ESTUDIO SOBRE EL CHICALOTE. TESIS PARA EL EXAMEN PROFESIONAL DE FARMACIA ■ POR \' ALUMNO DE LA ESCUELA,.NACIONAL DE MEDICINA . . . MÉXICO IMPRENTA DE I. ESCALANTE Y C? lijos de San Agustín, num. 1, 1872 ESTUDIO SOBRE EL CHICALOTE. té sis PARA EL EXAMEN PROFESIONAL DE FARMACIA POR rr r* l/iradad J|tríttW2 Jurita, ALUMNO DE LA ESCUELA NACIONAL DE MEDICINA MÉXICO IMPBENTA DE I. ESCALANTE Y Cí Bajos de San Agustín, num. 1. 1872 A LA MEMORIA si sis «unios fabiis Á MIS QUERIDOS HERMANOS. A MIS DISTINGUIDOS MAESTROS Los Sres. §m pEíopoltiii gl0 it Ib ¡E#»#, DON JOSÉ MARÍA VARGAS Y nOlN" ALFONSO HERRERA. Al Sr. Dr. Y á los Sres. Farmacéuticos II. MANUEL P. SIOHGADO Y I). JUAN RAMIREZ. AL SEÑOR DOCTOR DOX RICARDO TERTIZ Testimonio de gratitud. & ntt,s¡ ®omHo'cíimtoí¡ y á ta ¿jUcmvtvmi;. m/ A obligación que tenemos de presentar un trabajo d5o para el examen general, me hizo elegir como J' punto de tésis un estudio sobre el Chicalote, planta en la cual M. Charbonnier asegura haber en- contrado morfina. Este punto que tanto interesa á México, como el deseo que tenia de estudiar algo de mi patria, me determinó á emprender un trabajo su- perior á mis escasos conocimientos y capacidad. Las innumerables dificultades que he encontrado, así como la falta de medios de investigación, me ha- cen presentar un estudio tan imperfecto; pero mi sin- ceridad, al par que la prudencia de las distinguidas personas que forman mi Jurado, disimularán mis de- fectos. ESTUDIO SOBRE EE O II ICALOTE. HICALLOTL Ó ChICIIIOALLOTL DE LOS AZTECAS.— l(!&)Planta de la familia de las Papaveráceas y del gé- ñero Argemone. A Con las diversas especies de esta planta, Tonrnefort formó el género Argemone, comprendidas antiguamente en el género Papaver y que se designaban con el nom- bre de Papaver Spinosum: este género bien caracteriza- do es diferente del género Papaver; porque su cáliz tiene tres sépalos en lugar de dos, su corola de cuatro á seis pétalos en lugar de cuatro, y el ovario tiene de tres á seis estigmas sésiles, distintos, libres y no soldados en disco como en el género Papaver. CARACTERES GENÉRICOS.—Plantas anuales, de tallo erguido, ramoso, cilindrico, lampiño y con agui- jones; hojas alternas, sésiles, amplexicaules, pinatiparti- das, lobadas, dentadas y terminadas en aguijones. 10 Flores terminales y axilares.—Cáliz herbáceo, irregu- lar, trisépalo, cémcavos, con un espolón en la parte su- perior de la cara dorsal; caducos. Corola de cuatro á seis pétalos, nervaciones salientes. Estambres hipogínios del tamaño del ovario, filamentos filiformes; anteras introrsas, oblongas, biloculares, delii- centes longitudinalmente. Ginecea de cuatro á seis carpelos, formando un ovario ovoide, con pelos, que se convierten en aguijones en el fruto; y surcos que marcan las soldaduras de los carpe- los; unilocular; conteniendo muchos óvulos, adheridos á trofospermas parietales. Estigma compuesto, sésil, lobado, con tantos lóbulos cuantos carpelos tiene el ovario; morados arriba, blan- quizcos abajo. El ñuto es una cápsula ovoide, con aguijones nume- rosos, abriéndose por valvas: semillas globulosas, de epis- perma moreno negruzco y rafe muy marcado; eudosper- ma aceitoso, embrión cilindrico. ARGEMONE MEXICANA.—Lineo. Tallo de 0, 75 centímetros á 1 metro de altura, de jugo amarillo, hojas con nervaciones de un blanco cenizo. Flores amarillas. Corola de cuatro á seis pétalos do- ble de los sépalos. Estambres con filamentos amarillos. Ginecea de cuatro á seis carpelos. ARGEMONE GRANDIFLORA.—Lindl. Planta de jugo blanco, mas ramosa que la anterior; hojas ver- des. Flores blancas: corola de seis pétalos orbiculados de 0, 05 centímetros de largo, formando dos verticilos. Estambres de filamentos rojos. Ginecea formada de tres á cuatro carpelos. 11 Algunos autores describen, con el nombre de Argemo- ne Ocroleucra, una variedad de la especie Mexicana, que, según ellos, difiere solamente en el color de los pétalos, que son de un amarillo anaranjado y las hojas manchadas de blanco: no tuve oportunidad de verla; pero las descri- tas arriba son las mas abundantes en México. HISTORIA. Esta planta indígena se dá sin cultivo y en abundan- cia en todo el país; conocida en la América del Sur con el nombre de cardo-santo, con quien tiene alguna seme- janza; se cultiva en Francia: los indígenas la emplean para varias enfermedades: las semillas como purgante á la dosis de odio gramos, las liojas en infusión con leche de mujer, para las inflamaciones de los ojos. Las flores como anodinas, pectorales y somníferas; las hojas machacadas al exterior para calmar los dolores ce- falálgicos. O’Saughnessey la considera como inerte. Dor- veaul dice, que la usan en el Senegal, contra la gonorrea y el jugo empleado en las enfermedades cutáneas. A o se han fijado las propiedades medicinales de esta planta; pero un estudio concienzudo, acompañado de ob- servaciones fisiológicas, le hará mas tarde una medicina de algunas aplicaciones terapéuticas. El anáfisis químico de la planta me ha dado las sus- tancias siguientes: Albúmina, clorofila, alúmina, siliza, cloruros y sulfatos 12 de cal, potasa y sosa, fosfato de fierro, goma-resina, re- sina y una sustancia de aspecto graso. La goma-resina, obtenida por la evaporación del jugo al baño de maría, y precipitada por alcohol concentrado, es soluble en el agua y en el alcohol diluido; el alcohol hirviendo disuelve ima pequeña cantidad; la solución es de uu amarillo moreno, sabor desagradable, dejando una acritud en la garganta; reacción neutra. Los ácidos azótico y sulfúrico la hacen cambiar de color. La potasa da un precipitado soluble en un exceso de reactivo. El amoniaco no la precipita. El ácido oxálico y el oxalato de amoniaco forman un precipitado moreno. El sub-acetato de plomo la precipita en blanco. Se colora en verde, con el sulfato de cobre, y no hay colo- ración con la solución alcohólica de yodo. Agregándole unas gotas de solución de sulfato de co- bre, mas potasa se forma un precipitado azul. La sustancia, de aspecto graso, tiene un olor aromáti- co agradable, de color negro, de consistencia espesa, so- luble en el alcohol, en el éter sulfúrico, sulfuro de carbo- no, esencia de trementina, y aceites grasos: no es sapo- nificable por los álcalis. El ácido azótico disuelve una pequeña cantidad, colo- rándose ligeramente en rojo. La resina es soluble en el alcohol de 85 grados; inso- luble en el éter, conserva un ligero aroma, que lo pierde por una elevación de temperatura; arde con una flama blanca, aumenta de volumen y se carboniza. El procedimiento que M. Charbonnier se trazó para analizar esta planta, en la cual encontró morfina, consis- te en hacer un extracto con la tintura, á la cual le agre- ga ácido tártrico: este extracto, después de redisuelto en alcohol y evaporado, lo trató por agua destilada y satu- rado por bi-carbonato de sosa: puesto en un frasco de tapón esmerilado con éter, después de algún tiempo de contacto lo decantó, y evaporado le dió por resultado, unos cristales que reconoció que no eran de morfina: en- tonces sustituyó por éter acético puro, y repitiendo la misma operación, obtuvo cristales de morfina pura, que reconoció por medio de los reactivos y por su cristali- zación. En este análisis, M. Charbonnier, guiado tal vez por la familia á que pertenece la planta, como por sus ca- ractéres físicos, trató de hallar morfina, que es uno de los alcaloides encontrados en el opio; sin embargo, empleó como vehículo de separación el éter, en el cual es insolu- ble la morfina y le dió cristales en aguja; pero que no eran del alcaloide que buscaba: entonces sustituyó por éter acético y encontró lo que deseaba. Quise cerciorarme, siguiendo su método, para ver los resultados que me daba. Después de dividir las diferentes partes de la planta, se machacan en un mortero, se dejan amacerar por ocho dias. En cuatro veces su peso de alcohol á 85 grados O., agregando 2 gramos de ácido tártrico por litro de alco- hol; al cabo de este tiempo se cuela y el residuo se some- te á la prensa, se filtra el líquido: este licor se pone á destilar en una retorta al baño de maría, hasta reducirlo á dos terceras partes; se va separando una sustancia gra- sa que viene á sobrenadar en el líquido, del cual se se- para por el filtro. Este es sometido de nuevo á la evapo- ración al baño de maría, hasta la consistencia de extrac- to, tratado por alcohol á 90 grados O., filtrado y evaporado de nuevo. El residuo, tratado por una pequeña cantidad 13 14 de agua destilada, se satura por bicarbonato de sosa fi- namente pulverizado, se introduce en un frasco de cuello ancho, con tapón esmerilado, agregándole cuatro ó cin- co veces su volúmen de éter bien rectificado; se deja en contacto durante veinticuatro horas, teniendo cuidado de agitarlo: abandonando el frasco al reposo, se separa el éter enteramente y viene á formar una capa, arriba del líquido acuoso; se decanta en una cápsula y se filtra para separar las impurezas. El licor que se obtiene es poco colorido: hice muchos tratamientos para llegar á separar las materias solubles en el éter: reuniendo estos licores se dejan evaporar es- pontáneamente, y al cabo de algún tiempo se encuentra una materia grasa, sin apariencia de cristalización como asienta M. Charbonnier: siendo esta materia insoluble en el agua, la precipité y después filtré; lo que quedó en el filtro lo disolví en alcohol que dejé evaporar en el baño de maría; no tuve resultados, le agregué unas gotas de ácido nítrico y me dio coloración: sustituí el éter sulfú- rico por el éter acético puro; se mezcló con el líquido acuo- so, y después de veinticuatro horas de contacto lo filtré, y evaporado á una baja temperatura, me dió un residuo semejante al obtenido por el tratamiento por el éter sul- fúrico. Considerando que algún descuido en la manipulación era la causa de la falta de resultado, ratifiqué el trata- miento sin encontrar indicios de cristalización, lo que atribuí á la insolubilidad de la morfina en el éter. Después de varios tratamientos infructuosos, recurrí á la materia resinosa, la que-se había separado por la eva- poración de la tintura, la que traté por ácido azótico y dió una coloración roja. Esta reacción tan característica de la morfina, me hi- 15 zo sospechar su presencia en dicha sustancia, si bien es que pudiese ser una propiedad de la resina: para cercio- rarme la disolví en alcohol y traté por los reactivos re- comendados para señalar la presencia de dicha base; pe- ro lo fuertemente colorido de la sustancia impidió la cla- ridad de las reacciones: para evitar este inconveniente traté á caliente una parte de la resina por ácido sulfúri- co, y la otra por ácido acético; les agregué agua, los fil- tré y me dieron líquidos algo coloridos. Estos licores traté por el ácido iódico, reactivo reco- mendado por M. Serullas para encontrar hasta la xoihro parte de morfina, sin reacción ninguna. Con los otros reactivos también fueron nulas. ACEITE.—El aceite del Chicalote, obtenido por la acción del sulfuro de carbono sobre las semillas, tiene un color amarillo trasparente, líquido á la temperatura or- dinaria, olor nauseabundo, sabor ligeramente áspero y desagradable, se disuelve en cinco veces su volúmen de alcohol rectificado, se oxida al aire resinificándose y se deseca cómo los aceites secantes. El aceite obtenido por expresión por medio del calor, es líquido, de un color amarillo en pequeña cantidad, y moreno visto en masa; olor ninguno, sabor desagrada- ble, un poco áspero y nauseabundo. Agitado con tres gotas de ácido azótico produce una coloración roja. Cuatro gotas de ácido sulfúrico concentrado produce un color moreno amarillento. Dos partes de aceite y una de amoniaco forman un jabón amarillo. Mezclándolo con ácido sulfúrico en exceso, forma por el reposo dos capas, la superior de aceite colorido en mo- 16 reno negruzco, y la inferior roja: neutralizando por el amoniaco desaparece la coloración; hay elevación de tem- peratura, y queda el aceite de color anaranjado. Estos son los imperfectos trabajos que puedo presen- tar ante el ilustre Jurado, no siendo mas extenso por no tener datos fisiológicos para llenar el objeto de mis deseos. :|riraáacl JWk