenti- na, y en Méjico la «fiebre de Texas», que diezma los ga- nados. g) Menos importancia tienen los flagelados de los géne- ros Lamblia o Megastoma, Cercomonas y Trichomonas, parásitos accidentales en el intestino humano. De los Infusorios.-De estructura más compleja que los precedentes, estos protozoarios abundan en las infusio- nes y en las aguas estancadas; tienen el cuerpo cubierto de pestañas vibrátiles, un ectoplasma cuticulizado, una hipo- dermis con mionemas o células contráctiles. De forma gene- ralmente oval o alargada, presentan una depresión infun- dibular ya extrema, ya lateral, con un reborde o peristoma, y en el fondo abierta una boca. Poseen dos núcleos, uno grande o macro-núcleo, núcleo vegetativo; otro pequeño, micro-núcleo reproductivo; no faltan las vacuolas pulsátiles, un rudimento de esófago, y a veces un ano. Se multiplican por bi-partición y por conjugación o rejuvenecimiento. La perpetuación específica, o sea la multiplicación exógena, se produce por división interna en un quiste que permite a los gérmenes resistir las inclemencias del medio. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 43 Hay entre ellos algunas especies parásitas o comensales en el intestino del chancho, y accidentalmente halladas en el hombre, ocasionando en éste una disentería: tal es el Balantidium coli, del que en la Argentina se han dado ca- sos auténticos. CAPITULO II LOS jMETAZOARIOS Sumario: Fitozoarios.-Acelomados.-De los «Espongiarios» y de los «Gnidarios»: sus características morfo-biológicas, y va- lor médico-farmacéutico de sus usos en el pasado y en el presente.-De los Celomados.-Equinodermos. Es este inmenso grupo de los animales pluri-celulares el que encierra las numerosas especies que proporcionan al hombre, no solamente sus alimentos, si que también infini- dad de materiales que aprovecha para sus industrias, y del cual, finalmente, extrae substancias utilizables para procu- rar al organismo enfermo su restitución al estado de salud. Bien sabido es que son innúmeras las clasificaciones, tan- to empíricas como racionales, naturales y artificiales, que de ellos se han hecho en Sistemática zoológica. De acuerdo con la clasificación adoptada, en este capítu- lo empezaré el estudio de los fitozoarios o animales-plan- tas, de simetría radiada, divididos en dos grupos: l.°, el de los que no tienen una cavidad general, y por eso se deno- minan Acelomados, y 2.°, el de los que poseen cavidad ge- neral o cetonia, y un aparato ambulacral: tipo, los Equino- dermos. Acelomados. Bautizados así por Leuckart, y llamados todavía Zoófi- tos (animales-plantas), son metazoarios acuáticos, de si- metría radiada, agregados comnúmente en colonias. 46 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Están constituidos anatómicamente por un ectoderma, un endoderma y un mesoderma, más o menos desarrollado. Carecen de cavidad visceral o celoma; pero poseen una cavidad llamada gastro-vascular, ya simple, ya ramifica- da, comunicante con el exterior. Sus diferenciaciones morfológicas son variadísimas, ori- ginando numerosas especies, que se agrupan en dos clases principales, a saber: Espongiarios y Gnidarios o Pólipos. Entre ellos puede desde luego hacerse esta distinción: los primeros son Celentéreos macizos o irregularmente ra- mificados, y los segundos son siempre simétrico-radiados. Espongiarios. Son organismos pluricelulares, aglutinados, a veces ais- lados y saculiformes. En los individuos simples, su cuerpo está constituido por tres hojas fundamentales, sostenidas por una armazón o esqueleto de naturaleza variable, y limitando una cavidad en la cual circula constantemente el agua. La conformación teórica individual más simple corres- ponde a un saco o urna cuya pared estuviese cribada de pequeños agujeros. Por agregaciones sucesivas de esponjas hijas se constitu- ye una compuesta, que se organiza formando verdaderas colonias. Para mejor comprender unas y otras en su organización tomaremos algunos ejemplos. Como tipo de esponja simple sirve la Olynta, que, según H^eckel, sería la matriz del grupo entero. Se presenta como un saco cilindroideo u ovoideo, fijo por su base; en su ex- tremidad libre, estrechada, tiene un orificio, llamado ósculo, que hace las veces de ano, y en sus paredes se abren nume- rosos poros estrechísimos, que hacen de bocas inhalantes-, apellídase cavidad atrial la cavidad sacular. Por ese as- pecto de criba que muestran externamente, llamáronse también Poriferos. El agua del medio en que vive la esponja, penetrando TRATADO DE ZOO-FARMACIA 47 por los poros inhalantes, atraviesa la cavidad, y sale por el único orificio de excreción, o exhalante (1). Histológicamente, las tres capas de la pared del saco son •distintas. La interior está formada por células lagentformes con una larga pestaña vibrátil: son llamadas coanocitos, y juegan el rol de órganos renovadores del líquido aireado, favoreciendo así la respiración. Además, capturan los ali- mentos que las células ameboidales transportan a todo el organismo. Finalmente, también hacen de órganos excretores. Merced a los movimientos de esas pes- tañas, circulan en la cavi- dad atrial los líquidos des- tinados a la nutrición del animal (2). La membrana externa es gelatinosa, a cé- lulas ameboidales nuclea- das, de núcleo excéntri- co (3); a veces esas células parecen ciliadas, pero ge- neralmente son pavimen- tosas. La tercera membra- na, intermedia o mesoder- ma, constituye el parén- quima, que posee células conjuntivas y ameboidales, pu- Esquema de un Espongiario. (1) Para demostrar la dirección de las corrientes y el rol de los dichos orifi' cios, basta sumergir en una cuba transparente de fondo bajo una esponja viva- Ai cabo de algunos minutos, cuando el individuo se haya habituado al medio, se dejarán caer a su lado una o dos gotas de carmín diluido o de tinta china, y se verá que el líquido coloreado entra por los orificios parietales, quedando teñidos los tubos respectivos. (2) La analogía de las células acollárete con los «Chanoflagelados» hizo pensar a Clarke y Kent que las esponjas fueran colonias de flagelados. (3) Para examinarlas al microscopio, bastará desprender de una esponja viva un pequeño trocito, que, puesto sobre una lámina porta-objeto, será exprimido con una agujita para hacer fluir de su masa un liquido, en el cual las células flotarán; luego se aplicará la laminilla cubre-objeto, y se efectuará la ob- servación. 48 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA diendo ser, ya gelatinoso y hialino, ya reforzado y endu- recido por espíenlas de naturaleza variable. Un grado más avanzado de organización nos ofrecen las esponjas simples del género Sycon, cuya forma es de urna, pero cuyas paredes son más espesas, con espículas calcá- reas, y a más canalículos regularmente dispuestos, que em- piezan en los poros inhalantes y comunican con la cavidad atrial o central. Dichos ca- nalículos están tapizados por células pestañadas, y a veces ofrecen dilatacio- nes ampulares, llamadas cámaras a corbeille. Las esponjas compues- tas se dicen también poli- zoicas, y se presentan, o como costras extensas, o como masas ovoideas y redondeadas, ligeramente pediculadas, o arborescen- tes foliáceas. Se originan por botonamiento de una esponja simple; son verdaderas colonias o asociaciones. En ellas la superficie aparece cubierta de pequeños ma- melones perforados por ósculos; éstos son ordinariamente en número inferior al de individuos congregados, pero son innumerables los ostíolos. En el ectoderma hay canalículos irregularmente dispues- tos, ensanchados de trecho en trecho en «cámaras a corbei- lle o en cestillos», y con filamentos fibrosos, córneos o cal- cáreos. En las esponjas de organización más complicada el teji- do fundamental se donomina chaonosoma, y en él la dife- renciación es tal, que ya se distinguen células glandulares, elementos contráctiles, a veces elementos nerviosos, y cé- lulas de reproducción, a más de las espículas a base de esponjina, sobre la cual se condensan materias silíceas, o calcáreas, o fibro-elásticas. Sycon ciliado (E. cal- cárea) visto por fue- ra y aislado. Sycon seccionado verticalmente; a) ósculo; b) ectoder- ma y espiculas; c) poros inhalantes; d) corbeilles vibrá- tiles en el endo- derma. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 49 En los Espongiarios la división del trabajo es nula, y no afecta en nada a los individuos asociados, que permanecen equivalentes entre sí. Sin embargo, se dice que en ellos la respiración se hace por las células pestañadas de la cavidad atrial, y la diges- tión, por las células de canalículos: se ha demostrado que hay en éstos fermen- tos análogos a la pep- sina y a la tripsina. La reproducción puede ser asexual, o sexual y ovípara: en el primer caso se ha- ce por división o por brotación, y las ye- mas son esférulas protoplasmáticas ro- deadas por membra- nas que en primavera se desgarran para de- jar libre su conteni- do, que origina nue- vas esponjas.-En el segundo caso hay células gametocitarias, ovulares y espermatiformes, [naci- das en el mesoderma, las cuales, conjugándose en la^cavi- dad atrial, originan un embrión ciliado que escapa por el Esponja calcárea simple (Olynthus).-A, indivi- duo entero; B, abierto en un punto de su super- ficie para mostrar la cavidad central donde des- embocan los poros; C, corte de la pared; D, tres células ciliadas; E, espíenlas en el parénquima; F, espermatozoide; G, huevo. Corte esquemático de una Esponja de agua dulce, b) poros inhalantes; c) cámaras; d) ósculos. 50 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ósculo, nada durante algún tiempo, y se fija después en plantas o rocas para formar una nueva esponja. Las colonias de esponjas son generalmente dioicas, no llegando simultá- neamente a ma- durez los elemen - tos sexuales. Las esponjas son sensibles; ya Aristóteles ha- bía comprobado esta propiedad, y Stewarts, en 1884, descubrió verdaderos órga- nos sensitivos, consistentes en cé - lulas multipolares, voluminosas, con un largo prolon- gamiento: las de- nominó palpocils. En el exoderma de algunas esponjas se han señalado elementos glandulares que sólo funcionan cuando el ani- mal es sacudido. Una cámara flagelada.-T, escleroblatos; C, células a collarete o ciliadas; P, poros. Esquemas de Esponjas tipos Ascon, Sycon y Leucon TRATADO DE ZOO-FARMACIA 51 Es muy importante en la estructura de los espongiarios su esqueleto, que sólo falta en las esponjas gelatinosas, lla- madas Mixo-esponjas. Embriología de una esponja calcárea (Olynthus).-1, Huevo; 2, Primera seg- mentación; 3, Mórula; 4, Plünula, en la cual aparecen células diferenciadas y dispuestas en capas ecto y endo-dénnicas; 5, Gástrula; 6, Sección longitudinal de la misma; 7, Ascula vista exteriormente (primera transformación); 8, Sección longitudinal de la misma; 9, Olinthus joven, en cuya pared se han formado es- piculas y se han abierto poros; 10, Ascometra, forma compuesta, derivada por brotación de la primera. Atendiendo a ia naturaleza de la armazón esquelética, las esponjas se han dividido en varios órdenes, a saber: 52 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Esponjas con esqueleto. Calcáreo Calci-esponjas. Córneo Fibro-esponjas (1). Silíceo Sílico-esponjas. El esqueleto es de origen mesodérmico: las células en que se forman las espíenlas se llaman escleroblastos, y son de dos categorías: «macro-escleras» y «micro-escleras». La materia orgánica matriz de las espículas se llama espiculina. En las esponjas calcáreas las espículas son simples o es- trelladas, con tres o cuatro radios. Se dividen en tres familias principales: Ascónidos (con paredes delgadas, canales cortos y no ramificados), Sicóni- dos (frecuentemente monozoicas, con paredes gruesas, ca- nales rectos y no ramificados; ejemplo, la Sycandra ra- phanus) y Leucónidos (con paredes gruesas, canales largos y muy ramificados irregularmente; ejemplo, Leucandra pe- mediata). Las esponjas silíceas comprenden pocas especies utiliza- bles, y son generalmente fluviátiles; las fibrosas compren- den el mayor número de las especies útiles a la Medicina, a la industria y al comercio, como asimismo a la econo- mía doméstica. Las especies usadas en Medicina y Farmacia llegan bajo, el rubro genérico de Spongia officinalis, y son éstas: Spongia zimocca, o esponja fina del Archipiélago. » mollisima, o esponja dulce de Siria. > adriática, o esponja de la Dalmacia. » quarneriensis. » equina, o esponja grosera del Norte de Africa. > de Marsella, o esponja común. A excepción de la Esponjdla, todas las esponjas pertene- cen al mar, donde son abundantísimas, ocupando profun- didades variables entre 3 y 100 o más metros. Por eso su pesca y recolección es interesante; ésta se hace en los ma- (1) Comprenden tres familias: Halicond riñas, Litospóngidos y Hialospóngi- dos. Esponjas puramente córneas son las Aplicinadas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 53 res Mediterráneo y de las Antillas, en el Mar Rojo y en el Adriático, en Nueva Caledonia. Entre las Esponjas acalcáreas o silicosas, hállanse en la Argentina, en las costas de Buenos Aires, las especies Ró- sela y Geodia, y^en las costas de la Patagonia, la Remera, cuya pesca puede constituir, por ahora al menos, una in- dustria digna de explotación. Extracción y preparación de las esponjas comercia- les.-Los medios empleados para pescarlas son diversos: ya se usan tridentes de largo mango, ya la escafandra, ya la campana de buzo; descendiendo siempre provistos de cuchillos o paletas cortantes, para seccionar el pedículo por medio del cual las esponjas se adhieren a las rocas. Recientemente extraídas, tienen un aspecto repugnante: aparecen cubiertas de una capa sucia y negruzca, viscosa; para su expedición al comercio, y hasta que llegan a las farmacias, se las somete a una serie de operaciones. Primeramente se las cuelga de estacas o postes fijos en las costas, y allí se las deja hasta que han perdido su en- voltura orgánica, desecándose. También suelen colocarse en hoyos, o ser exprimidas para que suelten la materia ge- latinosa que encierran; en seguida se lavan para despojar- las de la arena y limo, y cuando se han secado se las com- prime y enfarda. En los mercados de venta sufren nueva limpieza y nuevas operaciones, tendientes a descolorarlas y despojarlas de toda substancia orgánica blanda. A tal efec- to empléase el bromo; y si se las quiere muy blancas, se las lava con ácido clorhídrico diluido, y luego con agua pura. En Francia empléase el permanganato de potasio en solu- ciones al 2 por 100, pasándolas en seguida por el hiposul- fito de soda, y en último término por el cloruro de calcio. Las esponjas así preparadas pueden servir para el toilet; las que han de usarse en Medicina sufren además los si- guientes tratamientos: l.° Se pasan por amoníaco diluido al 5 por 100. 2° Se lavan con agua largo rato. 54 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 3. Se sumergen en solución de permanganato de pota- sa ai 2 por 100. 4.° Se frotan y lavan en solución de hiposulfito al 10 por 100, adicionando ácido clorhídrico ordinario en cantidad suficiente para volver lechosa el agua. 5.° Nuevo lavado, para arrastrar el ácido excedente. Para disminuir la cantidad de azufre, proveniente de la reacción del ácido clorhídrico sobre el hiposulfito, Balzer propone reemplazar éste por el bisulfito. La eliminación del azufre responde al propósito de evitar la formación de ácido sulfúrico en presencia de la humedad del aire. Preparación y usos de las es- ponjas medicina- les(l).-En laFar- macopea actual apenas se enun- cian como medi- camentos de ac- ción mecánica; pero antiguamen- te se las empleaba mucho, administrándoselas al interior bajo diversas formas, contra el bocio, el escorbuto y la es- crófula, y también como antihelmínticas, particularmente en Rusia, donde todavía se conservan sus usos. Respecto de las virtudes de las esponjas ha dejado escri- to Dioscórides que «las frescas que no tienen grasa son útiles para curar las heridas; que resuelven las inflamacio- nes. Hervidas en agua o en aceite, sueldan las heridas re- cientes; mezcladas con miel cocida, curan las viejas úlceras cavernosas. Pero las esponjas viejas son inútiles. Las se- cas, envueltas con hilo, dilatan la boca de las úlceras ce- rradas o callosas. La ceniza de esponjas rociada con aceite Reniera. (1) MARFIORI estudia las esponjas entre las drogas yodadas. HERAIL las coloca entre las substancias coloideas, albuminoideas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 55 cura el ardor de los ojos causado por la acritud de sus humores. Bebidas con vino, rompen las piedras de la ve- jiga»... Al presente el algodón ha sustituido ventajosamente a las esponjas en sus acciones o efectos como absorbentes y desecativas, y la laminaria, a la par de los tubos de caucho, en su rol de dilatadoras de los conductos natura- les estrechados o de los trayectos fistulosos. Con todo, en las farmacias se tie- nen y se expenden a veces las lla- madas «esponjas preparadas», y las hay preparadas «a la cera» (Spongia cerata de la Farmacopea francesa), «a la goma» y «comprimida al hilo» (Spongia a la ficelle). Para fabricar la primera, córtase la esponja fina en trozos, se la lava con esmero, y se la sumerge luego en cera fundida, hasta su perfecta impregnación en esta substancia. Después se prensa entre planchas de hierro previamente calentadas, y se obtienen pastas que a su tiem- po, en su oportunidad, se cortarán según convenga a sus fines. Puestas en cavidades o conductos a dilatar, el calor las reblandece y se hinchan. Las esponjas «a la goma» difieren sólo en la substancia que impregna la masa; pero el procedimiento de la elabo- ración y el modo de aplicarlas es idéntico. Para preparar las esponjas en rollos cilindricos o Spongia compresa, se impregnan en agua engomada o en agua albuminosa las esponjas finas y limpias cortadas en tro- zos; y cuando todavía están húmedos se envuelven a ellos cordones o hilos muy apretadamente, sin dejar espa- cio libre entre una y otra vuelta; luego se los seca a la es- Rósela. 56 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA tufa. Cuando se hace uso de las mismas, bastará desenros- car en extensión suficiente el cordón envolvente, y el frag- mento así libre, del grosor deseado, se introducirá en la ca- vidad a dilatar. El «carbón de esponjas» o «carbón calcinado», que impro- piamente se dice, es de color vinoso, áspero al tacto, no tiñe la mano, y tiene olor sai géneris. Para conseguirlo ha de elevarse poco la temperatura; de lo contrario se volatiliza- ría el yodo, su principio activo, que se mantiene combina- do al calcio y a la esponjina en forma de yoduro. La esponja calcinada entraba en la composición de los polvos de Manex, empleados antiguamente como excelen- te cáustico para destruir los botones cancerosos. Antes, y ahora todavía, los trociscos de esponja cruda hechos píldo- ras con envoltura azucarada, se tuvieron y se tienen como antihelmínticos. Gmelin refiere que las jóvenes polacas usan el polvo de esponjas para frotarse la cara y darle color rojo, siendo este color sinónimo o esencial a la belleza, según resulta de la filología. En efecto; en su idioma la patabra krasnota significa rojor, y krasota significa belleza. Finalmente, las formas comerciales de las especies usita- tisima y communis son las siguientes: l.° Esponja blanda de Siria, especialmente estimada para toilet, de color amarillo; vale de 40 a 300 francos el kilo, y las extra, de 100 a 1.000. 2.° Esponja fina blanda del Archipiélago, más pesada, aplicada a las manufacturas de la porcelana y en la lito- grafía. 3.° La esponja griega, dura al tacto, de tejido apretado y de color amarillo claro; se vende en paquetes de 40 a 60 esponjas, de dos a seis francos el paquete. 4.° Esponja rubia de S ria o de Venecia, amarillo ocre en la raíz, blanca-pálido en la masa, liviana; precio, de 50 a 200 francos el kilo. 5.° Esponja de Salónica, aplastada, de dos centímetros, tejido fino, no elástica, gris; empleada en Cirugía. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 57 6.° Esponja de Zerbi, gruesa, redonda, de raíz rojiza; muy buscada por su ligereza y su volumen. 7.° Esponja de Marsella, aplastada o piriforme, dura, pesada, rojo-obscura; vendida para limpieza de muebles y pisos; vale de cuatro a 10 pesos el kilo. 8? Esponja de Bahama, dura, elástica, amarilla. 9.° Esponja de la Habana, redondeada, cilindrica, blan- da; el paquete de 25 esponjas vale de tres a cinco francos. Se las subdivide en terrosas, lanosas y aterciopeladas. Nota.-Entre los pescadores de esponjas, cuando acos- tumbran sumergirse desnudos, suele observarse una en- fermedad que Skevos Zervos (de Atenas) ha caracterizado por escozor y prurito intensos, formación de pápulas duras y aureoladas de azul o negro, que al cabo de cierto tiempo causan el esfacelo de la piel, originándose úlceras profun- das de difícil cicatrización. Dicho padecimiento ha sido in- culpado al contacto de las actinias con los espongiarios, ya que son frecuentes sus asociaciones. los Gnidarios o Pólipos. Denominados Zoofitos por Cuvier. Son celenterados sacu- liformes, cuya cavidad gastro-vascular comunica con el ex- terior por un solo orificio, el blastoporo, rodeado común- mente por una corona de tentáculos macizos o huecos; su simetría es radiada. Su mesoderma difiere del de los espongiarios por ser aún poco desarrollado: se dice mesoglea por su consis- tencia. Su ectoderma posee células urticantes o gnidoblastos. Consisten en células con cápsula interior elástica, que con- tienen un líquido irritante y un largo filamento replegado sobre sí mismo o arrollado en espiral, el gnidócil, adherido a la base de la cápsula, que al menor contacto se desen- vuelve bruscamente, y con su extremidad libre vierte el ve- neno en la pequeña herida que su punta produce, o sobre la superficie que toca. 58 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Esos nematocitos son tan característicos de los gnidarios como las células a coliarete lo son de los espongiarios. La mayor parte de los gnidarios tienen desarrollo indirec- to, pasando por una forma intermediaria de larva ciliada o planilla, que sufre metamorfosis más o menos profunda hasta adquirir la organización y conformación radiada del animal adulto. Todos son acuáticos; la generalidad, marinos: muy pocos habitan las aguas dulces. Pueden reunirse en tres grupos, que se caracterizan y subdividen conforme a la clasificación siguiente: Fijos, dendrifor- mes Hodroid.es o Pólipos i Tipo, la Hydra viridis. l.°Hidrozoa- rios Aislados y libres T rae hi medu- sas Tipo.laCa/'me- rina hastata. Agrupados en co-¡ lonia i Sifonóforos... Tipo,laP/zz/sa- lia pelágica. 2.° Scifozoa- rios Antozoarios (An- thos = flor; zoos =animal) Actiniarios... Ej. Actinia. Madrepora- ríos Ej. Oculina. Alcionarios Corales Ej. Alcyon pal- matum. 3.° Ptenófo- ros Bi-radiados. Los primeros constituyen formas típicas de celenterado, con cavidad digestiva sin tabicamiento ni repliegues me- senteroideos. Los segundos tienen en el interior de la cavidad digesti- va tabiques radiados, y además, una faringe tubular sobre la cual se apoyan los tabiques. Los últimos son bi-radiados, esféricos o cilindricos, divi- sibles en dos planos simétricos perpendiculares; con dos polos, uno oral y otro aboral. Llevan en sus paredes ocho hileras longitudinales de folículos ciliados, que son sus ver- daderos órganos locomotores. En vez de nematocitos, al- gunos llevan células prensiles sostenidas por pedúnculos TRATADO DE ZOO-FARMACIA 59 filamentosos o espiritados. Los del género Beroe son lla- mados «faroles de mar». Estudiaremos como representante del primer grupo tas Medusas o Acalefos. Forman un grupo bastante homogéneo en cuanto a su género de vida, pero muy variado en cuanto a su estruc- tura interna. Son cilindricos, ya polipoides ágamos, ya campanulifor- mes y sexuados. La primera forma puede y debe considerarse como de transición a la segunda. Llegados a completo desarrollo, son campanulares, seme- jantes a una sombrilla, con la parte libre ensanchada, el disco o umbela, convexa superiormente, de consistencia gelatinosa o cartilaginosa, sosteni- da por un largo pedúnculo, el man- go o manubrio, hueco y provisto de un orificio terminal que hace de boca. El borde de la umbela está guarnecido de tentáculos, cuyo nú- mero es variable según las especies; frecuentemente lleva además un re- pliegue membranoso y contráctil, el velo, que estrecha el orificio de la campana. La cavidad digestiva ocupa el centro de la umbela: se la llama «gástrula»,y «esófago» al tubo que corre a través del manubrio. Del atrio o gástrula irradian, ahuecados en el espesor del mesoderma, los canales gastro-vasculares en número de cuatro o más, que van a desembocar en un canal marginal situado en el borde de la umbela; de este conducto circu- lar parten canalículos a los tentáculos. En dicho mesoderma, abundante y mucoso o gelatinoso, Corte longitudinal de una Medusa.-p) substancia ge- latinosa dei cuerpo-v) es- tómago con sus canales ra- diados-i, i) cara inferior de la umbela-t m) tentáculos marginales; - t) tentáculos bucales; - o) orificio ano- bucal. 60 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA se desarrollan algunas fibras musculares lisas y estriadas. La capa endodérmica, limitante de la cavidad gastro- vascular, está formada por una sola planicie de células ameboidales, y en el ectoderma se hallan las células a gni- doblastos y algunos elementos nerviosos. Esquemas de Pólipo y de Medusa. Como expresión de una organización relativamente ele- •.vada, tienen las medusas ocelos y otocitos, que representan Corte esquemático axial de una Aurelia- a) mesoglea de la umbela.-b) atrio. < c) mesoglea de la sub-umbela.-d) gl. genital.-e) bolsa sub-genital.-f) fiíamen- mentos gástricos.-g) exoderma sub-umbelar.- h) canales radiados.-i) cor- púsculo marginal.-j) extremidad del capuchón.-1) pliegues superiores.-m) . pliegues dorsales.-n) pliegues centrales de los brazos.-o) extremidades de los brazos.-p) canal circular.-q) r) fosas sensoriales.-s) mancha ocular. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 61 los ojos y los oídos; además poseen un cordón nervioso cricular. Son raras las especies hermafroditas, y comúnmente tie- nen generación alternante. Las formas sexuadas libres flotan y son fosforescentes; ofreciendo sus bandadas uno de los más bellos espectácu- los nocturnos que brinda el mar en las noches tranquilas.. Evolución de una Comalida (s. Thomson). A.-Primera larva ciliada. B.-Segunda larva, o Pentacrinus. C.-Crinoide adulto. Su tamaño varia desde algunos milímetros de diámetro que tiene el disco de una Obelia, hasta medio metro a que alcanzan algunas Aurelias, y 2m,50 que mide una Cyanea Antiguamente se las empleaba como antirreumáticas y antineurálgicas, aprovechándose aún hoy en Noruega, en los baños de Sandijord, su virtud rubefaciente y cáustica, para curar el reumatismo crónico. Ha sido empleada de preferencia la Medusa orejuda o Aurelia aurita. Al efecto tomábasela por la cara convexa de la umbela, que es inofensiva porque faltan en ella las cé- lulas urticantes, y con la cara inferior se tocaba la región in- flamada o dolorida. 62 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA De los Sifonóforos. Son hidrozoos polipoideos, cuyos individuos, agregados en colonias por intermedio de un cenosarco común, ejercen funciones diversas efectuando el papel de órganos. La colonia nunca es ramificada; presenta, si, un tallo o eje contráctil, llamado «estolón», ahuecado en canal corto, frecuentemente abultado, y encerrando una vesícula aérea, el «neuróforo», que juega el rol de órgano hidrostático. De dicho eje, que oficia de medusa madre, pende la, colonia flotante. En ella se distinguen individuos nutricios o «gas- trozoides», que son tubulares, con boca armada de filamen- tos prensiles, y «pescadores», provistos de nematocitos; indi- viduos reproductores o «gamozoides», en forma de balones o campánulas originadas por botonamiento lateral, que encierran huevos o dan espermatozoides; individuos «dac- tilozoides», sin boca, pero guarnecidos en sus extremos con una batería de nematocitos. Todos los sifonóforos son marinos, de formas y colora- ciones variadísimas. De sus géneros y especies interesan las Galeras, cuyas virtudes preconizaron Trette y Labat, diciendo que su veneno «es tan cáustico y violento, que si con él se toca la piel de otro animal, le produce calor, inflamación y dolor, como si le hubiese caído aceite caliente». Por tanto, donde ellas abundan no es conveniente bañarse, y hasta puede ser peligroso. Las Fisalias, admirables sifonóforos azules, ingeridas por el hombre o por otros animales son mortíferas, o por lo me- nos muy dañosas; su toxicidad es innegable. Como representante de este grupo de gnidarios ha sido encontrada y descrita por el doctor Lahille una Filoriza en Bahía Blanca. Actinias. Pertenecen a los Scifozoarios Zoantharios o Hexactina- rios, lo misino que las Madréporas. Tienen tentáculos no TRATADO DE ZOO-FARMACIA 63 dentellados y en número de seis o múltiplo de este número: son también macizos estos apéndices. Se las conoce vulgarmente con el nombre de «ortigas marinas», porque, siendo su ectoderma muy rico en nema- tocistos, a su contacto escuece la piel. Son generalmente fijas, adherentes a las rocas, o móviles y pseudo - parásitas de los cangrejos ma- rinos. Las primeras tienen ancha base de implantación; las se- gundas son larga- mente pedunculadas, siendo el pie carnoso y blando. Carecen de esque- leto. Son carnívoras y voraces, alimen- tándose de ostras y mitilos. Se reproducen por huevos, excepcionalmente por brotes o por escisión. Han sido llamadas también Anémones marinas, por la variedad y belleza de sus formas, a la vez que por la mag- nificencia de sus matices. Michelet las llama «joyas del mar». La virtud rubefaciente o vesicante derivada de sus ne- matocitos les dió entrada en la Terapéutica. Al número de las especies por tal concepto útiles pertenece la Antipata, cuya armazón es córnea y ramificada; es conocida por los pescadores con el nombre de Coral negro. Fué usada como remedio soberano contra todos los dolores. La substancia gelatinosa que envuelve el eje o armazón de esta actinía es caduco: de ahí que cuando se recogen sus restos de color obscuro se los confunda bajo la designación más arriba consignada. Hay también algunas especies comestibles, y abundan Extremidad de una rama de Coral rojo, con sus pólipos abiertos. 64 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA en todos los mares, pero preferentemente en los de las zo- nas templadas. En las costas marítimas de la República Argentina se en- cuentran numero- sas especies, con las que se han en- riquecido los Mu- seos nacionales. Nota.- Richet ha demostrado en 1902 que los ten- táculos de las Ac- tinias contienen un veneno que provoca prurito y urticaria. Se le ha llamado thalosi- na; es soluble en el alcohol y crista- lizable: en solucio- nes acuosas fer- menta rápidamente. El autor citado aisló de los tentáculos otro principio, insoluble en el alcohol de 50°, al cual deno- minó congestina. Á dosis de cinco a siete miligramos por kilo del animal inoculado, es ya mortífero. Un polipero arborescente. Corales. Cuenta Orfeo, en poética leyenda, que cuando Perseo libró al mundo de la Gorgona Medusa, cuya mirada con- vertía en piedra todos los objetos próximos, fué a lavarse las manos en la costa del mar, y allí dejó la cabeza todavía sangrante del monstruo. Más tarde se encontró que las. gotas de sangre petrificada habían dado origen a los cora- les. Tal vez por eso los llamó Michelet «flores de> sangre*.. Los antiguos llamaron al coral, que suponían planta, «hijo del mar*; tal es también su significación etimológica, deri- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 65 vada de la palabra griega «Koralion». Fueron estudiados por Marsigli a principios del siglo xvm, y por él declarados organismos vegetales, diciendo que su eje medio equivalía a la madera y el cenosarco a la corteza, estando represen- tada la flor por el pólipo. Piessonel, médico de la Marina francesa, demostró más tarde su naturaleza animal. La Zoología moderna los in- cluye entre los Scifo- zoarios Alcionarios u Octactinarios; es decir, Gnidarios o Acalefos provistos de ocho lócu- los en la cavidad gas- trular, y ocho tentáculos ovales, de bordes den- tados o penniformes. Son polipoideos alar- gados, simples o rami- ficados, rara vez solita- rios, generalmente re- unidos en colonias ar- borescentes. En la edad adulta vi- ven fijos a las rocas ma- rinas en la vecindad de las costas. La acu- mulación progresiva de sus esqueletos calcáreos da lugar a la forma- ción de arrecifes. En su constitución anatómica entran: un ectoderma con células mucosas y con nematocitos; un me- soderma conjuntivo y contráctil, en el que se origina y des- envuelve un esqueleto tubular calizo, y un endoderma con células pestañadas, que no sólo cubre la cavidad central, si que también los canales radiados. Dibujo que resume la estructura histológica. A. Corte longitudinal-B. Corte transversal. C. fragmento de la pared, muy aumentado. D. Célula epitelio-muscular aislada.-E. Ex- tremidad de un tentáculo mostrando grupos de nematocitos.-F. Dos nematoblastos: uno contraído, el otro desarrollado.-G. Otros nematocitos. 66 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA La cavidad general del cuerpo se comunica superiormen- te con el medio externo por intermedio de un tubo esofá- gico, del que la separa un esfínter; en derredor del orificio bucal se insertan los tentáculos, huecos, que hacen continui- dad de aquélla, y son órganos de contacto y de aprehensión. En el interior de la cavidad, los tabiques incompletos des- prendidos de su pared, llamados pliegues mesenteroides, forman lóculos o compartimentos. Carecen de aparato especial para la respiración. Se reproducen, ya por escisión, ya por botonamiento, ya sexualmente. El primer modo es el más común a las formas libres. En la reproducción sexual las células de conjugación se hallan en los pliegues mesenteroides. Physophora disticha, Forsk. Physalia pelágica. El hermafroditismo es excepcional en los pólipos, y las colonias pueden ser monoicas, dioicas o polígamas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 67 Después de maduradas, las gametas caen en la cavidad general, donde se conjugan y pasan las primeras fases de su desarrollo. Las colonias de pólipos formadas por botonamiento son chatas; en cambio, las que se originan de otro modo toman forma arbórea, ramificada. Las colonias de pólipos se componen de dos partes esen- ciales: l.°, el tallo ramificado, especie de esqueleto córneo o calcáreo, llamado polipero, recubierto de una especie de carne blanda viva, el sarcosoma; 2.°, los pólipos, implan- tados por su base en el sarcosoma, y comunicantes entre sí por medio de canalículos para la circulación del líquido nutricio. En una colonia de pólipos la división del trabajo existe encomendada a diversos tipos de individuos que toman nombres especiales, a saber: l.° Gastrozoides o gastroméridos, encargados de la ali- mentación. 2.° Gonozoides o gonoméridos, encargados de la repro- ducción. 3 0 Dactilozoides o dactiloméridos, encargados de fun- ciones sensoriales. 4.° Macozoides, encargados de la defensa de la colonia. 5.° Acantozoides, también defensores en ausencia de los anteriores. Son gastrozoides atrofiados, puntiagudos y pro- vistos de un estuche córneo. La zona de distribución de los poliperos puede decirse comprendida entre los 30° de latitud Norte-Sud. Los mares donde están más extendidos son el Océano índico, el Pa- cífico y el de las Antillas. El coral rojo, el «proteo de las aguas», en expresión de Michelet, es para nosotros la especie más interesante, no sólo por su valor comercial, sino también por las múltiples aplicaciones terapéuticas que antiguamente tenía, reco- mendándose contra las hiperclorhidrias o acedías de estó- mago y contra las diarreas y hemorragias internas. Los corales se administraban en polvo, bolos y electuarios, 68 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA y aún hoy entran en la composición de algunos dentífricos. Entraban también en la preparación del polvo levigado, de la sal de coral, del arcanum coralium, de los magis- terios oficinal y de Pullman. A principios del siglo xix se hacían todavía una tintura y un jarabe, preparado con corales disueltos en jugo de «ber- berís», y se le atribuía virtud heroica, creyendo que la co- loración roja es debida al óxido de hierro, porque el calor y los cuerpos grasos lo blanquean. En tiempo de Dioscórides se decía que los corales contri- buían a favorecer la cicatrización de las heridas de los ojos y de las úlceras profundas, que eran eficacísimos con- tra los esputos de sangre, ayudaban a la micción y empe- queñecían el bazo. Mattiolo agregaba que los corales ingeridos o prendi- dos al cuello curaban la epilepsia, y que bebidos en solu- ción curaban las hemorragias uterinas, las flores blancas y la espermatorrea y afirmaban los dientes. Avicenna dice que son cordiales. Galeno los hacía entrar en la composición de medica- mentos para los tísicos. La única virtud real, ya sostenida por Lemery, es su alca- linidad, resultado de su composición química, que, según Canestrini, sería la siguiente: Carbonato de calcio 89,97 » de magnesio 6,80 Sulfato de cal 1,27 Sexquióxido de hierro 1,72 Materia orgánica 11,35 Agua 0,35 Fosfatos, sílice 1,33 El coral desapareció de la Farmacopea el día en que esa composición fué bien conocida, puesto que sus acciones positivas son debidas a su riqueza en carbonato de calcio y de magnesio; por tanto, ventajosamente puede ser susti- tuido por dichas sales, tan abundantes en el comercio. La presencia del óxido o sesquióxido de hierro en su TRATADO DE ZOO-FARMACIA 69 composición es innegable; pero no debe a él su color. La naturaleza del principio colorante es desconocida. En cuanto al coral negro, se le considera como una va- riedad cadavérica; contiene hidrógeno sulfurado. No debe confundirse con las antípatas, que, aunque negras, no son corales. LOS CELOMADOS Forman el segundo grupo de los Metazoarios. Se caracterizan por la presencia en ellos de una cavidad distinta de la cavidad gastrular, la que constituye el cceloma, de donde resulta que el tubo digestivo es aislable de la pared del cuerpo. Dicha cavidad limita un medio in- terno, que representa un aparato circulatorio, al cual pasan las materias elaboradas en la cavidad o tubo gastrular, y desde donde se difunden a las demás partes del cuerpo. En ellos las diferenciaciones orgánicas progresivas y las variadas funciones que se establecen dan base para su cla- sificación. Hay, desde luego, animales celomados que pueden de- cirse simples, constituidos por la unidad celomática: tales son los Rotíferos, los Gusanos monoméridos y los Ne- mathelmintos, cuyo cuerpo no está metamerizado; vale decir que no se forma por agregación seriada de unidades celomáticas. Otros se nos presentan formados por partes semejantes repetidas-, v. gr., los gusanos anillados. Finalmente, otros se muestran constituidos por segmentos o metámeras desiguales, especializados por la división del trabajo y el rol biológico que juegan, como ocurre en los Artrópodos, Equinodermos, Gusanos chatos, Moluscos y Cordados. Estudiaremos por su orden las especies que puedan inte- resar a nuestros fines preestablecidos; pero antes diremos algo relativo al grupo de animales con que encabezare- mos la serie de las organizaciones celomadas, los Equi- nodermos. 70 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Equinodermos. Son animales marinos; como los Espongiarios y Gnida- rios, de simetría aparentemente radial, pero en verdad bi- lateral; con el cuerpo protegido por un exo-esqueleto cal- cáreo y erizado de púas móviles, articuladas o asentadas sobre mamelones dérmicos. Lo fundamentalmente característico en su organización es que poseen un tubo digestivo abierto por sus dos cabos y distinto de la pared del cuerpo, separado de ella por una cavidad, la cavidad celomática; tienen también un apara- to vascular-respiratorio y un sistema nervioso aislable. Organos sensoriales individualizados sólo se ven en los Holotúridos. Durante su desarrollo embrionario se parecen a los gusa- nos, porque la larva posee un esqueleto formado por piezas metamerizadas; la simetría es entonces francamente bi- lateral, para hacerse luego radiada cuando se desarrolla el aparato ambulacral, coalescente en los Equínidos y distin- to en los Astéridos. Unos se fijan al suelo por medio de cierto largo pe- dúnculo flexible o articulado: son los Ofiuroides y Crinoi- des; los demás (Holoturoideos y Astéridos) se mueven por medio de pedicelos, apéndices vesiculosos relacionados con el aparato ambulacral. Son unisexuales y rara vez hermafroditas. Las formas redondeadas desprovistas de sus púas han sido llamadas «huevos de mar*. Por el aspecto que tienen los Equinoideos cuando las púas persisten, se los dice «erizos o castañas marinas»; a los Crinoideos, «lirios», por su parecido con tales flores; el nombre de «Ofiuroides* se aplica a los que presentan reducido el cuerpo y largos y flexuosos los brazos, semejando serpientes; finalmente, los que son alargados y cilindroides se llaman «Holoturoides», por su parecido con los «pepinos». TRATADO DE ZOO-FARMACIA 71 Los pedicelos prehensiles tienen un veneno que provoca la parálisis y la muerte de algunos animales, a los cuales se les inyecta experimentalmente; v. gr., cangrejos, pulpos y conejos. Sobre los mismos Holoturoideos y sobre las ranas no ha sido comprobada su acción. CAPITULO III LOS ARTIOZOAR1OS Sumario: Caracteres y clasificación de los Artrópodos.-Ci ustá- ceos útiles.-Arácnidos perniciosos.-Aplicaciones que han tenido sus secreciones.-Aranoidisino.-Miriápodos.-Acári- dos: rol de algunas de sus especies. Poseen cavidad celomática, y son de simetría bilateral. Unos tienen revestimiento quitinoso bien desarrollado, y carecen de cilias vibrátiles: son los Quitinóforos. Otros poseen apéndices externos para la locomoción, y un apara- to excretor compuesto por tubos interiormente ciliados, que constituyen los llamados «nefridios», de donde toman el nombre de Nefridlados con que se los conoce. Los primeros se subdividen en Artrópodos-es decir, que su cuerpo es segmentado, provisto de miembros locomoto- res también segmentados y articulados-y Nemathehnin- tos, de cuerpo no segmentado y sin patas. Los segundos se dividen en Trocozoarios, caracterizados por la forma larvaria común, la «trocosfera», y compren- den los Lofostomas, Gusanos y Moluscos; Procordados, carentes de columna vertebral; y Cordados, provistos de una columna vertebral, por lo cual se los dicen Verte- brados. LOS ARTRÓPODOS Los Artrópodos son animales de simetría bilateral carac- terizados por tener miembros articulados. 74 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Generalmente presentan el cuerpo dividido en segmentos o anillos, formados a su vez por diversas piezas. En algunos los segmentos son más o menos iguales: se dicen homónimos; en otros son desiguales, y se llaman heterónomos. En todos ellos los anillos se agrupan formando porciones o regiones bien distintas, en número de tres: cabeza, tórax y abdomen. A veces hay una región distinta del abdomen y prolongación del mismo, que se dice post-abdomen o cola. También puede presentarse unida la pri- mera a la segunda re- gión, formando enton- ces el céfalo-tórax. El número de segmen- tos varía de 12 a 19 en los heterónomos, y de 10 a 173 en los homó- nimos. El esqueleto es exter- no, y está constituido por su propio revesti- miento cutáneo, endu- recido por la quitina in- crustada de carbonato de calcio. Siendo inextensi- ble el tegumento, lo re- nuevan o mudan a me- dida que crecen. La organización interna de los Artrópodos es muy varia y complicada, y no podemos detenernos en ella. Los Artrópodos son por lo general dimorfos, excepción hecha de los Cirripedios y de los Tardígrados, que son hermafroditas. A veces el polimorfismo afecta al mismo sexo, como ocurre con las hormigas, abejas, etc., etc., en las que se ven machos y hembras perfectos o imperfectos. Son de reproducción ovípara; sufren metamorfosis, ya progresi- va, ya regresiva; rara vez es directo el desarrollo. Anatomía de Artrópodos: crustáceo (a), in- secto (b), (Esquema); os, an, orificio bucal y anal; esó. esófago; est. estómago; int. intesti- no; hg. hígado; gs. glándulas salivares; cor. corazón; gis. glándulas sexuales; ov. ova- rios; t. testículos; of. om. orificio sexual fe- menino y masculino; tm. tubos glandulares de Malpighio; ge. ganglio cerebral; oj. ojo; oc. ocelo; olf. órgano olfatorio (en tres segmen- tos de la antena); gv. cadena ganglionar ven- tral; al. ala; bl, balancines. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 75 El número de sus especies es considerable, y se hallan extendidas por todas las partes del mundo; se cuentan, se- gún Berg, 220.000 especies, incluyendo unas 5.000 fósiles. Se los ha clasificado, atendiendo principalmente a su modo de respirar y al medio en que viven, en Artrópodos acuáticos y Artrópodos terrestres; los primeros respiran por branquias, y los segundos por tráqueas. Los branquia- dos comprenden dos clases: la de los Crustáceos y la de los Merostomáceos-, éstos son animales marinos, que tuvieron numerosos representantes en la era primaria: tales los Tri- lobites, pero de los que actualmente sólo viven espe- cies del género Limulus, abundantes en Filipinas y en América, llamadas cacerolas por los españoles; son de res- piración branquial, con un solo par de miembros cefálicos y seis pares de miembros torácicos. Los traqueados comprenden los Arácnidos, los Miriápo- dos, los Onicóforos y los Insectos-, los tres últimos, provistos de antenas; los primeros, sin ellas. Crustáceos. Son Artrópodos que viven comúnmente en el agua, respi- rando por branquias, con tegumento externo muy calcifica- do, coloreado por dos pigmentos, uno rojo estable y otro azul, que se destruye fácilmente: por esta razón los Crustá- ceos cocidos se vuelven rojos. Su cuerpo puede considerarse dividido en tres regiones, llamadas pereion, pleon y telson (tórax, abdomen y cola). Todos llevan en la cabeza dos pares de antenas, en cuya base se hallan los órganos o «glándulas del verde»; los ani- llos del tórax, variables en número, llevan cada uno un par de patas; el abdomen, que es segmentado, presenta un par de patas en cada anillo. Las patas torácicas son ambulatorias: se las llama pereio- podas-, las abdominales son natatorias y auxiliares de la fe- cundación externa, y se las llama pleópodos. El último anillo de la cola se llama telson. 76 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Los crustáceos, por la inextensibilidad de su esqueleto externo, están sujetos a mudas del mismo a medida que crecen, pudiendo éstas ser totales o parciales. Pueden clasificarse así: Con ojos sen-( tados,o«Edriof-í talmos» ( Sin pleópodos. Entomostráceos. Phylópodos Ostrócodos. Copépodos. Cirrípedos. Con pleópodos. Artrostráceos. Con pereiópodos foliá- ceos y con concha bi-' valva Leptostráceos. Con ojos pe- da nenia dos o «Podof talmos». Con pereiópodos filifor-, mes y con caparazón escutiforme ; Toracostráceos. Ma- lacostráceos. Interesan a nuestros fines los Artrostráceos y Toracos- tráceos. Los primeros, con antenas táctiles, comprenden, entre otros, los Isópodos, de tegumento quitinoso y tórax con siete anillos libres. A ellos pertenecen los Oniscos o «cochinillas de humedad» y los Armadillos o «bichos boli- tas», cuyos usos en el pasado señalaremos más adelante. Los segundos encierran muchos órdenes, de los cuales es importante el de los Decápodos podoftalmos, divididos en Macruros (de largo abdomen), Braquiuros (con abdomen corto o atrofiado) y Anomuros, con pereion membranoso. La especie de mayor renombre, que pasamos a estudiar, el Astacus fluviatilis, es un macruro decápodo podoftal- mo malacostráceo. Es característica de éstos poseer siempre veinte segmen- tos, repartidos conforme a la fórmula siguiente: 5 + 8 + 7. En los decápodos macruros los apéndices se distribuyen y denominan como sigue: l.° Anténulas 2.° Antenas 3.° Mandíbulas 4.° Primeros maxilares. . . 5.° Segundos id Sensoriales. Cabeza.. (5) Masticato- rios. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 77 6.° Primer par de patas maxilas-torá- cicas 7.° Segundo ídem id. id 8.° Tercer ídem id. id 9.° Primer par de patas ambulatorias torácicas ( 10. Segundo ídem id. id 11. Tercer ídem id. id 12. Cuarto ídem id. id 13. Quinto ídem id. id Prehensorios y respira- torios. Tórax.... (8) Prehensora, respira- toria y locomotora. L o c o m o t ri- ces y bran- quiadas. 14. primer par de pleópodos transfor- mados en órganos sexuales ex- ternos I 15. Segundo ídem id. id ' 16. Tercero ídem id. id 17. Cuarto ídem id. id | 18, Quinto ídem id. id 19. Sexto ídem id. id 20. Telson Abdomen (7) Sexuales o neutras. Natatorias. Astacus fluviatilis. Pertenece a la familia de los Astácidos o Palemónidos, vulgarmente llamados «camarones» o «langostinos». Es el cangrejo de río. Está formado por 21 anillos heteró- nomos, que agrupados forman dos regiones netamente dis- tintas: una anterior, el céfalo-tórax; la otra posterior, el ab- domen o cola. Un surco transversal y superficial indica la separación de la cabeza y del tórax. La segmentación del céfalo-tórax sólo es evidente en la faz ventral, donde cada anillo lleva un par de apéndices. El abdomen se compone de seis anillos móviles. Tiene 20 pares de apéndices articulados. En la cabeza hay: l.° Los pedúnculos oculares. 2.° Las anténulas. 3.° Las antenas, de un solo hilo, cuyo artejo basal lleva el órgano del verde. 4.° Las mandíbulas, internamente dentadas. 5.° y 6.° Los dos pares de maxilares. En el tórax, los anillos VII, VIII y IX llevan tres pares de patas maxilares, encargadas de llevar los alimentos a la 78 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA boca. En los anillos X al XIV hay cinco pares de patas loco- motrices, de las que el primer par, más voluminosas, está provisto de una fuerte pinza didáctila. En el pleon tiene cinco pares de patas falsas, pleópodos, delgadas y didáctilas, que en las hembras sirven para retener los huevos, y en los ma- chos las dos primeras sirven de aparato co- pulador; los dos últimos pares son remeras, y se dicen urópodos. El aparato digestivo lo constituye: l.° Una boca, colo- cada en la faz ventral del céfalo-tórax, bordea- da lateralmente por dos pares de apéndices o palpos, y hacia adelan- te por el labio anterior; hacia atrás, por el labio posterior. 2.° El esófago, corto y vertical, provisto de glándulas salivares. 3.° Un estómago sacular, dividido en dos partes: cámara cardíaca y cámara pilórica, encerrando la primera un aparato de trituración, llamado molino gástrico, con piezas calcáreas trituradoras, tras de las cuales hay una criba de filtración. 4.° Un intestino rectilíneo, cilindrico, terminado por un ano abierto en el telson. Como anexo hay una glándula hepática. El aparato respiratorio lo forman 18 branquias de cada lado. Cangrejo, visto por su faz ventral.-A. ma- cho.-B. Hembra.-ai y a2 antenas anterior y posterior; au), ojo; an) ano; en, ex) endo y exo-podita del último par de miembros ar- ticulares que forman con el telson (t) la nadadora caudal; m. v.) orificio genital macho; rr. o.) orificio genital femenino; p. a p. b.) miembros; 9 a 13 miembros torácicos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 79 El aparato circulatorio se compone de un órgano cen- tral y contráctil, el corazón, de donde parten arterias que se abren en senos sanguíneos; dicho corazón está alojado en una cavidad llena de sangre (seno pericárdico), y su pared lleva seis orificios valvados. La sangre o hemolinfa, que llena las lagunas del cuerpo y baña los tejidos, es incolora, pero en presencia del aire tórnase azulada; se coagula al aire libre, y contiene corpúsculos nucleados y ameboidales. Su materia colorante es la «hemocianina».. Cangrejo fluvial europeo (Astacus fluviatilis). El sistema nervioso es ganglionar de cadena central, que comprende: l.° Un ganglio supra-esofágico o cerebro. 2.° Ganglio sub-esofágico, unido al precedente por fibras comisurales que forman anillo o collar esofágico. 3.° Cinco ganglios torácicos. 4.° Cinco ganglios abdominales. 5.° Un ganglio anal. Posee también un sistema simpático, poco visible. Son notables los ojos del cangrejo, situados en las extre- midades de los pedúnculos, llamados podoftalmos; son ojos facetados o compuestos. Los cangrejos son dimorfos. La fecundación es externa. Las diversas fases de su desarrollo se pasan en el huevo, y hasta muy diverso grado. También se ha observado en ellos la partenogénesis. Usos.-Nosotros estudiamos el Astacus fluuiatilis por- 80 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA que en él se producen los gastrolitos vulgarmente llama- dos ojos de cangrejo, de los que ha usado la Farmacopea antigua como antiácidos y absorbentes, entrando en la com- posición de varias preparaciones: verbigracia,el «hiacinto» y el «polvo atempe- rante de Sthal»; hoy sólo sirven a la confección de polvos dentífricos. Los gastrolitos se desarrollan en la capa quitinosa que reviste la pri- mera bolsa estomacal, afectando la forma de pequeños cuerpos lenticulares, cuya cara externa es convexa y rugo- sa, mientras la interna es cóncava. Miden de 9 a 18 milímetros de diá- metro, y pesan de 50 centigramos a gramo y medio; en su composición química entran el carbonato y el fosfato de cal en proporción de 63 y 18 por 100 respectivamente. Su estructura es laminar de capas con- céntricas. Cuando se produce la muda de la cubierta estomacal interna, los gastrolitos caen en la cavidad misma, y allí se disgregan; el jugo gástrico los disuelve, y en pocos días pueden ser reabsorbidos: pa- rece que esta reabsorción se relaciona con la reconstrucción del caparazón externo. Sección longitudinal del Astacus fluviatilis. Cloportes. Oniscus y Armadillo. La Medicina antigua ha usado otros Crustáceos; v. gr., el Oniscus asellus,de la familia de los Oníscidos, cuyos repre- sentantes son vulgarmente conocidos por «cochinillas o gorgojos de la humedad», que es un anfípodo del orden de los Edrioftalmos, cuyos ojos son sésiles; posee caparazón poco TRATADO DE ZOO-FARMACIA 81 duro, dividido en 14 zoonitas; el tórax se compone de 7 ani- llos, y en cada uno lleva un par de patas terminadas por un gancho; y el Armadillo officinarum, «Oniscus muralis» (oriundo de Italia), que se distingue del anterior por ser más globoso y arrollarse en bola cuando se le toca o presiente un peligro, y esta forma la conserva al morir. Pertenece al orden Cloporte, como aquél; pero es un isópodo. Por sus efectos terapéuticos se los consideraba entre los medica- mentos litontrípticos, anti-escrofulosos y anti-reumáticos, haciéndoles entrar en la composición de las «píldoras de Morton» y de otras preparaciones; se los administraba, ya enteros y frescos, ya secos y pulverizados. Se creía que los supuestos efectos eran debidos al nitrato de potasio contenido en su caparazón; pero las experien- cias de Mehu buscando dicha substancia han sido de re- sultados negativos. Arácnidos. Estos Articulados presentan céfalo-tórax y carecen de antenas propiamente dichas, si bien pue- den considerarse co- mo tales el primer par de patas o apén- dices, transformados en quelíceros. Todos carecen de alas, y poseen cuatro pares de patas situa- das en el céfalo-tó- rax; el abdomen es completamente libre. Los Arácnidos son de sexo separado, ovíparos u ovo-viví- paros. Según tengan Una araña vista por su faz dorsal. 82 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA o no el abdomen segmentado, se los divide en dos grupos: el primero, o de abdomen articulado, comprende varios órdenes, siendo para nosotros interesante el de los Es- corpiónidos; a los de abdomen no articulado correspon- den las Arañas, los Acaros y las Linguátulas. Aran el ti os o Arañas. Se caracterizan por su abdomen libre, no articulado, uni- do al tórax por un pedículo. Tienen quelíceros robustos, formados por dos artejos desiguales, uno de los cuales aparece perforado por el canal excretor de la glán- dula del veneno. Las maxilas llevan lar- gos palpos, adaptados en los machos a la unión se- xual. Los cuatro pares de pa- tas se articulan sobre un plastrón ventral duro. El orificio sexual se abre en el abdomen (región an- terior) entre dos estigmas ojivales. El ano se abre cerca de la extremidad ventral pos- terior del abdomen, rodea- do de los orificios de las «hileras»; es decir, de las glándulas hilanderas que produ- cen la seda. Poseen ojos simples, en número de ocho generalmente. Por su modo de respirar son traqueo-pulmonados, y se clasifican enDineumónidos y Tetraneumónidos, según sean dos o cuatro los sacos respiratorios. Su aparato circulatorio es vascular abierto. Las arañas son de sexos separados, y la extremidad de .Aparato digestivo de un Arácnido. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 83 los palpos maxilares del macho está dispuesta para reco- ger el esperma y llevarlo al orificio genital de la hembra. Esta es más grande y más fuerte; rara vez se deja acoplar por el macho, y cuando le dispensa este favor, general- mente lo mata para alimentarse de él. Por su modo de re- producción son oví- paras; y no tienen metamorfosis, pero sufren mudas. La picadura de muchas arañas es venenosa, rarísima- mente mortal, y el estado patológico producido se deno- mina araneidismo. Las más temibles son las del género La- trodectes, muy abundantes en Italia y en Asia Central, y de las cuales hay en Chile una especie, L. formidabilis, estu- diada por Puga Borne en interesante trabajo que publicó en 1892, en el tomo II de las Actas de la Sociedad Cient - fica, y otra en la Argentina, que Solari y Brethes clasi- ficaron L. mactans, fué hallada por el doctor Carrutti, que publicó en 1910 una monografía sobre la araña del lino, como él la llamó, observada en más de 100 casos en Per- gamino (P. de B. A.). El veneno ejerce su acción sobre el sistema nervioso ceptral, cerebro-espinal, provocando dis- turbios circulatorios y respiratorios, vómitos y convulsio- nes tetánicas. También son notables las de los géneros Lycosa> Epeira y Tegenaria. Usos.-De las arañas y de sus costumbres, sobre las vir- tudes medicatrices de sus telas, como sobre la toxicidad de sus venenos, se han forjado leyendas y se han urdido las Sistema circulatorio de un Arácnido. 84 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA más ridiculas patrañas. No las recordamos sino en lo rela- tivo a la materia que nos ocupa. Y así, diremos que, según Dioscórides, «la araña llamada lobo, del orden de los te- traneumónidos, género Avicularia, envuelta en fina tela y aplicada a las sienes o a la frente, cura la terciana; que su tela estanca la sangre, y que impide la inflamación de las heridas entre cuero y carne. En la Farmacopea del siglo xvi, las arañas trituradas y cocidas se recomendaron contra las fiebres intestinales y contra el dolor de oídos. El polvo de arañas desecadas, o el aceite de las mismas (su jugo), mezclado a la clara de huevo y al negro de humo, forma una pasta con la que se aliviaron muchos sufri- mientos. Latrodectes. Ccn las telas o urdimbre de sus sedas, especialmente de la Tegenaria doméstica, o «araña común de los rincones^ preparábanse cataplasmas contra la histeria y se hacían píldoras febrífugas. Por destilación extraíanse las gotas ce Montpellier, que se decían remedio soberano contra las apc- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 85 plejias; también se las usaba como carminativas. Pero el principal empleo de las telas de araña ha sido como he- mostáticas. Recientemente, F. Oliva preparó con ellas una tintura alcohólica, inodora e insípida, que administrada a los paludo- sos a dosis de uno a dos gramos los aliviaba rápidamente, acor- tando el período febril. Ha preco- nizado su remedio como de ac- ción específica contra la cuar- tana. Como si fuera poca gloria para las arañas, dice Zimmermann, servir de remedio al hombre, también se ofreció útil para su- ministrarle materia textil a em- plear en sus vestidos. Y cuen- ta que de 1709 a 1711 Luis XIV recibió el presente de un traje completo y guantes tejidos con seda de arañas; que la duquesa de Borgoña recibió en obsequio unas medias hechas de la mis- ma substancia; que la emperatriz Isabel Cristina de Alemania usó un par de mitones (guantes de media mano) fabricados con hilo de ara- ñas. El doctor We- yemberg, en su informe sobre una excursión zoológica a Santa Fe, realizada en 1876, dice que en el Paraguay se usaba para tejer cuellos para señoras la seda o tela ama- rilla del capullo de la Epeira socialis o una especie afín. El asunto interesó a la Ciencia; la Academia de Francia Epeira diademata. Segestria senocutata.-Hembra grávida. 86 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA comisionó a Reamur para que estudiase experimentalmente- las virtudes de esas telas comparadas con las que se fabri- can empleando la seda del capullo del Bombix morí. Dicho naturalista arribó sólo a esta con- clusión: es mejor la seda de los capullos ovigeros de las arañas que la de sus telas. Terminaré diciendo que hay una especie americana, llamada Te- genaria medicinalis, muy usada como ve- sicante en sustitución de las Cantáridas, aun cuando, no habiendo dado el análisis químico ni cantaridina ni otro principio sintético, queda ignorada la substancia que tal acción tiene; y que los sueros obte- nidos por la técnica usual a tales fines son antídotos específicos contra las picaduras, siempre que seaninocu- lados dentro de las veinte horas de ocu- rrido el accidente. Para mayor ilustra- ción sobre este tema re- comiendo consultar las monografías escritas por médicos y naturalistas en la Argentina; v. gr., Denio Aguiar, Emilio Catalán, Sommer y Grecco, Holm- berg y Weyemberg. Lycosa tarentula, vista por la faz ventral. Lycosa tarentula, vista por la faz dorsal. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 87 De los Galeodos o Solífugos. Son arácnidos con cabeza provista de quelíceros en pin- za, tórax con tres segmentos y tres pares de patas, abdo- men globular y respiración traqueal. Son formas in- termediarias o de,, transi- ción entre arácnidos e in- sectos. A más de los que- líceros, llevan palpos ma- xilares transformados en patas ambulatorias. Son temibles por sus pi- caduras. Abundan en las estepas de Rusia. El sabio naturalista ar- gentino Holmberg ha des- crito una especie argenti- na, que llamó Glubia pa- tagónica, cuya picadura se reconocerá porque deja la im- presión ele cuatro puntos rojos muy próximos, corres- pondientes a cuatro dientes acerados 'de sus quelíceros. El envenenamiento producido por las picaduras de estos animales se dice solfugismo o galeodismo; la sintomatología es análoga a la del araneidismo neuro-miopático, más bien que al cutáneo-hemolitico, según los dermatologistas argenti- nos Sommer y Grecco. Lycosa tarentula, macho. Aparato venenoso de la Ly- cosa tarentula.-A, gl. de veneno.-B, cana' excretor. C, grifo. - D, orificio del mismo.-E, vaina de borde dentado. Escorpiónidos. Este orden se caracteriza por tener el abdomen articulado, com- puesto de siete artejos, y una prolongación formada por seis segmentos más delgados, los cuales constituyen la cola o post-abdomen.. El aparato respiratorio se compone de 88 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cuatro pares de pulmones, que se abren por orificios abdo- minales. El post-abdomen lleva en su extremidad el aparato del veneno o ponzoña; su úl- timo segmento tiene una parte dilatada, que aloja la glándula ponzoñosa y termina por una uña muy afilada y perforada por un doble canal, conductor del veneno. Este es un líquido albuminoso, que contiene una toxina descomponible por el calor, capaz de una doble acción: local, que se manifiesta por tumefacción en el sitio de la picadura; general, que se traduce por paralización de las placas nerviosas motoras de los músculos, especialmente de los músculos respira- torios, lo cual explica que las víctimas mueran por asfixia, aun cuando el corazón continúe latiendo. El estado patológico producido por la inoculación de estos arácnidos se llama escorpionidismo, y su tratamiento racional consiste en el empleo del suero antivenenoso in- munizante contra el veneno de las víboras. Los escorpiones comprenden cuatro géneros, a saber: l.° Género Buthus, con tres ojos principales y dos accesorios. 2.° Género Scorpio, con dos principales, sin ojos acce- sorios. 3.° Género Centrurus, con tres ojos principales y uno accesorio. 4.° Género Androctonus, con doce ojos. Galeodo araneoide. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 89 La clasificación más corriente divide los Escorpiónidos en cuatro familias, a saber: Bútidos, Heterométrtdos, Vejó- bidos y Botriúridos, según la forma del esternón y la estruc- tura de los peines respira- torios. A la familia de los Búti- dos, cuyas especies tienen esternón triangular, perte- nece el Buthus europoRus. A la familia de los He- terométridos pertenecen el Belisarius, que es ciego; el 5. flauicaudis, o escorpión común, de cola amarilla. La familia de los Botriú- ridos comprende géneros y especies de Australia y de América del Sud. En los alrededores de Buenos Aires y en otras provin- cias argentinas es frecuen- te el Botriurus vittathus, o alacrán común. Los escorpiones también han jugado rol en la Terapéuti- ca. Se les consideraba como diuréticos, litontrípticos y sudo- ríficos, y se empleaba el polvo de la vesícula venenosa, previamente aislada y desecada; aplicado externamente, se decía resolutivo y fortificante. Matando 35 escorpiones, colocándolos en dos litros de aceite de almendras amargas y exponiendo el todo al sol durante cuarenta días, se obtenía en «aceite de escorpión» o «de alacrán», que aplicado sobre picaduras de los mismos animales, las curaba. «A las heridas del escorpión socorre súbito con leche de las higueras instilada en la misma puntura», decía el cé- lebre médico del siglo xv doctor Laguna. Posada Arango ha recomendado las infusiones de gua- Morfología externa de un Escorpión; faz ventral. 90 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA co. En la India usan maceraciones acuosas de raíz de Achyrantes ctdspersa, ya aplicándolas sobre las picaduras, ya dándolas a beber. ¿pith qlandulaire glande ó vemn can excrét sanjh mtlsculwe Aparato venenoso del Escorpión.-A) último segmento del post-abdomen.- B) sección a-b de la glándula del veneno. La literatura médica argentina cuenta con una tesis es- crita en 1909 por Ricardo Burghi. Es la historia clínica de un caso de picadura por el Botriurus vittathus, observado en el Campo de Mayo (1). La leyenda según la cual los escorpiones se suicidan pi- cando con la cola su dorso cuando están enfurecidos, carece de fundamento. Por el contrario, está probado que la san- gre de los escorpiones es antitóxica, y que no pueden ser envenenados ni por la picadura de otros de su especie. En cambio, basta añadir 0,1 c. c. de su sangre para preservar a un ratón contra una dosis mortífera de veneno. Miriápodos. Son artrópodos terrestres quitinosos, traqueados, con dos antenas largas, y uno (Quilópodos) o dos pares (Diplópo- dos) de patas articuladas en cada anillo. (1) Recordaré, por dar una nota de superstición ya olvidada, los dísticos re- petidos antaño por nuestros bisabuelos españoles: «Si te pica un alacrán, nunca más comerás pan. Si te pica un escorpión, pronto te darán la unción.» TRATADO DE ZOO-FARMAOIA 91 Unos son cilindricos o sub-cilíndricos (Diplópodos); otros, aplanados (Quilópodos). Generalmente, unisexuados y ovíparos. En los Diplópo- dos los orificios genitales se abren anteriormente; en los Quilópodos, posteriormente. Porque sus individuos tienen muchos miembros locomo- tores, se les asigna el nombre vulgar de «cien pies*. A los Diplópodos pertenecen, entre otras familias, la de los lülidos, arrollables en espiral. Entre sus numerosas espe- cies se cuenta el lulas guttulatus, que ha sido indicado como huésped intermediario del Ascaris lumbricoides, pa- rásito intestinal frecuentísimo. Se han anotado en la literatura médica algunos casos de pseudoparasitismo de los Miriápodos, coleccionados por R. Blanchard. También algunas especies son inculpadas como venenosas, y se las encuentra en familias de los Scolopéndridos y Scutigéridos, todos Quilópodos. Producen un estado patológico que, según sean las especies actuan- tes, se llama escolopendrismo o scutigerismo; en general, «miriapodismo* o «quilopodismo*. En la República Argentina abunda la Scolopendra Gervassi o Scolopendra morsitans, habiéndose observado y descrito por S. Mazza en 1908 un caso de envenena- miento por mordedura de dicho quilópodo. Las especies venenosas llevan en la cabeza dos apéndi- ces, llamados «forcípulas», terminados por una uña robusta; a ellas van a parar los conductos excretores de las glándulas venenosas. Acáridos. Constituyen grupo intermediario entre los arácnidos nor- males y los anormales. Su cuerpo no está dividido en re- giones, o los límites de éstas son muy confusos. Su aparato bucal se conforma para perforar los tejidos y succionar, como ocurre en los Tiroglífidos, o para masticar, como en los Sarcóptidos. 92 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Pertenecen a los Acáridos los Gamásidos y los Ixódidos (Garrapatas). En general, son saprozoarios o parásitos. Ejemplo del primer tipo tenemos en las especies Tyroglyphus siró y longior, que viven preferentemente sobre el queso, dando al de Roquefort el mérito que algunos le asignan; ejemplos de lo segundo son el acaro de la sarna y las garrapatas, que viven sobre diversos mamíferos, y accidentalmente so- bre el hombre. De lo dicho se infiere que este grupo zoológico tiene im- portancia únicamente en Parasitología, donde se estudian las especies hematófagas o porta-gérmenes de numerosas enfermedades trasmisibles. CAPITULO IV Sumario: De los Insectos: biología de esta clase.-Ordenes más importantes.-Hemípteros - Descripción de algunas especies útiles, y aplicaciones de ellos mismos o de sus productos. Son artrópodos hexápodos de respiración aérea, con cabeza, tórax y abdomen perfectamente distintos. La cabeza lleva dos antenas con segmentos articulados, las piezas bucales y los ojos, que son simples y compuestos. El tórax se compone de tres segmentos, y lleva tres pares de patas ambulatorias; un par en cada segmento. El abdomen, anillado, llega a tener 10 segmentos. Pueden ser alados o ápteros. Su morfología interna, como la externa, es muy varia. Hay en ellos el más variado dimorfismo sexual. La oviparidad es casi regla general en el mundo entomo- lógico; hay, con todo, insectos vivíparos: tales, entre otros, los Estrictos y los Pupiparos. No es rara tampoco la par- tenogénesis. Además, ofrecen frecuentes casos de hetero- gonia. También son numerosas las especies que presentan sucesivamente dos generaciones ovíparas distintas, una alada en verano, y otra áptera en otoño y primavera o en invierno. Su desarrollo es comúnmente indirecto y metamorfósico, y la metamorfosis puede ser completa o incompleta. De este punto de vista considerados, se los divide en ame- tábolos, o sin metamorfosis-verbigracia, los piojos,-hemi- metábolos o semi-metamorfósicos-verbigracia, los He- 94 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA mípteros, como las chinches, de cuyo huevo sale una larva que no difiere del insecto adulto más que por la ausencia de alas y por el número de artejos de sus antenas,-metábo- los, o de metamorfosis completa-verbigracia, los Hime- nópteros, las abejas, etc.-e hypermetábolos, cuyas formas larvarias suelen ser variadas, adaptables a diferentes me- dios o modos de vida. La clase de los insectos es muy numerosa; comprende más de 200.000 especies, que se han clasificado de muy di- versas maneras, atendiendo a la forma de sus piezas buca- les, a la estructura y disposición de las alas, y a su modo de desarrollarse. Nosotros estudiaremos únicamente los órdenes que su- ministran especies útiles a la Materia médica, o que en al- gunas formas se utilizan en los laboratorios. Pasaremos revista a los Hemipteros, Dípteros, Lepidóp- teros, Coleópteros e Hymenópteros. Dejamos de lado a los Ortópteros, porque apenas si me- recen recordarse los Bledos o cucarachas, que se emplea- ban antiguamente en infusión oleosa como diuréticos; eran un remedio popular contra la hidropesía, especialmente en Rusia y Alemania. Para su uso se desecaban los insectos, se los reducía a polvo negruzco, que tiene un olor característico, y se lo prescribía a dosis de 6 a 30 centigramos y más; también se hacía una tintura para administrar internamente por cucha- radas o por gotas, según la edad del paciente. Hemípteros. Llamados también Rhyncotes, son insectos hemimetábo- los, cuyas alas superiores, endurecidas sólo en su base, constituyen hemi-élitros, habiendo muchos que carecen to- talmente de alas. Es característico de ellos el presentar un aparato bucal organizado para picar más bien que para chupar, siendo una especie de pico rígido, especie de rostro constituido TRATADO DE ZOO-FARMACIA 95 por un labio inferior y otro superior, de menor desarrollo; dentro del estuche así formado se mueven las mandíbulas y maxilas, transformadas en cerdas o agujas finas. Gracias a esta disposición pueden perforar los tejidos animales o vegetales, guiados por el rostro, que sirve como tubo para el ascenso de los líquidos, bombeados por las contracciones del «inglubio» o estómago. Se dividen generalmente en cuatro grupos: l.°, Zoopti- rios, o «piojos de los animales»; 2.°, Fitoptirios, o «piojos de las plantas»; 3.°, Homópteros, con las alas superiores mem- branosas, análogas a las inferiores, y con el rostro en la parte delantera de la cabeza, y 4.°, Heterópteros o «verda- deros hemípteros», con el rostro dirigido hacia adelante. Los primeros interesan a la Parasitología animal; los ter- ceros, a la Parasitología vegetal; los últimos y los segundos son más de nuestra incumbencia. Entre los Fitoptirios merecen especial estudio dos fami- lias: la de los Afididos o pulgones, y la de los Cóccidos o cochinillas. Cóccidos.-Llamados también gallinsectos, son dimor- fos; el macho es mucho más pequeño que la hembra, y lar- go tiempo fué tomado por un díptero parásito. Está provis- to de dos grandes alas membranosas y de dos balancines, que representan, como en los Dípteros, las alas posteriores atrofiadas. Las hembras son ápteras, gruesas, de cuerpo pesado. Los machos sufren metamorfosis completas, mientras las hembras provienen de metamorfosis incompletas. La larva de que procede el macho se perfecciona en un capullo don- de se inmoviliza; la larva que debe formar una hembra se recubre de cera, y bajo este abrigo sufre sus últimas trans- formaciones. La hembra, después de poner huevos, los cu- bre con su cuerpo desecado. Entre los Coccídidos hay muchas especies nocivas a los vegetales: verbigracia, la Diapsis pentágona. Hay también otras útiles, que provocan ciertas secreciones en las mis- mas plantas o elaboran substancias utilizables: verbigra- 96 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cia, los cocos cerígenos-tipo, Ericerus cerifer-y los cocos cromatógenos-verbigracia, Kermes y Tacchardia, Coceas Gascardia y Coceas cacti-y cocos sacarógenos-verbi- gracia, el G. mannifera. Coceas Sinensis o Ericerus cerifer.-Esta cochinilla pro- duce una substancia llamada cera de la China, o pela- pela, y la secreción es sólo del macho, mucho mayor que la hembra, de color amarillo, con dos alas membranosas largas y dos balancines terminados cada uno en dos sedas largas; la extremidad del abdomen lleva otros dos pelos, en los cuales se aglutina la cera segregada por las hileras. La hembra es esférica, globosa, con una ancha escota- dura inferior, por medio de la cual se amolda al gajo de la planta sobre que vive, generalmente el Ligustrum luci- dura. Pone huevos blancos, semejantes a pequeñas lien- dres. En mayo se recogen estos huevos, se los envuelve en hojas de jengibre, y se los suspende a diferentes distancias en las ramas del árbol de la cera. Los insectos recién sali- dos se agrupan en ellas. Al principio blancos y del tamaño de granos de mijo o de arroz, toman luego color violeta o rojo, y la cera, que producen en abundancia toma el as- pecto de un huevo de gallina. Así se obtienen racimos como los frutos de un árbol. Dicha cera, llamada también esperma-ceti vegetal, es blanca, translúcida, brillante, inodora, insípida, no untuosa al tacto, más dura que la cera de abejas y de estructura análoga a la del espato fibroso; es frágil, e insoluble en el agua, pero soluble en los aceites esenciales; los ácidos, así como los álcalis y el alcohol hirviendo, apenas si la atacan; se disuelve bien en la nafta. Se funde a 82,"5. Su composi- ción química corresponde a la fórmula de un éter del alco- hol cerílico o éter cerótico, conocido por cerotato de ce- rilo: C34 HlOs O2. Según Cardoso, sería miricina pura. Por destilación seca da ácido cerótico y cerotona. Para purificar- la se la hace cristalizar en una mezcla de alcohol y nafta; el producto se trata por el éter, después se lava con agua hir- viendo, y finalmente se le precipita por el alcohol absoluto. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 97 La cera de la China es empleada para la fabricación de bujías de lujo; en Medicina, para la preparación de ceratos y emplastos, y también en la confección de aparatos de contención de las fracturas. El valor total de una cosecha anual de cera se cifra en 14 millones de francos. Se la cultiva en varias provincias de la China, siendo una de las más curiosas industrias agrícolas, que exige la divi- sión del trabajo entre los habitantes de dos distritos leja- nos. El insecto nace y se desarrolla sobre las hojas de Ligustrum. lucidum, en el país de Kien-chag; aquí se reco- gen los huevos en abril y mayo, para trasplantarlos a Kia- ting-fou, que dista catorce días. Al efecto córtanse las ra- Ericerus cerifer. mas de aquel árbol, y en Kiating-fou se los desprende de ellas para colocarlos sobre las ramas del Fraxinus sinen- sis, donde nacen los insectos que segregan la cera. En la República Argentina se han notado por nuestros botánicos algunas especies regionales útiles: tales son la cochinilla de chilca y el Ceroplastes Bergi, que producen ceras. El coccideo de la chilca, descrito por el doctor Tomás 98 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Cardoso, que hizo del asunto la materia de su tesis para el doctorado en Ciencias en 1885, trabajo científico que se contiene en el Boletín de la Academia Nacional de Cór- doba, tomo VIII, páginas 361 a 393, vive sobre el Baccha- ris lanceolata, vulgarmente llamado chilca, y sobre el Bac- charis salicifolia, conocido con el nombre de suncho. La cera que produce es muy apreciada en las regiones viníco- las de Catamarca, Tucumán, etc., etc. En aquellos lugares se utiliza para barnizar el interior de las tinajas que van a emplearse para la fermentación del vino. El Ceroplastes Bergi se encuentra abundantemente en las cercanías de Buenos Aires sobre diversos árboles; entre otros, el ceibo, el Ligustrum japonicum y el Citrus auran- tium. La cera de que está rodeado el animal es de color rojo, y el volumen de cada masa alcanza a la mitad de una avellana. Además de las ceras de origen animal ya enunciadas, tenemos la «cera de higuera», producida por el Coccus ca- ricoe, y la «cera de Méjico», dada por el Coccus altece. Tachardia laca o Cartería lacea. Es el insecto productor de la laca, hipermetábolo y di- genético. Sus caracteres son los siguientes: macho de in- vierno, pequeño: mide 1,4 milímetros de largo; está pro- visto de dos largas antenas con nueve artejos; el macho de verano es áptero, mientras en el invierno lleva dos alas membranosas transparentes, algo más largas que el cuerpo; hembra pequeña, de forma oval-elíptica, con su extremidad aguda verticalmente hundida en la rama en que se asienta. La boca del insecto se compone de dos labios: el inferior lleva una lengüeta bastante ancha; entre el labio superior y el inferior se ven los estiletes maxilo-mandibulares, del- gados y encorvados en ansa. En la faz ventral, hacia la unión del tercio posterior con los dos tercios anteriores del cuerpo, casi sobre la línea media, se asientan dos estigmas circundados de numerosos orificios pertenecientes a otras TRATADO DE ZOO-FARMACIA 99 tantas hileras. El abdomen se compone de nueve anillos aparentes; pero en realidad son 13. La extremidad aboral presenta cuatro tubérculos; uno dorsal e impar, en cuyo extremo se abre el ano, y dos la- terales mamilares, entre los que hay otro tubérculo corto terminado en punta aguda. Las hembras son rojas, lisas y brillantes; la materia co- lorante, formada de granulaciones, va in- cluida en el ovario y en los óvulos. La Ta- chardia es ovo-viví- para. Al principio del verano salen las lar- vas por el orificio de la incrustación, y poco tardan en fijarse de nuevo, hundien- do el rostro en la corteza. Son de color rojo de minio, de 0,6 milímetros, elípticas, obtu- sas, de cuerpo regularmente seg- mentado; todo su cuerpo exuda la laca. En invierno tiene lugar una segunda puesta; pero la secre- ción resinosa es más activa en la primera que en la segunda es- tación, quizá a causa de que es en primavera más abundante que en verano el jugo de las plantas. Como la materia colorante es- tá en las jóvenes larvas, debe recogerse inmediatamente antes de que éstas salgan; es decir, a fines de mayo o a principios de junio, y la segunda reco- lección, en noviembre. Los árboles sobre los cuales se asienta la Tachardia lacea Laca en bastones. Kermes vermilio 100 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA son: la Higuera ele las Indias, el Azufaifo, la Higuera de las Pagodas o Ficus religiosa, el Croton frondoso y tres especies de mimosas; estableciéndose únicamente sobre ra- mas delgadas, cuyo diámetro no sea mayor que el de un dedo. La goma laca contiene tres substancias principales: la re- sina-que, según Unverdoben, sería una mezcla compleja Tachardia lacea. de cinco resinas diferentes-la cera y la materia coloran- te, -que, según Schenidt, sería un ácido (ácido lacaínico), análogo al ácido carmínico, cristalizable en escamas mi- croscópicas, -pequeñas cantidades de gluten y cuerpos ex- Tachardia lacea.-Bocas, se- das mandibulares, lóbulos orales y lengüeta media. Tachardia lacea. - Segmen- to terminal quitinizado del tubérculo anal. traños. Según Gascard, la cera proveniente de las hileras no está mezclada a la resina, pero ocupa en la incrustación resinosa posiciones bien determinadas; el rol de ella es proteger a los estigmas contra la invasión de la resina, asegurando así el acceso del aire a los órganos respirato- rios del animal. La resina desembarazada de la cera y oxidada luego por TRATADO DE ZOO-FARMACIA 101 el permanganato de potasio en solución fuerte, da abun- dante ácido azelaico. La materia colorante de la laca se puede aislar tratando el polvo de ella por lejías débiles de soda, que disuelven la cera antes que la resina; de las soluciones alcalinas se precipita por el alumbre. Con esta materia se obtienen tin- turas muy sólidas de color carmín. En el comercio se conoce bajo el nombre de laca-laca, y laquedie si es superior, lo que se consigue mezclándola con arcilla. Laca en bastones se llama en el comercio a la que se presenta aún adherida a las ramas sobre las cuales se ha desarrollado. Según Gascard, esta cera ofrecería la particu- laridad de contener un éter cristalizado y azoado, siendo la única cera azoada. Según su color, se la distingue en «suci- noídea» o «ambarina», y «mirroidea» o «rojiza». Es frágil, de fractura vitrea, inodora y fusible, y da humo de olor agradable, dejando al quemarse un residuo carbonoso. La laca aislada de las ramas, gruesamente pulverizada y descolorada por la acción continua del agua, se expende bajo el nombre de laca en granos. La laca en esca- mas se obtiene ha- ciendo fundir laca en agua hirviendo, pa- sándola luego por una tela, y aprensándola después entre dos planchas o pie- dras lisas y pulidas. Según esté más o menos descolorida, se dice blanca, roja o morena. La laca es conocida en Europa desde varios siglos atrás; créese que ya Dioscórides se refería a ella cuando hablaba del Cannamun. Sirve para la fabricación de barnices finos y de la cera de sellar. Tachardia lacea. - Disco terminal de los tu- bérculos mamilares.-A, proyección horizontal. B, corte vertical del disco.-C, circulo.-Pf, pla- cas de las hileras. 102 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Su valor terapéutico es casi nulo: sin embargo, ha goza- do durante algún tiempo de gran favor como tónica y astringente. Sus tinturas alcohólicas y alcalinas pasaban por vulnerarias y antiescorbúticas. Todavía entra en gran número de preparaciones oficia- les, tales como los trociscos de Karabé, de laca, y en opia- tas diversas. Con la laca, negro de humo y carbonato de potasio se forma un complejo parecido a la tinta china. Tachardia argentina. El profesor J. A. Domínguez ha publicado un artículo muy interesante sobre esta laca, nueva en el país y para la ciencia. Se encuentra en abundancia sobre las ramas de la Acacia Caverna, en la provincia de Córdoba. Se presenta en forma de masas de aspecto resinoso, de color rojo obscuro, aisladas, más o menos voluminosas, re- dondeadas u ovoideas, de 5 a 8 mm. de diámetro por 2 y medio a 3 de espesor, lisas exteriormente, convexas o en forma de costras groseras de 4 a 5 mm. de espesor. Según resulta del análisis químico, la «Tachardia argen- tina» es una verdadera laca, cuya aplicación y resultados son idénticos a los de la Tachardia de las Indias orientales. Coccus Gascardii o Gas* cardia Madagascariensis. Parecido al «Coccus sinensis», es de cuerpo esferoidal, abombada por el lado esternal y plana por el lado dorsal. En la extremidad aboral lleva tubérculos mamilares y ano- genitales. Mide 5 mm. de longitud por 2 mm. de anchura; es de co- lor bruno, exteriormente brillante; su superficie está sem- brada de orificios de hileras. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 103 Las incrustaciones de su laca son urceolares en los ma- chos y esferoidales en las hembras, a la vez voluminosas y circundantes de las ramas del árbol sobre el cual asientan. Cuando se seccio- nan las incrustacio- nes, aparecen com- puestas de dos capas: la externa, amarilla citronada, compacta y transparente: es la resina; la interna, pálida, opaca, muy friable, en empaliza- da vertical o sinuosa, está formada por la cera que segre- gan las hileras. Esta cera es rica en ácidos azoados. Esta cochinilla vive sobre una laurácea. Gascardia madagascariensis. - A. faz ventral. B, faz lateral. - C, faz dorsal.- G, eminencia anal.- E, fosetas de hileras.-Gascardia abierta y extendida. COCCUS ILICIS Llamado también Coccus infectarlas, es la «Cochinilla», que produce el kermes animal o grana de escarlata. Vive sobre la Encina rugosa, Queráis coccífera, en toda la zona mediterránea, no siendo conocida más que la forma feme- nina, y suponiéndose que el macho será alado. Las hembras fueron muy bien descritas en 1551 por Quiqueran de Beaujeu, que observó su evolución, pero que las consideró, ya como agallas, ya como frutos. Su naturaleza animal fué reconocida y definitivamente establecida por Truchet, re- cién en 1811. Son de forma globulosa, lisas, sin apariencia de segmentación, ápodas y sin antenas. Su color es rojizo, y su tamaño, el de una baya de grosella, siendo rápido su crecimiento. En efecto; por marzo tienen el grosor de un grano de mijo, en abril alcanzan a 8 milímetros, y en mayo han llegado a completo desarrollo. Aparecen fijas a las ra- mas por un pedículo corto, y sobre ellas ponen sus huevos. 104 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Estos, en número de 1.800 a 2.500, permanecen en el cuerpo de la madre, que muere pronto, quedando sobre ellos su cadáver como protegiéndolos. Según Beauregard, las larvas salen por un orificio co- rrespondiente al pedículo, y el cuerpo de la madre se seca formando una especie de cáscara arrugada, comparable al fruto maduro del espárrago. Una vez libres, las larvas se difunden, y tras una vida muy activa, que dura dos o tres dias, se fijan sobre una rama tierna, permaneciendo allí inmóviles mucho tiempo. Esta Cochinilla debe recogerse antes de la eclosión de los huevos, porque son las larvas encerradas en ellos quienes contienen la materia colorante. Para obtener ésta se pro- cede de la siguiente manera: se exponen al sol las Cochini- llas colocándolas sobre una tela; el calor del Sol las ador- mece, y acaba por matarlas; entonces se las recoge y se las amasa con vinagre hasta formar una pasta, que se deseca al sol sobre pieles. El Kermes ha sido usado largo tiempo como materia co- lorante por su hermoso color rojo de carmín. En la Edad Media formaba una rama de comercio para Venecia, Marsella, Montpellier, etc., etc.; hoy solamente los árabes y los turcos utilizan la tintura al Kermes, para obe- decer las prescripciones del Korán. Su reputación como droga puede dividirse en dos épo- cas: una desde Dioscórides a Messué, durante la cual se uti- lizaba como astringente, también como afrodisíaco, como diurético y resolutivo, en polvo y a dosis de 3 a 4 gramos diarios, sólo al exterior; la otra empieza con Messué, en el siglo xvii, confeccionándose el famoso electuario de su nombre, de muy compleja composición, considerado como resolutivo, estimulante y astringente, y recomendado para toda enfermedad, mientras hoy no se usa para nada. La confección al Kermes tenía la siguiente composición: seda teñida al Kermes, jugo de manzana, agua de rosas, ámbar, oro, madera de áloes, lápis-lázuli, polvo de perlas y almizcle. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 105 Dicha confección tuvo inmenso éxito, al grado de que se la tenía por panacea. Reinó soberana durante siglos, hasta que en 1580 la Escuela de Montpellier modificó la fórmula. La Confectio-Montpelliensium tuvo fama hasta 1748, época en que Lemery la modificó nuevamente, suprimiendo de ella el oro, el agua de rosas, el jugo de manzanas, las perlas y el lápis-lázuli. De esa suerte llegóse insensiblemen- te al simple y puro jarabe de Kermes. Actualmente se fabrica un elixir que en Nápoles y en Florencia se sirve en las mesas. Coccus cacti. Llamado también Cochinilla mejicana, Cochinilla del nopal, Cochinilla americana, Cochinilla ordinaria, es un Cóccido originario de Méjico, muy común sobre todo en los departamentos de Guexasa y de Oxaca, de donde fué im- portado a Europa después del descubrimiento y conquista de América, aclimatándose primero en Andalucía y en Va- lencia de España, luego en Argelia, en las islas Canarias, en Java y en Borneo, y más tarde en otras naciones del viejo Continente. Después difundióse por toda América. Al hablar de ella en 1525, el explorador Lopes de Gomara la consideró como una semilla, y Plumier la describió más tarde como un insecto vecino a las Chinches. Hoy se sabe que es un Cóccido dimorfo, parásito de va- rias especies de Cactus, y sobre todo de la Opuntia cocci- nellifera u Opuntia tuna, «Higuera tuna», muy común en las regiones del norte de la República. El macho es muy pequeño: mide de 1 a 3 milímetros de largo; es rojo, con patas largas, antenas poliformes y vello- sas, de 10 artejos, dos alas grises, membranosas, más lar- gas que el cuerpo, y abdomen terminado por dos largas sedas o hileras. La existencia de los machos es efímera; mueren después de fecundar algunas hembras. La hembra adulta, roja, áp- tera, de 6 a 10 milímetros de largo por 4 milímetros de an- 106 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cho y 2 milímetros de espesor, lleva dos antenas velludas de 7 artejos, y tiene un aparato bucal bien desarrollado. Su abdomen es netamente anillado, con aspecto imbricado, y todo velludo desde la cabeza. El abdomen lleva al dor- so un tubérculo, y dos dedos terminales cortos y diver- gentes. Toda la superficie dorsal del cuerpo aparece cubierta de un barniz blancuzco, algodonoso, de naturaleza cérea, que cuando es muy abundante forma pelotones o masas dise- minadas por sobre las frondas espinosas de las pencas. En dicho barniz el análisis químico descubre una substancia orgánica, la coccerina, en proporción de 0,50 a 4 por 100, que saponificada se desdobla en ácido coccerilico y alcohol coccerílico. La existencia de la hembra es de alguna dura- ción, y para el desarrollo de una cría se requieren seis se- manas. Las hembras son ovo-vivíparas. Las larvas se desarrollan debajo de las costras algodonosas formadas por los cuer- pos de las madres. Después de ocho días salen de su abrigo o nido. Distínguense las que serán hembras porque ofrecen an- tenas de seis artejos, mientras las que serán machos mues- tran antenas de cinco artejos. Dos semanas más tarde son ya adultos. El macho sufre sus mudas dentro dé un capullo que él mismo elabora, y en el cual deja una abertura poste- rior a través de la cual saldrá a los ocho días. Las hembras no se enquistan para metamorfosearse. Su- puesto que la coloración roja de estos insectos es debida a una materia colorante de alto precio e importancia indus- trial y técnica, su recolección y la elaboración de sus pro- ductos ha sido y es asunto de interés, sobre el cual se de- ben tener nociones precisas. Para recoger las cochinillas se usan espátulas anchas, de madera o hueso, y pinceles o brochas blandas, con las que se raspan o sacuden las excrecencias costrosas formadas por aquéllas sobre las frondas, y debajo de los tunales se extienden lienzos, sábanas o cualquier tela, para que so- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 107 bre ella caigan y puedan transportarse a los extendederos o secaderos. Los indígenas y los criollos de las regiones del norte de la República empleaban las plumas gruesas de las aves. Las cochinillas así recogidas y que han de venderse pueden sufrir diversos tratamien- tos, y según sean éstos se ten- drán productos que en el comer- cio llevan diversos nombres y tienen distintos precios. Cuando se las recoge y en- vuelve en telas delgadas, y den- tro de estas mismas se las mata exponiéndolas a un calor de 40° próximamente, pasándolas lue- go por un tamiz fino para se- parar de ellas las espinas y el barniz céreo, blanco en exceso, que las cubría, se obtiene una variedad comercial llamada co- chinilla gris, cochinilla jaspea- da, cochinilla argentada o mezteca, que es la más apre- ciada. Cuando las cochinillas se han hecho servir para la repro- ducción, manoseándolas en los transportes, y se las seca poniéndolas directamente sobre planchas metálicas lisas calentadas, entonces se obtiene un producto negro o pardo, conocido por zacatilla o cascarilla, «cochinilla negra in- ferior.» Finalmente, el producto toma color rojo-purpúreo cuan- do para quitarle toda la materia cérea se han tratado las cochinillas por el agua hirviendo. Se la llama en tal caso cochinilla roja. Para mejor aprovechamiento de la producción de eso que podemos llamar «colorante orgánico biológico», se esta- bleció ya desde la época colonial la Coccicultura, o cultivo de las cochinillas, a cuyo fin efectuábanse plantaciones de Coccus cacti.-A, macho. B, hembra. 108 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cactus en grande escala, llamándolas Nopaledas. Estable- ciéndose éstas en sitios abrigados y no sombríos, se las cer- caba con cañas, para quebrar las corrientes de los vientos y substraerlas a la voracidad de los animales. En dichos tunales hacíanse las siembras de las cochini- llas. Tal operación consistía en recoger hembras grávidas, recognoscibles por su talla y abultamiento ventral, o en recoger huevos que hubie- ran pasado un in- vierno sobre las plantas preservadas de las heladas. En número de diez a doce de las primeras, son colocadas en ni- dos de pelo de coco o en pequeñas cestillas hechas de cual- quier urdimbre fina, y así se las transportaba a otras plan- tas, fijándolas o suspendiéndolas por medio de las mismas espinas de las frondas. Pueden también conservarse las hembras de reproduc- ción durante el invierno guardándolas sobre telas y en es- tufas cuya temperatura no sea inferior a 20°. Este calor fa- vorece el desarrollo de las larvas, que al salir se fijan sobre trozos de esponjas puestos de antemano a dicho fin. Así oportunamente transportaríanse a otras plantas clavándo- las con alfileres o con espinas. Las siembras de abril se cosechan en junio, separando algunas madres para hacer nuevas siembras entre julio y setiembre. De estas últimas saldrán las que han de cons- tituir un nuevo plantel para la siembra otoñal. Atendiendo a su procedencia, se distinguen en el comer- cio tres variedades: 1.a, la de Honduras o Mezteca, «grana fina», «grana doméstica»; 2.a, la de Méjico o de Vera Cruz, y 3.a, la de Canarias y Java. Unas y otras variedades se presentan bajo la forma de Frondas del Nopal cargadas de Cochinillas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 109 granos muy livianos y regulares, convexos, rugosos, lanu- dos o no, secos, friables, de olor desagradable y de sabor amargo y nauseoso ligeramente ácido, que puestos en la boca tiñen de rojo la saliva. Se necesitan no menos de 100.000 cochinillas para formar un kilogramo de producto comercial. Usos.-Antes del descubrimiento de América, la tinción de las telas de lana o algodón se hacía exclusivamente con las tinturas al Kermes animal. Conocida la cochinilla y el uso que los indígenas de América hacían de ella, su indus- tria sobrepujó a aquélla, y sus usos, así en las artes como en la Medicina, se difundieron. Fué empleada como cor- dial, y Delius la aconsejaba contra los exantemas; Lister, como litontríptica, diaforética y diurética. Pero boga más du- radera ha tenido su empleo como antiespasmódica, preco- nizado por Laboubene; así, ha venido administrándose en píldoras o en mixturas contra la tos convulsa y contra el asma nervioso. También entraba en la composición de la tintura de can- táridas de la Farmacopea Española. Al presente su aplicación casi única es en técnica histo- lógica, por su extraordinario poder de penetración cuando se emplean soluciones amoniacales de su carmín. Este se presenta en el comercio, ya en forma de polvo impalpable, ya en panes envueltos en papel de seda, ya desleído en albúmina, constituyendo el llamado carmín de huevos, ya en solución de glicocola, o carmín de gelatina. Se obtiene tratando el polvo de cochinillas por el agua hirviendo, precipitándolo de la solución por medio del alumbre o por el tartrato de potasa, y filtrando después. También se puede obtener tratando las cochinillas en polvo con una solución de carbonato de sodio, agregando luego albúmina, y precipitando en seguida por un ácido di- luido. El precipitado se lava, y se deseca a 30°. Puede obtenérselo cristalizado. Al efecto, las cochinillas pulverizadas se tratan por el agua hirviendo y por el al- cohol, que disuelve el carmín; sobre la solución filtrada se 110 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA hace actuar el éter, que lo precipita cristalizado en agujas de sabor ácido: como que es ácido carminico. Es completa- mente soluble en el amoníaco. El ácido puro es un glucósido, lo que se prueba porque tratándolo por el ácido sulfúrico diluido se hidrata toman- do tres moléculas de agua, y desdoblándose luego en rojo de carmín y en dextrosa. También se puede preparar el ácido carminico precipi- tando una decocción acuosa de cochinillas con acetato de plomo. El precipitado se descompondrá con hidrógeno sul- furado, y se tendrá una masa purpúrea, que seca y pulveri- zada tomará color rojo vivo. Las cochinillas de buena calidad pueden dar hasta 10 por 100 de carmín. Falsificaciones.-La importancia comercial de las cochi- nillas se puede apreciar teniendo presente que Inglaterra sola importaba de Canarias en 1900 no menos de 3 millo- nes de libras de cochinillas, siendo la exportación total de la isla no inferior a 6 millones de libras. Hasta 1880, Ale- mania importaba cochinillas de Méjico por un valor que no bajaba de 380 mil pesos oro. Así se explica que haya interés en sofisticar el producto natural. En la extensa nación citada se la falsifica amasan- do arcilla con una solución de campeche o leño del Brasil, alumbre, polvo de vidrio y restos de cochinillas. Para imitar la buena cochinilla, que es la jaspeada, hu- medecen por el vapor de agua las cochinillas renegri- das, luego las frotan con polvo de talco, de yeso o de albayalde. La adulteración es de fácil reconocimiento, porque lavan- do el producto, el agua se lleva consigo los polvos. El blanco de albayalde se reconoce por medio del hidrógeno sulfurado, que lo ennegrece. Para aumentar el peso de las cochinillas se mezclan con limaduras de plomo. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 111 PORPHIROPHORA POLONIA O PORPHIROPHORA HAMELI Fuera de las descritas, y universalmente conocidas tam- bién, hay dos especies regionales, cuyos productos ha utili- zado la Medicina empírica. Tal la Porphii'ophora Polonia, vulgarmente conocida por «Sangre de San Juan», muy difundida por toda Polonia, en gran extensión de Rusia, Hungría, Suecia y Este de Ale- mania, localidades donde tuvo tantos usos como el Kermes, al cual sustituía en la popular Confectio Messué. Esta cochinilla genera larvas que parasitan sobre las raí- ces de algunas Poligonáceas: allí se inmoviliza durante sus mudas, y sus tegumentos viejos, en vez de caer, quedan a su rededor englobando al insecto, el cual se despoja de sus vestiduras cuando ha completado su evolución y sale para poner huevos. Su recolección se hace arrancando las plantas, de cuyas raíces y de la tierra adherente se las limpia por tamización. Luego se las amasa con vinagre, y la pasta formada se de- seca a calor moderado en una estufa. Hay también una Porphirophora oriunda de América. Vive sobre las raíces del Poa pungen (que es una gramí- nea); tiene mayor talla y peso que la anterior, siendo muy rica en materia colorante. Constituyó objeto importante de comercio del Oriente hasta que fué conocida en Europa la Cochinilla del nopal. LA GRANA.-COCHINILLA ARGENTINA Desde los tiempos más remotos, dice Eugenio Autrán, se recogen en el Centro y Norte de la República Argentina, sobre todo en la provincia de Santiago del Estero, unas co- chinillas, conocidas con el nombre de Grana, que dan una tintura análoga a la de la verdadera cochinilla de Méjico. 112 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Vive muy diseminada entre las Cácteas, y especialmente sobre la Opuntia ficus indica y sobre la Opuntia ferox. Analizada químicamente por el Profesor doctor Domín- guez, aparece de idéntica composición que el producto mejicano. Llaveia axinus. Descrita por Signoret en 1875, es una cochinilla de Méjico, de la cual se extrae por acción del agua hirviendo una grasa llamada axina, muy secante, empleada en la industria (Verdun). Gossyparia mannifera. La cochinilla del maná es sucrógena; vive en los alrede- dores del Monte Sinaí sobre los Tamarindos de la especie Tamarix gallica. Sólo es conocida la forma sexual hembra, áptera, plana, de cinco milímetros de largo, blanda, blanquizca, elíptica, velluda, dividida en 12 segmentos. Las antenas son de nue- ve artejos, y llevan dos ojos en su base; las patas tienen cuatro artejos; el rostro es corto, obtuso y comprimido. Dichos insectos, en número considerable, invaden las ra- mas jóvenes de los Tamarindos, y en seguida vese escurrir un líquido espeso y dulzaino, que cae gota a gota. Según algunos, el maná es un jugo excretado por la planta; pero Beauregard, Blanchard y otros piensan que es un producto de secreción del insecto, porque el análisis de las substancias provenientes de vegetales muy diversos, hecho por Berthelot, ha demostrado que está compuesto de la melaza, de sacarosa, azúcar invertido y dextrina. La composición indicada prueba que el maná puede ser- vir de alimento. Se le recoge en pequeñas cantidades durante los meses de junio y julio. Se le cultiva en Asia Menor, Armenia y Persia. Su aplicación en Medicina y Farmacia es casi nula. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 113 AFÍD1DOS Llamados también Pulgones, son hemípteros cuya epi- dermis está provista de glándulas céreas dispuestas en dos hi- leras laterales y dor- sales; la secreción cérea forma una ca- pa protectora para el insecto, que vive dentro de una cavi- dad de aspecto aga- lloso y así aislada de la humedad. Además de las glándulas de cera, los pulgo- nes poseen glándulas de azúcar o nectarios, en número de dos, al nivel de uno de los anillos medios del abdomen. El ciclo evolutivo de los Afídi- dos es muy complicado. Su fecundidad es extraordina- ria. Se reproducen por parteno- génesis, asexualmente y por fe- cundación de hembras, previa conjugación. En primavera la eclosión de los huevos muestra solamente hembras ápteras, y se suceden durante dicha estación una serie de generaciones sin fecundación previa. Los huevos puestos en primavera y en vera- no son de cáscara delgada, y se desarrollan rápidamente. Al lle- gar el otoño aparecen las formas sexuales, siendo los ma- chos más pequeños y menos numerosos que las hembras. Gossyparia mannifera.-Hembra joven, vista por sus faces dorsal y ventral. Rama de tamarindo cargada de cochinillas y de maná en lá- grimas. 114 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Después del acoplamiento de unos y otras se forman los llamados «huevos de invierno*, más voluminosos y de cáscara más gruesa que los de verano. Las agallas producidas por los Afídidos jamás toman na- cimiento en medio de los tejidos de un órgano; casi siem- pre se presentan bajo la forma de una hinchazón o de un rodete marginal en las hojas, deformaciones resultantes de una irritación causada por picaduras del insecto. Aphis sinensis. Así se llama el pulgón que produce la agalla de la Chi- na o del Japón picando la corteza del sumac (zumaque), pequeño árbol de la familia de las Terebintáceas. Formas diversas de agallas de China. Dicha «agalla falsa» es oblonga, a veces irregular, de tres a seis centímetros de largo por uno a tres de ancho. Su, pared es delgada y quebradiza, gris, de aspecto resinoso, tapizada interiormente de una substancia lanosa, blanca, cérea, que guarda restos del pulgón. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 115 La agalla de la China contiene de 65 a 95 por 100 de tanino. Alemania importa grandes cantidades para preparar áci- do tánico. Rama del Pistacia lentiscus que lleva agallas En Medicina la emplean los chinos como astringente bajo la forma de tintura. CAPITULO V Sumario: De los Lepidópteros.-«Sericaria morí».-Usos que en la Farmacopea antigua tuvo la seda, y los que tiene hoy la crin de Florencia. - Coleópteros. - Especies de «Curculiónidos», «Cantaridados», «Epicauta», «Meloe» y «Mylabris» que tienen aplicación en la Farmacia. los Lepidópteros. Son llamados comúnmente Mariposas, y se caracterizan por tener las alas cubiertas de escamas, y el aparato bucal conformado para chupar alimentos líquidos. Es una espiri- trompa extensible, formada por transformación adaptativa de las maxilas, y a ella acompañan dos palpos. Son dimorfos, y aun polimorfos: esta última particulari- dad nos la ofrece el Papilio Memnon, que tiene dos clases de hembras. Son ovíparos y de metamorfosis completa. Sus larvas u orugas tienen patas torácicas y patas abdominales. Se clasifican en diurnos y nocturnos o crespusculares. A los últimos pertenece la Sericaria o Bombix mori, de la familia de los Bombicidos, caracterizados por su cuerpo velludo, sus antenas setiformes (como cerda) o pectinadas, su trompa rudimentaria, y la posición horizontal de sus alas cuando están en reposo; pasan por el estado de crisálida. El Bombix mori es una mariposa cuya oruga, conocida por «gusano de la seda», fabrica esta fibra textil, que es objeto de una industria cada día más importante, y cuya 118 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA implantación en el país va cimentándose y prosperando. Es originario de la China. Importado a Constantinopla bajo el reinado del emperador Justiniano, fué cultivado por vez primera en Europa el año 520 de nuestra Era. Los árabes lo llevaron de Grecia a España; más tarde importóse a Italia, a Francia y demás países, así latinos como germanos. Las hembras ponen de tresciéntos a trescientos cincuenta huevos, de los que sale una larva, la cual, después de cua- tro a seis mudas, realizadas en siete semanas, se aísla en un capullo fabricado con un producto de secreción propio, en el. término de cuatro o cinco días: dicha secreción cons- tituye ía seda. Las larvas u orugas se alimentan de las hojas de las mo- reras (Moras alba y Moras malticaulis). Durante su des- envolvimiento pueden sufrir tres enfermedades parasitarias, que diezman los criaderos. Dos de ellas fueron descritas por el inmortal Pasteur, y son: la pebrina, ocasionada por upa microsporídea, y la flacheria, producida por un bacilo. La tercera se llama mucardina, y la ocasiona un hongo. El largo del hilo con que la oruga teje su nido oscila al- rededor de 500 metros; se devana fácilmente, excepción hecha de su parte interna, que es como apergaminada. En China el gusano de seda y su crisálida se comen, siendo considerados como un manjar agradable. Dejando de lado los usos de la seda en la fabricación de telas, diremos que antiguamente entraba en la preparación del jarabe de manzanas y del alquermes, como también de las qotas cefálicas inglesas, usadas contra la histeria y la hipocondría. Con ella se fabrica la «crin de Florencia , empleada para suturas quirúrgicas. A tal fin se hace mace- rar en ácido acético la extremidad posterior de los gusanos, en la cual, como es sabido, se hallan las glándulas sedó- genas. El producto se hila después. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 119 De los Coleópteros. El orden de los Coleópteros es el más numeroso del reino animal: comprende cerca de 90.000 especies, divididas en 16 familias, más o menos. Sus caracteres generales son los siguientes: l.° Piezas bucales dispuestas para moler o masticar. 2.° Llevan cuatro alas, de las cuales las dos superiores son córneas, no cruzadas, llamadas élitros, siendo las infe- riores membranosas y transversalmente plegadas. 3.° Tienen metamorfosis completas. Para clasificar los numerosos sub-órdenes que compren- de se atiende al número de artejos de las patas; y así se han formado cuatro, a saber: l.° Trímeros, con tres artejos en cada tarso (tienen ade- más otro atrofiado, por lo cual suelen decirse Pseudo-tetrá- meros), a los cuales pertenecen los Coccinélidos, cuyas lar- vas se alimentan de pulgones; verbigracia, el Daulis san- guínea o «vaquitas de San Antonio». 2.° Tetrámeros, con cuatro artejos (a este grupo perte- necen, entre muchos, los Curculiónidos o Gorgojos). 3.° Heterómeros, con cinco artejos en los dos pares an- teriores y cuatro en el par posterior; a éstos pertenecen las Cantáridas, y en general los Vesicantes. 4.° Pentámeros, con cinco artejos, a los cuales pertene- cen los Dermestes, los Lamelicornios o Escarabajos, la Ca- tanga verde y mil otros. A nosotros nos interesan algunos de los Tetrámeros y de los Heterónomos. A continuación describiremos algunas especies: Larinus nidificans.--Pertenece a la familia de los Cur- culiónidos o Rhyncóforos,sub-orden de los Tetrámeros,cuya cabeza se prolonga a la manera de pico o trompa, y cuyos élitros abrazan completamente el cuerpo. El larinus es un coleóptero pequeño, de élitros oblongos, terminados en punta obtusa, algo encorvados hacia la 120 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA linea media, adornados por diez líneas punteadas que se juntan antes de llegar a la extremidad. Sus larvas nútrense del jugo de una Sinantérea que vive en Siria, el Onopor- don. Para efectuar su nin- fosis las larvas se encierran en un capullo o cáscara fija a la rama; este capullo se llama trehala, puede alcanzar las dimensiones de una aceituna, es ovoi- deo, rugoso, gris y perfo- rado en uno de sus extre- mos, por el cual sale el in- secto alado. Se extrae de ella la tre- halosa o azúcar de nido de los persas, substancia compleja en su composición química. Su fórmula, según Berthelot, sería ésta: ClíH2i0'42H20, y en ella entran: Larinus nidificans y su cáscara. - A, cascarón entero. - C, cascarón abierto por el insecto (b).-D, cascarón seccio- nado verticalmente. Almidón 66.00 % Goma 4.66 » Azúcar. 28.80 » Amargos c. v. Sus cenizas encierran 4,60 por 100 de carbonato de calcio y fosfato de hierro. En contacto con el agua la trehalosa se hincha, se re- blandece, y luego forma un caldo espeso o gomoso. Cristaliza en octaedros rectangulares, brillantes y duros, es casi insoluble en el alcohol frío, e insoluble en el éter. En Turquía, Asia Menor y Siria se emplean infusiones de trehasola contra las afecciones de las vías respiratorias. Larinus maculatus.-Es otra especie observada en Per- sia sobre el Echinops candidus. El capullo que forma es llamado «maná tigal», rico en almidón y muy usado tam- bién como pectoral poderoso, capaz de calmar la tos más rebelde. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 121 De los Heterómeros vesicantes.-Se comprenden en este grupo muchos géneros, de los cuales nos interesan los si- guientes: Cantharis, Mylabris, Meloe y Epicauta. - Sus espe- cies son verdade- ros clepto-parási- tos de los hime- nópteros o de los ortópteros nidifi- cantes. De ellos estudiaremos sus principales repre- sentantes. Género Cantha- ris.-Se caracteri- za porque sus es- pecies tienen las antenas abultadas en su extremidad libre; el protonoto, más ancho que largo; las tibias posteriores, con dos espinas desiguales, y las uñas, no dentadas; ade- más, los élitros son largos, y las alas membranosas se ha- llan bien desarro- lladas. Sus especies euro- peas y americanas son numerosas. Generalmente se confunden con las Lytas, abundantes unas y otras en Amé- rica del Sur. Así, el Brasil tiene, entre otras, la Canhtaris anthracina; Montevideo, las Lytas adspersa, cavernosa y vidaa; la República Argentina posee la C. viridis pennis y la Lyta Aratae, descrita por C. Berg, y bautizada con tal nombre para honrar al eminente químico Dr. Arata. Tomaremos como tipo para la descripción de ellas la Cantharis officinalis o Cantharis vesicatoria, llamada ambién mosca de España, que es común en toda Europa, Tres tipos de Meloes -1, Meloe variegatus, hembra. 2, Meloe proscaraboeus, macho.-3, Meloe prosca- raboeus, hembra. Dos tipos de Mylabris.-Mylabris Fueslini y Mylabris Cichorii. 122 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Su color es verde metálico con reflejos dorados; mide de 15 a 22 milímetros de largo por cuatro a seis de ancho, sien- do menor el ma- cho que la hem- bra. Tiene cabeza cordiforme, algo inclinada o encor- vada hacio abajo, velluda, con ojos abultados, y ne- gras antenas fili- formes de 11 ar- tejos. El coselete es cuadrado. El prototórax es w H pentagonal, y pre- senta, como la cabeza, un surco longitudinal medio y pro- fundo. Los élitros son granulosos, y llevan en sus bordes in- ternos dos nervaduras laterales. Las antenas y los tarsos son negros. El abdomen es casi cilindrico. Las formas metamorfósicas de este coleóptero no son co- nocidas; sólo se sabe que su larva es melívora, sin que se haya señalado aún la especie de himenóptero de que es comensal. Después del acoplamiento el macho muere, y la hembra ahueca en el suelo un hoyo o galería de tres centímetros de profundidad, en el cual hunde el abdomen para deposi- tar allí sus huevos, que son amarillos. Para la operación dicha se sirve de las mandíbulas y de las patas delante- ras. Verificada la puesta, cierra el hoyo y se aleja en busca de sustento. Una sola hembra puede efectuar dos o más puestas, des- de 100 a 200 huevos, y las larvas salidas de los huevos al cabo de veintiocho días, a lo más después de cuarenta y dos días, llegan a completo desarrollo en once meses. Cantharis vesicatoria.-A, adulta.-B, larva. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 123 La primera larva es campodeiforme o triungulina y blan- quizca; tiene trece anillos, tres pares de patas, y la cabeza con dos antenas plumosas. Se alimenta con flores de ranúnculos, anémones, alelíes, etcétera, a la espera del himenóptero que ha de conducirla a su colmena, a cuyo fin acabalgará sobre él. Por sobré el dorso de la abeja escogida se pasea la larva, que halla la oportunidad de descender sobre una celda donde haya un huevo y miel, que consume, efectuando su segunda muda. Pasados quince dias de la segunda muda, la larva deja la colmena para ir a tierra, donde fabrica una pequeña fosa, dentro de la cual se queda inmóvil durante unos nueve o diez días, término que le basta para metamorfosearse en pseudo-crisálida invernante, que se despoja completamen- te de la envoltura de la larva, pudiendo verse los despojos de ella debajo del abdomen. Meloe proscaboeus.-Hembra y macho. De esa pseudo-crisálida sale en primavera una tercera larva blanca, con patas rudimentarias, que después de bre- ve vida libre se inmoviliza para transformarse definitiva- mente en ninfa. Esta es notable por los largos pelos que lleva sobre su proto y meso-tórax. De ella viene el imago. La Lyta vesicatoria es muy común, no sólo en España, sino también al Sur de Italia y de Francia. En las vecinda* des de París, dice Railliet, se la observa sólo cada cuatro años, allá por junio; su presencia es advertida desde gran distancia por el olor característico y fuerte que se desprende de su cuerpo. 124 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Busca preferentemente los olivos, fresnos, ligustros, lilas, jazmines y rosales. Levanta su vuelo durante las horas calientes del día. De todos los coleópteros vesicantes conocidos, la cantári- da verde es la más comúnmente utilizada, por la facilidad con que se la recoge, por sus hábitos, que la inducen a an- dar en bandadas o enjambres muy nutridos, y porque es muy rica en cantaridina y demás principios activos útiles. Mylabris Schrebersi y sus diversos estados larvarios y de ninfa. La recolección de ellas se hace por la mañana temprano, antes de que haya pasado el letargo que le producen el frío y la humedad de la noche. A tal fin se extiende sobre el sue- lo, debajo del árbol o de las ramas en que reposan amonto- nadas, una sábana o una bolsa, y luego se sacude aquél o aquéllas para que los insectos se desprendan y caigan. Para matarlos se los expone al sol, o se los coloca en un tamiz de crin, a través del cual se hacen pasar vapores de ácido acético hirviente, o de vinagre caliente, o de cloro- formo, éter, esencia de trementina o bencina. Luego se los seca a la estufa o en un horno. La desecación les hace perder agua, y por ende parte de su peso; se necesitan 13 cantáridas para hacer un gramo. Es aconsejable no matar las cantáridas con vapores de amoniaco, porque la cantaridina tiene gran afinidad por las bases, y los compuestos formados son instables, muy alte- rables (1). La conservación de ellas en buenas condiciones para su (i) La cantaridina es estudiada en Farmacognosia entre ias substancias ácidas anhidras. 125 TRATADO DE ZOO-FARMACIA eficacia medicinal exige guardarlas en frascos bien cerra- dos, a cubierto o al abrigo de la humedad atmosférica y protegidas contra la acción devastadora de algunos de sus enemigos, que las buscan para roer su cuerpo, reducién- dolas a polvo y sustrayéndoles sus principios activos. Entre los parásitos específicos de las cantáridas se cuen- ta el Dermestes lardarías, glotón de grasas que son abun- dantes en el cuerpo de nuestro coleóp- tero vesicante, del que se puede extraer a veces hasta 8 por 100. Fomousse aconse- ja guardarlas en cajas de madera cerradas con bandas de papel pegado y en sitios muy secos. Tanto en las cajas como en los frascos en que hayan de conservarse convie- ne introducir algunas gotas de sulfuro de carbono, granos de pimienta fuerte o naftali- na, a fin de impedir su des- composición natural y la acción nociva de los Der- mestes. Durante algún tiempo cre- yóse que el principio activo de las cantáridas sólo se encon- traba en su dermo-esqueleto o en los élitros; pero de las experiencias de Beauregard re- sulta bien probado que la cantaridina reside principalmen- te en la sangre del insecto y en los órganos genitales, tanto del macho como de la hembra, y que aun los huevos son vesicantes, guardando esta propiedad durante su evo- lución. La virtud vesicatoria innegable de los élitros y del es- queleto todo explícase admitiendo que al desecarse el ani- mal ellos se impregnan de la cantaridina contenida en los dichos órganos. Vaina ovigera de cantárida. Cantharis vesicatoria.-A, larva 2.° B, pseudo-crisálida.-C, ninfa. 126 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA En opinión de Newtevill, las cantáridas jóvenes care- cen de cantaridina. Según Boudin, la cantaridina se halla en estado libre en la proporción de 2/3, y combinada a la magnesia, en la pro- porción de 1/3. Además de cantaridina, las cantáridas contienen un acei- te verde, una materia colorante amarilla no vesicante, áci- do úrico, ácido acético, y dan 15,70 por 100 de cenizas fos- fatadas y cálcicas. La cantaridina cristaliza en tabletas o agujas rómbicas, blancas, inodoras y de sabor acre. Es casi insoluble en el agua, muy soluble en el sul- furo de carbono, más soluble en el alcohol caliente, pero también soluble en alcohol frío, bastante soluble en el éter y en el cloroformo, en la esencia de trementina y en los aceites esenciales grasos, fijos o volátiles. Se funde a 112°, y se subli- ma en agujas. Los procedi- mientos para su obtención son varios. Daremos sólo al- guno. Gallippe, por ejemplo, trata el polvo de cantáridas por el éter acético a 30°, y después de doce horas de maceración decanta el líquido, exprime el residuo, filtra, evapora, y ob- tiene cristales aciulares. Otros tratan el polvo por el cloroformo, y tras unos días de maceración destilan el líquido. El producto de la desti- lación es una materia verde obscura, que encierra cristales de cantaridina. El residuo se exprime en seguida entre ho- jas de papel secante, que absorbe las materias extrañas (agua, aceite, etc.), dejando en seco el principio activo. Este Triungulino de Cantharis. Segunda larva de Cantharis al tercer día. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 127 se purifica luego por el alcohol hirviente; la solución se fil- tra, y por enfriamiento se obtienen los cristales típicos. La proporción de cantaridina contenida en el cuerpo de estos insectos varía según las especies, siendo generalmente proporcionada al peso de su cuerpo. Así, la Lyta viridis, que describimos, da de 0,02 a 0,03 gramos por 100; de donde unas 40 cantáridas darán entre 18 y 22 centigramos de can- taridina, y, en consecuencia, se necesitará un kilo de insec- tos para sacar cinco gramos de la misma substancia. La cantaridina es un vesicatorio muy poderoso. Dícese que Areteo de Capadocia fué el primero en emplearla como tal. Sobre las mucosas, basta una dosis de 0,0002 gramos para producir ampollas. Administrada al interior a dosis de 0,01 gramo, es ya ac- tiva, descubriéndose su presencia en la orina al cabo de una hora. La dosis de 0,15 gramos es mortal, causando en- torpecimiento general, delirio y gran irritación de las vías genito-urinarias. Se la ha preconizado como afrodisíaco. Atribúyese a Ar- quígenes, médico de Nerón, la prioridad de esta aplicación. Entraba en la composición del «agua Tofana», de uso peligroso. A Borky se atribuye su empleo contra la elefantiasis; a Bartolino, su uso contra la blenorragia, y a Grewelt, su administración, asociada al alcanfor, para combatir la disuria. Muchas son las preparaciones en que entran las can- táridas. Tales las siguientes: Tintura, hecha con alcohol de 80° o con espíritu de vino diluido en proporción de 1/10. Emplasto cantaridado o «emplasto epispástico*, a base de polvo de cantáridas mezclado con diversas resinas y bálsamos. Colodión cantaridado, aceite de cantáridas al 3 por 100, esparadrapo vejigatorio, papel epispástico, moscas de 128 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Milán, pomadas amarilla y verde, linimento, vino y mix- tura diurética. Las falsificaciones de los polvos de cantáridas comercia- les son muy frecuentes. Las más comunes tienen por objeto aumentar el peso del producto, para lo cual lo humedecen con aceites, esencias-verbigracia, de trementina,-agua, etcétera. Otras veces se expende por tal el polvo de las que han servido para extraer de ellas la cantaridina. Más gene- ralmente se las sofistica con otros insectos de su color; ver- bigracia, la Cetonia dorada, la Chrisomella fastuosa, la Callichrema muscada o la Aromia moschata. Cuando estas mezclas se hacen con el cuerpo entero de los insectos verdes, es fácil descubrirlos por sus caracteres morfológicos; pero cuando la sofistica- ción se hace sobre el polvo de cantá- ridas, ya es más difícil su constatación, siendo necesario recurrir al microsco- pio. Suele sofisticársela con el polvo de euforbio; el engaño se descubre tra- tando el polvo sospechoso por el al- cohol hirviendo, que disolverá todo, precipitando luego por enfriamiento la gomo-resina. ios Meloes. Tienen élitros incompletos, cortos y divergentes. Carecen de alas membra- nosas. Su abdomen es grande, de siete anillos. Corresponden a los coleópteros lla- mados antes *Buprestes», palabra que, descompuesta en sus dos términos eti- mológicos, boux y prestein, significa buey hinchado, porque de tiempo inmemorial se Ies atribuyó acción maléfica: la de producir, cuando son ingeridos, accesos de furor y edemas ge- neralizados, que causaban a veces la muerte de los animales. Triungulino de Meloe. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 129 Y como se los suponía capaces de producir iguales ac- cidentes graves sobre el hombre, en Roma la ley Cornelia castigaba con pena de muerte a los que mezclaban dichos insectos con los alimentos y bebidas. El desarrollo de los Meloes es bastante complejo. La primera larva o «triungulino» es hexápoda, amarilla, de dos milímetros de largo, formada por 14 segmentos, de fuertes mandíbu- las y largas patas, abdomen sedoso, y muy ágil. Salida del huevo, trepa por el tallo de las plantas- de preferencia perte- necientes a las Com- puestas - hasta lle- gar a las flores, a la espera de los hime- nópteros sobre los cualesse dejará trans- portar al nido de aquéllos, ocupando en él una celda en que haya sido depositado un huevo y miel cubriéndolo. Húndese en la miel, fíjase al huevo, lo perfora, se lo come, y sobre la cáscara vacía flota, abrevan- do lentamente la miel mientras sufre la primera muda, la cual la convierte en larva segunda, que mide cuatro milí- metros de largo. Esta segunda larva, que es carabidoide, aparece ciega, blanca, blanda; pasa de una a otra celda, nutriéndose y me- tamorfoseándose en pseudo-crisálida,la cual no come, y per- manece envuelta en la muda de la segunda larva, que le sirve de pañales. Bajo esa forma pasa el invierno, y al aparecer la primave- ra entra en una nueva fase. Hiéndese el tegumento por el lado ventral, y también sobre el dorso, quedando envuelto su cuerpo en débil manto, dentro del cual reproduce la for- Block de tierra ahuecado de.celdas de Restóforo ocupadas casi todas por larvas de Meloes. 130 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ma de larva segunda. La larva tercera da origen a la ninfa, que pocos días después se convierte en imago o insecto perfecto. No hay, por tanto, fase de pseudo-crisálida. A, primera larva, triungulino.-B, segunda larva.-C, pseudo-crisálida.-D, ninfa de Meloe. En su mayor parte, los Meloes son coleópteros del an- tiguo Continente. Sólo una veintena de especies se han ha- llado en América. Por eso ha sido tan frecuente en Europa el uso de los mismos en la Medicina veterinaria. Con ellos se prepara en Cerdeña un ungüento epispástico. En España se los llama «aceiteros» o «carralejas». Se pueden caracterizar bien más de quince especies; pero los Meloe majalis, Meloe loevigata y Meloe proscaboeus son los que más se cosechan y expenden en las farmacias. los Mylabris. Estos coleópteros forman un grupo muy homogéneo, ca- racterizado porque todas sus especies contienen individuos de antenas claviformes o mazudas, con mandíbulas disi- métricas, élitros enteros y manchados o punteados, colorea- dos sólo por dos pigmentos, el amarillo y el negro, o el rojo en vez de aquél. Viven alimentados con el polen de las flores, a veces con los pétalos de muchas umbelíferas y compuestas o de algunas cruciferas, papaveráceas y legu- minosas. Su desarrollo comprende las siguientes fases: lar- vas 1.a, 2.a y 3.a, ninfa e imago. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 131 Según Rivas Mateos, se debe a Górriz Muñoz, farma- céutico y entomólogo español, la sospecha, emitida en 1882 y confirmada por Kunckel en 1890, de que las lar- vas de los Mylabris parasitan sobre los nidos de los ortóp- teros alimentándose con sus huevos. Es, por otra parte, característica morfológica de sus triun- gulinos llevar dos sedas largas en el último anillo. De las 350 especies conocidas, ninguna se halla en Amé- rica; 200 son africanas, 100 son asiáticas y 30 europeas. De estos vesicantes hace mención la literatura médico- farmacéutica, recordando dos casos de intoxicación produ- cidos por ingestión de carnes de ranas que habían co- mido Mylabris: los refiere Meyníer, y se los hace datar de 1869. También se registran otros casos relatados por Vezien, referentes a dos sujetos que sufrieron de cistitis después de haber comido ranas en cuyo intestino había dichos insectos. Las especies más usadas son: en China, los Mylabris ci- chorii y Myl. siclae; en Francia, los Myl. punctata y mira- bilis; en Africa, los Myl. oleas, bicinctata y Schrebersi; en España, los Myl. variabilis, punctata geminata y Uhagonii. los Epicauta. Las especies de este género se parecen mucho a las cán- taridas en cuanto a su morfología externa, pero difieren de ellas en sus costumbres y en su desarrollo. También han sido confundidas con los Meloes. Siendo hipermetábolos, sus fases evolutivas las pasan, no al lado de los himenópteros subterráneos, como los géne- ros antecedentes, sino sobre nidos de langostas. Sus larvas no son melívoras, sino carnívoras. Son raras en Europa, abundantes en Asia y en Africa, pero sobre todo en América, donde se han podido caracte- rizar más de 125 especies. De éstas, las más difundidas son la Epicauta vittata, de cabeza roja, coselete amarillo y élitros marcados con 132 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA dos rayas o bandas longitudinales negras, y la Epicauta ci- nérea o marginata, de élitros bordeados por una banda ce- nicienta. Al mismo género pertenece el bicho moro, especie ar- gentina y uruguaya, que vive sobre la Beta vulgaris. Algu- nos naturalistas la describen bajo el nombre de Epi- cauta maculata; Gallardo la lla- ma Epicauta ads- persa, mientras otros la dicen Lyta adspersa. Fué es- tudiada por Cour- bon, que descu- brió sus triungu- linos y las larvas del segundo y ter- cer orden, alimen- tándose con hue- vos de una lan- gosta verde. Además, pare- ce diferenciarse de otras cantáridas por las acciones fisiológicas de su principio vesicante, que no es irritante para la mucosa dé las vías genito-urinarias al eliminarse por ellas; ventaja inapreciable cuando se quieren utilizar sus servicios, sin que por lo mismo pueda servir para fines criminosos o burlescos. Mateos dice que Viñals tuvo ocasión de aplicar en dos casos un emplasto compuesto con tres gramos de polvo de «bicho moro» en siete partes de excipiente sin alcanfor, obteniendo el efecto deseado en el sitio de su aplicación, que fueron las axilas, sin notar la más leve irritación en las Metamorfosis de una Epicauta. - A, ooteca. - B, Triungulino muy aumentado.-C, larva segunda ca- rabicloidea.-D, la misma vista, de perfil.-E, la mis- ma, retraída.-F, pseudo-crisálida, de perfil.-G, vista por el dorso.-H e I, ninfas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 133 vías de excreción uninaria. El principio activo se encuentra en la Epicauta maculata en proporción de 0,5 a 1,5 por 100. En la provincia de Córdoba (R. A.) se han hallado las si- guientes especies cantaridógenas, que forman parte de nuestra colección: Lyta leopardina.-(Con élitros amarillos, salpicados de anchas manchas negras dispuestas en hileras longitudi- nales.) Lyta albo vittata.-(Con élitros grises rayados de negro longitudinalmente.) Lyta atomaria.-(Con élitros plomizos, granudos, diver- gentes.) Lyta talpa.-(Grande y de color pardo.) Lyta centralis.-(Con tórax y abdomen grises y élitros pardos.) Lyta vitívora.-(Con élitros pardos y una banda amarilla en el borde interno.) CAPITULO VI Sumario: Los Himenópteros: sus órdenes.-Interés histórico- farmacéutico de los «Formícidos».-Los «Apidos»» y sus pro- ductos industriales.-Aplicaciones médico-farmacéuticas de las mieles y ceras.-«Meliponinas y Bómbidos».-Los «Cyní- pidos y Gallinsectos».-Principales especies y características diferenciales de sus agallas.-Utilidad de éstas. Este importante grupo de insectos ofrece interesantes ma- nifestaciones de vida psíquica, así individuales como colec- tivas. Morfológicamente, se caracterizan por tener cuatro alas membranosas, boca dispuesta para masticar o para libar, y metamorfosis completas; cabeza grande y móvil, con dos ojos facetados laterales y tres ocelos frontales. Las piezas bucales son: un labio superior o labro, un par de mandíbulas y una trompa corta, formada por el alarga- miento de los maxilares, que conservan sus palpos bien desarrollados, y del labio inferior, muy modificado, que guarda una lengüeta velluda. Las hembras llevan en el úl- timo anillo un taladro o un aguijón; de ahí la división que de ellos se hace en dos sub-órdenes, a saber: Himenópteros terebrantes o sin aguijón. Himenópteros aculeados o con aguijón. El taladro de los primeros se llama también oviscapto, porque prolonga el oviducto y está destinado a perforar los tejidos vegetales o animales para por su intermedio depo- sitar en ellos los huevos; se Ies ha denominado también 136 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Gallicolas, porque su picadura determina en ios vegetales la formación de tejidos especiales, las agallas. Los Himenópteros terebrantes comprenden tres grupos, a saber: l.° Fitófagos, cuyas larvas se alimentan de vegetales. 2.° Cynipiclos o Gallicolas, insectos de muy pequeña talla y de generación alterante, cuyas formas sexuadas son muy diferentes de las formas ágamas, produciendo cada forma una agalla especial; además, sus metamorfosis son completas. 3.° Entomófagos, insectos elegantes y ágiles, con patas largas y delgadas y abdomen pediculado: son comúnmen- te parásitos de otros insectos, cuya sangre y grasa alimentan a sus larvas, y sus órganos internos a las ninfas. Estudiaremos, por tanto, las especies gallicolas, únicas de los Himenópteros terebrantes que pueden interesarnos. Los Aculeados se dividen en varias familias, que son: Formícidos, Chrísidos, Véspidos, Apidos. Los primeros comprenden las varias especies de hormi- gas que han sido utilizadas por el ácido fórmico que con- tienen; al exterior se usaban en cataplasmas como excitan- tes y resolutivas o rubefacientes. Se usaba también un aceite en el cual se habían macerado previamente muchas hormigas o su veneno; recomendábase contra el reumatis- mo articular, la gota, los edemas y la parálisis. Al interior se han empleado contra las enfermedades de la piel y la hidropesía; son la base del «agua magnánima de Hoffman*, que es un «alcoholado de hormigas compuesto», antes considerado como afrodisíaco y utilizado contra las enfer- medades nerviosas. También entraban en la composición del «bálsamo acústico de Mindererus» y del «aceite acús- tico de Mynsicht», usados para curar la sordera. Es interesante entre los Formícidos la familia de las Mir- micinas, que cuenta con varias especies que los indígenas TRATADO DE ZOO-FARMACIA 137 (le las Guayanas francesas usaban como alimento. Según Wesmael, hay en Méjico una especie, llamada Mirmecocis- tus melíferas, vulgarmente conocida por hormiga melera, hormiga busilera, no sólo aprovechada como alimento , sino también para fabricar con sus cuerpos un hidromiel que bebían los indígenas cuando estaban febricientes. Tam- bién empleaban su miel como ungüento sobre los ojos con cataratas, o sobre las partes contusas. Fermentándola, obte- nían un «licor alcohólico» muy apreciado. El insecto vive en las altas mesetas a 3.000 metros. En Cayena se usa como hemostático, en reemplazo de la yesca, el nido de la especie Formica-Spinosa, fabricado con la pelusa o vello afiebrado que se obtiene por amasijo de granos de diversos Bombícidos. Los Chrísidos tienen escasa importancia, aun del punto de vista de la Biología. Son hormigas de colores brillantes, melívoras, que ponen sus huevos en los nidos de otros hi- menópteros, especialmente de las avispas. Sus larvas son carnívoras. Los Véspidos son Himenópteros que se nutren con miel al estado adulto, pero cuyas larvas son carnívoras. Las alas en reposo se pliegan longitudinalmente. Son insectos que viven solitarios o en sociedad; en este último caso las obre- ras son aladas. Los primeros no producen cera, ni hay obre- ras entre sus hembras; tampoco construyen nidos, sino que ponen sus huevos en las celdillas de otros véspidos o de las abejas. Los Apidos se distinguen de los Véspidos por su cuerpo velludo y por sus alas no replegadas durante el reposo. Tan- to las larvas como los insectos adultos se nutren de miel, o bien del néctar de las flores. Las antenas son acodadas; la trompa, muy larga; el abdomen no es pediculado, y todo el cuerpo es velludo. Entre los Apidos hay especies solitarias y sociales. Nos- otros estudiaremos el Apis mellífica o «abeja doméstica», que pertenece a las segundas, y cuyos productos interesan mucho a la Materia médica. 138 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA DE LOS ÁPIDOS Los Apidos forman la primera familia de la tribu de los Apianos, y comprenden tres géneros: Meliponitos, Bombi- tas y Afitas. Entre estas últimas figura la abeja, que va- mos a estudiar, y sus afines. Apis mellifica o abeja doméstica.-El primer nombre se lo dió Linneo; el segundo, Reamur; Scopoli la llamó Apis cerífera-, Geoffroy la denomina «abeja gregaria*. Originaria de Europa mediterránea, de Asia y del Norte de Africa, se cultiva hoy en casi todo el mundo. A Estados Unidos llegó en 1675; al Brasil, en 1645, y a Australia, en 1862. En la Argentina se han naturalizado dos especies: la abeja melera y la abeja ligústica, encontrándose sus col- menas en bosques distantes de toda población. Al estado salvaje, fija su residencia en los huecos de ár- boles viejos. Cultivada, vive en colmenas, distinguiéndose tres clases de individuos: machos, hembras fértiles y obre- ras estériles. Cada colmena suele tener una hembra fecun- da o «reina», de 200 a 300 machos o «zánganos» y de 2.000 a 3.Q00 obreras. El estudio de la abeja melífera es muy interesante, tanto del punto de vista histórico como del punto de vista cientí- fico e industrial, a la vez que por sus maravillosas cos- tumbres. Los antiguos celebraban a las abejas del monte Ida, que alimentaron a Júpiter, y a las del monte Himeto y de Hibla, productoras, según ellos, de la mejor miel, blanquísima y muy aromática. Al entrar en Génova Luis XII, se presentó de ropa blan- ca sembrada de abejas de oro, llevando esta inscripción: Rex non utitur acúleo (el Rey no hace uso del aguijón). En muchos escudos y divisas figuraban las abejas: asi, en el del papa Urbano VIII. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 139 Cierta leyenda habla de una abeja que recogía las miga- jas de pan de la mesa del Rey, para llevarlas a un ciego. En la Mitología finlandesa se pide a las abejas que vuelen por encima del Sol, la Luna y las estrellas, y lleguen hasta la mansión del Rey Creador, para que de allí traigan miel que cure las heridas causadas por el fuego y el hierro. Apis ntellifiea.-A, reina.-B, cabeza de la reina.-C, obrera.-D, cabeza de la obrera.-E, macho.-F, cabeza del macho. Hace apenas ochenta años próximamente que los per- feccionamientos de la técnica y del microscopio permitie- ron conocer la anatomía y el polimorfismo sexual de las abejas, siendo Schwammerdan quien penetró en esos se- cretos. Y poco más de cincuenta años hace que Dzierzon y Langstroh fundaron la apicultura racional descubriendo los misterios de la colmena, antes inviolable mansión de los más útiles entre los himenópteros. Es indiscutiblemente uno de los animales que mayores beneficios rinden al hombre: por eso hemos de tratar con debido detenimiento cuanto a su morfología externa e in- terna corresponde, y lo que significan para nuestros fines profesionales sus principales productos naturales o elabo- rados industrialmente. Tocaremos de paso sus hábitos. Su polimorfismo, vulgarmente conocido, responde a las 140 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA funciones diferentes que ejercen unos y otros individuos en la colmena, con sujeción a la división del trabajo preesta- blecida. Las más pequeñas son las obreras, que miden 12 milí- metros de largo; tienen color obscuro, casi negro; cabeza triangular-acorazonada, con pelos negros en su vértice; antenas de 15 artejos, ojos separados, mandíbulas anchas en forma de cuchara, y lengua larga. El abdomen es corto, triangular o cónico, de seis segmentos desiguales, con agui- jón recto y dentado a modo de sierra. Tienen en la caía ex- terna de las tibias posteriores una foseta circundada de pe- los, en la cual se acumula el polen recolectado. Tienen órga- nos sexuales atróficos, carecen de receptáculó seminal. Viven seis meses, y las que nacen en otoño llegan hasta la primavera siguiente. Patas posteriores de una abeja obrera, Como su nombre lo expresa, las «obreras» se distribuyen el'trabajo de recoger miel y polen y preparar la cera, ali- mentar las larvas en la colmena y fabricar ésta. La hembra fértil o «reina» mide 17 milímetros de largo; su cabeza es cordiforme, cubierta de pelo espeso y amarillento. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 141 excepto en la frente, donde el pelo es negro; sus ojos son facetados, angostos y laterales, y además tiene tres ocelos simples, situados en mitad de la frente. El tórax es velludo; las patas, amarillas; las alas, muy cortas; el abdomen, alar- gado, cónico, liso, sin pelos, compuesto de seis segmentos, con agui- jón corto y corvo. Las reinas son las únicas hembras com- pletas o perfectas, redu- ciéndose sus funciones a poner huevos fecun- dados y sin fecundar. De los primeros se des- arrollan hembras; de los segundos salen parteno- genéticamente los ma- chos zánganos. Los se- xos están, pues, determi- nados desde la puesta; pero de un huevo fecundado puede provenir una hembra» ya fecunda, ya estéril: esto se determina pór las condicio- nes en que se efectúa la alimentación de las larvas. El aparato sexual de la reina comprende dos ovarios, compuestos de 150 a 200 tubos ovigeros concurrentes a un oviducto común muy corto. A poca distancia del punto de concurrencia de los oviductos propios insértase un saco impar, el receptáculo seminal, destinado a almacenar el esperma vertido por el macho en el momento de la fecun- dación. La extremidad posterior del oviducto común cons- tituye la vagina, que al terminar en la vulva recibe un par de glándulas mucosas, cuyo rol parece ser producir el mu- cus necesario para fijar el huevo al fondo de la celda don- de es depositado. En las hembras obreras los órganos sexuales están atro- fiados, faltando siempre el receptáculo seminal. Cabeza de abeja. 142 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Los zánganos o machos miden 16 milímetros; su cuerpo es cilindrico; la cabeza, grande, con ojos facetados muy pró- ximos y centrales, habiendo en medio de ellos tres ocelos diminutos; las antenas son de 14 artejos; el labio superior, móvil y muy peludo; el inferior, doblemente dentado. El tórax es de aspecto aterciopelado; las alas, anchas y bastan- te más largas que el cuerpo. El abdomen ofrece segmentos en número de cuatro visi- bles superiormente; es negro por encima y claro por debajo. No tienen aguijón. Son necesarios para la fecundación de la reina, e incapaces para el trabajo; los alimentan las obreras, que se encargan de destruirlos cuando son muy numerosos o cuando ya han fecundado a aquélla. Su aparato de repro- ducción está formado por dos testículos, con sus canales deferentes dilatados terminalmente en vesículas seminales, que afluyen a un conducto eyaculador común. El aparato copulador se compone de un pene protráctil y una armadu- ra córnea, que es a la vez estuche y órgano de fijación. Cuando una reina joven sale del enjambre, aún es virgen, y su fecundación tiene lugar cinco o seis días después, en el aire. En el vuelo nupcial la reina es seguida por los zán- ganos; de éstos el que logra acoplarse a ella pierde la vida, porque deja el esper mató foro en el interior de la vagina de la reina, la cual, al desembarazarse de él para volver a la colmena, arrastra las visceras del favorecido y víctima. La reina queda fecundada para toda la vida, y si al poner un huevo éste llega a contacto de los espermatozoides guardados en su receptáculo seminal, el huevo así fecun- dado dará más tarde una hembra; en caso contrario resul- tará un huevo partenogenético que originará un zángano. Una reina es capaz de poner hasta 300.000 huevos por año. Los huevos se deponen uno a uno en cada celda del pa- nal, y estallan tres días después. Entonces comienza la labor de las obreras llamadas «nodrizas», encargadas del cuida- do de las larvas, a las cuales alimentan con una especie de caldo de polen con poca miel; pero la nutrición varía según sea para zánganos, obreras o reina. Cuando las larvas van TRATADO DE ZOO-FARMACIA 143 a convertirse en ninfas, se envuelven en un capullo de algo- dón^ las nodrizas tapan la celdilla con un opérculo de cera, A principios de verano las obreras y las reinas jóvenes llegan a estado perfecto. Aumentando brusca y considera- blemente la población de la colmena, se hace necesaria, y se produce, una emigración, saliendo una reina joven segui- da de gran cortejo de zánganos y de obreras para constituir nuevo enjambre, que se procurará su colmena o habitación común. Veamos cómo se comienza y construye ésta. Empiezan las obreras por cerrar todas las fisuras o agu- jeros de la caja o hueco escogido, o de antemano ofrecido al efecto, sirviéndose de una resina llamada própolis, ex- traída de los brotes o yemas del álamo y de los abedules, de los pinos u otras plantas resiníferas, después de lo cual empieza la fabricación de celdillas y el acopio de miel. Las obreras, colocadas en hileras, recogen de los surcos del ab- domen las láminas de cera valiéndose de sus patas poste- riores, cuyos tarsos llevan en la parte posterior y externa un prolongamiento agudo que forma pinza con la parte vecina de la tibia; llevándolas a la boca, las mastican y mojan con la saliva para modificar su consistencia, volverlas plasmables y con ellas hacer los tabiques celulares. Las celdas son de tres tamaños: las más pequeñas, hexagonales, para las obre- ras; las mayores, hexagonales también, para los zánganos, y otras, cilindricas, para las reinas. El fondo de las celdas hexagonales es prismático-triangular, forma la más a propó- sito para aprovechar mejor el espacio y hacer la mayor economía de material. Cada panal está constituido por dos capas de celdas yuxtapuestas sin dejar intersticios vacuos. Las celdas para reinas ocupan generalmente los bordes del panal. Para observar la vida del enjambre, Meraldi hizo cons- truir en 1721 la primera colmena de cristal. Reaumur per- feccionó más tarde el sistema. Productos de las abejas.-Como tales estudiaremos el veneno, la cera y la miel. 144 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El aguijón característico del grupo a que pertenece la abeja es parte de su «aparato de veneno», constituido por dos glándulas tubulares que terminan en una vesícula o receptáculo unido a aquél (1). El estilete presenta en su base, y del lado dorsal, una pieza que funciona como pis- tón; cuando el estilete desciende, el pistón se desarrolla, y aspira el veneno de la vesícula; cuando el estilete sube, el veneno se deposita debajo de él; cuando vuelve a picar, este veneno sale y nueva cantidad baja. El veneno es cla- ro, ácido, contiene ácido fórmico. Es segregado únicamente por las obreras. La cera, que constituye la trama del panal, es una grasa compleja. Creyóse durante algún tiempo que no era un producto glandular, sino que las abejas tomábanla de los vegetales; más tarde se la supuso producto elaborado en el estómago a expensas del polen. Hubert aseguró que las abejas nutridas exclusivamente con polen no fabricaban cera, y, por el contrario, las que comían abundante mate- rial azucarado daban mucha y rica cera. Las experiencias de Dumas y Milne-Edwards, dosando previamente la ma- teria grasa contenida por término medio en el cuerpo de las obreras de un enjambre secuestrado y nutrido de miel sola, reconocieron que el peso de la cera producida y el de las materias grasas que quedaban en el cuerpo al final de la experiencia era sensiblemente superior al peso primitivo, lo cual prueba que la cera es producto de secreción o ela- (1) De las glándulas, una elabora un producto de reacción ácida, y otra, un producto alcalino. Chantemesse ha extraído por expresión de la extremidad pos- terior del abdomen de una obrera cierto jugo, que diluyó luego en un centíme- tro cúbico de agua: inoculó a un ratón y a un gorrión cierta porción de líquido, y ambos animales murieron en seguida. Supuso la existencia de una neuro-to- xina muy activa. Physalix ha podido aislar dos venenos: uno flogógeno, que proviene de la glándula ácida y causa los efectos inflamatorios locales, en el si- tio y adyacencias de la picadura; y otro convulsionante, probablemente origi- nado en la glándula de secreción alcalina. Finalmente, habría también un prin- cipio activo estupefaciente. Contra las picaduras de las abejas, Fabre recomendaba agua fuertemente sa- lada, o las fricciones con aceite de olivas amoniacal. Calmette prefiere el empleo de soluciones de hipoclórito de calcio al 1 por 60, o el agua de Javel al 1 por 100 El vulgo usa con resultado satisfactorio la tierra mojada con orina caliente. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 145 boración. No puede, sin embargo, negarse la influencia de la alimentación, ni que algunas veces aprovechan también la cera de los vegetales. Para obtener la cera se retiran los panales, y se los deja sobre telares o zarzos para que escurra la miel; luego se los corta en pedazos y se los exprime; por último, se los trata por el agua hirviendo o al baño-ma- ria, que arrastra los últi- mos restos de la miel; se deja reposar el todo, y por enfriamiento la cera se condensa y sobrenada, mientras las materias ex- trañas van al fondo. Sepá- rase la cera, fúndesela nue- vamente, cuélase, recíbe- sela en moldes, y se obtie- ne la cera «amarilla». Esta es de factura gra- nular y olor característico, se funde a 62°, y su densi- dad es de 0,962; es infla- mable, y arde sin dejar residuo. Es insoluble en agua, pero en todas proporcio- nes soluble en los aceites, grasas y esencias, y en 20 partes de alcohol y éter hirviendo. El color de la cera amarilla se debe a una substancia cuya naturaleza aún no es conocida; pero se admite que sea un pigmento segregado por las mismas células cereras: la luz y la humedad atmosférica la blanquean. Cuando se quiere obtener cera blanca, pueden seguirse varios procedimientos: l.° Divídese la cera en láminas delgadas, y expónese al aire y a la luz: entonces el ozono del aire se combina con la materia colorante, y la descolora. Aparato venenoso de la abeja. 146 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 2.° Viértese la cera fundida sobre un cilindro de made- ra medio sumergido en el agua y que gira horizontalmente sobre su eje: entonces la cera se enfría y se congela, con- cretándose en cintas o grumos, que exprimidos se exponen luego al sol para su descoloración por el ozono del aire. 3.° Usese el cloro y los hipocloritos, o el ácido crómico, o el ácido sulfúrico diluido, agregando algunos cristales de nitrato de potasio. Del punto de vista químico, la cera es un producto com- puesto de tres cuerpos grasos fáciles de separar por su di- verso grado de solubilidad en el alcohol. Ellos son: l.° La cerina o ácido cerótico, que cristaliza por enfria- miento de las soluciones alcohólicas hechas en caliente. 2.° La miricina o palmitato de miricilo, que es insolu- ble en el alcohol. 3.° La cerolina, que se disuelve en el alcohol y en el éter frío. Además, estas tres substancias tienen diverso gra- do de fusión, y así, la última se funde a 28°5; la segunda, a 72°, y la primera, a 68°. La cera puede caracterizarse microscópicamente por las siguientes propiedades ópticas: l.° Cuando ha sido fundida en capa tenue sobre un vi- drio porta-objetos, aparece de estructura cristalina si se la mira a la luz polarizada a través de una lámina de yeso. 2.° Cuando la cera disuelta en la esencia de trementina se deposita por evaporación del disolvente, forma peque- ños discos, radiados o laminares, que a la luz polarizada se muestran atravesados por una cruz, negra o luminosa se- gún la dirección de los planos de polarización. En capas delgadas, la cera aparece amorfa; pero si se la moja con esencia de trementina, su estructura cristalina se revela evidente. Las láminas de cera recién extraídas de las áreas cereras no tienen acción sobre la luz polarizada has- ta que han sido fundidas o disueltas. Cuando es destilada, la cera da primeramente un agua acida, un aceite volátil y un aceite concreto, llamado acei- te de cera. Uno y otros productos eran antiguamente em- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 147 pleados como dulcificantes y emolientes contra los sabaño- nes, grietas de las mamas, dolores articulares y parálisis. Es frecuentemente falsificada: ya se le adicionan agua, yeso, kaolín, creta, sulfato de barita, flor de azufre, ocre y otras cosas para aumentar su peso; ya se le agregan subs- tancias colorantes-verbigracia, cúrcuma, carmín,-aserrín, féculas, resinas, grasas, sebo, parafina, cera fósil, ya ceras vegetales. En tales casos las substancias minerales se descubrirán por el análisis físico-químico del depósito que quede des- pués de fundir la cera en el agua. Las féculas se reconoce- rán al microscopio; las resinas, aislándolas por medio del alcohol, que disuelve la cera, y tratando el resto por reacti- vos apropiados. Su mezcla con sebo se descubrirá determi- nando el punto de fusión, o el grado alcohométrico necesa- rio para hacer flotar la cera examinada. Para terminar, diremos que la cera entra en la confección de muchos ungüentos y emplastos, en la preparación de supositorios, bujías dilatadoras, etc. Se ha prescrito a ve- ces en emulsión, a dosis de 5 a 10 gramos diarios, como lenitivo o béquico. la miel. La Mitología atribuye a Aristeo, hijo de Apolo, la in- vención o arte de utilizar la miel. En las ruinas de Egipto, como en las ruinas prehistóricas de Méjico, se ha encontrado miel perfectamente conservada en vasos cerrados (1). En el panal se la halla ocupando los alvéolos viejos, que ya no sirven para la incubación de huevos y que las obre- ras destinan para almacén. Para extraerla se exponen al sol los panales sobre unos enrejados, y la miel escurrida se recibe en recipientes colocados debajo. La miel así obteni- (1) Sufre alteraciones por acción de presencia de ciertos Saccharomycetos fermentativos: tales el Tyroglyphum longior y el Glycyphagus domésücus, que la enmohece. 148 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA da se dice virgen-, después se prensa lo que quedó en el enrejado, y fluye una miel coloreada; y todavía puede sa- cársele más miel al panal haciéndolo hervir, con lo cual la cera se funde, y por enfriamiento ulterior se separan una de la otra. Más simple es el procedimiento industrial que consiste en centrifugar los panales sin aprensarlos; así se obtiene una miel limpia, y el panal queda entero para ser colocado de nuevo en la colmena, economizándose a las abejas el trabajo de hacer otro. La miel no es un producto de secreción, como la cera; pero tampoco es un producto que se encuentre preformado como tal: debe considerársela como substancia elaborada a expensas de los alimentos, probablemente en una dilata- ción que sigue al esófago, que llamamos bolsa melearia, y bajo la acción de un fermento inversivo. La substancia azucarada que en el cuerpo de la abeja se convierte en miel es tomada principalmente de las flores con nectarios, de los frutos maduros, o de algunas secre- ciones propias de ciertas plantas, o resultantes de la acción de algún parásito. La cantidad de miel que cada abeja puede contener en la bolsa melearia calcúlase en 73 miligramos. Cuando la bolsa se llena, vuela la abeja, va a volcar su contenido en la primera celdilla que halla vacía, y repite su tarea varias veces. El líquido depositado en las celdillas pasa por varias abejas, y se condensa poco a poco. Allí acumulada, es ali- mento para las obreras y para las larvas; es también pro- visión almacenada para la mala estación. A este fin, dice el doctor Gallardo que las obreras le agregan con el agui- jón una gota de ácido fórmico, para dificultar que fermen- te y asegurar su conservación. La miel es una substancia azucarada enteramente solu- ble en el agua: la solución debe tener reacción ligeramente ácida. Químicamente, se compone de glucosa, sacarosa, melosa y manita disueltas; además, contiene ácidos libres, cera, una materia colorante amarilla, principios aromáticos TRATADO DE ZOO-FARMACIA 149 complexos y materias azoadas. Es líquida en la colmena; pero se vuelve sólida y granulosa después de su extrac- ción, a causa de la cristalización de la dextrosa, y al mismo tiempo se blanquea. El calor y los álcalis la alteran rápida- mente y la ennegrecen. Se disuelve en el alcohol de 80°. Observada con el sacarimetro, ejerce su acción sobre la luz polarizada, habiendo mieles levógiras y dextrogiras-. en las últimas predominan la dextrosa y la sacarosa. El aroma y el gusto de las mieles dependen exclusiva- mente de la naturaleza de las plantas que suministran el néctar: así, las labiadas le comunican su perfume agradable, como las gencianáceas su amargor, lo cual explica ciertas peculiaridades del producto según las estaciones del año y según las localidades: por eso se las puede clasificar se- gún su procedencia. En Francia se distinguen: l.°, la miel de Narbona y la de Provenza, compacta, blanca, granuda, olorosa, aromatizada por el romero la primera, y por la alhu- cema o el espliego; la segunda; 2.°, miel del Gatinais, me- nos blanca, menos granuda, menos aromática, con olor a trébol o a pipirigallo; 3.°, miel de Normandia, o miel de mesa, miel de Bretaña y de Alemania del Norte; obscura, de sabor ligeramente acre, debido a las flores del trigo morisco y del brezo. La miel puede tener cualidades tóxicas, si las abejas liban el néctar de flores venenosas: v. gr., del acónito o del bele- ño. Jenofonte y Diodoro de Sicilia refieren que durante la retirada de los Diez mil detuviéronse las tropas en Tre- bisonda, y fueron presa de una embriaguez furiosa des- pués de haber comido mucha miel. Tournefort ha sido testigo de hechos análogos en la misma localidad. Blan- chard dice que en Europa no son raros los casos de intoxi- cación por la miel, y entre nosotros también se los ha constatado. Haller cuenta de dos pastores de los Alpes que murie- ron por haber comido miel elaborada por abejas que liba- ban en las flores de acónito; y Seringe cita otros casos de 150 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA intoxicación mortal en dos vaqueros suizos que hicieron uso de la miel producida por abejas (Bombas terrestris) también alimentadas con el néctar de aquellas flores. Se ha tratado de obtener mieles medicinales haciendo que las abejas cosechen el néctar de flores determinadas; pero estos ensayos no han tenido mayor resultado en la práctica (Gallardo). La buena miel debe ser transparente, y caer en hilos cuando es de reciente cosecha; su olor debe ser suave y aromático, no ha de tener sabor extraño, ni apegarse a la garganta. La miel se emplea como alimento y como medicamento, como laxante y como excipiente. Hipócrates aconsejábala para prolongar la vida. Pitágo- ras y Demócrito vivían con pan y miel. Era el edulcorante usual en la antigüedad. Ha servido en todos los tiempos para la preparación de electuarios y jarabes, que se dicen «melitos».Como laxante,suele darse en tisanas o en enemas. La miel suele sofisticarse añadiéndole agua, almidón, arena, creta, goma y diversos azúcares; pero las falsifica- ciones más frecuentes se hacen mezclándola con jarabe de dextrina o de glucosa, que disminuye su consistencia. Para reconocer su pureza basta recurrir al siguiente me- dio: hervirla en agua durante cinco minutos, dejarla enfriar, y verter sobre ella tintura de yodo diluida, que debe volver- la violácea, roja o negra. Si esta reacción no se produce, es porque no tiene almidón. La presencia de cloruros se des- cubre por medio del nitrato de plata, que vertido por gotas sobre la miel aguada enturbia la solución. Las preparaciones farmacéuticas más comunes en que entra la miel son: Oximiel escilitico.-Miel rosada.-Miel de moras.- Miel de saúco. El primero, empleado como diurético; la segunda y la ter- cera, como astringentes en gargarismo o tópicamente, y la última, como diaforética. El «ceromel de Aitken», mezcla de una parte de cera y TRATADO DE ZOO-FARMACIA 151 dos de miel, se empleaba en la curación de las úlceras. Diluida en cinco veces su peso de agua y puesta a fer- mentar, da un hidro-miel vinoso, antes muy usado por los pueblos del Norte argentino. Meliponinas y bómbidos. Las Meliponinas o Meliponitas son ápidos de aguijón rudimentario que viven en el Brasil, en el Territorio de Mi- siones, en las islas de la Sonda y en Australia. No aguijo- nean; muerden, produciendo un cosquilleo muy incómodo cuando se posan sobre partes desnudas del cuerpo. Son también abejas sociales, de sociedades perennes, en- jambradas, monoginas. Cuelgan sus nidos de los árboles, o los fabrican en huecos de carcomidos troncos, revocándolos con un barniz impermeable. No se domestican fácilmente. Carecen de pinzas tarso-tibiales, y tienen piernas posterio- res muy gruesas. Dan una cera obscura, llamada de los Andaquíes, que no economizan en la fabricación de sus celdas, pues las paredes son muy gruesas. Se funde a 77°. La miel es menos apreciada que la de las abejas comunes. Construyen celdas-cunas para las larvas, y celdas des- pensas para almacenar alimentos. En oposición a las abejas comunes, la cera es segregada por células dorsales de los anillos abdominales. En las Mi- siones jesuíticas del territorio de aquel nombre, como en el Paraguay, cultiváronse algunas especies de Meliponinas, cuya cera aprovechábase para fabricar velas para el culto y las candelas con que alumbraban sus viviendas los indí- genas. Han sido bien estudiadas entre nosotros por Queirel, Bertoni, Goicochea y Luchessi, que suministraron al doc- tor Holmberg los curiosos datos biológicos con que éste ilustró en lo pertinente su interesante relación del viaje por Misiones. Los Melipónidos argentinos son de los géneros Trígona y Melipona, siendo las especies «Myri-guazú* y «Myri- 152 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA mini» las más comunes; además existen la «Mombrica» y la «Malasaya». Las abejas del género Bombas o Abejorros forman so- ciedades anuales. Se caracterizan por tener lengua larga y velluda, y las piernas del tercer par de patas, terminadas por dos espinas bien desarrolladas. Sus sociedades están constituidas por obreras, zánganos y varias hembras fértiles. Sin embargo, en climas fríos, como en Noruega, Schneider ha encontrado hembras de Bombas solitarias y nidificantes. Como en las Meliponitas, la secreción cérea se elabora en células dorso-abdominales. En nuestro país se encuentran varias especies indígenas, de las cuales el doctor Holmberg publicó en 1879 una in- teresante monografía. Son abejas que no fabrican panales; viven en huecos tórreos, debajo de las piedras o debajo de capas musgosas. Carecen de importancia a nuestros fines. De los Cinípidos, Ga* llícolas o Gallinsectos. Cecidias fué el nombre dado por Thomas a las agallas producidas por las picaduras de los insectos, especialmente por los Cecidomyas y Cynípidos, para distinguirlas de las que pueden generar los hongos: para éstas reserva el nombre de Micocecidias. Los Cynípidos se caracterizan morfológicamente por su abdomen pediculado, sus trocánteres biarticulados, su pe- queña talla (no exceden de cuatro a cinco milímetros), y por sus alas (que pueden faltar), pobres de nervaduras; por su taladro u oviscapto protáctil, y sus antenas largas, de 14 a 15 artejos. Tienen muy desarrolladas las mandíbulas; como que de ellas necesitan para abrirse paso a través de la pa- red de la celda en que se desarrollan. Poseen además un peine sobre el primer artejo de las patas anteriores, con el TRATADO DE ZOO-FARMACIA 153 cual rechazan al exterior los restos o trozos de los parén- quimas que rompen para anidar en ellos. La generalidad de los Cynipidos son metagenéticos. Tan- to las formas ágamas como las formas sexuadas fabrican agallas. Su ciclo evolutivo completo se comprende estudiándolas especies siguientes: Tomaremos como primer ejemplo el Spathegaster Tas- che mbergi, insecto sexuado, que sale en mayo de una aga- lla muy velluda y color violeta desarrollada en los botones dormidos de las encinas viejas. Las hembras son fecundadas por machos, y ponen los huevos sobre las nervaduras de las hojas nuevas, en las cuales se origina la neoplasia. Al caer las hojas sale de las agallas un individuo ágamo, llamado Drophanta folii, que sin fecundación previa pondrá huevos sobre las yemas foliáceas, y de esos hue- vos saldrá un Spathegaster, que recomenzará el ciclo descrito. Otra especie sirve también de ejemplo, .el Neuroterus lenticularis, que produce partenogenéticamente huevos de los cuales nacen formas sexuales conocidas con el nombre de Spathegaster baccarum, cuyas hembras fecundadas ponen huevos que originarán nuevos Neuroterus. Así se explica que durante mucho tiempo se hayan con- siderado distintos, de diverso género, animales que repre- sentan solamente estados evolutivos de una misma espe- cie. A Adler se debe la interpretación de este enigma bio- lógico. Las metamorfosis de los Cynipidos son completas, y se efectúan dentro de las agallas, excepto en aquellas cuyas larvas viven parásitas de otras especies animales. Para que la excrecencia vegetal llamada agalla se for- me, es necesaria la presencia de una larva salida de un huevo depositado en la zona cambial o generatriz de una rama joven, o en el tejido parenquimático del mesofilo de una hoja. Es la larva quien, irritando los tejidos, determina 154 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA su proliíeración para formar la envoltura aisladora o celda quística dentro de la cual evoluciona (1). El desenvolvimiento de una agalla no comienza hasta después de varios días o meses de efectuada la puesta. Si abortan el embrión o la larva, tampoco se desarrolla aqué- lla. En caso de muerte casual del parásito, también se de- tiene el crecimiento. Mientras la larva crece, también crece la agalla. De aquí el fundamento de una definición dada por Beauregard: «Las agallas son neoplasmas vegetales provocados por la picadura de un animal, particularmen- te de un insecto y cuyo desarrollo, así como su vitalidad, están ligados íntimamente a la vitalidad del animal o de los animales que encierran». Según el mismo autor, pueden distinguirse dos especies de agallas: l.° Las uniloculares, ocupadas por una sola larva: verbi- gracia, las de Alepo y de Hungría, producidas por los Cynips calicis y tinctoria. 2.° Agallas pluriloculares o «bedegares», con una larva en cada lóculo. Ya veremos luego que hay además un tercer tipo inter- mediario entre unas y otras. La estructura de las agallas es como sigue: l.° Epidermis estomatífera. 2.° Capa de tejido esponjoso, lleno de celdas aéreas. 3.° Parénquima de largas células radiadas, entre las cua- les se abren espacios o tubos que permiten el paso del aire hasta la cavidad interior o central donde la larva se aloja. 4.° Capa interior de células ricas en almidón, grasa y azúcar, que constituyen la masa alimenticia de la larva. Generalmente se lignifican las paredes de las células más externas, convirtiéndose así en zona protectriz. (1) Según MOLLIARD, citado por BOUVIER, los parásitos cecidógenos tienen sobre las plantas una acción comparable a la de los embriones mismos, acción que se traduce por un quimismo análogo que orienta las formaciones de los nue- vos tejidos. Sumariase la acción traumática a la acción química de los jugos salivales o del jugo que acompaña al huevo depositado por el oviscapto en el espesor de los tejidos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 155 Fuera de las larvas, o a más de ellas, suelen encerrarse en las agallas otros insectos: se los dice locatarios, y cuando éstos ocupan celdas de agallas abandonadas por los cyní- pidos, los nuevos ocupantes son llamados sucesores. La importancia comercial y médico-farmacéutica de las agallas resulta de su composición química y de su riqueza en tanino. Según Wagner, el tanino de las nueces de agalla es el tipo de los taninos denominados patológicos, por oposición a los taninos fisiológicos contenidos en las cortezas vege- tales. Los taninos patológicos o «animales» se diferencian de los taninos vegetales o fisiológicos por los siguientes carac- teres: TANINOS VEGETALES l.° No se desdoblan bajo la influencia de los ácidos di- luidos, ni por fermentación. 2.° Por destilación dan pi- rocatequina. 3.° Con la gelatina dan un precipitado imputrescible. TANINOS ANIMALES l.° Se desdoblan en ácido gálico y glucosa. 2.° Dan por destilación áci- do pirogálico. 3.° El precipitado que dan con la gelatina es putrescible. En las industrias se usan las agallas como antipútridas: v. gr., en el curtido de los cueros, y también en la fabrica- ción de tinturas tánicas y de tintas. En los laboratorios químicos sirven para descubrir la pre- sencia del hierro, de la gelatina y de los álcalis vegetales, a los cuales precipitan. En Medicina se han empleado, y se las emplea, como astringentes, ya en cocimientos, ya en infusiones; y se las administra al interior, o se las aplica exteriormente. La nuez de agallas es el antídoto de las intoxicaciones con opio, estricnina, cobre y plomo. Las especies zoológicas que dan las agallas más usuales en el comercio son las que a continuación se describen: 156 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Cynips tinctoriae. Pertenece a los Cynípidos de antenas cortas y mazadas, taladro arrollado en espiral y oculto dentro del abdomen; con nervaciones amarillas en las alas, y con una mancha negra en el abdo- men: todo el cuer- po es velludo y blanquizco. Este insecto de- posita sus huevos sobre los brotes o yemas de una en- cina asiática, el Queráis lusita- nica var. Infec- taría, árbol de dos metros de altura, abundante en las costas del Mediterráneo. En él produce agallas esféricas, del tamaño de una cereza, de color verde obscuro, con aspere- zas o con granos ob- tusos, que represen- tan escamas modifi- cadas, y por las cua- les se han llamado agallas espinosas; son pesadas cuando la larva está en su interior, livianas cuando el insecto ya ha escapado, y además; aparecen agujereadas y blanquecinas. Deben re- cogerse antes de que el insecto haya salido; de lo contrario son poco estimadas. Las mejores agallas de esta especie son las procedentes de Alepo, conocidas con los nombres de «agallas turcas*, «agallas del Levante» o simplemente «nueces de agallas*. Cynips. Taladro de un Cinípedo.-A, abdomen; a, tala- dro; b, papila anal.-B, taladro y accesorios. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 157 Cynips poli cera. Vive en el mismo árbol que el anterior, ocupando los brotes terminales, y produce una agalla pequeña, del ta- maño de un garbanzo, provista de una corona de tubércu- Pequeñas agallas coronadas de Alepo, enteras y cortadas. los análogos a los del fruto del mirto, y sostenida por un pedículo corto. Comúnmente viene al comercio mezclada a la anterior, y se la denomina pequeña agalla coronada de Alepo. Cynips argéntea. Es abundante en Francia, donde ataca a las inflorescencias hembras de la Encina pirenaica; es común en Inglaterra, Cynips argéntea-Agalla llamada «Manzana de Escocia». 158 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA donde ataca al Queráis pedunculata: da la agalla más grande, que se conoce con el nombre de Manzana de Es- cocia. Esta agalla es esférica u ovoidea, lisa, mide de 35 a 50 milímetros de diámetro, y está rodeada superiormente de una corona de puntos en número de cinco o seis, indicado- res de otras tantas flores abortadas. Su estructura es esponjosa uniforme, y, por tanto, son livianas; en el centro se halla la cápsula que guarda al in- secto. Cynips o Rhodites rosee. Este insecto se distingue por tener una sola generación anual, que puede ser sexual o partenogenética. Agallas redondas del Cynips kollari, en la encina roja. La hembra se asienta sobre los brotes tiernos y foliáceos de la Rosa canina y de la Rosa centifolia. En cada yema hace tres picaduras, y en cada una de éstas deposita varios huevos. Generalmente la siembra es simétrica sobre tres hojas de un ciclo folial del botón, ya en la cara inferior, ya en la superior, pero siempre sobre la nervadura principal o sobre el pecíolo. El crecimiento de las hojas se perturba: se TRATADO DE ZOO-FARMACIA 159 espesan, se encorvan, se fusionan, forman una masa velluda de color verde o rojo, que es la agalla, la cual madura en otoño, y en la primavera siguiente sale de ella el insecto. Agalla de Hungría, producida por el Cynips calicis. Agallas redondas del lense o de Francia, pro- ducidas por el Cy. Hun- gárica. Esta agalla o bedegar ha sido particularmente usada en Medicina, recomendada por Reaumur como antidiarreica y antidisentérica, antiescorbútica, antihelmíntica, y aun como diurética. Cynips kollari. Este Cynips origina las agallas redondas del roble, agalla lisa, o agalla del pecíolo, formadas en los peciolos o en las mismas hojas del Qüercus robar y del Quercus sessiliflora. Dichas agallas son esféricas, rojizas, de 15 a 20 milí- metros. Se las encuentra en grupos de cuatro a cinco en el ex- tremo de las ramas; a veces se ofrecen ejemplares divididos 160 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA internamente en tres o más lóculos, que encierran otros tantos insectos. Rama de Queráis infectaría que lleva dos agallas. Estas agallas establecen así la transición de las unilocu- lares a las multiloculares, de las cuales^es tipo la agalla del rosal o las agallas cornicula- das del Queráis pubescens, producidas por el Cynips co- ronelía, que son pluriloculares y plurilarvarias. Cynips hungarica. Este gallinsecto produce la agalla redonda, agalla de Francia. Crece sobre el Quer- áis ilex, en el Mediodía de Francia y en el Norte de Ita- lia. Es de forma esférica, grue- sa, de 19 a 22 milímetros, ya lisa, ya rugosa, muy liviana, gris verdosa y de estructura esponjosa, salvo en su cara in- terna, que es densa y blanca, pero sin almidón. Agallas de Esmirna. CAPITULO VII Sumario: De los Dípteros.-Lo que de ellos importa conocer al farmacéutico.-Apéndice a los insectos. Este orden de insectos metábolos, tan molestos como pe- ligrosos, sólo por esta cualidad merece ser estudiado en sus especies más notables, para saber sus maleficios y su gran rol en la evolución de la materia orgánica muerta. Desde luego los distinguimos porque sólo poseen el par de alas anteriores; el par posterior ha sido sustituido por «balancines*, designación ésta que advierte su rol. Su aparato bucal está conformado para picar y chupar. El número y la conformación de sus piezas son variables. Así, en los mosquitos hallamos un labio inferior largo y acana- lado, terminado en una paraglosa; dentro del tubo se mue- ven piezas filiformes que ofician de maxilas y de mandí- bulas, de epi e hipofaringe; todas reunidas forman un tubo a través del cual suben la sangre y demás líquidos aspira- dos. Son, pues, hexaguetos, o de seis cerdas. Se dicen tetra- quetos los dípteros con sólo cuatro piezas, y diquetos los que sólo tienen dos, como la mosca doméstica. La generalidad son ovíparos; pero hay especies vivípa- ras. Tienen metamorfosis completas. Sus larvas ya son acé- falas-es decir, con cabeza mal desarrollada, y se dicen gu- sanos, como en las moscas,-ya tienen cabeza bien desen- vuelta, como en los mosquitos. En las primeras la piel no cambia durante su ninfosis; 162 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA solamente se endurece formando un estuche, llamado tonel o pupa, que quiere decir «muñeca», por su parecido morfo- lógico con este juguete infantil. Clasifícanse así: I vivíparos.. I 0 (larvíparos. parásitos Pupiparos; ej. \Hippobosca equina. iMelophagus ovinas. fLynchia penelopes. íEstridos. - Múscidos. (Tabánidos. Dípteros de antenas cortas. Braquíceros. . ovíparos. de antenas largas, bematóceros . Culícidos. sin alas, parásitos; sus larvas son vermiformes... Afanípteros ... Pulícidos. Interesan a la Higiene muy particularmente los Músci- dos y los Culícidos, aun cuando también en las otras fami- lias hállanse especies contra las cuales se debe estar preve- nido. En efecto; las larvas de los Estridos parasitan sobre los mamíferos durante su fase larvaria, ya en cavidades natura- les-verbigracia, en el estómago (Gastrophilus equi), o en las fosas nasales o senos frontales (Estrus ovinus),-y por eso se los llama «cavícolas», ya en el espesor de la piel o en el tejido subcutáneo, y se dicen «cutícolas»: verbigracia, el Hypodenna bovis, la Dermatobia cianiventris, cuya larva es el macaco americano, mayoquil o torcel. A la enferme- dad ocasionada por esas larvas parásitas se la denomina myasis, y también la producen algunos Múscidos. Algunos Estridos pueden excepcionalmente causar mya- sis cutáneas en el hombre: tales los E. ovis, bovis y Diana, la ura de Misiones y el bicho berne del Brasil. Los tabánidos, cuyos machos son tetraquetos y las hem- bras hexaquetos, pueden inocular gérmenes infecciosos. Capital importancia tienen desde este punto de vista las moscas, cuyas larvas son saprofito-saprozoarias, y a veces parásitos generadores de myasis cutáneas, cavitarias e in- testinales. Especies interesantes son la Piophila casei, cuyas larvas TRATADO DE ZOO-FARMACIA 163 se crían en el queso; la «mosca azul de las carnes» (Callipho- ra vomitoria), la «mosca verde» o «de César» (Lucilia Cce- sar), la «mosca dorada» (Compsomya macollaría), y la Sarcófago carnívora, todas capaces de producir gusane- ras graves. Triste resonancia han tenido las moscas tsé~tsé o Glo- sinas hematófagas, inculpadas como intermediarias o trans- misoras de los tripanosomas que generan la enfermedad del sueño y la nagana, y la mosca brava (Stomoxis nebu- losa), inoculadora del carbunco. Entre los Culícidos o «mosquitos» son dignos de mención: el Culex pipiens, mosquito doméstico, cosmopolita; el Culex ciliaris, intermediario en la transmisión de la Filaría Bran- cofti; la Stegomya fasciata o Calopus, transmisor de la fie- bre amarilla, y el Culex fatigans, propagador del dengue. A la familia de los Anofeles, caracterizados por sus langas, pertenecen las malignas especies A. maculipennis, A. clavi- ger, A. bifurcatus, A. argyrotaris, A. viridipennis, que transmiten las fiebres palúdicas, siendo huéspedes interme- diarios de los plasmodios que las generan. Supuesto el ra- dio enorme de su acción en nuestra República, la campaña social de profilaxis antipalúdica se basa en la destrucción de los dípteros alados o de sus larvas, evitando las picadu- ras, y en la desecación y drenado de los terrenos inunda- bles, cuyas charcas favorecen la multiplicación de ellos. El farmacéutico expende muchas substancias insectici- das, y debe conocer la especificidad de las mismas en re- lación con esos insectos. Por eso le interesan las nociones precedentes y las que siguen. El vulgar polvo Buffach es de segura acción contra las moscas; no así contra los mosquitos. En cambio, los polvos de crisantemos quemados ahuyentan y matan a éstos; la Zanzolina, preparada con polvo de raíz de valeriana y flo- res de crisantemo, es muy recomendable en fumigación a puertas cerradas. El farmacéutico podrá recomendar asimis- mo las fumigaciones al formol, al azufre, al eucalipto, etc. Celli y Casagrandi recomiendan, por orden decreciente 164 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA de actividad tóxica larvicida, las siguientes substancias, que el farmacéutico recomendará verter sobre pozos, tanques, cisternas, vertientes, etc., donde haya ninfas o larvas de Culex o de JAnofeles. Son: Anhídrido sulfuroso. Permanganato potásico. Acido clorhídrico. Sal común. Potasa. Amoníaco. Sublimado. Cloruro cálcico. Sulfato de hierro. Bicromato potásico. Sulfuro sódico. Substancias minerales.. Polvos vegetales. Flores de crisantemo. Hojas de tabaco. Petróleo y aceite. Formalina. Cresoles. Algunos colores de anilina. Substancias ¡orgánicas De los Afanipteros o pulgas.-Importa al farmacéutico no olvidar algunas especies que pueden transmitir enfer- medades o vermes parásitos. Tales son la Pulex Cheopsis, descubierta por Rotsch en 1903, que se dice transmisora de la peste bubónica, siendo parásito de las ratas; la pulga del perro (Ctenocephalus canis), inculpada de transmitir la te- nia llamada Dipylidiuni canis; la Pulex penetrans, pique o nigua, propia de regiones tropicales, cuya hembra grávi- da se implanta debajo de la uña del dedo gordo de los pies. En orden a las primeras deberá tener, y recomendar para combatirlas, los polvos insecticidas comunes; y en cuanto a la última, aconsejar el único tratamiento, a practicar por el médico: la extracción del parásito y la antisepsia del foco purulento que lo envuelve o que deja. 165 TRATADO DE ZOO-FARMACIA APÉNDICE A LOS INSECTOS Heterópteros.-Es un sub-orden de los Hemipteros o Rynchotas, caracterizados por tener las alas anteriores co- riáceas en su mitad basilar, y el rostro inserto en la frente. Entre ellos se incluyen e interesan los Redimios o «chin- ches-moscas», muy sanguinarios; el Conorhinus megistus o Triatoma megistro, que se considera hoy como agente transmisor del Trypanosoma Cruzi, que produce en el Bra- sil la «opilaQao». También pertenecen a este sub-orden la chinche de las camas o «Acanthia lectularia», la chinche verde de los montes y otras. Apteros.-Son hemipteros sin alas; las han perdido por su adaptación al parasitismo. Tienen desarrollo directo. Se comprenden entre ellos las Garrapatas y los Pedicúlidos, que viven de la sangre de los mamíferos. De los últimos, los más conocidos son los pedículos de la cabeza o piojos, los inguinales o Ptirios y los piojos de los vestidos o Pe- diculi vestimenti. Este último es considerado hoy como el transmisor del tifus exantemático y de la fiebre recurrente europea. Sus huevos se llaman liendres. Los Ptirios tienen abdomen de seis segmentos, no separado del tórax; los Pedículos lo tie- nen separado, y compuesto de siete a nueve anillos. CAPITULO VIII Sumario: Nemathelmintos.-Su lugar racional en Sistemáti- ca zoológica.-Especies que el farmacéutico debe saber apre- ciar en su rol patogénico y para la recomendación provechosa de los específicos antihelmínticos que expende.-Característi- cas morfológicas de las mismas. Aun cuando este grupo de animales no encuadra en la Materia médico-farmacéutica, por las mismas razones que nos determinaron a tratar someramente de los Plathelmin- tos hemos de recordar sus caracteres comunes y los que son propios de sus especies «patógenas» o simplemente «parásitas». Discutida su significación sistemática o taxonómica, de- ban o no aproximarse más bien a los Artrópodos que a los Gusanos, nos parece útil y propio tratarlos aquí. La mayo- ría de los zoólogos siguen describiéndolos como gusanos cilindricos. La presencia de una envoltura quitinosa aislable y la fal- ta de toda segmentación los separan de ellos. Todos carecen de ventosas y de miembros o apéndices ciliados para la locomoción. Comprenden tres grupos: l.° Nematodes, que son dioicos, con tubo digestivo no ramificado. 2.° Gordiáceos, que en estado adulto carecen de tubo digestivo. 168 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 3.° Acantocéfalos, desprovistos de tubo digestivo en toda edad, y con trompa armada de ganchos o púas. Del punto de mira fijado, interesan los primeros, que de- ben ser conocidos de todo individuo culto, máxime de los farmacéuticos, a quienes el vulgo acude ordinariamente en consulta para demandar un consejo o un remedio. Daremos algunas nociones biológicas de los principales. Ascaris lumbricoides. Es la «lombriz intestinal* más común en nuestro país. Parodi y Vidacowich lo han constatado en 2,66 por 100 de los hospitalizados en Buenos Aires. Es fusiforme, con la extremidad ante- rior cónico-truncada teniendo en el cen- tro la boca, rodeada de tres labios; extre- midad posterior agu- da y flexuosa en la hembra, encorvada en el macho y pro- vista de dos apén- dices («espíenlas»), que son órganos de copulación. Mide de 15 a 25 centímetros, siendo la hembra mayor que el macho. Gracias a su asom- brosa fecundidad, una hembra puede poner en un año millones de huevos de vitalidad indeter- minada. Depuestos en el intestino del huésped y saliendo Masa de ascárides expulsados por un niño de 13 años. (De nuestra colección.) TRATADO DE ZOO-FARMACIA 169 al exterior con las deyecciones, estos huevos llevan un em- brión capaz de resistir durante muchísimo tiempo a la de- secación y a otras acciones de los agentes exteriores. Lle- vados a otro huésped con las aguas de bebida, con las be- bidas crudas o por medio de las inanos, se desarrollan en él. En las heces se descubre fácilmente por medio del mi- croscopio la presencia de los huevos, pues su forma es ca- característica. Un solo huésped puede alojar centenares de vermes, y el estado anormal que constituye este parasitismo se llama ascaridiosis. El parásito produce lesiones materiales en la mucosa, porque con sus labios, provistos de dientes, ulcera o lasti- ma; porque con sus ágiles movimientos estimula el peris- taltismo, y porque las toxinas que excreta causan infección y determinan reflejos muy variados. Se combate eficazmente por medio del semen-contra o de la santonina, su principio activo. La profilaxis consiste en evitar que las materias fecales vayan a polucionar las aguas o las verduras, y tomando las aguas filtradas, las verduras cocidas, y no terciando la leche sino con agua hervida o filtrada. Oxiuros. El Oxyuris vermicularis es un gusano muy pequeño (cua- tro a 12 milímetros). Se parece a los gusanos del queso viejo. Vive en todos los tramos del intestino; pero la hembra fe- cundada se localiza preferentemente en el recto, provocan- do un prurito anal muy intenso y causando lesiones trau- máticas en la mucosa. La infestación se produce directa- mente: no pasa el embrión por ningún huésped interme- diario, y por eso la auto-infestación es tan común. La vitalidad del embrión es grande en los huevos dese- cados; no así en el agua. Tanto este parásito como el precedente, han sido incul- 170 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA pados de abrir la puerta de entrada a muchas infecciones graves; verbigracia, la tifoidea y la apendicitis. La extirpación del parásito es algo difícil, tanto por su gran fecundidad como por la auto-infestación, que facilita la natural propensión a suprimir el escozor rascándose con las uñas, que luego son llevadas inconscientemente a la boca. Se le combate con enemas de agua fría o de vinagre aguado, o con santonina o calomelanos. Se previene bebiendo agua filtrada, y absteniéndose de comer frutas y verduras crudas no lavadas. Entre nosotros su frecuencia es menor que la del Ascaris. Se la ha observado en la población hospitalaria en propor- ción de 1,33 por 100 en los niños y 0,66 en los adultos. Ankylostoma. Este verme es parecido al anterior por su aspecto, tama- ño y color; pero basta una lente para notar las diferencias, que las figuras ponen de manifiesto, y a ellas nos referimos. Nematodes. Vive en el intestino delgado, en el duodeno, causando alteraciones materiales por sus mordeduras, sustracción de TRATADO DE ZOO-FARMACIA 171 sangre, y sobre todo una intoxicación por reabsorción in- testinal de sus toxinas, que destruyen los glóbulos rojos. Hay una especie muy común en las zonas tropicales y subtropicales de América, llamada Necator americanus, frecuente en algunas provincias y territorios argentinos; verbigracia, Corrientes, Norte de Santa Fe, Misiones, Cha- co. En Córdoba se le observa también con harta frecuencia. Sus huevos son eliminados con las heces, y en el suelo húmedo se desarrollan rápidamente las larvas. Acantocéfalos. Ofrece la particularidad de que sus larvas pueden pene- trar en el cuerpo humano, no sólo por vía bucal, sino tam- bién a través de la piel. Con los nombres de «anemia de los mineros», «anemia de los ladrilleros», «clorosis egipcia», «mal del corazón» y «opila^ao», se conoce en los distintos países la anquilos- tomiasis, enfermedad siempre grave, que ataca preferente- mente a los jóvenes y a los adultos, no siendo rara en los niños. Es común entre los obreros de los arrozales, cultiva- dores del café, mineros y alfareros, cuyos malos hábitos hi- giénicos son conocidos. Se la evita por medios directos e indirectos. Directos: aislamiento absoluto del enfermo, aislamiento 172 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA y desinfección de las heces, destrucción de las larvas. Indi- rectos: educación del obrero, saneamiento del medio exte- rior y del suelo en las regiones pantanosas donde el mal sea endémico. Nematodes. Medicación curativa: antihelmínticos, de preferencia el helécho macho y el thymol, previniendo no dar alcohol al enfermo en el caso de emplear esta última substancia. Tricocéfalo. El Trichocephalus dispar es otro gusano intestinal muy frecuente en los niños de la Argentina. En Buenos Aires lo han hallado Parodi y Widakowich en 33,33 por 100 de ellos. De mayor tamaño que los anteriores, alcanza a medir de 45 a 50 milímetros de largo. Tiene el cuerpo dividido en dos porciones: una filiforme agudísima, con boca puntifor- me, y otra ancha, espirilada en el macho. Con la extremi- dad afilada se insinúa en el espesor de la mucosa intestinal, que irrita, pudiendo provocar apendicitis cuando se ubica en la región íleo-ceco-apendicular. Los huevos son de forma típica: se parecen ai fruto del limonero, pues tienen un abultamiento en cada polo. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 173 Triquina. Trichina spiralis.-Pequeño gusano (de 1,5 a 3,5 mm.) vivíparo, de evolución compleja, que se desenvuelve al es- tado adulto en el intestino y al estado larvario en los múscu- los, encerrado en celditas que se llaman quistes de triquina. Al estado patológico que se constituye llámasele triqui- nosis. Sus huéspedes ordinarios son el chancho, las ratas y las lanchas. Con las carnes inquinadas del primero es como puede infestarse el hombre. Su evolución es como sigue: las larvas que llegan al estómago con las carnes del chancho pasan al intestino; allí se copulan machos y hembras, y éstas fecundadas deponen los hijos en el mismo intesti- no. A su vez, las larvas, para poder desarrollarse, siendo filiformes y micrométricas, abandonan el intestino, atravie- san su pared, caen en la luz de los vasos sanguíneos, y el torrente circulatorio las lleva a los músculos, donde se ins- talan. Los músculos se defienden, las aíslan, las encierran en celdas quísticas (quistes de triquina), de las cuales no pueden salir. Allí se detiene su crecimiento, a la espera de otro huésped que coma las carnes del que las soporta. Hay, pues, gran peligro para el hombre en comer las carnes de puercos inquinados. La triquinosis es afección grave, y aparece en forma semi-epidémica, en cuanto que son muchos los que se infes- tan a la vez, generalmente familias enteras, a raíz de una o más comidas en que ingieren jamón crudo o mal cocido. Y desgraciadamente, el diagnóstico etiológico de la infección se hace tarde, cuando ya las larvas han invadido los músculos. Hay que estar bien prevenidos, y combatir siempre la tri- quina en las ratas y en los cerdos, debiendo tener mucho aseo en sus piaras. 174 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Filarías. Desde que en Santiago del Estero el doctor A. Álvarez denunció dos casos de filarías allí observados, y en Tucu- mán los doctores Biglieri, Araoz y Padillas descubrieron micro-filarias en la sangre de los habitantes de algunos de- partamentos limítrofes al de esa capital, hay obligación de estudiar estas especies de vermes, cilindricos y filiformes, que en sus especies Filaría de Medina y Filaría linfática pueden causar accidentes graves, como los producen en los países de donde han sido importadas y donde reinan endé- micamente. La Filaría de Medina sólo en su forma de hembra grávi- da se deja ver en el tejido conjuntivo subcutáneo, produ- ciendo pequeños abcesos, a través de los cuales deben eli- minarse y dispersarse los embriones, que cayendo en el agua se desarrollan en el cuerpo de un crustáceo de agua dulce, el Cyclops coronatus, llegando después al cuerpo humano con el agua bebida. La enfermedad que ocasionan se llama dracontiasis o dr acunado sis, nombre derivado del de «dracunculus* o «dragoncillo» con que era designado el verme. En uno o más puntos de la piel de los brazos, piernas y cabeza, regiones de localización preferida por el parásito, aparecen como granos supurantes, en cuyo fondo se mue- ve una especie de cordón blanco (el parásito repleto de embriones), que puede extraerse usando el procedimiento indígena o primitivo, que consiste en tomar una punta del parásito con un palito cortado en pico de flauta y tajado a manera de horquilla, a fin de poder arrollar aquél; también puede usarse un trocito de papel arrollado en un cilindro o un fósforo. El médico extraerá con un bisturí de un golpe el parásito, evitando cortarlo, y aseptizando luego la herida. La filaría de la sangre o filaría linfática vive en ambos líquidos, apareciendo periódicamente en la circulación pe- riférica. Los embriones pululan en la noche, y son recogí- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 175 dos por los mosquitos al picar al hombre; luego los trans- portan a otro huésped, propagando así la filariosis. Las filarías se desenvuelven y multiplican en los vasos y gan- glios linfáticos, obstruyendo la luz de ellos, produciendo embolias y consiguientemente retención de linfa; además, dilatación de los vasos linfáticos, rotura de los mismos y linforragias, síntomas que caracterizan la enfermedad lla- mada elefantiasis de los árabes, en razón del extraordi- nario tamaño que adquieren los órganos afectados, espe- cialmente los brazos y piernas, que recuerdan la forma de las extremidades del elefante. Otros nemathelmintos de menor importancia y más ra- ros son la Anguililla intestinalis, los Gordios y los Echino- rinchos (Acantocéfalos). CAPITULO IX LOS NEFR1DIADOS Sumario: Caracteres generales del grupo.-De los Trocozoa- rios.- Clases de los Lofostomas y Gusanos- Hirudineos de interés médico-farmacéutico. - «Rincobdélidos», «Quetópo- dos» y «Gefíreos». Este grupo de Metazoarios artiozoarios, esencialmente caracterizados por la presencia de nefridios temporáreos o de duración y por la falta constante de cilias vibrátiles, comprende dos legiones u órdenes: la de los Trocozoarios y la de los Cordados. Los primeros proceden de una forma larvaria especial, la trocosfera, ovoide o espiral, provista de una placa cefálica sensitiva y anterior, una cintura ecuatorial con cilias lar- gas, pre-oral, una cintura ecuatorial con cilias cortas, post- oral, un tubo digestivo con boca abierta entre las dos cintu- ras predichas, un ano abierto en el polo posterior, dos nefridios tubulares con pabellón ciliado interno, y que des- embocan por la extremidad opuesta en el término del intestino. Se los ha dividido en tres tipos: Lofostomas, Gusanos y Moluscos. Los del tipo primero poseen un aparato vibratorio pre-bu- cal, consistente, ya en un disco ciliado, como en los Rotífe- ros, ya en tentáculos, como en los Briozoarios, ya en bra- zos también ciliados, como en los Braquiópodos. 178 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Los Lofostomas carecen de interés médico-farmacéutico; lo tienen sólo del punto de vista de la Sistemática, de la Filogenia y de la Geología. En cambio, interesan los Gusanos. los Gusanos. Constituyen un grupo numerosísimo e importante, en el cual se incluían antes todos los animales de cuerpo alarga- do y desprovistos de miembros; pero de él se han segregado varios géneros: entre otros, los Nemathelmintos, aproxi- mados hoy a los Articulados, y los Rotíferos, que ahora forman al lado de los Briozoarios y de los Braquiópodos, con los Lofostomas. Generalmente se los define diciendo que son «animales de simetría bilateral, cuerpo dividido en segmentos o anillos, y sin miembros o extremidades articuladas». Los hay también sin segmentación. La organización de los gusanos es muy variada. Tienen un estuche dermo-cutáneo, debajo del cual hay músculos en series diferentemente desarrolladas; su tubo digestivo es a veces simple, a veces ramificado, con ano o sin él; y tam- bién los hay sin aparato digestivo. La respiración puede ser cutánea o branquial; la reproducción, sexual y ovípara u ovo-vivípara. Todos proceden de una larva trocosfera, y su crecimiento se verifica por intercalación de anillos o brotes entre la ca- beza y la región anal, comenzando cerca de ésta. Se los clasifica ordinariamente en dos grupos: Monomé- ríelos (1) (que comprenden una sola clase, la de los Gaste- rotricos, sin segmentación) y Poliméridos. Estos últimos se dividen en Anélidos y Plathelmintos. A nosotros nos interesan principalmente los Anélidos, que son vermes anillados, cilindricos o planos, libres o (1) Este grupo fué creado por Metchnikof para incluir en él un pequeño grupo de géneros antes reunidos entre los Rotíferos, pero de los cuales difieren mucho. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 179 pseudo-parásitos, de anulación homónima y perfecta casi siempre, provistos de ventosas o sedas fijas en apéndices laterales. Los Anélidos son de respiración cutánea o branquial y de sangre roja, menos las sanguijuelas marinas, que la tienen de color verde. Poseen un aparato vascular cerrado, sin corazón. La ca- vidad general o visceral contiene un liquido plasmático incoloro con glóbulos ameboidales. El sistema nervioso central lo constituye una cadena ganglionar ventral. La locomoción se efectúa, ya merced a cilias, sedas o cerdas fijas (parapodios!, ya por medio de ventosas. La -va trocosfera. Llevan un aparato típico, compuesto de órganos llama- dos segmentarios o nefridios, dispuestos simétricamente en cada anillo. La piel es siempre desnuda y blanda, sin que jamás ad- quiera la consistencia testácea de la piel o dermo-esqueleto de los Artrópodos, y es mudable como en los reptiles. En cuanto a su modo de reproducción, diremos que los hay asexuados, y por tanto de reproducción ágama; los hay 180 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA sexuados monoicos, y por últi mo, también sexuados dioi- cos o dimorfos. Por lo que respecta al medio en que'actúan o a su modo de vivir, los hay terrestres y acuáticos, libres y parásitos.. Hirudo medicinalis-faz ventral, a)-faz dorsal,b). Se los clasifica generalmente así: Quetópodos (sin ven- tosas), Hirudíne os o discóforos (con^dos[ventosas) y^Gefi- reos (sin segment ación externa y con trompa). De ellos'sólo incumben a nuestro estudio los segundos,! caracterizados esencialmente por tener ventosas terminales,j por ^suj her- mafroditismo, y por la absoluta carencia de cilias,"sedas o> pseudopodos. Esquemas de segmentación ventral y dorsal de un Hirudo medicinaUs, Dicho orden de los Hirudíneos, que vulgarmente se con- funden bajo la denominación de sanguijuelas, comprende 'TRATADO DE ZOO-FARMACIA 181 anélidos dorsi-ventrales, cuya segmentación externa no corresponde a las divisiones internas, siendo por su modo de alimentación hematófagos o saprófagos. Se los ha dividido en nueve familias, comprensivas de muchos géneros. De las unas y de los otros sólo enunciare- mos los principales y mejor diferenciados, a los cuales co- rresponden las especies que debemos estudiar. Hay una familia denominada de los Anfibdélidos, de anulación heterónima, caracterizados porque la boca lleva sólo dos mandíbulas; otra denominada de los Gnathobdé- lidos, cuyos representantes tienen una boca provista de tres mandíbulas, y otra en la cual sus individuos carecen de mandíbulas alrededor de la boca, y en cambio poseen una trompa, siendo además de sangre blanca; parasitan en los peces, y se llaman Rynchobdélidos. La familia de los Gnathobdélidos se subdivide en mu- chos géneros, según lo dijimos más arriba; pero los princi- pales serían los siguientes: Limnatis u Hoemopis: ej., la sanguijuela del caballo y la borriqueña. Hirudo: ej., la sanguijuela medicinal, Nephelis: ej., la especie argentina denominada Nph. We- yembergh. Los Limnatis, mencionados por los hipiatras griegos y romanos, y muchos conocidos en España, Marruecos y Ar- gelia, interesan porque algunas de sus especies-verbigra- cia, la nilotica o «sanguijuela borriqueña», común en Espa- ña-atacan a los animales cuando van a beber a las charcas o pantanos donde ellas existen, fijándose en la boca o en la faringe; también el hombre puede ser víctima de su des- cuido si bebe directamente de dichas masas de agua. Son hirudíneos polimorfos, de coloración variable, muy robus- tas y de cuerpo cilindroide. Debido a la poca consistencia de sus mandíbulas y al escaso número (30) de sus dientes, estas sanguijuelas no pueden hacer cisuras en la piel, sino en las mucosas; son, por lo mismo, de rara aplicación far- macéutica. 182 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Las del género Hceniopis sólo atacan a los moluscos y gusanos de agua dulce. El mayor interés lo ofrecen las del género Hirudo, de las cuales describiremos tres especies: Hirudo medicinalis. Fué llamada H. venoesector (que corta las venas) por Bran, e latrobdella medicinalis por Blainville. La sanguijuela medicinal mide, en estado de reposo, de ocho a doce centímetros de largo por uno a dos de ancho, siendo muy exten- sible y muy contráctil. Su dorso es redondeado, y el vientre plano, ligera mente excavado en sentido longitudinal. Su color es variado; pero generalmente tiene el dorso verde-aceitunado, con estrías longitudinales negras y amarillas más o menos distintas; el vientre es obscuro, verdoso y man- chado de negro. Externamente aparece dividido su cuerpo en 26 segmentos, cada uno de los cuales comprende va- rios anillos. El número de éstos es distinto según se cuen- ten por la faz dorsal o por la faz ventral: inferiormente hay 95, y superiormente 102. Todos los segmentos, menos los seis anteriores y los cua- tro últimos, se componen de cinco anillos. Los segmentos l.° y 2.° se componen de un solo anillo; el 3.° tiene dos; en los segmentos 4.°, 5.° y 6.° hay tres anillos. Esquemas del tubo digestivo y de los aparatos nervioso y genital del Hirudo medicinalis. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 183 El segmento 23 consta de tres, y los segmentos 24, 25 y 26 solamente tienen dos. Los límites de cada segmento pueden determinarse por la existencia y posición de las llamadas papilas segmenta- rias, que en número de ocho por la faz dorsal y de seis por la faz ventral se muestran en el primer anillo de cada segmento. Además, el límite pos- terior de cada segmento se determina por los poros nefridiales, que se dis- tinguen en el borde y hacia la faz ven- tral de cada anillo terminal. Las papilas dorsales y ventrales se repiten con toda regularidad en cada zona, de suerte que sobre el dorso se distribuyen en ocho hileras y por el vientre en seis. Son consideradas como órganos de sensi- bilidad. Las papilas de los anillos 1, 2, 3, 5 y 8 están reemplaza- das por los cinco pares de ojos característicos de este hiru- díneo. Los poros nefridiales, dispuestos por pares en cada seg- mento, ponen en comunicación los órganos segmentarios con el exterior. Los nefridios son glándulas tubulares ape- lotonadas, que tienen su conducto afluente a una vesícula, en donde se detienen los productos. Una de las ramas del tubo nefridial se dilata en glándula mucípara, cuya des- embocadura se hace en la misma vesícula indicada. Exteriormente es apreciable e importante una región, lla- mada clitellum o cintura, a la altura de los anillos 24 a 39 de los segmentos 9.°, 10 y 11, caracterizada por unas glán- dulas cutáneas que en el momento de la postura de los huevos segregan abundante materia mucilaginosa, la cual sirve a la sanguijuela para elaborar el capullo que encierra aquéllos. Sobre la faz ventral, y a la altura de los anillos 30 a 34 del segmento 10, se abre el orificio sexual masculino, y A la izquierda, el apa- rato genital masculino solo. A la derecha, los órganos sexuales fe- meninos. 184 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA sobre el segmento 11, entre los anillos 35 y 36, se abre la vulva. En el fondo de la ventosa anterior, que es algo cóncava, se abre la boca; y sobre el último anillo, por encima de la ventosa posterior, se abre el ano. La boca está limitada por tres labios, que dejan entre sí una abertura de forma estrellada; dos labios son antero- laterales, y el tercero es postero-mediano. En los intervalos de dichos labios se encuentran tres grandes maxilas semi- circulares, dentelladas en sus bordes libres, y fijas al tegu- mento por un mango corto. En el borde rectilíneo de cada mandíbula se insertan manojos de fibras musculares que les imprimen movimientos de fuera adentro. A la boca siguen una faringe y un esófago amplio, corto y musculoso. En esta porción del tubo digestivo es donde, según Hayeraft, se abren las glándulas cuya secreción contiene un fermento que impide la coagulación de la san- gre que succiona la sanguijuela. Sistema nervioso de la sanguijuela. El estómago, muy desarrollado, aparece en forma de saco largo, dividido en once compartimentos, cada uno de los cuales, menos el primero, se bifurcan lateralmente en dos ciegos, siendo los últimos muy largos. Entre éstos se pro- longa un intestino muy grueso y corto, que hace continua- ción al estómago, del cual está separado por un estrangu- lamiento bien marcado. El aparato circulatorio, compuesto de un vaso dorsal y dos vasos laterales contráctiles, encierra sangre roja. Por la faz ventral corre un seno en el cual entra la sangre y se aloja la cadena ganglionar, formada por 21 ganglios. Por su sexualidad, son andróginos, de hermafroditismo TRATADO DE ZOO-FARMACIA 185 recíproco. El acoplamiento se hace a cuerpos invertidos, y dura varias horas. Cuarenta días después la hembra pone huevos. El aparato reproductor masculino se compone de nueve pares de testículos, situados hacia la parte ventral de los segmentos 12 a 20; los de cada lado se reúnen en un con- ducto deferente longitudinal, y ambos conductos deferentes se juntan para formar uno solo: el canal eyaculado!' o pene. En el punto de reunión de uno y otro conducto deferente se halla la próstata, que segrega un líquido aglutinante de los espermatozoides, los cuales forman así manojos de espermatóforos. El aparato sexual femenino se compone de dos ovarios globosos, contenidos en el segmento 11, y constituidos por tubos en ovillo, que se continúan en oviductos; unido el de .un lado con el del otro, forman el útero, envuelto por una glándula de albúmina y terminado por una vagina ovoi- dea que se abre en la vulva. Las sanguijuelas son ovíparas. Los huevos son puestos en capullos. Para efectuar la puesta, la sanguijuela sale del agua, ahueca un hoyo en el fango o tierra húmeda, y arroja por la boca una especie de saliva pegajosa, con ella barniza el hoyo labrado antes, en el cual se hunde. Las glándulas de la región del clitellum segregan un líquido que se coagula en película, formando un anillo que rodea fuertemente el cuerpo; éste se hincha por encima del es- trangulamiento, y así salen los huevos por el orificio sexual y van acumulándose entre la película y la pared del cuer- po. Una vez lleno este estuche, que se denomina ooteca, el animal se despoja de él por medio de contracciones y extensiones violentas; ciérrase el capullo en los dos extre- mos con un tapón de substancia blanda y blanca, que al cabo del algún tiempo se endurece y ennegrece. Cada san- guijuela puede formar dos o tres capullos, los cuales se abren por sus polos al cabo de veinticinco o treinta días, dejando en libertad a las jóvenes sanguijuelas, de 15 a 20 milímetros de largo. 186 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Las sanguijuelas tienen ojos en número de cinco pares, visibles al exterior, apareciendo como manchas negras: los nervios ópticos proceden del ganglio supra-esofágico. Los órganos táctiles o acústicos residen, según algunos, en el borde de la ventosa bucal. La sanguijuela medicinal se alimenta únicamente de san- gre, que aspira por medio de la farin- ge después de ha- ber perforado con las mandíbulas la piel de los ani- males. Según Coupin, las larvas se ali- mentan de diver- sos insectos acuá- ticos; más tarde atacan a los batracios, y cuando adultas, a los mamíferos. Su locomoción es curiosísima, según Carlet, que la ha estudiado especialmente haciendo caminar a una sangui- juela sobre papel cubierto con negro de humo. Cuando la sanguijuela quiere marchar, fija fuertemente la ventosa posterior, contrayendo sus paredes de modo que se forme una cavidad interior, con lo cual se hace en ella el vacío; luego alarga el cuerpo tanto como es posible, aplica la ventosa anterior, la ahueca produciendo el vacío, y así se adhiere fuertemente a la superficie de aplicación; entonces levanta y despega la ventosa posterior contrayendo el cuer- po hasta aproximarla a la anterior, la cual se desprende, extiéndese nuevamente el animal, y así avanza repitiendo sucesivamente dichos actos. La función de succionar la sangre del huésped compor- ta cuatro operaciones: l.° Palpación de la superficie con los dos lados del la- bio superior (que imprime sobre el papel ahumado dos líneas convergentes), aplicándose luego por entero todo Impresiones que sobre papel ahumado deja la ven- tosa en sus diversos grados o momentos de apli- cación. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 187 el borde superior (se marca en el papel una herradura); en seguida el borde inferior (la impresión se vuelve triangu- lar curvilínea); luego baja la faringe (y el contorno se vuel- ve circular); en último término, el fondo de la ventosa se aplica a la superficie de fijación, y es expulsada la mayor parte del aire contenido (con lo cual la impre- sión sobre el papel de experiencia se vuelve blanca). 2.° Mordedura con las placas dentadas, que dan tres incisiones lineales, tres desgarra- duras en forma de tré- bol. 3.° Succión propia- mente tal, que se pro- duce separándose uno de otro los maxilares, al mismo tiempo que se hunden en la piel, con lo cual la faringe se dilata y toma la forma de un embudo triangular, en cuya cavidad vacía pe- netra la sangre. 4.° Deglución, que se efectúa bajándose, separándose y levantándose sucesivamente los maxilares para rechazar- la hacia atrás, hacia el tubo digestivo, a manera de un pistón. El procedimiento operatorio de la sanguijuela responde así a tres instrumentos, dice Carlet: la ventosa, el escari- ficador y la jeringa. La sanguijuela medicinal se encuentra siempre en las charcas y pantanos, fija a las piedras o plantas acuáticas. Es muy sensible a los cambios atmosféricos; pero tiene una resistencia vital admirable. Aun cortada por mitad cuando está chupando la sangre de algún animal, queda agarrada y sigue obrando durante algunas horas. Sección transversal de una sanguijuela.-m) capa muscular anular-1 m) capa muscular longitudinal-v 1) vasos laterales-n p) ne- fridios-v d) vaso dorsal-q m) tubo di- gestivo. 188 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA En cuanto a su duración de vida, dícese que puede lle- gar hasta diez años y más. Cuando ingiere sangre la di- giere muy lentamente, en largos meses. Las sanguijuelas grandes y medianas pueden absorber hasta seis veces su peso de sangre; pero la cantidad media que saca una grande es de 16 gramos. La sangre absorbida tiene la singular propiedad de no coagularse. Las sanguijuelas se pueden criar artificialmente en es- tanques cuyos costados y fondo se cubren con arcilla, re- novando frecuentemente el agua por una corriente super- ficial continua. En las farmacias se las conserva en frascos de vidrio o de barro, de modo que el agua pueda airearse; o bien, en tinas tapadas con tela metálica para que no se escapen de ellas, poniendo en el fondo tierra arcillosa. El comercio y cultivo de las sanguijuelas estaba antes más difundido que ahora en Cerdeña, Argelia, Egipto, Fran- cia y Hungría; actualmente la mayoría vienen de Hungría, Rusia, Turquía o Argelia. Para su venta se las clasifica, según su tamaño y su peso, en finas o pequeñas, medianas, gruesas y mayores o va- cas. Una buena sanguijuela debe pesar, vacía, dos gramos. El uso médico de la sanguijuela es muy antiguo: Ga- leno ya lo preconizó; Rhazes, Fabricio, Pareo y otros recomendaban su aplicación en la tiña, en las pústulas in- veteradas, en la epilepsia, glositis, anginas, apoplejías, of- talmías, odontalgias, etc. Sthal consideró útiles las eva- cuaciones sanguíneas obtenidas por su intermedio en los pictóricos. Preferíalas a las ventosas, porque su acción es más duradera. Pero sus prestigios han ido decreciendo día a día, no tanto porque se respete más que antes la sangre de los enfermos, pues cuando se reputa necesaria una ex- poliación sanguínea se aplican las ventosas escarificadas, cuanto porque, teniendo en cuenta que una misma sangui- juela suele utilizarse dos y más veces, se teme que su uso haga posible la inoculación de gérmenes patógenos. No puede negarse, sin embargo, que han prestado ser- vicios a la Humanidad y a la Medicina, y eso justifica el TRATADO DE ZOO-FARMACIA 189 empleo que todavía se hace de ellas, por lo cual vamos a decir en qué forma conviene usarlas para su mejor éxito. Ante todo, deben escogerse los ejemplares más robustos y ágiles. Son preferibles las que se recogen en las aguas corrientes, y deben estar vacías y hambrientas, para que ataquen inmediatamente de aplicadas a la piel o a las mu- cosas. Cuando ha de aplicarse una sanguijuela, la región ele- gida para ello debe rasurarse bien, lavarse después con agua jabonosa, y friccionarse en seguida con una franela o tela algodonosa, para que se congestione la región (1). Para que la sanguijuela prenda, Brunkinhausen aconse- ja ponerla en un tubo de vidrio o de porcelana de 14 cen- tímetros de longitud y abierto por sus extremidades, apli- cando una de éstas sobre el sitio elegido y empujando a aquélla con un pistón para obligarla a moverse, adaptarse y morder en la zona circunscrita por la boca del tubo. En vez de tubo puede emplearse un vasito estrecho. Una vez adherido, el hirudo se llena poco a poco de sangre, y cuan- do está repleto se desprende espontáneamente. Si se desea prolongar la fluxión sanguínea, bastará apli- car sobre el mismo sitio compresas húmedas y calientes, o efectuar lavados o abluciones con agua tibia, o aplicar ca- taplasmas o ventosas, o antes de que el verme se haya desprendido, cortarlo por la mitad. Por el contrario, cuando se quiere cohibir prontamen- te la hemorragia o atenuar la corriente de sangre, se prac- ticarán lociones con líquidos helados o astringentes, o se hará compresión prolongada sobre el orificio de la herida, o se cauterizará ésta con percloruro de hierro o con el termo-cauterio. Cuando la sanguijuela no se desprenda espontáneamente, bastará a dicho fin espolvorearla con sal, tocarla con vi- nagre, con agua de tabaco, con ceniza o con jugo de limón. (1) Según Merat y Lens, las sanguijuelas rehúsan morder la piel de las per- sonas sometidas a una medicación sulfurosa o que se hayan bañado en diversas oluciones medicinales. 190 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Su vaciamiento una vez desprendida se obtendrá arro- jándola sobre un recipiente que contenga ceniza o sal. Chatelain aconseja echarla en una vasija de barro que contenga solución acuosa de sal al 10 por 100, asegu- rando la sumersión del verme. Otro procedimiento consiste en mojar con vinagre la extremidad oral y colocarla sobre carbón pulverizado o en vino, a la vez que se la frota suavemente desde la cabeza a la cola. Por último, puede provocarse mecánicamente la expulsión de la sangre suc- cionada por el verme exprimiéndole con moderación y gra- dualmente en dirección de atrás hacia adelante; toda com- presión en sentido contrario podría producir la rotura de los ciegos estomacales. A veces se hace necesaria la aplicación de sanguijuelas en las vecindades de los orificios naturales-verbigracia, nariz, ano, oídos, etc.,-por los cuales puede insinuarse o penetrar el verme. Entonces es preciso saber determinar su salida, y al efecto se aconsejan enemas o lavados con solu- ciones aciduladas o fuertemente aromatizadas. Hirudo officinalis. Así llamó Moquin Tandon a esta especie, que sólo di- fiere de la anterior por su color: es de dorso verde y vientre aceitunado sin manchas. Mide 15 centímetros de largo. Habita en aguas dulces de Europa y Africa septentrional, encontrándosela en fosas, estanques o fuentes de corriente débil. Hirudo troctina. Fuera de la «Sanguijuela medicinalis», se emplea frecuen- temente en la práctica otra especie, que es la Hiruclo trocti- na, Sanguisuga interrupta de M. Tandon, llamada «dragón de Argelia» o «sanguijuela dragón», «sanguijuela fina», y por los ingleses, troutleech, a causa de la semejanza de sus manchas con las de la trucha. Es de color verde-rojizo TRATADO Di ZOO-FARMACIA 191 sobre el dorso, con seis hileras de manchas negras circun- dadas de rojo situadas en el último anillo de cada zona, excepto en los anillos 99 a 101, que llevan además papilas segmentarias. La cara ventral es amarillo-verdosa o gris-verdosa, con manchas negras y dos bandas margi- nales en zig-zag. Mide de 8 a 10 centímetros de largo por 12 a 18 milímetros de ancho. Su característica diferencial con el «H. medicinalis» es la siguiente: los dientes de su mandíbula son en núme- ro de 65 a 76, mientras que aquélla tiene 90, y el «H. officinalis* tiene de 90 a 95. Es originaria de Argelia y de Ma- rruecos; abunda en Túnez, de donde se la exporta a los demás países. Por sus menores dimensiones tiene menos poder de absorción que las otras dos; así lo ha constatado Ebrard. De los Limnatis. Tres son las especies representan- tes de este género: l.° L. misomelis, del Senegal; 2.° L. granulosa, de la In- dia; 3.° L. nilotica, de Argelia, que no debe confundirse con la «sanguijuela negra», Hosmopis sanguisuga, del Me- diodía de Europa. Unas y otras carecen propiamente de interés farmacéutico. Ni se las cultiva, ni se las expende, ni se usan. Sus caracteres biológicos fueron ya sintetizados al ha- blar de los Hirudíneos en general. Su interés médico surge únicamente teniendo en cuenta los errores de diagnóstico a que pueden inducir las hemo- Lombriz de tierra.-pr., prostama; seg. t., seg- mento terminal; la 140, anillos; el., clitelo. 192 DR. EÉLIX GARZÓN MACEDA rtagias o los accesos de sofocación cuando accidentalmente llegan a fijarse en las fauces o en la laringe, faringe o fosas nasales, cuando el hombre bebe en las charcas o lagunas, en donde ellas abundan. los Nephelis. Este género de hirudíneos cuenta con muchos represen- tantes en nuestro país. El naturalista Dr. Weyenberght ha descrito y clasifica- do catorce especies, casi todas halladas en las acequias, lagunas y pantanos de Córdoba y de sus departamentos serranos. Se las conoce vulgarmente con el nombre de chancacas. Dicho naturalista caracterizaba el género porque todas sus especies tienen cuatro pares de ojos; la aber- tura genital masculina, hacia el anillo 31, y la femenina, entre el 34 y 35, careciendo de dientes en sus quijadas, reducidas a simples plie- gues cutáneos. La medicina casera las utiliza a veces a los mismos fines que los hirudos ya descritos. Tienen acción antiflogística y depletiva innegable. Rincobdélidos. Lombriz de tierra. Son Hirudíneos marinos, provis- tos de trompa recta y eréctil, que sustituye a los maxilares; sin apéndices externos, de san- gre blanca, y con órganos segmentarios colocados en el primer anillo de cada zoide. Su estómago carece de di- vertículos o ciegos laterales, por lo cual su capacidad es re- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 193 ducida; apenas absorben dos veces su peso de sangre (1). Una familia interesante es la de los Hoem.enteri.os, cuyo representante, la H. officinalis, originaria de Méjico, susti- tuye en toda América Central a las sanguijuelas europeas ya estudiadas. Hirudineos. Esa especie, dice Railliet, ofrece la ventaja de no produ- cir una herida grande; en cambio, su picadura provoca fe- nómenos inflamatorios, urticaria y perturbaciones genera- les graves con manifestaciones cerebrales, cuya causa se ignora. Poseemos en nuestra colección dos ejemplares de Rincób- délidos del género Pontobdella o Albiones y de la especie P. muricata, notable por las tuberculizaciones externas y por los tabicamientos interiores en todos los segmentos a la altura del primero de los cuatro anillos que los componen. También poseemos un ejemplar de la especie Branquelion torpedinis, del género Branchelion, caracterizada por sus branquias laterales salientes. Son parásitos de las rayas, en' las cuales se fijan cerca de los ojos y de las branquias. . (1) La cápsula ovigera, esferoidal y pedunculada, apenas contiene un huevo. 194 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA los Quetópodos. Son anélidos sin ventosas, y provistos de manojos de pelos o cerdas en número par, implantadas en mamelones carnosos (parapodios) o en púas marginales. La segmentación, externa e interna, es homónima; de forma cilindroidea, o chatos; de vida libre, acuáticos y ági- les, o sedentarios. Se dividen en dos familias: los Oligoquetos, sin bran- quias, ni parapodios, ni metamorfosis, monoicos o andróginos, y los Poliquetos, dioicos, branquia- dos, tentaculiferos y metamorfósicos. Pertenece a los últimos la especie Serpula con- druplicata, de que tenemos hermosísimo ejem- plar, provista de branquias empenachadas y fron- dosas, alojada en una celda tubular calcárea. Lumbricus terrícola o lombriz común. Al orden de los Quetópodos, familia de los Oli- goquetos, pertenece la «Lombriz de tierra», cilin- drica, afilada en sus extremos, cuyos anillos retrác- tiles llevan en los bordes posteriores cortas y esca- sas sedas córneas, dispuestas en cuatro rangos pa- res. Carece de ojos, pero es muy sensible a la luz. Es notable en ella una región espesada en forma de rodete dorsal, la región del ditpluni, si- tuada por delante de la zona de los poros sexuales. Como los hirudos anteriormente estudiados, esta especie es andrógina. La Medicina antigua hizo de ella algunas apli- caciones. Bomare decía que dan aceite y una sal volátil; que sus infusiones envino son cordiales, aperitivas, sudorí- ficas y diuréticas. Cocidas ó maceradas en aceite, o dese- cadas y administradas al interior en los reumáticos y en $iptíncuhis nudns. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 195 los débiles, los fortifican y sanan. Reducidas a polvo, se administraban contra las fiebres intermitentes. Hoy casi ni memoria queda de tan arbitrarios e injustifi- cados usos. Conviene no olvidar que al lado de su utilidad como elaborantes de la tierra vegetal o humus, tienen grave inconveniente en los campos donde se hayan enterrado animales muertos por carbuncosis, pues, según Pasteur, ellas pueden extraer o trasportar a flor de tierra las esporas del bacilo patogénico. Gefíreos. Son anélidos sin segmentación exter- na, provistos de trompa, en cuya base se abre la boca, ya inerme, ya provista de papilas, de dientes o de tentáculos. Poseen un intestino con dos aberturas, no siempre terminales. Su sistema nervioso está bien desarro- llado; pero sólo es notable el sentido del tacto. Carecen de ojos. Son dioicos. Habitan los mares, y se esconden entre las hendeduras de las ro- cas o en la arena. De sus especies poseemos las siguientes: Sipunculus nudus, Bonellia fuliginosa y Bonellia viridis. Esta es la más notable de su género. La hembra presenta bi- furcada su extremidad posterior; el macho es muy pequeño, y vive parasitariamente en los conductos excretores del aparato sexual femenino. Ponthobdella mu- ricata. CAPITULO X Sumario: De los Plathelmintos.-«Cestodes y Trematodes pará- sitos».-Tenífugos y tenicidas.-«Turbelarios». Aun cuando in stricto jare solamente deberían ser des- critos aquí los gusanos de interés farmacéutico, es tan grande la importancia de los gusanos intestinales, tan fre- cuentemente llegan a las boticas los clientes en demanda de antihelmínticos o en consulta sobre el grado de nocuidad de las formas vermiculares evacuadas en las deyecciones, que he creído necesario dar las más elementales nociones que permitan o habiliten al dicho profesional para saber clasificarlas, pues sólo conociendo su evolución podrá for- mular consejos profilácticos, y en ausencia o a falta de]mé- dicos en la localidad, indicar los medios y remedios apro- piados para librarse de tales parásitos. Entre los gusanos chatos y poliméridos, los Plathelmin- tos tienen gran interés, particularmente en sus grupos or- gánicamente degenerados por el parasitismo que practican. En general, carecen de miembros o apéndices locomoto- res, poseyendo, en cambio, ventosas; tienen'un aparato acuífero bien desarrollado; en su evolución son migrantes y metamorfósicos. Puede faltarles el aparato digestivo-verbigracia, a los Cestodes,-o poseer un tubo intestinal ciego, sin ano, como los Turbelarios y casi todos los Tremátodos, o con boca y ano: por ejemplo, los Nemertinos, que tienen también 198 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA aparato vascular sanguíneo, de que carecen los demás. Son hermafroditas. Estudiaremos sumariamente los Cestodes. El cuerpo es cintiforme, anillado, con ventosas o botri- dios cefálicos para su fijación. Viven parásitos en todas las fases de su existencia. Sus dos familias, Temados y Bothriocefálidos, contienen las especies que el vulgo llama «solitarias» porque ordi- nariamente cada huésped sólo alberga un ejemplar de extraordinarias propor- ciones. Tenias. Dos son las especies cos- mopolitas, si bien su abun- dancia o frecuencia está ligada al uso alimenticio de las carnes de bovinos y porcinos: son las tenias «armada» e «inerme», ésta sin ganchos, y aquélla con ganchos dispuestos en do- ble corona sobre la cabe- za; ambas provistas de cuatro ventosas. Por su aspecto exterior han sido comparadas con fideos chatos segmentados en crecido número de anillos, de los cuales los últimos se eliminan diaria o periódica- mente, ya uno a uno, ya en trozos de tres o más. Cuando se expulsan integras pueden medir de cuatro a seis y de ocho a diez metros, respectivamente. Su color es normalmente blanco; accidentalmente, son de distintos colores, y aun negras. La extremidad por la cual se fijan con las ventosas a la Cestodes. 199 TRATADO DE ZOO-FARMACIA mucosa del intestino se llama «escolex». A ella sigue el cuello, porción lisa, y a ésta hace continuación la cadena o «estróbila», formada por anillos o «proglótidos», que son anchos y cortos en la primera porción, cuadrangulares en la sección media, y más largos que anchos en la última. Los últimos anillos, maduros y repletos de huevos em- brionados, son desprendibles. Por su forma se reconocen, pues semejan pétalos de la flor del naranjo, por lo cual la solitaria ha sido tam- bién llamada «lombriz de azahar». El paciente llegará hasta la farmacia con algunos de estos anillos, o los des- cribirá, pidiendo a la vez el vermífugo que le libre del intruso que alberga. El farmacéutico no deberá li- mitarse a expender el re- medio solicitado, sino que ha de decirle cómo ha ad- quirido el verme, y cómo ha de conducirse para evi- tar nuevas infestaciones en sí y en los demás. Para eso le es necesario conoce^ dónde y cómo se crían, cuál es su evolución, por cierto no complicada. El hombre que lleva una tenia en su intestino y depone al aire libre, arroja anillos con centenares de huevos. Al secarse la materia fecal, se disgrega, y también los anillos, dejando los huevos libres a merced del viento y de las aguas, y vehiculizados por ellos, pueden ir a caer y adhe- rirse a las verduras, a los pastos o a frutas del suelo; en- tonces, con los alimentos pueden ser ingeridos por los ani- males vacunos y omnívoros (chancho). De los huevos tra- Cestodes. 200 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA gados por ellos y llegados al estómago salen los embriones, que, siendo microscópicos, ágiles y provistos de seis púas (embrión hexacanto), atraviesan las paredes del tubo di- gestivo para caer en la sangre, y con ella llegar a las carnes, donde quedan encerrados en unas celdas o quistes que les forman los tejidos. Los quistecitos se llaman cis- ticercos (bovis y celuloso). Cada uno guarda una lar- va de una futura tenia; pe- ro para que llegue a des- arrollarse le es indispen- sable pasar, con las carnes del animal huésped, al in- testino de un hombre que las coma sin asarlas o co- cerlas bien. De lo dicho se infiere que el hombre infesta a los vacunos, ovinos y suí- nos, y éstos infestan al hombre. En las carnes esos quis- tecitos aparecen como gra- nitos blancos ovoideos. La cocción por sobre 75° ase- gura la innocuidad de las mismas: de ahí el peligro que comportan las carnes sangrantes o simplemente curadas al humo, o saladas, o desecadas; verbigracia, el charqui. Hay otra tenia, muy frecuente en los niños, muy común en la Argentina como en Italia: es la Tóenla o Hymenolepis marina, T. nana o enana, pequeña, pues mide de 25 a 40 milímetros, y suele hallársela en gran número en el mismo sujeto. Ofrece la particularidad de no necesitar huésped intermediario para su desarrollo larvario. El embrión salido del huevo en el intestino del huésped penetra en las vello- sidades intestinales, y, convertido en larva, cae de nuevo y Cestodes. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 201 se fija, para crecer y multiplicarse después. Así se explica la auto-infestación y la rebeldía a los tratamientos anti- verminosos. La especie conocida por T. flauo-punctata se observa también en los niños. Entre nosotros sólo una vez se la ha constatado, por Greeway. Es parásito ordinario del intestino de las ratas y lanchas, y se señalan algunos insectos como sus huéspedes inter- mediarios. La T. canina, así llamada por ser común en el perro, ocupando su intestino delgado, parasita en estado de larva dentro del cuerpo de la pulga o del piojo. Se la ha hallado raramente en el hombre. Es fácilmente recognoscible por la forma de sus anillos, que semejan las semillas del melón. Importancia mucho mayor que las precedentes ha adqui- rido en esta época, por su extraordinaria difusión en nues- tro país, la Tecnia echinococcus. Vive al estado de verme en el intestino del perro, y al estado de larva vesicular o quística, en todos los tejidos del cuerpo humano, dando lugar al desarrollo de tumores más o menos voluminosos, únicos o múltiples, llamados quistes hidáticos o hidati- dicos. Son sus intermediarios más comunes los ovinos, bovinos y porcinos,completándose el ciclo evolutivo del verme den- tro de un círculo vicioso: el perro infesta a los animales her- bívoros u omnívoros, y éstos a su vez infestan al perro que come sus carnes o visceras con larvas hidatidásicas. (Véase la figura ilustrativa.) El hombre adquiere la infestación larvaria directamente del perro; al menos, esto es lo más general. Dada la fami- liaridad de trato que damos a dicho animal, fiel compañero y el más cariñoso entre todos los domésticos, eliminándose los embriones de la tenia juntamente con los excrementos, pueden quedar muchos de ellos adheridos a los pliegues del ano o a los pelos circunvecinos, provocando la comezón o prurito que obliga al animal a rascarse o lamerse en ta- 202 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA les regiones; y entonces recogerá con la lengua o con el hocico algunos de aquellos embriones, que se repartirán por otras partes de su piel cuando lleva a ellas la lengua, y de éstas pasarán a las manos del hombre cuando acari- cie al perro o reciba las caricias de éste. También puede adquirirlos el hombre bebiendo agua, o comiendo verduras crudas polucionadas por perros porta- dores de la tenia. Finalmente, entre los islandeses y otras gentes obligadas a compartir habitación, lecho y platos, especialmente de madera, con los perros familiares, la infestación es posible por los alimentos puestos en dicho utensilio, donde se da de comer también al perro. Cuando por cualquiera de los intermediarios antedichos llegan al estómago del hombre los huevos de la tenia, la cáscara se disuelve, dejando en libertad el embrión, que huye del medio intestinal, no favorable; llega a la circula- ción de la porta; por ésta, al hígado; por la corriente venosa va al corazón derecho; después, a los pulmones, etc., y se instala en uno u otro órgano, central o periférico, hasta en los huesos y en la piel, y al desarrollarse se convierte en larva hidrópica o quiste, cuya estructura es notable, pues ofrece el caso curioso de ser fértil, germinativa, originaria de indeterminado número de otras, que se convertirán en igual número de tenias si les son favorables las circunstan- cias y contingencias a que su desarrollo las sujeta. Involu- crado en un tejido cualquiera, el embrión vesiculoso se agranda, ahuecándose y llenándose de liquido transparente como agua de roca, resultando así el «hidátide», cuya pared se compone de dos membranas; una exterior, «cuticular», y otra interior o «germinativa», formada por células capaces de proliferar. Los brotes de esta membrana, creciendo hacia adentro, originan «escolex» o vesículas hijas, que a su turno botonan en su interior, engendrando gran cantidad de otros escolex o cabezas de futuras tenias. Y así, cada embrión pri- mitivo o cada hidátide primitivo puede originar centena- res de larvas hidáticas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 203 A veces las vesículas hijas se forman en el espesor de la membrana cuticular elástica del quiste primero, y en su desarrollo pueden caer en la primitiva cavidad y flotar en su contenido líquido; o bien, pueden desarrollarse hacia el exterior, formando vesículas exógenas secundarias. Excepcionalmente puede no proliferar el quiste y, por tanto, no formar escolex: en tal caso denomínasele «acefa- locisto». Los tumores quísticos pueden tomar gran desarrollo, al- canzando hasta el volumen de una cabeza de feto. Cuando los animales que se sacrifican en los mataderos para el consumo de carne por las poblaciones se muestran portadores de hidátides, se los decomisa. Antiguamente se daban a los perros de los mataderos o de las estancias los bofes o visceras crudas, con lo cual ellos resultaban conta- minados. Así se explica que la «hidatidosis», rarísima en la República Argentina antes de 1892, se haya extendido por todo su territorio, especialmente en las regiones ganaderas, y que sean particularmente frecuentes los quistes hidáticos en los habitantes de la campaña en las provincias del lito- ral y del centro. Las visceras con quistes, comidas por los perros, llevan al tubo digestivo de estos animales las lar- vas, y en el nuevo medio ellas evolucionan convirtiéndose en tenias. La «Tcenia echinococcus» es pequeña (mide de dos y me- dio a cinco milímetros), y está compuesta de tres a cuatro anillos, formando el último casi dos tercios de la longitud total del verme. El farmacéutico, como todo hombre culto, debe conocer el peligro que entrañan para las familias los perros porta- dores de parásitos intestinales, de lombrices, particularmen- te de esta tenia, y recomendar que se los purgue con fre- cuencia, que se les administre de cuando en cuando helé- cho macho y que no se les den a comer bofes crudos. Deben cumplirse fielmente las instrucciones ilustradas que el Ministerio de Agricultura ha impreso en grandes carteles que penden de las paredes en casi todas las esta- 204 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ciones de los ferrocarriles. Y el hombre no debe olvidar que es medida profiláctica de la mayor eficacia comer las verduras cocidas, y beber agua de fuentes no contamina- bles por las deyecciones de los perros. El Bothriocephalus latas o «gran botriocéfalo», cuya pa- tria clásica es la Suiza francesa, se ha observado tan sólo dos veces en nuestro país. En la región de los lagos de Gine- bra, en el litoral del Báltico y en el Norte de Italia, donde es endémico, causa una «anemia perniciosa», explicable teniendo en cuenta la enorme superficie de absorción que ofrece su cuerpo acintado, cuyas dimensiones varían de 8 a 15 metros, y la gran cantidad de toxinas que excreta y se reabsorben en el intestino para circular con la sangre, produciendo la destrucción de los glóbulos rojos. Al hombre llega con las carnes de las percas, Iotas, so- llos, truchas y otros pescados, en los cuales se desarrolla la larva de forma vermicular denominada «plerocercoide». Los peces se infestan a su vez ingiriendo con el agua hue- vos de botriocéfalo depuestos por el hombre y caídos o accidentalmente llevados a dicho medio acuático. Ciclo biológico de botriocéfalo. Las figuras que acompañamos ilustrarán suficientemente sobre la morfología y evolución del parásito. Entre los gusanos chatos se comprenden también los Trematodes. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 205 Tienen forma de hoja: por eso se dicen «foliáceos». Po- seen tubo digestivo ciego, ramificado o no; son hermafro- ditas, salvo pocas familias que se muestran dimorfas. So reproducen por huevos. Su desarrollo es indirecto, y pasan por varios huéspedes; es decir, son migrantes. Ciclo biológico de un trematode. El hombre puede albergar muchas de sus especies pará- sitas, particularmente los habitantes de las regiones tropi- cales y subtropicales. A nosotros sólo deben interesarnos las pocas encontradas en la República, o que puedan llegar a ella con la inmigra- ción de los países infestados por trematodes patógenos. De este punto de mira puramente práctico, sólo daremos sumaria noticia, pero la suficiente a los fines útiles de la profilaxis, sobre los Distomas, caracterizados genéricamen- te por tener dos ventosas ventrales, tubo intestinal ramifica- do, metamorfosis y migraciones complicadas. Hay entre ellos tres especies parásitas del hígado: l.° «Fasciola hepática», frecuente en los ovinos y bovi- nos, en los cuales produce una «caquexia acuosa», observa- da y estudiada en el país por el sabio doctor R. Wernicke con motivo de la epidemia que en 1881 diezmó las majadas en el Sur de la provincia de Buenos Aires. El trematode ata- ca también a los caballos y cerdos, y excepcionalmente al hombre, habiéndose denunciado por nuestros clínicos raros casos de tal parasitismo. 206 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El vulgo conoció, y conoce, este gusano en las regiones de la Mesopotamia argentina con el nombre de «saguypé» o «sanguijuela del hígado». Trematodes. Su evolución, sus migraciones, sus huéspedes, los nom- bres de sus formas embrionarias, larvarias y adultas, se comprenderán estudiando las láminas que ilustran esta breve nota descriptiva. Sólo añadiré un esquema sobre su ontogénesis, y terminaré diciendo que las deyecciones del hombre portador del distoma hepático contiene los huevos, que éstos son operculados, y que el embrión es ciliado, infu- soriforme. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 207 ESQUEMA DEMOSTRATIVO I.A ONTOGÉNESIS DE LOS DISTOMAS EN GENERAL DISTOMA ADULTO... Se ubica en órganos internos del huésped mamífero. Huevo Libre. Embrión ciliado o miracidio . Esporocisto. Mórulas. En la cámara pulmonar de la Limnea o Planorbis. Gást rulas. hedías. verano invierno hedías hijas. Cercarías En el hígado del molusco. Cercarías Quiste conteniendo el D. joven. Libre, o adherido a plantas. DISTOMA ADULTO. En los canalículos biliares de otro huésped mamífero. 2." Asociado ordinariamente con el distoma grande suele hallarse otro distoma pequeño, de un centímetro de largo-el Distoma lanceolatum,-de forma y aspecto carac- terísticos por la trasparencia de los órganos digestivos y sexuales a Iravés del integumento. 3.° Propio del Japón, de la China y de la India es el 208 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Distoma sinensis, de color rojizo, de talla pequeña, de idéntica localización y evolución que los precedentes. Dado el frecuente intercambio comercial e inmigratorio con aque- llos países, preciso es estar advertido de la posible impor- tación de tales parásitos patogénicos. Los gusanos enunciados, que semejan sanguijuelas por sus ventosas, al ser introducidos con los alimentos en el tubo digestivo pueden alguna vez quedarse en las fauces, fijarse en la mucosa faríngea, y originar una afección que en los países del Líbano, donde los indígenas comen híga- dos crudos de cabra en cierta época del año, se llama halzoun. Ha sido injustamente inculpada a especie nueva, pues cualquiera de los distomas puede conducirse del mis- mo modo por accidente. En algunos países sudamericanos, pero todavía no en la Argentina, han sido anotadas algunas observaciones clíni- cas de distomatosis debidas a las especies D. crassum, D. heterophyes y Anphistoma hominis, parásitos del intes- tino frecuentemente observados en Asia, en Indochina, en el Cairo, en Alejandría y en Egipto. Tampoco la especie D. Ringeri o D. pulmonale, parásita del pulmón, en el cual puede simular clínicamente un esta- do congestivo o hemoptisis de origen bacilar o pneumo- cócico, ha sido denunciada en América. CAPITULO XI Sumario: De los Moluscos.-Su morfología.-Clases en que se dividen.-Importancia histérico-farmacéutica de los «Lameli- branquios» y «Cefalópodos». Este gran grupo de animales apareció en la era paleozoi- ca; pero fueron singularmente abundantes durante la era mesozoica, habiendo contribuido a formar los terrenos cre- táceos con sus conchas calizas. Actualmente se cuentan más de 20.000 especies, y se dice que hay más de 9.000 fósiles. Entre las especies extin- guidas fueron notables las Nummulites, Belemnites y Gc- niatites. Respecto de su filogénesis, deben considerarse como tu- bícolas adaptados secundariamente a la vida errante, con diferenciaciones orgánicas que autorizan a colocarlos en grado superior de la escala zoológica. Aunque absolutamente faltos de anillos o de metameri- zación, ofrecen algunos caracteres morfológicos que los acercan a los gusanos sedentarios y tubícolas. La celda ca- liza de estos anélidos parecería constituir la forma origina- ria de que deriva la concha espirilada de los gasterópodos; y si carecen de metámeros, por eso mismo se parecen a los gusanos gefíreos indivisos. La superioridad orgánica de los Moluscos se manifiesta por la presencia en ellos de un pie locomotor y de órganos sensoriales complejos-verbigracia, los ojos y los otocitos,- análogos a los de los vertebrados. 210 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Claus los ha definido así: «Animales simétricos, inarticu- lados, desprovistos de esqueleto locomotor, con tegumentos blandos, provistos de una envoltura o manto, y a veces recubiertos con una concha continua o discontinua». La simetría está enmascarada en los animales adultos alojados en conchas espiriladas, pero es notoria en los demás. El manto blando nunca falta; pero sí puede faltar la con- cha caliza, o quedar reducida a un escudete espeso, coriá- ceo, rudimentaria concha: verbigracia, en los llamados vul- garmente babosas, o sea en los «Limácidos». En algunos es incompleta y oculta, constituyendo como un rudimento de esqueleto interno: por ejemplo, en los «Cefalópodos»; otros, como los «Anfineuros», representados por los «Chitónidos», tienen el caparazón formado por piezas calizas aisladas. Los «Crostacélidos» llevan una pequeña concha en espiral, aplastada, situada sobre la extremidad posterior del cuerpo Los demás poseen un verdadero estuche, dentro del cual pueden ocultarse y resguardarse completamente, estuche formado por una sola pieza, «valva» espirilada-verbigra- cia, los caracoles,-o por dos piezas valvares-verbigracia, los ostreidos;-de donde su división en «univalvos» y «bi- valvos», y éstos se subdividen en «equivalvados» e «in- equivalvados». Los Moluscos carecen de cadena nerviosa infra-intestinal. Los ganglos se desparraman irregularmente; pero subsisten el collar esofágico y las masas cerebroides, y hay un gan- glio pedio. Hacen excepción al respecto los Anfineuros, en los cuales se conserva una doble cadena nerviosa ventral como en los gusanos y articulados. La «concha», parte principalmente utilizable en la Mate- ria médico-farmacéutica, es de estructura compleja. Enume- radas por su orden de superposición, la forman: una «cu- tícula» exterior de coloración variable, una capa de «esmal- te» a prismas y una capa de «nácar», notable por sus irisa- ciones y sus múltiples aplicaciones industriales. Se origina en el «manto», cuyo estroma fundamental es de naturaleza TRATADO DE ZOO-FARMACIA 211 conjuntiva, con un epitelio externo secretor y un epitelio interno ciliado. En su composición química entran el carbonato cálcico (variedad aragonito) y una materia orgánica, la «conquio- lina», alternando una y otra en capas superpuestas, debido a lo cual, o sea en razón de su desigual refringencia, se pro- ducen las irisaciones características. El manto puede ser abierto-es decir, hendido o partido,- o puede ser continuo y cerrado. En este caso la comunica- ción de los órganos internos con el medio externo se hace por aberturas más o menos estrechas y alargadas, que se dicen «sifones». La existencia o ausencia de éstos sirve de base a la clasificación de los moluscos en «Sifonados» y «Asifonados». La cabeza puede aparecer bien distinta del cuerpo, o, por el contrario, no ser visible por estar confundida con el tron- co: de ahí la división en Acéfalos y Cefalóforos. En lo relativo a la sexualidad, la mayor parte son dimor- fos; pocos son andróginos. El desarrollo es directo. Finalmente, en cuanto a su modo de respiración, los hay branquiados y pulmonados; en unos y en otros los órganos respectivos se alojan en la cavidad formada por el manto, que se dice «cavidad paleal». En cuanto a la circulación, -es simple, con aparato vascular abierto, y tienen un cora zón arterial. Son acuáticos o anfibios. Los hay libres ambulantes y sedentarios. La fijación de estos últimos se hace, ya por una de las valvas, ya por medio de un pedúnculo más o menos largo y ramificado, el «biso», situado inmediatamente por detrás del pie.Pueden ser agrupados en las siguientes clases: Anfjneuros o Poliplacóforos. Lamelibranquios. ■Gastrópodos. Cefalópodos. A los cuales pueden agregarse los Pterópodos. No diremos nada de éstos ni de los primeros, porque no tienen ni tuvieron nunca interés médico-farmacéutico. 212 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Lamelibranquios. Son representativos de esta clase las ostras (Asifonados)* y los mejillones (Sifonados). Su nombre alude a la estruc* tura y disposición libresca de sus branquias, hojosas o pec- tinadas. Son acéfalos provistos de un pie musculoso y locomotor lateralmente comprimido. Su manto está dividido en dos lóbulos o mitades, que originan dos valvas o conchas, iguales o desiguales, unidas, en charnela o bisagra por medio de un ligamento elástico. Cuando el animal muere, las valvas se abren. Su oclusión durante la vida del molusco se debe a la acción de uno o de dos músculos adductores insertos en rugosidades de las valvas. Cuando el músculo es único, el molusco se llama «monomiario»; si son dos, se dice «dimiario». Son dimiarios los mytilos, y son monomiarios las ostras^ El uso médico-farmacéutico de las ostras viene desde muy atrás. Plinio decía que, administradas en polvo, eran buenas contra el tenesmo vesical y contra las inflamaciones- de la vejiga. Nunés las aconsejaba como afrodisíacas, virtud todavía preconizada. Mareschal estimábalas útiles, contra la rabia. Lemmery las recomendaba como aperitivas,, antiácidas y absorbentes o astringentes. En la dietética de los convalecientes, de los cancerosos,, de los dispépsicos o débiles, se recomendaban entusiástica- mente en razón de su fácil digestibilidad; pero en reali- dad su valor nutritivo es escaso. En efecto; se requieren 16 docenas de ostras para obtener los 310 gramos de materia azoada necesarios en la ración normal de un hombre. Es de advertir que la ingestión de ostras frescas o en conserva no deja de tener sus peligros, y demanda tomar ciertas precauciones para evitarlos. Ha sido bien probada su nocuidad en ciertas épocas, particularmente durante su reproducción, o cuando se las ha recogido, en charcas cuya agua,estaba putrefacta. Se ;admite que durante aquella TRATADO DE ZOO-FARMACIA 213 época el hígado del molusco segrega una toxina o leuco- maína, que Salkowsky y Brieger han aislado, y denomi- naron «mytilo-toxina», cristalizable en cubos, de olor des- agradable y acción paralizante, análoga a la del curare. Las especies Ostrea edulis y Meleagrina o Avucula mar- garitífera, llamada también «ostra perlera», que pertenecen a la familia de los Asifonados, son dignas de mención: la una, porque, a la par de los mejillones o mytilos y de las almejas, todos asifonados, es comestible y muy aprecia- da como materia de mundial y productivo comercio; la otra, porque, junto con el nácar de su concha, suministra las «perlas», que son formaciones patológicas, «hijas del dolor», concreciones formadas en ellas bajo el influjo de una irritación, de una herida o de la incrustación de un cuerpo extraño que hace de núcleo, alrededor del cual se agregan las moléculas de carbonato de calcio y de la subs- tancia orgánica gelatinosa que las aglutina sólidamente. Anodonte.-Disección general de sus órganos internos. Gran predicamento tuvieron las perlas. Mattiolo dice que son útiles contra los temblores y la debilidad del cora- zón; aplicadas sobre los ojos, los limpian de nubes, aclaran 214 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA la visión, desecan la conjuntiva, y calman sus inflama- ciones. Entraban las perlas en la composición del «alquermes», usado como estomáquico y para fortalecer el corazón y el cerebro. Los «polvos de diarrhodon», astringentes, también con- tenían polvo de perlas asociado a los polvos de rosas rojas, de sándalo, de canela, etc. Las llamadas «perlas de Escocia» o «perlas de los farma- céuticos» eran famosas, y procedían de la especie Melea- grina margaritifera. Con ellas se elaboraba un «electuario cordial», cuya virtud consistía en neutralizar la acidez gás- trica, cohibir las hemorragias y suprimir el hambre. El «nitro perlado», mezcla de nitro y perlas pulverizadas, dado a dosis de 5 a 20 gramos, decíase febrífugo; lo mismo se decía de la «madreperla preparada», polvo puro de perlas. Gasterópodos o caracoles. Son moluscos univalvos espirilados; tienen la cabeza bien distinta del cuerpo y provista de tentáculos antenares- o táctiles, un pie bien desarrollado, corazón de dos cavida- des y un órgano masticatorio, la rádula. Respiran por bran- quias o por pulmones. Son sexualmente dimorfos, y los hay hermafroditas recí- procos, siendo de notar que en este caso sólo hay una glándula que segrega las dos clases de elementos repro- ductores; pero que éstos salen de la glándula única por dos conductos abiertos separadamente al exterior. Entre los pulmonados interesan a la Medicina los Heli~ coides o Helicidos, cuyos géneros Planorbis y Limnea contienen especies en las cuales evolucionan algunos tre- matodes parásitos de los animales domésticos y del hombre^ y cuyo género Helix da especies comestibles. Los Gastrópodos abundan en nuestro país. Desde Dioscórides fueron utilizados en la práctica mé- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 215 dico-farmacéutica, empleándose externamente, ya enteros, ya machacados, ya ingiriendo su carne, o su concha pul- verizada. Caracol.-Dibujo diagramático que resume su estructura. En la substancia viscosa que excretan hay un principio sulfurado, la «helicina», a la que se atribuyen sus virtudes pectorales. Con su cuerpo despojado de la concha prepará- banse caldos y sacaruros (1). Cefalópodos. Tienen la cabeza bien distinta del cuerpo, notándose en ella dos grandes ojos laterales o frontales. De la cabeza arrancan, y rodean la boca, ocho o diez tentáculos de forma y dimensiones variables, recorridos en toda su extensión por una sola o por doble línea de ventosas prensiles. Son (1) Algunos gasterópodos poseen glándulas de las cuales ha podido extraerse un veneno muy activo, al que son muy sensibles los peces, pero que no obra so- bre los animales de sangre caliente. Moliendo entre arena mojada con alcohol las glándulas de la púrpura, se obtiene un jugo que, filtrado y evaporado al baño- maría e inoculado debajo de la pielde una rana, provoca en ella accidentes tóxi- cos caracterizados por paresia general. 216 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA desnudos, o están provistos de una concha espirilada, como en los Argonautas. Los primeros poseen un rudimento de esqueleto interno, representado por una placa calcárea o «hueso». Son nadadores y muy ágiles. En tierra se mueven lenta- mente, apoyando el cuerpo sobre los tentáculos encorvados. El manto es libre, y en la cara ventral forma una bolsa que comunica con el exterior por un tubo, el «sifón» o «em- budo», a través del cual escapa el agua que ha pasado por las branquias, alojadas en la cavidad paleal. La hipodermis es rica en células cromatóforas, que en relación con el sistema nervioso y bajo su influjo producen los cambiantes de color que ofrecen, y que les ha merecido el nombre de «camaleones del mar». En la última porción del tubo digestivo se abre el con- ducto excretor de una glándula productora de una «tinta» de color negro que sirve de defensa al animal, el cual se en- vuelve en su atmósfera cuando se siente acosado por sus enemigos. Los Cefalópodos son dioicos. En las hembras hay unos órganos accesorios, llamados «glándulas nidamentarias», que segregan una substancia aglutinante de los huevos. Estos son «telolecitos». El desarrollo es directo. También los espermatozoides se expulsan en masas aglutinadas forman- do tubos espermatóforos que se acumulan en una dilata- ción ampular del canal deferente, la bolsa de Needham. La fecundación se hace previa copulación, que efectúan los machos sirviéndose de uno o dos de sus tentáculos o brazos, convertidos en órganos de copulación, llamados «hectocotilos», por medio de los cuales transportan las masas de espermatóforos a la cavidad paleal de las hem- bras, donde encontrarán los huevos. Atendiendo al número de las branquias (dos o cuatro), se han clasificado en «Dibranquiados» y «Tetrabranquiados». Estos últimos, casi extinguidos, están representados hoy pol- los «Nautilos» y «Ammonites», que tienen concha espi- rilada. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 217 Los Dibranquios'se subdividen en «Decápodos*, con con- cha incompleta y provistos de diez brazos o tentáculos, y «Octópodos», con ocho brazos y sin concha. A los primeros pertenecen los Sépidos y los calamares o Loligos, con concha córnea y muy larga, y a los segundos los pulpos, de cuerpo corto. Interésanos el género Se- pia, y de éste, la especie Sepia officinalis o jibia, que gozó de alguna fama en la antigua Farmacopea. Su concha o «hueso de sepia», interna, oval, caliza, gruesa y hojosa, reducida a polvo, entraba en la composición de algunos polvos dentífricos, y al in- terior y al exterior se usó pomo absorbente y secante. Según Brandt, sería febrífuga. Seiche officinale. Chiton squamosus. Corte vertical de la concha de un molusco. Sus huevos, llamados por los pescadores «uvas de mar», así como los de los pulpos, eran usadísimos. Según Plinio, 218 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA administrados al interior limpiaban de sus viscosidades al riñón y favorecían la micción. Mattiolo dice que algunos empleaban o comían las sepias convencidos de su poder afrodisíaco. Organización de una sepia. La «sepia común» es abundante en las costas de mar del Plata y en todo el Atlántico. Ostra Meleagrina margaritifera. ® Terminaremos este capítulo agregando que algunos ce- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 219 falópodos poseen dos pares de glándulas salivales: unas anteriores, pequeñas, cuya secreción es ácida, y otras poste- riores y voluminosas. Las primeras faltan en los Decápodos. La secreción del segundo par es neutra, viscosa, difícil- Anón rufus. mente filtrable, ejerce acción paralizante sobre los crus- táceos, y contiene un fermento diastásico. Los pulpos apro- vechan tal secreción para inmovilizar sus presas. Sobre las ranas, conejos, peces y ratas parece que no tiene acción. CAPITULO XII LOS PRO-CORDADOS Y VERTEBRADOS Sumario: Caracteres principales de los «Pro-cordados» y de sus órdenes.-Generalidades y clasificación délos «Vertebrados». Peces. Antecedentes históricos de las especies más usadas en Medicina.-Bacalao y sucedáneos. Bajo la denominación de Fanero-cordados se compren- den todos los nefridiados con cuerda y eje nervioso dorsa- les y con esqueleto interno. Se dicen «Pro-cordados» los que tienen cuerda dorsal en el estado embrionario, persistiendo o no durante toda la vida del animal: de aquí un fundamento para su división en familias. La cuerda dorsal o «notocordio» es una formación esquele- tada que sirve de sostén al sistema nervioso. En los Verte- brados existe en la época embrionaria; pero al estado adul- to es reemplazada por la columna vertebral. En todos los Fanero-cordados los órganos de la respira- ción se relacionan con el aparato digestivo, teniendo una puerta de entrada común. Los Pro-cordados se subdividen en Enteropneustes, Tu- nicados y Aeramos, o simplemente en Tunicados o Uro- cordados (que comprenden «Ascidias» y «Salpas») y Bran- quiostosmas o «Aeramos», «Leptocardos» o «Céfalo-cor- dados», cuyo tipo es el «Anfioxus lanceolatus». 222 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA DE LOS ENTEROPNEUSTES Es un grupo zoológico con escasos representantes; sólo se refieren a él las especies del género Balanoglossus. Deben considerarse como intermedios o intercalares en- tre los Equinodermos y los Gusanos anillados, a la vez que relacionados por algunos caracteres de semejanza con los Cordados. Ofrecen el cuerpo dividido como en los gusanos, pero con muy pocos segmentos; sus larvas recuerdan las de los Equinodermos; la posición del aparato respiratorio y sus concomitancias con el tubo digestivo, así como la posición dorsal de su sistema nervioso y la existencia de un órgano ventral de sostén, los aproximan a los Cordados. Por lo dicho, Remy Perrier los coloca y describe interme- diando Invertebrados y Vertebrados, bajo el rubro de Hemi- cordados. La figura que acompañamos da idea de su morfología externa; pero no debemos detenernos en su descripción, que no interesa a nuestro programa. La colección de nuestro museo cuenta con un ejemplar del Balanoglossus claviger. VERTEBRADOS Su esqueleto interno, óseo o cartilaginoso; la metameri- zación de su eje o raquis dorsal en porciones de igual va- lor (vértebras); las singularidades de su desarrollo embrio- nario, y la arquitectura zonal, inversa comparada con los grupos zoológicos precedentes, dan las características fun- damentales de esta agrupación de Cordados. Su sistema nervioso central y axial, que es dorsal, se aloja en un estuche longitudinal (canal raquidiano) que forman TRATADO DE ZOO-FARMACIA 223 sobre el cuerpo de las vértebras dos arcos laminares, las neu.ro-apófisis, unidas a una pieza media e impar, la neuro- espina, que en serie continua forman la espina dorsal. Cir- cunscrito por dos arcos latero-inferiores, se forma el canal hemal, que acoge los vasos sanguíneos y las visceras. Los arcos superiores de las primeras vérte- bras, modificadas, for- man una caja ósea o cartilaginosa, el cráneo, en que se aloja el encé- falo, mientras los arcos inferiores forman el es- queleto facial y visceral faríngeo. Tres tipos de vérte- bras informan la colum- na. Unas tienen doble cavidad (anficélicas), verbigracia, en los Pe- ces; otras son cóncavas en su cara posterior (opistocélicas): corres- ponden a los Anfibios y Reptiles, y otras son cóncavas anteriormente y convexas por detrás (procélicas), como en las Aves; las hay biplanas en los Ma- míferos. Prescindiré de las nociones elementales y vulgares que conciernen a la división del cuerpo en regiones, a la existencia de cíngulos humeral y crural y de miembros, así como de lo que en general corresponde a las funciones de circulación doble, respiración y digestión, del doble sis- tema nervioso simpático o vegetativo y de relación o sensitivo-motor. Balanoglessus - p, trompa; c, collar; d, re- gión bronquial del tronco; d, región me- dia, digestiva; s, región posterior; a, ano. 224 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Vale recordar, sí, la transformación que en ellos ha su- frido el aparato nefridial, según los diferentes tipos y gra- dos de evolución. Mientras en los embriones de los verte- brados inferiores todos los nefridios desembocan en un canal colector, en los peces y anfibios hay pronefros o ri- ñones cefálicos, que pueden subsistir en el estado adulto, y además, se encuentran otros nefridios ocupando la parte media del cuerpo (mesonefros, cuerpos de Wolff o riñón primordial). En el primer caso los productos sexuales caen al celoma, y salen al exterior por un poro abdominal: en el segundo caso los productos sexuales machos son expulsados por el mismo conducto que la orina; pero para los elementos femeninos se labra, por desdoblamiento del canal de Wolff, un conducto llamado canal de Muller. En los reptiles, aves y mamíferos se forman metanefros o riñones definitivos, mientras los mesonefros cesan de funcionar como riñones. En el macho, cada cuerpo de Wolff se relaciona con un testículo, y su canal excretor se vuelve espermiducto o canal deferente; en las hembras se atrofia, y los óvulos del ovario se eliminan por el canal de Muller, convertido en oviducto o trompa. En los Vertebrados acuáticos la fecundación es externa, interna por excepción. Estando fundada la moderna clasifi- cación de los Vertebrados en los caracteres embrionarios y en la embriogénesis, conviene tener las siguientes nociones: En los animales aéreos el embrión no puede desarrollar- se en seco; todos llevan, a más de la vesícula umbilical, que guarda reservas nutritivas en los animales acuáticos, dos anexos más: un amnios lleno de líquido, y un alantoi- des, especie de divertículo intestinal destinado a recibir los productos urinarios y a asegurar la respiración. Se clasifican como sigue: Vertebrados. Anamniotas o analantoides branquiados.... cuerpo cubierto de escamas.. Peces. Amniotas o alantoides de respiración siempre pulmonar branquiados y pulmonados. desnudos Anfibios. de piel rugosa. Reptiles. con plumas 4 oes. con pelos Mamíferos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 225 LOS PECES La Biblia, primer monumento literario de Historia, Mo- r il, Legislación y Ciencia, ya anota algunas singularidades de los peces en su relación con la alimentación y con la Medicina humana. En ella se habla de la <bilis de un pez» usada por Tobías para curar la ceguera de su anciano padre. En su obra de Zoología médica, Mingazzini recuerda la importancia que en las tradiciones han tenido las carnes secas y pul- verizadas del hippocampo o caba- llo marino, en sus dos especies Hippocampus antiquorum e Hip- pocampus brevirostris, para com- batir la alopecia. De los escorpiones marinos (per- tenecientes al género Scoperna, en el cual se cuentan especies veneno- sas por las hincaduras de sus espi- nas dorsales y ventrales) aprove- caábase la hiel para curar las en- Mrmedades de los ojos. Con jugo de carne del Trachinas drago, o dra- goncillo del mar, curábanse las infla- maciones causadas por hincaduras con espinas de sus propias aletas. A las aplicaciones eléctricas, al preseate usadas para cu- rar los dolores nerviosos de larga data, precedió el uso empírico de los torpedos marinos. Cuando se toca a un torpedo vivo, se siente una descarga eléctrica tan poderosa, que puede adormecerse, no sólo la mano, sino también nasta el brazo entero. Esta propiedad fué reconocida por Aristóteles, y excitó la curiosidad de todos los naturalistas. Hippoca npú^. 226 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El Mullís barbatus, así llamado por los dos largos barbi- jos implantados en su mentón, tuvo también celebridad, tanto por la excelencia de sus carnes como por la supuesta virtud de obrar beneficiosamente contra las afecciones ocu- lares, y con ellas se hacían emplastos para aplicarlos sobre las picaduras o hincaduras de los escorpiones y dragones marinos, que así sanaban. Gadus morrhua. Merlucius vulgaris. Las cenizas de la cabeza de los Sparios («bremas» o «do- radas de mar*) limpiaban las heridas y úlceras, mordeduras de perros, picaduras de alacrán y otras. En la actualidad la importancia médico-farmacéutica de los peces finca en los usos terapéuticos de los aceites y de las ictiocolas que algunas especies suministran, constitu- yendo a la vez materias de comercio e industria próspera. De los muchos grupos en que los Peces se han dividido, sólo tres nos interesan: los Selacios, los Ganoideos y los Teleosteos. Los primeros son peces cartilaginosos o condropterigios, con boca rudimentaria y transversal, sin vejiga natatoria, con branquias fijas en sacos aislados. Pertenecen a este grupo los Escuálidos o tiburones, cuyas especies russetas, emisolas, ángeles de mar y otras dan un aceite, llama- do de lija, obtenido por ebullición del hígado en agua; aceite de color amarillo de ámbar, que por reposo deja pre- cipitar algunos granos de estearina. Lo caracteriza su rique- za en yodo y en fósforo. También se cuentan entre los Sela- cios los Ráyidos, cuyas especies «Rayas ensortijada, ce- nicienta, partenaca y águila de mar* dan un aceite anaran- jado o rojizo, de olor fuerte y sabor dulce, menos rico en TRATADO DE ZOO-FARMACIA 227 -yodo y en azufre, pero más rico en fósforo que el aceite de hígado de bacalao. Según Plinio, los romanos empleaban el oleum rajce, -en vez del aceite de bacalao, mezclado con miel, para darlo como depurativo de la sangre. Los Ganoideos, peces cartilaginosos u óseos, de bran- quias libres y operculadas, comprenden, entre otros, los es- turiones, género Acipenser, de cuyas especies se aprove- chan las carnes, los huevos ;(con los cuales se fabrica el caviar) y su vejiga, natatoria, de la que se extrae la ictio- cola. La ictiocola es blanca, se- mitransparente, inodora e in- sípida, soluble en el agua hir- viendo. Se la emplea para cla- rificar el vino, la cerveza y otros líquidos. Entra en la confección de bombones, per- las y cápsulas y del tafetán inglés. A los Teleosteos pertene- cen varias especies utilizadas en diversos países para la pre- paración de la ictiocola que en el comercio se conoce por «ictiocola de la India, de la 'China, de la Guayana» y otras. A este grupo pertenecen los hipocampos. La ictiocola más apreciada se obtiene de dos especies de esturiones: el Acipenser huso y el Acipenser sturio. Para iabricarla se extraen las vejigas natatorias, se las lava mu- cho hasta no dejarles rastro de sangre, y se las cuelga para que se sequen, pero en atmósfera helada; se las corta luego en trozos, se las raspa, y se las expone luego al sol. Enton- Torpedo eléctrico.-Ntr, nervio tri- gémino; rir, rama eléctrica del mis- mo; oel, órgano eléctrico; br, bran- quias; nv, nervio vago; o, ojo; ca, ce- rebro anterior; esp, espiráculo; c int, cerebro intermedio; c m, cerebro medio; c post, cerebro posterior; brm, branquias cubiertas. 228 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ces se desprende la capa externa musculosa, que puede sa- larse y venderse para la alimentación, y la capa interna, que es la ictiocola, se aprensa. En el comercio se expenden varios tipos de cola de pes- cado: l.° Ictiocola en libro. 2.° Ictiocola en láminas. 3.° Ictiocola en lira. 4.° Ictiocola en corazón o cordón grueso. 5.° Ictiocola filamentosa o inglesa. Una buena ictiocola debe absorber hasta treinta veces su peso de agua y formar así una jalea. Las falsas ictiocolas-y la más común es la que se obtiene de la vejiga natatoria del ba- calao, llamada «cola de rata», o mezclando la buena con membranas intestinales de los mamíferos-no se disuelven en el agua caliente, o dan so- luciones granulosas que al enfriarse no producen jalea. Las ictiocolas se substitu- yen con la grenetina, que es gelatina pura, de la cual nos ocuparemos en otro capítulo de esta obra. A esta dicha subclase de peces pertenecen, entre otros, los Gádidos, que son mala- copterigios sub - branquiales, fisoclistos (cuya vejiga natato- ria no comunica con el intes- tino anterior), con aletas nadadoras ventrales situadas in- mediatamente por debajo de las pectorales, y con dos o tres nadadoras dorsales, piel viscosa y escamas lisas. De ellos estudiaremos detenidamente el Gadus morrhua, aba- dejo o bacalao, y el Gadus minutus o merluza. Raya romaguera. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 229 El bacalao. Este pez abunda en Groenlandia, en las costas del Labrador, en el Mar Blanco y en el Océano glacial ártico. Nunca pasa de los 40° de latitud Norte. Según las estaciones, el bacalao pasa del fondo a la su- perficie. A fines de la primavera se aproxima a las costas o se eleva, permitiendo así su pesca. Según el modo de preparación y de conservación que se empleen, obtiénese el pez-palo, pescado vaciado, suspen- dido por la cola y secado al aire; el klipfsh, que se conser- va en salmuera hasta que la vuelta del sol permita secarlo convenientemente, y el bacalao propiamente dicho, que se- cado se conserva en sal. Es un pez de un metro 50 centímetros de largo, que pesa ordinariamente 40 kilos. Tiene hocico grueso, truncado, con un barbijo en la man- díbula inferior. Ambas mandíbulas llevan dientes fuertes. Su color es gris-verdoso, salpicado de manchas pardo- amarillentas en el dorso, con una línea blanca a cada cos- tado; el vientre es blanco y no manchado. Las tres aletas dorsales se caracterizan por el número de radios: tienen de 13 a 15 la primera, de 17 a 18 la segunda y de 18 a 21 la última. Las aletas pectorales tienen 20 radios; la abdominal lleva seis; de las anales, la primera tiene 17 a 19, y la segunda, de 19 a 21. Su carne es objeto de comercio mundial; sus huevos sir- ven de carnada para pescar sardinas; su cabeza y otros ór- ganos, reducidos a polvo, sirven para alimentar los caba- llos en Islandia; para preparar guano de abono se utilizan las visceras; y, finalmente, del hígado se extrae el aprecia- do aceite, de uso terapéutico universal (1). Los procedimientos para la extracción de este aceite va- rían según las localidades. Si se toman hígados frescos y (1) La Farmacognosia estudia el aceite de bacalao entre las materias grasas, entre los glicéridos del grupo oleico. 230 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA después de lavados se los amontona en toneles o cajas- de doble pared y perforadas, calentándolas en seguida; ya al baño-maría, ya con vapor circulante entre las dos pare- des del tonel o caja, fluye un aceite que sobrenada, el cual se retira, y se filtra a través de una franela: el aceite así ob- tenido es de color amarillo claro, y se dice blanco o verde- dorado. Cuando se toman hígados ya oreados, en los cuales hay un principio de autodigestión que los acidifica y liquida en parte la envoltura de las células hepáticas, fluye de éstas un aceite mezclado con materias biliares que en él se di- suelven, y el conjunto toma coloración de madera; es rubio o amarillo subido. Acipenser sturio. Al cabo de varios días o semanas se pudren los hígados,, y entonces se obtiene de ellos un aceite obscuro o negro,. espeso y fétido, empleado industrialmente para ablandar cueros. De las experiencias de Berthé resulta que los aceites mo- deradamente coloreados, esto es, amarillos o rubios, se ab- sorben mejor que los incoloros o blancos; y los análisis químicos prueban también que son más ricos en principios activos que los últimos. El aceite de hígado de bacalao es de sabor repugnante, ligeramente ácido, poco soluble en el alcohol, muy soluble en el éter, y de densidad igual a 0,923 ó 0,930, Se con- gela a - 15°. Con el ácido sulfúrico da una reacción característica, co- oreándose primero de azul y ennegreciéndose después. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 231 Cuando está mezclado con otros aceites y se deja caer gota a gota sobre él ácido nítrico fumante, ninguna reac- ción se nota; pero si el aceite es puro, cada gota dé ácido se rodea de una aureola rosa. La destilación del aceite puro da un residuo sólido; cuando está mezclado con aceite de granos, el residuo de la destilación es líquido. Para distinguirlo de los aceites vegetales, puede servir la siguiente reacción: 10 gramos de aceite de bacalao tratados por un gramo de ácido nítrico y tres de almidón, no dan elaidina, como la dan los aceites vegetales. Hay un reactivo, el de Cailletet, que sirve para distin- guir el aceite de bacalao de los otros aceites de pescados. Tiburón. Dicho reactivo se compone de siete gramos de ácido sul- fúrico de 60°, 10 de ácido nítrico de 40° y 12 de ácido fos- fórico de 45°. Se toma un tubo de ensayo, se echan en él 5 centímetros cúbicos de aceite, se le agrega 1 c. c. del reactivo, agítase brevemente, y luego se añaden 5 c. c. de bencina, agitando nuevamente la mezcla. Entonces se observa un cambio de coloración, según sea la clase de aceite. El de hígado de ba- calao comunica a la bencina color amarillo persistente; el de raya le da color rojo; los demás, color pardo. Su composición química es compleja: a más de los cuer- pos grasos comunes (oleína, palmitina, estearina, marga- rina y butirina), contiene ácidos y pigmentos biliares, yodo (el yodo se halla en estado de combinación orgánica y en proporción de 10 milésimas. Su presencia se demuestra sa- ponificando el aceite con soda y carbonizando luego el ja- 232 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA bón, cuyas cenizas se lavan después con alcohol absoluto, que disolverá el yoduro de sodio), bromo, cloro, fósforo, magnesia y algunas leucomaínas (seis, según Gautier y Mourgues), un ácido orgánico especifico, el morrhuico, una materia azoada y principio activo, la morrhuina o ga- duina. Por eso su acción terapéutica responde a tres grupos de agentes, según Railliet: l.° A los cuerpos grasos, que son muy asimilables en razón de su ligera acidez, de su saponificación parcial, y de la presencia de las materias biliares, propias para facilitar su emulsionamiento. 2.° Al fósforo, al bromo y al yodo. 3.° A la morrhuina, a la butilamina y a la amilamina, las cuales a dosis débiles excitan el sistema nervioso y ac- tivan la excreción urinaria y la sudorífera, aumentando el apetito. Por tanto, es reparador reconstituyente, bien acreditado como antiescrofuloso y contra el raquitismo, y aun anti- gotoso. Siendo repugnante por su olor y por su mal sabor, casi no se administra puro-es decir, al natural,-sino emulsio- nado y diversamente aromatizado. Las emulsiones más co- nocidas e importantes son las de Scott y Browne, de Bar- bi, de Kepler, de Dieterich y otros. Defréne fué el primero que intentó emulsionar con pan- creatina el aceite de hígado de bacalao. La Emulsión de Scott se cree que contiene 35 gramos de aceite por 18 de glicerina, tres de hipofosfito de soda, 2,9 de agua y un poco de esencia de canela. Barbi emulsiona el aceite con la decocción acuosa de ca- rragaén, adicionando azúcar. Dieterich emplea para su emulsificación el extracto flúido de malta diastásico al 25 por 100. Leger lo emulsiona con la caseína de la leche en propor- ción de 1 por 5. En el comercio se conoce el morrhuol, que es aceite de TRATADO DE ZOO-FARMACIA 233 hígado con alcohol concentrado. Sus panegiristas dicen que contiene todos los principios alcaloídicos del aceite, repre- sentando 25 veces el peso de la cantidad empleada en su preparación. La llamada emulsión Wampolle tiene composición pa- recida (1). Buchut inventó el «pan con aceite», cuyo sabor desagra- dable lo hace inaceptable. Finalmente, con el nombre de fucol se expende un pro- ducto obtenido por disolución oleosa de los principios fijos contenidos en las algas ricas en yodo, previamente tosta- das, y con el cual se ha pretendido reemplazar al aceite de bacalao. Para terminar, diremos cuáles son las principales cuali- dades que permiten distinguirlo de otros aceites, y son: l.° Cuando puro, no enrojece el papel tornasol impreg- nado de alcohol. 2.° No se congela a 0o. 3.° Mezclando en una probeta una gota de aceite de bacalao con 20 gotas de sulfuro de carbono y añadiendo una gota de ácido sulfúrico concentrado, da fugaz colora- ción violeta, que luego pasa a purpúrea. El profesor Boeri recomienda como reactivo de fácil apli- cación para distinguir el aceite de bacalao de los demás aceites y reconocer su pureza el alcohol hirviendo, que di- suelve de él hasta 70 por 100, y sólo 4 por 100 de los otros aceites animales, con excepción del de foca, que se disuel- ve en proporción de 15 por 100, y el de ballena, del cual se disuelve hasta 50 por 100. (1) Bajo el titulo de pangaduina se ha vulgarizado un específico cuya fór- mula es: Extracto de hígado de bacalao 7 Gliqerina 50 Tintura de vainilla. 50 Jarabe de grosellas 170 Jerez 723 CAPITULO XIII Sumario: Anfibios y Batracios.-Historia de sus productos me- dicinales.- Aves.--Importancia farmacológica y embriogéni- ca del huevo.-De algunas aves célebres en la Farmacopea y en la bucólica antigua. los Anfibios y Batracios. Sin duda interesan más a la Medicina que a la Farma- cia, porque si bien no hay entre ellos especies verdadera- mente vectoras de ponzoñas inoculadles por acción directa, es lo cierto que no dejan de ser peligrosas sus secrecio- nes, de uno o de otro modo incorporadas al organismo humano. Los líquidos excretados por los batracios como agentes de su defensa individual, han sido empleados en la Medí-, ciña y en la Farmacia antiguas con fines terapéuticos. Gratioi^et y Cloez fueron quienes en 1851 demostraron la virulencia de dichas excreciones cutáneas o bucales, y. Vulpian, el primero en practicar experiencias tendientes demostrar su acción fisio-patológica cuando se inyectan o se administran a los mamíferos. Digamos desde luego que las glándulas secretoras de aquellos productos tienen en los batracios distinta distri- bución según las especies. Atendiendo a su posición, Mingazzini ha podido clasifi- carlos como sigue: 236 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA l.° Batracios con glándulas venenosas sobre el dorso y a los lados de la cabeza Salamandras. 2.° Batracios con glándulas venenosas sólo en la base dorsal de la cola y a los lados de la cabeza Tritones. 3.° Batracios con las glándulas en la región parotídea únicamente Bufos. 4.° Batracios que llevan dichas glándulas en el dorso y a los flancos Filobatos. Más conocida es la clasificación morfológica que los di- vide en tres grupos: Apodos, Urodelos y Anuros, de los cuales mayormente interesan a la Farmacia los últimos. Entre ellos se encuentran los sapos, las ranas y los escuer- zos, sin que esto equivalga a decir que entre los demás no haya especies dignas de consideración. En efecto; las salamandras y los tritones elaboran un veneno de segura acción sobre otros batracios, sobre los quelonios y sobre las aves, y el de los segundos es nocivo aun para los mamíferos. De él se han ocupado especial- mente desde 1851 Gratiolet y Cloez, Vulpian y Physalix, siendo Zalesky quien estudió el principio activo, que llamó salamandrina, y lo refirió a los alcaloides azoados. La se- creción es líquida, de color lechoso, ligeramente ácida, rá- pidamente coagulable al aire y parcialmente soluble en el alcohol. Conserva su virulencia aun desecada, y hasta des- pués de un año de extraída. Obra sobre el sistema nervioso, provocando un estado convulsivo; pero mientras el de las salamandras parece no tener acción sobre el corazón, el de los tritones es más ac- tivo y obra paralizando el miocardio. Aplicado sobre las mucosas, especialmente sobre la pituitaria, su acción irri- tativa es muy fuerte. Se dice que las personas que manipulan los tritones y se llevan las manos a los ojos, o por salpicadura reciben en ellos el agua en que los batracios se agitan, padecen de una conjuntivitis dolorosa. 237 TRATADO DE ZOO-FARMACIA En cambio, la piel y las carnes de la salamandra, coci- das en aceite, se recomendaban como depilatorias. Directamente aplicadas las carnes crudas sobre la frente, calman las cefalalgias. Mayor prez e importancia han tenido las ranas y los zapos o sapos. Estos últimos excretan por sus glándulas cutáneas una especie de sudor irritante y cáustico; por las glándulas paróticas, otro líquido tóxico, ya sea inyectado en el torren- te circulatorio, ya introducido en el organismo por vía bucal. De las ranas decía Dioscórides que, cocidas en aceite y saladas, constituían un antídoto contra las mordeduras de las serpientes venenosas. Mattioli recomendaba sus carnes a los tísicos, y decía que sus cenizas aplicadas so- bre las heridas o las úlceras atónicas las sanaban pronto. Larva de tritón. De los zapos secos y pulverizados se han hecho remedios contra las hidropesías, y antídoto contra su propio veneno. A la acción irritativa y ligeramente cáustica que tiene su secreción cutánea, acción universalmente reconocida, se añade otra más importante, que, aunque generalmente ig- norada, ha sido experimentalmente probada y pide nuevas experiencias que la expliquen. Trátase de su influencia sobre el sistema nervioso y so- bre el aparato circulatorio cuando se le propina por vía endovenosa, subcutánea o submucosa. El químico Pros- cher ha aislado una substancia llamada phrynina o phy- 238 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA nolixtna, hemolítica, pero que Hinat y Fornara han com- parado con la digitalina y la cocaína, y otros con la helebo- rina y la estrofantina. Además, usada en pomadas reaviva la vitalidad de los tejidos; diluida en agua e inyectada en los tejidos, los des- truye; llevada a la sangre a pequeñas dosis, es excitante del miocardio. Es tal vez la bufidina, nombre dado por Casali a un ex- tracto del jugo venenoso del sapo verde. Ajolote. Su solución al 1 por 100, aplicada sobre las mucosas, produce anestesia, por lo cual Staderini la recomienda en Oculística. Al 2 por 100 ya es cáustica; destruye el epitelio corneano y opacifica la córnea. Las inyecciones subcon- juntivales de la primera solución producen insensibilidad que dura hasta más de cinco horas. Para recoger abundante secreción y extraer de ella la phrynina se aconseja el siguiente procedimiento: fíjase el zapo sobre una tabla, hácese pasar a través de él una co- rriente eléctrica débil, y cuando empieza a fluir el líquido lechoso se deja caer sobre su dorso un chorro débil y con- tinuo de agua, para que su corriente lo arrastre hasta un recipiente dispuesto al efecto. La solución así obtenida se hierve hasta concentrarla; el residuo se diluye en alcohol, y esta disolución se destila. El depósito sólido que resulta es de color amarillo-rojizo, olor sui géneris y muy hidrófilo; encierra el principio activo arriba nombrado, cuya composición química aún es ig- norada. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 239 Los Pelobatos o Filobatos son también anuros, con len- gua y dedos terminados por pelotas discoidales adhesivas. Hay entre ellos numerosas especies americanas: argentina, la Hyla raddiana, hallada en la Rioja, notable por su mi- metismo, y otra muy común en las mesetas de Choco, en Colombia, descrita por Posada Arango: es el «Pelobato bicolor». Según este naturalista, los indios noanamás apro- vechan el líquido lechoso que fluye de la piel del batracio para envenenar sus flechas de guerra, bastando la canti- dad excretada por uno solo para emponzoñar hasta 50 de aquellas armas, que resguardadas de la humedad se con- servan vulnerarias por mucho tiempo. Su principio activo, llamado por Arango batricina, es un alcaloide azoado, no oxigenado, rico en carbono y fósforo, que obra a la mane- ra del curare. Y advierte el mismo naturalista que dicho veneno no obra sino cuando es inoculado o puesto en con- tacto con una solución de continuidad, siendo inofensivo por vía bucal o digestiva (1). Al lado de los zapos y filobatos debe estudiarse el es- cuerzo (Ceratophris ornata), que tiene fama de ser muy venenoso, porque, según el sabio naturalista Dr. Carlos Berg, es por sí inofensivo, aun cuando accidentalmente al morder puede inocular el bacilo tetánico, causando los da- ños lógicos. En general, la sangre de todos los zapos es más o menos tóxica. DE LOS REPTILES Bajo el nombre de Saurópsidos se comprenden dos cla- ses de vertebrados: los de tegumento escamoso, sangre fría y reproducción ovípara, y los de sangre caliente, piel cu- bi 3rta de plumas, y también ovíparos. Estos son las Aves; aquéllos, los Reptiles. (1) Por su parte,'FHYSALIX y BERTRAND han hallado en el veneno dos subs- tancias: una de naturaleza resinosa, la «bufotalina», soluble en el alcohol, y otra, In «buíotenina», soluble en el agua y en el alcohol. • 240 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Es muy conocida la clasificación que de los Reptiles se hace en Ofidios o «serpientes», Quelonios o «tortugas», Saurios o «lagartos» e Hidrosaurios o «cocodrilos». Los primeros interesan mucho a la Medicina; los segun- dos no tienen interés médico ni farmacéutico: solamente los dos últimos tienen importancia histórica medicinal, y de ellos diremos pocas palabras. Por de pronto, en oposición a los Anfibios, son pobres en glándulas cutáneas; en cambio, su piel está cubierta de es- camas dérmicas que contienen en la superficie iridocitos o células cromatóforas de tinte vario, cuyo juego produce los cambiantes de coloración que presentan algunas especies. La dentición en los Reptiles responde a tres tipos, que se encuentran realizados en los Saurios. Los hay acrodon- tos-esto es, con dientes soldados al borde maxilar, y a ve- ces soldados entre s,\,-pleurodontos-o con dientes fijos por su raíz ensanchada-y techodontos-cuyos dientes tienen raíz, implantados en alvéolos; v. gr., los cocodrilos. Además, los dientes pueden ser llenos-esto es, sólidos,- llamándose entonces pleodontos, o huecos, con cavidad pulposa, y se dicen celodontos. La forma de la lengua varía, y de esto se sacan caracte- res importantes para su clasificación. Así, los hay crasilinguos (de lengua gruesa), vermilin- guos (con lengua vermicular móvil), fisilinguos (de lengua hendida) y brevilinguos (con lengua corta y espesa). A esta familia pertenecen los Scincoidianos, que habitan regiones arenosas del viejo Continente, y entre los cuales está la especie denominada Scincus officinalis u ocellatus, que interesa a la Farmacia. Es un reptil al cual llamó Belon «pequeño cocodrilo». Habita el norte de Africa, el Egipto, la India y la Maurita- nia, cerca de Menfis. Mide 15 milímetros de largo, lleva cinco dedos en cada pata, y un paladar con dientes. Gozó de gran fama. Los árabes le suponían vulnerario, y antídoto del veneno de otros reptiles. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 241 El polvo de sus carnes entraba en la composición del electuario de Mitridates, y se le conservaba seco, abierto por el vientre y relleno con hojas de ajenjo. Gesner asegura que sus cenizas, mezcladas con aceite y vinagre, producen suficiente insensibilidad para amputar una pierna, y que su bilis mezclada con miel quita las man- chas de la córnea. Según Railliet, sus carnes pulverizadas entraban en la composición de la triaca de Venecia, empleada como ale- xifármaco. Entre los Lacértidos, que son fisilinguos-es decir, de lengua protráctil, larga y muy profundamente hendida o bífida,-tenemos varias especies que la Medicina primitiva ha usado. Entre nosotros, la Lacerta viridis (lagartija ver- de), que, según Lamery, contiene un aceite y una sal volá- tiles, se ha creído que era útil para hacer crecer los cabe- llos y como digestiva, resolutiva y sudorífica. También pertenecen a los Lacertinianos los Trachidér- midos o «saurios» de gran talla,pleurodontos,con miembros cortos y macizos, piel cubierta de tubérculos gruesos, y ca- beza chata. Los representan dos especies: Holoderma ho~ rridum y Holoderma suspectum. El primero mide un metro. Habita en Méjico; pero vive también en la región occidental de la cordillera hasta el Pacífico. Cuando se le irrita, arroja una baba blanca y glutuosa, segregada por una enorme glándula arracimada situada en el maxilar inferior, con cuatro conductos excretores que desembocan en las bases de otros tantos dientes acanala- dos. Para que el veneno se vierta con seguridad en la he- rida que hace al morder, pénese panza arriba en el mo- mento de ser agredido. Su mordedura es mortal para los animales de pequeña talla, y puede llegar a serlo para el hombre, citándose varios casos auténticos. Entre los «saurios vermilinguos» (de lengua vermiforme y protráctil) tenemos los camaleones, a los cuales se han atribuido virtudes extraordinarias. Decíase que su ojo dere- 242 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cho, sacado del animal vivo y mezclado con leche de ca- bras, aplicado en esta forma y por gotas sobre los ojos, quitaba las nubes; que su lengua llevada sobre el vientre de las parturientas, garantía un feliz alumbramiento; que su cuerpo triturado aplicado sobre la piel, era depilatorio. A los «Saurios crasilinguos» pertenecen los del género Anolis. Son iguánidos con cresta dorsal espinosa y una bolsa o saco membrano jugular, llamado fanón. Cambian de color aún en mayor grado que los camaleones. Sus di- mensiones varían entre 0,35 y 1,40 metros. Moloch hórrido. Viven en los países cálidos de ambas Américas, y son abundantes en las Antillas. Dicen que son muy amantes de la música, y que los in- dígenas aprovechan esta afición para cazarlos, pues se acer- can a ellos silbando, y mientras los anolinos escuchan, les echaban al cuello una lazada corrediza. Se han dado a comer sus carnes crudas a los sujetos ata- cados de sífilis, y sus carnes suazadas se aplicaban sobre las úlceras chancrosas. Bastaba comer tres dosis por día, para curar el cáncer. En nuestros días los annamitas les atribuyen extrañas virtudes medicinales. Lqs Ofidios también han tenido alguna aplicación en la TRATADO DE ZOO-FARMACIA 243 Farmacopea. En la teriaca del viejo Códex francés entraba carne seca y pulverizada de víboras. Alguna vez se ha tentado utilizar en Terapéutica su ve- neno. El de la serpiente cobra ha entrado en la composi- ción de varios remedios preparados por los hindúes; y del veneno de la Lachesis ñutas han hecho uso los homeó- patas. Entre los Hidrosaurios tenemos los «cocodrilos», cuyos dientes, según Plinio, llevados al cuello o en ligadura so- bre el brazo, eran afrodisíacos. No terminaré este capítulo de los Reptiles sin recordar que una «culebra» (Elaphis ^Esculapii) ha sido, y es, sím- bolo de la prudencia; que ella figura envolviendo el bas- tón (caduceo) de Esculapio, y concurre a formar el emble- ma de la Farmacia. Bajo tal forma fué adorado Esculapio en el templo de Epidauro. El arte figuraba una serpiente envolviendo el espejo de la Prudencia. También las Eumé- nides (Envidia y Discordia) fueron simbolizadas por ella. AVES Importancia de su huevo. No nos detendremos en la enumeración de los caracte- res morfológicos y biológicos de las aves, porque ellos son nociones bien distinta y claramente adquiridas y afirmadas en los que han pasado por las escuelas de segunda, y aun de primera enseñanza. Nos limitaremos a insertar una clasificación como ante- cedente útil, y a estudiar los productos que de ellas aprove- cha la Farmacopea moderna; verbigracia, la albúmina, la yema y la cáscara de sus huevos. Al. hablar de sus cualidad des principales y de sus usos, hemos de referirnos al huevo de gallina. 244 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Avestruces. Casuarios. Apteria. Con patas muy traseras; dedos palmiformes, con membrana interdi- gital Palmípedas. Con patas delgadas y largas; pico y cuello largos Zancudas. Con dos dedos hacia adelante y dos hacia atrás Tiepadoras. Grandes; pico ganchudo y garrras Rapaces. Con membrana córnea o cérea en la base del pico; dedos no bien palmeados, y alas re- dondeadas Gallináceas. Con membrana cérea rodeando el pico en la base; alas puntiagudas; dedos libres; sin cresta ni lóbulos cefálicos Colombinas. Sin membrana cérea; pico de forma muy va- ria; son de pequeña talla; canoras, , Pájaros, Sin cresta esternal; con alas cortas; 2 ó 3 dedos en cada pata; ni- difugas Con un dedo hacia atrás Carenadas. Rátidas Aves. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 245 la albúmina. Vulgarmente llamada clara, es una envoltura accesoria de la célula ovular. Se forma en el oviducto a medida que el huevo desciende rodando por dicho conducto. Antes de ser depuesto el huevo, la albúmina es bastante densa para poder desarrollarse fácilmente; pero un momen- to antes de ser expulsado de la cloaca se liquida, sin que se sepa la verdadera causa de tal fenómeno. El huevo de las aves.-Esquema de su estructura completa. La albúmina es una substancia compleja, mezclada con glucosa, grasa, sales minerales y principios extractivos más o menos definidos. Para aislarla y obtenerla pura pueden seguirse varios procedimientos. Wartz y Gautier indican ■el siguiente: se trata la solución acuosa de albúmina por el sub-acetato de plomo básico, lávase el precipitado, y dilúye- se luego en agua bajo la acción de una corriente de gas carbónico, que descompone el albuminato de plomo; en seguida se filtra, haciendo pasar una corriente de gas sulf- hídrico; digiérase el líquido entre 40 y 45° durante algunos minutos con negro animal lavado, descolórese, fíltrese de nuevo la solución, evapórese en el vacío a 40°, y se tendrá la albúmina seca. 246 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Para separar de ella las sales y otros cristaloides que con- tiene, sométase su solución a diálisis durante varios días, después de haberle adicionado algunas gotas de sulfuro de carbono para evitar su alteración; en seguida se filtra, y se evapora el líquido. La albúmina seca es amorfa, trasparente, blanco-amari- llenta, friable, inodora e insípida; contiene 1,7 por 100 de azufre, y es un compuesto quinario. Por más cuidado que se ponga en su obtención, siempre retiene pequeña parte de ácido fosfórico, cal y hierro. Es soluble en el agua, y sus soluciones sólo bajo pre- sión atraviesan los filtros de porcelana o el pergamino; son ligeramente ácidas y espumosas. Cuando está bien seca, puede soportar temperaturas has- ta de 1.000° sin alterarse. Disuelta o húmeda, se coagula entre los 50° y los 70°, volviéndose opaca e insoluble en el agua. Los álcalis retardan su coagulación, y aun pueden anularla; los ácidos minerales u orgánicos, las sales alcali- nas y neutras y alcalino-térreas la facilitan. La albúmina seca puede sofisticarse con goma, dextrina y gelatina. Se la usa como antidiarreica, como antídoto de las sales de mercurio y de cobre; también para clarificar los vinos u otros líquidos. Entra en la preparación: l.° De los albuminatos, forma de administración de substancias como el manganeso, el mercurio, la plata, el hierro y la quinina, con los cuales da soluciones de sa- bor aceptable. 2.° Del bismutoso, blanco-amarillento e insípido, anti- séptico estomacal y digestivo, sólo digerible por el jugo pan- creático. 3.° De las eigonas, combinaciones del yodo y la albú- mina empleadas como sucedáneas del yodoformo. 4.° Del protargol, compuesto de albúmina y plata al 8 por 100, de color amarillo, muy soluble en el agua, inalterable, sucedáneo del nitrato de plata, y empleado en TRATADO DE ZOO-FARMACIA 247 soluciones al 1 y al 2 por 100 o en pomada al 10 por 100 como antiséptico. 5.° Del protógeno, resultante de la acción del formol sobre la albúmina; polvo amarillo, insípido, insoluble en agua fría, alimento más bien que medicamento. Dosis, 60 gramos en dos lavativas. De la yema o vitelas.-Es la verdadera célula ovular, y se compone de dos clases de substancias, distintas del punto de vista biológico, histológico y químico, a saber: una blanca y central, apreciable cuando el huevo ha per- manecido en reposo asentado sobre su eje mayor, llamada vitelas formativo, porque a sus expensas se constituye el embrión; la otra, de color amarillo y mucho más abundan- te, llamada vitelas nutritivo, porque a sus expensas se ali" menta el mismo embrión durante su desarrollo en el inte- rior de aquél. El vitelus blanco está formado por células esféricas de 4 a 75 micrones de diámetro, que encierran un corpúsculo refringente grasoso, tenido por núcleo. El vitelus amarillo contiene vesículas gruesas, de 25 a 100 micrones, sin núcleo, llenas de gránulos finos, inso- lubles en el alcohol y en el éter. Al parecer, son de natura- leza albuminoidea. También contiene sales-especialmen- te de calcio,-grasa, glóbulos de lecitina y una materia co- lorante, que sería hematoidina. La yema se coagula por el calor. Sirve para emulsionar los cuerpos grasos y las resinas. Su importancia médica e higiénica se deduce de su valor nutritivo inequívoco, resultante de los componentes ya enunciados. La cáscara.-Pulverizada esta cubierta externa y acce- soria, puede emplearse como antiácida y astringente, por el carbonato y fosfato de calcio que la componen. La membrana testácea, que se adhiere internamente a la cáscara, se ha usado en la medicina casera como tela adhesiva para adosar los bordes de las pequeñas heridas; últimamente la ha usado Berthold para reconstituir la 248 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA membrana del tímpano del oído, aplicando un fragmento de ella sobre el sitio de la desgarradura. De la ovo-lecitina.-El huevo de las aves suministra to- davía otro producto noble, la lecittna. Desde el punto de vista de su composición química, co- rresponde al grupo de los llpoides, juntamente con la co- lesterina. Ambas substancias tienen propiedades fisiológi- cas y terapéuticas muy recomendables. Cuando se habla de la lecitina, entiéndese hablar de la «ovo-lecitina»; pero hay varias lecitinas de diferentes pro- cedencias. Como reserva nutritiva, se contiene en la yema de los huevos de las aves, y la tienen también todos los plasmas celulares, todos los tejidos embrionarios, el tejido nervioso, la leche, la bilis, el líquido espermático de los mamíferos, la sangre, los músculos, y aun los granos de los cereales. Las lecitinas son «grasas fosforadas». Su estado natural es el de lecito-albúmina, que corresponde a los «pro- teidos». Fueron descubiertas en 1846 por Gobley, que las aisló de las demás substancias de la yema. Liebreich las halló después en el cerebro, del cual las separaron Parke, Hoppe-Seyler y Dyakonow. En la práctica farmacéutica la más usada es la ovo-lecl- tina, mezcla de tres lecitinas primarias: la lecitina diesteári- ca, la dipalmítica y la dioleica; ésta, en la proporción de 40 por 100. Las lecitinas son solubles en el alcohol y en el éter, en la bencina, y sobre todo en el cloroformo; insolubles en la acetona. El agua las precipita de sus soluciones alcohó- licas. Son de reacción neutra, de aspecto céreo, translúcidas, blancas o amarillas y fusibles; calentadas a 70 grados, se descomponen, y son inestables todas sus combinaciones con los ácidos. Su reactivo específico es el cloruro de cadmio, que las precipita. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 249 Los álcalis cáusticos las saponifican. Las lecitinas pasan por el estómago sin ser digeridas; en el intestino se desdoblan, bajo la influencia del jugo pan- creático y de la entero-quinasa. Las lecitinas puras se preparan por variados procedi- mientos, más o menos complicados; pero todos deben obe- decer a este propósito: desdoblar la combinación albumi- noidea y separar los cuerpos grasos (lecitina y colesterina). Es útil conocer la proporción en que los diversos tejidos animales contienen las lecitinas. Al efecto transcribo de Carnot el cuadro que la expresa: Cerebro (substancia blanca) 11,00 » » gris 2,50 Riñón 2,48 Esperma ' 1,50 Hematíes 0,75 Yema de huevos 6 a 10 °/0 Leche de mujer 19 por 1.000 Leche de vacas 0,50 por 1.000 Por el rol que la lecitina parece jugar en el metabolismo de los elementos nerviosos, se la ha preconizado en todas las afecciones del sistema nervioso, especialmente en la neurastenia. Administrada por vía bucal o por vía hipodérmica, exci- ta la nutrición y favorece la multiplicación celular. Se ha empleado en los casos de atrepsia, con muy buenos resul- tados. Pero donde la lecitina parece dar mejor éxito es contra las manifestaciones de la escrófula y del raquitismo, sobre todo si va asociada al aceite de hígado de bacalao. La lecitina se administra por vía gástrica a dosis de 0 gr. 20 centg. a 1 gr., en píldoras de 0,05 centg. y sin otro excipiente que polvo de regaliz o de malvavisco; también en grajeas, en gránulos o emulsionada al aceite de bacalao, debiendo tener cada cucharada de las de sopa de 0 gr. 05 a 0 gr. 10 centg. 250 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Se administra en inyecciones hipodérmicas, disuelta en los aceites de olivas o de almendras dulces. Administrada en esta forma, constituye uno de los agentes más eficaces y serios de la medicación fosforada. Pero adviértase que di- chas soluciones deben ser estériles, y que en su prepara- ción conviene seguir una técnica rigurosa: l.°,lavar el aceite con alcohol, para separar el ácido oleico libre que pueda tener; 2.°, esterilizar en seguida el aceite; 3.°, mezclar el aceite con la lecitina disuelta en cloroformo o en alcohol. Sólo así se obtienen preparaciones estables. AVES CÉLEBRES Collocalias o salanganas. El segundo término preescrito es del léxico indígena de Filipinas, y corresponde a un conjunto de aves vulgarmen- te conocidas por «golondrinas de mar». Con dicho tér- mino se designa en la nomencla- tura zoológica un grupo de «pájaros fisirrostros», - es decir, de pico hen- dido, que les per- mite gran ampli- tud de boca,-en el cual se comprenden no menos de 18 especies, extendi- das desde la India hasta Nueva Zelanda. Collocalia es un término genérico, y las especies mejor conocidas son la C. escalenta o nidificans y la C. fuciphaga. He aquí sus caracteres comunes y algunas de sus parti- cularidades biológicas: Salanganas. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 251 Son pájaros diurnos pequeños, no mayores de tres pul- gadas, de color pardo oscuro y con las alas largas, cuyas puntas se cruzan dorsalmente. El dedo posterior lleva en los machos un espolón. Los tarsos son implumes. Vicen en cavernas, en profundas quebradas de los pe- ñascales abruptos que bordean los mares del Japón y de las Filipinas. Son célebres por sus nidos comestibles, llamados tam- bién «salanganas». Las más caprichosas leyendas se han tejido sobre estos pájaros, y varias hipótesis se han formulado sobre la es- tructura y composición química de sus nidos, cuya forma, desde luego, es rara. Generalmente se los compara con una concha abierta, o se los refiere a un cuarto de cáscara de huevo, formando la roca a que está adherido el tercer plano o pared. En dicho nido las hembras ponen dos o tres huevos muy blancos y pequeños. Bontius es el primer naturalista que, hace más de dos si- glos y medio, díó noticias sobre dichos pájaros, cuyos nidos, «cocidos en caldo de carnero, o con salsa de pollos», eran considerados en algunos países de la India como platos de lujo, preferidos por algunos gastrónomos. Según él, las salanganas construían sus nidos amasando con su saliva la espuma del mar, que lleva una materia gelatinosa; probablemente, sperma ceti o la materia aglu- tinante de los huevos de los peces. Según Oken, el nido se compone de dos partes: una ex- terior, filamentosa, de naturaleza vegetal, y otra interior, anhista, especie de barniz mucoso, producto de una secre- ción aún no bien localizada. Para otros sería formado únicamente por secreciones, ya del estómago, ya de las glándulas salivales. Como a veces los nidos se encuentran formados por fibras o filamentos arrollados sobre sí mismos, la opinión última parece cierta. Y hay quienes dicen haber observado que durante la tarea de la nidificación fluye abundante, continua y espesa la se- 252 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA creción; en tal grado, que tirando del hilo que sale del pico de la hembra, puede llegarse a extraer las glándulas ve- cinas. Home, de Inglaterra, dice haber hallado en el mesenterio glándulas muy desarrolladas, que supone tengan alguna relación con la materia de elaboración nidificadora. El análisis químico hecho por Manden demuestra que la substancia componente de los nidos es intermediaria entre la albúmina y la gelatina. Es resistente al agua hirviendo, en la cual se hincha al cabo de algunas horas; cuando se enfría la disolución, se endurece y se vuelve quebradiza (1). Beroten, que ha estudiado prolijamente la vida y obra de estos pájaros, dice que la especie C. fuciphaga para construir su nido se sirve de substancias vegetales, que aglutina con la saliva; pero la especie C. nidificans sólo emplea la saliva, que segrega en cantidad proporcional a la ración alimenticia de que disponga. Las cavernas más productivas de salanganas son las de Java, Siam y Shangai. Solamente de la Batavia se exportan al año más de 1.000 paquetes de nidos. Se los llama pikuls, y los chinos pagan por ellos precios fabulosos. El Gobierno holandés ha explotado durante años las ca- vernas de Karan-Kollong, que rendían no menos de 480.000 florines, y, según Berehen, el comercio con China produce más de 300.000 libras. La pesca de los nidos es industria difícil y arriesgada, y se hace tres veces al año. (1) PAYEN bautizó a dicha substancia con el nombre de cubilosa. Adminis- trada al interior, su asimilación es fácil: el jugo pancreático obra activamente sobre ella. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 253 HIRUNDÍNIDOS Las golondrinas. Son pájaros también fisirrostros, muy comunes y muy po- pulares. La especie Hirundo urbica o «de la ventanas» es la más célebre, por- que es ella la que ha inspirado a los poetas. Pero tam- bién son intere- santes la Hirundo rustica o «de las chimeneas», y la Hirundo riparia o «de las riberas». Han jugado gran rol en la Medicina de íines del siglo xviii. Sus carnes se decían bue- nas contra la epilepsia y fortificantes de la memoria; cura- ban las inflamaciones de la garganta y fortifi- caban la vista. Su estiércol era admi- nistrado contra la rabia y los cólicos nefríticos. Su nido, aplicado al cuello, curaba las an- ginasi Bajo el nombre de chelidonios o «piedras de golondrinas», se co- nocen unos pequeños gastrolitos lenticulares, calcáreos, que se han encontrado en el estómago de las golondrinas del género Golondrina de ventana. Chelidonias. 254 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Chelidonius, llamadas vulgarmente golondrinas patudas. La Medicina antigua (y todavía la práctica casera alsa- ciana) utilizaba dichas concreciones para extraer por frota- miento y aglutinación los cuerpos extraños alojados en los fondos de saco conjun- tivales. La tradición mantiene la creencia de que de ta- les calculitos se sirven las golondrinas madres para abrir los ojos de sus polluelos, o quitar- les las nubes con que a veces nacen y los ence- guecen. LOS ALÁUDIDOS Alondras. La alondra, «ave de la esperanza, hija del día*, al decir de Michelet, «mensajera de la primavera», es un pájaro que pertenece a la familia de los Aláudidos, del género Alauda, grupo de los brevirrostros (1), insectívoros, granívoros, cantores, ágiles, de alto vuelo y emigrantes. Durante la época del celo los machos pelean encarniza- damente disputándose las hembras; y es tan sangrienta la lucha, que a veces queda uno de ellos muerto o inutilizado. Es curiosa en la alondra la disposición de sus uñas, que Alondra. (1) Los pájaros, aludiendo a la conformación de su pico, se han clasifi- cado así: ' Levirrostros, de pico largo y débil. Brevirrostros, de pico corto y débil. Tenuirrostros, de pico largo y muy delgado. Conirrostros, de pico corto y fuerte. Dentirrostros, de pico dentado en la punta. Fisirrostros, de pico hendido. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 255 no le permite posarse sobre los árboles, y, en consecuen- cia, anida en el suelo. La alondra fué entre los galos un distintivo nacional. «De la alondra» llamóse una de las legiones organizadas por Julio César. Los soldados llevaban en sus cascos dos alas de alondra extendidas. En la Medicina primitiva empleáronse sus carnes contra los cólicos, según refiere Dioscórides, y han sido comida favorita de reyes y príncipes. Elzholz dice que en octubre de 1848 entraban en Leip- zig 403.500 alondras, y otras tantas en setiembre y no- viembre. Según Husson, el mínimum de alondras vendidas en los mercados de París en 1853 alcanzaba a 1.330.000. CAPITULO XIV Sumario: Mamíferos- Clasificación de la clase, y de los pro- ductos farmacéuticos que proporciona.-Cetáceos. Especies útiles: sus productos médico-industriales aprovechables.- Artiodáctilos que suministran substancias de aprovechamien- to farmacológico. Entre los mamíferos se hallan los animales más directa- mente relacionados con el hombre, y de los cuales toma los productos más diversos, ya para su nutrición, ya para la fabricación de las telas con que cubre su cuerpo, ya para la curación de muchas de las enfermedades que le afligen en todos los períodos de su existencia. Desde tal punto de vista puramente utilitario, y aten- diendo a la naturaleza y procedencia orgánica de los mis- mos productos, Roule los ha clasificado así: muscular Carnes frescas, o trans- formadas en peptonas. l.° Provenientes de los tejidos... Carbón animal. Gelatina y medula. óseo adiposo. Grasa y sus derivados; v. gr., lanolina y esper- ma-ceti. 2.° Provenientes de las glándulas subcutáneas. uro-anales ... Almizcle, castoreum y viverreum. mamarias Leche y sus derivados. 258 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 3.° Provenientes de las glándulas digestivas... estomacales... Pepsina. intestinales.... Ambar gris. Provenientes de las glándulas anexas páncreas Pancreatina. hígado Bilis. uro-genital.... Hiraceum. El profesor Mingazzini los ha dividido en tres categorías principales, atendiendo sólo a la naturaleza de los pro- ductos. l.° Substancias grasas. 2.° » aromáticas. 3.° » alimenticias, digestivas y diversas. Siguiendo el plan prefijado para esta obra, serán estu- diados los mamíferos en el orden que impone la clasifica- ción científica siguiente: TRATADO DE ZOO-FARMACIA 259 Apiacentarios *.... <...... i. .. . ■ t.««... u... .» ... <........ ¡ 4 Ornitodelfos. Aplacentarlos sin cloaca Marsupiales. con dedos en número par Artiodáctilos. » » » » impar Perisodáctilos. con trompa prensil Proboscidios. sin » » Hyrácidos. con mamas abdominales y pec- torales . Prosimios. con mamas pectorales Cuadrumanos. pectorales Sirenios. inguinales Cetáceos. CQ O co c O Q) Q) CQ O QíQ * c¿ w O g> U3 w S Q cú rj u .5 C C 'gq 'tn extremidades cortas, adaptadas para nadar.. .. Pinnipedos. extremidades anteriores adaptadas para volar.. Quirópteros. dentición completa y molares comprimidos Carnívoros. dentición completa y molares e incisivos puntiagudos Insectívoros. c on extremidades superiores prehensiles y extre- midades inferiores ambulatorias Bimanos. con dentadura incompleta Sin extremidades posteriores, y coh mamas .2 o con 4 manos. ambi con pesuñas. Con uñas.. Con cuatro ex- tremidades. . Placenta- ríos ...? Ovíparos. Vivíparos.. Mamíferos 260 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA En el cuadro precedente quedan suficientemente precisa- dos los caracteres diferenciales de los grandes grupos. Pero de éstos no todos interesan a la Farmacognosia: en conse- cuencia, sólo serán estudiados y definidos con más precisión, os que encierran especies utilizables a la Materia médica. Dejamos de lado los tres primeros órdenes, para comen- zar con el cuarto. Cetáceos. Organizados para vivir en el agua, son pisciformes, sin pelos, con las extremidades torácicas adaptadas para na- dar, y carecen de extremidades posteriores; en cambio, tie- nen una gran aleta caudal horizontal. Tienen una laringe que se abre en las fosas nasales, y respiran por espiráculos. o sifones, circunstancia que les permite tragar o comer sin nterrumpir la respiración. Son generalmente animales de gran talla, provistos de un espeso panículo adiposo subcutáneo, que al par que im- pide la rápida irradiación calorífera, evitando la macera- ción cutánea, disminuye grandemente su peso específico. El esqueleto es rico en grasa y en tejido esponjoso, todo, lo cual lo hace liviano. Han sido divididos en tres familias: Delfinidos o Ceto- dontos-con dientes en ambas mandíbulas; ejemplo, el Monodon monoceros,-Fisetéridos y Balénidos, que pue- den reducirse a dos: Misticetos-con barbas córneas palati- nas en vez de dientes, y comprenden los Balénidos-y Denticetos-provistos de dientes mandibulares en las dos- mandíbulas (Delfinidos) o solamente en la inferior (Fiseté- ridos o Cetodontos). Estos últimos tienen importancia farmacéutica, pues a ellos corresponden dos especies útiles: el Physeter tursio o* «pez mular» y el Cotodon macrocephalus o «cachalote»,, del cual proviene el ámbar gris, y de ambos la esperma- ceti. Difieren morfológicamente en que el Physeter posee una aleta dorsal adiposa, que falta en el Cotodon. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 261 Cotodon macrocephalus o cachalote. Es un cetáceo migrante, propio de las regiones ecuato- riales, que no pasa el Atlántico más allá de los 30° de lati- tud Sur. Viaja en bandadas, y, hundiéndose a grandes pro- fundidades, se alimenta casi exclusivamente de cefaló- podos. La hembra pare un solo hijo. Es un fisetérido que lleva dientes cónicos en el maxilar inferior, y en el maxilar superior, los agujeros correspon- dientes para alojarlos cuando cierra la boca. Esquema del cachalote. Mide de 20 a 25 metros de largo, siendo su peso medio <de 20.000 kilogramos. Tiene una sola abertura nasal, y truncado el hocico. Su cabeza es enorme, pues ocupa casi el tercio de la longitud total del cetáceo, y su estructura es muy complicada. Los maxilares son muy desarrollados, sobre todo hacia arriba, y el occipital ofrece una cresta longitudinal verti- cal y muy saliente, que se encorva para ir a unirse a cada lado con dichos huesos. De esta disposición resulta una vasta cavidad ovalar, formada hacia arriba por una expan- sión fibro-cartilaginosa subcutánea, y dividida por un tabi- que horizontal en dos cámaras llenas de un aceite graso muy abundante. Es el reservorio llamado caja, que guarda «1 órgano del blanco. De las dos fosas nasales, la izquierda es pequeña; en cambio, la derecha es muy grande, y ella es la que por sí sola constituye la caja de la esperma-ceti. Aparece divi- 262 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA dida en dos compartimentos; el anterior cilindrico, y el posterior discoideo. En el punto donde ambos comunican entre sí nace un canal que va a abrirse por encima del velo del paladar, y en un punto simétrico a éste es donde desemboca la fosa nasal izquierda. Resumiendo, diremos que la esperma-ceti es una subs- tancia que se produce y queda retenida en un órgano cilin- drico, el «órgano del blanco», extendida en la región supe- rior de la cara, inmediatamente por encima de la nariz derecha, desde la muralla ósea vertical formada por la ex- tremidad posterior de los maxilares y el frontal, hasta la extremidad anterior del hocico. Organo del blanco: su configuración interna. Cuando se coge un cachalote para su explotación, sepá- rase del tronco la cabeza; divídese el primero en trozos, que se hacen fundir para sacar de ellos aceite, y la cabeza ábre- se por su vértice a través de la pared superior, para caer en el órgano del blanco. Si el animal está recién muerto, el contenido es un líquido oleoso, que se recoge en' cubas o barriles, alcanzando a dar hasta 3.000 kilogramos' un ma- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 263 cho de talla normal. Dicho líquido graso no es producto de secreción glandular; parece formarse en el tejido conjun- tivo, a la manera de las demás grasas. Después de enfriado, el líquido se desdobla en dos subs- tancias: un aceite, y una masa blanco-amarillenta, untosa y muy blanda, que es la esperma propiamente dicha. Ambas se separan por filtración a través de un tejido de lana. El tejido adiposo que forma el «órgano del blanco» se distingue de las demás grasas del mismo cachalote en que sólo él encierra cetina, mientras los demás tejidos adiposos tienen margarina y pahnitina. La esperma-ceti (1) obtenida por simple enfriamiento es esperma bruta. Para purificarla se la exprime fuertemente, se la calienta luego en una solución débil de potasa, que separa las materias extrañas y los principios colorantes; lá- vase luego varias veces con agua hirviendo, y se cuela en un cristalizador. Así se obtiene el blanco refinado, que es producto comercial, sólido, de estructura laminar, untuoso al tacto y fusible a 49°, pero que aún contiene aceite. Para conseguir cetina pura trátase la esperma-ceti refi- nada por el alcohol hirviendo, que disuelve aquélla; luego se filtra, o se precipita de su solución. La cetina cristaliza en pajuelas nacaradas, solubles en el alcohol y en el éter y fusibles a 53°. Se dice que, quími- camente considerada, es un palmitato de cetilo. En el comercio existen tres formas del blanco de ballena: l.° Forma francesa; en panes cúbicos de 15 a 20 kilo- gramos de peso y color blanco o amarillo. 2.° Forma inglesa; en conos truncados, también amari- llentos o verdosos. 3.° Forma americana; en panes redondos de color blanco-mate sucio. Suele sofisticarse con sebo, con ácido margárico o esteá- rico, y también con ceras y otras grasas animales, que le hacen cambiar su punto de fusión. (1) La Farmacognosia la registra entre las ceras cétidas o glicéridos sólidos. 264 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Usos.-Antiguamente se empleaba al interior, a dosis de dos a ocho gramos, como emoliente, antidiarreica y bá- quica (contra la tos), emulsionada con yema de huevo. Hoy se emplea en la industria de las bujías diáfanas, siendo su principal aplicación para fabricar el cold-cream, varios ungüentos y el papel epispástico, al cual comunica un brillo especial. El alcohol cetílico, solo o mezclado con ácido bórico, bórax o talco, se ha empleado contra las grietas de las ma- nos, el prurito y el eczema. Una falsificación frecuente del blanco de ballena consiste en mezclar partes iguales de cetina y adipocira o grasa de cadáveres. La adulteración se descubrirá calentando la muestra sospechosa en un tubo cerrado, con potasa u óxido de calcio. Si hay adipocira, se desprenderá amoníaco, recog- noscible por el olor característico. Ambar gris. Es una substancia aromática, producto calculoso formado en el recto del cachalote. Durante mucho tiempo se ha creído que era un betún, o el resultado de resinas vegetales solidificadas, fosilificadas Virey lo considera como una grasa cadavérica, resultante de la descomposición espontánea de los grandes cefaló- podos. Hoy se admite, con Clasius, Seravat, Marel y otros, que el ámbar gris es un residuo alimenticio, amasado durante largo tiempo en el intestino de varios cetáceos. Según Virey, sería debida su formación a una bacteria, el Spirilus redi Physeteris, obrando sobre algunas substancias del contenido gástrico. Se le encuentra sobre el mar, o depositado sobre la playa; a veces, también en las entrañas mismas del animal. En las costas del Japón, de las islas Molucas, de la India, de Mada- gascar y del Brasil es donde se recoge. Cuando el animal muere antes de la expulsión espontánea de aquel residuo, TRATADO DE ZOO-FARMACIA 265 se encuentra en él gran cantidad de ámbar, y de excelente calidad. La nutrición de los cetáceos parece influir sobre la pro- ducción del ámbar: son los pulpos almizclados (género Etedonte), jibias y otros moluscos y peces mal digeridos los que le dan origen. El volumen de los trozos tomados en el intestino mismo es variable; se han hallado hasta de 25 kilos. La forma de los cálculos es esférica o elipsoidal, de su- perficie rugosa. El ámbar fresco o incompletamente desecado es negro; guardado en lugar seco, pierde de peso y se torna grisáceo. Los trozos que han flotado largo tiempo o que han perma- necido expuestos al aire, son de color gris-ceniciento y de aspecto pulverulento. El olor tiene intensidad varia: cuando fresco, es desagra- dable, estercoráceo; desecado, vuélvese suave y típico, pare- cido al del almizcle. Su estructura es calculosa; es decir, de capas concéntricas. La consistencia es variable. En el ámbar fresco el cuchillo no penetra: se pega a la masa, y no se le puede retirar fácil- mente; para seccionarlo es preciso calentar previamente la lámina cortante y obrar con rapidez. Cuando está seco se quiebra, pero no puede aserrarse. El ámbar gris se funde entre 38° y 40°, y arde con llama fuliginosa, dejando un pequeño residuo de carbón» Se compone esencialmente de cristales aciculares, conglo- merados o agregados linealmente en capas radiadas. En- cierra un principio, la ambreína (C2S H40 O), en proporción de 85 por 100, que fué aislada por Pelletier y Caventou tratando el ámbar per el alcohol hirviendo y haciéndolo pre- cipitar repetidas veces. La ambreína es también soluble en el cloroformo, en el aceite de ricino y en la vaselina; esta última solución se utiliza para las preparaciones micros- cópicas. No lo atacan los álcalis. También hay en el ámbar un pigmento negro, melánico, 266 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA procedente del epitelio pigmentoso del recto del cachalote. Beauregard ha demostrado últimamente que el ámbar calculoso es inodoro al principio; vuélvese oloroso bajo el influjo de una bacteria semejante a la del cólera, que se des- arrolla de 22° a 27°, y la transformación odorante de las substancias tarda cuatro años. Por eso sus vendedores lo conservan en sótanos a temperatura constante, para que ter- minen las fermentaciones; y así, la inmovilización del ca- pital empleado hace el precio del ámbar gris muy elevado, vale de dos a tres mil francos el kilo, razón por la cual se sofistica como el almizcle y demás productos aromáticos de origen animal. En la actualidad casi ha desaparecido de la Farmacopea para ser usado solamente en perfumería. Los antiguos médicos le atribuían acción excitante y tó- nica del sistema nervioso, y externamente empleábase como colutorio la tintura de ámbar compuesta. Sofisticación. Para terminar, diremos que una de las imitaciones más comunes del ámbar se ha hecho con el vidrio fundido y con el copal. Del primero se le distingue fácilmente: basta picar el trozo sospechoso con la punta de una aguja calen- tada al rojo: si la punta penetra produciendo ligera emi- nencia en rededor, es ámbar. En cuanto al copal, baste sa- ber que el ámbar lo raya, mientras que el copal no raya al ámbar. Frotado sobre la palma de la mano, el copal no da olor alguno, mientras que el ámbar emite su olor propio. Para unir dos trozos de ámbar gris, basta humedecer las superficies de los dos fragmentos con una solución de po- tasa cáustica y apretar fuertemente en caliente. Del Monodon monoceros o «narval». Es un cetáceo denticeto, sin barbas, sin aleta dorsal, y con dientes en la edad adulta; pero sólo posee los caninos TRATADO DE ZOO-FARMACIA 267 superiores, que en las hembras no son visibles, y en los machos adquieren caracteres de defensas, especialmente el del lado izquierdo, que, desarrollándose mucho hacia ade- lante, alcanza hasta dos y tres metros de longitud, siendo su superficie surcada por canales espirilados. Pues bien; este diente fué tomado antiguamente por cuerno, adjudicándoselo a un animal fantástico, que se de- nominó licorno. Pero Ambrosio Pareo le reconoció en su verdadera natu- raleza. Como a todo lo raro o misterioso, se le dió importancia medicatriz extraordinaria, y se lo recomendó como alexi- fármaco. Mingazzini cuenta que el rey Carlos IX echaba siempre en su pipa un poco de polvo de cuerno del narval. De su pasado glorioso sólo queda la nota histórica. LOS ARTIODÁCTILOS O BISULCOS Son mamíferos ungulados, de pie hendido, con dedos en número par y envueltos por pesuñas. Comprenden dos familias: Paquidérmidos, que tienen dentadura completa y estómago sencillo, y Rumiantes, que tienen dentadura incompleta, estómago complejo o múlti- ple, cuernos huecos, y los metatarsianos, soldados en un solo hueso. Por su dentición, son heterodontos. De los primeros, divididos en Suídidos e Hipopotámidos, interesan los Suídidos; y de los Rumiantes, muchos gé- neros. 268 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Suídidos Sus domésticas. Hipopotámidos. Paquider- mos. ... Artiodác- tilos o bisulcos. Mósquidos.... Moschus moschiferus Cérvidos Cervus elephas. Alces palmatus. Rumiantes Antilopinos. Bóvidos Ovinos... [Bovinos. jOvus. |Capra. O. arles. C. ilex. C. cegrus. Camélidos. Suídidos. Llamados también porcinos, son paridigitados, de denti- ción heteredonta, tegumento grueso con cerdas, y estómago simple, rico en glándulas pépsicas. Formula dentaria: 3--4 3 Entre sus especies figura el «cerdo común», Sus domesti- cus o Sus scropha, que, entre otros productos, y dejando de lado sus ricas carnes, suministra la grasa de más uso en la Farmacia, y la pepsina. De la grasa de cerdo distínguense dos tipos: el «tocino», que es tejido grasoso adherente a la piel, y la «manteca de cerdo», que proviene del tejido adiposo que envuelve los ri- ñones, y de los epiploones mesentéricos. Para obtener la grasa se cortan en pedazos las masas de tocino o de epiploon, se las muele, se las libra de todo tejido fibroso, y se las funde al baño-maría. Después de fundida se la filtra a presión a través de un lienzo fino, para que en éste queden los residuos sólidos, constituidos por las pa- redes celulares y otros elementos orgánicos. Para que tome color blanco debe agitársela suavemente mientras está líquida, operación mediante la cual se mezcla a ella el aire. No debe agitarse con violencia, pues un exceso de TRATADO DE ZOO-FARMACIA 269 aire incluido en la masa favorecería el enranciamiento de la grasa. El batido suave durante el enfriamiento tiene además por objeto evitar que se consoliden separadamente las ma- terias componentes, que tienen distinto grado de fusión y de condensación. De otra suerte, la estearina cristalizaría adherida a las paredes de la vasija, y la oleína ocuparía el centro. La grasa de cerdo bien preparada debe ser blanca, ho- mogénea, semidura, neutra, de sabor dulce y olor agrada- ble sai generis, y fundirse entre 38 y 40 grados. Es insoluble en el agua, muy soluble en los aceites fijos y esenciales, en el éter y en el cloroformo. Cuando se en- rancia vuélvese amarilla y ácida. El alcohol hirviendo disuelve 36 veces su peso, mientras el éter sólo disuelve 12, y 6 el sulfuro de carbono. A veces se sofistica la grasa de cerdo con otras grasas, cuya naturaleza debe saber apreciar el farmacéutico va- liéndose de medios y reactivos que la Química 1c enseña. Al comercio suelen llegar grasas de cerdo con nombres pomposos; tales la «larderina» (compuesta de sebo pren- sado, aceite de algodón, manteca de coco y sólo 1/5 de manteca) y la «cornelena» (que es grasa de cerdo mezcla- da con diversos aceites vegetales). De Norteamérica se introducen tres tipos: l.°, «Neutral lard», obtenida por fusión del tocino a baja temperatura; 2.°, «Leaf lard», que resulta de la expresión de los restos que sirvieron para obtener la primera; y 3.°, «Coice lard», producto de los desechos de tocino mezclados con grasa de diferentes órganos. Por lo que respecta a sus aplicaciones, diremos que se emplea como excipiente en pomadas, emplastos y un- güentos. Para asegurar su conservación, Deschamps aconseja mez- clarla en caliente con una resina como el benjuí, en pro- porción de 5 gramos de tintura por 1.000 de grasa fundida: el producto obtenido es la manteca benzoinada. 270 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Hoy puede decirse que la manteca de cerdo se substituye ventajosameute por la vaselina y por otras substancias análogas. RUMIANTES Así llamados porque efectúan una segunda masticación perfecta, llamada «rumia», después de haber almacenado y reblandecido los alimentos en la panza y sus dependencias. Son artiodáctilos con placenta cotiledonaria. Su fórmula dentaria varía en cuanto al número de dien- tes; pero en todos faltan los incisivos superiores, y los cani- nos en las hembras. Son fitófagos y polígamos. Carecen de clavículas, y el metacarpo está representado por un solo hueso. Comprenden varias familias, de las cuales estudiaremos los Mósquidos, Cérvidos y Bóvidos, dejando de lado los Camélidos. MÓSQUIDOS Moschus moschiferus. Los Mósquidos son rumiantes sin cuernos, muy próximos a los ciervos, que los tienen caducos. Carecen de incisivos en el maxiliar superior, y tienen ocho en el inferior. Poseen caninos superiormente, y en los machos se desarrollan mu- cho, a modo de defensas. Al género pertenece el cervatillo porta-almizcle, que tiene la talla de un ciervo de seis meses, esto es, que mide próximamente unos 50 centímetros de alto; vale decir que su talla varía entre la de una liebre y la de un cabrito. Su cuello es corto y grueso; su cabeza, chica; el hocico, puntia- gudo; la piel, gris-rojiza y variable según la edad, pero TRATADO DE ZOO-FARMACIA 271 siempre de pelo grueso y áspero; las patas posteriores son más gruesas y más largas que las anteriores, unas y otras con pesuñas triangulares muy puntudas, con uñas laterales muy largas, aun cuando no alcanzan al suelo. Por su dentadura, cuya fórmula es i, 0/4; c, 1/0; m, 6/6» se parece a los ciervos, si bien difiere de ellos en que los incisivos no son espa- tulados; los caninos del macho son muy largos y agudos, constituyen- do verdaderas defensas. Su boca es hendida hasta los molares. El estómago es cuá- druple, y oligo-cotiledo- nar la placenta. La cola es rudimen- taria y sin pelos, que también faltan alrede- dor de su raíz, estando la región circun-anal siempre humedecida por un líquido de olor típico. En los machos, hacia la faz ventral, a dos centímetros Moschus moschiferus, macho.-Almizclero. Aparato del almizcle.-A, bolsa del almizcle, cortada verticalmente.-B, su ori- ficio.-C, orificio del prepucio.-D, glande y prolongación uretral.-E, escroto. por delante de la base del escroto, entre el ombligo y la verga, hace eminencia una bolsa glandular: la «bolsa del almizcle», que es de forma semiglobulosa, más larga que ancha, algo aplastada anteriormente, desarrollada entre la 272 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA piel y los músculos del primer plano de la pared del vien- tre. Esta bolsa se abre al exterior por un orificio circular contorneado de pelos en remolino. Inmediatamente por de- trás de él hay una especie de escotadura o surco longitu- dinal que da paso a la verga, la cual aparece como un cor- dón prominente en la pared posterior de aquélla. En los animales jóvenes esa bolsa está vacía y contraída; en los adultos mide de 0,05 a 0,06 centímetros de largo por 0,035 a 0,047 de ancho, y su capacidad es en ellos de 15 gra- mos a 27; los animales viejos sólo dan de 10 a 15 gramos. En la constitución de la pared sacular se distinguen tres capas principales: 1.a, cutánea, sin pelos; 2.a,¡[muscular,: y Bolsa de almizcle de Birmania, tal como se ofrece en el comercio, con un'trozo de piel del abdomen y del escroto. 3.a, mucoso-glandular. En esta última se ven grupos de cé- lulas epiteliales, pero ningún reservorio ni conducto excre- tor. Las capas epiteliales internas forman con el tejido conjuntivo subyacente crestas salientes que dividen la superficie mucosa en pequeños lóculos semejando finas TRATADO DE ZOO-FARMACIA 273 impresiones. Toda la superficie de la mucosa ofrece abun- dante descamación, y es en los lóculos donde asienta el producto aromático, en cuya formación entran células des- camadas; todo lo cual sintetizaríase diciendo que el almiz- cle es una «secreción holocrina». El almizcle fresco es de consistencia de miel y de color rojizo;desecado es sólido, negruzco y untuoso, siempre mez- clado con pelos procedentes de la bolsa. El sabor es amargo; el olor, fuertemente amoniacal, pero desaparece cuando se le priva en absoluto de agua, o cuan- do se le mez- cla con alcan- for, agua de al- mendras amar- gas, azufre do- rado de anti- monio u otras substancias; el kermes mine- ral le comuni- ca olor aliáceo o de cebollas. Es poco soluble en el alcohol, y casi insoluble en el éter; en el agua hirviendo se disuelve hasta un 70 por 100 de su peso. Las soluciones tienen color amarillo oscuro, que se descolora por medio del ácido nítrico concentrado. El análisis químico acusa en él la presencia de coles- terina, una resina amarga que tiene su propio olor, ácido láctico libre, lactato de amonio, gran cantidad de sa- les solubles en el agua y varios principios solubles en alcohol (1). Para reconocer el almizcle se atiende a sus propiedades físico-químicas antes enunciadas, y a las siguientes: l.° Arde con desprendimiento de olor amoniacal, y deja un residuo de ceniza de 4 a 6 por 100. Bolsa de almizcle, abier- ta para mostrar las ho- jas del papel del emba- laje con que se sofistifica a veces. Almizcle de Kabardín. (1) La Farmacognosia le incluye entre las ketonas aromáticas, grupo de los aceites esenciales. 274 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 2.° Calentado con potasa o con amoníaco, se separan de él las substancias extrañas. En razón de su elevado precio, se le sofistica frecuente- mente, ya llenando las bolsas, de antemano vaciadas, con otras substancias (v. gr., sangre coagulada, polvos de híga- do o de nueces de agallas, cera, estoraque, tierra, benjuí, etcétera), ya haciendo bolsas con pedazos de piel y llenán- dolas de estas materias extrañas, pero agregando pequeñas porciones de almizcle para darles el olor característico. Para obtener el almizcle puro, se desprende del animal la bolsa con una parte de la piel inmediata, y se deja secar al aire. En tal estado la venden los mercaderes, y es Shan- gai el principal mercado. Se le conserva en cueros húmedos, para que adquiera mayor peso. Se clasifica según sus cualidades en tres grupos, designa- dos: l.° pila, 2.° pila y pila 3.°; las primeras confinen almiz- cle puro, y las últimas son pobres en tal contenido. Las bolsas son importadas en Europa en cajas de madera forradas en tela de seda y recubiertas interiormente con papel de plomo. En el comercio europeo se distinguen dos especies principales de almizcle en vejigas: l.°, almizcle del Tonkín, que se presenta en bolsas lenticulares, redon- deadas, con un orificio excéntrico, las cuales dan un rendi- miento de 60 a 80 por 100 de almizcle en grano, y cuyo pre- cio varía entre 2.500 a 4.000 francos el kilo: es, por tanto, el más apreciado; 2.°, el de Kabardin o de Rusia, recogido en Siberia y en Altai, que se vende en Alemania: es de calidad inferior, poco oloroso y de color blanquisco; 3.°, almizcle de Assam o de Bengala y de Junnan, que se exportan a Francia. Finalmente, hay un almizcle artificial, que se obtiene con los derivados nitrados de los hidrocarburos que encierran a la vez un núcleo benzoico y radicales alcohólicos. Usos.- Mencionado en los viejos libros chinos, dice Reutter, en la Edad Media frecuentemente confundido con el castoreum, se atribuían al almizcle grandes propiedades medicinales, al punto que Alberus decía que sin él la Me- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 275 dicina no existiría. Se lo empleaba como antiespasmódico, en la gota, contra el tétanos, contra la tos convulsiva, la epilepsia, etc. Se le administraba, ya en polvo, ya en píldoras, ya en tintura (Tinct. moschii), ya en pociones. Dosis, 0,01 gr., a 0,10 gr. por día. Actualmente se le coloca entre los estimulantes y anti- hervinos. En casos de depresión general intensa, se le pres- cribe en lavativas. También tiene aplicación en las pulmo- nías asténicas, en las bronquitis y en las gangrenas del pul- món. Según Saboureau, su uso interno produce vértigos, dolor de cabeza y sensación de calor en el epigastrio. Algunos le atribuyen acción emenagoga peligrosa: pro- voca epistaxis y sudoración. Su principal aplicación actual es en perfumería. Milne- Edwards refiere que el almizcle figuró entre los objetos preciosos que el sultán Saladino envió al emperador de Constantinopla Isaac el Angel en 1189, dos años después de la toma de Jerusalén. Entre tales presentes figuraban un almizclero y cien bolsas de dicha substancia aromática. Cérvidos. • Son rumiantes oligo-cotiledonares, pari-digitados, con Cuernos caducos, de talla relativamente pequeña, esbeltos y ágiles. Su fórmula dentaria es: i, 0/8; c, 1/1; m, 6,6. El estómago tiene cuatro cavidades. Comprenden dos grupos principales: Eláphidos, con cuernos aplastados y grandes en los machos, y Ciervos, de cuernos cilindroideos. A estos últimos pertenecen los ga- mos, corzos y venados. De los venados interesan especial- mente a la Farmacognosia una especie, de la cual en la an- tigüedad se empleaban la sangre, la grasa, el hueso del co- razón y los cuernos con fines medicinales. Es la que descri- biré en seguida. Cervus elap has.^Conocido vulgarmente por «ciervo» y 276 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA «venado*, común en Europa y en Asia. Su piel es de color pardo-grisáceo, uniforme en invierno, con una hilera de manchas blancas a los costados en el verano. Sus apéndices frontales y su aorta osificada deben ser es- tudiadas, por la importancia anatómica, comercial y farma- céutica que han tenido. Cuerno de ciervo- Impropiamente así llamado, porque no es una producción córnea de la piel, como en los bóvi- dos, sino una prominencia ósea del frontal, de forma y es- pesor variables. Pero tampoco es todo óseo. Beauregard lo considera formado de dos partes distin- tas: una porción ba- silar, poco desarro- llada, la «raíz*, el «pivot*, que sería una apófisis del fron- tal, y la «madera» o tronco exterior, más- o menos ramificado en variable número de «candiles» de superficie escabrosa, estriada exteriormente, liso en la cara interna, matizada en colores. La apófisis del frontal se ahuecaría en forma de cúpula hacia su extremidad, y en esa cúpula se organizaría una substancia pre-ósea, a expen- sas de la cual se formaría la «madera» o cuerno exterior. Este no resulta entonces de una osificación encondral. Dicha cúpula se rellenaría y rebalsaría de dicha substancia pre- ósea, la cual formaría así un bourrelet o rodete sobre todo el contorno, el cual, no osificándose, origina la parte anular, espesa y rugosa de la base del cuerno. Pero creciendo esa substancia pre-ósea, se osifica para constituir la «percha», o «asta*, y sus ramificaciones, o «candiles». El modo como se verifica la osificación da a los cuernos, una estructura anatómica cuyas particularidades son éstas: falta de alvéolos medulares y grasosos; ausencia de cana- Huesos de corazón de ciervo. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 277 líenlos de Havers y de láminas óseas concéntricas; ausen- cia de substancia compacta, siendo la dureza de sus capas exteriores debida únicamente a la considerable reducción de los alvéolos, que sólo contienen vasos capilares. Los cuernos son caducos. Su caducidad anual resulta de una necrosis del tejido de la «madera» al nivel del rodete, por atrofia de los vasos nutricios. Al caer, queda una super- ficie sangrante durante dos o tres días, que se recubre luego con piel sin pelos, debajo de la cual se organiza el tejido pre-óseo que dará origen al nuevo cuerno. La riqueza de estos cuernos en fosfatos y carbonatos fundó sus usos. Empléabanse, y se vendían a buen precio, los pitones, mogotes o candiles, que son trozos pequeños, puntas cor- tadas; también las raspaduras o virutas, sacadas con esco- fina o cuchillo. Tienen aspecto córneo, son pesadas y de co- lor gris-blanquisco. Por último, se expende el polvo de cuer- no, que es blanco mate o ceniciento, y se obtiene por calci' nación y trituración consecutiva. Tratado por el ácido clorhídrico diluido, lavado después y desecado, se obtiene un producto conocido por cuerno de ciervo preparado, que no contiene cal, y equivale a la oseína de los demás huesos. Era muy empleado en Ho- landa. En cambio, en España se ha hecho mucho uso del cuer- no de ciervo calcinado, en el cual la materia orgánica ha desparecido, quedando sólo las sales del calcio. En esta orma se le aprovecha para la confección del cocimiento blanco de Sydenham. Hasta 1884 figuraban en el Códex francés el aceite animal fétido y los aceites empireumático y rectificado, obtenidos por destilación seca de los cuernos frescos. Boeri recuerda también el cuerno filosóficamente pre- parado, que era producto de la destilación de los pitones previamente desgelatinizados por acción del vapor de agua destilada de plantas aromáticas, que comunicarían a aquél sus virtudes. 278 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Con la gelatina de los cuernos preparados se confeccio- naba una jalea, que figura anotada en el Códex de 1895. Según Dioscórides, los cuernos quemados y lavados, si se ingieren a dosis de 15 a 20 gramos, son útiles contra la disentería, las hemoptisis y los dolores de la vejiga. Hueso de corazón de ciervo.-Bajo esta denominación se conocía y empleaba un producto resultante de la osifi- cación o calcificación vegetante de la base de la aorta de los cérvidos. Según Beauregard, todavía se lo encuentra en venta en alguna rara droguería de Francia, y en los museos de Ana- tomía comparada, así como en la Farmacia central de Pa- rís, guárdanse colecciones interesantes de dicha materia. Atribuíasele virtud cordial. Alces palmatus. Es un cérvido de grandes cuernos palmeados, con rami- ficaciones en lo alto. Es animal de gran talla: el macho al- canza a 2,80 de largo por 2 de alto en la cruz; vive en el Norte de Europa, de Asia y de América. Es propia del vie- jo Continente la variedad Alces de Crin, y propia de Amé- rica es la variedad Alces originae. Tuvo celebridad porque la pesuña de su pata izquierda» conocida por uña de la gran bestia, se empleó como- amuleto contra los ataques de epilepsia o de histerismo. CAPITULO XV Sumario: Bóvidos, Ovidos, Cápridos, Perisodáctilos, Hyráci- dos y Roedores.-Ovis aries y lanolina.-Bouquetin de los Alpes:su sangre-Capra cegagrus.-Bezoares.-Grasasy jabo- nes animales.-Hyrax e hiraceum.-Castor fiber y castoreum. De las familias comprendidas entre los Rumiantes, sin duda ésta es la más interesante, no sólo porque encierra tantos animales domésticos auxiliares del hombre, mutua- listas con él, si que también por la variedad de los produc- tos que suministran, particularmente para la alimentación y para la Farmaco-terapéutica. El carácter zoológico dominante en ellos es tener cuernos huecos, que envuelven como en un estuche córneo las apófisis frontales: se dicen por eso «cavicornios». La apó- fisis frontal o eje óseo de los cuernos es llena o sólida en los antílopes, ahuecada y comunicante con el seno frontal en los bovinos. El sistema dentario responde, con pocas excepciones, a la siguiente fórmula: i, 0/4-0/4; c, 0/1-0/1; ni, 6/6-S/6 = 32. Son polígamos, y forman tropas a veces migratorias. Se dividen en tres sub-familias principales, que son: Anti- lopinos, Ovinos y Bovinos. Sólo trataremos de los dos últimos. Interesan las espe- cies comprendidas en los respectivos géneros Ovis, Capra y Bos. 280 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA O vis aries. Es la oveja doméstica, diversificada en numerosas razas esparcidas por todo el mundo, de las que el hombre apro- vecha sus carnes, su leche y su lana, constituyendo espe- cialmente la última una fuente de riqueza para muchas na- ciones, entre las cuales la Argentina ocupa uno de los pri- meros puestos. La Farmacognosia aprovecha principalmente dos pro- ductos naturales: el sebo y la lanolina. El sebo se contiene en el tejido adiposo abdominal, y se le obtiene por procedimientos análogos a los que se indi- caron a propósito de la grasa de cerdo. Es rico en estearina y palmitina. Se enrancia fácilmente por descomposición de la hircina, que produce ácido hír- cico volátil. Sus antiguos usos en la fabricación de ungüentos y em- plastos han decaído. Más importante es al presente la grasa extraída de la lana, o sea la lanolina. Dioscórides y Plinio dan noticia de esta droga. Conocida antiguamente con el nombre de oesypum (esipo), que quiere decir «mugre de lana», fué empleada por los griegos como cosmético, y durante la Edad Media tuvo difundida aplicación. Se la encontraba en todas las farmacias bajo el rubro de leche de lana. Messué preconizó su uso. Fué incorporada a la Terapéutica por Liebreich. La Farmacognosia la estudia entre los colestéridos. Para obtenerla se lavan las lanas con una solución alca- lina, se filtra esa agua, se le adiciona sulfato de magnesia, y se obtiene un jabón magnésico mezclado a la colesterina. Después de lavarlo y secarlo al aire libre, el jabón se des- compone por el ácido clorhídrico diluido: entonces los áci- dos grasos y la colesterina sobrenadan; se los separa del líquido, y se los trata por el éter de petróleo calentado a 30° en vaso cerrado, filtrando luego a presión o destilando TRATADO DE ZOO-FARMACIA 281 el líquido para quitarle el petróleo; neutralízase después el ácido clorhídrico por el carbonato de magnesio. Por último, se lava cuidadosamente con agua hasta que ésta sea limpia; en seguida se funde el producto, se le filtra a través de franela, y cuando está frío se le incorpora su peso de agua, para conseguir el producto farmacéutico, blanco y suave al tacto; sin aquella agua añadida, sería amarillento, viscoso y de reacción neutra. Berhole ha conseguido fabricar una lanolina sintética calentando colesterina a 200° en tubos cerrados. Liebreich encontró lanolina en la piel humana de los negros, en los cabellos, en la grasa que cubre el cuerpo de los recién nacidos, en los huesos de los pescados, en el pico de las aves, en las plumas, y en las pesuñas de los cua- drúpedos. La lanolina es inodora, y se funde entre 38° y 40°; es solu- ble en éter, cloroformo, bencina, sulfuro de carbono y otros cuerpos grasos, e insoluble en el alcohol. Calentada a más de 100°, pierde su agua.se hincha, y arde con llama sin dejar residuo. Es un éter colesteárico e iso-colesteárico de los ácidos grasos de la serie más elevada. Es muy estable, y no se en- rancia al aire; no la atacan los álcalis, ni los microorganis- mos de la fermentación. Tiene una reacción característica, que es la siguiente: una pequeña cantidad disuelta en ácido acético, adicionada con algunas gotas de ácido sulfúrico, la colorean de verde, pa- sando antes por las coloraciones rosa y turquí obscura. La lanolina oficial tiene agua en proporción de 25 a 27 por 100. Comercialmente se distinguen cuatro tipos: l.° Lanolina bruta o centrifuga, que retiene parte del jabón calcáreo formado durante las operaciones de su ex- tracción. 2.° Lanolina pura, libre de jabones por medio de la- vados y fusiones repetidas. 3.° Lanolina anhidrica o sin agua. 282 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA 4.° Lanolina hidratada hasta el 25 por 100 de su peso. Tiene las mismas aplicaciones que las grasas y la glice- rina, y se aconseja la preferencia sobre ésta y la vaselina por su fácil absorción a través de la piel y porque, siendo inalterable al aire, no se enrancia; por tanto, no irrita las mucosas ni la dermis. Además, por su gran capacidad de absorción del agua se adhiere a las mucosas, y pueden in- corporársele íntimamente las substancias medicamentosas que se quiera. La lanolina no es absorbida en el intestino (Mingazzini). Sirve de excipiente a muchas pomadas, ya sola, ya aso- ciada a la manteca u otras grasas en proporción de 5 a 25 por 100. Para preparar esparadrapos y supositorios es ex- c elente. En el comercio se expende un preparado llamado thila- nina, que es lanolina azufrada al 3 por 100, y otro titulado sapolana o sapolán, que es nafta destilada y jabón de- secado. Cápridos. Constituyen un grupo en el cual algunos autores incluyen los carneros al lado de las cabras, mientras otros zoólogos refieren aquéllos al género, antes caracterizado, de los ovinos. De las cabras, apreciadas en general por sus carnes y sus cueros, a la Farmacognosia le interesan pocas especies, y son las que a continuación se anotan dando a conocer sus aplicaciones: Capra ilex o «bouquetin*.-Es una especie salvaje, que habita las altas cumbres de los Alpes. Su pelaje es gris-amarillento,con una banda dorsal negra. El macho lleva grandes cuernos, divergentes, encorva- dos hacia atrás y muy rugosos. Tuvo celebridad en el pasado, y aún se encuentra en el comercio. Se preconizó como antipleurítica su sangre desecada. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 283 que los farmacéuticos expendían encerrada en pequeñas vejigas de forma de salchichón. Hoy se la llega a encontrar en masas formadas por pla- cas delgadas, groseramente fragmentadas en pequeños tro- zos negros, brillantes y sin sabor. Más bien que droga, es al presente artículo de museo o de coleccionista. Capra oegagrus y bezoares.-Bajo el nombre genérico de «bezoares», que significa «antídoto»,se han confundido con- creciones calculosas de diversa na- turaleza, formadas en el tubo di- gestivo o en otros órganos de ani- males los más desemejantes, ya mamíferos, ya reptiles, que la Me- dicina árabe introdujo en Europa durante la Edad Media, juntamente con numerosas supersticiones so- bre sus extraordinarias virtudes. Los bezoares orientales gozaron de gran renombre, y adquirieron en el comercio el más alto precio. Procedían especialmente de la cabra salvaje (Capra oegrorum) y de algunas gacelas y antílopes. Consisten en masas redondeadas, lisas, verdes o pardas, formadas por capas concéntricas y delgadas, frágiles, de fractura vitrea, fuertemente aromáticas, originadas en el cuajar de dichos rumiantes. En América los bezoares llamados occidentales fueron hallados en todo tiempo. En el Norte de la República Ar- gentina también se los encontraba en las vicuñas, guana- cos, llamas, antas y cabras. Eran muy estimados por los indígenas y por los primeros pobladores españoles. Vargas Machuca, Garcilaso, Charlevoix, Lozano, Gueva- ra, Monardes y otros historiadores hablan de ellos. Monar- des, médico de Sevilla, dice que Carlos V usó la piedra be- zoar occidental para curar su melancolía, y Falkner dice que Bouquetin o «cabra de los Alpes». 284 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA entre los patagones se empleaban como sudoríficos. Mucho se llevaban como amuletos, y eran considerados como ale- xifármacos; dábanse al interior como antipútridos y como antiespasmódicos. Todavía en algunas farmacopeas se consigna una subs- tancia denominada «ácido bezoárdico», que procede de ta- les formaciones orgánicas. En la composición química del bezoar, la análisis cuali- tativa acusa carbonato y fosfato de cal, colesterina y mate- rias vegetales en diverso grado de descomposición. El be- zoar es a veces oleaginoso. Calentado, desprende olor aro- mático. El bezoar artificial tiene esta fórmula: C14 Hü Os 2 H2O. Bovinos. Bajo el nombre genérico de Bos taurus se comprenden no menos de doce especies o razas de bueyes domésticos, unos braquicéfalos y otros dolicocéfalos, sobre cuyo origen, que arranca de diversos tipos primitivos o prehistóricos, la ciencia no ha dicho su última palabra, faltando acuerdo entre zoólogos y paleontólogos. Parece innecesario dar los caracteres anatómicos y fisio- lógicos comunes a las diversas razas que pueblan los Mu- seos y los Jardines zoológicos. A nuestros fines, bastará recordar la función económica que desempeñan en los países ganaderos, la importancia mundial de sus carnes, cueros, cuernos y huesos, que dan materia a industrias de prosperidad intermitente. Su rol, más apreciado antes que ahora, pero que nunca se extin- guirá, es como factor de energía de tracción. Habremos de limitarnos por ahora a estudiar el producto grasoso extraído de los huesos frescos, y sus aplicaciones farmacológicas. Medula de buey.-Por tal se conoce el tejido grasoso que llena el canal central de los huesos largos. Es de color amarillo, blanda, muy fusible, de fácil en- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 285 ranciamiento. Contiene 40 por 100 de oleína, 35 por 100 de estearina y 25 por 100 de palmitina; en los animales jóve- nes la oleína puede alcanzar hasta 60 por 100. Sirve especialmente para preparar algunas pomadas y el clásico «bálsamo nerval», cuya fórmula es la siguiente: Manteca almizclada; medula de los huesos; aceite de al- mendras; alcohol de 80°; bálsamo de Tolú y esencia de ro- mero, aa.; alcanfor y esencia de clavo, aa. Jabón animal.-También se le llama «jabón medici- nal». Se obtiene saponificando la grasa de medula de buey por la lejía de sosa cáustica concentrada, y separando después el jabón por medio del cloruro de sodio, que lo precipita. Por enfriamiento fórmase una masa sólida que se seca al sol o en lugar caliente, y luego se corta en trozos de formas varias. Es, pues, un jabón alcalino y simple, que se compone de estearato y palmitato sódico, sin glicerina. Es blanco o gris, duro, de sabor alcalino, casi inodoro, fácilmente fusible al calor, y no mancha el papel. Es soluble en el agua caliente y en el alcohol rectificado. Entra en la preparación del «bálsamo Opodeldoch», de «jabón negro», del «linimento de yoduro de potasio», del «jabón alcanforado», del «jabón fénico», etc. PERISODÁCTILOS Este orden comprende tres familias: Tapíridos, Rinocéri- dos y Équidos. Apenas tiene interés médico-farmacéutico la última,entre cuyosgéneros se cuenta el Equus.Su especie caballas («caballo*)suministra el suerode su sangre, siendo por eso animal de alta estima en los Conservatorios o Ins- titutos bacteriológicos para la preparación de sueros pre- ventivos y curativos, de tanta aplicación en la Terapéutica de actualidad. Las experiencias llevadas a cabo en el Ins- tituto bacteriológico del Departamento Nacional de Higie- 286 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ne por Krauss y Sordelli permiten formular las siguientes conclusiones: l.° El suero normal del caballo contiene una antitoxina diftérica. 2.° El s. de cab. normal puede prevenir y curar la infección. 3.° La antitoxina se halla en las pseu- doglobulinas del s. n. 4.° La cantidad de antitoxina aumen- ta con la edad. 5.° Sus aglutininas para el tipo Flexner de la disentería siguen la misma ley que la antitoxina diftérica. HYRACIANOS O H1RACOIDES Entre los mamíferos placentarios deciduos hay el orden de los Hyractanos, Lamnungios o Taxeópodos, caracte- rizados por ser multi-ungulados, pequeños, sin trompa ni defensas, con cuatro tetas inguinales y dos axilares, sin ca- ninos, y de placentación zonular. Marcan la transición entre los animales ungulados y los unguiculados. Algunos zoólogos los han agregado a los proboscidios; pero su dentición, cuya fórmula es: i, 2/2; c, 0/0, pm, 4/4; m, 3/3, los aproxima a los roedores, y por sus patas se parecen a los plantígrados. A este orden se refieren varias especies que habitan el Africa y el Asia oriental, y que Cuvier llamó «rinocerontes en miniatura». Todas constituyen el género Hirax oDaman. Estudiaremos solamente la especie que Buffon denomi- nó marmota del Cabo, y que en la nomenclatura moderna se llama Hyrax capensis. Es un animal de no mayor tamaño que una liebre. Tiene la piel cubierta de pelos suaves, mezclados con largas cerdas. Carece de cola. Sus patas son cortas, llevan- do en las anteriores cuatro dedos unguiculados y un pul- gar rudimentario, y en las posteriores, tres dedos, de los TRATADO DE ZOO-FARMACIA 287 cuales el interno va armado de una uña ganchuda con do- ble filo. Su organización interna ofrece también alguna singula- ridad. Así, el estómago pilórico y el estómago cardíaco es- tán netamente separados por un relieve grueso, como en los rinocerontes. Además, tiene dos ciegos intestinales, uno en el comienzo del intestino grueso, otro en el ángulo de unión del colon transverso con el colon ascendente, y un hígado divi- dido en siete o más lóbulos. Sobre las ver- tientes de las mon- tañas, en cavernas y en hendiduras de las rocas de re- giones habitadas por el daman o marmota del Cabo, encuéntrase, desecada o fresca, una substancia resinoidea, muy pesada y de color negruzco, que calentada entre los dedos se ablanda, y que se deja rayar fácilmente por el cuchillo, de olor fuerte y desagrada- ble, generalmente urinoso, parecido al del castóreo, de sa- bor amargo y acre, muy soluble en el agua, a la cual co- munica color amarillo, y poco soluble en el alcohol y en el éter. Ya Buffon la describía así. Al microscopio descúbrense en ella diversos elementos vegetales; pero su origen no está bien determinado, aun cuando por su posición y por sus caracteres físicos se cree que sea el excremento del animal mezclado con su orina, y modificado por la acción de los agentes atmosféricos. El doctor Martiny la considera como una secreción especial de glándulas prepuciales; pero éstas no las ha encontrado Pallas en el examen anatómico que hizo del animal. Krauss supone que es el flujo menstrual desecado. Gui- Hirax cap ensis. 288 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA bourt cree que sea la orina desecada, y agrega que el hy- raceum es análogo al «bedelio» de los incas o «mirra ne- gra» (gomo-resina acre y amarga producida por el Balsa- modendron Roxburgí). El hyraceum ha sido primera y principalmente usado como sucedáneo del castoreum, por lo cual adquirió cier- ta celebridad pasajera. Se le atribuyen propiedades antiespasmódicas y virtud astringente: por eso la Farmaco- pea alemana aún le enuncia; pero está borrada del Códex francés. ROEDORES Son mamíferos de pequeña talla y espeso pelaje. Las extre- midades posteriores son más lar- gas que las anteriores, y por eso marchan comúnmente a saltos. Sólo poseen dos incisivos en cada maxilar, y esos dientes están desprovistos de esmalte por su cara posterior, ra- zón por la cual se desgastan a expensas de dicha cara y presentan el borde muy biselado; por lo mismo, crecen in- definidamente. Su nombre les viene de que al masticar «roen», efec- tuando movimientos de protracción y retracción alternati- vos del maxilar inferior sobre el superior, gracias a la forma del cóndilo articular, que es alargado. Carácter importantísimo y curioso de estos mamíferos es el que descubrió Leuckart y estudió Lataste. Consiste en que después de la copulación se forma en la vagina de la hembra un «tapón vaginal» duro, constituido por dos subs- tancias: una vertida por el macho al fin de la eyaculación, y otra excretada por la hembra en seguida para asegurar Aparato productor del hyra- ceum. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 289 su fecundación. Son animales muy prolíficos. El útero es generalmente doble. Lepóridos. Liebres. Conejos. Roedores Múridos... Ratones. Lanchas. Castóridos Castor fiber (Castoreum). Entre las varias familias de los roedores ofrece interés farmaco-terapéutico la de los Castóridos, representada ac- tualmente por un solo género, Castor, del cual es especie principal la que a continuación se describe: Castor fiber.-"Castoreum44. Entre los roedores simplici-dentados tenemos los Castó- ridos, y entre éstos, el Castor fiber (Canis ponticus de Pli- nto), que suministra un producto aromático, el castoreum, muy apreciado. También es muy buscada su piel. Es un animal de formas toscas, rechoncho; mide de 80 centímetros a un metro de largo por 30 centímetros de alto, Castor fiber. lo que equivale a decir que es un roedor de gran talla. Su peso puede alcanzar hasta 40 kilogramos. El del Canadá es más chico. Su piel presenta dos clases de pelos: unos tupidos, finos 290 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA y rojizos; otros más largos, gruesos y muy morenos, sedo- sos y brillantes. La cola es espesa, aplastada, de forma oval, recubierta superiormente de escamas sobrepuestas y constituidas por pelos aglutinados. La cabeza es pequeña, casi redonda, con dos ojos muy chicos, de pupila vertical y provistos de membrana nicti- tante; con orejas cortas y elípticas, de pabellón auditivo contráctil. Los huesos son macizos. Sus miembros anteriores son cortos, provistos de cinco dedos libres, que por sus usos recuerdan los de la ardilla, y son unguiculados; los posteriores, largos, pero sus dedos están unidos por una membrana, lo cual los convierte en remos. Tienen cuatro mamas pectorales. Su fórmula dentaria es: i, 1/1; c, 0/0; m, 4/4; de estos (pre- molares) pm, 1/1 y m, 3/3 (todo multiplicado por 2). Los incisivos son muy fuertes; los molares, casi cilindri- cos, carecen de raíces, o las tienen muy incompletas, sien- do de crecimiento continuo. Los huesos largos carecen de canal medular. A diferencia del almizcle, el castoreum se extrae tanto del macho como de la hembra: por eso tiene importancia el conocimiento de la organización de sus aparatos génito- urinarios y de las glándulas anexas. En el macho el pene, siempre dirigido hacia atrás y en- cerrado en su forro prepucial, constituido por la piel del periné, se abre en la cloaca, donde vienen a abrirse tam- bién los canales excretores de las glándulas anales y el recto. La cloaca presenta así cuatro orificios, de los cuales el anterior es de la verga, el posterior corresponde al ano, y los dos laterales son los glandulares. Las glándulas que suministran el castoreum desembocan en la vaina prepu- cial, un poco por delante de la extremidad de la verga, su- puesta en retracción. Cuando se hiende longitudinalmente la pared ventral del forro, se constata sobre la superficie interna de la pared dorsal, al nivel ocupado por la extremi- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 291 dad del pene retraído, un repliegue transversal un poco ar- queado de la mucosa, de medio centímetro de alto próxi- mamente, de superficie plegada y con borde libre finamen- te franjeado. Por detrás de este repliegue, la pared dorsal del forro se hincha y se extiende a cada lado formando un ancho saco, que son las glándulas del castoreum. Las bolas de castor son piri- formes, de 10 centímetros de lar- go por seis centímetros de an- cho, plegadas o mamelonadas exteriormente, internamente ta- pizadas por un epitelio pavi- mentoso estratificado, con replie- gues o tabiques incompletos y vellosos. Su contenido lo cons- tituye una substancia resultante de la transformación córnea y descamación de aquel epitelio» producto análogo al de las glán- dulas sebáceas o al esmegma del prepucio del hombre. Pueden ser consideradas como divertícu- los del prepucio del castor. En la hembra, las glándulas asientan detrás de la sínfisis del pubis, y desembocan en una es- pecie de cloaca, donde se abren también el ano y las glán- dulas anales. Sobre la línea media]ventral, las dos bolsas aparecen unidas por un ligero ensanchamiento. Abriendo longitudinalmente éste, se comprueba que da a cada lado una de las bolsas correspondientes, y que en su pared superior dorsal se abre la vagina bajo la apariencia de lar- ga hendidura, limitada superiormente por el clítoris y la- teralmente por los pequeños labios; de suerte que un des- doblamiento prepucial de los pequeños labios viene a ser ^Aparato productor del casto- reum. 292 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA lo que, extendido lateralmente, forma la mucosa de las bol- sas de castoreum. El castoreum, que en el animal vivo es una materia casi flúida, de consistencia mantecosa, de color gris-amarillen- to, de olor fuertemente aromático, fétido y sabor acre- amargo, por la desecación se modifica, tomando color negruzco, endureciéndose, y cambiando además su compo- sición química. En el comercio se expende en las mismas bolsas que lo producen, y su calidad varía según las épocas de su ex- tracción y según su antigüedad. Castor del Rhone, hembra.-Muestra abierta la confluencia de los'dos sacos de castor en el conducto vaginal.-O v, orificio vaginal; O u, orificio de la uretra; C, clitoris; P, pequeños labios; II, uretra; V, tubo vaginal. A los lados se ven las glándulas anales, inferiormente; los sacos de castoreum, superiormente, Según Wehler, el castoreum encierra: ácido fénico, que le da su olor fuerte; salicina, que le da su sabor amargo; ácido benzoico, que lo aromatiza; castorina, que especifica su aroma típico; carbonates, sulfates, fosfatos, colesterina, materias albuminoides y agua. La castorina es una subs- tancia grasa, precipitable de las soluciones alcohólicas per TRATADO DE ZOO-FARMACIA 293 simple evaporación; se disuelve en el éter, en las esencias, en el ácido acético, en la bencina, en el ácido sulfúrico hir- viendo, etc.; cristaliza en prismas largos, transparentes y agregados; se funde en el agua hirviente, y su proporción en la secreción varía. En el comercio se distinguen el cas- toreum de América o del Canadá, y el de Rusia o de Si- beria. Aquél es el único usado en Francia e Inglaterra; el últi- mo empléase de preferencia en Polonia. El de América aparece de color obscuro, soluble en el alcohol, conteniendo sólo de 1 a 2 por 100 de castorina, mientras que el de Siberia da 6 por 100 de esta resina, siendo amarillo el contenido de las bolsas. Se atribuye el color rojo y el olor característico del castoreum ame- ricano a la alimentación del ani- mal, que consiste principalmente en cortezas de coniferas, mien- tras que el castor de Rusia se nutre especialmente con la cor- teza del abedul y la del álamo blanco, que le dan el olor carac- terístico a cuero de Rusia. Es una substancia que fácil- mente se altera por la humedad, perdiendo sus propiedades orga- nolépticas y medicinales, a la vez que se vuelve blanda e inodora. Suele sofisticarse con escrotos de otros animales, con vesículas biliares en las cuales se encierran sangre, cera, goma, etc.; mas para descubrir estas materias basta un examen con la lente de 10 dioptrías, que permitirá recono- cer los elementos anatómicos que caracterizan a las bolsas del castor. Del castor del Rhone (hembra). Sus órganos genitales y glándu- las anexas.-A, gl. anales; C, cloaca; G, sacos del castoreum, unidos al aproximarse a la línea media; O, ovarios y trompa; R, riñones. 294 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El uso del castoreum como substancia medicinal, dice Mingazzini, data desde la antigüedad más lejana. Dioscó- rides pondera sus virtudes múltiples; pero confundió las bolsas del castoreum con los testículos del animal, error que evidenciaron Rodelet y Mattioli. Desde fines del pasado siglo, pero especialmente en el actual, el uso del castoreum ha decaído, vista su inutilidad en muchas de las enferme- dades para las cuales antes se prescribía. Dícese, sin embargo, anti-espasmódico y estimulante, y se administraba contra la histeria y la epilepsia. Puede administrarse, ya en substancia (en polvo o en píldoras), ya en tintura, ya disuelto en aceite. Dosis, 0,05 a 0,50 gr. varias veces por día. Entraba en la composición de la «triaca» y del «elixir uterino». Con todo, su acción fisiológica nunca ha sido bien es- tudiada. CAPITULO XVI Sumario: Carnívoros.-Productos animales diversos.-Vivérri- dos.-Viverreum. Se ha convenido en llamar «Carnívoros» a los carniceros terrestres, que también reciben el nombre de Fissípedos, para distinguirlos de los carniceros marinos, que se cono- cen con el nombre de Pinnipedos. Son mamíferos unguiculados, de dedos libres y denti- ción completa, con las siguientes particularidades. Poseen en cada mandíbula, y a cada lado de su línea media, tres incisivos y un poderoso canino; a continuación, de uno a cuatro pre-molares y un poderoso molar carnicero, de co- rona cortante y dividida en dos o tres lóbulos, con el cual trituran los huesos; es el último molar superior. Por detrás de él se hallan en la mandíbula inferior los molares tuber- culosos, cuyo número varía de cero a tres, y que también son trituradores. El estómago es simple. Se dividen así: Ursidos Osos (Plantígrados). (Grasa de oso). Carnívoros.. Hiénidos Hienas. : Gatos. Leones. ■ Tigres. Félidos 296 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Martas. Armiños. Hurones. Mustélidos .... Carnívoros Vivérridos Viverra.. V. Civeta. V. Geneta. Perros. Lobos. Zorros. Cánidos .. A la Farmacognosia sólo le interesa el grupo de los Vivérridas. No entraremos a tratar de ellos sin antes recordar que la Medicina utilizó en algún tiempo la grasa de oso como antirreumática y para evitar la caída del cabello. VIVÉRRIDOS Por su conformación exterior, se parecen a los gatos y a las martas. Todos los vivérridos son digitígrados, pentadáctilos y de uñas retráctiles. Tienen la cabeza alargada, y el hocico puntiagudo. Su fórmula dentaria típica es: i, 3/3; c, 1/1; pm, 4/4; m, 2/2 X 2. Tienen larga co- la, y patas cortas. Habitan preferen- temente las regio- nes cálidas del antiguo Conti- nente. La familia de los Vivérridos com- prende tres géne- ros: Viverra, Ge- netay Viverricula. Los animales comprendidos en ellos son portadores de glándulas aromitas anexas a Tos órganos genitales, y de Viverra civeta. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 297 esto se deriva el interés que ofrecen para la Farmacogno- sia, que utilizó, antes más que ahora, dicho producto na- tural para elaborar diversas medicaciones más o menos desacreditadas. Sólo describiremos un representante del género Viverra, Viverra civeta o «gato de Algalia». Carnívoro noctámbulo, de la talla de un zorro; mide 70 centímetros desde la extremidad del hocico hasta la punta de la cola. Su piel lleva pelos rígidos, más largos sobre el dorso y en las vecindades del ano, a la vez que erizables cuando se irrita el animal. Su coloración es gris con man- chas negras. Civeta de la India. La viverra, llamada también «gato de Algalia», es noc- támbula. El aparato odorífero existe en los dos sexos. En las hem- bras su abertura está situada entre el ano y la vulva; en los machos, junto al orificio prepucial, sobre la faz ventral del pene. Beauregard describe del modo siguiente la estructura del aparato del perfume: «Examinado in sita, preséntase 298 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA bajo la forma de una eminencia ovoidea o redondeada, cu- bierta de pelos, y dividida en dos lóbulos por una hende- dura media antero-posterior, de tres centímetros y medio. Los labios de esta hendedura forman reborde de un centí- metro, y separándolos se percibe una bolsa elíptica, de centímetro y medio de profundidad y de paredes grises, for- madas por invaginación de la piel, como lo demuestran los pelos esparcidos en su superficie. Examinando atenta- mente las paredes, se notan numerosos poros, por los cua- les fluye una materia amarilla. La bolsa es el vas cibethi de los antiguos, o re- servorio del perfu- me. Su fondo está hendido longitudi- nalmente en una ex- tensión de un centí- metro. En el tercio anterior, más allá del profundo orificio del reservorio propio, co- munican entre sí, de suerte que el produc- to de secreción pue- de pasar del uno al otro, lo mismo que de ellos al reservorio común. Unos y otros están tapizados por una invaginación de la piel, y en la superfi- cie de su pared se ven numerosos poros que conducen a otros tantos divertículos pequeños, llamados reservarlos primarios. Resumiendo, el viverreum segregado por el te- jido glandular pasa sucesivamente por tres reservónos: l.°, los primitivos del estroma mismo de la glándula; 2.°, el propio de cada glándula; 3.°, el vas cibethi, o reservorio co- Región perineo-genital de la civeta. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 299 mún impar, de donde se le extrae fácilmente del modo que luego explicaremos. Finalmente, los órganos del perfume están envueltos por un aparato muscular poderoso que la disección pone en claro, y cuyos músculos proceden del prepucio. En cuanto a la naturaleza misma de la materia odorante, debe considerarse como producto sebáceo disuelto en la grasa de los acinos glandulares. El ciueto es una substancia homogénea, semilíquida, untuosa, amarillenta cuando fresca, negruzca y espesa cuando envejece; de olor fuertemente amoniacal y almiz- clado. Tomado directamente del reservorio, sale mezclado con gran número de pelos. Desde el punto de vista químico, es un compuesto de amoníaco, resina, aceite volátil, grasas, carbonato y fosfato de potasa, fosfato de calcio, óxido de hierro y una materia colorante. El animal se desembaraza de este producto comprimien- do la bolsa repleta contra cualquier objeto resistente. Para hacer su extracción, en Africa como en las Indias, se pro- cede del modo siguiente: Apresados los animales y bien alimentados dentro de jaulas o en vectores suficientemente estrechos para que no puedan girar en ellos volviéndose contra los que han de tocarlos, se los ata con una cuerda a las barras de la jaula; con un dedo se abre el orificio del saco glandular, y se introduce por él una cuchara o una caña hueca, para raspar y arrastrar todo su contenido, des- pués de lo cual se unta la bolsa con leche de coco para calmar el dolor producido. Esta recolección puede hacerse cada ocho días. El civeto así obtenido se extiende sobre láminas para separar los pelos de la materia untuosa; luego se lava con agua salada y jugo de limón, y en seguida se seca al sol, para guardarlo, ya en vasijas apropiadas de hierro galva^ nizado, ya en cuernos de bovinos, cuya abertura se cierra con un trozo de cuero. Es tan penetrante el olor de la civeta, que tanto en los 300 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA instrumentos que han servido para las disecciones como en las pieles y esqueletos de los vivérridos, se conserva largo tiempo. En Egipto, Abisinia y otros países tienen criaderos de viverras en gran número, y las alimentan exclusivamen- te con carne. A, ano; b, hendedura del perfume; b, glándulas del perfume; t, testículos; v, ex- tremidad anterior del forro del prepucio. En razón de su elevado precio, suele sofisticarse este producto con grasas, miel, tierra, sangre desecada y otras substancias balsámicas. En cuanto a sus usos, baste decir que se ha empleado antes como estimulante y antiespasmódica. Hoy sólo se emplea en perfumería. A más de la viverra de Africa, se utilizan la ciueta de la India y la de Bengala o Tangalunga, la rassa o geneta de la India y la geneta común, cuyos perfumes son de ela- boración muy semejante, pero que morfológicamente se diferencian mucho, ya por su color, ya por su talla, ya por la constitución del órgano productor. TRATADO DE ZOOFARMACIA 301 PRODUCTOS DIVERSOS Bajo este rubro reúno todas las substancias que en ge- neral no tienen prpcedencia específica, que se obtienen de los órganos o animales más desemejantes, los que la in- dustria elabora indistintamente para dar productos farma- céuticos confundidos en una misma designación y para idénticos fines terapéuticos. Productos curninos. Corte del aparato del perfume, per- pendicular al gran eje. Extractos y polvos de car- ne.-Se preparan con las car- nes de los mamíferos, especialmente de los bovinos y ovinos. Los primeros son caldos concentrados que gozan de pro- piedades tónicas y eupépticas. Parmentier y Proust fueron los primeros que, en 1821, prepararon un extracto flúido para los soldados enfermos o heridos. Más tarde Liebiq buscó por otro procedimiento la utilización de las carnes americanas, con el fin de introdu- cir éstas en los mercados europeos en forma de alimento rico y barato. Los extractos de carne tienen en general color oscuro, olor y sabor característicos, picantes y fuertes a la vez, y acidez bastante elevada. Contienen próxima- mente 60 por 100 de materias orgánicas (a base de creati- na, xantina, hipoxantina y camina), con muchas albumo- sas, peptona, glucógeno y ácido láctico, y dan de 20 a 23 por 100 de cenizas ricas en sales de potasio. El extracto de Liebiq contiene 18 por 100 de fosfatos. Los extractos de carne-dice Byla-no pueden conside- rarse estrictamente como, alimentos, sino más bien comot condimentos y eupépticos, o como mineralizadores muy 302 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA activos, en razón de sus caracteres salinos. Por tanto, son muy útiles a los convalecientes y anoréxicos y cuando hay marcada desmineralización. Conviene tener muy presente que una de las condicio- nes para la buena conservación de los extractos de carne es que no contengan grasas ni gelatinas. Para las preparaciones oficinales no deben aceptarse los extractos salados, y la dosis media para un litro de una preparación dada será de 15 gramos. Región perineo-genital de la civeta.-A, ano; b, glándulas anales; c, testículos; d, glándulas del perfume; f, raiz de la verga; i, músculos isquinosos; g, músculos bulbo-cavernosos; o, orificio del vas civethi-, r, retractores del pene. Polvos de carne.- Constituyen verdaderos alimentos, cuyo valor nutritivo, cuando están bien preparados, equi- vale a cinco veces su peso^en carne fresca. Resguardados de la humedad, se conservan bien. Son fácilmente asimilables, y encierran albumosas.pepto- nas, substancias aromáticas, alcaloides tónicos ygran can- tidad de fosfatos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 303 Considerando su composición, los polvos de carne están indicados para todos los estados consuntivos: en la tuber- culosis, convalecencias prolongadas, anemia, clorosis, etc., se prescriben a dosis de 50 a 100 gramos por día. En gene- ral, son mejor soportadas las preparaciones frías que las tibias o calientes, porque éstas desprenden olor y dan sa- bor poco agradable. Se toleran muy bien tomadas en caldo. Peptonas.-Son el resultado de la dislocación por hidra- tación de la molécula albuminoidea. Civeta de Africa. Cada tipo de albúmina da un tipo de peptona especial; así, se distinguen albúmino-peptona, caseíno-peptona, miosino-peptona, etc. Fisiológica y químicamente se obtienen: l.° Por la acción de la pepsina en medio ácido, y de la tripsina en medio al- calino o neutro. 2.° Por la acción de fermentos peptonizan- tes vegetales, principalmente la papaína, y de los fermen- tos segregados por las bacterias, hongos, etc. 3.° Por la acción de ciertas sales alcalinas (cloruros). 4.° Por la acción del vapor de agua sobrecalentado bajo presión. w Hoy se utilizan los enzimas casi exclusivamente para la fabricación de peptonas. Las petonas se distinguen de las albúminas y gelatinas porque han perdido sus propiedades coloides, para volver- se dializables y, por ende, asimilables. 304 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Por su consistencia, las peptonas se dividen en secas y liquidas. Estas últimas resultan de la condensación de las soluciones primitivas hasta densidad de 1,2. En Terapéutica se utilizan con buen éxito en la alimen- tación de los enfermos, ya administradas por vía bucal, ya por vía rectal. Geneta común. Se les inculpan inconvenientes derivados de su^sabor amargo y repugnante, de la existencia en ellas de algunos principios tóxicos incluidos al terminar el desdoblamiento fermentativo, y, finalmente, de que a veces provocan tras- tornos intestinales. Estos reales inconvenientes son debidos a la facilidad con que se descomponen. En cambio, las peptonas secas e inodoras jamás determinan accidentes. Su principal defecto consiste en la falta de elementos mi- neralizadores, por lo cual en las preparaciones especializa- das, como en las fórmulas magistrales, se prefieren las al- bumosas de digestión papaica, que no tienen gusto ni olor desagradables, y encierran azufre, elemento tal vez indis- pensable, como las cales o la magnesia, puesto que entra TRATADO DE ZOO-FARMACIA 305 en la composición de las materias plásticas vivientes. En los casos de deficiencia digestiva completa, pueden administrarse las peptonas asociadas a minerales asimila- bles; los contenidos en las decocciones de cereales. Inyectadas las peptonas, todas son tóxicas (Byla). Por vía bucal, pueden administrarse a dosis de 4,00 a 5,00 gramos a los adultos y de 0,60 a 0,75 gramos para los ni- ños por cada kilogramo de peso, prefiriendo la leche o el caldo como vehículos. Las peptonas y las albúminas son susceptibles de com- binarse con las bases, formando peptonatos-, verbigracia, de hierro, de mercurio, que son casi los únicos usados: el primero, como reconstituyente; el segundo, como antisifi- lítico. Con el peptonato de hierro se preparan un elixir, un ja- rabe y un vino. Productos del tejido óseo. En Farmacia es muy usual el negro animal o carbón de huesos, obtenido industrialmente por calcinación de los huesos desengrasados. Se presenta en estado granular o en polvo impalpable. Para las preparaciones farmacéuticas debe purificarse lavándolo, privándole de los sulfuros y de los cianuros de calcio y hierro, y también de otros principios orgánicos que le dan olor y sabor desagradables. El carbón es amorfo, y pobre en carbono. Contiene 1 por 100 de ázoe. Su poder descolorante es mayor que el del carbón vege- tal, de donde se deriva su aplicación para descolorar las soluciones medicamentosas turbias. Gelatinas. Estudiadas en Farmacognosia como albuminoides del grupo de las escleroproteínas, al igual que la keratina y 306 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA la cola de pescado, son productos resultantes de la trans- formación por ebullición de la oseína de los huesos. Tam- bién dan gelatina los tejidos conjuntivos, tendones, liga- mentos y piel de los animales cuando dichas substancias son hervidas prolongadamente. La gelatina se precipita de dichas soluciones hirvientes cuando se enfrían. Entonces es sólida, quebradiza, diáfana o ligeramente amarillenta, insoluble en el alcohol y en el éter. Puesta en agua fría, se hincha; pero el agua hirviendo la disuelve, y precipita de nuevo al enfriarse, a menos que la temperatura del agua caliente en que fué disuelta hu- biese sido mantenida a 105°. Tratada por el ácido sulfúrico, se convierte en glicocola. Con el ácido tánico forma un tanato insoluble. Bajo la acción del jugo gástrico, transfórmase en un pro- ducto soluble, difusible y no coagulable. La gelatina pura recibe en el comercio el nombre de grenettna, derivado de Grenet, que fué el fabricante de Rouen que por vez primera la preparó. Caillot ha propuesto emplearla como excipiente de al- gunos medicamentos de sabor desagradable; verbigracia, la copaiba, la cubeba, el aceite de hígado de bacalao, etc. Keratina o queratina. No es una substancia químicamente definida, sino mez- cla de principios albuminoides muy semejantes entre sí. Es compleja y variable, y constituye la materia fundamen- tal de los tejidos córneos (epidermis, pelos, cuernos, plu- mas, lanas, etc.). Es sólida, amorfa, flexible, elástica, traslúcida, incolora, inodora, higroscópica, insoluble en agua y en las solucio- nes ácidas; pero el ácido acético cristalizable y caliente la disuelve, lo mismo que el amoníaco. Para obtenerla pueden seguirse dos procedimientos: l.° El de Unna consiste en hacer una mezcla de dos partes de agua, una de pepsina y una de ácido clorhídrico; TRATADO DE ZOO-FARMACIA 307 en la cual se sumergen ralladuras de asta de buey, que se dejan digerir largo tiempo, manteniendo la temperatura a 25°; durante esta operación se separan de la materia cór- nea todas las substancias solubles. Lávase el residuo, y se le tiene mezclado durante varios días con amoníaco líquido, hasta su completa disolución. Fíltrase el líquido por vidrio hilado, y se evapora hasta sequedad, o hasta que pierda el olor amoniacal y adquiera consistencia mucilaginosa es- pesa. Así obtenida, queda en condiciones de utilizarse in- mediatamente. 2.° Método de Dieterich y Gissman. Prefiérese la subs- tancia córnea de las plumas de las aves, que se digie- ren durante ocho días en éter alcohólico, por medio del cual se separan las grasas; después se disuelve en ácido acético cristalizado, filtrando la solución por vidrio hilado, para evaporarla luego hasta consistencia de extracto o has- ta sequedad. Siendo la keratina insoluble en el jugo gástrico, sirve, y ha sido usada, para envolver las píldoras de materias cuya acción se desea que se desenvuelva en el intestino. Pero últimamente ha sido empleada, no sólo como ve- hículo, sino también como medicamento. Zipkin le atribuye acción preventiva contra la clorosis y la degeneración de las células nerviosas; habla de mejorías, y aun de curacio- nes obtenidas en las afecciones medulares. Dice también que con ella ha sanado un enfermo atacado de cirrosis he- pática. Administrábala en inyecciones hipodérmicas a do- sis de un centigramo por día. la leche de los mamíferos. La leche no sólo es alimento, sino que también se la con- sidera a veces como medicamento, o como vehículo pro- pio para administrarlos. Al exterior se la ha usado siempre como emoliente o an- tiflogística. Es un gran antídoto contra los envenenamien- tos por los ácidos, a los cuales neutraliza. 308 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Su suero es laxante y diurético. Catalogada por Andouard entre los jugos o zumos, y por Rabuteau entre los modificadores de la nutrición, es a veces alimento de selección dietética. El farmacéutico debe conocerla perfectamente, pues con frecuencia será consultado acerca de su calidad por médi- cos y clientes, así como por las autoridades sanitarias de las Comunas, y son muchas y frecuentes sus adulteraciones, provocadas con fines de mayor lucro, y naturales algunas de sus alteraciones, que vuelven peligroso o inconveniente su uso. Empecemos por advertir que no siempre tiene el color blanco mate opalescente que le atribuimos, y que su olor, ligeramente aromático, varía según la especie de que pro- cede y según el alimento ingerido por el animal, el cual influye a la vez en el olor y en el color de las leches. No deja de alarmar en la leche de vacas la coloración rosada o rojiza. Es noción vulgar entre las gentes de nues- tras campiñas que cuando una culebra «ha mamado» de la ubre de una vaca, la leche que surge de la teta correspon- diente tiene coloración rosada, lo que sin duda resulta de que con la secreción mézclase pequeña porción de sangre. Pero dicho color puede ser debido al azafrán, a la rubia y al cártamo mezclados al pasto. Toma tinte marcadamente azulado la leche de vacas alimentadas con «lengua de buey» o buglosa, con pipirigallo, zulla y «cola de caballo». Ciertas bacterias cromógenas alteran su coloración nor- mal. Así, el Badilas syncyaneas la azulea; el Badilas synxanthum la colorea en amarillo; el Badilas rubram y el Micrococcas prodigiosas le dan tinte rosado. Las gencianeas, vulgarmente conocidas por pastos amar- gos, comunican su sabor y sus virtudes a la leche de los animales que las comen. La leche sufre natural y espontáneamente la coagulación bajo la influencia del Baderiam ladid, que trasforma la lactosa en ácido láctico, el cual produce la precipitación de la caseína: entonces la leche toma sabor agrio. El mismo TRATADO DE ZOO-FARMACIA 309 fenómeno se produce artificialmente por agregación de ácidos minerales diluidos, o por medio de ácidos orgáni- cos; v. gr., ácido cítrico, ácido acético, ácido tánico, etc.; o por agregación de alcohol, por adición de jugos vegetales, como la leche de higueras, por obra de las flores del cardo lechero, asnal o mariano, y por maceración del cuajar de los rumiantes. Las alteraciones naturales de la leche son favorecidas por ciertas condiciones atmosféricas; v. gr., temperatura elevada y exceso de electricidad. Por eso en verano se coa- gula fácilmente, y sobre todo en los días o noches tormén-* tosas. En cambio, una temperatura entre 7o y 8o favorece su conservación. La leche naturalmente agria es substancia que ofrece gran interés biológico, y su importancia higiénica fué re- conocida desde remotas edades. Ya en la Biblia se señala este líquido agrio como distin- to de la leche, y se encomia su excelencia. El libro del Génesis dice que Abraham invitó a su mesa a tres viajeros brindándoles con leche agria, con leche dulce y con carne de vaca preparada. El libro V de Moisés enumera la leche agria entre los ali- mentos permitidos a su pueblo por Jehová. Bajo el nombre de «deben raib» es conocida en Egipto desde la más lejana antigüedad una especie de leche ácida de búfala. En los Balcanes está muy extendido el consumo del «yo- gourt», como en Argelia el del «deben». En Rusia se usan mucho las leches agrias, crudas o co- cidas. En Africa meridional es general su uso. En Africa occi- dental emplean la crema para frotar la piel, y la leche agria como alimento. Y el sabio Metchnikof, en su célebre obra Ensayos de optimismo, estudiando la longevidad del hombre, llega a la conclusión de que es extraordinaria la duración media de la vida en los pueblos que usan habitualmente las le- 310 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ches agrias, especialmente cocidas o agriadas con el fer- mento búlgaro puro. Leches patológicas.-Así puede llamarse a las que pro- ceden de animales afectos de padecimientos infecciosos; v. gr., carbunco, tuberculosis, fiebre aftosa y otras, que pueden transmitir los mismos padecimientos al hombre que las consume. Leches medicamentosas pueden decirse, en cambio, las que proceden de animales sometidos a tratamientos tera- péuticos por medio de medicamentos que, eliminándose por la leche, se utilizan para llevar esas mismas substancias al organismo del lactante; v. gr., yoduros, mercuriales y arse- nicales. Leches artificialmente aciduladas son el koumis y el kéfir, de gran importancia higiénico-terapéutica, por lo cual debemos ocuparnos de ambas. El koumis es bebida popular entre los pueblos nómadas de la Rusia oriental y del Asia, y entre nosotros, producto industrial o de preparación oficinal. El primero procede de la Tartaria, de Rusia y del Asia, introducido en Europa por Sthaberg. Se fabrica con leche de burras o de yegua, ha- ciendo actuar sobre ella un fermento microbiano parecido al de la levadura de cerveza, el Saccharomyces lacticis. En Francia se obtiene mezclando dos partes de leche de burras y una de leche de vacas, y agregando el Saccharo- myces cerivisice. Teniendo koumis viejo, basta para produ- cirlo nuevo mezclar una porción de él a la leche fresca y dejarlo reposar durante veinticuatro horas al menos. Si la mezcla se agita y se conserva durante dos o tres días, ob- tiénese el kou mis mediano; dejándolo seis o siete días, se tendrá el koumis fuerte. La fermentación así producida es alcohólica, y la canti- dad de alcohol desarrollado varía entre 1 por 100 y 15 por 100. Por tanto, el koumis es un líquido inebriante si se bebe en grandes cantidades. Tomado con moderación, es un alimento dietético, recomendable a los convalecientes, en ciertos estados dispépsicos y en los tuberculosos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 311 Difiere de la cerveza porque contiene mínima cantidad de peptonas y más ácido láctico que azúcar. Kéfir.-Es bebida nacional entre los habitantes del Cáu- caso, y producto análogo al anterior, sólo que se obtiene con leche de vacas hervida, en la cual se diluye una solu- ción débilmente alcalina de granos de kéfir, que son ama- rillentos, de olor caseoso y del tamaño de un grano de mos- taza, formados por asociación de varios fermentos, que, según Herail, serían: l.° Una levadura, Saccharomyces kéfir. 2.° Un Estrepto coceas a). 3.° Un Estreptococcus b), más pequeño. 4.° Un Badilas Caacassicas o Dispora de Kern. Aisladamente, ninguno de ellos es capaz de producir la fermentac ión kefírica. La acción simbiótica de todos es esencial al proceso, el cual se favorece agitando la mezcla y conservando el líquido fermentable entre 18° y 19° du- rante uno o dos días. Bien preparado, el kéfir se presenta bajo el aspecto de un líquido espeso, lechoso, de sabor ligeramente ácido y olor sui-géneris. Puede contener de 0,60 a 1,50 por 100 de al- cohol, variando la cantidad según el tiempo que dure la fermentación. A diferencia del koamis, contiene materias albuminoides peptonizadas. No se coagula en el estómago, lo que implica suprimir trabajo a dicho órgano. Es un alimento tónico. Puede recomendarse a los anémi- cos, a los caquécticos, y especialmente a los tísicos. Tam- bién parece muy ventajoso para los dispépsicos gástricos, hipopépsicos o entéricos crónicos. Se administra a dosis que varían de un vaso a dos o tres botellas, según la tolerancia del sujeto. No puede conservarse largo tiempo; pronto toma olor butírico y se vuelve inapropiado para sus usos. De la lactosa.-Es el azúcar de la leche. Hállase en la leche de todos los mamíferos, disuelta en el plasma en pro- porciones variables con las especies, y de ella puede ser extraída por procedimientos diversos. 312 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Cristaliza en prismas rómbicos, blancos o incoloros, transparentes y de sabor dulce. Es muy higroscópica, y so- luble en seis partes de agua fría, en dos y media de agua caliente; insoluble en el alcohol y en el éter, y algo soluble en el alcohol diluido. Bajo la influencia de los ácidos di- luidos, se transforma en galactosa; bajo la influencia de los esquizomicetos, sufre primero la fermentación alcohólica, y luego la fermentación láctica. Introducida en la economía animal, su combustión es completa, transformándose, como los demás hidratos de carbono, en agua y ácido carbónico. Pero si la dosis alcan- za o sobrepasa de 200 gramos, no se quema toda, y apare- ce en la orina. Inyectada en las venas, activa la excreción urinaria. Por su modo de obrar la coloca Manquat entre los diuréticos reno-epiteliales, y dice estar particularmente indicada en las hidropesías de origen cardíaco. Forma parte del «polvo diurético de los viajeros» (al ni- trato de potasa); sirve para la preparación de «polvos den- tífricos», de las «píldoras ferruginosas de Vallet» y de al- gunos extractos secos. La manteca. Como vulgarmente se sabe, es un producto extraído de la leche por procedimientos y aparatos diversos, que el far- macéutico no tiene ocasión de aplicar en su laboratorio. De color amarillo pálido, sabor particular y olor débil, se funde entre 31° y 35°, se solidifica de 25° a 20°, se di- suelve en 28 veces su peso de alcohol absoluto, y en todas proporciones en el éter, el cloroformo y los hidrocarburos. La manteca se enrancia pronto al contacto del aire, so- bre todo cuando no ha sido convenientemente lavada. Hugo Schmidt dice que su descomposición espontánea es debida a una acción diastásica, y no a una acción bacteriana. La adición de cloruro de sodio dificulta o retarda el enrancia- miento. Su composición química es así: estearina y palmiti- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 313 na, 50; oleína, 42; butirina, 7,50 por 100; colesterina y le- citina, 0,40 por 100; eaprilina, caproína, caprina, miristi- na, etc., 0,10 por 100. Por la finura de sus granos, la manteca es preferida para la preparación de pomadas oftálmicas. Sin embargo, hoy se usa poco o nada en Farmacia. Fué conocida y empleada por los griegos como cos- mético. La caseína. Es una substancia proteica que se encuentra especial- mente en la leche, pero que también se encuentra en la sangre, en los líquidos que impregnan los músculos y en la yema de huevo, mezclada a la albúmina. Hay además una caseína vegetal y una caseína artificial. Solamente de la primera hemos de ocuparnos. Siendo insoluble en el agua, aparece disuelta en la se- creción natural, merced a la débil proporción de carbonatos y fosfatos alcalinos que la acompañan. De sus soluciones la precipitan los ácidos débiles, menos el carbónico. No se coagula en la leche caliente; pero la coagulación se produce en el estómago por acción del lab-fermento (cuajo) en presencia del ácido clorhídrico. Al coagularse la caseína, envuelve en ella los glóbulos grasosos. Para obtenerla se trata la leche fresca, aguada y desen- grasada previamente, con ácido acético débil; lávase con agua el precipitado, que se seca, se agota con éter, se di- suelve en un volumen de agua alcalinizada con carbonato de amonio, se filtra y se dializa, y la solución residual así obtenida se precipita de nuevo con ácido acético; lávase el precipitado con agua, después con alcohol y éter, y se deja secar. Por su composición química, la caseína es una albúmi- na con menos azufre, y con 1 por 100 de fósforo en estado de fosfato. La pepsina con ácido clorhídrico la desdobla en albu- 314 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA mosa y para-nucleína, que queda como residuo indige- rible. Recientemente obtenida, la caseína es blanca, frágil y translúcida. La caseína se ha propuesto como excipiente para prepa- rar ungüentos. Sirve para preparar algunos compuestos usados en Medicina, tales como los siguientes: Caseo-yodina, al 8 por 100, de acción análoga o supe- rior a la tiroidina de Baumann. Es un polvo blanco. Caseinato de plata, o argonina; microbicida, que no precipita por el NaCl, y que se usa contra la gonorrea. Caseinato de mercurio, o sapodernina; preconizado en Dermatología. Es un polvo blanco, insoluble en el agua, soluble en agua alcalinizada con amoníaco o carbonato de soda. Antisifilítico. Caseína sódica, o nitrosa, que es la sal sódica de la ca- seína de la leche. Caseinato de amonio, o eucasina. Imputrescible en el intestino. Recomendada en las afecciones gástricas y pul- monares, para la alimentación de los tifosos y de los ar- tríticos. Caseinato de hierro. Fácilmente digerido por la pepsina clorhídrica y por la tripsina. Concepto moderno sobre el valor terapéutico de la leche agria. La fermentación láctica es hoy uno de los me- jores medios para detener la putrefacción intestinal, que sólo se desenvuelve en medios alcalinos. Por tanto, favore- ciendo la acidez permanente del intestino pueden reducir- se al mínimum las fermentaciones. El agente natural de la fermentación láctica es el Bad- ilas búlgaras, acidógeno y antiséptico, que, según lo ha demostrado Belanowshy, segrega un producto antipútrido sobreviviente a laTmuerte del bacilo. De aquí el rol fisiológico que juegan las lacto-bacilinas (fabricadas en ¿los laboratorios industriales de productos bilógicos) en la transformación de los alimentos albumi- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 315 noideos, así animales como vegetales, cuyo coeficiente de asimilación intestinal aumentan. Entre las preparaciones comerciales más conocidas te- nemos las siguientes: el yoghourt, leche ácida preparada con fermentos seleccionados de cultivos de bacilo búlgaro; las tabletas y el polvo de «lacto-bacilina» de Metchnikof; el «fermento búlgaro líquido de Tessier»; el «extracto de kéfir» pulverulento, que sirve para preparar leche agria; la «caseosa» del Instituto de Milán, hecha con fermentos del cuajo de terneras, y la «lacto-presinina», análoga a las lacto-bacilinas. la hiel. Producto de secreción del hígado, es un líquido viscoso y amarillo-verdoso. Sin olor ni sabor antes de entrar en la vesícula, vuélvese amargo, de olor nauseabundo típico y de oscuro color verde después de permanecer algún tiempo en dicho reservorio, a la vez que se carga de mucus. Su densidad es de 1.018 a 1.028. Contiene de 9 a 10 por 100 de materias sólidas, que son combinaciones de los ácidos taurocólico y glicocólico con la soda; además, colesterina, mucina, cloruro de sodio, fos- fatos, hierro, un pigmento rojo (bilirrubina) que por oxida- ción da biliverdina; un alcaloide, la colina, y varias subs- tancias grasas: verbigracia, oleína, lecitina y palmitina. Su reacción es alcalina. La ebullición la coagula. La hiel fresca y sus preparaciones fueron usadas antigua- mente como amargos en los catarros crónicos del estómago e intestino, y en la ictericia para suplir la insuficiencia biliar. Se ha empleado mucho contra la hipocondría. También se ha usado en fricciones para curar los sabañones, y como resolutiva de los infartos ganglionares. Por su gran poder emulsionante de las grasas, se usa en forma de jabón para sacar las manchas de las telas de seda o lana. En Farmacia se usan un extracto blando y un extracto 316 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA seco y pulverulento, «polvo de bilis», a los cuales se atri- buyen excelentes resultados contra la litiasis, los cólicos hepáticos y la acolia. Se prescriben a la dosis de 0,20 a cin' co gramos en veinticuatro horas, ya en píldoras, ya en sellos. Dícese también que la bilis neutraliza el veneno de las víboras, debido a su colesterina y a sus sales. los enzimas. Fuera de los fermentos fisiológicos o figurados, hay otros no figurados u orgánicos, llamados fermentos químicos, diastásicos, enzimas o zimasas. Se encuentran en el pro- toplasma de la célula, y ejercen acción análoga a la de los fermentos organizados. La diferencia entre unos y otros consiste en que en la fermentación fisiológica el fermento es suministrado por un microorganismo en el momento de la fermentación, mientras que la fermentación enzimica viene por acción directa del fermento, sin intervención del elemento celular o del organismo extraño que lo ha producido. Los enzimas son substancias azoadas, amorfas, sin color, solubles en el agua. Sus soluciones precipitan por el alco- hol, por el bicloruro de mercurio, por el acetato de plomo básico y neutro. Son insolubles en el éter y en el clorofor- mo, y solubles en la glicerina. Se los ha clasificado diversamente, y puede decirse que hay enzimas hidrolizantes, deshidratantes y coagulantes. Ejemplo de los primeros es la diastasa, que transforma el almidón en azúcar; de los segundos, el que en el hígado transforma la glucosa en glucógeno; y de los terceros, el lab-fermento y el fibrino-fermento de la sangre, que trans- forma el fibrinógeno en fibrina insoluble. También los hay oxidantes indirectos, llamados per-oxidadas, como los del pus, que, descomponiendo el agua oxigenada y transpor- tando el oxígeno a la tintura de guayaco, le dan su colora- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 317 ción azul característica. Finalmente, a los fermentos brutos del intestino se les dice entero-kinasas. Entre los enzimas de origen animal que tienen gran im- portancia fisiológica en la función digestiva figuran la ptia- lina o diastasa salival, lapepsinayla pancreatina o tripsi- na. La ptialina tiene poca importancia farmacéutica, porque no es usada como remedio. En cambio, la tienen mayor las otras dos, por sus aplicaciones terapéuticas contra las dispepsias. Pepsina.-Llamada también quimosina o g áster asa, constituye el enzima del jugo gástrico, producto de secre- ción de las glándulas pépsicas del estómago de los mamí- feros, prefiriéndose para su preparación los de carnero, puerco, vaca y avestruz. Los procedimientos para su extracción son varios. Uno de tantos es el de Gouthier, muy práctico, y que da una pepsina de actividad contraloreada y poderosa. Utiliza la mucosa del estómago del chancho. Al cabo de treinta y seis horas de extraídas las mucosas por raspadura, trátase- las por 20 veces su peso de agua sulfúrica al 6 por 100, y en la estufa a 45°; cuando la masa vuélvese homogénea y no precipita ya por el ácido nítrico, se la retira de la estufa para separar el depósito, y se satura por carbonato de mag- nesia hasta que haya sensible desprendimiento de ácido carbónico. Concéntrase a 40° el licor así obtenido, reducien- do su volumen a 1/8; fíltrase, y se le adiciona sulfato de magnesia pulverizado, al 35 por 100 hasta volverlo turbio. Poco a poco los copos se precipitan al fondo; vuelve a fil- trarse, lávase con cuidado sobre vasija de porcelana, luego se redisuelve en el mínimum de agua, y se dializa. Cuando el líquido que pasa exteriormente no contiene sulfato, se evapora en el vacío el líquido dializado. La pepsina medicinal pura es sólida, amorfa, amarillen- ta, de olor y sabor poco agradables; se disuelve lentamen- te en el agua, y sus soluciones acuosas, turbias, precipitan por el alcohol y los nitratos de bario y de plata. Ya hemos dicho que su principal propiedad consiste en 318 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA transformar los albuminoides o substancias proteicas en peptonas cuando actúa en presencia de un ácido libre. Las sales y los álcalis neutralizan su acción peptoni- zante. Diez centigramos de pepsina disueltos en 150 gramos de agua adicionada con 2,50 gramos de ácido clorhídrico, deben reducir a solución débilmente opalina en el espacio de cuatro a diez horas 10 gramos de albúmina de huevos pura, cocida y triturada, a la temperatura de 40°. La pepsina preséntase en el comercio bajo tres formas principales: l.° En granos, en polvo o en pajuelas. 2.° Pepsina extractiva, muy alterable a causa de que absorbe fácilmente la humedad y se pudre. 3.° La pepsina amilácea o medicinal, triturada al 20 por 100, que es la forma inscrita en el Códex, y resulta de una mezcla en proporciones convenientes de pepsina ex- tractiva y almidón, adicionada con ácido tartárico para fa- cilitar la acción del fermento. Schefer aconseja mezclar pepsina con azúcar de leche, y otros prefieren la glicerina para asegurar más largo tiempo la integridad del fermento. Beauregard sostiene que esas mezclas son inconvenientes si no se pone cuidado en evitar la humedad, porque en tal caso vuélvese ácida la pepsina. Para ser medicinal, la pepsina debe transformar comple- tamente 30 veces su peso de fibrina. La medicación pépsica se reduce a las dispepsias y gas- tritis. Su dosis ordinaria varia entre 0,30 y un gramo por día. La forma de administración es muy variada; ya en polvo, ya en vino, en elixir o en jarabe, píldoras, tabletas, etc. Aprovechando la propiedad digestiva de la pepsina, se ha ensayado el jugo gástrico fresco en inyecciones hipo- dérmicas, con el propósito de destruir tumores fibromatosos, o para diluir los coágulos sanguíneos. Pancreatina.-Llamada tripsina por Khume, es el fer- mento proteolítico del páncreas. En medios neutros o lige- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 319 ramente ácidos y a la temperatura de 40°, desdobla las albú- minas en proteosas y peptonas. Según la Farmacopea oficial, una parte de pancreatina medicinal en solución alcalina o neutra debe disolver en cinco horas a 45° 100 partes de fibrina húmeda. La pancreatina extractiva del Códex debe administrarse en píldoras glutinadas, enceradas o keratinadas, todas a 0 gra- mos 20 centigramos, y de cinco a 10 por comida. También se prescribe en sellos de 0 gramos 50 centigramos a un gramo. La pancreatina puede prescribirse en las insuficiencias del páncreas y cuando se temen accidentes urémicos. Kinasas.-Son fermentos que poseen la curiosa propie- dad de multiplicar la acción de los enzimas preexistentes, y particularmente la de la tripsina. Son, pues, fermentos de los fermentos. Nada preciso se sabe sobre las condiciones especiales de actividad y caracteres químicos distintivos de estas kinasas, cuya preparación parece análoga a la de los otros fermentos. la colesterina. Es'un lipoide no fosforado, que se encuentra en muchos tejidos animales, especialmente en las cápsulas supra- renales (45 por 100), en el cerebro (3 por 100) y en el suero sanguíneo. Es un alcohol secundario, monovalente, no saturado. Se distingue de las grasas en que no es saponificable. Se elimina en gran cantidad por la bilis. Aún no ha sido bien definido su origen. Atribúyensele las siguientes propiedades fisiológicas: antitóxica, antimi- crobiana y antihemolítica. Ha sido recomendada contra la clorosis, en las anemias tuberculosas, contra el tétanos, contra el bocio exoftálmico y contra los envenenamientos por las mordeduras de ser- pientes. Dosis.- Tres gramos por día, en solución oleosa, ya por vía bucal, ya por vía intramuscular. PARTE SEGUNDA OPOTERAPIA, SUEROTERAPIA Y VACUNOTERAPIA CAPITULO XVII MEDICACIONES BIOLÓGICAS. - OPOTERAPIA GENERAL Sumario: Generalidades. - Diferencias entre Organoterapia y Opoterapia.-Nociones restringidas sobre la materia.-Clasi- ficaciones de los productos opoterápicos.-Sus acciones. En capítulos anteriores hemos pasado revista a todas las especies animales utilizadas en la Farmaco-zoología como provechosas a sus diversos fines, ya se empleen sus productos en operaciones farmaco-técnicas, ya como subs- tancias medicamentosas. Las hemos estudiado conforme a un orden sistemático, con sujeción a una taxonomía ele- gida entre las innumerables que cada zoólogo crea ad U- bitum. Siguiendo preferentemente, y en parte, la orientación di- dáctica aconsejada y practicada por el eminente ex Profe- sor de la Escuela Superior de Farmacia de la Universidad de París Mr. Beauregard, autor de una obra clásica sobre iMateria médica zoológica, hemos descrito las especies de interés penetrando en sus intimidades biológicas, y dete- niéndonos deliberadamente en la faz anatómica e histoló- gica o histoquímica, cuando estas circunstancias dan a los productos biológicos de aplicación algunas cualidades o earacterísticas que sirven para ilustrar en la práctica su propio reconocimiento, evitando errores fáciles o engaños comerciales no infrecuentes; verbigracia, lo relativo al ori- 324 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA gen y naturaleza de los aromáticos suministrados por al- gunos mamíferos. Así, al ocuparnos del castoreun. hemos dicho que cuando en una bolsa secretante desecada faltan los repliegues interiores, las láminas entrecruzadas que de- nuncian la estructura anatómica de su pared y cara in- terna, nos encontramos en presencia de una sofisticación o de una mutilación; que el órgano es incompleto y de me- nor precio. Asimismo hemos consignado que ante una muestra de ámbar gris, que frecuentemente se adultera con resinas, ce- ras y otras substancias, aparte de ciertas pruebas de orden físico, como la picadura de la masa con un estilete calen- tado, o del ensayo con ciertos reactivos químicos, son de gran valor diagnóstico los propios caracteres histológicos, a la par de los cristalográficos, porque la disposición de los cristales de ambarina en la masa y la estratificación y naturaleza de las capas componentes del aromático copro- lito intestinal de los cetáceos son característicos, recono- ciéndose dichas particularidades, ya con el polarímetro, ya con una poderosa lente biconvexa. Al ocuparnos de los Artrópodos, describimos el Astacus fluviatilis (cangrejo de río) en razón del gran uso que tu- vieron en el pasado las concreciones calizas antiácidas co- nocidas con el nombre de «ojos de cangrejo», formadas en el segundo estómago del animal, y hemos insistido enton- ces en la importancia morfogénica que tienen, por estar relacionada su formación con el proceso biológico de las mudas sucesivas del inextensible dermo-esqueleto. Tratando de las abejas y de sus secreciones o productos,, hemos llamado la atención sobre la génesis de la cera, so- bre la textura de los discos cereros, que dan razón de cier- tos hábitos y actitudes del insecto. En otro orden de consideraciones de interés profesional, hemos recalcado la estrecha relación que media entre los centros geográficos de donde irradian ciertos productos far- macéuticos, sus materias primas, y la propia fauna regional: verbigracia, ciertas substancias tintóreas y otras, como las TRATADO DE ZOO-FARMACIA 325 agallas tánicas o taninos animales, que vienen de los paí- ses o regiones donde son autóctonos los cóccidos que las producen. Hemos reseñado las prácticas o usos de muy antiguo se- guidos en el manejo o aprovechamiento de los animales, de sus carnes, de sus humores, de sus visceras; la evolu- ción de las industrias primitivas o más próximas relaciona- das con esto; las etapas de auge, desprestigio y olvido, y la resurrección de su influjo sobre la Medicina. De esta suerte hemos hecho hasta ahora en nuestro libro un estudio de Zoo-farmacología histórico-critica. Ahora vamos a penetrar en una nueva senda, que conduce a una especialización, a una concentración de la Materia médica zoológica considerada en sus novísimas aplicaciones a la Terapéutica, con prescindencia de la intuición que fundó el empirismo y el tradicionalismo, hoy depurado de sus erro- res principales. Entraremos en el terreno de las apreciacio- nes puramente científicas, describiendo el valor real y el modas operandi de las substancias extraídas de los anima- les, y que informan la ciencia nueva que día a día extiende sus dominios, la Opoterapia, así bautizada por Landouzi, queriendo reducir su significado a su radical etimología (apo=jugo), y haciendo materia de ella solamente las se- creciones medicatrices. El concepto entrañado en la Organoterapia de antaño y el que entraña la Opoterapia de hogaño son diversos, o han evolucionado el uno hacia el otro. La idea intuitiva que inspiró a Quirón y la lógica bioló- gica que inspiró a Brown Séquard, son antípodas. Entre la supuesta eficacia dinamógena de la medula del león, dada a comer a Aquiles para hacerle fuerte, y la eficacia lógica, racionalmente prevista y experimentalmente pro- bada, de los preparados con medula ósea para tratar la leu- cemia, puede parecer que existe analogía; pero ésta sólo es superficial, no formal. Cuando el fisiólogo francés inyecta jugo de la glándula intersticial a los viejos y a los débiles, no procede con el 326 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA mismo criterio que, según Plinio, tenían los romanos cuan do pretendían curar la impotencia suministrando testículos de asno y dando a comer testículos crudos de liebre, o cuando querían favorecer el desarrollo de los senos en las jóvenes dándoles a comer ubres de ternera: lo hace con conocimiento de la naturaleza del producto testicular, de la correlación orgánico-funcional, consciente de la superior influencia de las hormonas obrando sobre los complejos mecanismos vitales. La Terapéutica moderna, ha dicho Rebuschini, y más precisamente la de los dos últimos de- cenios, se caracteriza por la introducción de principios medicamentosos extraídos de los órganos de los ani- males. Nos creemos obligados a dar ahora nociones brevísimas,' elementales, las suficientes para que los estudiantes de Far- macia, sin base muy amplia fundada en conocimientos his- tológicos, fisiológicos y de Patología, puedan comprender la orientación e influjo actuales de la Opoterapia y el valor científico de los innumerables específicos opoterápicos que se expenden en las farmacias. Les es necesario saber algo sobre la importante revolución que en la Terapéutica han producido los descubrimientos hechos en el campo de la Fisiología y la Patología experimentales. La Opoterapia contemporánea aspira, como la Organo- terapia ancestral, a alcanzar lo que no logra la Cirugía. El cirujano amputa, extrae los órganos enfermos o inutili- zados: v. gr., amputa un útero, saca ovarios, extirpa un ri- ñón y su cápsula, etc. Pero no puede reconstruir lo destrui- do, ni restituir los órganos substraídos, ni reemplazarlos por otros análogos restableciendo sus conexiones orgánicas y funcionales. La Organoterapia imaginó y probó resultados equiva- lentes a dicha sustitución material. Tuvo fracasos y éxitos; éstos, siempre muy relativos. El empirismo suponía los ór- ganos y las funciones como partes y como actos vitales, sin ninguna concomitancia de interdependencia; ignoraba las sinergias dinámicas y tróficas reales; creía en la virtud me- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 327 dicatriz de los órganos como tales, desconociendo el influjo de sus secreciones internas y externas. La Opoterapia contemporánea, por el contrario, contem- pla esas relaciones materiales y las correlaciones humora- les. La Fisiología y la Química biológica hacen conocer la composición del medio interno, y las alteraciones que en él se producen cuando los órganos con quienes cambia ele- mentos se hallan afectados y se perturba su función. Y de esos datos anatómicos, fisiológicos y químicos saca partido la Terapéutica racional. Dos ejemplos servirán para aclarar el proceso de la evo- lución científica que nos ocupa. Desde muchos años atrás se conocía la «enfermedad bron- ceada*, externamente caracterizada por una coloración sui generis de la piel y trastornos cardio-vasculares graves. Autopsiando los cadáveres de las víctimas de aquel mal, Addison demostró que en ellos las cápsulas suprarrena- les estaban siempre alteradas. Estableció, por tanto, la re- lación de causa a efecto; pero sin explicar la patogénesis ni la etiología del síndrome clínico. Del mismo modo, el mixo- edema fué atribuido por Gull Ord a las alteraciones con- comitantes del cuerpo tiroides; pero al principio se ignoró todo el rol fisiológico de las glándulas tiro y para-tiroides, y, consiguientemente, la génesis y el tratamiento lógico, el tratamiento etiogénico del padecimiento. La clave del secreto fué dada más tarde por Schiff, que probó a extraer el cuerpo tiroides de un animal, e inyectar in sita el tiroides de otro animal afín, observando que el primero no se resentía mayormente por tal cambio. Des- pués se demostró que los mixo-edematosos mejoraban sin necesidad de practicar en ellos un injerto sustitutivo. En tales casos y en otros análogos, como lo probó Re- verdin, no es necesario reintegrar el órgano enfermo; basta suplir su obra, su acción peculiar, inyectando el jugo o secreción que le es propia, y que se toma de un órgano análogo. La Opoterapia actual finca su crédito y sus éxitos en el 328 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA crédito y en los éxitos de una doctrina que tiene en Clau- dio Bernard su precursor, y en Brown Séquard y Arson- val sus fundadores más legítimos. El primero, cuyas experiencias sobre la función glucogé- nica del hígado son de conocimiento vulgar, sentó esta te- sis, fecunda en consecuencias: «La sangre no determina por sí la estructura y composición de las células. Cada célula toma de ella lo que le conviene, y le da residuos o princi- pios elaborados por su plasma*. Ese oficio de modificar la sangre ha sido posteriormente y con preferencia asignado a las glándulas llamadas cerradas por carecer de conduc- to excretor, o endocrinas. Lo demostrado por Claudio Bernard para el hígado, fué demostrado más tarde para las cápsulas suprarrenales y para la tiroides: la corriente sanguínea eferente de ellas con- tiene la adrenalina y la tiroidina, que no van respectiva- mente en la corriente aferente. Complementario de tales adquisiciones fué el descubri- miento de las hormonas por Starlyn y Bailyn, que crea- ron aquella palabra para designar cuerpos que tienen la virtud de excitar las funciones de otros órganos distantes. Desde luego, las hormonas se han dividido en dos grupos principales: dinamógenas y morfógenas, cuyo significado biológico se deduce de su propia etimología. De esos descubrimientos nacieron otras dos ideas trans- cendentales: l.° La de las correlaciones funcionales humo- rales. 2.° La de los principios específicos de acción electi- va que la sangre venosa incorpora al torrente general. Por último, para Hallión todos los órganos tienen como propiedad general dar una secreción interna, sólo de- finida en algunos como función propiamente tal. Y para Goldstein, cada órgano, cada tejido y cada célula po- seen una secreción interna, intervinientes en la vida del conjunto. Todo confirmaba así lo que había expresado Brown Séquard en 1869: «Las glándulas, tengan o no conductos excretores, dan a la sangre principios útiles, cuya ausencia TRATADO DE ZOO-FARMACIA 329 se hace sentir cuando aquéllas son extirpadas, o destrui- das por la enfermedad.* Por eso Grasset llega a restringir el sentido y objeto de la Opoterapia definiéndola como la ciencia de las medi- caciones endocrinas, sentido y restricción que no se con- forma con el sentir de otros terapeutas tan respetables como él. Así, en efecto, para Landouzzi, es «el método terapéu- tico fundado en el empleo de los jugos o extractos de los tejidos orgánicos, y que tiene por objeto substituir un órga- no ausente o en estado de hipofunción por la introducción en el organismo de los extractos del mismo órgano tomado de los animales*. Y para Paul Carnot, sería «la terapéutica de los pro- ductos de origen animal, sean endo o exo crinos, jugos, tejidos o principios extractivos, o elementos químicos ais- lados de ellos por procedimientos analíticos*. Con Hirzech, Rosello fija la diferencia entre Organoterapia y Opotera- pia diciendo que «sólo son productos opoterápicos los que tienen un origen específico y una especificidad activa*. Ahora bien; admitido que, según Henri Jean, de la Uni- versidad de Lieja, la Fármaco dinamia es rama de la Farma- cología encargada de estudiar las acciones de los medica- mentos sobre el organismo sano o enfermo; y siendo evi- dentemente indiscutible la doctrina del terapeuta Grasset, que sostiene que el método fisio-patológico es el más ade- cuado para ensayar los productos opoterápicos, se com- prenderá que las nociones expuestas eran necesarias antes de comenzar el estudio de aquéllos en particular. El estudio concienzudo de las acciones fisiológicas y de las acciones terapéuticas instruye lógica y necesariamente sobre las cantidades máximas tolerables y las mínimas efi- caces; da, por tanto, la base más racional para la Fisiote- rapia, de singular importancia médico-farmacéutica. Ade- más, adviértase que el efecto fisio-químico de una subs- tancia es distinto según se aplique a sujeto sano o a sujeto enfermo: díganlo, si no, la aspirina y otros antitérmicos, la 330 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA digital y otros diuréticos, el mercurio, la quinina, el suero antidiftérico, que obran sobre los febricientes, y específi- camente sobre estados mórbidos bien definidos. Por otra parte, los textos de Terapéutica al uso de los estudiantes de Medicina o de los profesionales médicos- verbigracia, Gilbert y Carnot, Grasset, Manquat, etc - contienen mucho más de lo que el estudiante de Farmacia y el profesional farmacéutico necesitan. En cambio, la generalidad de los tratados de Farmacog- nosia, aun los de la categoría del Herail (Medicamenta), Marfori y tantos otros, contienen nociones insuficientes. A satisfacer esta condición de in medio virtus, de dar con limitación lo útil y suficiente, responde este Tratado. No obstante lo dicho, para su mejor aprovechamiento re- comendamos la parte pertinente que se contiene en aquéllos y en el IV tomo de la Farmacognosia de J. A. Boeri (ar- gentino), en la segunda parte también de la obra de Fie- rre Byla (Les produits biologiques medicinaux) y en Rebuschini, de la colección Hoepli, tan completo en Opo- terapia especial. Con las generalidades antecedentes, en- traremos en la clasificación de los productos opoterápicos, y la haremos teniendo en cuenta la naturaleza misma de ellos, su procedencia de un organismo normal o de animal preparado, y según las acciones fisiológicas o fisio-patoló- gicas probadas. Hay productos que deben llamarse fisiológicos o nor- males, porque se encuentran en los animales sanos y los fabrica su organismo en el curso de su funcionamiento nor- mal, los cuales, según dosis, pueden ser útiles o volverse nocivos: tal la bilis, que reabsorbiéndose es tóxica, a pesar de su rol en la digestión. Rosello los ha llamado drogas opoterápicas naturales. Estos productos pueden comprenderse en tres grupos: l.° Los que ante todo son alimentos: verbigracia, la leche, la carne. 2.° Las secreciones externas: verbigracia, jugo gástrico TRATADO DE ZOO-FARMACIA 331 y bilis, que por diversos artificios podemos aislar y recoger. 3.° Los provenientes de secreciones internas. Sólo de estas últimas corresponde ocuparnos en adelan- te, pues de los precedentes hemos hecho prolijo estudio. Los productos opoterápicos de secreción interna son de dos clases: o directamente activos, o de acción indirecta. De los primeros han podido aislarse sus principios y pro- barse su eficacia en estados mórbidos graves y sobrevi- nientes a su supresión: tales los de las glándulas supra-re- nales y las tiroideas; los productos de esas glándulas obran sobre el organismo sin necesidad de que intervenga el ór- gano similar. Los de acción indirecta los subdivide Carnot en estimulinas sinérgidas u hormonas, estimulinas homo- logas, complementos y antagonistas. Son «estimulinas homologas» las que excitan a las mis- mas glándulas que las producen; por ejemplo, los extractos de hígado y los orquiticos, que obran estimulando, activan- do el funcionamiento del hígado y de los testículos, y que resultan ineficaces cuando falta la glándula o está profun- damente alterada, conduciéndose entonces como la digital, que sólo es estimulante del miocardio cuando éste no ha sido irremediablemente tocado. Ejemplo de «estimulinas sinérgidas u hormonas» es la secretina, estudiada por Etarling y Bayliss, por cuya vir- tud se excitan la secreción pancreática, la biliar y la duo- denal. También son hormonas las secreciones internas de los ovarios, de la placenta y de los tejidos fetales, que produ- cen reacciones morfógenas y humorales sobre todo el cuer- po, y particularmente sobre la secreción láctea materna. Son «complementos» las secreciones internas que reali- zan la actuación de otro producto orgánico por sí mismo inactivo; por ejemplo, la entero-quinasa respecto del jugo pancreático, volviéndole apto para digerir albuminoides. Por último, se dicen «antagonistas» los que contrarrestan las influencias de otros: cada secreción interna es contraria a otra. Así, la adrenalina de las cápsulas suprarrenales 332 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA eleva la presión sanguínea, mientras el jugo tiroideo la rebaja; el extracto intestinal es antagónico del extracto hi- pofisiario. Los productos anormales o de reacción forman dos ca- tegorías, que se han denominado de los anticuerpos y de los anacuerpos. Los fabrica el organismo previamente so- metido a la influencia de agentes o estímulos diversos. Los primeros constituyen productos defensivos en los estados patológicos: son anti-infecciosos y anti-tóxicos; los segun- dos suman sus acciones a los de las causas patógenas. De unos y de otros hemos de hablar cuando entremos en el campo de la Sueroterapia, en la cual tienen su natural cabida. De lo expuesto resulta evidente que los productos opo- terápicos tendrán sus indicaciones precisas y sus contrain- dicaciones, que debemos enunciar. Sobre este particular bastará lo siguiente: Las indicaciones se deducirán, ya de la naturaleza y ac- ción propia o específica del medicamento, ya del estado mórbido del sujeto, circunstancias que apreciará el médico. La acción propia de una substancia opoterápica puede ser física, química, fisiológica, antibacteriana o antitóxica, llamándose en todos esos casos acción directa. Ejemplo tipo de secreción con acción física da la bilis, que emulsiona las grasas, lubrifica las mucosas y modifica los fenómenos de la absorción molecular. Tipo de acción química es el jugo gástrico, que digiere las proteínas, pudiendo ser reemplazado por la administra- ción de la pepsina ácida en los casos de aquilia gástrica. La adrenalina, que posee poder de vaso-constricción neta, aun localmente aplicada, es de acción fisiológica. Acción bacteriana o antitóxica ejercen los sueros; verbi- gracia, el antidiftérico, el anticarbuncoso, etc. Hay otros productos que actúan de una manera indirec- ta, sirviéndose de otro órgano vivo como intermediario. En tal caso las indicaciones deben sacarse del estado del órga- no mismo que obligadamente interviene en su acción, de TRATADO DE ZOO-FARMACIA 333 su estado de hipo o hiperfuncionalismo, que constituyen uno y otro estados patológicos. Una insuficiencia o un exceso de secreción pueden re- sultar nocivos; de la misma manera, la introducción del producto sustitutivo hecha sin medida compensatriz, cau- sará iguales daños, alterando o no restableciendo el equi- librio normal. Las contra-indicaciones para el uso de un producto opo- terápico se derivan de su nocividad absoluta o relativa, se- gún el estado del paciente. La acción de todo producto debe ser balanceada, porque todos tienen inconvenientes cuando no se manejan con discreción. El uso de toda me- dicación comporta exigencias limitativas o redhibitorias. No son desconocidas, por ejemplo, la toxicidad de la bi- lis y de la adrenalina: por eso su posología y dosaje son importantes. Hay otros productos cuya administración debe ser muy vigilada para prevenir los efectos de su intolerancia, que a veces se manifiesta desde luego, y otras veces después de uso más o menos prolongado. Con el nombre de anafilaxia se expresa un estado especial de sensibilidad para los productos opoterápicos, de los cua- les después de una primera dosis bien tolerada, una segunda, aun mínima, puede acarrear accidentes graves o mortales. Esto es lo que Richet definió «estado de receptividad or- gánica tal, que una agresión primitiva, en lugar de facilitar la defensa contra un segundo ataque, la debilita, y agrava los efectos nocivos ulteriores del agente patogénico». Hayademás indicaciones y contraindicaciones que depen- den del organismo tratado; de donde la opoterapia sintomá- tica y patogénica, sobre cuyo significado no necesito insistir. Manquat ha resumido así las acciones y las indicaciones generales sobre los extractos glandulares: l.° Acciones específicas, sustitutivas o de suplencia. 2.° Acciones farmaco-dinámicas. 3.° Acciones combinadas o asociadas, contra síndromes pluri-glandulares. CAPITULO XVIII OPOTÉCNICA Sumario: Condiciones que deben reunir las especies que sumi- nistran los productos, y circunstancias en que deben recolec- tarse.-Animales preparados.-Formas o estados diversos en que se obtienen o administran los productos opoterápicos.- Cómo obran.-Fracasos y abusos de la Opoterapia. Esta especialidad comprende los métodos farmacéuticos e industriales usados para la extracción, preparación, ex- pendio y administración de los productos orgánicos. A sus fines deben conocerse ante todo las especies ani- males utilizables, porque necesariamente serán diferentes según los órganos o principios extractivos que se quieran preparar. Determinada la especie, entre sus individuos deben es- cogerse los más apropiados en razón de su edad, género de vida o estado fisiológico, siendo a veces provechoso prepa- rarlos para un mayor rendimiento de productos o una dife- renciación cualitativa de éstos. Así, para los productos tiroidianos se preferirán, en or- den decreciente de mérito, el carnero, el buey, la vaca y el caballo. Para los productos espermáticos se buscarán chanchos criptorquídeos, cuyas glándulas intersticiales permanecen activas. 336 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Las ovejas dan mejores productos ovarinos. De las terneras y del carnero se extraen preferentemente las cápsulas suprarrenales más sanas. De los porcinos, más bien que de los bovinos, utilízanse hígado, estómago e intestinos. En cambio, para los sueros son preferidos los equinos y los carneros. La edad tiene importancia. Así, en general, deben ex- traerse los productos de animales adultos, maduros, salvo cuando se trate de órganos como el timo y la medula ósea, que habrán de extraerse de los animales jóvenes por razo- nes obvias. Es condición favorable al mayor rendimiento de los ór- ganos excitar su funcionalismo antes de sacrificar el ani- mal (jugo pancreático, en el momento de la digestión). Los testículos y los ovarios dan mejores jugos opoterápicos du- rante la época del celo o en el instante del orgasmo sexual. Por tanto, será regla de opotécnica preferir los órganos en aquel período vital a que corresponden la mayor activi- dad fisiológica y la mayor riqueza de composición hor- monal. La eficiencia fisio-terapéutica de un producto puede aumentarse efectuando lo que se llama «preparación del animal» mediante un entrenamiento previo, o inyecciones que determinen en él reacciones defensivas, por medio de operaciones quirúrgicas o inmunizaciones suerológicas. Así, por ejemplo, si se quiere extraer de un animal adulto medula ósea activa, es necesario prepararlo por medio de sangrías repetidas, o inyectándole algunos principios toxi- infecciosos poco peligrosos. La bilis, como el jugo pancreático y otras secreciones, se obtiene fistulizando los conductos. S i se quiere combatir con producto eficaz los acciden- tes de hipotiroidización en la enfermedad de Bassedow, ha de emplearse sangre de anímales etiroidados; es decir, a quienes previamente les hayan sido extirpadas las tiroides, operación llamada exéresis. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 337 Y finalmente, inyectando cultivos de microorganismos o de sus tóxicos es como se produce la inmunización, método en que funda sus admirables éxitos la Suerología moderna. Veamos entretanto cómo se elaboran los productos opoterápicos. A priori, podemos decir que serán distintos los procedi- mientos según se trate de utilizar órganos y jugos frescos o conservados. Los órganos frescos son para consumirlos inmediata- mente después de extraídos; es decir, antes de que pierdan sus propiedades de tejidos vivos, y antes de que las accio- nes microbianas los alteren. La repugnancia que algunos de ellos puedan causar a determinados enfermos por su olor o sabor desagradables, se modifica reduciéndolos a pulpa, a pasta, a jugo edul- corado o salado, según paladar individual, tal cual dijimos que se preparaban la «conserva para las damas» y otras. Los órganos frescos también pueden ser macerados. Pero, en general, no pueden dejarse muchas horas, pues sufren la autolosis o fermentaciones diversas: por eso hay que sa- ber conservarlos. Sin mayor reflexión, podría suponerse aplicable a tal fin la esterilización a fuego, al calor húmedo o seco. Sin em- bargo, la esterilización por el calor o por medio de anti- sépticos son métodos sólo por excepción aplicables a los productos opoterápicos. Así, por ejemplo, la bilis, la adrenalina, la secretina, la tiroidina son termo-estables-esto es, soportan bien las altas temperaturas;-en cambio, los demás, que son albu- minoides se muestran termo-lábiles-es decir, que a la tem- peratura de su coagulación pierden algunas de sus virtudes isio-terapéuticas, o todas. De ahí la necesidad de recurrir a otro procedimiento: ver- bigracia, la desecación y pulverización rápidas efectuadas en el vacío y a 0o, debiendo antes desangrar y desengrasar los órganos, picándolos en seguida, y recogiendo todo en vajillas limpias y asépticas. Los productos secos así obteni- 338 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA dos, guardados en vasos o frascos bien tapados y resguar- dados de la humedad, adicionados o no de un antisépti- co-v. gr., el timol al 5 por 1.000,-se conservan bien y largo tiempo. En el comercio cunden acreditados los «productos opote- rápicos Lumiére» con el nombre deopozomas, bajo la forma de pastillas o comprimidos. Están hechos con polvos dese- cados, conforme al método que dicho autor y Chevrotier propusieron en 1912 a la Sociedad de Terapéutica de París. Para obtenerlos inalterables aprovechan el gran poder de absorción del fosfato anhidro de sodio, que se incorpora a la masa glandular, en la cual no modifica absolutamente la composición química. A la par de los órganos desecados y pulverulentos, lla- mados también extractos totales, tenemos los extractos acuosos, menos usados porque su rendimiento en princi- pios activos es menor, a la vez que más difícil e insegura su obtención en las condiciones de asepsia y duración de- seadas. Aun su propiedad de redisolverse en el excipiente origi- nal o en otro líquido suelen perderla pasado algún tiempo. Hay extractos glicerinados, que se obtienen conforme al conocido método de Brown Séquard, reduciendo los órganos a pulpa, macerando ésta en glicerina, y filtrando luego a través de una bujía de porcelana y bajo presión al gas carbónico. Estos extractos, como los acuosos, tienen el inconvenien- te de no guardar en sí las nucleínas, que justamente son los principios de mayor valor bio-terapéutico. Se recomiendan, sin embargo, por su mayor rendimiento. Usados en inyecciones hipodérmicas, son muy dolorosos. Pueden prepararse extractos alcohólicos secos, muy esta- bles según algunos, y más o menos activos. Basta para ello desengrasar la pulpa con éter de 65 grados, empaparla luego en alcohol de 95 grados, y desecarla en el vacío a 30 grados. El producto se pulveriza, para administrarlo después de modos varios; v. gr., disuelto en agua, o en TRATADO DE ZOO-FARMACIA 339 leche, o en caldo, o mezclado con azúcar, o fabricando comprimidos y pastillas, grajeas o píldoras, o dándolo en sellos. Pierre Carnot y Gilbert han fabricado y preconizado extractos salinos y extractos alcalinos. Los primeros con- tienen globulinas solubilizadas; los segundos, las núcleo- albúminas. La escuela italiana de Maragliano propaga los extractos oleosos de algunos órganos, siendo Iscavesco quien estu- dió antes que otros el rol fisiológico de los lipoides extraí- dos de los órganos. Siguiendo esas indicaciones se han preparado, y se expenden en el Instituto biológico argentino del doctor Dessy, hormo-estimulinas ováricas, orquídeas y hemáticas en solución oleo-etérea inyectable, que se reco- miendan por sus satisfactorios resultados. Por último, debo mencionar los extractos trípsicos, papaí- nicos y pépticos, en los cuales se supone que están solubi- lizados los principios proteicos bajo la influencia de los respectivos fermentos. A tales productos se los llama órga- no~peptonas. Conforme a este método, los Establecimientos Byla pre- paran la musculosina, producto zomotefápico recomendado como verdadero medicamento antituberculoso. Es plasma muscular de buey, obtenido bajo enorme presión, y después azucarado y aromatizado. Es inalterable, y contiene en bue- na proporción diastasas oxidantes sobreañadidas a los en- zimas musculares conservados. Tantos métodos y tantos productos hacen presumir (y en efecto así es) que ninguno satisface en absoluto los deside- rata de la fisio-terapia orgánica, que ninguno puede ser apli- cado por igual a todos los órganos o secreciones útiles, y que para algunas de éstas aún no se ha dado con el recurso químico-farmacéutico que permita obtenerlo activo. Así lo hace constar Pierre Byla cuando afirma que no ha hallado una sola preparación comercial, un solo específico a base de hepatina, que contenga el glucógeno, y, sin embargo, se las preconiza como antidiabéticas. 340 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ¿CÓMO OBRAN LOS PRODUCTOS OPOTERÁPICOS? Aumentando una función homologa; v. gr., la bilis. Ayudando a una función química; por ejemplo, los fermentos diges- tivos. Estimulando una función motriz; v. gr., la bilis, que excita el peristal- tismo intestinal. Las secreciones externas obran: Equilibrando Moderando Reactivando secretorias. motrices. recíprocas, histogénicas Los de secreción interna obran funciones El Profesor MANQUAT reúne las secreciones internas conforme a su acción fisio-terapéutica en los grupos si- guientes: Por suplencia directa de la función de otro órgano. Por estímulo de la acción de un órgano ho- mólogo. Por estímulo de la acción de un órgano sinérgico. ¡Activando productos por sí mismos inac- ' tivos. Por antagonismo funcional. Por asociación de varios. Drogas opoterápi- cas que obran... TRATADO DE ZOO-FARMACIA 341 ¿CÓMO SE ADMINISTRAN LOS PRODUCTOS OPOTERÁPICOS? Jugos. Extractos solubilizados. Sueros. Principios activos solu- bles. Por inyecciones hipo- dérmicas; método reservado para los Las glándulas frescas o sus pulpas. Los extractos secos. Los extractos no inyecta- bles. Por vía bucal. Los modos de admi- nistración delospro- d u c t o s opoterá- picos son varios.... Las maceraciones. Los sueros. Y otros principios defini- dos, habiendo intoleran- cia gástrica. Por vía rectal, muy restringida, Por vía endovenosa, vía de excepción y peligrosa, porque fá- cilmente se produ- cen coagulaciones masivas o intoxica- ciones Los sueros o extractos inmunizantes. Trozos de glándulas o de tejidos diversos. (Este modo ha caído en desuso, porque se pro- duce la reabsorción de lo injertado y se pierde su influencia biológica.) Por injerto subcutá- neo o peritoneal... Fracasos y abusos de la Opoterapia.-Para probar la importancia y desarrollo de la Opoterapia en nuestros días, bastaría el argumento materializado en los numerosos Ins- 342 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA titutos o fábricas de productos biológicos y en las Revistas que, como La Sud Americana, dirigida por Dessy y Fos- sati, se publica en Buenos Aires y propaga entre nosotros las virtudes de sus productos y la verdad de sus doctrinas madres. La concepción simplista del método terapéutico y su do- minio en el campo de la Medicina ha generado, por des- gracia, la especulación comercial, que ha dado a la circu- lación innumerables preparaciones de eficacia discutible o negativa. Y desde luego, casi no hay estado mórbido o anormali- dad morfológica para la cual no se preconice algún pro- ducto opoterápico. Sin embargo, para afirmar sus conquistas y su crédito, este método terapéutico requiere ciencia y prudencia en quienes lo preconizan, técnica científica y honradez in- dustrial en sus fabricantes, conocimiento de las condicio- nes esenciales a la eficacia del específico por parte del far- macéutico y del médico que lo prescriben y expenden. Los accidentes que se observan durante su administra- ción, los insucesos anotados, pueden ser debidos a causas diversas, las más de las veces relacionadas con la calidad del medicamento, con la defectuosa materia prima aprove- chada para su extracción, o con el método inadecuado se- guido para su elaboración; en otros casos puede ser incul- pada la forma de administrarlos. «Importa-dice Byla-que el médico que receta y el far- macéutico que manipula los productos biológicos sepan controlar los preparados y hacer, con la ayuda de métodos simples y rápidos, el análisis cualitativo, y aun cuantitativo, de ellos.» Para el satisfactorio empleo de los fermentos solubles, por ejemplo, es necesario conocer, no solamente las condi- ciones y el cociente de su actividad, sino también las in- compatibilidades que pueden tener y que obstaculizan su acción. «Una de las razones de los fracasos de la medicación TRATADO DE ZOO-FARMACIA 343 opoterápica-dice Marfori-estriba en el hecho de que en la mayoría de los casos los síndromes son pluri-glandula- res-esto es, dependientes de las actividades anormales de varias glándulas correlacionadas,- superponiéndose sus acciones, y siendo difícil apreciar y disociar las que provie- nen de hipofunción, de hiperfunción y de diafunción.» Otra causa de insuceso terapéutico puede ser la escasez de hormonas en las glándulas de que se extrajo el producto en el momento mismo de la manipulación: en tal caso la virtud de aquél será débil. Por último, la eficacia de un producto se liga necesaria- mente a la propia composición molecular de las hormonas en cada especie animal. Ejemplo elocuente lo da la adre- nalina, cuyos efectos varían según sea un producto sinté- tico, una adrenalina dextrogira o una adrenalina levógira. La primera es generalmente inactiva; la segunda, de acti- vidad escasa; la tercera, activísima. CAPITULO XIX OPOTERAPIA ESPECIAL Sumario: Opoterapia orquítiea, ovárica, mamaria, placentaria, tiroidea, suprarrenal, muscular, sanguínea, medular, pan- creática, esplénica, ósea, hepática, hipofisiaria y nerviosa. Opoterapia orquítiea. El uso de los testículos de los animales como afrodisía- cos se encuentra incorporado a la tradición y a las leyendas de todos los pueblos. Todavía hoy se administran en China pildoras de esper- ma contra la clorosis de las vírgenes. En 1591, Etsmuler escribía, como profetizando las doc- trinas de las hormonas y la fisiología del tejido intersticial, que «hay implantada en la densa malla de los tubos semi- nales cierto resorte que se yergue a los catorce años, y al cual se deben los trastornos de la pubertad». Amatus Lusitano recomendaba los testículos de gallo para excitar la secreción espermática. Después del gallo ha sido el ciervo el animal que sumi- nistró poderoso equipo para abrevar a la Venus; al efecto era empleada la sangre de dicho animal en celo. La compleja composición química del jugo testicular (materias albuminoides, nucleínas, lecitina, protagón, co- 346 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA lesterina, sales y grasas) no basta para explicar sus accio- nes tonificadoras, experimentalmente probadas. Lo incuestionable es la influencia del desarrollo de las glándulas sexuales sobre la forma del cuerpo, sobre el sis- tema muscular, sobre el sistema pilífero, sobre el creci- miento de la laringe y sobre el despertar de la inteligencia. Toda deformación congénita o adquirida de los testícu- los, o su ablación, tienen marcada influencia sobre los músculos, que se atrofian; sobre el cabello, que detiene su crecimiento; sobre la inteligencia, que disminuye; sobre la voz, que se altera. Y en todos los animales producen aná- logos efectos: así, en los vacunos y ovinos la ablación de los testículos determina la atrofia de los cuernos; el gallo capón no canta, y se cambia su plumaje. En su Memoria «Sobre la reabsorción del jugo testicular y sobre su acción tónico-excitante sobre el hombre y sobre la mujer*, Mattei demostró que en ésta produce una mo- dificación trófica general, y afirma que la mujer clorótica cura por el matrimonio. Por su parte Brown Séquard, ha- biendo experimentado sobre sí mismo los efectos del jugo orquítico y reconocido su influencia, preconizó la medica- ción orquítica. Célebres se hicieron sus investigaciones. En el terreno puramente científico, la medicación testicular ha dado resultados mediocres. Los fisiólogos han demostrado la importancia de la glándula intersticial como glándula de secreción interna, y han preconizado su empleo aislado, atribuyendo a ella todas las influencias anotadas. Modos de emplearla .-Puede utilizarse la glándula fres- ca o seca, y sus extractos acuosos, glicerinados, oleosos, etc. La vía subcutánea es poco usada actualmente; la vía rectal está desechada científicamente: sólo es utilizable la vía gástrica. Indicaciones.-Está aconsejada la opoterapia orquítica: l.°, en la insuficiencia transitoria; 2.°, en las enfermedades del testículo infantil, pues parece que antes de la pubertad el extracto testicular activa la nutrición, obrando contra las perturbaciones del crecimiento muy rápido y los dolo- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 347 res del trabajo osteogénico; 3.°, en la impotencia. Son mu- chos los casos citados por Brown Séquard en que se ob- tuvieron maravillosos efectos; y, según Barot, el extracto testicular goza de propiedades verdaderamente específicas contra las perturbaciones neuro-tróficas; 4.°, en la clorosis de las jóvenes púberes; 5.% en la senilidad. Preparaciones farmacéuticas e industriales.-1.° Opoor- quidina, de Merck (extracto testicular solubilizado por el cloruro de sodio); 2.° Testadeno, de Knoll, o testiculi- na (polvo de testículos desecados de carneros, mezclados con lactosa. Dosis, 1 gramo); 3.° Sepuadina (extracto gli- cerinado de testículos); 4.° Homo-estimulina orquitica (ex- tracto oleo-etéreo de glándulas criptorquidias): análogo al extracto oleoso que prepara Sciallero. Bajo el nombre de diastenina se expende un producto fabricado a base de glándulas intersticiales exclusivamente. Opoterapia ovárica d). Es evidente que la castración en la mujer produce efec- tos apreciables sobre algunos de sus caracteres sexuales se- cundarios, siendo lógico admitir que éstos son dirigidos en su evolución por su glándula ovárica, y, en consecuencia, la introducción artificial de ésta o de sus extractos puede impedir o curar los trastornos de la insuficiencia sexual. (1) La castración de la mujer en la época pre-puberal practícase en algunas tribus del Africa central. La mujer castrada en la infancia no menstrúa, ni ad- quiere los caracteres secundarios del sexo-es decir, que no se desarrollan en ella los senos, ni la pelvis, ni el cabello.-En cambio, adquiere gran talla. Prac- ticada la castración durante la pub ertad, opéranse transformaciones regresivas: los senos se atrofian, los pelos del pubis caen, las formas se vuelven angulosas, suprímense las reglas, y la amenorrea se hace definitiva. La castración quirúrgica ejecutada en plena madurez sexual de la mujer mo- difica poco los caracteres externos; pero causa la atrofia de los órganos internos, y generalmente se suprimen las reglas. Una insuficiencia ovárica o hipo-función se acompaña de trastornos análogos a los de la menopausia fisiológica. Y en los casos de dismenorrea (reglas dolo- rosas, irregulares) se admite la existencia de una degeneración de los ovarios, con útero infantil o reducido o sin él. Los fenómenos funcionales por hiper-ovarismo son los contrarios. 348 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Lo mismo que para las glándulas sexuales masculinas, diremos que no es toda la masa glandular, sino parte de ella, lo que tiene acción útil. Para los testículos hemos di- cho que la secreción interna proviene únicamente de la substancia intersticial, y que aquéllos obran sobre el orga- nismo por su secreción interna; para los ovarios decimos que la glándula forma huevos, y es sólo el cuerpo amarillo el que genera la secreción interna, siendo debidos a ésta los efectos dinamogénicos que en la mujer produce la fun- ción ovárica. En el comercio se expenden dos productos, conocidos con los nombres de «ovarina, oforina u ovulina», y «ocreína o luteína». Esta última es propiamente el extracto de cuerpo amarillo del ovario, y aquéllas son la substancia extraída de todo el ovario. Preparaciones nacionales que no desmerecen de las ex- tranjeras son: luteo-ovarina, en «comprimidos» y en «am- pollas inyectables» contra la insuficiencia ovárica, y esti- malina ovárica, también en ampollas para ser inyectada en los estados patológicos enumerados. Para la fabricación de unas y otras se emplean los ova- rios de la vaca o de la oveja. Se admite la existencia de una antitoxina que favorece la hematopoyesis y aumenta el número y vitalidad de los glóbulos rojos, siendo a la vez anabólica y nervina; lo cual explica que la insuficiencia o la falta de secreción ovárica produzcan en el momento del desarrollo la clorosis y la dismenorrea, y después de la menopausia, o a consecuen- cia de la castración quirúrgica total, perturbaciones nervio- sas y cardíacas, accesos congestivos, vértigos y neuralgias. En consecuencia, debe recurrirse a la opoterapia en las neurastenias, en la histeria, en las amenorreas, en las ovariotomizadas, etc. La ovarina se dará a dosis de 40 centigramos a 2 gra- mos por día, en dos o cuatro veces; la ocreína, de 30 centi- gramos a 1 gramo. Los específicos opo-ovarium, de Merck, y la ovandina, TRATADO DE ZOO-FARMACIA 349 de Hoffman La Roche, son extractos de ovario expedidos en forma de tabletas o comprimidos. Parke Davis, Vellcome & Burroughs y el Instituto Sueroterápico de Milán preparan también diversas ovari- nas recomendables. Opoterapia mamaria ó). Estando las glándulas mamarias destinadas a la se- creción láctea, y teniendo relación inmediata con la evolu- ción de los órganos genitales de la mujer, se ha pretendido utilizar la mamelina para activar dicha función y corregir algunas perturbaciones femeniles. Se aprovechan las ubres de vaca en plena lactación, to- mando de ellas exclusivamente el tejido glandular, que se corta y se deseca en el vacío a baja temperatura. Se la ad- ministra en sellos, a dosis de 50 centigramos hasta dos gramos. Se la indica como galactagoga, manteniendo las anti- guas doctrinas de Avicenna, que recomendaba con tal fin las tetas de ovejas y de cabras. Se ha empleado con resul- tados favorables el extracto mamario contra las metrorra- gias, para regularizar los menstruos, y en los casos de fibromas uterinos. Producto del Instituto Biológico Argentino es el biol de glándulas mamarias, que viene en comprimidos con es- pecial recomendación para los estados fisio-patológicos y las neoplasias antedichas. Opoterapia placentaria <2\ En las Memorias hipocráticas ya se menciona el uso de la placenta para facilitar el parto, propiedad de que certifi- (1) Si la secreción láctea es influida por las hormonas ováricas, fetales y pla- centarias, actuando las dos últimas únicamente durante el período de la gesta- ción, también hay una influencia de las hormonas mamarias sobre los órganos genitales: de ahi que la lactancia suprima las reglas, y de ahi ese antagonismo o reciprocidad congestionante de unas glándulas sobre otras. (2) STARLING ha demostrado que la inyección de extractos placentarios en 350 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA can muchos autores hasta el siglo xvn. En China la placen- ta es aconsejada como el medicamento más conveniente para combatir la clorosis de las núbiles y la anemia puer- peral. Pero actualmente su virtud mejor fundada es la de galactógeno segurísimo. Esta aplicación surgió del hecho bien conocido de que todos los animales mamíferos comen su placenta después de parir, como las aves comen las cás- caras y demás restos de sus huevos después de la eclosión de los polluelos. Muchas hipótesis y experiencias se han dado y producido para explicar esta «placentofagia instintiva», pudiendo aceptarse como lógica una influencia estimulante o tónica de los extractos placentarios sobre todo el organismo, y es- pecialmente sobre las glándulas mamarias: rol nutritivo y secretorio que se atribuye al gran número de fermentos que ella contiene, y por los cuales se la llamó páncreas de la matriz o hígado uterino. En consecuencia, puede emplearse el jugo placentario en todos los casos de agalactia o hipogalactia, ya inmedia- tamente después del parto, ya en el curso del amamanta- miento, cuando por una razón o por otra disminuya la se- creción láctea. La placentina o placentosa se da a dosis máximas de 2 a 5 gramos varias veces por día. El Instituto Dessy fabrica un gcdactógeno hecho a base de extracto placentario. Opoterapia tiroidea y para*tiroidea. El llamado cuerpo tiroides es un órgano glandular si- tuado en la parte inferior del cuello, a la altura del primer las jóvenes vírgenes desarroll a sus mamas, y produce a veces la secreción láctea- Su acción galactógena es cierta; las hormonas placentarias excitan la prolife- ración celular de los senos, y por su riqueza en fermentos (amilasa, protecia, -crepsina, liposa) enriquece también la leche de la nodriza. ISCOVESCO ha tenido éxitos ruidosos en casos de metritis parenquimatosas o de involución defectuosa o retardada de la matriz después del parto, adminis- trando extracto placentario, lo que significa una acción electiva y fisiológica de las hormonas placentarias sobre el músculo uterino. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 351 anillo traqueal, cubriendo incompletamente la laringe. Es más propio llamarle aparato tiroideo, porque se compone de dos porciones anatómica y químicamente distintas y con función también diversa: el tiroides y el para-tiroides, sobre cuya estructura anatómica y embriogenia no debe- mos detenernos. La composición química del para-tiroides es mal cono- cida, no definida. En cambio, se conoce bien la de la glán- dula tiroidea, derivando de ese conocimiento su impor- tancia y aplicaciones a la Opoterapia. En el tiroides se han hallado: 82,24 por 100 de agua; 17,66 por 100 de materias orgánicas; 0,1 por 100 de materias inorgánicas, siendo el yodo la principal entre éstas, ya libre, ya combinado a los proteicos. La cantidad de yodo varía según las localidades, la edad y la alimentación. Ross y Bauman han encontrado y aislado en el tiroides un principio muy estable, resistente a los fermentos digesti- vos, la yodo-tirina o tiro-yodina, que parece ser su principio activo y producir los mismos efectos terapéuticos que la glándula entera en los bocios y en los mixedemas. Resumiendo, diremos con Byla que la tiroidectomía ex- perimental total, como la insuficiencia y la degeneración ti- roidea, determinan, más rápidamente en el primer caso, más lentamente en la evolución mórbida, dos órdenes de acci- dentes: unos tóxicos, convulsivos, tetánicos; otros metabóli- cos, y caracterizados por disminución de los cambios nutriti- vos y respiratorios, depresión intelectual, detención así en el crecimiento como en la osificación y en el desarrollo men- tal. Se ha probado que los accidentes del primer orden son imputables a la disminución o a la supresión de la secre- ción interna de las glándulas para-tiroides,mientras los ac- cidentes del segundo orden son imputables a la supresión o a la deficiencia de la secreción interna del tiroides. Además, la secreción interna del para-tiroides es antitóxica; la del cuerpo tiroides es éxito-nutritiva. A la segunda corresponde el principio aislado por Bauman, tiroidina-, a la primera, el principio reconocido por Fraenkel, la tiro-antitoxina. 352 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Las propiedades del cuerpo tiroides se resumen en el producto llamado tiroidina. Esta tiroidina, como los extractos secos o flúidos del cuer- po tiroides, se preconizan en los atiroideos raquíticos con osteomalacia, en la agalactia, en ciertas metrorragias, etc.; y estarían contra-indicados en los hiper-tiroideos con bo- cio exoftálmico, en las degeneraciones grasas del miocar- dio, en las alteraciones del hígado y del bazo. Como la glándula tiroides del hombre y de los mamífe- ros contiene además de yodo cierta cantidad de arsénico y algo de fósforo, se prefiere emplear la substancia tiroidia- na completa y desecada, en lugar del principio activo lla- mado tiro-yodina. La tiroidina debe administrarse con gran prudencia, in- terrumpiendo de tiempo en tiempo su uso, y suprimién- dolo tan luego como se sientan perturbaciones gastro-in- testinales, renales o de vaso-dilatación, o gran excitabilidad nerviosa. Dosis. En el adulto se prescribirán de 10 centigramos a 50 centigramos por día, en tres o cinco veces. De un kilo de tiroides pueden extraerse 1 a 3 gramos de yodo-tirina, y esta substancia debe administrarse muy di- luida y asociada a la lactosa. Además, es muy cara, y nunca preferible a la tiroidina. Específicos comerciales que satisfacen las indicaciones antedichas, hay muchísimos. Enumeramos algunos.Bajo los nombres tirodeno, ayodina y tiroidina seca, Knoll, Hoff- man La Roche y Merck preparan, respectivamente, extrac- tos secos de glándula tiroides, que se presentan en polvo, en granos o en tabletas, para ser administrados por vía gás- trica. Hay además la yodo-tirina o tiro-yodina de Bauman, la opo-tiroidina de Merck, la pepto-tiroidina de Mac- Kensia, la alburnosa tiroidea de Deaneger, la tiroidina pura de Nockin, preparada por Merck. Finalmente, la ti- roidina de Dessy y los tabloides tiroideos de Burroughs Wellcome & Company. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 353 Opoterapia suprarrenal". Las glándulas suprarrenales son dos órganos situados inmediatamente por encima de los riñones, sin ninguna de- pendencia de éstos, pero intimamente relacionadas con $1 sistema nervioso simpático. Su estructura es compleja. Entre los elementos de su composición química, el mejor conocido y más importante es la adrenalina, llamada tam- bién suprarrenina o epinefrina. En los animales sanos, la cantidad de adrenalina es constante para cada especie; pero disminuye después de una fatiga prolongada, y mucho más cuando las cápsulas se alteran. Dicha substancia des- truye o neutraliza los venenos musculares y determina una elevación de la presión vascular sanguínea, siendo astrin- gente, vaso-constrictora y hemostática. Es tan importante el rpl fisiológico de la secreción inter- na de estas glándulas, que la descapsulación completa produce necesariamente la muerte de los animales, la cual ocurre en el conejo de cinco a seis días después de la abla- ción doble; en el perro, al cabo de veinticuatro horas. Ex- tirpando una sola cápsula, no se produce ningún efecto morboso; pero se determina la hipertrofia de la cápsula res- tante. Los fenómenos de insuficiencia funcional de las cáp- sulas son fenómenos de intoxicación caracterizados por adinamia progresiva, debilidad cardíaca, pigmentación de la piel, etc. Para deducir racional y lógicamente los usos de la adre- nalina o de las cápsulas en extracto, nos basta saber: l.°, que son muy tóxicas, de aplicación muy delicada y (1) En 1855ADDISSON puso de manifiesto ! la'relación etiogenética entre la destrucción de las cápsulas suprarrenales y la «enfermedad bronceada». En 1874 OLIVER y SCHAFFER probaron la acción cardio-vascular del 'ex- tracto de estos órganos, y por primera vez quedó demostrada la especificidad fisiológica de un extracto orgánico. En 1901 TAKAMINA aisló la substancia que poseía aquella acción electiva, y la llamó adrenalina. Las experiencias del laboratorio evidenciaron que la acción fisiológica de ese principio consiste en la excitación de todas las termi- naciones del sistema nervioso simpático, de donde su rol como hipertensor. 354 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cuidadosa; 2.°, que producen una acción hipertensiva neta, especialmente sobre el sistema arterial, aumentando la energía contráctil del corazón y la constricción de los capi- lares. Y así, pueden emplearse en la enfermedad de Addis- son o diabetes bronceada, en las diabetes insípida, en la astenia cardíaca, en la neurastenia, en las hemorragias y contra los accidentes de la menopausia. En Oculística, en Rinología y en Laringología tiene grandes y útiles aplicaciones como isquemiante de las mucosas, virtud que la hace insustituible en Odontología, en Urología y contra las hemorroides. Dosis, de 40 a 80 centigramos en las veinticuatro horas, en dos o tres veces. La solución normal de adrenalina al 1/1.000 tiene la si- guiente fórmula: Adrenalina gramos 0.10 Agua destilada » 100.00 Cloruro sódico » 0.75 Acido clorhídrico » 0.75 Cloretona » 0.25 Preparaciones farmacéuticas.-Paraganglina, de Vasa- le, y adrenalina, de Aldrich y Takamine (que son solucio- nes tituladas de los principios específicos aislados por dife- rentes procedimientos); epifrenina, de Abel, preparada por Merck; raquitol de Stoelsner, también elaborado por la casa Merck: es un extracto concentrado de cápsulas supra- rrenales en tabletas de 5 miligramos de principio activo. La adrenalina de Parke Davis (solución al 1 por 1.000); la adrenosina, inyectable del Instituto Biológico Dessy, y la miostenina surrenal, de la misma procedencia. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 355 Opoterapia muscular 0) • Desde largo tiempo se emplea ventajosamente la carne cruda en las convalecencias difíciles y en los estados con- suntivos. Generalmente es bien tolerada. Desacreditada como medicación, por temor a los parási- tos que puede contener, hase rehabilitado en sus usos por las experiencias de Richelet y Hericourt, fisiólogos que han probado a alcanzar excelentes resultados en la tubercu- losis del perro dando a estos animales metódicamente car- ne cruda, asegurando que de este modo se crea un verda- dero estado refractario a la infección bacilar. Ellos han probado también que el extracto del músculo, el suero del plasma muscular, goza de las mismas propie- dades terapéuticas que la carne cruda, con la ventaja de procurar grandes efectos administrando pequeño volumen de substancia. Gracias a esas experiencias y conclusiones, ha entrado en boga la Zomoterapia, que aplica los produc- tos industriales llamados plasmina, masculina o musclei- na, y en Farmacia se expenden específicos como el «zo- moh y la «musculosina» de Byla. ¿Cómo obra el plasma muscular? Según Laumonier, produciendo 'modificaciones humorales; según Byla, por acción de un fermento que favorecería aquellas modifica- ciones; o bien, actuando directamente sobre las bacterias y sus secreciones. Como preparación farmacéutica comercial que tuvo algún predicamento, puede recordarse la cardina, de Hammonol. (1) Desde las experiencias de FUNK quedó demostrada la necesidad de las vitaminas, substancias de naturaleza química desconocida, pero factores indis- pensables en el metabolismo general de la nutrición y del crecimiento, tradu- ciéndose su ausencia por graves trastornos tróficos y nerviosos. Su presencia es indispensable para la edificación sintética de ciertos materiales celulares, y su acción parece que debe compararse con la de los catalizadores. El jugo muscular se considera como vehículo óptimo para el transporte de las vitaminas, porque está constituido a la vez por la secreción interna del músculo (que las genera) y suero sanguíneo, que las distribuye por los demás rganos. 356 DR. "FÉLIX GARZÓN MACE DA Opoterapia sanguínea. ■ '■> ... La sangre ha sido empleada en la Terapéutica desde las primeras edades de la Humanidad, modificándose progre- sivamente sus métodos de aplicación. Desde luego, fué utilizada en substancia; más tarde, de- secada; luego, sus diferentes productos, y principalmente la hemoglobina. Se ha utilizado toda ella ó su suero, tomándolos de ani- males preparados; por ejemplo, ethiriydados, para hacerlos entíaferi reácción y fabricar otros productos nuevos. Se ha empleado también la sangre de animales en faz de regeneración, después de la resección de ciertos órga- nos. Finalmente, y sobre todo, el suero de animales pre- viamente inoculados, gata producir reacciones contra di- versos agentes patógenos. Y no olvidemos que la transfu- sión, directa o indirecta, ha tenido aplicación en casos ex- cepcionales, algunos de ellos célebres. Indicaciones y contra-indicaciones-La sangre fresca y sus diversos preparados se han utilizado por vía gástrica contra lás anemias; por vía subcutánea, la hemoglobina y el suero en sus múltiples variedades específicas y anti- bacterianas. La sangre fresca y sus derivados, ingeridos por vía gástrica contra las anemias, no dan los resultados supuestos, a causa de que en el tubo digestivo se alteran y modifican; directamente llevados a la sangre por vía hipo- dérmica, tampoco dan todo el resultado deseado. Por eso las preparaciones de sangre completa y las de hemoglobi- na han perdido en parte su reputación, habiendo sido reemplazadas por la hemoplasa, que procura utilizar, no solamente la hemoglobina, sino también las otras materias de los glóbulos rojos y sus fermentos (oxidasas y antitoxi- nas). Hoy se administra esta substancia en inyecciones in- tramusculares.a dosis de 10 centigramos por vez. Los extractos hemáticos simple y yodado de Dessy tienen acreditada su influencia favorable en los diversos estados de anemia y linfatismo. TRATADO DE,. ?OO'FARMAQiA 357 Opoterapia medular hepiatopoyética. En los sujetos jóvenes se halla una medula roja, rica en mielocitos y en glóbulos rojos nucleados. En el adulto, al contrario, la medula es amarilla, casi exclusivamente compuesta de elementos grasosos. Des- pués de una sangría bastante copiosa, o. en caso de intoxi- cación o de infecciones graves, se ve que la medula reco- bra su aspecto rojo y sus funciones leucopoyéticas y hema- topoyéticas. Indicaciones- La absorción de medula roja se traduce bastante rápidamente por un amento sensible del número de las hematíes, propiedad que ha sido utilizada para com- batir la consunción post-hemorrágica y en los diversos es- tados anémicos» desde, la clorosis más benigna hasta las más graves anemias perniciosas. La opoterapia medular, asociada sobre todo al trata- miento ferruginoso, ha procurado resultados.notables en las anemias infantiles. Combinada con la administración de preparaciones fosfatadas, a. menudo ha tenido buen éxito contra lesiones o deformaciones raquíticas. Del mismo modo, en las anemias consecutivas a los pa- decimientos reumatismales y a la malaria es susceptible de hacer elevar de nuevo rápidamente la tasa de la homoglo- bina y mejorar, por consiguiente, todo el estado general. Por fin, a veces se la ha visto dar resultados estimulad- les en casos de hemofilia y de leucemia. Posplogia--Los opozomas Lumiére, preparados con la medula ó§ea de becerro, desecados rápidamente y a débil temperatura, poseen exactamente .lá misma actividad que la medula fresca, de delicada administración, y de la cual frecuentemente es difícil procurarse cantidades suficientes. Cada opozoma corresponde a 20 centigramos de medula fresca. Se dan desde dos a doce opozomas por día, según la ^dad del sujeto. 358 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Opoterapia pancreática. El páncreas, que ejerce importantes funciones en la di- gestión por su secreción externa (jugo pancreático), posee además una función endocrina de gran interés. Su se- creción interna parece intervenir sobre todo para regulari- zar la glucogénesis. La extirpación completa de la glándula determina en el animal una diabetes rápidamente mortal, y el profesor Lé- pine, de Lyon, atribuye al páncreas la propiedad de produ- cir un fermento glucolítico, cuya acción parece manifestarse en el hígado. Indicaciones.-El extracto seco de páncreas obra aficaz- mente contra la insuficiencia funcional de la glándula con- secutiva al cáncer, a la degeneración esclerosa o quística (pancreatitis crónica), o a las alteraciones inflamatorias de la cabeza del páncreas que se observa en ciertos casos de litiasis hepática. Según Gilbert y Weil, el extracto pancreático también está indicado en los casos de diabetes por hiperhepatía (glucosuria con hipertrofia del hígado o hiperazouria). Al contrario, es preciso abstenerse de él en los hipohepáticos, sometidos sobre todo al extracto del hígado. Además de este doble desiderátum, los opozomas Lumié- re ofrecen entera seguridad. Cada opozoma equivale a 20 centigramos de glándula fresca. Se da desde uno a diez por día a los adultos, se- gún la importancia o la gravedad de la afección. Hay el pancreon, de Merck, y la tripsina, de Beerd: la primera, digestiva; la segunda, recomendada contra el cáncer. También el Instituto Biológico Argentino prepara un ex- tracto de pancreatina contra la diabetes y la dispepsia in- testinal. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 359 Opoterapia esplénica. Las propiedades hematopoyéticas del bazo han sido aprovechadas en los diversos estados cloro-anémicos, y más particularmente en la anemia de los países cálidos. En los sujetos palúdicos con hipertrofia del bazo, los ex- tractos esplénicos asociados a la quinina han dado también buen resultado. El polvo de bazo es, en fin, utilizado con éxito excelente para favorecer la formación de cuajarones en las hemorra- gias uterinas y en la hemoptisis de los tuberculosos. En esta última categoría de enfermos, y aun en los sujetos ata- cados de tuberculosis ósea o ganglionar, el extracto esplé- nico parece influir además en el estado general, hasta el punto de que algunos autores han llegado a hablar de verdadero «tratamiento específico». Posologia.-Los opozomas Lumiére (bazo), dosificados a 20 centigramos, corresponden a su peso de glándula fresca. Tienen exactamente la misma eficacia que la ingestión de la glándula cruda de cerdo, casi exclusivamente utiliza- da hasta ahora. Otras preparaciones comerciales recomendables en la es- plenootomía y la caquexia palúdica son: curithrol, de Chonstein; linadina, de Barell, y extracto esplénico, de Zambeletti. Opoterapia ósea. La opoterapia ósea, que hasta hoy no había sido realiza- da, es el único medio científico y racional de remineralizar el organismo, de fijar en él la cal y los fosfatos y, por ende, de evitar y combatir el raquitismo, la tuberculosis y la fos- taturia. El señor Albert Robín, profesor de Clínica terapéutica en la Facultad de París, ha dicho en sus lecciones del Hos- pital Beaujon: «La remineralización de los tejidos será he- cha con ayuda de la Opoterapia ósea.* 360 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Si se quiere remineralizar a un fosfatúrico, será casi in- útil que se le haga absorber durante meses fosfatos mine- rales, al paso que se alcanzará con mayor facilidad el fin deseado si se le pueden administrar sales que hayan sufri- do alguna orientación vital. El método preferible es el que tiene por base el uso del extracto opoterápico de hueso crudo, combinación de oseína y de fosfatos cálcicos. Las combinaciones orgánicas-verbigracia, glicero-fosfa- tps, fitina, etc.,-proporcionan un fósforo que se fija relati- vamente bien; pero es necesario utilizar también la oseína. Un verdadero extracto óseo opoterápico debe contener l.° El periostio, cuyo poder osteógeno está probado. 2.° El cuerpo óseo; es decir, la oseína unida al fosfato- tricálcico y al carbonato de cal. 3.° Las células medulares, exentas de grasa, pero que contienen elementos hematopoyéticos y principios deriva- dos de los leucocitos mielógenos. El extracto así hecho se mezcla con otras substancias- verbigracia, polvo de leche, cacao, etc.,-y se fabrican pas- tillas, de las cuales se administran dos por día después de las comidas. Opoterapia hepática. El hígado es la glándula mayor de la economía animal; constituye un órgano de reserva y de transformación, que representa el regulador de la composición sanguínea. Cum- ple sus varias funciones por intermedio de gran número de fermentos que transmiten a sus extractos parte de su ac- tividad. «La disociación natural de las secreciones biliar y san- guínea del hígado-dice Carnot-permite emplear, ya la bilis, que es secreción externa, ya los extractos hepáticos, que contienen los productos de la secreción interna, o al menos sus generadores.» ... TRATADO DE ZOO-FARMACIA 361 La bilis y los extractos hepáticos utilizados en Opotera- pia tienen una serie de acciones antagónicas de las pertur- baciones que por insuficiencia* del hígado se producen, y así se explica su acción terapéutica. La insuficiencia total del hígado provoca en el hiombre la sintomatología de la icteria grave; si es parcial, pro- duce multitud de variaciones clínicas. , La bilis tiene las siguientes accione s fisiológicas: Inyec- tada en la sangre es tóxica, retarda los movimientos del corazón. En inyección subcutánea, baja rápidamente la temperatura. Es netamente hemolítica y colagoga. Obra sobre la mucosa intestinal favoreciendo su renovación epi- telial, y sobre la motricidad aumentando el peristaltisnw. Impide la coagulación del mucus intestinal, y favorece la emulsión de las grasas. Es antiséptica, oponiéndose a la fermentación pútrida del contenido del intestino. Los extractos hepáticos tienen las siguientes cualidades: Son tóxicos; inyectados en la sangre, producen trombosis mortales y gran depresión del pulso. Su efecto es seguro sobre la glucosuria. En Terapéutica pueden utilizarse la bilis fresca o deseca- da, los extractos biliares, el hígado y los extractos hepá- ticos. í r ' ' ■ La bilis fresca se emplea en lavativas contra el estreñi- miento, y en las enterocolitis muco-membranosas; desecada en el vacío a baja temperatura, puede darse en píldoras en- vueltas en gluten o en gelatina. El hígado fresco da excelentes resultados, y es bien so- portado a grandes dosis. Es útil el polvo de hígado prepa- rado por simple desecación en estufa a 40° o en el vacío a 0o. Lo mismo puede decirse de los extractos, así acuosos como glicerinados, oleosos o alcohólicos. Las indicaciones de la opoterapia biliar y de la opote- rapia hepática son distintas, y támbién sus resultados. La bilis era empleada desde Hipócrates contra el estreñi- miento en las icterias por retención, asociándola a la pan- creatina; contra las fermentaciones anormales del intestino, 362 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA contra el taquicardias y contra las conjuntivitis pneumo- cócicas. En cambio, se usa la hepatina en las cirrosis atróficas o hipertróficas, en la icteria, en la litiasis biliar, en la gota, en ciertos envenenamientos, contra diversas formas hemo- rrágicas, contra la púrpura y en las diabetes. La hepatina puede administrarse a dosis masivas, de 3 a 40 gramos por día, en tres o en seis veces, y en algunos casos hasta 80 gramos en las veinticuatro horas. En el comercio son muy conocidas las pastillas o com- primidos de Zambeletti, hechas con extracto de hígado; la goma animal, introducida en la Terapéutica por Well, que la recomienda asociada a la tripsina para combatir el cáncer. Se administra a dosis progresivas de 2 a 6 gramos diarios, vigilando la dolencia del paciente. El Instituto Biológico Argentino expende un producto re- comendado contra el estreñimiento y la colitis bajo el ru- bro de bileina, y un hepatol contra la insuficiencia he- pática. Opoterapia hipofisiaria o pituitaria Asentado sobre la silla turca del esfenoides, que forma parte de la base del cráneo, se halla el cuerpo pituitario, supuesto asiento del alma. Dicho órgano, de estructura glandular, que en el hombre pesa de 35 a 45 centigramos, mide 8 a 12 milímetros de diá- (1) En 1886 PlERRE Marie individualizó un estado patológico que denomi- nó «acromegalia», caracterizado así: agrandamiento periférico de los huesos, manos, pies y cara. Más tarde se establecieron dos tipos: «acromegalia infantil», de HUTINEL y BABONNEIX, y «gigantismo del adulto», de BRISSAUD y MEIGE, que se conside- raron como resultado de un hiperfuncionamlento del lóbulo anterior de la glán- dula pituitaria, que se traduce por hiper-osteogénests. Pero hay en oposición un hipo-pituitarismo. Desde 1913 se emplea en terapéutica obstétrica extracto del lóbulo hipofisia- rio posterior con igual o superior resultado que la ergotina, la hidrastina y la es- tipticina. Las observaciones y experiencias de WlGGERS y de RIST acreditan el valor terapéutico hemostático del extracto de hipófisis contra las hemoptisis. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 363 metro, y se compone de dos lóbulos: uno anterior, amarillo rojizo (glandular), y otro posterior (lóbulo nervioso), más pequeño y grisáceo. La porción glandular suministra dos principios de acción opuesta: el uno eleva la presión sanguínea, el otro la de- prime. La separación de estas dos substancias activas se realiza reduciendo el órgano a pulpa, que se disuelve en una solución de cloruro de sodio, la cual se trata luego por alcohol fuerte y éter, que disuelven el principio hipotensor, precipitando su contrario. La ablación de la glándula pituitaria produce apatía, de- bilidad muscular, incoordinación de los movimientos, con- vulsiones, dispnea, y al fin la muerte. Si la ablación no es total, el animal puede sobrevivir. La hipofisina, principio extractivo de la pituitaria, pare- ce jugar en la economía animal un rol análogo al de la ti- roidina. Es antitóxico, y posee un poder real de suplencia. Por las aparentes relaciones entre sus lesiones y la acrome- galia, se la ha preconizado contra esta última enfermedad y contra la cefalalgia. Dosis: 0,05 a 0,10 centigrad os por día, en una o dos veces. Los extractos secos son ingeridos en polvo o en tabletas, y se preparan por trituración de 1.000 gramos de tejido hi- pofisiario (que representan 300 cuerpos pituitarios de buey). El Instituto Biológico Nacional Dessy fabrica dos especí- ficos: «comprimidos» y «solución inyectable» de hipofisina, aconsejada para combatir la inercia uterina post-partum. Opoterapia nerviosa. La substancia nerviosa está constituida por una serie de materias con valor terapéutico propio. Las materias proteicas representan el 51 por 100 de la parte sólida en la substancia gris; 33 por 100 en la substan- cia blanca; 42 por 100, en el cerebelo; 28 por 100, en la me- dula, y 29 por 100, para el nervio ciático (Carnot). Los lipoides, solubles en el alcohol, en el éter y en las 364 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA grasas, se hallan en proporción de 20 por 100 en la subs- tancia flanea, y 5 a 8 por 100 en la substancia gris. Los principales son: lecitina, protagón, cerebrina y co- lesterina. La abundancia de fósforo en la substancia nerviosa cen- tral explica la influencia notable de la lecitina sobre el cre- cimiento y sobre los diversos actos de la función cerebral. Los lipoides tienen un rol importantísimo frente a los anestésicos y frente a las substancias tóxicas o infeccio- sas. Según Overton, la mayoría de los anestésicos tienen afinidad por los lipoides, los disuelven, y su acción se explica por esta fijación electiva al nivel de las células ner- viosas. Wassermann y Talkaki han constatado que la substancia cerebral puesta en presencia de la toxina tetá- nica hace desaparecer su toxicidad; y A. Marie ha consta- tado la propiedad neutralizante del cerebro humano nor- mal frente al virus rábico. Puede utilizarse el cerebro en forma de polvo seco, de extracto acuoso, etéreo u oleoso (cefalapina de Greco). Estos extractos tienen acción sedante, anticonvulsivante y tónica sobre la célula nerviosa. Se emplean en la neurastenia, la epilepsia, la melanco- lía y las cefalalgias. .Kolawsky declara haber obtenido la curación de un caso de rabia por medio de inyecciones a base de la substancia cerebral del conejo emulsionada con suero-clorurado. En el comercio se expende comúnmente bajo el nombre de cerebrina una forma farmacéutica extractiva que se ad- ministra a dosis de 40 a 80 centígrados por día, en dos o tres veces. Hay una mielina y una cerebrina de Robertson prepara- das por Burroughs y Parke Davis, y una cerebrina Poehl, fabricada en el Instituto Organoterápico del mismo profe- sor Poehl. La cefalopina del instituto Maragliano es un extracto oleoso de substancia cerebral. CAPITULO XX LA SUEROTERAPIA Y DE LA VACUNOTERAPIA Sumario: Concepto científico de esta rama de la Medicina mo- derna.-De los sueros terapéuticos: su significado biológico.- De la inmunología.-Tipos diversos de vacunas.-Vacunas del Instituto Biológico Argentino. - De la Toxinoterapia.- Sueroterapia especial.-Sueros antidiftérico, antitetánico, an- tipestoso, anticolérico, antitífico, antiestreptocócico. - Sue- ros y vacunas del Instituto Biológico Dessy y del Instituto Arata, de Córdoba.-Sueros y vacunas Méndez. La Sueroterapia es la parte de las ciencias médicas que utiliza el suero normal o los sueros anormales, tomados de animales sanos o de animales debidamente preparados para su aprovechamiento. Esos sueros los considera Herail como «soluciones de principios activos tomados de los plasmas vivos emplean- do diversos procedimientos técnicos». Grasset restringe el concepto, refiriéndolo únicamente a las medicaciones hechas a base de sueros tomados de ani- males específicamente inmunizados. Este criterio restrictivo, excluyente, sustraería de la Far- macognosia y de la Materia médica los sueros provenientes de animales sanos; suprimiría de su contenido el suero nor- mal, que, sin embargo, tiene influencias probadas, varia- bles según su procedencia. Las acciones fisio-terapéuticas del suero de la sángrese 366 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA conciben a priori en razón de su composición química, en razón de las hormonas y de los anticuerpos que normal- mente lleva. La Suerologia ha hecho conocer la existen- cia en la sangre de globulinas, en cuya virtud el plasma adquiere cualidades especiales, puestas de manifiesto cuan- do es inoculado a otros animales: tales son su poder bac- tericida y la acción favorable sobre la fagocitosis. Los resultados de las experiencias practicadas por los doctores Krauss y Beltramini en el Instituto Nacional de Bacteriología Argentino sobre la acción del suero de los bovinos frente a las infecciones carbuncosas, les permitieron concluir que en el de los animales no preparados por ino- culaciones preventivas hay elementos de protección capa- ces de producir la inmunidad contra las infecciones exó- genas. La probada acción anti-carbuncosa del suero fué tam- bién comprobada por los doctores Penna, Bonorino, Cuen- ca y otros después de tratar más de trescientos casos de carbunco humano. Y contemporáneamente con esas experiencias clínicas sobre los carbuncosos se evidenció también la virtud he- mostática del suero. Más todavía; el suero tiene toxidad cierta y distinta en relación con la especie del animal a quien se inyecta, se- gún sea de la misma que aquel de quien se extrajo, o uno y otro pertenezcan a diferentes grupos zoológicos; y la in- fluencia es diversa hasta según sea la vía de su introduc- ción en el organismo de experiencia. Así han podido ex- plicarse los efectos saludables o perniciosos de las transfu- siones sanguíneas cuando se efectuaban sin las precaucio- nes que aconsejan la ciencia y la técnica contemporáneas. Para los fines dichos se emplea de preferencia el suero de caballo; pero pueden ser utilizados los de otros mamí- feros. Muy en boga está también el suero de la vena renal de la cabra contra la nefritis desde los éxitos clínicos de Tessier. De los sueros terapéuticos.-Bien sabido es que cuando TRATADO DE ZOO-FARMACIA 367 se introducen en el torrente circulatorio algunos microor- ganismos, excretan productos dañinos, llamados toxinas, cuya naturaleza química se desconoce, pero que se sabe que son materias coloidales, inestables, atacables por los fermentos, por la luz, por el aire y por el calor. Su propie- dad más importante consiste en provocar reacciones en cuya virtud se originan productos llamados antitoxinas, con las cuales se neutralizan parcial o totalmente las pri- meras, de modo parecido a lo que ocurre con los ácidos respecto de las bases. Tampoco se conoce la naturaleza de ellas; sólo se sabe prácticamente que son específicas, dis- tintas para cada especie de toxinas. Aceptando la doctrina de Ehrlich, la toxina se fijaría en las cadenas laterales del protoplasma celular; combinada con los grupos atómicos sensibles a su acción, se separaría de la célula y pasaría a la sangre en forma inactiva, es de- cir, innocua. Pero en virtud de la reacción provocada por la célula, se formarían en ésta nuevas cadenas laterales ex- traordinariamente numerosas, que, desprendiéndose del protoplasma y vertiéndose en la sangre, constituirían las antitoxinas libres, capaces de neutralizar una correspon- diente cantidad de toxina. Copetti, químico-farmacéutico y profesor de Farmacolo- gía en la Universidad de Montevideo, explica de otro modo esa acción. En vez de imaginar a la molécula de protoplasma estruc- tura semejante a la del benzeno o sus derivados, la supone de estructura compatible con las reacciones de equilibrio que son peculiares a la materia organizada, y la figura como las moléculas de grupos atómicos asimétricos y dis- tanciados: verbigracia, los compuestos de la serie etilénica o, mejor todavía, los isómeros geométricos del ázoe, que fá- cilmente pueden pasar de una configuración a otra, produ- ciendo sistemas intermediarios y progresivos. Según él, po- dría explicarse la formación de cuerpos inversos, específi- cos y correlativos por razón de causa a efecto (toxina- antitoxina, virulencia-inmunidad), por una acción cinética 368 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA intermolecular, por frotamiento; ésta provocaría el despla- zamiento o rotación de los grupos atómicos, dando lugar a cambiós de configuración molecular y de acción especifica. En caso de enfermedad es tal la producción de anticuer- pos, que no sólo alcanza para neutralizar la toxina, sino que también en el suero del animal o del enfermo curado se retiene un excedente de antitoxina no utilizado. Entonces el suero de ese animal, inoculado a otro, és capaz de fijar la correspondiente cantidad de toxina volviéndola innocua. La acción de las antitoxinas es específica, y el resultado práctico de mayor importancia relativamente a su produc- ción es la inmunidad que crean. De lo dicho se infiere que la Suerología y la Suerotera- pia, como la Bacterioterapia, están ligadas «originariamen- te» con el problema de la inmunidad, o sea con la resisten- cia, ya natural, ya accidental, ya artificialmente adquirida contra determinada enfermedad. La inmunidad «natural» es siempre relativa, indiferente y congénita; depende del carácter o condición particular a cada especie o raza, y a veces es individual, producto de factores diversos, ya externos, ya internos: verbigracia, es- tado de los tegumentos y de las mucosas, composición de los líquidos secrecionales, de la alcalinidad de la sangre» de la temperatura, de la presencia de núcleos proteicos. De aquí han nacido las dos teorías principales: la celu- lar o fagocitaria, fundada por Metchnikof, y la teoría h amoral. Según la primera, los leucocitos llevan el ataque a los microbios invasores, y logran vencerlos en la lucha si sus elementos químicos tienen suficiente acción positiva en tal caso la enfermedad no se produce, o es dominada; pero ocurre lo contrario si los primeros son vencidos. Conforme a la segunda teoría, existirían normalmente en el suero de la sangre unas substancias mal definidas, las «alexinas», de acción bactericida. La resistencia puede ser aumentada o disminuida. Se aumentaría, ya estimulando o provocando el factor celu- lar, la fagicitosis, ya estimulando el factor humoral por me- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 369 dio de fermentos y levaduras, o actuando contra la difusión microbiana por medio de medicamentos fijadores. Al lado de la resistencia o inmunidad natural hay la inmunidad adquirida, gradual, reacciona! y específica. Se la adquiere después de la invasión microbiana. Es un estado ocasio- nal, provocado por determinado agente infectante, y reac- cionario solamente para él mismo. Tal es la que acciden- talmente adquiere el sujeto que tuvo viruela, y por lo mis- mo generalmente no vuelve a tenerla. Esa es la inmunidad vagamente intuida en su esencia y etiogénesis por ios antiguos, como lo dejan presumir el «bautizo» de sangre y otras prácticas de la Medicina pri- mitiva. Cuando Jenner descubrió la vacuna antivariolosa toma- da de ios vacunos, la inoculación preventiva se practicaba transmitiendo a los sanos el pus de las viruelas mismas. Sabían que cuando una enfermedad infecto-contagiosa cura, da inmunidad contra un segundo ataque de la misma afección. La infección puede ser, o resultado de la acción de las toxinas emitidas por el microbio parásito, o efecto de la acción misma del microbio. Así resultan dos tipos de infección: las toxinemias (ejem- plo, la difteria, el tétanos) y las bacterinemias (ejemplo, el carbunco); de consiguiente, se tendrán también dos órde- nes de factores inmunizantes: antitoxinicos y antibacte- rianos. Ehrlich estabieció dos clases también, llamándolas acti- va y pasiva; la primera, de larga duración y no transmisi- ble por herencia, que se provoca inyectando las bacterias o sus toxinas, constituyendo los virus activos. La crea el propio organismo reaccionando y dominando las influencias bacterianas y toxínicas: tal es el caso de un sujeto inoculado con virus rábico o con vacuna antitífica hecha con extracto de bacilos, que se inmuniza para las respectivas enfermedades. La inmunidad pasiva es de breve duración, y transmisible 370 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA al feto. Se confiere inyectando suero de un animal inmuni- zado activamente. De lo expuesto surgen dos categorías de métodos: unos para crear la inmunidad activa, y otros para obtener la in- munidad pasiva. Los primeros informan tres ramas de la Terapia moderna, a saber: Vaccinoterapia, Bacterioterapia y Toxinoterapia. Los segundos son materia de la Sue- roterapia propiamente dicha. Diremos algo de las pri- meras. Y ante todo, ¿qué es vacuna? Las vacunas son virus atenuados y fijos que han perdido parte de su virulencia, ya por el calor, ya por desecación, ya por obra de los antisépticos agregados. ¿Cuántos tipos de vacuna hay? Varios. l.° Vacunas de virus o bacterias vivas y activas, ate- nuadas por reducción de dosis; v. gr., la vacuna de Fe- rran contra el cólera. 2.° Vacunas de virus o bacterias vivas, atenuadas por desecación o por el calor; v. gr., la vacuna antirrábica, la anticarbuncosa, la antivariólica. 3.° Vacunas de virus o bacterias muertas; v. gr., la anti- tífica alemana, la antiestreptocócica y la antipestosa. 4.° Vacunas constituidas con extractos de bacterias; verbigracia, la vacuna antitífica francesa, las tuberculinas. 5.° Vacunas sensibilizadas, para cuya preparación se mezclan cultivos microbianos con los sueros antimicrobia- nos correspondientes, lo cual los hace más atacables por el organismo; v. gr., vacuna antipestosa. 6.° Vacunas toxinicas, constituidas por toxinas; v.gr., al- gunas tuberculinas. Hay además las vacunas que se dicen polivalentes o mix- tas, las monovalentes o indiferentes, y las autovacunas monovalentes. Las autovacunas son preparadas con gérmenes tomados del mismo individuo que se quiere inmunizar. Las vacunas que se expenden en el comercio se preparan con gérmenes tomados de diversos animales, o de otros TRATADO DE ZOO-FARMACIA 371 individuos enfermos: por eso se dicen también hetero-va- cunas o vacunas stock. Hay, por fin, vacunas integrales, para cuya fabricación se utilizan las substancias solubles e insolubles, cristaloi- des y coloides, tóxicas y aparentemente innocuas, resultan- tes de la vida y muerte del microbio. Siendo la producción de sueros y vacunas operación de- licada, difícil, y sobre todo importante desde el punto de vista de la moral, de la higiene social y de la Terapéutica, los Gobiernos de algunos países se han preocupado de su fiscalización para garantizar la eficacia, pureza de origen y conservación de estos productos, en resguardo de la salud pública. Así, Italia tiene su ley núm. 360, de julio de 1904, creando una Oficina de contralor. Además, la Oficina cen- tral de Sanidad pública, con su laboratorio anexo, como entre nosotros el Instituto Bacteriológico, dependiente o anexo del Departamento Nacional de Higiene, que proveen de sueros y vacunas, así debidamente garantizados por autoridad técnica respetable y responsable. En España, la preparación y venta de sueros se rige por disposiciones de una ley general de Sanidad, y por medios legales o administrativos análogos otros países de Europa y de América tienen regulado y contraloreado su expendio. VACUNAS PREPARADAS POR EL INSTITUTO BACTERIOLÓGICO NACIONAL ARGENTINO Antiozenosa.-Contiene en suspensión el coco-Bacilus foetidus ozence, descubierto por Fernando Pérez. Dichos gérmenes, destruidos por el éter, están en la proporción de 500 millones por centímetro cúbico. Es una vacuna polivalente, porque contiene bacilos de distintas procedencias, a fin de darle más eficacia. Se hacen con ella inyecciones hipodérmicas de 1 cc., en 372 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA número de 20 a 25 por semana. Sus efectos inmediatos son la disminución hasta desaparición del mal olor, y el ablan- damiento de las costras. Antirrábica.-Hecha con emuulsiones seriadas de medu- la espinal de conejos que hayan muerto de rabia provocada por inyección de un virus fijo en diferentes grados de desecación. Cada ampolla contiene 3 cc. de líquido, que se inyectan diariamente en el tejido celular subcutáneo, debiendo agi- tarse el líquido antes de usarlo. Antipestosa.-Está compuesta de bacilos pestosos des- truidos por esterilización. Viene en frasquitos que tienen sedimento, por lo cual antes de usar la vacuna debe agi- tarse hasta obtener la mezcla homogénea del contenido. Las inyecciones deben practicarse cada ocho días, en dosis que varían, según la edad, entre 1 decigramo, para niños pequeños, y 3 a 3,5 decigramos para adultos. Suele dar reacción. Produce inmunidad, que puede durar un año por lo menos. Gonocócica, estreptocócica y estafilocócica.-Se fabri- can con emulsiones de gérmenes específicos de las respec- tivas infecciones, muertos por el calor o por substancias químicas. El tratamiento debe iniciarse con dosis pequeñas de cua- tro a cinco días, desde valencias de 20 millones hasta 300 millones por dosis. A cada enfermedad corresponde su vacuna específica. Antitifica.-Es una suspensión en suero fisiológico de los bacilos muertos por el éter o por calentamiento a 60°. La inmunidad se adquiere después de tres inyecciones, hechas con intervalos de ocho días, con ampollas de 100, 300 y 500 millones de bacterias por cc. Al efecto vienen ampollas seriadas y numeradas 1, 2 y 3. La inmunidad conferida dura un año. La vacuna puede ser usada también como medio curati- vo en los tifosos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 373 Antidiftéricas.-Dos sueros se preparan, uno curativo y otro preventivo. El primero, con suero de caballos inmunizados. Guárdase en ampollas de dimensiones variables y de poder antitóxi- co oscilatorio entre 1.000 y 2.500 unidades. El segundo, con suero de terneras inmunizadas, conte- niendo suero de poder antitóxico equivalente a 500 uni- dades. Todas las ampollas llevan etiquetas que expresan el con- tenido en unidades, el plazo de su aplicabilidad y el nú- mero de la serie. Toda ampolla que abierta dé mal olor, debe rechazarse. Si tiene un depósito pulverulento blanco, esto no invalida el valor activo del producto. Antitetánica.-La antitoxina tetánica se obtiene de ca- ballos inmunizados por la toxina soluble del bacilo del té- tanos. Sus aplicaciones deben hacerse precozmente, para obte- ner los resultados deseados cuando se la administra con fines curativos. TOXINOTERAPIA Y BACTERIOTERAPIA Son medicaciones o métodos terapéuticos que utilizan microbios y toxinas diferentes de las que se quiere com- batir. Son, por tanto, métodos hetero-terápicos, que combaten la infección por la infección misma. Contra las auto-intoxicaciones de origen intestinal pro- ducidas por la flora bacteriana, ha rendido eficaces resul- tados la ingestión de bacterias lácticas seleccionadas; por medio de ellas se obtiene la antisepsia del intestino. Tal es el modo de obrar de los preparados que se expenden bajo los títulos de tacto-bacilinas, bio-lactil y zimo-lactol. Con- tra la forunculosis y otras afecciones cutáneas causadas 374 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA por los Micrococcus piógenos se ha utilizado con eficacia la acción antagónica de fermentos análogos: verbigracia,, las levaduras de cerveza, o las vacunas polivalentes llama- das antipiógenas. La estafilasa de Doyen no es más que solución de una nucleína contenida en los fermentos de las levaduras, de efectos probados contra los cocos infecciosos. SUEROTERAPIA ESPECIAL Suero antidiftérico. Primero las experiencias de Behring y después las de Roux, Martin y Chaillon, han hecho entrar en la prácti- ca médica diaria el uso de aquel suero, gracias a cuya apli- cación oportuna y concienzuda se ha conseguido rebajar de 50 a 20 por 100 el promedio de la mortalidad por infec- ción diftérica en los hospitales de niños. La dosis inyectable varía con la edad del sujeto y con la forma de la difteria: 10 centímetros cúbicos, hasta los dos años; 20 centímetros cúbicos, a los mayores de dos años; en la segunda infancia y en los adultos, de 30 a 40 centí- metros. En las formas graves pueden aumentarse mucho más esas dosis, cuya eficacia es, no sólo curativa, sino también preventiva, dando inmunidad que puede alcanzar a quince días. Es quizá el más conocido de los sueros, y el más abundantemente empleado. En el comercio se expenden los sueros antidiftéricos de Schering en tres formas de concentración, envase y desig- nación. Según concentración, hay tres tipos. a) 100 veces concentrado; es decir, que un cm.3 equiva- le 100 unidades inmunizantes. b) 200 veces concentrado; es decir, que un cm.5 contie- ne 200 unidades inmunizantes. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 375 c) 300 veces concentrado; equivalente cada cm.5 a 300 unidades. Según envase y designación, hay: Suero 100 veces concentrado, en ampollas de 5 cm.3 a 500 unidades inmunizantes, de 10 cm.5 a 1.000 » » Suero 200 veces concentrado, en ampollas de 5 cm.3 y 1.000 unidades, de 7,5 cm.5 y 1.500 » de 10 cm.3 y 2.000 » Suero altivalente 500 veces concentrado, en ampollas de 1 cm.3 a 500 unidades, de 2 cm.5 a 1.000 » de 3 cm.5 a 1.500 » de 4 cm.3 a 2.000 » de 5 cm.5 a 2.500 » de 6 cm.3 a 3.000 » Hay el suero antidiftérico del Instituto Pasteur, que se expide en frascos de 10 cm.3; líquido, equivalente a 2.500 unidades inmunizantes, y también desecado, en tubos ce- rrados de 10 cm.3 El suero antidiftérico es preparado con sangre de caba- llo, y conserva sus propiedades curativas durante un año si se le guarda en sitio fresco y a cubierto de la luz. Finalmente, hay los sueros diftéricos de Haefinger, de Roux, de Behring; el de Méndez, preparado en la Argen- tina por este renombrado bacteriólogo, y el de Hochst, muy activo, preparado por Ruppel, cuya eficacia curativa se conserva hasta por tres años. Suero antitetánico.-Este suero es más eficaz como pre- ventivo que como curativo. Vaillard dice al respecto: «El valor de esta sueroterapia preventiva en Medicina humana no necesita demostrarse hoy; cada día se confirma mejor, y los raros insucesos señalados no pueden prevaler sobre las innumerables observaciones favorables.» En las formas de tétanos grave el suero antitetánico no tiene valor curativo, porque en el momento en que se pro- 376 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA ducen los primeros síntomas del mal la toxina ha obra- do ya sobre los elementos nerviosos. El suero inyectado hace inofensiva a la toxina que se halla circulante, pero no tiene acción sobre los efectos ya producidos. El poder antitóxico del suero expedido por el Instituto Pasteur es de 1.000.000.000; vale decir que inyectar a un ratón una cantidad de suero igual 1/1.000.000.000° de su peso basta para preservarlo contra una dosis mortal de to- xina. Viene al comercio en frascos de 10 cm.3, ya líquido, ya desecado; conserva su eficacia por un año o más, y la cantidad inyectable varía entre 50 y 100 cm.3, en una o va- rias dosis. Lo hay también tipo Haefinger. Suero antipestoso.-Desde que Yersin descubrió en 1894 el agente patógeno de la peste bubónica y que hubo en- viado al Instituto Pasteur los primeros cultivos del micro- bio, Roux, Calmette y Borrel hicieron ensayos de vacu- nación sobre los animales, llegando a comprobar que su suero inyectado gozaba de propiedades preventivas y cura- tivas. Para la preparación de este suero se utiliza el caballo vacunado con cultivos de origen humano. El valor preventivo de la vacuna Haffkine no se discute hoy, y es el suero antipestoso el único remedio eficaz en el tratamiento de la peste. En las formas benignas se ha- rán inyecciones subcutáneas de 20 cm.3, repitiendo a diario las dosis mientras persista la fiebre. En las formas graves la inyección debe ser intravenosa. Como preventivo, bastan 10 cm.3 por vez. Al comercio viene líquido en frascos de 20 cm.3, o dese- cado en tubos que representan 10 cm.5 del suero líquido. Lo hay marca «Instituto Pasteur» y Haefinger. Suero anticolérico.-- Durante la epidemia de 1908 a 1909 en Rusia, se ha ensayado la sueroterapia con resultados muy varios, que, sin embargo, permiten fundar la siguiente conclusión, a que llega Salimberri: «El suero anticolérico puede ser considerado como un precioso auxiliar en el tra- TRATADO DE ZOO-FARMACÍA 377 tamiento de esta mortífera enfermedad, sobre todo aplicán- dolo desde los primeros síntomas». Su empleo no es fácil; exige especiales cuidados, práctica, vigilancia médica ce- losa, activa, y sobre todo oportunidad en la aplicación. La cantidad de suero que se inyecte en los casos graves será de 100 centímetros cúbicos en veinticuatro horas, pu- diendo repetirse la dosis al día siguiente. Las vacunas preventivas de Ferrán y de Haffkine no han dado hasta hoy los resultados que se deseaban y pro- metían. Suero antitifico.-La sueroterapia antitífica es en nues- tros días un excelente método terapéutico, abonado por cuantiosas estadísticas de estos últimos años. En opinión de Sacquepée, de los sueros usados el de Chantemeusse es el único cuyas indicaciones y contrain- dicaciones, como sus dosis, están bien definidas, siendo cierto su valor curativo. Proviene este suero de cabalios in- munizados durante largo tiempo por inoculaciones subcu- táneas de la toxina tifoidea soluble, o por inyecciones intra- venosas de bacilos virulentos. Bastan algunas gotas de dicho suero, para provocar en el hombre las reacciones características. Sobre sus efectos fisiológicos y su acción terapéutica no podemos extendernos, por no ser de incumbencia del far- macéutico su aplicación. Las farmacias expenden el suero Haefinger. Suero antimeningocócico.-Es empleado contra la me- ningitis cerebro-espinal epidémica, producida por el Me- ningococcus de Weichselbaum. Se usa el suero de Kolle y Wassermann en inyección intra-raquidiana, previa punción lumbar. Inyectado deba- jo de la piel, es ineficaz. Deben inyectarse altas dosis: en el adulto, desde 20 centímetros cúbicos hasta 45; en el niño, de 10 hasta 20 o 25. Suero antidisentérico.-La sueroterapia contra la disen- tería bacilar epidémica fué tentada por Shiga, Kruse y Ro- 378 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA -senthal, y el suero preparado por Vaillard y Dopter da excelentes resultados. Se le emplea en las inyecciones subcutáneas en dosis que, según el momento en que se interviene, según la gra- vedad del caso y la edad de los sujetos, varían desde 20 hasta 100 cm.3 El Instituto Pasteur lo expende en frascos de 20 cm.3 Suero antiestreptocócico (Schering).-Preparado por el doctor Aronson, del Instituto Real Prusiano, se emplea en todas las enfermedades directamente producidas por estrep- tococos, o que presentan esencialmente el cuadro de una infección estreptocócica secundaria; por ejemplo, septice- mia general, fiebre puerperal, anginas graves, erisipela, es- carlatina. Según la gravedad del caso y la edad del enfei' mo, hay que inyectar desde luego 20 a 100 cm.3 de suero 20 veces concentrado. Viene a las farmacias en frascos de 10 cm.3 ( 200 unidades inmunizantes). 20 > ( 400 » ). 50 » (1.000 » > ). Se mantiene estable por mucho tiempo, conservando ín- tegra su eficacia un año por lo menos gracias a la incor- poración de 0,4 por 100 de tricresol. PRODUCTOS BIOLÓGICOS DEL LABORATORIO «MÉNDEZ* (buenos aires) Haptinógeno «eczema», Loizaga.-Contra el eczema. Haptinógeno «gono», Méndez.-Contra la blenorragia y sus complicaciones. Haptinógeno «estaphilo», Méndez.-Contra la forunculo- sis, la antracosis y el acné. Suero carbuncoso, Méndez.-Contra la pústula maligna humana. Haptinogenina diftérica.-Antitóxica. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 379 PRODUCTOS DE ELABORACIÓN EN EL INSTITUTO BIOLÓGICO (córdoba) DE LOS BACTERIÓLOGOS PABLO ARATA Y JUAN A. TEY Vacuna antipiógena polivalente.-Es una emulsión en solución fisiológica fenicada de cultivos muertos de cocos varios, provenientes de procesos agudos y crónicos. Reco- mendada contra anginas, flemones, osteomielitis, otitis, septicemias y otras infecciones. Entero-antígeno. - Se prepara emulsionnado en suero fisiológico fenicado los gérmenes habituales de la flora in- testinal en la proporción en que en ella se encuentran. Indicaciones: contra la urticaria, los trastornos digestivos, el eczema, etc., etc. INSTITUTO PROVINCIAL ANTIRRÁBICO ANEXO A LA ESCUELA PRÁCTICA DE MEDICINA DE CÓRDOBA DIRECTOR, PROFESOR P. ARATA Vacuna y suero antirrábico, que se expende y aplica gratuitamente. SUEROS Y VACUNAS DEL INSTITUTO BIOLÓGICO ARGENTINO DESSY Suero anticarbuncoso, uso humano, en ampollas de 10 c. c. Suero anticarbuncoso, uso veterinario, en ampollas de 10 c. c. Suero antidiftérico Biol, según Behring-Ehrlich, 1.500 U. I. en volumen reducido. Suero antidiftérico anti-infeccioso, en bombones. 380 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Suero antiestreptocócico Biol, en ampollas de 10 c. c. Suero antimeningocócico Biol, Kolle-Wasserman, contra la meningitis cerebro-espinal epidémica, en ampollas de 10 c. c. Suero antipneumocócico Biol, contra las pneumonias e infecciones pneumocócicas, en ampollas de 10 c. c. Suero antitetánico, Berna, en ampollas de 10 c. c. Suero antitiroideo, contra los fenómenos del hipertiroi- dismo, en frascos de 30 gramos. Suero de la vena renal de la cabra, inyectable para el tratamiento de la nefritis según el método de Tissier, en ampollas de 10 c. c. Suero hematopoyético de caballo, inyectable en ampo- llas de 10 c. c. Suero normal de caballo, glicerinado, para uso gástrico y para aplicaciones ginecológicas, en frascos de 60 gramos. Suero normal de caballo, con hemoglobina, para anémi- cos, en ampollas de 5 c. c. Suero normal de caballo, en comprimidos, contra la gas- tritis, úlcera gástrica e infecciones intestinales, en cajas de un tubo. Suero normal de caballo, inyectable, en ampollas de 10 centigramos. Suero normal de cabra, glicerinado, para uso gástrico y para aplicaciones ginecológicas. Suero normal de cabra, inyectable. Suero normal de cabra, para uso externo. Vacuna antiestafilocócica Dessy polivalente. Vacuna antipneumocócica Dessy polivalente. Vacuna antipiógena polivalente, inyectable. Vacuna antitifica Dessy, preventiva y curativa. Vacuna antituberculosa Denys-Dessy. Vacuna contra la encefalitis epidémica. Suero antipestoso. Suero antipiógeno polivalente. Suero de caballo desecado sobre lactosa. APENDICE APÉNDICE Con el deseo de hacer útil en mayor extensión las ense- ñanzas contenidas en el presente libro, y sin cambiar mi opinión de que en una Escuela de Farmacia la Zoología especial y aplicada debe restringir su desenvolvimiento a lo que es de estricta importancia (primaria o secundaria) para el profesional en formación, he resuelto agregar las siguientes notas como apéndice a los respectivos capítulos en que se ha dividido. El programa seguido por el profesor Parodi es de Zoolo- gía especial, y en su desarrollo teórico-práctico la enseñan- za está orientada y se mantiene en los dominios de la Pa- rasitología y de la Toxicología animal. En los programas de Farmacognosia y en los libros que tratan de la materia, la parte zoológica se reduce al mí- nimum. Entre ambos extremos se coloca la presente obra. De esta suerte puede decirse que queda adaptada a los programas de las Facultades de Medicina y Farmacia de las Universidades argentinas y otras sudamericanas. APÉNDICE A LOS PROTOZOARIOS Los zoólogos modernos dividen los protozoarios en dos grupos fundamentales: l.° Plasmo dromata (con un solo núcleo, en el cual se 384 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA confunden los cromosomas vegetativo y reproductivo), que comprende los Rizopodarios, Flagelados y Esporozoarios de las clasificaciones más comúnmente conocidas. 2.° Heterokariota (con dos núcleos funcionalmente dis- tintos), representados por los Infusorios. Entre los Rizopodarios, los más interesantes en la actua- lidad son las amibas, divididas en cuatro géneros: En~ tamoeba, Wahlkampfia, Paramoeba y Chlamydrophis. El primero comprende amibas estrechamente ligadas al parasitismo, y se caracterizan por su núcleo, cuya membra- na se colorea fuertemente con la hematoxilina férrica y en- cierra varios cariosomas. Sus representantes son las especies E. coli y E. tetrágena, parásitos del hombre. La E. coli, de vasta y confusa sinonimia, ocupa el intesti- no, al cual llega en forma enquistada. Es inofensiva. Apare- ce en las deyecciones, toda vez que una alteración funcional alcaliniza o neutraliza el medio cólico, ordinariamente áci- do. El mucus intestinal se presta bien a su multiplicación. Se distingue de otras especies por su pereza en los movi- mientos y la escasez de sus pseudopodos. Sus dimensiones son 30 a 40 mieras. Presenta poco diferenciados el ecto y el endoplasma. Posee pocas vacuolas, y nunca tiene inclusio- nes hemáticas, pero si cristaloides siderófilos. Se multiplica por división libre o enquistada; en este último caso, los nú- cleos resultantes de la división son siempre ocho. Parodi y Widokowich la han observado en Buenos Aires en la pro- porción de 34,66 por 100 de los niños de uno a cuatro años, y en 38 por 100 de los adultos. E. dysenterce.-Llamada también histolytica, y más co- nocida hoy por E. tetrágena. Es parásita, y patógena para el hombre. Vive en el intestino grueso, ulcerando la mucosa. A los caracteres ya dados en el capítulo I conviene agre- gar éstos: Se presenta bajo dos formas; la movible o vegetativa de Lambl y Lcesch, más tarde llamada por Schaudin histoly- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 385 tica, que sólo se encuentra en las heces muco-sanguinolen- tas de la disentería aguda y en el pus de los abscesos del hígado, y la tetragena de Viereck, que se observa en los intervalos de las crisis agudas de una disentería de larga data, como es la tropical, y que al mutiplicarse se divide siempre en cuatro partes, de donde toma su nombre. Las diferencias morfológicas y biológicas de las especies antedichas se aprecian claramente en el siguiente esque- ma. (Se refieren a preparaciones histológicas frescas y sin coloración.) ENTAMCEBA DYSENTERI^E ENTAMCEBA COLI TIPO HISTOLYTICA TIPO TETRAGENA Aspecto y dimensiones. Más o mei 25 a 50 mcr. ios ovales. 20 a 25 mcr. De 15 a 35 mcr. Aspecto hialino. Aspecto de porcelana. Refringenci a más débil. Refringencia más pron. Movimientos...) Muy movible, y cambia cons- tantemente de formas. Emisión brusca de pseudopodos Movimientos lentos. Emisión perezosa de pseudo- podos. Movimientos muy lentos. Citoplasma.... 1 Muy diferenciado en ectoplas- ma y endoplasma Diferenciación en dos partes poco marcadas. Diferenciación apenas visible, y color gris. Ectoplasma ... ) I Muy homogéneo y muy refrin- gente. Poco marcado, representado por una zona periférica clara. Apenas distinto del endoplas- ma, y poco refringente. CARACTERES DIFERENCIALES DE LAS FORMAS PARASITAS DE ENTAMCEBA DISENTERIA ENTAMGEBA COLI TIPO HISTOLYTICA TIPO TETRAGENA Endoplasma .. ! Aspecto oscuro, granulado, fre- cuentemente de tinte amari- llo o verde claro. Aspecto oscuro. Finamente granulado. Aspecto oscuro. Vacuolas । Más o menos numerosas y con- tráctiles. Algunas grandes vacuolas, no contráctiles. Pocas vacuolas. Núcleo En el endoplasma, difícilmente visible, de aspecto vesiculoso de 5 a 6 micrones. Fácilmente visible en el endo- plasma vesiculoso; de 4 a f mcr., con una corona de gra- nulaciones refringentes des- iguales. Muy visible.-Muestra muchas masas de cromatina. uanosoma .... En el centro del núcleo. Aspecto de un nucléolo, a veces con un solo centriolo. Ordinariamente, muchos cen- triolos. Hematíes fago- citadas ■ En las vacuolas, hasta 10, y má o menos alteradas. En las vacuolas, algunas veces, pero en pequeño número. Excepcionalmente. 388 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Otras especies amibianas de menor importancia son: Amceba buccalis o Entamoeba gingivalis (parásito en la boca y encías), E. piogena (hallada en un absceso maxilar)» E. pulmonis (de las cavernas pulmonares), E. uro-genitalis (de la vagina y vías urinarias), y otras tan raras como mal caracterizadas y de acción patogénica dudosa. El segundo género, de los Wahlkampfia, comprende for- mas libres, excepcionalmente parásitas del hombre y de los batracios. Las caracteriza su gran núcleo vesicular, con cromatina periférica. Durante su desarrollo, a veces apare- cen flageladas. El tercer género, o Paramoeba, se distingue por la multi- plicidad de los pseudopodos lobulados, y una granulación espesa pegada al núcleo. La reproducción es esporular, y las esporas son biflageladas. Una especie parásita del hombre ha sido hallada en Fili- pinas en sujetos atacados de diarrea grave. El cuarto género, de los Chlamydrophys, encierra indi- viduos cuyo cuerpo es encapsulado o provisto de manto y con pseudopodos; son múltiples y anastomosados. Una especie, Chl. stercoracea, se encuentra en el intesti- no o en las heces de muchos mamíferos, incluso en el hombre. De los Telesporídeos.-Son ectoporídeos, en su juven- tud amebiformes y nucleados. En este estado se llaman tro- fozottos. Más tarde adquieren cutícula y diferencian el endo- plasma del ectoplasma; éste suele tener fibrillas contrácti- les, denominadas mionemas. En estado de completo des- arrollo se dicen esquizontes, y las porciones en que se di- viden al multiplicarse son los merozoitos. Cuando el medio en que crecen no les es favorable, se convierten en formas de reproducción que se dicen gama- to cito s. Éstos, dividiéndose a su vez, dan gametos, femeninos o masculinos, que son verdaderas formas esporulares: de ahí el nombre de esporogonio con que se denomina tal repro- ducción exógena, que asegura la transición o el paso de TRATADO DE ZOO-FARMACIA 389 un medio a otro para conseguir la supervivencia especifica. De la fusión de dos gametos resulta un ooquiste; su masa divídese en esporoblastos, y cada uno de éstos en dos o más esporozoitos o esporas. Las Gregarineas, palabra que etimológicamente significa «seres agregados» o «en tropa», son parásitos intracelula- res al principio de su existencia; después se vuelven libres. Se multiplican siempre previo enquistamiento. Las halla- mos en los gusanos y artrópodos y en los batracios y rep- tiles. Hay dos formas: unas son homogéneas, sin partes, indi- visas; en otras se distinguen dos porciones: una larga y nu- cleada, que se llama deutomerita, y otra menor, epimerita. Las primeras son gregarineas monocistideas, y las segun- das, di o policistideas. Su reproducción es compleja. Los Coccidios son telesporídeos o esporozoarios de doble ciclo evolutivo, asexual o esquizogónico, y sexual o espo- rogónico, llamados así por su parecido con las semillas. Parasitan las células epiteliales de los órganos animales. La reproducción por división asegura la infección endó- gena, intra-individual; la reproducción esporogónica por medio de las formas quísticas, asegura la propagación ex- tra-corporal, el paso de uno a otro animal, por eso llamada exógena. Los Coccidios se han dividido en Disparados, Tetraspo- rados y Polisporados, según que el ooquiste encierre dos, cuatro o muchas esporas, que a su vez dan uno o más es- porocitos. Entre las especies de interés figuran el Coccidium ovifor- me o cuniculi, muy común en los conejos cautivos, y ex- cepcionalmente en el hombre, que por su localización, ya en el epitelio de los canalículos biliares, ya en las células de las vellosidades intestinales, constituye las coccidiosis hepática o intestinal, imputada esta última a una especie discutida, el C. perforans. Hemogregarincas.-Con las gregarineas parásitas en la sangre se ha constituido este grupo. Esquizontes y gameto- 390 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA citos se ven incluidos en las células hemáticas, rojas o blan- cas. Los merozoitos resultantes de la esquizogonia y los gametos circulares en la sangre periférica (de donde los to- man los insectos, garrapatas o sanguijuelas, en cuyo cuer- po se conjugan) se enquistan y esporulan. Cuando los in- termediarios pican a otro animal o son ingeridos, aquellas formas embrionarias quedan libres y reinician su ciclo en nuevo huésped. En Buenos Aires el profesor Parodi y en Córdoba el pro- fesor Ducceschi han estudiado una hemogregarinea pará- sita de la rana (Leptodactylus occelatus). Neosporídeos.-Ya se han dado sus caracteres generales típicos. Su clasificación más corriente es la siguiente: Myxosporídeos. (Parásitos de los gusanos, ar- trópodos, batracios y peces.) Mici osporídeos. (Parásitos de los artrópodos, batracios, peces y reptiles.) Haplosporideos. (Observados en invertebrados y vertebrados, incluso el hombre.) Sarcosporídeos. (Parásitos de los animales de sangre caliente.) Neosporídeos Los Myxosporídeos se caracterizan particularmente por la estructura de la espora, que nace en el seno mismo de la masa protoplasmática, y tiene una cubierta o concha bival- va, que guarda protoplasma nucleado, y en uno de los po- los, dos cápsulas ovales llenas de un líquido, sumergido en el cual hay un filamento eréctil y hueco. Aquella por- ción de protoplasma es la que, abierta la cápsula, origina los esporozoitos, o formas embrionarias de un nuevo mi- xosporídeo. La enfermedad de los barbos es producida por otro mixosporídeo, el Myxobolus pfeifferi, alojado en la vejiga natatoria de dichos peces. Los Microsporídeos se distinguen por la pequeñez de TRATADO DE ZOO "FARMACIA 391 sus esporas, que reunidas semejan montoncitos de grano finos, de donde procede el nombre de Psorospermios con que también se los conoce La pebrina del gusano de seda es causada por un mi crosporídeo, el Nosoma bombycis, que el profesor Parodi coloca entre los mixosporídeos. Los Haplosporídeos comprenden formas coccidiarias ca- racterizadas por sus esporas uninucleadas y su carencia de cápsulas polares. La división nuclear es múltiple, originan- do una masa granular llamada pansporoblasto. Rota la membrana del quiste así formado, cada nuevo núcleo se vuelve un trofozoito que reinicia el ciclo asexual. A este género pertenecen el Rhinosporidium Seeberi y el R. Kinealyi, hallados en dos casos de pólipos, na- sal y auricular respectivamente. Su descripción debe estu- diarse en los tratados de Parasitología especial (Parodi, Belou). Sarcosporideos.-Constituyen grupo interesante, porque sus especies viven en las fibras musculares y en el tejido conjuntivo de los vertebrados de sangre caliente. Son alargados, grandes, blanquiscos, de protoplasma muy grande, con núcleo y membrana. A veces ésta se des- dobla, y de la hoja interna parten a manera de tabiques que limitan celdas que durante la esporulación se llenan de esporozoitos reniformes o cuerpos falciformes. Cada es- porozoito lleva en un extremo el núcleo, y en el otro un corpúsculo claro, especie de cápsula polar. Rota la mem- brana del sarcosporídeo, los esporozoitos quedan libres en los tejidos, y cuando las carnes de los animales son comi- das por otros animales, pasan a ellos y allí prosperan. Ejemplos: el Sarcocystis tenella, parásito del carnero; el 5. Miescheriana, de los cerdos; el 5. muris, de los ratones y el S. Blanchardi, del buey. De los flagelados o mastigóforos.-Es en la actuali- dad el orden más importante y más nutrido de los Proto- zoarios. A lo dicho en el capítulo respectivo bastarán pocos agregados para satisfacer el propósito de estos apéndices. 392 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Se los ha clasificado atendiendo a su estructura, al nú- mero y disposición de los flagelos y a las particularidades de su reproducción. Penetrar en el dominio de su clasificación es meterse en un dédalo, pues en este punto reinan la mayor confusión y disparidad. Parodi los divide así: Spir. recurrentis. » Duttoni. » Carteri. » Nouyi. » Be/ bera. » Vincenti. » buccalis. Trep. pallidum. » pertenuis. Espiroquetideos y Treponemideos . Proflagelados Mastigóforos o Flagelados. Protomonadineos, Cercomonas ho- minis. Prowazekia asiá- tica. Polimastigineos.. Trichomonas. Lambliados. Tetramitus. Euflagelados.. Tripanosomas. Herpetxomonas. Babesia. Critidias, Leishmanias. Binucleados Fitomonadineos. Dinoflagelados. Cystoflagelados Noctilucas. Leptodiscos. Atendiendo a su ubicación en los huéspedes, pueden di- vidirse en del intestino; v. gr. Trichomonas intestinalis y Lamblia intestinalis. de los órganos ge- nito-urinarios... v. g.: Bada urinarias y Trich. vaginalis. Flagelados.. de la sangre y del líquido céfalo- raquídeo v.g.: Espiroquétidos y Trepo- némidos, Tripanosomas y Leishmanias. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 393 Plasmodideos.-Son estudiados por el Profesor Parodi entre los flagelados binucleados de Hartman; pero todavía la mayoría de los zoólogos los mantienen incluidos entre los Esporozoarios, y en la clase de los Hemosporideos, próxi- mos a los Coccídeos por su modo de reproducción. Conforme a dicha ubicación, serían binucleados encisti- déos (cuyo ooquineto se enquista), sin flagelo, de evolución intraglobular hemática, generadores de un pigmento par- do, la melanina o hemozoína; con segmentación radial- en número variable-de merozoitos, originando cuerpos llamados «en rosa» o «margaritas». La esporogonia se realiza en un huésped hematófago de sangre fría, generalmente un insecto, un díptero hembra, interviniendo los gametos de conjugación, que ya son esfé ricos, ya en forma de creciente o media luna, o con flagelo. El ooquineto o zigota resultante se vuelve ooquiste, y en su interior proliferan los esporozoitos, que luego son trans- portados a otros huéspedes de sangre caliente para reco- menzar el ciclo esquizogónico. El más interesante es el Plasmodium malarigeno. Infusorios.-En la clasificación de los protozoarios, el segundo grupo se constituye con los Heterokariotas (con dos núcleos de distinta funcionalidad), y entre éstos se co- locan los Infusorios o Ciliados y los Tentaculíferos o Aci~ nefarios. Completando datos de biología apuntados en la primera parte de este tratado, poco agregaré, y será relativo a su estructura y clasificación. Los Infusorios presentan el ectoplasma diferenciado en cutícula, a través de la cual se implantan las cilias en la capa subyacente, provista de mionemas (fibras contrácti- les). Las cilias se diferencian generalmente en líneas para- lelas meridionales. En la capa subcuticular pueden distinguirse unos organe- los llamados trichocistos, ovoideos, prolongados en fila- mento acerado que puede proyectarse exteriormente, y que sirve para el ataque o la defensa del protozoario. 394 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA En un polo de su cuerpo el infusorio muestra casi siem- pre una depresión, el peristoma, en cuyo fondo, más o menos profundo, se abre el orificio bucal. En algunos se di- seña claramente una faringe o tubo digestivo rudimenta- rio. El ano puede faltar. Hay esbozo de aparato circulatorio, representado por una vesícula pulsátil y por un poro excretor. El fenómeno de la merotomia ha sido bien probado en los infusorios; sólo los trozos que poseen un fragmento de macronúcleo son capaces de regeneración. Holotricos. (Con pestañas iguales y repartidas igualmente.-Ej.: onalinas y pa- ramecios.) Heterotricos. (Con cilias de diferente tamaño.- Ej'.: Balantidium.) Perltricos. (Con cilias peri-orales.-Ej.: vor- ticelas.) Hipotricos. (Con cilias ventrales únicamente. V. gr.: Stynolychia.) Oligotricos. (Con pocas cilias.) Clasificación de los Ciliados. PROTOZOARIOS PARÁSITOS DEL HOMBRE SARCODARIOS.- Entamoeba cotí, Losch. » histolytica. » tetrágena. » tropicalis. » undulans, Castellani. » phagocitoides. » bucccdis. Amoeba gingivalis. » kartulisi. » pulmonalis. » uro-genitalis. » miara!, Ijima. Clamydrophrys stercorea. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 395 FLAGELADOS. - Protomonadineos: Cercomonas hominis. » parva (Hartman y Chagas). » vaginalis (Castellani). Budo urinarias. Monas lens. Plagiomonas irregularis (Salisbury). » urinaria (Blanchard). Cystomonas urinaria (Blanchard). Monas pyophila, B. Trie homo ñas vaginalis, Donne. » hominis, Davaine. Macrostoma Mesnili. Prowazekia Cruzi (Hartman y Chagas). » Weinbergi. » parva. » asiática. Heteromita zeylanica. Lamblia intestinalis. Binucleados: Trypanosoma gambiensis. » Cruzi (Chagas). Leishmania Donovani (Laveran y Mesnil) Leishmania brasiliensis. Hispoplasma capsulatum. Babesia hominis. Achromaticus hoefei i. Hoemamceba neoformans. Plasmodium vivax (Grassi). » malarios (Laveran). » inmaculatum (Grassi y Fe- lleti). Treponema buccalis, Steinberg. » pallidum, Schaudin. » pertenuis, Castellani. » refringens, Schaudin. Spirochosta Vincenti (Blanchard). » gracilis, Levaditi y Stanesco. » balanitidis. » pyogenus. » e agir ata. » stenogyrata. » pseudopallida. » Schaudinni, Prowazek. » aboriginalis, Cleland. » berbera. » bronquialis. » recaí rentis, Lebert. » Duttoni, Novy y Knapp. 396 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Spirocheta Carteri, Mackie. » Novyi, Schellach. ESPOROZO ARIOS.- Coccidium oviforme o cuniculi. » perforans. Eimeria stiedce. Sarcocystis Lindemanni, Rivolta. Rhinosporidium Seeberi y Kinealyi. INFUSORIOS. -Ciliados: Nyctotherus faba, Schaudin. » africanus, Castellani. » giganteas, Krause. Balantidium coli, Malmsten. » minutum, Schaudin. APÉNDICE A LOS ARÁCNIDOS Acaríñeos.-Son generalmente parásitos externos, de pe- queña talla, con cefalotórax y abdomen. Presentan un rostro formado por las piezas bucales, con- sistentes en mandíbulas o quelíceros y maxilares provistos de palpos laterales. La base del rostro se aloja en un capuchón del cefalotó- rax, llamado camerostoma, cuyo borde superior, prolonga- do en pico, se dice epistoma. Prolongándose entre los maxilares, el labio inferior for- ma una lengua lanceolada. Se reproducen por huevos. Sus larvas son hexápodas. Sufren varias mudas hasta hacerse adultas. Han sido clasificados por Verdum en diez familias. De ellas sólo interesan seis, cuyos caracteres diferenciales se destacan en el cuadro siguiente: De cuerpo alargado. Sin tráqueas; palpos libres; mandí- bulas estiliformes; con 4 pares de patas de 3 artejos; con epínieras. Demodícidos. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 397 Sin tráqueas. Sin ojos; con palpos ad- herentes; inermes; con mandíbulas o pinzas; patas de 5 segmentos Sarcóptidos. Con estigmas en la base de las patas; mandíbulas didácti- les, y palpos libres filiformes De cuerpo corto. Gamasidados. Con estigmas básales; sin epímeras; mandí- bulas con pseudo- pinzas Con tráqueas Ixódidos. Con estigmas anterio- res; palpos antenifor- mes; inermes; mandí- bulas en pinza Bdélidos. A los Demodicidos pertenece la especie Demodex folli- culorum, var. hominis, parásito en las glándulas sebáceas de la cara, en los comedones de las alas de la nariz, de la mejilla y de la frente, y en las glándulas de Meibomio de los párpados. Su dimorfismo sexual es bien marcado. La hembra es mayor que el macho (380 mcr. y 300 mcr., respectivamen- te). Uno y otra tienen el cuerpo dividido en dos porciones: una anterior céfalo-torácica, ancha, con cuatro pares de miembros ventrales, que llevan dos ganchos terminales; otra posterior y anillada, abdomen, en el cual se alojan los órganos sexuales. El tubo digestivo es simple. Carecen de aparato circulatorio. Son ovíparos. Los Sarcóptidos poseen glándulas salivales, cuya secre- ción inoculada bajo la piel de los animales produce las der- matosis llamadas sarnas. La especie Sarcoptes scabiei comprende muchas varie- dades, correspondientes a los diversos mamíferos sobre los cuales pueden vivir parásitos, y que no pueden prosperar cada una más que en su huésped específico, aun cuando 398 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA accidental y transitoriamente pueden pasar de uno a otro. La sarna del gato o la del perro no pueden contagiarse de éste a aquél, y así las demás. El Sarcoptes scabiei es cosmopolita, si bien abunda más en ciertas comarcas; v. gr., Noruega y Gran Bretaña. La variedad 5. hominis tiene los siguientes caracteres: Macho.-Mide 200 a 250 mcr. por 150 a 200 mcr.; es gris- rojizo y tetragonal. Su tercer par de patas termina en se- das largas; las demás, en dos ganchos dobles y una ven- tosa. Su dorso convexo presenta un plastrón quitinoso con dos agujeros incompletos. En la cara inferior, al nivel del último anillo torácico, se ve el aparato genital externo. Hembra.-Es más grande que el macho, globosa y grisá- cea; mide 350 a 450 mcr. por 250 a 300 mcr. Gamasidados.-Esta familia comprende ácaros ya li- bres, ya dermato-parásitos de las aves, accidentalmente pa- rásitos del hombre. Se distinguen de los demás porque su tegumento externo se cuticuniza irregularmente, formando placas ventrales y un escudo o corona dorsal. Las patas son relativamente largas, divididas en seis segmentos. En su desarrollo pasan por dos estados ninfales. Dos especies interesan: l.° El Dermanyssus gallinas, que vive en los gallineros y palomares, atacando de noche a sus víctimas para chuparles la sangre. La hembra mide 6 a 7 décimas de milímetro, es oval-piriforme, grisácea si está vacía, roja si está repleta. Lleva escasas sedas cortas bordeando el abdomen. El macho es más chico. 2.° El D. hirundinis, de mayor tamaño que el preceden- te, ataca de noche a las golondrinas. Cuando atacan al hombre, una y otra especie producen en su piel una dermitis acompañada de prurito o comezón intensa. De los Ixódidos.-Caracterizados por su gran tamaño, TRATADO DE ZOO-FARMACIA 399 por su rostro prolongado en lengua larga, articulada al ex- tremo de los maxilares, y formada por dos ramas lateral- mente dentelladas: es llamado hipostomo. Tienen palpos voluminosos. Viven fijos en la piel de los mamíferos, nutriéndose de su sangre o de sus excreciones cutáneas, y se convierten en te- mibles porta-gérmenes de infecciones trasmisibles y epide- miables. Brumpt los divide en dos subfamilias: Ixodínos y Argasineos.-Los primeros tienen el rostro sa- liente, patas terminadas en ventosas o ambulacros, un es- cudete quitinoso dorsal, y estigmas detrás del cuarto par de patas; los segundos carecen de placa dorsal y de ambu- lacros, tienen rostro infero, y estigmas entre el tercero y cuarto par de patas. Las patas, cortas y rudimentarias, están compuestas de los cincos segmentos comunes a los de su orden (cadera, trocánter, fémur, tibia y tarso); los tarsos de los dos pares anteriores terminan en dos ganchos y una ventosa pedicu- lada; en los dos pares posteriores, una larga seda reempla- za a la ventosa. El dorso, muy convexo, aparece más plegado; disemina- das sobre él formando un óvalo, se ven pequeñas espinas cónicas, y sobre dos lineas laterales simétricas hay espinas mayores. La vulva, circular, se abre inmediatamente por delante del ano, que es dorso-terminal, y da entrada a una vagina que termina en un receptáculo. La hembra fecunda pone huevos a partir de la sexta se- mana, y dura su puesta hasta la décima o duodécima se- mana; luego muere. Los huevos van depositándose en las galerías cutáneas labradas por los parásitos y a medida que profundizan en ellas. De los huevos salen al final de la primera semana lar- vas hexápodas, que vagan cierto tiempo sobre la piel, y lue- go se hunden en ella para sufrir mudas. De los doce a los diez y seis días son ya larvas octópodas o ninfas, provistas de sedas en los dos últimos pares de patas y de doce espinas 400 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA dorsales. A los veintiún días sufren una nueva muda (siem- pre sumergidas entre las costras cutáneas), pasando al ter- cer estado, de hembra púber o de macho. En esta fase de su evolución se copulan. Hacia la sexta semana la hembra es ya grávida u ovígera (cuarto estado), y muestra un ori- ficio especial para la puesta de los huevos, el tocostoma. La fecundidad es extraordinaria: un macho y una hembra pueden dar seis generaciones, que sumarían 1.000.000 de hembras y 500.000 machos. A más de los del caballo, de la cabra, del carnero, del camello, del chancho, del perro y del gato, pueden llegar accidentalmeute al hombre otros sarcoptes: tales son el Ti- roglifo de las harinas, el T. siró, que vive en el queso viejo, en el trigo y en las vainillas, y el T. espermático, ha- llado una vez en la India en el líquido de un quiste in- guinal. Los Ixodineos, llamados también ricinos, comprenden varias especies de garrapatas sud-americanas, y las ticas. Caracteres.-Rostro compuesto de hipostomo, quelíceros y palpos. Con ojos o sin ellos. Con áreas porosas o sin ellas. Tienen escudete dorsal y surco medio ventral, orifi- cio sexual abdómino-anterior y ano posterior, con escudos o placas protectoras. Patas con ambulacros. Las hembras ovígeras deponen en tierra, o entre los pas- tos, las hojas secas y las hierbas, huevos que forman masas aglutinadas por la secreción de las glándulas salivales. Al cabo de dos o más semanas salen de los huevos lar- vas hexápodas ágiles, que oportunamente invaden un nue- vo huésped, sobre el cual se fijan. Las de algunas especies después de hartas se despren- den para volver al suelo; las de otras se mantienen inmó- viles sobre el huésped. En uno y en otro caso se metamor- fosean en ninfas octópodos, y en este grado de desarrollo vuelven a su huésped las que antes le abandonaron. Nutriéndose, crecen y toman forma de adultas, pero ca- reciendo de orificios sexuales: por eso se dicen «neandros» y «neoginas», que más tarde se diferenciarán en machos y TRATADO DE ZOO-FARMACIA 401 hembras, después de una última muda. Los sexos se defi- nen entonces por la presencia de los orificios y otros órga- nos externos típicos. Llegados a madurez sexual, se acoplan hundiendo el ma- cho su rostro en la vulva de la hembra, para ensancharlo y hacer entrar en él un espermatóforo. Las hembras fecunda- das sólo abandonan el huésped para poner sus huevos. Después mueren. De los abundantes géneros y especies que contiene la subfamilia, sólo daremos detalles respecto de dos: el Boo- philus bovis y el Ixodes ricinus. El Boophilus bovis es la «garrapata» que en nuestra República ataca al ganado vacuno, inoculándole la triste- za (enfermedad conocida también con el nombre de babe- siosis, porque el protozoario patógeno se llama babesia), y la fiebre de Texas en la América central y en los Estados Unidos. La variedad argentina, especialmente estudiada por F. Lahille, se denomina Boophilus microplus. En esta especie, el macho neandro mide dos milímetros y medio por uno y medio; la hembra neogina es de igual tamaño. El período de ninfosis dura nueve días, y en tal estado se los distingue por su color blanco lechoso con una man- cha amarilla, que corresponde al escudete. A través del te- gumento translúcido se ven los ciegos intestinales, negros y opacos. El macho adulto mide casi dos milímetros de largo por un milímetro 27 de ancho: es oval-piriforme, estrechado superiormente. Al nivel del segundo par de patas muestra un pequeño ocelo claro. El orificio genital se abre entre las caderas del segundo par de patas. La hembra adulta o teleogina alcanza a 5 milímetros, y cuando es ovígera alcanza a 12 milímetros al iniciar el desove. Su forma es elíptica, con ligera estrangulación media y ondulaciones margino-anteriores. Las tráqueas son visibles en los contornos de los estigmas. 402 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El orificio genital en la hembra ovígera se abre por de- lante del primer par de patas. El aparato ovígeno se compone de dos tubos ováricos prolongados en dos oviductos, cuyo conjunto mide trece y media veces la longitud del cuerpo del animal. Los dos oviductos se reúnen a su término en un tubo corto, que se abre en una bolsa llamada espermoteca, di- vidida en dos compartimentos, uno de los cuales aloja los espermató foros, que con sus elementos espermáticos fe- cundarán los huevos. La especie que estudiamos realiza toda su evolución so- bre el huésped. Ixodes ricinus.-Es la «garrapata del perro», que excep- cionalmente puede vivir sobre otros mamíferos. Toma este calificativo por su parecido en color y forma con la semilla del ricino. Los machos miden dos milímetros y medio de largo por milímetro y medio de ancho. Son ambulantes. Las hembras, amarillas cuando jóvenes, miden cuatro milímetros por tres. Repletas de huevos, pueden alcanzar a 11 por 7 milímetros, y tomar color plomizo. Ponen de 100 a 1.000 huevos en una semana. Las ninfas se desarrollan en tierra, empleando ocho se- manas, poco más o menos, hasta hacerse adultas. La evolución total dura seis meses. Este Ixodes es incul- pado de inocular la Babesia canis, clínicamente caracteri- zada en sus efectos por hematuria e ictericia, y la Babesia bovis. Entre los Ixodineos que transmiten babesiosis hay una especie, el Dermacentor venustas, que es vehículo de una enfermedad temible, «la fiebre purpurada de las Montañas Rocosas», cuya mortalidad puede elevarse al 70 por 100. Sus larvas, nacidas de hembras que hayan estado adheri- das al cuerpo de un enfermo, pueden transmitir por he- rencia la enfermedad, cuyo agente causal es todavía ig- norado. Los Argasideos.-Comprenden los géneros Argas y Or- TRATADO DE ZOO-FARMACIA 403 nithodorus. En los primeros la separación entre la cara ven- tral y la cara dorsal es neta; los bordes del cuerpo, delga- dos, y carecen de ojos. Los segundos a menudo tienen ojos; los bordes del cuerpo son espesos, y la cara ventral presen- ta tres profundos surcos (pre-anal, post-anal y supra-coxal). Entre los Ornithodorus hay una especie, el Ornithodorus moubata o «tica africana*, que inocula al hombre el Spi- rochceta Duttoni, agente causal del tick-fever («fiebre de garrapata») o fiebre recurrente africana, hereditaria. Entre los Argasideos de interés médico y veterinario deben tenerse presentes el Argas pérsicas, común en Africa y en Asia, y el Argas reflexus. El primero tiene costum- bres parecidas a las chinches de las camas. Dícese que sus picaduras no dañan a los indígenas, pero sí a los europeos, en los cuales puede causar graves accidentes. El segundo, llamado también A. marginatus, es al pre- sente la única especie europea del género Argas. Vive sobre todo en los palomares, oculto entre las grietas de los muros. Llegada la noche, ataca a las palomas que duer- men, y especialmente a los pichones. Se han dado algunos casos de parasitismo sobre el hombre. De los trombidideos.-Son ácaros libres en la edad adulta, pero parásitos hematófagos en el estado de larvas, llamadas en nuestro país «bichos colorados», y «rougets» en Francia. Todos tienen el cuerpo blando y velludo; rostro en forma de chupador cónico; patas de cinco a seis artejos, termina- das por uñas ganchudas. Se han dividido en muchas tribus, de las cuales sólo dos interesan: Trombididos y Tetranicidos. La especie tipo del primer grupo es el Trombidium ho- losericeum, abundante en los rastrojos durante el otoño, por lo cual su larva hexápoda se ha denominado Leptus autumnalis. Ataca al hombre y a otros animales, subiendo en aquél por las piernas hasta donde encuentra algún obs- táculo: verbigracia, ligas, cinturón, etc. Su fijación en la piel causa el llamado «eritema otoñal de 404 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Gruby». En las mujeres y en los niños, de piel más delica- da, los efectos son muy notorios, y mayores las molestias. El ácaro adulto mide de tres a cuatro milímetros; es tam- bién rojo, brillante, velludo y de forma trapezoidal. letranicidos.-Comprenden un solo género, Tetranychus, representado por la especie Tetranychus molestissimus, que caracterizó Weyemberg en 1876, y a la cual denominó Holmberg Tetranychus irritans. Es el pequeño ácaro vulgarmente conocido en la Argen- tina, Uruguay y el Brasil con el nombre de «bicho colora- do». Es de advertir, sin embargo, que no hay una sola, sino varias especies de «bichos colorados», como lo tiene de- mostrado Brethes entre nosotros. La especie que describieron aquellos naturalistas parece vivir ordinariamente oculta en el envés de las hojas del «abrojo» (Xanthium macrocarpum) y en algunas «manza- nillas silvestres». Lo que puede darse como bien averiguado es que en es- tado larvario vive parásita de algunos roedores pequeños y de algunas aves, succionando su sangre, y que al estado adulto vive sobre plantas en las cuales deposita los hue- vos, de donde salen las larvas picadoras o punzantes. De los Bdelideos y Eupodideos.-Se caracterizan espe- cialmente por sus palpos cortos, delgados y libres, y por las variadas coloraciones de su tegumento. Su tipo es el Tydeus molestas, ácaro rosado y ciego. El macho, raro, mide 0.2 milímetro de largo. La hembra es mayor; de medio milímetro de larga por 350 micrones cuando está repleta de huevos. Este ácaro fué transportado a Bélgica desde el Perú en un cargamento de guano llevado en 1864. Durante las estaciones cálidas o templadas, es decir, has- ta comenzar el invierno, se le encuentra en los campos so- bre el césped, sobre las hojas en los arbustos, de ios cuales puede llegar hasta el hombre, provocando un eritema ve- siculoso incómodo, que a veces dura cinco o más días. Linguatúlidos.-Son arácnidos vermiformes, anillados. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 405 ápodos en el estado adulto, de respiración cutánea, de des- arrollo indirecto, metamorfósicos y migrantes. El dimorfis- mo sexual es apreciable en los órganos externos relativos. Se reproducen por huevos. Los embriones y larvas que de ellos proceden son acariformes, con patas ambulatorias, gracias a las cuales ha sido posible referir las formas adul- tas a su familia, pues antes se las había tomado por gu- sanos. Las especies mejor estudiadas hoy son dos: Linguatula rhinaria o Pentastomum toenioides y Linguatula constricta. La primera se encuentra al estado adulto en las fosas na- sales de los perros, del zorro, del lobo, y alguna vez se ha visto en el hombre. Al estado larvario es más frecuente en el organismo hu- mano, y ha sido descrita con el nombre de Linguatula serrata. La L. rhinaria adulta es lanceolar, posteriormente adel- gazada, compuesta de 90 anillos. La boca es cuadrangular, y a sus lados muestra dos pares de ganchos curvos, biarti- culados. El macho, blanquisco, mide de dos a tres centímetros de largo por tres milímetros de ancho en la porción anterior, más abultada. La hembra alcanza hasta 10 centímetros; muestra a lo largo de su eje medio longitudinal una línea obscura, que corresponde al útero visto a través del integumento. Los huevos, ovoidales, son eliminados del huésped con el mucus nasal por estornudo, y cayendo sobre las hierbas, pueden con ellas llegar hasta la boca, faringe y estómago del herbívoro. Digerida la cáscara, el embrión libre huye del medio intestinal atravesando las paredes del tubo di- gestivo, y va a fijarse en algún órgano o viscera interna, donde se enquista. Según Leuckart, sufre nueve mudas, y en el término de cinco a seis meses es larva madura, que mide de cinco a seis milímetros. Del huésped en que tal desarrollo alcanza, en el cual no 406 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA puede proseguirlo, y de donde no podrá salir activamente, pasa a un carnicero cuando los órganos y carnes de aquél sirven a la alimentación del segundo. Digerido el quiste, queda libre la larva, que, llevada de su maravilloso instinto, procura alcanzar la faringe y las fosas nasales del huésped definitivo, en el cual se hace adulta. En dicha cavidad se fecundan las hembras y po- nen. Excepcionalmente puede llegar al hígado, a los gan- glios mesentéricos, a los riñones, al bazo, o a los pulmo- nes como parásito «desviado». Se comprenden las molestias y alteraciones materiales y funcionales, que su presencia acarreará a los huéspedes se- gún la ubicación, constituyéndose estados patológicos más. o menos graves. La Linguatula constricta ha sido encontrada en Africa al estado de larva, enquistada en el hígado, pulmones y otros órganos cavitarios, al autopsiar algunos cadáveres, humanos. ENUMERACIÓN DE LOS ARÁCNIDOS PARÁSITOS DEL HOMBRE O CAPACES DE TRANSMITIRLE ENFERMEDADES PARASITARIAS ACARIÑEOS.- Dermanyssus gallinoe. Argas / eflexas. » pérsicas. » Brumpti. Ornithodorus Savignyi, Audouin. » moubata, Murray. » turicata, Dugés. » Megnini, Dugés. » Lahorensis, Neumann. » Pholozani, Laboulbéne y Megnin. » pavimentosas, Neumann. » Farcosus, Neumann. » erráticas, Lucas. » coriáceas, Koch. » Canestrini, Birula. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 407 Alectorobius talaje, Guérin-Méneville. Rhipicephalus sanguíneas, Latreille. Dermacentor reticulatus, Fabricius. Ixodes ricinus, Linneo. Leptus autumnalis, Shaw. » americanas. » irritans. Trombidium tlalsahuate, Lemaire. » akamushi, Brumpt. Tetranychus telarías, Linneo. » molestissimus, Linneo. Tydeus molestas, Monier. Pediculoides ventricosus, Newport. Tyroglyphus farince, De Geer. » siró, Linneo. » longior, Gervais. Glycyphagus domesticas, De Geer. Rhizoglyphus parasíticas, Dalgetty. Histiogaster entomophagus y spennati- cus, Trouessart. Nephrophagus sanguinai ius, Miyake et. Seriba. Sarcoptes scabiei, Linneo. » minor, Furstenberg. Chorioptes bovis. Cytoleichus sarcoptoides, Heguin. Demodex folliculorum, var. honúnis, Simón. LINGUATULIDOS. - Linguatula serrata, Frohlich. » moniliformis, Diesing. Porocephalus armillatus, Wyman. » najce-sputatrix, Leuckart. APÉNDICE A LOS INSECTOS Atendiendo a su ontogénesis, a la estructura y al modo de actuar del aparato bucal, se han clasificado del modo siguiente: Ametábolos Masticadores. Ápteros Arquípteros. Masticadores. Con 4 alas membrano- sas Pseudoneurópteros. Con 4 alas; dos anterio- res élitros Ortópteros Hemimetábolos 2 alas membranosas y 2 hemiélitros Picadores ... Hemipteros. 408 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Masticadores. 4alas membranosas... Neurópteros. 2 élitros superiores y 2 alas membranosas... Coleópteros. Masticadores. y libadores... 4 alas membranosas... Himenópteros. Metábolos. Picadores . Chupadores.. 4 alas escamosas Lepidópteros. 2 alas membranosas y 2 balancines Dípteros. Arquípteros.-Se consideran como las formas primitivas de los hexápodos. El aparato masticador es rudimentario. El tegumento, velludo o escamoso. Sus tipos son la Lepisma saccharina, que habita en los roperos y entre los papeles viejos, de color plateado, forma navicular y muy ágil, y la Podara, parásita de algunos hongos, notable por la presencia de dos largas sedas en el término de su abdomen, con las cuales golpea el suelo para avanzar sobre él. Pseudo-neurópteros.-Son llamados asi por la presencia de muchas nervaduras en sus alas. Comprenden Libélulas y Permites. Las primeras, acuáti- cas durante su desarrollo larvario, careciendo en tanto de alas, son insectívoras. Cuando adultas, su aparato bucal se simplifica. Las segundas, «hormigas blancas», son insectos sociales polimorfos. Se distinguen entre ellos «hembras estériles obreras», «zánganos impotentes», «reyes» o «machos po- tentes» y «reinas fértiles». A diferencia de las reinas abejas, las reinas termites son prisioneras en su amplia celda, de la cual no pueden salir, porque la abertura o portal del gineceo es estrecho en re- lación con el enorme incremento que alcanzan por razón de la gravidez, que las convierte en amplio saco de huevos. Sólo las formas sexuales adultas poseen alas, y las hem- bras fecundadas las pierden. Viven en tierra, formando a veces grandes montículos, en cuyo interior la división y distribución de locales acusa admirable instinto arquitectónico; en túneles subterráneos TRATADO DE ZOO-FARMACIA 409 o en galerías labradas en las maderas secas de las cons- trucciones, constituyendo su presencia un serio peligro para su seguridad. Ortópteros.-A los caracteres fundamentales ya expues- tos en el capítulo respectivo agregaremos los siguientes: Son notablemente «miméticos», lo cual les permite li- brarse de los asaltos de sus naturales enemigos, pues to- man colores y formas de hojas y ramas que enmascaran su tipo. Se dividen en Corredores y Saltones, clasificados así: Corredores. Blátidos, ej.: las cucarachas. Mántidos, ej.: los mamoretas. Acrídidos, ej.: langostas (Schistocerca para- nensis). Locústidos, ej.: langostas verdes (Locusta viridis). Grílidos, ej.: grillos (Gryllus campestris). Saltones Hemipteros.-Sólo creo necesario agregar a lo dicho en el capítulo IV algunas nociones sobre las chinches y los piojos. Las chinches pertenecen a los «Heterópteros», familia de los Acantiados o Cimicideos. La «chinche común», «chinche de las camas», se llama Acanthia lectularia o Cimex lectularius. Es parásito cosmo- polita, nocturno y hematófago. De día vive en las fisuras de los muebles, grietas de los pisos y paredes* en los plie- gues de los colchones, etc. Su cuerpo es aplastado, en con- junto oval, de color pardo oscuro y superficie atercio- pelada. Mide cuatro milímetros y medio de largo por tres milí- metros de ancho. Tiene la cabeza pentagonal, con dos antenas largas y dos ojos negros y salientes. Es característica del género la conformación del protó- rax, lateralmente ensanchado en aletas. Sobre el mesotórax se implantan los hemiélitros rudi- mentarios. 410 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA El abdomen se compone de siete anillos o segmentos. El tarso, de dos artejos, termina en un par de ganchos. Las hembras ponen huevos operculados de un milímetro de diá- metro y de envoltura muy resistente, que asegura por años la vitalidad del embrión. En condiciones normales eclo- sionan a los seis u ocho días de puestos. Las larvas sufren cinco mudas, en las cuales emplean dos meses. Se ha inculpado a las chinches, a más de las molestias ocasionadas por sus picaduras, una acción maléfica de porta-gérmenes. En la transmisión de la tuberculosis, de la viruela, de la fiebre recurrente, y aun del cáncer, se las ha hecho intervenir, sin pruebas experimentales fehacientes. Conorhinus infestans y C. Megistus.-Pertenecen a la familia de los Reducios, y se consideran hoy como agen- tes transmisores de una tripanosomiasis humana, la en- fermedad de Chagas, generada por el Trypanosoma Cruzi. Son vulgarmente conocidas por vinchucas, muy difun- didas por el Norte de la Argentina y en el Brasil. Los insectos del género Conorhinus son alados, de há- bitos nocturnos o crepusculares, y hematófagos; poseen an- tenas muy largas, grandes ojos, y cabeza alargada con un rostro muy desarrollado. Pediculídeos, Piojos o Zooptirios.-Más bien que he- mípteros son verdaderos ápteros, pues por adaptación al parasitismo han perdido las alas. Viven sobre la piel de los mamíferos, chupando su sangre. Sus huevos se llaman liendres, y se adhieren a los pelos. De ellos salen larvas vermiformes. Poseen antenas articuladas y patas con garfios. Se divide la familia en dos géneros: l.° Pthirios, cuyo abdomen se compone de seis seg- mentos y no está separado del tórax. 2.° Pedículos, con cabeza separada del tórax por un cuello, tórax separado del abdomen, y éste compuesto de siete a nueve anillos. Las especies más conocidas son el Phthyrius inguinalis. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 411 también llamado Pediculus pubis, el Pediculus capitis y el P. uestimenti. Cuando obran en gran número, su presencia y acción producen pediculosis caracterizadas por prurito, y dermitis papulosas y vesiculosas. De los Afanipteros.-Colocados por muchos zoólogos entre los Dípteros, constituyen propiamente un orden espe- cial, intermedio entre éstos y los Hemípteros. Son ectoparásitos temporarios o permanentes en los ma- míferos y en las aves. Su cabeza, generalmente grande, redondeada y amplia- mente asentada sobre el tórax, lleva dos ocelos. Las ante- nas pueden faltar, y cuando existen son de tres artejos. El cuerpo es lateralmente comprimido. Los artejos del tórax no se fusionan. Las patas están conformadas para el salto, siendo más largas las últimas. El abdomen consta de nueve segmentos: en el último, y hacia el dorso, se abre el ano, circundado por un anillo quitinoso cubierto de pelos y seda. El aparato bucal se parece más al de los coleópteros que al de los dípteros. Se compone de: l.°, un par de mandíbu- las con bordes cortantes y acerados; 2.°, un estilete rígido intermandibular; 3.°, un par de maxilares libres, foliáceos, con palpos de cuatro segmentos; 4.°, un labio inferior cor- to, con dos palpos labiales que forman vainas. Son ovíparos. La larva salida del huevo es ápoda, vermi- forme, compuesta de 12 anillos velludos; su cabeza, bien distinta y provista de aparato masticador. Pasa por el esta- do de crisálida y de ninfa hexápoda. Se divide en dos familias: Pulícidos y Sarcopsílidos. La primera familia comprende cuatro géneros, de los cua- les interesa el Pulex, que cuenta más de 400 especies, de las cuales siete atacan al hombre. Solamente diremos algo de tres. Antes daremos los siguientes caracteres, en los cuales se funda la agrupación de las especies. Al efecto es tenida en 412 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA cuenta principalmente la presencia o ausencia de escamas o peines, con púas en número variable. Las pulgas no pectinadas comprenden las siguientes es- pecies: P. irritans y P. cheopis, que estudiaremos. Entre las pectinadas pueden citarse la del perro y la del gato (P. serraticeps), con un peine dorsal de 16 púas y un peine facial de ocho púas; la de la rata de las regiones frías y templada (Ceratophillus fasciatus), con un peine dorsal de 18 púas; la pulga del ratón (Ctenopsylla musculi), con un peine dorsal de 22 púas, cuatro púas faciales y ojos ru- dimentarios. Pulex irritans, P. vulgaris o P. hominis.-De cabeza re- donda, con sólo una seda en su borde posterior; sin peine de espinas, que falta también en el tórax. Una sola seda pre-ocular e infera. Cuerpo oval de color marrón. Macho de 2 mm.; la hembra, de 3 a 4 mm. Cuando grávi- da, no acrecienta el volumen de su abdomen. Pone de 10 a 12 huevos blancos y ovoideos (de 0,7 mm. por 0,4 milíme- tros) en sitios oscuros y polvorosos. Entre los seis y doce días siguientes, según la estación, eclosionan los huevos, y salen las larvas, que poseen un par de ojos y un cuerno. Son vermiformes, con 14 anillos. Su aparato bucal está conformado para la masticación. Emplean once dias en hacerse ninfas, y otros once hasta hacerse adultas. Al picar, la pulga inocula su saliva irritante. En Parasitología se le asigna rol de intermediaria en la transmisión de la leishmaniosis infantil y de la peste (al menos, experimentalmente) y en la evolución del Dipylli- dium canis. Pulex cheopis.-Se caracteriza por la disposición en for- ma de V que adoptan las sedas cefálicas, y por una seda pre-ocular. Es de evolución rápida. Vive sobre los topos, ratas y conejos, y transitoriamente puede fijarse sobre el cuerpo humano. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 413 Trasmite la peste de irnos animales a otros. Los bacilos pestosos pueden vivir hasta veinte días en el tubo digestivo de las pulgas (experiencias de Simond, Gauthier, Ribaud y otros). Pulex canis, Pulex felix, Pulex serratíceps, Ctenocepha- lus canis.-Son nombres con que se conoce la pulga común al perro y al gato, cuyo rol como huésped intermediario en el desarrollo del Dipyllidium está probado. También se dice que es habitual trasmisora del kala- azar (experiencia de Basile). Morfológicamente se caracteriza por presentar un peine cefálico y otro torácico, formados de pelos cortos. SarcopsílidGS.-Son afanípteros de vida libre, salvo cuando las hembras se fecundan, pues en tal caso se vuel- ven parásitas. Viven en los países intertropicales. Llámase- las vulgarmente pulgas de las arenas. Son pequeñas, de cabeza angulosa y con palpos labia- les ínferos. Una especie del género Psarcopsylia interesa: el Psarcop- sylla penetrans o Pulex penetrans es la pique de nuestro país, nigua, chiga o bicho de otras Repúblicas sudameri- canas. Es pequeño (un milímetro de largo). Color rojizo, salvo cuando la hembra está grávida, que entonces parece blan- ca y globosa. Aparato bucal punzante y suctor, que se compone de dos maxilares rudimentarios, un par de palpos largos, vellosos y tetra-articulados, un labio inferior terminado por dos pal- pos curvos, dos mandíbulas o quelíceros largos y una epi- faringe acanalada. Tórax muy reducido. Dos grandes escamas dorsales con dos sedas simulan alas atrofiadas. Abdomen grueso. Los siete primeros segmentos son grandes y con estigmas superiores, que faltan en los seg- mentos segundo y tercero de las hembras. Patas largas y velludas, de cinco artejos. Los tarsos ter- minan en dos ganchos agudos. 414 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA La hembra fecundada ataca a los mamíferos para fijarse en su piel. Hundiendo profundamente el rostro, succiona sangre de la red capilar de las papilas dérmicas. Cuando ataca al hombre, fíjase preferentemente en la cara plantar del pie, en el talón, en los bordes de la uña y entre los dedos. Así instalada y bien nutrida la hembra, sus huevos van desarrollándose, y en consecuencia su abdomen, que crece particularmente a expensas de los anillos segundo y terce- ro, se vuelve piriforme. Su presencia irrita la piel, la inflama; la hinchazón en- vuelve al parásito, y el todo forma un botón o tumor del tamaño de una arveja, que acaba por supurar, facilitando la salida o caída de la pulga y de sus huevos. Estos, en número de 100, de forma elipsoidal, quedan li- bres por rotura del abdomen materno, y caen al suelo, don- de poco después eclosionan las larvas, blancas y transpa- rentes, que ocho días más tarde alcanzan su máximo des- arrollo, midiendo 2,66 mm. de largo. Las forman 13 anillos velludos, presentando el último tres apéndices o cerdas. Alimentadas con los restos del cuerpo materno, crecen y se transforman en ninfas o crisálidas. Ocho días después sale del capullo un insecto alado perfecto. Lepidópteros.-A este orden agrégase una nueva espe- cie entre las heteróceras nocturnas: es la Oeceticus platensis (Berg), cuya oruga causa grandes estragos en los árboles, nutriéndose de sus hojas y fabricando sobre sus ramas la crisálida. En esta fase de su evolución es cuando el vulgo la llama «bicho del cesto». Tal construcción la ejecuta la larva en verano, para pasar en ella la ninfosis. De las ninfas proceden las mariposas machos y hembras. Los machos son alados; las hembras, ápteras y casi ápodas. Estas hembras no abandonan sus capullos hasta ser fecun- dadas por los machos, que van de uno a otro capullo, y que durante la noche vuelan en giros caprichosos alrededor de las luces. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 415 Las hembras pueden reproducirse también por parteno- génesis. Durante el invierno los huevos permanecen incubados dentro del capullo; en la primavera inmediata estallan y dejan libres las larvas, que comienzan una nueva obra de destrucción de los brotes y de las hojas. LISTA DE LOS INSECTOS PARÁSITOS DEL HOMBRE O QUE LE TRASMITEN ENFERMEDADES PARASITARIAS HEMIPTEROS.- Pediculus humanas. » vestimenti. Phthyrius inguinalis. Cimex lectularius. » rotundatus. » hirundinis. » Boueti, Brumpt. » pipistrelli, Jenyns. » inodoras, Dugés. Anthocoris Kingi, Brumpt. » congolensis, Brumpt. Reduvius personatus. Conorhinus megistus. AFANIPTEROS.- Pulex irritans. » cheopis. Ctenocephalus canis. » erinaceus. Ceratophyllus avium. Psarcopsylla penetrans. » gallinácea. DIPTEROS. - Pupíparos: Hippobosca equina. Lipoptena cervi. Orniihomya avicularis. Melophagus ovinas. Estridos: Gastrophylus hemorroidalis. » nasalis. 416 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Hypoderma bovis. » diana. » linneata. Dermatobia cyaniventris. Cephalomya ovis. Rhinoestrus nasalis. TABANIDOS: Chryops coecutiens. Tabanas autumnalis. Hematopota pluvialis. » itálica. Lepidoselaga lepidota. Hippocentrum versicolor. Theriopeltes trópicas. Atylotus rusticas. Exatoma bimaculata. Eristalis cu bastorum. MÚSCIDOS: Piophila Casei. Ccdobata cibaria. Teichomyza fusca. Drosophila melanogastei. » funebris. Phora i ufipes. Sarcophaga caí naria. » magnifica. » ruficornis. » latifrons. Sarcophyla meigoni. » latifrons. » ruralis. Palíenla ruclis. Cynomyia mortuorum. Curtoneura stabulans. Musca doméstica. » corvina. » nigra. Coi dilobia antropophaga. Chrysomyia macellaria. » ■ nobilis. » Ccesar. » sericata. Calliphora vomitoria. » erithrocephala. » limensis. Pycnosoma putorium. Fannia canicularis. Anthomya pluvialis. ■» meteórica. TRATADO DE ZOO-FARMACIA 417 Anthomya dejardensii. » scalaris. » manicata. » incisurata. » saltatrix. Stomoxis calcitrans, Hcematobia stimulans. » ferox. Stygeromya sanguina! ia. Bdellolarinx sanguinolentus. Glossina Schillingsi. » palpalis. » fusca. » morsitans. Nematóceros; Anopheles maculipennis. » bifurcatus, L. » Formosoensis. » cohacsus. » Martini, Laveran. » Vincenti, Lav. » farauti, Lav. Myzomyia supeipidas, Grassi. » funesta, Giles. » rossii, Giles. » Listoni. » culicifacies. » turkhudi, Listón. Myzorhincus paludis. » sinensis. » Ziemanni. » Lutzi, Cruz. » maculipalpis, G. Cellia argirotarsis. » albimanis. » pharoensis. » p uncí ata. Stegomya calopus. » gracilis. » perplexa. » scutelaris. Ceratopogon pulicularis. » Dufouri. » sordidelus. Sycorax silícea. Prosulium maculatum. » columbaczense. » cinereum. Eusimulium Neireti. » innernae. 418 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Eusimulium furiosum. Piretophora costalis. » jeyporensis. » ardensis, T. » pitchfordi. » chaudoyei. Myzorhincus paseudopictus. » barbirostris. » Coustani. » fuliginosas. Nyssorhincus Stephensi. » Theobaldi. Culex pipiens. » fatigans. » skuseix, Giles. » gélidas. » sitiens. » albolineatus. Mansonia uniformis. Oecata fureas. Mycteropus irritans. » Bezzii. Flebotomus papatassi. Carupira toi rentium. Eusimulium damnosum. » Buissoni. » ignessens. » liveti. » exiguum. LAS ESPECIES DE MOSQUITOS CAPACES DE INOCULAR EL PLAS- MODIUM DEL PALUDISMO SON LAS SIGUIENTES: Anopheles maculipennis o Anopheles claviger (Europa y Amé- rica). Anopheles bifurcatus (Europa). Anopheles pseudopunctipennis (Panamá). Anopheles tai simaculatus (Panamá). Anopheles Formosoensis (Formosa). Piretophorus superpictus o Anopheles superpictus (Europa, Asia y Africa). Pyretophorus costalis (Africa occidental). Pyretophorus myzomyifacies (Argelia). Anopheles o Myzorhincus pseudopictus (Europa). Myzorhincus sinensis (Asia). Myzorhincus umbrosus (Asia). Myzorhincus barbirostrus (Asia). Myzomyaa funesta (Africa occidental). TRATADO DE ZOO-FARMACIA 419 Myzomyia cristophersi (Asia). Mizomyia listoni (India). Mizomyia turkhudi (India). Myzomyia Lutzii (América del Sur). Myzomyia Arábico (Arabia). Nyssorhinchus annulipes (Oceanía). Nyssorhinchus fuliginosas (Asia). Nyssorhinchus maculipalpis (Africa y Asia). Nyssorhinchus Stephensi (India). Nyssorhinchus Theobaldi (India). Nyssorhinchus Willmori (Asia). Cellia pharoensis (Africa). Cellia albipes (Asia y América). Cellia argyrotarsis (América). Cellia tarsimaculata (Argentina). Cellia albimana (R. Argentina). Anopheles pseudopunctipennis (R. Argentina). Anopheles annulipalpis (R. Argentina). ELENCO DE LARVAS DE BRAQUICEROS QUE EN EL HOMBRE PROVOCAN MYASIS Larvas cutícolas (que causan myasis cutánea): Gastrophylus hemorroidalis, Linneo. » nasalis. Hypoderma bovis (de Geer). » diana (Brauer). » linneata (De Viller). Dermatobia cyaníventris (Macquart). Cordylobia antropophaga (Grunberg). Anthomya pluvialis. Larvas cavícolas (que causan myasis cativarias): Cephalomya ovis. Rhincestrus nasalis. Anthomya pluvialis. Musca doméstica. Calliphora vomitoria. » erythrocephala. Pycnosoma putorium. Chrosomyia Ccesar. » sericata. » macellaria. Sarcophaga carnaria. » magnifica. » ruflcornis. » latifrons. 420 DR. FÉLIX GARZÓN MACEDA Larvas gastiicolas (que ocasionan myasis gastrointestinales): Gastrophylus pecorum. Phora rufipes. Piophila Casei. Teichomyza fusca. Drosophila melanogastei. » funebris. Calobata cibaria Meigen. Fannia canicularis, Meig. Anthomya scalaris. » incisurata. » manicata. » saltatrix. » meteórica. Musca doméstica, L. » corvina. » nigra. Curtoneura stabulans. Pollenia ruáis. Calliphora vomitoria. » erithrocephala. » azm ea. Chrysomyia Ccesar. » regina. Sarcophaga hemorroidalis. » hoematodes. » affinis. Tachina larvarum. Eristalis tenax (Fabre). » arbustorum. » dimidiatus. Elophilus pendulinus. FE DE ERRATAS Pág- Línea DICE X2e1oe tiecir carátula 3 Académico correspondiente extran- Miembro Correspondiente de la Real jero. Academia. 4 39 Asociaciones internacionales. Asociaciones Interanimales 20 19 etero-terápicos heteroterápicos 28 22 Escuela de Balermo Escuela de Salerno 31 14 castereum castoreum 32 2 Geografía Zoo-Geografía 38 29 abceso absceso 39 15-18 Telosporideos Telesporideos 41 37 hamatófago hematófago 45 26 coni númente comunmente 48 32 chaonosoma choanosoma 56 34 blanca-pálido blanco-pálida 56 5 que como 61 2 criculai circular 73 5 aranoidismo araneidismo 81 Figura faz dorsal faz ventral 89 31 se obtenía en se obtenía un 95 35 diapsis diaspis 97 21 coccideo de la chilca cóccido de chilca 105 29 antenas poliformes antenas foliformes 106 5 dos dedos terminales dos sedas terminales 107 11 las recoge y envuelve las recoge, se envuelven 107 18 blanco en exceso que las recubría blanco, que en exceso las recubría 108 1-2 estableciéndose establecíanse 109 16 Loboubene Laboulbene 111 15 Porphirophora polonia Porphirophora Bolónica 118 19 una micros poridea un microsporideo 119 28 Heterómemos Heterómeros 122 14 coselete corselete 126 31 cristales aciurales cristales aciculares 144 28 Chantemese Chantemeuse 145 21 factura fractura 149 19 espliego; la segunda espliego la segunda 152 30 protactil protráctil 154 11 insecto y cuyo insecto, y cuyo 156 2.» Fig. Cinipedo Cinipido 163 16 langas largas patas 163 18 argyrotaris argirotarsis 165 7 Triaoma megistro Triatoma megistus 177 7 tem poráreos temporarios 179 1 anulación annulación 180 11 pseudopodos pseudopodios 181 9 anulación annulación 190 17 el verme. Entonces el verme; entonces 190 21 Moquin Tandon Mauquin Taudon 201 6 Greeway Greenway 201 7 lanchas lauchas 212 25 entusiásticamente entusiastamente 213 5 Avucula Avíenla 213 9 todos as ¡foliados todos sifonados 223 Figura región bronquial región branquial 226 28 Ráyidos Ragidos 226 29 partenaca pastinaca 242 17 echaban echan 242 8 membrana jugular membrana yugular 269 7 ovus ovis 291 9 las bolas las bolsas 314 12 sapodernina sapodermina 319 7 glutinadas gelatinadas 325 23 apo-jugo opo-jugo 327 27 inyectar injertar 331 31 realizan realzan 337 32 isio-terapéuticas fisio-terapéuticas 339 22 zomoterápico zimoterápico 354 25 epifrinina epinefrina 355 17 Zomoterapia Zimoterapia 355 27 cardina camina 356 9 ethiriydados etiroidados 358 20 hiperazouria hiperazoturia 366 36 Tessier Tissier 368 29 positiva positiva: FE DE ERRATAS Página. Línea. Dice. Debe decir. 28 22 Escuela de Salermo de Salerno 31 14 castereum castoreum 38 174 29 / 14 S abceso absceso 39 15,18 Telospo vídeos Telespovídeos 41 37 hamatófago hematófago 45 26 comnúmente comúnmente 56 34 blanca-pálido blanco-pálida 61 2 cricular circular 73 5 Aranoidismo Araneidismo 81 figura faz dorsal faz ventral 89 31 se obtenía en se obtenía un 111 1,5 P. Polonia P. Polonica 118 19 una microsporídea un microsporídeo 144 28 Chantemesse Chantemeusse 149 19 espliego; la seguuda espliego la segunda 152 30 protáctil protráctil 154 11 insecto y cuyo insecto, y cuyo 156 2.a fig. Cínípedo Cinípido 165 7 megistro megisto 179 1 ) 181 9 i anulación annulación 223 figura región bronquial región branquial 226 29 partenaca pastinaca 242 17 echaban echan Página. Línea. Dice. Debe decir. 291 9 Las bolas Las bolsas 314 12 sapodernina sapodermina 318 15 triturada titulada 325 23 (apo = jugo) (opo = jugo) 327 27 inyectar injertar 331 31 realizan realzan 339 22 zomoterápico zimoterápico 351 35 éxito-nutritiva excito-nutritiva 354 24 epifrenina epinefrina 355 17 Zomoterapia Zimoterapia 355 27 cardina camina 356 9 ethirlydados etiroidados 366 36 Tessier Tissier 368 29 positiva positiva: Formas evolutivas de la Aurelia Aurita.-l. Scyphisto- ma (embrión) con brotes.-2. Stróbila.-La misma, des- arrollada,-4. Cuatro segmentos, muy aumentados. (Figu- ra aludida en la pág. 60, línea 20.) INDICE INDICE GENERAL Págs. Prólogo de la primera edición 9 Prólogo de esta edición 13 Acta de la adjudicación de premio a la obra 17 Prefacio, por el Dr. Silvio Parodi 19 ZOO-FARMACIA Preliminares 21 PARTE PRIMERA CAPITULO I Clasificación zoológica adoptada 35 De los Protozoarios.-Importancia del tipo.-«Rizópo- dos», «Esporozoarios», «Flagelados» e «Infusorios» que interesan 37 Importancia médico-higiénica de los Protozoarios 38 CAPITULO II LOS METAZOARIOS FlTO-ZO ARIOS 45 Acelomados 45 De los Espongiarios 46 De los Gnidarios-. características morfo-biológicas y valor médico-farmacéutico de sus usos en el pasado y en el presente.. » 57 426 INDICE Págs. De los Celomados 69 Equinodermos 70 CAPITULO III DE LOS ARTIOZOARIOS Clasificación de los Artiozoarios 73 Artrópodos. Sus caracteres y clasificación 73 Crustáceos' su morfología general y su división 75 Astacus fluviatilis 77 O ñiscas y armadillo 80 Arácnidos 81 Araneidos o arañas 82 De los Galeodos o Solifugos 87 Escorpiónidos .................................... 87 Miriápodos 90 Acáridos 91 CAPITULO IV De los insectos 93 Hemíptei os 94 Cocas sinensis o Ericerus cerifer 96 Tachardia lacea o Cartería lacea 98 Tachardia argentina 102 Coceas Gascaidii 102 Coceas ilicis 103 Coceas cacti 105 Porphirophora Polonia 111 Grana o cochinilla ajgentina 111 Llaveia axinas 112 Gossyparia mannífera 112 Afídidos 113 Aphis sinensis 114 CAPITULO V De los Lepidópteros 117 De los Coleóptei os 119 ÍNDICE 427 Págs. .Larinus nidificans 119 Larinus maculatus 120 Heterómeros vesicantes 121 Cantharis officinalis _ 121 De los Meló es t 128 De los Mylabris 130 De los Epicautas 130 CAPITULO VI De los Himenópteros 135 De los Apidos 138 Apis mellifica 138 Meliponinas y Bómbidos 151 De los Cinípidos o Gallinsectos 152 Cynips tinctorioe 156 Cynips policera 157 Cynips argéntea 157 Rodhites rosee.................................... 158 Cynips Kollari... 159 Cynips hungárica 160 De los Dípteros 161 Apéndice a los insectos 165 CAPITULO VII CAPITULO VIII Nemathelmintos: Ascaris lumbricoides 167 Ascaris lumbricoides 168 Oxiuros: Oxiuris vermicularis 169 Ankylostoma: Ankylostoma duodenale 170 Trichocephalos: Trichocephalus dispar 172 Trichina spiralis 173 Filaridios............................................ CAPITULO IX LOS NEFRIDIADOS Caracteres generales del grupo , , 177 De los Gusanos 178 428 ÍNDICE Págs. Hirudo medicinalis... 182 » officinalis 190 » troctina 190 De los Limnatis 191 De los Nephelis........................ 192 Rincobdélidos 192 De los Quetópodos 194 Lumbricus ten icola 194 Geflreos - 195 CAPITULO X De. los Plathelmintos 197 7 enias.-Botriocéfalos.-Tremátodos 198 CAPITULO XI De los Moluscos 209 Lemellibranquios 212 Gasterópodos 214 Cefalópodos 215 CAPITULO XII LOS CORDADOS Procoi dados y Vertebrados 221 De los Enteropneustes 222 Vertebrados.-Generalidades 222 De los Peces 225 Escorpiones marinos 225 Selacios y Ganoideos 225 Teleosteos 225 El bacalao 229 CAPITULO XIII Anfibios o Batracios 235 Pelobatos o Filobatos 239 De los Reptiles 239 ves. -I mportancia del huevo 243 ÍNDICE 429 Págs. Déla albúmina 245 Pájaros célebres-Salanganas 250 Hirundínidos.-Golon drinas 253 Aláudidos - Alondras 254 CAPITULO XIV LOS MAMÍFEROS Clasificación de los productos extraídos de los mamí- feros 257 Clasificación de los mamíferos 259 Cetáceos 260 Cotodon macrocephalus o cachalote 261 Ambar gris 264 Del Monodon monoceros o narval 266 De los ArtiodáCtilos 267 Suídidos 268 Rumiantes-Mósquidos.-Moschus moschiferus 270 Cérvidos.-Cervus elaphus 275 Cuerno de ciervo 276 Alces palmatus 277 CAPITULO XV Ovidos, Cápridos y Bóvidos 279 Ovis aries 280 De la «lanolina» 280 Capra ilex o «bouquetin de los Alpes» 282 Capra cegrus y bezoares 283 «Bos taurus» y «medula de buey».-Jabón animal 284 Perisodáctilos 285 Hyracianos.-Hyrax capensis 286 Roedores.-Castóridos 288 Castor fiber.-Castoreum 289 CAPITULO XVI Carnívoros 295 Vivérridas 296 Viverra civeta 297 430 ÍNDICE Págs. Productos diversos de varios animales. P. caminos. 301 Gelatinas 305 Keratina 306 De la leche de los mamíferos 307 Leche naturalmente agria 309 Leches patológicas 310 Leches medicamentosas 310 Leches fermentadas artificialmente 310 Lactosa 311 Manteca 312 Caseína 313 Hiel 315 Enzimas 316 Pepsina 317 Pancreatina 318 Kinasas 319 Colesterina 319 PARTE SEGUNDA OPOTERAPIA, SUEROTERAPIA Y VACUNOTERAPIA CAPITULO XVII Medicaciones biológicas y «opoterapia» en general 323 Diferencias entre Organoterapia y Opoterapia según la moderna concepción y extensión de ambos términos... 323 Hormonas 328 Productos opoterápicos: su clasificación 330 Acciones de las substancias opoterápicas 331 Indicaciones y contra-indicaciones 332 CAPITULO XVIII Condiciones que deben reunir los animales que suminis- tran los productos utilizadles 335 Preparación de los animales para la obtención de ciertos productos biológicos 336 Modos de preparar los productos para su expendio; usos y conservación 337 ÍNDICE 431 Págs. Cómo obran los productos opoterápicos 340 Cómo se administran los productos opoterápicos 341 Fracasos y abusos de la Opoterapia , 341 CAPITULO XIX OPOTERAPIA ESPECIAL Opoterapia orquitica.......................... A...... 345 Opoterapia ovárica 347 Opoterapia mamaria 349 Opoterapia placentaria 349 Opotei apia tiroidea y para-tiroidea 350 Opoterapia supi ar renal 353 Opoterapia muscular 355 Opoterapia sanguínea 356 Opoterapia medular hematopoyética 357 Opoterapia pana eática 358 Opoterapia esplénica 359 Opoterapia ósea 359 Opoterapia hepática 360 Opoterapia hipofisiaria 362 Opoterapia nerviosa 363 CAPITULO XX LA SUEROTERAPIA Y DE LA VACUNOTERAPIA Concepto científico de esta rama de la Medicina mo- derna 365 De los sueros terapéuticos 366 De las vacunas 370 Vacunas preparadas por el «Instituto Bacteriológico Na- cional Argentino» 371 Toxinoterapia y Bacterioterapia 373 Sueroterapia especial 374 Suero antidiftérico 374 » antitetánico 375 » antipestoso 376 » anticolérico 376 432 ÍNDICE P¿gs. Suero antitífico y antidisentérico 377 » antimeningocócico 377 » antidisentérico 377 » antiestreptocócico 378 Productos biológicos de los laboratorios argentinos: MENDEZ, ARATA-TEY, ANTIRRÁBICO PROVINCIAL DE CÓR- DOBA Y DEL DR. DESSY 378 Apéndice 384 » a los Protozoarios 384 Protozoarios parásitos del hombre 394 Apéndice a los Arácnidos 396 Arácnidos parásitos del hombre o que pueden trasmitirle enfermedades 406 Apéndice a los Insectos 407 Insectos parásitos del hombre o que pueden trasmitirle enfermedades 415 Mosquitos capaces de inocular el plasmodium del pa- ludismo 418 Larvas de braquiceros que en el hombre provocan myasis 419 Fe de erratas 421 BIBLIOGRAFÍA P. Marfori.- Tratado de Farmacología y Terapéutica. Bar- celona, 1919. J. A. Boeri.- Tratado de Farmacognosia vegetal y animal. Buenos Aires, 1904. Paul Carnot.-Medicamentos animales. Opoterapia. 1914. Medicamenta.-Barcelona, 1921. J. Herail.- Tratado de Materia médica y Farmacografia. Madrid, 1911. F. 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