CWBF Í64S ''Ct: ARMY MEDICAL LIBRARY FOUNDED 1836 WASHINGTON, D.C. *•" ■ :** *e_H xs. ^w^. v_v^r ■£?■■■ '__ íí.,ü_. L Ó EL IjísO ¡ÜLDíC.iNAL PUESTO AL, ALCANCE DEL VV. SEGÚN EL SISTEMA DE VI' :i< XTE i RÍE». ÍTZ: contiene la oVd-nfkac-'^n de la» c'ntoruie"'unes, Jadas L conoce por sus roas coi limes fjíu.oiuaa, ¿ el método curativo _ correr pendiente á cada " i, exiliea.dv s\' por F>\ E^elevit Saézíté Eredia *& 2¡ # ': :.h .-...»£■■ UVADA_.AJ.iR-V 1819. ,_.. e •> - 1"ií<_iv¡->10 '"oí1* '.k,-iC57.. Tipogvafift '- vior^-io s Esta obiita no se poC P rfn:ri]v_ imir sin permiso de su autor Wbf •<- o..:- PROLOGO. —«^ss-C^v*— 0*¿aJ#OTORIO es el entusiasmo que el sistema Hy l'-N j^iropathico ha producido en el Estado de Jalisco, _s l"-ÍI* _>—'------ _" t- /F^¿C-Jaiendo una prueba nada equívoca de este entu- siasmo la proposición que en favor de dicho sistema fué promovida y aprobada por la Ilustre Municipali- dad de Guadalajara, la misma que fué elevada por a- quella Honorable Corporación al Supremo Gobierno del Estado con fecha 16 de Noviembre de 1848 (I). Con el mismo objeto los respetables vecinos de Gua- dalajara en numero de mas de ciento y cincueaata, fir- maron y elevaron al mismo Supremo Gobierno una a- nimada representación con fecha 17 del mismo mes: (2) todo lo cual prueba claramente, no solo su entu- siasmo, sino principalmente los deseos que tiene ese noble vecindario de que á un sistema tan benéfico se le acuerde toda la protección posible para su instala- ción. Prestándome de mi parte á satisfacer tan jus* tos deseos, y estimulado ademas por las repetidas sú- plicas de muchísimos habitantes de este Estado, me he determinado á componer la presente obrita, arre- glándome en lo general del sistema al método de Pri- essnítz. El cuaderno de R. T. Claridge, reimpreso en Guadalajara, no ha sido suficiente á llenar este ob- jeto; pues lo general de la gente no se ha atrevido á regirse por él en las curaciones, sin duda porque la falta de práctica en este procedimiento no les favore- ce para la completa inteligencia de las reglas genera- les contenidas en dicha obra. Este inconveniente es (1) Repúbl. Jalise. t. 3. © n. ° 86. (?) Impreso suelto. 3S59S6 —- - w el que trato de «álvíif f 0 ffhdfrft, efcpftísando menuda y circunstanciadamente todas las aplicaciones que de- .ben hacerse en cada una de las enfermedades, y otro no menos esencial, cual es, la clasificación de las mis- ma?, que se darán á conocer por sus respectivos sín- tomas. Como las ideas pueden expresarse muf bien sin los.adornos de la elegancia literaria, prescindien- do del sumo realce que estos dan á una composición, el lenguaje usado en esta obrita es claro y sencillo, y siendo mi objeto ser entendido del pobre y del igno- rante, nulo seria usar de lenguaje inteligible solo á los sabio?: todo aquello que pueda contribuir á la mejor inteligencia y ventajas del método en sus diversas a- plicacioñes .y como deben hacerse estas para'alivio do la humanidad doliente, es ¡el objeto de mi tarea. Que- daré contento con llenarlo, y mi trabajo quedará so- bradamente compensado con la satisfacción que me cabrá al ver salvarse tantos infelices pacientes en la tersa benefactora tabla de la Hydropathia. tfy^vo^^^^y.^s^**'*^ *»33 >3^^i5^»^5cy> w^>5»*>'»35^y»5 tOTMWtWIW* ■«-9-M- C'est une honte pour les hommes, qu'ils aient tant d« maladies; caries bonnes mceurs produisent la santé....... Les plaisirs pris sans moderation abregent plus les joun des hommes, que les remedes ne peuvent les prolonger.... Les remedes'sont eux-mémes de véritables maux qui u- •ent lanature..... Le grand remede, qui est toujours in- nocent,et toujours d'un asage utile,eeest la sobrieté, c'est la teropérance dans tous les plaisirs, c'est la tranquilité de l'esprit, c'est ¡Texercice dn corps. FENELON. Los hombres deben avergonzarse de padecer tantán en- fermedades; pues la salud es hija de las buenas costum- bres... EÍ uso inmoderado de los placeres abrevia la vi- da del hombre sin que la medicina sea bastante á prolon- garla.... Los remedios son en sí mismos verdaderos ma- les que destruyen la naturaleza.... El gran remedio, siempre inocente, siempre útil, es la sobriedad, la tempe- rancia, la tranquilidad del espíritu y el ejercicio corporal. L Supremo Autor de la naturaleza al formar al hombre, la mas perfecta obra de sus manos, le dotó de cualidades su- periores alas de toda otra criatura terrestre, y le enseñoreó con el dominio sobre todas ellas: los reptiles, los cuadrúpedos y has- ta !as aves del cielo reconocen su soberanía, y si hay algunas que se rebelan contra él, es sin duda para que conozca su de- gradación. En efecto; antes que la culpa lo arrojara del Pa- raíso, ni habia quien se sublevase contra él, ni estaba expuesto á las necesidades que desde aquella fecha aquejan de continuo E -VI.— «o existencia; necesidades que acompañan á todo hombre desda la cuna hasta la tumba, desde el Adán caido hasta el último creado en la mente del Eterno. El hombre no conoce cierta- mente todas sus necesidades; de esto provienen en él mil erro- res: conoce algunas, y estas le hacen ser solícito en algunas co- sas, afanado'y aun atrevido en otras; he aquí el origen de las artes y las ciencias. Cuando el hombre hubo violado el pre- cepto en el Edem,conoció su mortalidad; los dolores que sufriera en su destierro y que fueron los precursores de la muerte, le o- bligaron á buscar algún alivio en sus males; he aquí el origen de la medicina, á quien solo la agricultura pudiera disputarle su antigüedad. Liberal la mano del Todopoderoso con el hombre desterrado, si le grabó con necesidades que le hiciesen recordar su origen y dependencia, le proporcionó sobre la tierra abundantes medios para remediarlas; le dotó de un conocimiento claro para que pu- diese discernir entre lo bueno y lo malo, lo útil y lo dañoso: le dotó asimismo de una poderosa inclinación hacia aquellas cosas que mas le convienen, muchas de las cuales practica sin estudio y sin un determinado objeto,y examinadas estas mismas cosas, vemos que están en armonía con su existencia: así el hombre, al recibir algún golpe, sacude luego el miembro adolorido, sin que en este acto impremeditado se ponga por objeto borrar la undu- lación nerviosa: lo propio sucede en cuanto al uso frecuente que hace del agua: ¿hay cosa mas común que ver á las gentes de to- das clases y edades meterse con ansia en el agua, unos por tem- plar los ardores de la sangre, otros por curarse de diversos ma- les, otros por refrescarse y otros en fin,sin un determinado objeto? ¿no parece que una desconocida fuerza impeliese al hombre á buscaren este balsámico líquido el remedio para cualquiera in- comodidad que altere las leyes de la naturaleza? bien que en es- to no pudiera quedarse atrás el hombre, supuesto que los irracio- nales recibieron del Criador ese maravilloso instinto y por él o- curren á ese mismo líquido donde los vemos recrearse largos ra- tos después de saturada su sed. Estas y otras muchas razones nos inducen & creer que el agua es necesaria para la existencia del hombre, no solo como bebida, sino también como medicina: cuando en el cuerpo humano sobreviene algún trastorno, cuan- —VII.- ¿o por cualquier motivo se interrumpen sus funciones, le prime- ro á que el hombre ocurre es al agua; ya se ve, la naturaleza se inclina á ella; ninguna cosa busca con mas exigencia; la sed que acompaña á esas afecciones parece estar indicándonos el reme- dio; y es bien sabido, dice el sabio Illmo. Feijoo, que solo con favorecer la inclinación natural se sana de muchas enfermeda- des. Gran virtud (no podemos dudarlo) concedió el Soberano Artífice á esa primitiva criatura que presentándosenos en el pri- mer crepúsculo de la creación nos muestra tener no sé qué pre- ferencia á las demás cosas que después se nos dieran para nues- tro uso: todavía no habia firmamento, la tierra aún estaba vacío, y ya las aguas se movían en triunfo, llevando sobre sí el espíritu del Señor. Querer hacer un cumplido elogio y explicar todas las virtudes del agua, seria tomar una tarea demasiado larga y para lo cual eran pocas las páginas de esta obra. En efecto; si tanta dificul- tad cuesta al hombre averiguar las virtudes de un pequeño ente, sujeto á la jurisdicción de su vista y tacto ¿ cuánto mas difícil le será comprender un ente que sobrepasando los polos, oculta sus términos a la humana comprensión? el mas completo elogio pa- rece ser él decir, que desde el mas pequeño insecto hasta el per- fecto racional y desde la última planta vegetal hasta el metal mas precioso, viven por el agua: ¿y qué mucho? el globo mismo que habitamos ¿no se reduciría á menudísimo polvo, si el agua no se insinuara por todas las venas de la tierra, uniendo esas par- tecillas, y apretándola y comprimiéndola con los mares y gran- des rios que son otras tantas fajas que lo ciñen? en esto sin du- da se fundaría Thalés. cuando opinaba que el agua era el único elemento de las cosas: este filósofo pudo sufrir un grande equí- voco en esta opinión; pero esto mismo prueba que él reconoció en este líquido propiedades que, como he dicho, exceden la com- prensión humana. Hombres grandes han hecho escrupulosas ob- servaciones acerca de las propiedades de este líquido: Boer- haave, Gefroy, Pérez, Ortiz, Cernadas, Barea, Vázquez, Rog- nautt y tantos otros, han escrito sublimes discursos acerca de 1 os constitutivos, energía y eficacia de] agua: copiarlos sería lo me- jor^i no excediesen los estrechos límites de esta obrita, á mas de que esto no satisfaría mi objeto; todo e!. mundo está conven- — VIII.- cmIo de que vale mas una observación, un hecho, que todos los discursos y teoriíis, y en nuestro tiempo el agua como medicinal, no nece.ita de milagros ni de grandes discursos académicos pa- ra acreditarse. La historia de la medicina nos presenta el agua como medi- cina muy antigua, y yo la colocaría entre las primeras medicinas que ha usado el hombre. En las obras de ílippocrates (el e- vangelio médico) se recomienda el oso de ella para diveros ma- les, y apenas hay autor en medicina que se haya desviado de su tan célebre maestro: con esto se acredita mucho el agua, aun- que para mi se acredita mas con las asombrosas curaciones que con solo el auxilio de ese líquido hicieron el P. Fr. Bernardo Ca- puchino en Malta y D. Vicente Pérez en Madrid en el segundo tercio del siglo pasado: eso me convence á mi mejor que todos los discursos de Boerhaave y demás citados. „Todos los libros «scritos sobre el arte de pintar, dice un autor, no enseñan tanto como una ojeada en una cabeza de Rafael": así todas las teorías- en elogio del agua como medicinal, no convencerán tanto como una curación verificada con su auxilio: la observación de los he- chos, la constante experiencia,es lo que mejor convencev lo que mas enseña. Si buscamos, hecho» á favor dcí agua medicinal, fuera de ios que se nos refieren auténticos del siglo pasado, se nos presentan á millares en estos últimos años. El genio de Silesia, el célebre Pnessnitz, el que ha metodizado y extendido el hasta ahora li- mitado sistema de la Hydrotlierapía nos da abundante cosecha ^e hechos, en mas grande número que cuantos pueden referirse de LeRoy, Mesmer, Raspail y demás aspirantes al dominio de la medicina. Las obras de Gertel,Brand* Krocber, Kartz, Doe- ring, Harnish, Kurtz, Rupprísht y tantas otras que se han escrito en elogio de este hombre singular, y en que se refieren mas de siete mil curaciones hechas por él con solo el auxilio del agua fria, son una prueba nada equívoca de mi aserto. Nada importa que en Guadalajara se haya extraviado una pluma exttangera apellidando á nuestro héroe con los apodos de aldeano, rancht- ro, etc., ridiculizando al mismo tiempo á los propagadores de su método (único objeto que parece se ba propuesto en su desacre- ditado prólogo de Hjdrothcrapia). Guadalr.jara conoce bien á su. autor: la gente sensata no se ha dejado alucinar con su poco delicado y bastante satírico lenguaje, y comparando al autor con su producción, le han ajustado la sentencia de un poeta: Con- venint rebus nomina sepas suis „Haced que se trueque si lo podéis, la naturaleza" [l] de las cosas. Otra ingeniosa pluma se ha deslizado muy graciosamente por las columnas del Jalisciense , ('2) instruyéndonos en.la his- toria del agua y á fin de inspirarnos temor hacia el uso medi- cal de este líquido, nos pinta con muy vivos colores una horro- rosa catástrofe , presentándonosla en estos patéticos términps; "Grandioso espectáculo, ¡imponente y terrible!" el diluvio uni- versal, justo castigo aplicado por la airada mano de Dios á la universal corrupción: tal es el grande ejemplo que nos presenta, y á fin de que pareciese bien colocado en un lugar á donde a viva fuerza lo trajo, después de otras cosas añade: "si hubiese,sí- do posible la resurrección de estos desgraciados.... produjérales.... una muy intensa horripilación la sola .vista del instrumento de su castigo." Esto es muy cierto, y los tales resucitados no val- drían un comino para náuticos: ello nada tiene que ver con nuestro asunto; el diluvio, si algo tuvo de medicinal, fué cierta- mente una medicina moral muy eficaz para nosotros: pero á- e- sa graciosa invectiva bien puede dársele esta contestación. .Si fuese posible la resurrección de tantos millares muertos por la impericia ó mal acierto de los médicos, y mas por el daño que les hicieran las drogas, ¿volverían estos desgraciados á sujetar- se jamas al dictamen de la facultad, por quien abógais.? ¿no.se horripilarían con sola la vista de las drogas que los condujeran á tan infausto término? pero volvamos á nuestro asunto. Una serie de innumerables curaciones practicadas por Priess- nitz con solo el auxilio del agua, como queda dicho, bajo eí método que se establece en esta obra, curaciones de enferme- dades no solo sencillas y recientes, sino también complicadas, crónicas é incurables en concepto délos médicos, no nos dejan la menor duda acerca de la eficacia del agua medicinal: Ja:!ó- (I) Indelicato. Prolog, de Hydrotherapia, pág. 18. (2) Tom. 3. ° n. ° 38. . —X.— gica de los hechos es tan persuasiva y elocuente, que contra e- 11a se estrellan las mis bellas teorías: esto sin embargo, no es abogar por el empirismo (y no obstante, mejor fiaria yo mi sa- lud á un buen empírico que á un solo insigne teórico): sé muy bien que la observación de los hechos es una función en que intervienen las reglas del arte: los hechos observados por per- sonas que tuvieron principios é instrucción teórica en la cien- cia á que pertenece la observación, sacan doble ventaja de ella, y el mismo hecho observado les sirve de término de compara- ción, enseñándoles con claridad y distinción las reglas que a- prendieran: pero también la observación _exige la buena fe, y el observador debe estar depuesto á abrazar la verdad donde quiera que la encuentre, esté en consonancia ó en oposición con sus teorías. Mejor, mucho mejor fuera que la facultad mé- dica abrazase la nueva Hydropathia: las instrucciones que ha- ya recibido un médico acerca de las virtudes y constitutivos del agua, su mecánico modo de obrar y su eficacia en los sóli- dos y los líquidos, le harían conocer por los hechos lo ventajo- so del sistema; este pudiera extenderse mas, y el pueblo repor- taría muchas mas ventajas. ¿Y podremos esperar que esto suceda? en ninguna manera: lejos de haber sido bien recibida la Ilydropathia por la facul- tad, se le ha declarado una cruda guerra, y si bien no la han impugnado de frente, pues la han reconocido invulnerable, han ocurrido al miserable modo de hacerle ataques sordos y por medios impropios. Notoria fué la guerra que en el Austria de- claró la facultad al sistema de Priessnitz; pero el gobierno Aus- tríaco, zeloso cual el mejor, por él bien de su pais, bien in- formado de los felices sucesos dados por este inocente siste- ma, facultó al célebre Silesiano para que siguiera curando con su nuevo método, y en seguida protegió la instalación de mu- chos establecimientos Hydropathicos, que se encuentran por di- versos ángulos'del imperio (ejemplo que se ha seguido en va- rías naciones europeas). Sabemos también, de que medios se ha valido la facultad para ahogar al método Hydropathico en su nacimiento en el Estado de Jalisco. Cuando el Doctor No- gueras se retiraba de Guadalajara, dejando establecidos allí los cimientos de la Hydropathia, una diatriba insípida inserta en el —XI.— Jalisciense (1), fué todo el cañonazo que dispararon para der- rumbarla: y cuando, después de haberla yo propagado por dos ó trss meses, vieron la adhesión del pueblo todo al nuevo mé- todo, conocieron que aquel novelesco sistema de quien se rie- ran en su nacimiento, en poco tiempo se hizo gigante, temie- ron sus fuerzas y viendo que no podían lidiar de frente con tan descomunal enemigo, apelaron á ataques sordos y minados : se reunieron varias juntas, solicitaron repetidas veces del Supre- mo Gobierno se me prohibiese curar y propagar el método: mas el gobierno jalisciense , meditado y juicioso en sus delibe- raciones, bien informado tle los hechos, y otrosí de las verdade- ras miras de los quejicosos, no dio oído ásus pretensiones: y en- tonces ¿qué sucedió? ard:ó Troya:::::: después de esto se hicie- ron nuevos reclamos , nuevas súplicas al gobierno para que a- cordase su protección á una ciencia que ya exhalaba su último suspiro (2). Mucha debilidad debe conocer esta ciencia en sí misma, cuando para sostenerse bu-ca tales apoyos: pero no son esos los medios de que debiera echar mano para sostener el Ce- tro que teme se lo arrebaten: acredítese la facultad^ inspire con- fianza á la humanidad doliente, no con términos ininteligibles, no con discursos huecos, no con imponente gravedad; descór- rase el misterioso velo, preséntenos hechos y hechos constan- tes repetidos, y entonces y solo entonces podrá contar con los sufragios y la confianza del público, pues este es positivista^ principalmente en materia de medicina. No debemos extrañar la conducta que nuestros facultativos han observado, respecto a la Hydropathia: siempre han sido así; empeñados en seguir aquella máxima jurare in verba majistri, reprobada por la sana lógica, han mantenido, mantienen y (lo digo sin sar prof.-M) mantendrán una ciega fi á las doctrinas de sus maestros y á los sistemas y fórmulas establecidos : por eso en todos tiempos la facultad ha hecho grande oposición á los nuevos descubrimientos, y que ciertamente de estos no somos deudores á los médicas, sino á la casualidad, la necesidad, ó el talento de particulares. ¿Qué podemos, pues, esperar de una [I] Tom. 3.° n,o 5. (2) Documento á que se refiere el Dr. Indelicato en un impre- so sxielto. —XII.— ciencia que se ha asignado ciertos límites que nadie osa tras- pasar? ¿qué podremos esperar deesa ciencia que nada avanza, y que á manera de una Orden mendicante hace como profesión de observar las reglas que le prefijaran sus primeros fundado- res? ¿qué esperaremos de esa ciencia que desecha cualquiera verdad que le presente la naturaleza, si halla ó so imagina ha- llar de dictamen contrario á su Oráculo Hippocrates? pues ni mas ni menos, así sucede: ¡como si Hippocrates no hubiese es- tado sujeto á error! ¡cómo si sus aforismos, principalmente prog- nósticos, no estuviesen en gran parte plenamente desmentidos por una constante experiencia! Todo esto nada vale: cuat.do el genio de Coo habla, todo médico se prosterna é hinca su ro- dilla; lo que Hippocrates dice, eso se hace, y nada importa que el medicamento que él asigna, bueno par1} su país, sea un acli- vo veneno en aquel tn que se propina. Si se quisiese una prue- ba de lo dicho respecto á la ciega fe en sus autores favoritos, concúrrase a una junta de médicos. Escrupulosamente inda- gan del médico asistente, del enfermo y personas que le acom- pañan, el principio del mal, su causa y sus progresos, los sínto- mas que han acompañado y demás circunstancias que contri- buyan á cerciorarse bien de la calidad del mal, y después de u- na conferencia en que unos disputan acaloradamente á favor de nl^un sistema de que son acérrimos sectarios,otros se adhieren á la opinión de alguno de ellos contraría á la suya, por deferen- cia, ó por no disgustarse, como dicen; y al fin de todo, de uná- nime dictamen , pronuncian la irrevocable sentencia , fundada en la opinión de R. Q. y S, autores de gran nota , y quedan muy satisfechos con declarar dogmáticamente que, „Ia tal en- fermedad es incurable."—Señores: "(dice uno muy afligido, inte- resado en la: vida del enfermo, y que se ha hallado presente en la conferencia) esos autores pueden equivocarse: hágase un es- fuerzo, estudíese profundamente la materia, y por último, éche- se mano de tal ó cual remedio, pues el mismo Hippocrates dice: Extremis morbis extrema exquisite remedia óptima sunt.—En nin-una manera , contestan los facultativos; esos remedios no son admitidos en la práctica de la facultad ; y en cuanto á la o- pinion de sus favoritos autores que afirman ser incurable aquel mal, diepn con Fr. Gerundio:,,—¡Boberíal —XIII— Cuando Calderón lo dijo, bien sabido lo tendría.'" Hombros sabio?: estudiad esta ciencia; solo vosotros no per- vertidos con falsas teorías é miras interesadas, ni dominados por autoridades poco respetables ; 'solo vosotros , descorriendo el misterioso velo con que se encubre la medicina , podréis ser sus jueces imparciales é inflexibles, y el mundo os agradecerá tan importante servicio: solo vosotros, repito, podréis dar tan agigantado paso; pues lo general de las gentes, ignorando hasta el idioma en que nos habla esta facultad, no puede hacer mas que temerla como la teme. Y á la verdad; ¿por qué esta cien- cia habla un i liorna desconocido por aquellos á cuyo bien as- pira? ¿por qué se nos oculta bajo un velo misterioso con másca- ra de gravedad? ¿teme acaso un claro examen , cual pueden sufrirlo sin acobardarse las demás ciencias que nos hablan en nuestro idioma? ¡Oh misterio de la medicina! Solo á vosotros que habéis estado de hinojos ante las cátedras de Galeno y Boer- haave,es dado conocer el misterio de la medicina y la farma- cia, cocteris autem ín parabolis, ut videntes non videant, el au- dientes non intAUganl (1): así los hombres entienden vuestro idioma como si oyeran rnblar arábigo, como del mismo modo ven la infusión de un conjunto de drogas en un botellón, sin sa- ber qué virtudes contienen, ni qué efecto les producirán: no hay mis que cerrar los ojos, taparse las narices y echar el con- tenido del botellón al elaboratorio químico: (tal es el estómago del hombre enfermo en graciosa expresión de un ingenioso au- tor de medicina): de aquí emana esa desconfianza que inspira la facultad, y de aquí emanan también mil equívocos; pues aun- que esas cifras y caracteres que acompañan al extraño semi idio- ma sean inteligibles para el boticario á quien se recomienda y fia la receta, muchas veces no lo son para el dependiente que despacha en el mostrador, y sea por su impericia, su poco cui- dado etc. los remedios se truecan, ó la confoccion no sale exac- ta, y entonces, ¿qué sucede? el público sabe muy bien cuantos malos resultados ha producido esto. Pero no es esto solo lo que debe llamar nuestra atención, sino también esa diversifica* [1] Lúe. 8. 10. -XIV.— cien, esa mescolanza de medicamentos de diversas propiedudo:*, esos menjurges sin n.nna'O que de ellos se hacen, y cuyos efec- tos no pudiera adivinar el que reuniese los mejores conocimien- tos en la química y botánica: de aquí resulta su nulidad; ¡y en esto cabalmente 'parece que hacen consistir toda la ciencia de la medicin:;:! la variedad de medicamentos no le hacen mucho honor á la facultad, si hemos de dar algún mérito al sabio Bacón, que dice: ,.ancd'camenlorum varíelas ignorantir, fillia a¡t: yo ¡espeto mucho este pensamiento de un hombre tan ver- sad j en la hist >;ia dj las ciencias como el Barón de Vcrula- mio. ¡Quj bueno fuera que m.o de los romos de educación en la juventud, fuese el estudio de la medicina! no se vería entonces el lv>mbre en el caso de err-er la virtud medicinal de una planta sin mas testimonio ni hechos, ni mas razón que la palabra dé un hombre, quizá ignorante: sorprendente es lo que pasa á este respecto en Sud-América. Los indios Atacamos salen de su desierto con una talega llena de diversas raices, piedras mine- rales, y qué sé yo cuantas clases de trozos de diferentes arbus- tos: con su mochda farmacéutica á la espalda recorren la hermo- sa Rf pública Chilena, cuyos I.abitantes con pian á buen preció los productos del gran desierto, crudos solo en la palabra del hombre dcecenocid >, en quien acaso suponen una ciencia infu- m, en virtud de la cual les dice, que aquella raiz ó arbusto que vende, es buen remedio para tal ó cual enfermedad que padece el comprador: igual cosa sucede en Bolibia, algunas provincias Peruanas y Argentinas recorridas por les indígenas llamados Ca- h:rrU;ils á la desdi.hada especie humana: la raza testacea paga, también su tributo ; y no es extraño, su- puesto que también lo pagan las telas de araña y el hollín de las chimeneas: se han agotado la? virtudes de los mariscos próxi- mos á nuestras playa?: la gran barriga de h ba l¿na ha propor- cionado copiosa cantidad de unto para los ungüentos: ¿esta- sa- turada ya la medicina? no por cierto: penosos vjagcs se han hecho por inteligentes facultativos, á la India, al Aftica y á los Andes de la América, de donde so hau explotado ingentes cau- dales de riquezas medicinales: ¿está ya perfeccionada la medi- cina? muy lejos de eso: siempre el mismo vacú.: ¿hasta cuando, pues, estará esta ciencia sin llegar á su perfección y apogeo? las generaciones pasan, el mundo parece aproximarse á su fin. y aún nos dicen que la medicina está en la cuna: alguna nulidad hay en ella. Adorable Providencia: tú condenaste al hrmbre desterrado á, Comer el pan con el sudor de su rostro; pero por todas parteq le presentaste fértiles campos,queconsusabundantescosechas re- mediasen sus necesidades, poblándolos de árboles cuyos sazona- dos frutos le sirviesen para templar los ardores del estío. ¿Y podremos creer que haya sido meros liberal en cuanto á la ase- cucion de su salud? Tendrá el hombre enfermo necesidad de desentrañar la tierra ó ir á matar al gran monstruo en el mar, viajar á países distantes, y estar estudiando la mitad de su vida para poder hallar remedio ásus males? no, el hombre no tieneque andar luengas tierras en busca de su salud: osa misma Augusta —XVI.— Trovidencia', tan liberal en concederle alimente*, no lo fué me- nos en proveerle de medicina; una medicina sin la cual no pue- de vivirj y que la encuentra por todas partes del globo en que habita; una medicina análoga á su naturaleza, y que reúne en sí todas las virtudes foñadas en mucha parte de las cosas arriba referidas; el agua, esa criatura misteriosa, tan necesaria al hom- bre en salud como en enfermeda;': el cuerpo en sana salud no necesita de mas egentes que el agua para hacer las secreciones y excreciones: sin mas agente que el agua se verifica en el cuer- po la segregación de lo útil é inútil, expeliendo esto y repartien- do aquello por todos los vasos: esta maravillosa distribución se realiza diariamente, sin auxilio de purgantes, ni rebulsivcs farma- céuticos, ni mas fluidos ni líquidos que el agua, esta misma agua, pues , aplicada con mas energía cuando hay una causa mas po- derosa, ó cuando algún obstáculo ha impedido el curso de las le- yes de la naturaleza, produce los mismos efectos , y hace las mismas segregaciones: continupda, limpia y purifica todo el sis- tema, sin estrépito y sin destrucción: no hay que temerla: es la amiga del hombre y de todo ser viviente. "Los peces del mar y las aves del cielo, los brutos y los insectos, los mármoles y las piedras preciosas, toda la naturaleza debe al agua su existen- cia. Los árboles crecen á una magnitud considerable, sumer- gidas sus raices en el agua y sin contacto alguno con la tierra; los bulbos de las plantas suspendidos en vasos de agua pura, bro- tan hojas y desenrrollan el tulipán y otras flores herniosísimas; las sales se componen principalmente de agua, á la cual se resuel- ven por la acción dei calor. Todas las sustancias que conoce- mos deben su testura y firmeza á las partículas de agua que se mezclan con sus tierras, y privados los cuerpos de este fluido su- tilísimo se vuelven un montón de polvo y ceniza, un residuo ín- difinido, un capP mortuum. ¡Qué admirable es la naturaleza de esta sustancia primordial del mundo! sin calor, sin olor y sin gusto, y no obstante, es el agente mas penetrante de toda la na- turaleza" (l) El agua es la compañera inseparable del hombre; de donde olla no habita, este huye, corre presuroso hasta encontrarla, y ]l] Instructor. a su lado ¿onstréye solazoso _u morada: difícilmente habrá quien pueda comprender las virtudes todas de este elemento vivificador, esta maravillosa criatura, y si no fuese por la cons- tante experiencia y hechos repetidos, se tendrían por fabulosos los elogios que se han prodigado á esto elemento y en él á su Criador. "El agua, dice J. Gros, al principio aparecería corno insig- "nificante y de poca importancia; pero esta sustancia se hace ''mas importante y excita nuestra admiración y sorpresa, cnari- "do examinamos el asunto con mas atención, cuando considera- "mos sus operaciones, sus efectos, la grande influencia que ejer- ce sobre todas las otras sustanciasen la nutuialeza, y la parte "importante que el Todopoderoso le asignó en la creación." Oigamos al mismo Autor como se expresa en el examen dé los tres reinos de la naturaleza. "_3n el reino mineral, el agua "ejerce una parte importante. Es el mayor disolvente conoci- do. Penetra y descompone mas ó menos todos los cuerpos "minerales. Da existencia á sus fluidos, y contribuye á su for- "macion y crecimiento." "En el reino vegetal, humedeciendo la tierra, la pone apta "para la vejetacion, desarrolla las semillas y las raices de las "plantas, á las cuales provee de nutrición. El calórico de la atierra y aire dilata el agua y la transforma en la atmósfera en "vapores, de donde cae en rocíos, en neblinas ó en lluvia ferti- lizante, refrescando las ojas y los troncos, y haciendo que las "plantas crezcan y fructifiquen." "En el reino animal, su influencia es igualmente poderosa. "Entra esencialmente en la composición de la sangre y de los "humores, y obra con igual poder en la formación, en la nutri- "cion y en el desarrollo del cuerpo animal. La propiedad mas "importante del agua, es su fluidez; esto le hace esencialmente "útil. Cuando se aplica al cuerpo humano, penetra en sus pó- "ros é intestinos, y mezclándoze con la sangre, disminuye la con- sistencia de esta última, y por consiguiente contribuye á una "fácil y regular circulación. A este respecto el agua tiene un "poder atenuante y ratificante que evita el engrosamiento y -XVIII.— "conglutinación de los humores, y sutiliza, disaelve, y saca del "cuerpo todas las materias no sanas, mucilajinosas ó salinas." En otra parte dice el mismo autor. "Toda clase do Gota, "podagra, chiragra, gonagra, sciatica, y particularmente cuan- "do la materia gotosa se ha establecido en ciertas partes y arti- culaciones, y ha producido anchilosis y contracciones, y aún la ''catarata, se curan en la Hydropathia con el mas brillante éxi- *to. Ningún otro tratamiento cura tan segura y perfectamente "todas las enfermedades abdominales, loa desórdenes de los ór- ganos digestivos, las enfermedades gástricas, como la disentc- "ria, el Cólera, las fiebres íleemáticas, nerviosas é intermitentes. "Es igualmente excelente para almorranas, hipocondría é his- térico: este tratamiento es útil asimismo en toda clase de abee- "sos ó úlceras, sean sifilíticas ó gonorriacas, y para caries." Ya que he extractado estos apuntes del Dr. citado, citará también algunos otros, todos del presente siglo, Doctores y auto- res en medicina, cuyo testimonio no debe parecer sospechoso á nuestros antagonistas; y adviertan de paso, que estos respeta- bles médicos del viejo mundo usan sin el menor escrúpulo la palabra Hydropathia que tanto ha lastimado el fino tímpano de algunos que en todo quieren notar defectos, menos en su opi- nión errada Oigamos el injenuo lenguage del Dr. Bigel de Strasburgo, miembro de la Legión de Honor y de varias sociedades médicas de Europa. Dice así. "Debo decir que soy módico, y que el "amor propio debe sufrir, de recibir lecciones de un labrador." "Yo podía, acudiendo á investigaciones de los siglos pasados, "salvar el honor de la Ciencia, y hacer ver que la Hydropathia "no es nueva en la medicina. Si; no hay ninguna Era en la "ciencia médica que no haya visto honrrada ó la Hydropathia "que no haya oido ensalzir el agua fría como un medio dicté- "tico de curar enfermedades. Pero al darle un origen Docto- ral, ¿cómo he de justificar el olvido en que la ha dejado caer "la medicina? no buscaré los motivos, porque temo de hallarlos "poco honrosos. Me contentaré con decir, que su muy gran- de sencillez fué, y es todabia su única falta. En efecto, ¿có- "mo descender de las alturas á que se ha elevado la ciencia p&. -XIX.— ura ahogar tantos y tan bellos conocimientos en la sustancia "con que el Autor de la naturaleza ha cubierto la mitad del "globo? preciso es cerrar el inmenso arsenal de medicamentos "sacados de los tres reinos de la naturaleza, y traídos de las "cuatro partes del mundo, y repudiar el fruto de tantas vigilias, "la herencia de tantos siglos, esos materiales con que la medici- na ha construido su edificio y decorado el templo de Escula- "pio, para someter toda la humanidad doliente al imperio de un "solo remedio, y condenarla bajo la pena de enfermedad, á no "beber mas que agua. El sacrificio es grande, convengo en "ello. Se requiere grande amor á la verdad, y un sacrificio li- "mitado 6. la felicidad de la humanidad. Por eso la Hydropa- "thia debe estar sujeta á violentas contradicciones. Ha desper- nado contra sí las pasiones ma3 violentas, la ambición de la "gloria y la fortuna. Los sabios temen ser despojados de su "ciencia; el práctico de su clientela; el Farmacéutico tiembla "por su Establecimiento y sus drogas; y sin embargo Priessnitz "respeta todas estas propiedades. Las lecciones de Hippócra- "tes, y los Comentarios de Galeno, le son indiferentes: protesta "contra los injeniosos Sistemas que se disputan el derecho do "vida ó de muerte sobre el genero humano;......no ha levan- "tado ninguna ara contra las aras en que la humanidad es sa- crificada diariamente.".... "Muchos se han quejado de que este medio curativo es po-? "co proporcionado á las fuerzas de los enfermos. Debo reco- "nocer que el procedimiento de la Hydropathia no es agrada- "ble, y que tiene sus dificultades. El templo de Momo no es- "tá construido junto al de Esculapio. ¿Pero qué le importa á "aquel, á quien el dolor ha puesto inútil para toda especie do "goces? para aquel á quien sus yerros ó los de la medicina lo "han condenado á padecimientos insoportables, es un placer "inefable solamente la falta del dolor.... .El enfermo pide el "alivio, é implora su curación tantas veces prometida, tantas "veces intentada, pero nunca realizada, apesar de que ha gas^ "tado tesoros para obtenerla: aquí no se requiere mas que un "poco de valor y perseverancia."......"La Hydropathia es "una cuestión dirijida á la naturaleza; si esta ha perdido su —XX — '¿voz, no podrá responder. Déjense pues de repetir las obje- ciones sujeridas por la molicie, inspiradas por una mala vo- luntad, y'tal vez por incredulidad." "Yo dejo tras de mí, dijo un célebre médico al tiempo de "morir," dos grandes médicos, la dieta y el agua." Dejemos, hablar ahora á Mj. Henry. "Si en la Cirujía en casos de inflamacionss, nacen semejan- tes ventajas del uso del agua fria, ¿porqué un remedio que "suspende la inflamación en cualquier punto determinado, no "es preferido en la Patología interna, y por qué no se evita sa- "car sangre 'general y localmcnte, sabiendo los inconvenicn- "tes_de la pérdida de sangre para el cuerpo en general, y par- ticularmente para el órgano afectado? En el presente esta- "do de nuestras ideas parece muy extraordinario que se en- suelva en una sábana mojada á un enfermo que está pade- ciendo de inflamación; ¿pero, és suficiente esto para desechar "sin mas información una práctica cuyos prontos y buenos c- "fectos ha comprobado la experiencia?" "El agua, dice el Dr. Johnson, es el vehiculo universal; per "el cual se trasportan las partículas vitales para el sostenimien- "to del cuerpo: con ella se apaga la sed, y se provee á todas "las nececidades de la vida y de la naturaleza." "El agua, dice Cheyn, fué la primitiva bebida, pues es el "único fluido simple para diluir, humedecer y refrescar, sir- viendo á todos los fines de bebidas asignadas por la naturale- za, y hubiera sido una felicidad para la raza humana si no se "hubieran, inventadpjningunos oíros licores mezclados y artifi- ciales. Me ha sido muy agradable observar con que frescu- ra y vigor, los que, aunque comiendo carne'á discreción, no "beben otra cosa sino agua, han vivido saludables y alegres "hasta una edad muy avanzada." HutTeland, uno de los mas célebres, médicos alemanes en su Macrnbiótico dice. "Aunque el agua es algunas veces des- preciada, y aún mirada como peligrosa, es no obstante, la 'ímejor bebida,*y no vacilo en asegurar que es un excelente me- "dio de prolongar la vida.......El agua fresca tiene las si- guientes ventajas que son peculiares suyas, y deben ser causa líde que s*a mes estimada. Su temperatura fría y el aire fijo -XXI.- "ó aceido carbónico que se encuentra en ella la hacen el" me- "joribrtificante y vivificador posible del estómago y de los ner- vios. Esta frialdad y el aire fijo reunido á las sustancias sa- * tinas que contiene, la hacen un remedio excelente anti-bilioso "y anti-pútrido.... Ayuda á la dijestion, pero aún masa las "secreciones del cuerpo, pues sin agua no pueden haber secre- ciones, y es necesaria á las excreciones. En efecto, según '-'experimentos nuevos, el oxigeno del aire tan necesario á lati- "da, entra esencialmente en la composición del agua."' Mas. adelante dice el mismo. "Mucho se ha escrito y se ha habla- "do de panaceas ó remedios universales; pcmyo pienso que el "mas cierto y mas seguro remedio de muchos males"' está en 'cada claro manantial que hay en el seno de la naturaleaa, "siempre fresca, siempre vivificante......El agua no solo pu- rifica y vivifica el cutis sino que aclara el entendimiento, for- talece, y protege contra los cambios atmosféricos, conserva la "blandura de las partes sólidas del cuerpo y la flexibilidad de "sus articulaciones, prolonga el vigor y la juventud, y difiere la "decrepitud y la vejez." El Dr. Sauvan, natural de Varsovia miembro corresponsal del real Colegio de cirujanos de Londres, é individuo de las sociedades médicas deParis, de Florencia y de Ñapóles, es^- cribió en 1840, una obra titulada.—Una esplanacion de los principios científicos de la Hydropathia, dedicada á la socie- dad médica de Varsovia. Entre otras cosas dignas de su plu- ma dice. "El agua fria como bebida, penetra mas eficazmen- "te en nuestros intestinos que ningún otro remedio. Por sus "propiedades diluentes, ayuda á todas las evacuaciones sin "forzarlas, dejándole al sistema la elección de la via y el "tiempo. Es un fenómeno curioso para la Pato'ogía obser- var los diferentes olores de la traspiración del enfermo cuan ".do ha hecho alguna vez uso de ciertas medicinas, como el "mercurio, y el azufre, aunque haya sido algunos años antes. "Los sudores críticos tienen, después de la administración del "mercurio, el mismo olor repugnante que se observa después "deja salvación mercurial; y haciendo uso del azufre, ex dan "un olor seméjate a aquella sustancia....... La experiencia — XXII.— "de siglos, se dice, ha ensenado á mües de personas, que dcs- "pues de haber bebido agua estando acaloradas ó en estado "de traspiración, han padecido de inflamación de los pulmo- Ccí, ó del hígr.do, ó bien de apoplejía. Sin embargo.....en- "tre 10.000, personas ciliadas en .Graefenberg, no ha habido '•un solo ejemplo de daño resultado de esto......Estamos aún "mas seguros de los beneficios de este método, cuando vemos *'á un Gobierno tan sagaz como el Austríaco, protejerlo: "este "ejemplo ha sido seguido por otros muchos Estados de Alema- "nía que tienen una policía médica muy severo, pero que fo- "mentan la Hydropathia con el convencimiento de que no hay "ningún peligro, y si, muchas ventajas." Tal es el lenguage exacto de los autores citados; hombres respetables por su ciencia, y no menos por su genuino acen- to á favor de la especie humana; apesar del amor propio é in- tereses profesionales, vedlos expresarse de ese modo en el so- no de la culta Europa, ante sociedades, cuya respetabilidad y ciencia ni menos, nadie se atreverá á poner en duda: y sus nombres son mas famosos después de haber rendido tan justo homenaje á. la verdad: nadie pues, sin ridiculizarse, podría a- pellidarles charlatanes, y este nombre sería la divisa por don- de se conociese quien así los juzgase.—Muy escaso de fieles noticias debe hallarse el que asegura, que el método Hydro- pathico "es ya decrepito y casi muerto en la misma Alema- nía, donde primero fué enjendrado:" no podemos menos de considerar esto como una notable calumnia á la Historia con- temporánea de la Medicinaren prueba de esto, moléstese el que desee saber la vtrdud, en leer la siguiente lista. ESTABLECIMIENTOS HYDROPATHICOS INSTALADOS EN DIVERSOS PUNTOS DE EUROPA, HASTA FI- NES DEL AÑO DE 1840. lV-Graefenberg, es el mas antiguo de todos los estableci- mientos Hydropathicos. Priessnitz está al frente de él. 2 — Freiwaldau, ts el que le sigue, dirigido per Mr. Weis, — XXIII.— que empezó casi al mismo tiempo ó poGO después que Mr. Priessniíz. 3 —Karlsbruun, situado entre Freiwaldau, Jogcrndorf y Freidenthal, por el Dr. Malik. 4 —Weldenau, sobre el Slopes del Sudastes, por el Dr. Fro- büch. Estos cuatro Establecimientos están en la Silesia Austríaca. 5 —En el Archiducado de Austria están: Kaltenleutíicben, cinco millas de Viena, dirigido por Mr. Emrnel, cirujano. <3 —Laale, dos millas y media de Kaltenleutgcben, por el Dr. Granichstadlcn, autor de la Hydriasiología. BOHEMÍA, 7 —Eliseband, cerca de Chrudim, por el Dr. Weidenhofler. 8 —Dobrawitz, cerca de Jungbunz'an, por el Dr. Schmidt. 9 —Leimeritz, dirigido por Mr. Lauda, cirujano. 10 —Kuchelbad, cerca de Praga, por el Dr. Kanilcr. 11 —Czernahora, en las inmediaciones de Olmütz. 12 —Sulowitz, cerca de Brünn. 13 —Hoznau, cerca de Prerau. 14 —Budischan, cerca de Iglau. 15 —Gross Ullersdorf, cerca de Olmütz: Dr. Gross. HUNGRÍA Y TRANSILVANÍA j6 —Petervvardein.^ 17 —Oedenburg. >- Los directores dc estos establecimien- „ ¡ tos, no son conocidos por el autor de esta. 18 —Hermanstadt. J 19 —Muhlan, cerca de Inspruclc, en el Tirol: por el Dr. Fritz. PRUSIA. 20 —Oberrigk, cerca de Trcbnitz, tres millas de Bresiau, por el Dr. Lehman. -XXIV.— 21 —Alt Scheitmg, una milla de Bresiau, por el Dr. Burkner. 22 —Berlin, dirigido por el mayor Plehwe, compañero ó so- cio del Dr. Beck. 23 —Marienbad. 21 —Bendler Strosse, número 8. Berlin; por el Dr. Moler. Éste es el 3. ° establecimiento en Berlin. \¿5 —Koethen, veinte y cuatro millas de Berlin, recientemen- te formado por Mr. Falkenstein, autor de "Las Maravillo- sas curas de Graefenberg." 26 Gorhrishowo, cerca de Bromber, en el gran Ducado d« Posen: por el Dr. Barschewitz. 527 —Kunzendorf, cerca de Neurode, en la Provincia de Glatz> por el Dr. NifcderFü. á'8 — Maríenbcng, cerca de Bopparf, en las inmediaciones de Coblenza, por el Dr. Schmilz, editor del periódico á cerca do la Hydropathia. BAVIERA. 29 —Alexandersbad, cerca de Wimsiedel, por el Dr. Fi- kentscher. 30 —Streilberg, entre Erlangen y Baireuth. SI -— Schafflam, á muy poca di-tancia de Munich, por el Dr. Horner. &2 —Munich, Nimphenburg Strasse, número 86. &3 —En el Lago de Starnberg, por el Dr. Schnitzlein, autor de una obra sobre la Hydropathia. 34 __Schallersdorf, á milla y media de Erlangen, por el pro« fesor Dr. Fleischmann. 185 —Anspach, por el Dr. Oertel. B0 ___Wurtemburg, á milla y media de Ulma, por el Dr. Bentsch. SAJONIA. 37 —En la Sajonia Suiza, á milla y media de Pirna, Valle de Bila; por el Dr. Mulkr. 38 —Kreischa, diez millas y media de Dresde, por el Dr. Stecher. 39 ---Muldenthal, milla y media de Frieberg» por Mr. Mua- dé, autor de una obra sobre Hydropathia. SAJONIA GOTHA. 40 —Elgersburg, á espensas del Gobierno, por el Dr. Piutti. SAJONIA WEIMAR. 41 —Umenau, á espensas del gobierno, per el Dr. Sitzler. BRUNSWICK. 42 —Kaulnitz, su médico director, no es conocido por el autor. POLONIA. 43 —Varsovia; por el Pr. Sauvan. RUSIA, 44 —San -Petersburgo, por el Dr. Harnisch. BÉLGICA. 45 r— Ghent, por un médico: hay también allí un Estableci- miento muy inmediato á Bruselas: los nombres de lo« ■ médicos los ignora el autor. FRANCIA. 46 ^-Strasburgo, por el Dr. Bigel: otro Establecimiento for- mado en el presente año en Passy, cerca de Paris. Este es el número de establecimientos Hydropathicoi que exjstian hasta 1840, y desde esa fecha acá, han concurri- do multitud de Profesores á Graefenberg y otros puntos arri- ba citados, con el objeto de adquirir conocimiento en la Hy- dropathia; y no aventuraría mucho en asegurar, qne según el impulso que en este lustro se ha dado al método, será en el dia duplicado por lo menos el número de Establecimientos. Lejos pues, de estar decrépita la Hydropathia, ó si habia lle- gado á ese estado por el indecoroso olvido en que se le ha- bia echado, se halla ya rejuvenecida y lozana, y es de creer que ifluy pronto le serán muy generalmente otorgados los be- nefactores derechos que tiene sobre la humanidad doliente. Esto basta para convencer del crédito que tiene en Europa la Hydropathia. Alegúese lo pue se quiera por los antago- nistas de este pulcro Sistema; escríbanse Cuadernitos satíri- cos con el objeto de inspirar desconfianza hacia el método: compónganse deslumbrantes discursos para alucinar á los que no entienden la m de la medicina: cacaréense cuanto se qnie- ra los imaginarios resultados, con tanta injusticia imputado» á este inocente método; el hombre sensato, á vista de los he- chos, dirá con un Panegirista de la Hydropathia, á mediados del siglo pasado. "Callen cartas y hablen barbas, donde la experiencia es prueba, lo demás es faramalla." (J) Mucho mas pudiera añadir á cuanto llevo expuesto, y si bien esto pudiera ser instructivo, pero lo general de la gente, poco se fijará en examinar las virtudes del agua y su mara- villoso modo de obrar: le será muy indiferente saber si obra, liquidando, purificando, repeliendo ó entonando; lo que de- sean saber, es, cómo se la han de aplicar para que obre sus e- fectos, y obtener un buen resultado; este va á ser el objeto de esta obra: si alguno quisiese imponerse á fondo de la ma- teria, puede ocurrir á todos los autores citados y encontrará cuanto desee á este respecto. Por lo demás, los que sean (1) Dr. Carnadas. incrédulos porque no han presenciado los milagros, pero que sepan las reglas del Criterio, si quieren informarse de la ver- dad, hablen en Guadalajara con D.* Jesús, viuda del Lie. S. Martin, su Hija D.rt Benigna y su Sobrino D. Damián, el Sr. Cura de Mexicalcingo D. N. Arango, las señoras Cuer- vos y Araujo*, D. Cesáreo Montenegro, D. Carlos Carpió, D. * Josefa Ochoa, D. Joaquín Castañeda, D. Juan G. San- cho, D. Cayetano Vidrio, D." Ignacia Latorre, D.rt R,tarda Peña, los Señores Nietos, D. Vicente Gutiérrez, D. Felipe Crespo, D. Manuel Matuti, D. Ramón Brayarta, D. Jus- to Corro, los señores Rodríguez, varias Religiosas de los monasterios, D.* Ignacia Lavalle, D. * Trinidad Tinagcro, D. Nepomuceno Torres, D. Mariano Franco, los señores Dávalos, D. Agapito Martínez, el Lie. D. Antonio Escoto Lie. Castillo Negrete, y tantos otros que firman la represen- tación citada en el Prólogo, curados ellos ó algunos de sus familias por este método: estas personas no son fabulosas1 bien conocidas en la capital de Jalisco y pertenecientes mu- chas á las principales familias. Si esto aún no bastase, hago la siguiente propuesta. Establézcanse dos Salas de enfermos: en una de ellas se curará por los sistemas Farmacéuticos; y en la otra curaré yo Hydropathicamente. • Si de veinte febricitantes salvan ocho en la Sala Far- macéutica, en la Hydropathica salvarán lo menos diez y ocho. En las demás enfermedades curables ó incurables, recien- tes ó erónicas, aseguro mas pronto y mejor resultado. Creo no desagradará á lo general de lo gente, saberlos principales Aforismos del Célebre Hombre á quien tantos fa- rores debe la humanidad. AFORISMOS DE PRIESSNITZ. I. La salud es el estado natural del cuerpo. II. Las causas de las enfermedades físicas que no pro- ceden directamente del exterior, como heridas. «J-c, son cau- sadas por humores extraños introducidos entre los naturales y saludables. III. Las causas que proceden del exterior, son de* cua- tro especies; 1. rt Las sustancias que se deben expeler, pero que no se han expelido á su debido tiempo. 2. Las sustancias que por su naturaleza no pueden a- comodarse con la del cuerpo humano, y sin embargo en el estómago, ó por el cutis, &c, han penetrado en el interior. 3. rt Las úlceras contagiosas. 4. Corrupción de los elementos, el agua y el aire, ó sean las enfermedades epidémicas. IV. Toda enfermedad aguda, es un ataque de la natu- raleza para expeler las causas de la verdadera enfermedad. Y. La fiebre, no es enfermedad en si, sino consecuen- cia de una enfermedad: es efecto del esfuerzo de la natura- leza sobre sí misma, para curarse. VI. La cura radical de las enfermedades agudas, es so- lamente posible separando la causa por medio del agua, a- jente que no tiene mas 'objeto que este, y que con seguridad surte su efecto siempre, de un modo perceptible á los sentidos. Vil. Por medio de las drogas y de las sangrías, las enfer- medades agudas pasan á ser crónicas. VIII. Tarde ó temprano el enfermo ha de rendirse á los e- fectos de las drogas, pues es casi ímposib'e que nadie que pa- dezca enfermedad crónica, pueda libertarse de morir de su en- fermedad habitual, como no se cure por el método Hydropa- thico. IX. Las enfermedades crónicas no pueden ser perfectamen- te curadas con las drogas: la Hydropathia solamente puede conseguir, cambiando el mal crónico en erupciones agudas i —XXIX.-» que se curen por el mismo método que las demás enfermeda- des; es-decir, con el agua. X. El.-hombre, como los demás seres orgánicos; debia vivir, según las -leyes naturales, casi sin dolor, y morir de muerte na- tural; es decir, sin dolencias ni padecimientos de ninguna es- pecie. Pero entre nosotros, casi todos fallecen de resultas de "las drogas venenosas, de los licores que embriagan, de los ali- mentos adulterados, y de la falta de ngün, aire y ejercicio. Es- tas reglas no tienen mas que dos excepciones. Primera: si el aire ó el agua, ó ambos se deterioran, desaparecen los dos priiv cipales requisitos de la salud, y las epidemias son sus inevita- bles consecuencias." Segunda: las enfermedades adquiridas ó heredadas. XI. Pensar curar las enfermedades con los venenos, comun- mente llamados medicamentos, es absurdo para cualquier en- tendimiento reflexivo, porque es imposible que las drogas al- cancen á destruir la causa de la enfermeclad, dispersando ó ex- peliendo" los humores que ía constituyen; y aunque esto se pu- diese hacer, es casi imposible, como saben todos los químicos, que los humores mórbidos y los medicamentos puedan mutua- mente disolverse siempre y convertirse en nada. Las conse- cuencias de las curas por medio de sustancias física ó drogas, es para el mal antiguo, un nuevo estímulo, flojo ó fuerte, se- gún su dosis y calidad. —"Lo que es inflamatorio se queda en la sanare, y después afecta el cerebro."— Arbothnot. XII. Ninguna cura efectiva, sea en Jos hombres, en los-.a- h'níiales ó en las plantas, se puede hacer sin la txpulsion de la materia enferma por medio de las fuerzas orgánicas, á menos que no sean ayudadas por los elementos disolventes, el aire y el agua. XII I. Este es el método que la naturaleza concede á todas sus criaturas, .'y se puede afirmar sin temor de contradicción, que sin el uso interior ó exterior del agua no puede haber sa- lud en la vida. ENTRE LOS TERMOMETilOS. ---COCe<«>eCCC--- El Centigrado está dividido en 100 grado?. 1.1 de Ileaumur.....id.... en SO grado?. El de Fahrenheit.. .id....en 212 grados. Trasmutaciones de unos en otros. %lL'3m¡±IBTB>>2 Centigrado á Centígrado á Rcaumur. Fahrenheit. 3e/def cenli-^ grado son M.°de Reau- niur. 32 "86? 30. "del Centigrado son 86. °do Fahrenheit. Reaumur a Centigrado. 2!.°dc Rcaumur ! son 30.°delCentii> Reaumur á Fahrenheit. ( 24 o. >9 2ir Xi=4-"=;;i-r- 24.°de Reaumur, son 86.°de Fahrenheit Fahrenheit á Centigrado. Fahrenheit ú Reaumur. 32 > 32 5-íx ;="¿Ut30.- i 51x^4^24.° 86.° de Fahren- 86.°de Fahrenheit. heit, son i son 30.° del Centig.0 j 2 í.°de Reaumur. CERTlGRADO. REAUMCR. FAÍIRENHIIT. Centígrado. Bmumur. Fahrenheit. 3UO____=.....2jo. . . ,__. 8GO... r>:o3^^^y53cnyM^:^33333»^wa:m^3333^3^»^^3^a CAPITULO IV* ---O3O0--- £&$«»--- 8. Es increíble lo útil que es la aplicación de la sábana mo- jada en la mayor parte de las enfermedades, tanto violentas tomo crónicas, y solo una constante experiencia puede persua- dir á las personas que no saben el modo de obrar del agua, de la eficacia de este vendaje general: una serie de felices resulta- dos son garantes de lo que afirmo; es tal su eficacia y energía que extrae con gran facilidad los humores morbíficos, entona todo el sistema y asimismo extrae los ungüentos anteriormente aplicados: la quinina, el ether, alcanfor, mercurio y cuantos o- tros ungüentos se hayan aplicado, aunque haya pasado mucho tiempo después de su aplicación, son materia de policía de la sábana mojada: el que quisiere cerciorarse de esta verdad, in- fórmese de las personas curadas en Guadalajara, que he indi- cado en la introducción, quienes les dirán que durante la apli- cación de la sábana, han visto ó percibido salir de sus cuerpos aquellas mismas drogas (sin exceptuar el sublimado corrosivo) que se les habia aplicado por unciones; preséntenos la facultad entre tantos millares de remedios que preconiza, uno solo, que tenga la eficacia de este, y no me conformaré con que ella lo diga sin que haya quien lo confirme; y adviértase que yo no Uamo por testigos á los muertos: muy conocidas son en esta ca- pital las personas que quedan indicadas y quienes certificarán cuanto llevo expuesto. 9, La aplicación de esta sábana no siempre se hace de un mismo modo: hay veces que se aplica por una hora, otras por dos: unas veces se reno va cada media hora, y otras se aplica una sola por hora y media ó dos horas sin renovarse: en cada una de las enfermedades se irá diciendo el uso que se debe ha- cer de este gran remedio segun lo he usado en mi práctica que tan lisongeros resultados ha producido: el modo de aplicar la sábana mojad ; es como sigue. l.O.^Se extiende sobre la cama una frazada y sobre esta se extenderá la sábana, después de mojada y exprimida: se acues- ta el enfermo y se le envuelve primero con la sábana, ajustan- dosela bien al cuerpo, y luego con la frazada, cuyos extremos se vuelven para debajo délos pie?; sobre esto se sigue echando mas frazadas, cobijas ó cualquiera otra clase de ropa, lo cual facilita desde luego una abundante evaporación, y á veces co- piosa traspiración: durante esta aplicación se le administrará al enfermo pequeñas cantidades de agua, como se ha dicho ha- blando del sudor en seco; esto es, medio cuartillo ó poco me- nos cada media hora: á precaución se aplica regularmente á la cabeza un lienzo mojado y exprimido: en esta poicion per- manecerá el tiempo necesario: lo regular es dos h< ras: las per- sonas débiles hora y media, los niños media hora y así compara- tivamente las demás personas. 11. Pasado el término de la sábana se pasa al baño de tim (cuya asua ha de ser fria á excepción de aquellas casos en que se indicará lo contrario ) humedeciendo las partes superiores antes de entrar en ella, como queda dicho ( n. ° 4 ): la duración de este baño por lo regular, es lo mismo que en el del sudoren se- co y se expresa en el número citado: respecto á la hora de apli- carse la tabana, se procederá según la advertencia hecha en el ( n. ° G ): después del baño se toma agua y se hace ejercicio. V2. En las fiebres no hay hora vedada para la aplicación de la sábana, debiendo tener lugar esta tan luego que aparez- ca el acceso febril. Muchas personas quedan poco satisfechas cuando en la sábana no han obtenido una abundante traspira- cion; pero deben consolarse si las sábanas han salido calientes y vaporosas, pues deben advertir que ese es su resultado, y eso basta para obtener el objeto que se prepone en su aplicación. —8— VENDAJES. 13. Por vendaje se entiende un lienzo ( el de lino es prefe- rible) que ya sencillo, ya dóblalo, cubierto unas veces y otras descubierto, se aplica mojado y seco en alguna parte afectada: advertiré, que cuando se indique vendaje para el estómago, de- be ser de seis á ocho dedos de ancho y de tres varas y inedia de largo; de este se mojan dos terceras partes, quedando la otra seca para fomentarlo ó cubrirlo: de tres modos se aplican los vendajes regularmente en una curación, como no se advierta lo contrario, y en su aplicación se guardará el orden que sigue. 14. Durante el baño de asiento (y á veces el de pies ), se a- plica siempre sobre la parte que esté afectada un lienzo, en va- rios dobleces, mojado y algo exprimido, sin cubrirlo con lienzo seco ni ninguna otra cosa: si fuesen dos, tres, cuatro ó mas las partes afectadas de algún dolor, en todas y cada una se ha de poner el lienzo en la forma dicha; este lienzo debe renovarse tan luego como se entibie; por lo regular conviene aplicarlo á la cabeza, durante los sudores y baño de asiento. 15. Durante el dia, fuera del tiempo que se emplee en otras aplicaciones, se usará el vendaje en toda parte afectada, moja- do, exprimido, puesto en dos dobleces y bien cubierto ó venda- do con lienzos secos, de modo que el aire no hiera la humedad de ellos: estos no se dejarán secar, y se renovarán luego que se sientan bastante calientes, lo cual se repetirá todo el dia: en el estómago no deben aplicarse en la hora dé,la digestión, como no sea que esta se haga difícil ó se sienta alguna molestia en él á esa hora, pues entonces es de necesidad aplicarlos. 10. Al acostarse en la noche, los vendajes mojados se pon- drán en cuatro ó cinco dobleces, bien fomentados ó cubiertos con secos, con los que ha de permanecer toda la noche: deben estar bien sujetos para que no varíen de lugar: cuando se pon- ga vendage en el estomago de noche, ademas de la venda di- cha (ñ. ° 13) se pondrá un lienzo mojado y exprimido en el solo estómago debajo de la venda: se advierte que con la dicha venda se debe ceñir el estómago y la cintura, por cuya razan se ordena que sea del largo indicado en dicho número. 17. Aunque la aplicación de estos lienzos parece insignífi. d'fcnte, no lo es en realidad, y las personas que los usen se con- vencerán muy pronto de su grande utilidad,- por los resultado* favorables que experimentarán en la cesación de sus dolen- cias: no hoy mal alguno local que no exija la aplicación de es- tos vendajes,, de los tres modos arriba indicados, con la segu- ridad que el vendaje repetido y secundado por las demás a- plicaciones que convengan al mal que se padece, producir^ mejores efectos que los ungüentos y panaceas. CAPITULO 4.* , BAÑOS Y ABLUCIONES. 18. De muchos modos se aplica la agua exteriormente, pro- cediendo para esto segun la clase de mal que se padece, pues es diferente, el efecto que causa segun la manera con que so aplica, como también debe ser diferente el temple del agua, segnn la diversa clase de males y la mas ó menos debilidad de los enfermos : hay baños generales, medios baños, ba- ños de ablución, baños de ducha, baños de asiento, de pies, de cabeza, imitados, de piernas, de ojos y dedos. BAÑO general. 19. Se entiende por baño general, el meterse en el agua has- ta él pescuezo, y mojando, durante él, repetidas'veces la cabe- za: este baño se usa después del sudor seco y del de i abana mojada; pero en uno y otro caso deben preceder los medios baños, á lo menos por los ocho días primeros en una curación, y pasados estos, tendrán logar los generales;-mientras dure es- te baño (que será de seis á ocho minutos ó diez y á lo maai quince, según el calor del cuerpo ó la frialdad del agua) so debe frotar con las manos mojadas, por sí ó por las personas asistentes, aquellas partes del cuerpo que estén adoloridas, y so procurará tener algún movimiento cuando .>e esté dentro del agua, y antes de entrar en el baño se guardarán las precau- ciones que quedan indicadas en el (número 4 y ll) en.or- den á mojarse, cabeza, pecho y demás. La primera impre- sión de frió, al entrar en el agua, es imprescindible; mas luego —lo— •e hace esta agradable, y debe tenerle mucho cuidado en no 'esperar dentro del agua el segundo frío, lo que sucede cuando ha estado bastante tiempo en el baño: así pues, cuando se ex- perimenta este segundo frió, se debe salir inmediatamente del agua. Concluido el baño, se hará ejercicio segun se ha adver* tido en los números (5. y 11.) 20. Cuanto llevo expuesto, tendrá lugar igualmente respee- to á los baños que se dé por refrescarse, lavarse ó por habi- tud, sea enfermo ó en sana salud. Aunque Ja experu ncia ha- ce ver que ningún riesgo hay en sumergirse en el agua con el cuerpo sudoso, cuando ha precedido sudor en seco ó de sába- na, esto no tiene lugar cuando uno llega agitado á bañarse en al- gún rio ó estanque, pues entonces debe esperarse un rato sin desnudarse hasta que calme la irritación producida por la agi- tación, y solo entonces debe entrar en el agua , secándose dts* $>ues y vistiéndose con prontitud. MEDIO BAÑO. 21. Se entiende por medio baño, meter el cuerpo hasta la cintura dentro del agua, (el agua sera fria fuera de los casos en que se prevenga lo contrario), durante el cual, se pone un lienzo mojado en la cabeza: la duración de este baño d« pende del objeto ó fin, porque se aplica: en cualquiera caso que se aplique el medio baño, debe ser en una tina mas pequeña do las que se usan para baños generales; es menos activo que el baño general, y en muchos casos acredita la experiencia su utilidad. 22. Las personas débiles deben hacer uso de este medio baño los ocho primaros días de su curación, después del. su- dor, sea en seco ó de sábana mojada y durante él se le pone un lienzo mojado en la cabeza; pasadoslos ocho primaros dias, se- guirán con el medio baño, y todo el tiempo quo dure, se Ie< esta- rá echando agua de la misma tina en la cabeza y la parto del cuerpo que está fuera del agua, lo cual les será tan útil, como leb oña general. 23. Los enfermos que no §enn tan débiles, tomarán el me- dio baño por los ocho primeros dias, echándose agua en la cabeza y cuerpo como queda dicho, y pasados éstos, seguirán con el baño general, observando lo que se ordena en el (núme- ro 19). 24. Hay muchos casos en que se aplica el medio baño, con el objeto de producir irritación y calentura; en este baño se estará el enfermo desde una hasta cinco horas, calculándose en esto sea que no se interrumpa el baño: á la parte ínferiordé dicho depósito se pega una manga de cuero de una vaira ó dos de larga, poniendo en Ja extremidad de esta un ca- TVoncitó de metal, Imjadélata ó caña, del grueso ó diámetro que secrea necesario1, con la cual manga puede dirigirse Ja ducha á la parte (pie ^e nectsité:si para hacer esta ducha artificial no hu- biese posibilidad, se suple (minea con tanta perfeccic n) echando el; gua con un cántaro, poniéndose para esto Ja persona que le echa, en la altura que sea necesaria; para esto se previenen bas- tantes cántaros, los quese le van dando al duchante sin que haya mucha demora. CAPITULO 5.* BAÑOS DE ASIENTO. 35. Rara es la enfermedad en cuya curación no sea nece- sario aplicar estos baños: como su objeto es fortalecer !oi nervios y extraer los humores de la cabeza, el pecho, estóma- go y vientre, se hace preciso aplicarlo cnsi en todas las enfer- medad* s; y el pronto alivio que causa convence muy pronto al enfermo de su grande utilidad. El baño de asiento se apli- ca, poniendo dos-ó tres (alo mas cuatro) pulgadas de a^ua en una tina baja, o en un lebrillo, ó cazuela extendida y bastante capaz; en esta agua se sienta el enfermo por espacio de un cuarto de hora , ó por media hora algunas y las ma* vecel (cuando en el trascurso de la obra no se designe término pa- ra este baño, se supone que es de media hora), otras por una y aun mas tiempo, si así lo exigiese el caso, como se expicsa. rá en algunas enfermedades» —15^ 38. El agua de este baño debe ser.ÍHa y ae ¿rJenorará lue- go que se caliente con el calor del cuerpo: durante él .se aplica un lienzo mojado á la cabeza, .el cual debe estar descubierto, y á fin de obtener la reacción que con él se intenta, se aplica otro lienzo en la misma forma en la .parte ó parles afectadas, como queda explicado en el (núm. li) En los cólicos, irrita- ciones, flujos inmoderados y otros rna'es del vientre, durante- este baño se frotará suavemente el enfermo con Jas palmas de las manos mojadas Ja parte inferior del estómago y el. vientre. En varias ocasiones se ha observado el poderoso + fecto de es-te baño-, por Ja salida de Jos malos humores que quedan en el a- gua, hasta el grado de formarse en la superficie de dicha agua una capa de humor espeso: el que quisiere convencerse deque esto no es exageración, ocurra en Guadalajara, donde la ton conocida tullidita, ruñada de Guemez, y pregunte el efecto que á ella le causó una ocasión. 37. No hay regla general en cuanto al número de esta cla- se de baños que deban darse en el dia; generalmente se dan dos; algunas veces tres y cuatro, y hay casos en que se apli- can hasta seis: respecto á esto, se le asignará su respectivo nú- mero en cada una de las enfermedades, segun lo he observado en mi práctica con buen suceso. 38. Hay otra clase de baños de asiento que se aplican en algunas inflamaciones, con el objeto de desalojar los humores de aquella parte inflamada: para este baño se entibia el agua, poniéndola á doce grados s-.bre la temperatura del termómetro de Farhenheit; es decir, no tan tibia como la del medio baño (núm. 25); este baño debe durar hasta que produzca una espe- cie de calentura, casi igual á la que se describe en el número citado: el agua del baño se n novará cada media hora, ponién- dola siempre en el mismo grado de calor: á la parte afectada se aplicarán lienzos trios mojados, que so renovarán frecuente- mente: durante toda esta aplicación, se le frotará suavemente con las manos mojadas en agua fria, los pies y manos, y se le da- rá á tomar pequeñas cantidades de agua también fría: todo el cuerpo (á excepción de aquellas partes en que se hacen aplica- ciones de agua ó lienzos mojadas)-se cubrirá con alguna ropa da —lfr— • Una: luego que el calor se haya generalizado, 6 se haya producís. do dicha calentura, se pasará á la sábana mojada, poniéndose a- demas un lienzo mojado en la parte afectada: la duración en la sábana será de tres cuartos á una hora, á cuyo término pasará á la tina, el agua estará quebrantada, ó quitado lo frió solamen- te, y allí permanecerá por cinco ó suis minutos, frotándose Ja par- te inflamada suavemente. 30. Si á las tres horas ó tres y media" no se hubiese produ- cido la calentura á pesar de dicha aplicación, se pasará sin esperar mas á la sábana mojada, que se renovará á la media hora, permaneciendo en la segunda tres cuartos de hora, á cu- yo término pagará á Ja tina en la mi-ma forma que queda di- cho en el número anterior, y después de este baño, como siem- pre, hará un rato de ejercicio, tomando agua (y lo mismo duran- te la sábana.) BAJSOS DE CABEZA. 40. "Los baños de cabeza se usan para los reumatismos én la cab za, para los dolores común s, para las inflamaciones reumáticas en los ojos, para la pérdida de olfato y del sabor: sirven para expeler los humores morbíficos que la naturaleza generalmente evacúa por postemillas en los oido.s. También sirven para evitar una fluxión en la cabeza, pero en este caso se está poco tiempo para evitar una reacción demasiado fuer- te. Estos deben estar acompañados de mucho ejercicio al aire libre por la sombra. Este baño se usa como sigue: se po- ne una palancana (J) en el suel •, al extremo de un felpudo ('2): en e'.Iga§ v jQ. ehugas cocidas, leche, pan, pescado blnuco (no seco) y otros alimentos; en|todo lo cual cada uno debe arreglarse segun su constitución, y el efecto que causen en su estómago, variando, si fuese posible, los alimentos á fin de impedir la repugnancia que"causan repetidos unos mismos todos los dias. 71. El desayuno debe tomarse, cuando mas tarde, hora y inedia después de 'haberse levantado de la cama : no debe de- morarse mas, porque es perjudicial estar mucho tiempo en a- yunas, así como también para dar lugar á que se haga la diges- tión de él, antes de la aplicación del sudor, y que este pueda terminar antes de] la hora de comer: en el desayuno debe to- marse alimento sencillo en cantidad y calidad, y las personas á quienes no les haga daño, deben preferir la leche fria, desa- yuno recomendado por Pricssmtz. 72. No se puede designar hora fija para la comida, pero la mejor es después de haber Jiecho un rato de ejercicio los qne se hayan hecho alguna de las aplicaciones sudoríficas, y los- demás á la hora que tengan por costumbre; á esta hora es cuan- do pueden tomarse y diversificarse los alimentos de que es sus- ceptible el estómago, los cuales se ha de procurar que sean sólidos y nutritivos:1 no así en la hora de cenar, pues las perso- nas que tienen esta costumbre, deben atenerse en esa hora á a- limentos ligeros, y aun estos no deben tomarse poco antes de acostarse, sino que se debe dejar pasar algún tiempo para la digestión, haciendo, si es posible, un poco de ejercicio. En l;i horade comer es cuando únicamente puede tomarse alguna fruta bien sazonada. 73. "' Tres[cosas deben hermanarse en la Hydropathia; el a- gua interior tomada en abundancia; el agua exterior por nu- dio de las aplicaciones, y el ejerc'cio al aire libre, evitando á precaución el paso repentino (á.excepción de en el baño con- siguiente á los sudores) del frió al calor y de este al frió, repo- sando un poco después de les baños, sean generales ó medios baños, duchas ó abluciones, evitando particularmente la ¡nsoja- cion, por lo que el ejercicio que se haga antes de comer se ha de procurar que sea á la sombra por término de media hora 6 una á lo mas. v oor la tarde se ha de procurar también hacer, —sa- lo menos por una hora, algún ejercicio Bm agitarse, 6e debo evitar el hacer ejercicio de noche, pues aunque es tan agrada- ble salir al fresco de la noche, particularmente en días de vera- no, y aunque los efectos del roció nocturno son imperceptibles, pero no por eso son menos temibles, siendo muchas veces oca- sión de que se contraigan anginas, catarros, tercianas y otroi males. 74. El ejercicio al aire libre todos los dias, que tanto se re- comienda por l'riessniz, es muy conveniente para defender el cuerpo de las variación* s de la atmósfera, y el que se haya a- plicado el sudor y baño por una semana, bien puede abandonar ya'la camiseta ó la ¡Varíela sin temor de resfriarse ni experi- mentar las frensacior.es de opresión de pecho, tos, dolores de ca- beza y otn s males propios de personas delicadas, que á fuerza de huir d el cuerpo, en todo lo cual debe evitarse la fatiga causada 1 exceso, pues esta perjudica mucho lejos de aprovechar. j"rc¡cio á caballo es muy recomendable, por un par de ho- .n el dia, en particular á las personas débiles y nerviosas, CAPITULO 8.° Crisis y observaciones. ' -o regularmente mas temidos de lo que merecen los a constan* j aplicación de este método, produce du- —so— rante la euracion de enfermedades habhuaLes y «roñicas, y la cual suele arredrar á muchas personas de emprender bu cura- ción: éstos efectos tan ponderados son cabalmente el triunfo ob- tenido por el agua que, ya disolviendo ó ya corrigiendo los hu- mores, los ha dispuesto para su expulsión; y lejos de amedren- tarse el enfermo en tales circunstancias, dobe consolarse por es tar ya próximo el término de su completa curación. Segun la clase de males, así suelen ser diversos los efectos del agua; mas de cualquier clase que sean, nada tienen de temible estas crí- 6Ís: referiré algunas de las que me son conocidas por mi prácti- ca, y el modo de regirse en su tratamiento. 77. Algunos males terminan en una general erupción, otros en parcial; en uno y otro caso debe mitigarse el rigor del mé- todo, pero no interrumpirlo, y menos abandonarlo: quiero de- cir; que si al brotar esta erupción estaba el enfermo dándose sudores secos, ó de sábana diaria, ó baños de ducha generales 6 parciales, debe omitir todo esto, limitándose á la aplicación de dos abluciones diarias (n,° 28.) sudor de sábana (n.° 8, y eig) por hora y media y su consiguiente baño de tina: si los granos que han brotado fuesen grandes, se debe poner en ellos unos vendajes (n.° lG.) para dormir, y á sí mismo en cualquier otra parte que haya estado afectada. 78. Otros males terminan en apostemas, y en estos se pro- cederá del modo que queda indicado, hablando de, los baños de cabeza. (n.° 42.) 79. En otros (y esto es las mas veces) suele causar abun- dantes despeños, y entonces debe limitarse el sudor á un dia sí y otro no, aumentando uno ó dos baños de asiento diarios, é igual número de lavativas: se aplican también al vientre ven dajes (n.° 14. y sig.) y se toma mas agua do h acostumbrada. 80 En otras enfermedades suele resultar una especie de calofríos, causado por el desprendimiento de los humores pú- tridos que han afectado á alguna de las entrañas: esto se con- prueba bien por la expulsión de ellos que se verifica pocos dias después con grande alivio y consuelo de los enfermos: en es- tos casos se debe hacer uso de la ducha (n.° 31.) aplicándola dos veces al- dia en la parte que se sienta afectada, gea el baz j —80— hfgado ó enaTqufera otra: debe darse también dos baños de a- siento (n. ° 35.) de á una hora, y ponerse dos ó tres lavativaí con agua, quitádole lo frío,- se dará también un baño de ablu- ciones (n. ° 29.), y cada tres días una hora de sábana mojada (n.* 8. y sig.) permaneciendo en el baño consiguiente á el, cuatro ó cinco minutos, siguiendo este método pasivo hasta la cesación del mal. 81. Otras veces suelen resultar afecciones convulsivas, cu- yo último resultado es casi el mismo que el de los calofrios (n. ° 80.), y el mismo, de consiguiente, hade ser su trata* miento á excepción de la ducha, en cuyo lugar se dará ablu- ción (n. ° 28.) 62. Cualquiera otra clase de crisis que haya, ha de tener analogía con las ya citadas, y en tal caso se regirá en su trata- miento, mitigando siempre el rigor en las aplicaciones, limitán- dose á la aplicación de vendajes (n. ° 14 y sig.}, baños de asiento (n. ° 35.) abluciones (n. ° 28 ó 29.) &c; de un modo pasivo, en fin, hasta el término de ella. En todos los casos di- chos deberá seguirse tomando casi la misma cantidad de agua que antes. OBSERVACIONES GENERALES. 83. Cuando una enfermedad no se dá bien á conocer- por la confusión de los síntomas, y lo mismo cuando se presen- ta muy complicada, como cuando afecta á un mismo tiempo diversas partes ú órganos del cuerpo, de modo que esta com- plicación i:r.nida el poder conocer cual és la residencia del mal principal, se comenzará la curación con baño de asiento (n. °S5.) por la mañana y lo mismo por la noche: á la hora competente sudor en seco (n. ° 1. y sig.) por cuatro dias y o- tros cuatro de sábana mojada (n. ° 8. y sig.) siguiendo en esta alternativa hasta que se determine el mal: con este procedi- miento desaparecen muy pronto las ramificaciones, y el mal ra- dical se dá á conocer en la parte que ocupa: entonces se ocur- re al artículo en que estén explicados sus síntomas y método, ol cual debe empicarse hasta la completa curación. 64. Cuándo resulte haber dos 6 mas enfermedades á un mismo tiempo, se ve el método que se asigna en su respectiva lugar á cada una, y entonces tiene lugar una combinación, a- tendiendo de preferencia al método asignado á la mas grave é de mas riesgo, y apenas se presentará un caso en que las apli- caciones asignadas para una enfermedad perjudiquen á la cu- ración de la otra; pues todos los procedimientos bajo este sis- tema tienden mas ó menos á limpiar la masa de los humores 6 entonar los órganos debilitados, en que consiste una curación. 85. Toda curación exige paciencia y constancia: los males crónicos, por ejemplo, no sanan en poco tiempo, bajo el mas bello sistema que quiera suponerse: ganeralizado el mal en la masa de los humores, como sucede en toda enfermedad inveterada, ó lastimada alguna entraña ó cualquiera otra par- te del cuerpo por alguna afección local maligna, es preciso con- cederle el tiempo necesario para la destrucción y expulsión da esos malos humores y generación de los nuevos sanos; y caso de no verificarse así, quedará aún un resto del mal en alguna parte, y esto es suficiente para que poco á poco vayan inficio- nándose los demás, hasta que el mal vuelve á parecer de nue- vo, y entonces viene el tardo arrepentimiento. 86. Aunque hayan desaparecido todos los síntomas ó a- fecciones que caracterizan una enfermedad, durante el trata- miento que á cada uno se le asigna en su lugar, no por eso ca abandonará desde luego el método del todo, pues siempre que- dan algunos residuos del mal que es preciso destruir; entonces debe seguirse ya pausadamente ó de un modo pasivo: esto es; se va omitiendo cada tres ó cuatro días alguna de les aplica- ciones hasta que por este medio se omitan todas: omitidos ya los sudores, debe seguirse todavía con los baños de asiento: los vendajes y el beber agua es lo último que se abandona. 87. Cuando nada se diga del tiempo que debe durar el su- dor cada dia, se entiende que ha de ser de hora y ^cuarto á dos horas, sea sudor en seco, ó bien de sábana, arreglándose en es- to segun la edad y mas ó menos robustez del enfermo, ó lo grave del mal; teniendo presente que en el sudor en seco, solo se «tienta ti tiempo desde qua comienza la traspiración: será muy raro el enfermo que no pueda sufrir la aplicación de hora y media, sea en sábana, sea en seco.—Asimismo (repetiré) cuando nada se diga respecto ala temperatura del agua, sea pa- ra baños generales ó parciales, se entiende que ha de ser fria, esto e«, natural. 88. Cuando en todo método se diga, & la hora competente, sudor en seco, ó de sábana, se entiende que será (como queda dicho) de una hora á hora y media después del desayuno; no se ha de entender, sin embargo, tan estrictamente, que no pue- da aplicarse á otra cualquiera hora, y si se asigna las nueve da la mañana por término medio, es porque el sudor á esa hora está mas en combinación con el método alimenticio que se ob- serva bajo este sistema; pero las personas que quieran aplicarse él sudor á cualquiera otra hora, pueden muy bien hacerlo, con fal que no interrumpan las horas de la digestión. 69. Durante el tratamiento de una enfermedad, aunque se le asigne un método diario, bien puede tomarse un dia de des- canso,^ cada doce ó quince días, entendiéndose que este des* canso es solo del sudor y no de las demás aplicaciones, siguien- do así todo el método el tiempo que fuere necesario. 90.T Las "mugeres, cuando están curándose de alguna enfer- medad, si á este tiempo les sobreviene su periodo menstrual, deben omitir las aplicaciones generales y limitarse á los baños de pies, vendajes en el estómago, ó alguna otra pdrte superior que lo exija, y beber bastante agua: terminado el periodo, deben seguir con todo el método como antes. 91. Comenzada una curación, no debe interrumpirse el método por mucho tiempo sino, tomando el descanso que que- da indicado, segui.* hasta que han cesado los síntomas del mal: mucho menos desertará del método Hydropathico para pasar- se á la medicina farmacéutica; esto le ocasionaría male3 superio- res á los que haya padecido. 9'J. En cualquier temperamento, sea frió ó caliente, pue- den curarse con el agua fria, y será mejor temperamento aquel en que el enfermo esté rra? aclimatado, seguro de obtener su curación, siempre que el f-gua fea buena: r.o puede dudarse que contribuyo mucho para la curación la pureza del aire. —33— CAPITULO 9.* DE LAS ENFERMEDADES. ENFERMEDADES VIOLENTAS: FIEBRES. Es incontestable, que el hombre en el estado de sobriedad ¡que le dictó la naturaleza, no debía padecer mas enfermedades que las agudas ó violentas: es asimismo cierto, que estas enfer- medades no son otra cosa mas que un esfuerzo de la misma na- turaleza para librarse de la causa que le ofende: en tal estado, á los males violentos no acompañaría la complicación que en muchos de ellos observamos, fruto de los desórdenes de la vo- luntad; entonces la naturaleza robusta por sí sola obtendría un completo triunfo sobre los males: en tiempo de Hippocrates se observaban aun estos manifiestos triunfos, los que en el dia so- lo se obtienen con el auxilio de la medicina: no digo de la medicina farmacéutica, la cual no alcanza á salvar la mitad de las víctimas de enfermedades agudas; mientras que con este método bien aplicado, será muy raro el enfermo que no triun- fe. Se entiende por enfermedades violentas las fiebres princi- palmente: cualquiera que sea la denominación y síntomas de e- llas, el modo de curarlas es el mismo, pero con una diferencia que consiste en el mas ó menos rigor en las aplicaciones, según lo mas ó menos fuerte que se presente la fiebre; no se me ha pre- sentado un caso durante mi práctica en que se haya desgraciado un febricitante: lo mismo, asegura Claridge, sucede en Graefen- berg; y esto mismo aseguran cuantos hacen el uso debido del agua en la curación de este mal, "del que, segun opinión de un autor moderno, se muere la mitad del género humano" ¡y aún hay quien haga guerra á este tan benéfico sistemal Hay varias clases de fiebres, como inflamatoria, biliosa, ner- viosa, tifoidea, pútrida: esta última, se diferencia de las demás, en que en ella aparecen en el cutis unas manchas lívidas ó mo- radas; á otras llaman remitentes, diferenciándose de las demás, en que tienen aumentos ó declinaciones, pero no desaparecen —34— enteramente. Los síntomas que generalmente caracterizan la fiebre, son: debilidad, abundancia de calor, pulso agitado, sed, pérdida de apetito, lasitud, y un sueño que á demás de ser es- caso, no satisface. El tratamiento de las fiebres, consiste en ha- cer las aplicaciones segun las instrucciones que siguen. MÉTODO,—Cuando se empieza á curar la fiebre en el pri- mero ó segundo dia de su aparición, se le dá primeramente al enfermo un baño de asiento (n° 35 sig) de tres cuartos de ho- ra y en seguida se le aplica una lavativa: pasada una hora de esto, se le aplica una sábana mojada (n.c 8. sig.): pasada me- día hora, se le quita aquella sábana y se le pone otra en la misma forma, y au se continúa renovando la sábana cada me- dia hora hasta que hayan pasado dos horas, en cuyo término se le hayan aplicado cuatro sábanas: á este tiempo se tiene prepa- rada la tina al pie de la cama con bastante agua, cuya tem- peratura será algo mas fria que la que queda explicada en el (n.° 25.); es decir, 12 grados sobre la temperatura del Ther- mómctro Farhenheit; terminada la media hora de la cuarta sá- bana, se le pasa al baño de la tina (n.® 11.): mientras dure este baño, que será á lo mas seis minutos, se le dará una frota- ción'general y concluido el baño, se le envolverá en otra saba- na mojada cubriéndolo bien, como se explica en su lugar cita- do; esta sábana no se ha de renovar, y en ella permanecerá dos horas, al fin de las cuales pasará otra vez al baño de tina (la agua ha de ser diferente y un poco mas fria que antes—2 grados), donde recibirá un lavatorio por tres ó cuatro minutos, con lo que queda terminada la aplicación: durante la aplica- ción de dichas sábanas, se le dará á tomar agua, á lo menos ca- da veinte y cinco minutos, y se le aplica lienzo mojado á la cabeza: no será estraño que al dia siguiente reaparezca la fie- bre y entonces se repite la misma aplicación, y lo mismo se ha- rá siempre que repita. Si la fiebre fuese muy fuerte, ó estuviese yá en el quintó ó sexto dia, las primeras sábanas que se le apliquen han de ser mas en número, renovadas como queda dicho, cada media ho- ra: esto es, se le aplican ocho sábanas en cuatro horas, pasando luego al baño de tina en el temple y por el tiempo que qUe- da dicho arriba: en seguida, se le aplican otras cuatro sábanas —35- renovadas en el término de dos horas; entonces se le da otro baño de cuatro minutos, siempre con frotaciones, concluido el cual, pasa á la última sábana, donde se le dejará reposar dos horas, y al fin de ellas se le dará el lavatorio como queda di- cho en el antetrior tratamiento, y lo mismo será respecto á la a- gua que debe tomar, el lienzo en la cabeza, y la repetición de las aplicaciones á la reaparición del acceso febril. Si la fiebre fuese maligna ó pútrida, ó el enfermo estuviese ya en el décimo ó duodécimo^ dia de ella, las primeras sába- nas se le renovarán cada diez minutos, luego cada cuarto de hora, hasta que hayan pasado tres ó cuatro horas en estas apli- caciones: entonces se le pasa á la tina por seis minutos, como arriba en cuanto á las frotaciones y temple del agua: después, se le sigue aplicando las sábanas renovadas cada media hora, por tres horas, ó seis sábanas, y al fin de ellas el segundo baño: después se le deja reposar y traspirar en otra sábana por dos ó tres horas,j5 mas si la traspiración fuese copiosa, después de lo cual se le da el lavatorio acostumbrado; agua bebida y lienzos, como arriba. Hay veces que con solo una aplicación bien hecha se corta la fiebre, principalmente si se le atiende en los primeros dias; mas cuando son algo fuertes, ó se han desatendido por algunos dias, suele reaparecer diariamente; y así, luego que aparece, se vuelve á repetir la misma aplicación, aunque podrá mitigarse un poco el rigor del método, supuesto que en las reapariciones nunca vuelve con tanta fuerza, como al principio del tratamiento. Es rara la fiebre en que no sea necesario el uso de los baños de asiento, lavativas, baños de pies y vendajes; en lo cual se procederá segun la complicación que traiga: cuando viene a- companada de alguna afección al pecho, al hígado, bazo, estó- mago ó vientre, ademas de las sábanas, se le darán uno ó dos baños de asiento (n.° 35.) al dia; igual ó mas número de lava- tivas (n.* 60.), y vendajes (n° 11. y sig.) de dia y de noche en las partes que estén afectadas: asimismo se le dará cuanta agua^quiera tomar fuera de las horas de la digestión. Cuando sucede que las fiebres, principalmente tifoideas y maligna?, cau- san fuertes afecciones al cerebro, á las aplicaciones dichas se aumentará un paño de pies (n.° 43.) cada dia por tres cuartos de hora: la agua para este baño, lo mismo que para los de á- siento, ha de ser fria, y asimismo para bebida y lavativas. El alimento durante esta enfermedad, debe ser sencillo y de fácil digestión, de los indicados en el régimen alimenticio; puede hacerse uso de todos los atoles, menos el de maíz.—El último baño ó lavatorio que se da á los febricitantes después de haber traspirado en la última sábana, ha de ser, como que- da dicho, en agua puramente quitado lo frió. Después de es- te baño, al menos cuando la fiebre se ha atacado en su prin- cipio, bien puede levantarse y hacer un rato de ejercicio, siempre con las precauciones que se han indicado en el (n. ° 4. °): no se crea esto inverificable: ha habido persona en Guadalajara, (una Señorita principal), quien una hora después de habérsele cortado la fiebre del modo indicado, ha bailado un rato la Polka y luego ha ido á visitar á sus amigas: á este res- pecto pudiera referir muchísimos casos; pero baste con de- cir que, el que noticioso de este método muere con fiebre, es porque quiere: tal es la seguridad que hay del triunfo en es- tos males: una constante práctica no solo de años, sino de siglos garantiza Ja eficacia del agua para curar esta clase de enfermedades. COLERA MORBO. Una de las enfermedades mas terribles y violentas es el Cólera morbo, que en diversas épocas ha sido el azote que ha desvastado la Europa, Asia, América y otros países, y á pesar de la ciencia médica y la riqueza de la farmacia, cuan- do llega á un pais, sacia su antojo carnívoro, sin que la fa- cultad pueda privarle de la presa que agarra. Si se hicie- ra una recopilación de la inumerabilidad de rezetas y medios curativos que se indican en tontos autoros de medicina para cortar y destruir esta enfermedad maligna, cualquiera diria admirado, ¿cómo es posible que tanta gente perezca víctima de este mal para cuya curación hay hacinados en las boticas tantos remedios? á ese curioso que asi preguntase, le contes- taría yo preguntándole también, ¿por qué de otras muchísi- -u7— mas enfermedades se mueren casi todos, sin haber podido sa- nar de ellas, habiendo para esos males tantos ó mas remedios que para el Cólera morbo? claro es que los tales remedios, ó han perdido su virtud, ó no son adecuados para los males á que se aplican: no sucede asi en la Hydropathia; el Cólera mor- bo como las demas^enfermedades están sujetas á su jurisdicion. Los síntomas que caracterizan el Cólera son, vómitos, erup- tos agrios, dolor flatulento ó ventoso en el estómago y los in- testinos; deposiciones de bilis, verde, 'amarilla, ó negra, pulso vivo, sed, dolor en el ombligo, convulsiones, obstrucción de orina, fatigas crueles, sudor viscoso y otras; á todo esto sigue luego el enagenamiento de la razón, y cuando es cólera asiático, se les suele poner los ojos hundidos y con un cerco amoratado. MÉTODO.—Cuando los síntomas dan á conocer el mal, se mete al enfermo en el medio baño (n. ° 24 y sig.), cuidando de suspender la tina por el lado de los pies, de modo que las pier- nas queden fuera del agua: durante este medio baño se le dan frotaciones con las manos mojadas en agua fria en'todas las partes del cuerpo que quedan fuera del agua, y se le ponen en la cabeza lienzos mojados en agua fria; al mismo tiempo se le da á tomar ¿oda la agua que pueda, y aunque esta le cause mas vómito ó despeños, se le sigue dando en bastante cantidad, con la seguridad de que por el medio indicado cederán luego los síntomas: entonces se le sacará del medio baño, y enjuto el cuerpo, se'le dan frotaciones á mano seca, generales, hasta que se haya calentado el enfermo, y entonces se le envuelve en una frazada para recibir un sudor enseco (n.° 1. y sig); debe su ■ dar de hora y media á dos horas, segun su edad ó robustez, ha- ciendo durante el sudor cuanto se ordena en el número citado: al sudor se sigue el baño en agua casi fria por ocho ó diez mi- nutos con frotaciones generales, y después frotaciones á mano seca. Pasadas tres horas después de esta aplicación, se le ele- be dar un baño de asiento, seguido de dos lavativas: esto se de- ben repetir por lo menos dos veces al dia: es probable que el mal vuelva, aunque no con la misma fuerza/y] reapareciendo los síntomas, se repetirá la misma aplicación que al principio; si hubiesen calambres en las extremidades, se meten en agua —38- fria y se frotan hastT que cesen, y si hubiese parasismos ó des- mayos, se le darán frotaciones generales con lienzos mojados y exprimidos, y lavativas de agua fria. Cortada la gravedad del mal por medio del medio baño y procedimiento sudorífico indicado, se seguirá con este otro mé- todo hasta que se sienta completamente restablecido: baño de asiento (n.° 35. y sig) mañana y noche, y después de cada ba- ño de asiento una lavativa: á la hora competente (n.° 88.) un sudor de sábana mojada (n.° 8. y sig.) con su correspondiente baño casi frió: en la tarde un baño de abluciones (n. ° 29.), be- ber mucha agua y hacer ejercicio al aire libre: en todo el tiem- po del tratamiento se debe cuidar mucho, que los alimentos sean sencillos y de fácil digestión. ACCIDENTE DEL RAYO. Se ha observado muchas veces, que cuando un rayo cae cer- ca de alguna persona, le causa un parasismo tal, que cae casi muerto, ó al menos no presenta signo alguno de vida, no qbstan- te de no ser mas que una paralización general la que padece: en estos casos se debe ocurrir inmediatamente al baño de ducha (n. ° 31. y sig.), y á falta de ducha natural, se suple hechándo- le agua desde alguna elevación con un cántaro ó cualquier otra cosa por largo rato: la eficacia de esta aplicación se comprue- ba por varios casos en que se ha practicado con tan feliz éxito, que los dichos atacados del accidente del rayo, se han [levan- tado inmediatamente, buenos, sanos y sin la menor lesión. CAPITULO 10.° ENFERMEDADES DE LA CABEZA. INFLAMACIÓN DEL CEREBRO. Esta enfermedad algunas veces solo es síntoma de alguna fiebre; pero en otras es enfermedad local á que acompañan los siguientes síntomas: los ojos colorados, fuerte dolor de cabeza —39— sueno interrumpido, muy encendido el color de la cara, estreñi- miento, retención de orina, zumbido en los oídos y la lasitud ge- neral. MÉTODO.—Para curar este accidente es menester causar una raccion, lo cual se verifícala de este modo: por la mañana se leda un baño de pies (n.° 43. y sig.) de tres cuartos de hora; hora y media después del desayuno, se le da baño de a- siento segun se explica en el (n.° 3S.y sig.): por la noche otro baño de pies como el de la mañana, y vendajes (n.° 16.) en la caveza para dormir en la noche: obsérvese escrupulosamente cuanto se expresa en el (n.3 38.) citado, respecto al baño y to- das sus circunstancias posterios: todas estas aplicaciones deben repetirse hasta que haya terminado el mal, y entonces se sigue por cuatro ó seis dias, con baños de asiento (n.° 35.) mañana y noche, y sábana mojada (n.° 8.), concluyendo asi la curación. DOLORES DE CABEZA. Hay varias clases de dolores de cabeza, segun las diferentes causas de que pueden provenir: se llama dolor de cabeza á la afección dolorosa que se fija en toda la cabeza ó parte de ella; este dolor suele causar una postración general y algunas veces calentura: cuando el dolor de cabeza se hace periódico v ocu- pa una parte de la cabeza, se llama comunmente jaqueca, y si se fija en un solo punto de la cabeza, como de la circunfe- rencia de un real, se llama dolor clavo, y cuando no pertenece á uno ni otro se llama dolor de cabeza común. MÉTODO—Para el dolor de cabeza común, basta este méto- do; tres veces en el dia, esto es; por la mañana, á medio dia y en la noche, meterá la nuca en agua fria (n. ° 40, y sig.) por diez minutos, luego un lado y después el otro, por cinco minu- tos cada uno; á esto se sigue un baño de pies (n. ° 43. y s\s.) por veinte y cinco minutos: en el resto del dia se aplicará al rededor de la cabeza una venda mojada y descubierta y toma- rá agua. Si fuese dolor llamado jaqueca, admite dos clases de cura- —40— «ion: esto es; para mitigar ó libertarse de la afección presente, o para curarse radicalmente: para lo primero basta darse un baño de asiento (n. ° 35. ) por media hora, y seguido de este, un bario de pies (n. 43.) de tres cuartos de horar en todo este tiempo se pondrá un lienzo frió descubierto en la cabeza, y concluida la aplicación de los baños, se aplicará vendaje (n.* 15.), reno- vándolo luego que se caliente. Para curarse radicalmente de este mal, se observa este" me- todo: por la mañana, baño de cabeza y pies en la misma forma que se ha dicho para el dolor de cabeza común: á la hora com- petente, sudor en seco (n. ° 1. y sig.) por ocho dias, y otros tantos, sudor de sábana mojada (n. ° 8. y sig.), siguiendo con esta alternación hasta sanar bien; en la noche baño de asiento como en la mañana y antes de acostarse un baño de ablución fria (n.° 30), y vendajes do sien á sien para dormir: beber a- gua y hacer ejercicio. Para el dolor de clavo, sea cualquiera la causa de que pro- venga, lo que es difícil averiguar, debe darse primeramente un baño de ablución (n.° 30.), al que se sigue un baño de asien- to (n. ° 35. y sig.) de dos horas, renovándose el agua cada vein- te minutos: si con esto repetido en la tarde no se cortase el mal, se entabla este otro; por la mañana baño dé nuca (n,° 40.) por ocho minutos, seguido de un baño de asiento dé mediadora ó tres cuartos, con lienzos mojados en la parte adolorida; a la hora competente (n.° 88.) sudor de sábana mojada (n. ° 8.) por hora y media: á medio dia ablución (n.° 30.); seguido de baño de a- siento de media hora: en la noche baño de pies (n.° 43.); po- nerse un vendaje caliente en la nuca para dormir, y beber a- gua en el dia. FRIALDAD DE CABEZA. Esta se distingue de las demás afecciones celébrales, en que cuando el mal procede de frialdad, se siente pesadez continua, acompañada algunas veces de estupidez, y sensación do frió en la parte afectada. MÉTODO.—Para este mal se da por la mañana baño de ca- beza (n.c 40. sig): ala hora competente, sudor de sábana mo- -41- jada (n.6 8.) por hora y media con su respectivo baño de ti- na en agua semi-tíbia, lienzo mojado y renovado en la cabeza durante la sábana, y en la noche baño de asiento y vendajes para dormir. APOPLEJÍA. Hay dos clases de Apoplegía, llamadas Sanguínea y Serosa; los síntomas que caracterizan la primera son, pulso fuerte, infla- mada y encarnada la vista, la cara y los brazos hinchados, res- piración dificultosa, privación del habla y del conocimiento y calor en las extremidades: los de la apoplegía serosa son casi los mismos con la diferencia de que en está la vista está páli- da, los labios amoratados y por lo regular frias las extremidades. A las personas propensas á estos ataques, para precaverse de ellos, les será muy conveniente hacer uso Continuo de los ba- ños de ablución (n9 28.) y evitar la mucha contracción men- tal, con alguna abstinencia de los alimentos fuertes. MÉTODO.—Durante el acceso, á la persona acometida de este ataque, sea sanguíneo, sea seroso, se le aplicará baño de asiento de una hora, seguido de baño de pies (n.° 35 y 43.) por el mismo término, y durante uno y otro baño se le aplican lienzos mojados y frecuentemente renovados en la cabeza, fro- tándole al mismo tiempo con lienzos exprimidos, los brazos y espalda ert el de asiento, y de media pierna para bajo en el de pies: luego se le ponen lavativas repetidas. Si con la repeti- ción de estas^aplicaciones, no cediere el ataque, se le darán fro- taciones generales con lienzos mojados y exprimidos desde un cuarto de hora hasta media hora, sin que en todo este tiempo falte el lienzo mojado y descubierto en la cabeza. Con estas a- plicaciones cederá el ataque tan pronto y mas eficazmente que con las sangrías debilitantes y tópicos desabridos. Después de vuelto en sí el paciente se le dará á tomar agua: toda la agua de que se haga uso, ha de ser fria: la pieza en que esté el apo- plético debe tener ventilación libre, y no se le deja estar acos- tado durante el ataque. El modo como deben curarse radicalmente las personas afectadas de ataques apopléticos, será el siguiente: por la ma- lí -42— ñaña se dura una ablución (n.* 28): á hora competente, sudar de sábana mojada (n. c 8.) y baño frió: por la tarde una du- cha general (n.° 31. y sig.): en la noche baño de asiento: be- ber agua en abundancia y hacer ejercicio moderado, siguiendo este método hasta sentirse libre de los ataques-, ALFERECÍA O EPILEPSIA. Esta enfermedad temible tiene síntomas tan conocidos que apenas puede nadie equivocarse en su clasificación: los genera- les son caer la persona atacada sin sensación ni conocimiento, con grande agitación y violentas convulsiones, la vista torcida y encarnada, la respiración y pulso á veces insensibles, depo- niendo algunas ocasiones involuntariamente el excremento y la orina: hay, no obstante, algunos Epilépticos que no pierden el conocimiento, y otros qué se rien, lloran, y hacan otras cosas ridiculas. MÉTODO.—Durante el acceso debe dársele baño de pie« ( n.° 43. sig.), con frotaciones de medio cuerpo abajo con lien- zos mojados. Si esta enfermedad es hereditaria, y Jo mismo cuando procede de algún defecto orgánico en el cerebro, se re- conoce por incurable (en cuanto á cortarla radicalmente, pero aun en este caso se obtiene mucho alivio sugetándose al si- guiente método). Si procede del sistema nervioso, es curable y se observará este método: por la mañana baño de asiento (n.° 35. sig.): á hora competente aplicación de sábana mojada (n.c 8.) por una hora, y en vez de baño de tina, seguirá á la sábana una ablución (n. ° 28.): en la tarde otra hora de sábana y ablución: en la noche baño de asiento; beber bastante aguo, respirar aire puro, hacer ejercicio moderado y de preferencia a- caballo: esto se debe repetir diariamente por largo tiempo has- ta que se logre fortificar el sistema nervioso. SORDERA. {'malquiera que sea la causa de este mal, «uele ceder con la aplicación repetida de este método; por la mañana y lo mismo en la tarde, ablución (n.° 30.) y ponerse un \rndaje seco de aeche encima de las orejas: si con esto no mejorase á los echo dias, seguirá este otro método: por la mañana se mete un lado de la cabeza en agua por diez minutos y luego el otro lado por otros diez á lo que se sigue un baño de pies do media hora: á hora competente (n.° 88.) sábana mojada (n.° S.) por hora y inedia: en la noche baño de asiento (n.° 35.> sig.), y antes de acostarse una ablución (n.® 30.) vendajes (n.° 10.) bien fo- mentados al rededor de la cabeza para dormir. 50LOR DE OÍDOS. Este dolor suele ser bastante violento causando mucho des. velos y angustia, y á veces accidentes convulsivos: puede pro- ceder de diversas causas, y no siendo por algún cuerpo duro ó algún insecto que se haya introducido (los'cuales se sacan con el auxilio de unas pinzas), el método curativo será el siguiente- METODO.—Por la mañana se dará un baño de asiento (n,° 35.) aplicándose lienzos á los oidos: á la hora competente sudor en seco (n.° 1. yj sig.): antes de comer, meterá la cabe- za en agua cinco minutos cada lado; en la noche volverá á me- ter la cabeza en el agua, como á medio dia, á lo que se seguirá un baño de pies (n.° 43. y sig.) por media hora: en todo el dia, fuera del tiempo de las demás aplicaciones, se usará de unas hilas mojadas dentro del oido, renovadas cada hora, cubiertas las orejas con vendaje seco: esto mismo se hará para dorm¡rebe- berá bastante agua, haciendo ejercicio moderadoj siguiendo es- te método hasta sanar. INFLAMACIÓN DE LOS OJOS. Las personas que acostumbran trasnochar, principalmente leyendo ó escribiendo próximas á la luz artificial, están muy propensas á ser acometidas de esta enfermedad incómoda y en la que el paciente apenas puede sufrir la luz: además de es- to, los síntomas que le acompañan son dolor punzante y agudo en' los ojos, hinchazón, y se ponen encarnados; suelen caigar^e tambien de un ardiente humor reumático (pie corre con fre- cuencia por '.as mejillas, acompañado de un pulso vivo y algo —44- de calentura. No debe retardarse la curación de este mal, cu- yas consecuencias son bastante fatales: si la enfermedad és re- ciente, su curación se verifica muy pronto; pero si es crónica, so muestra algo tenaz, y es preciso tener bastante constancia: en uno y otro caso, se procederá á la curación segun el" siguiente método. MÉTODO.—Por la mañana se data un baño de cabeza (n. ° 40. y sig.): mientras dure la nuca dentro del agua, se de- berá echar agua en los ojos, segun la instrucción citada e n el (n. ° 50.): á la hora competente se dará un sudor en seco (n.9 1. y sig.) por cuatro dias y otros cuatro sudores de sábana mojada (n. ° 8.) alternando así en su prosecución para las enfermedades crónicas: en la noche otro baño de cabeza 'en la misma forma que el de la mañana: antes de acostarse, baño de- asiento (n.° 35. y sig.) y un vendaje (n. ° 10.; al rededor de la cabeza para dormir: durante el baño de tina que sigue al su- dor, se le dan frotaciones de medio cuerpo abajo. En las in- flamaciones crónicas, después de haberse aplicado el dicho mé- todo por un mes, se irá mitigando su rigor aplicándose un dia, uno de los sudores citados y al siguiente en lugar del sudor, se dará una ablución (n.°- 30.), omitiendo en la noche el baño de cabeza, y siguiendo de este modo con la alternación de sudor y ablución, baño de cabeza, en la mañana, y de asiento en la noche, vendajes, ejercicio y beber agua hasta la completa curación. GOTA SERENA, Esta enfermedad consiste en la pérdida total de la vista sin causa aparente ni defecto ostensible en los ojos: puede prove- nir esta enfermedad de compresión en los nervio* ó de fijarse la serosidad en los órganos de la vista: también puede provenir de la destrucción del nervio óptico: proviniendo do esto último, no admit-' curación, pero m la admite proviniendo de la¿ pri- mera causas indicadas y se practica del modo biguiente. MÉTODO.—Por la mañana se dará un Laño de u^nto (n.p 3ó. y sig) poniéndose durante ¿1 hvuzja mojados friUi -45- de sien á #ién: á la hora competente (ru* 88) «ador &i sé«» (n.° 1. y sig.) por quince dias, y por otros quince, sudor de sábana mojada (n.° 8. y sig.): á medio día baño de ojos (n.° 48.), á lo que se sigue meter un lado de la cabeza eu el agua por diez minutos y por otros diez el otro: mientras un lado es- té dentro del agua, se echa en el otro desde media vara de e- levacion una ducha (n.° 31. y sig.) delgada, con un jairito y lo mismo se haéé luego en el otro lado: en la noche baño de a- siént5 seguido dé baño de pies (n.° 43. y sig.), y para acostar- se vendajes (n.° 16.) en ambas sienes: en esta formase sigue el método lo menos por un "mes y después se mitiga sü rigor aplicándose el sador un dia sí y otro no, pero sin omitir las de- más aplicaciones. ^CATARATAS. i r guando hay cataratas en los ojos, se debe atener a este mé- todo: por la mañana se le dará un baño de cabeza (n.c 51.) á que se sigue un baño de asiento (a.9 35. y sig.); á medio dia se repite esta misma aplicación, y en la misma forma en la no- che; á la hora competente, se dará un sudor en seco (n.e 1. y sig.) un dia, y los dos dias siguientes en lugar del sudor se dará una ablución (n,° 30.) siguiendo en esta alternativa de sudor y ablución, sin omitir las demás aplicaciones hasta que las cata- ratas hayan desaparecido del todo: también debe hacer ejer- cicio y beber agua. Ojos adoloridos, vista corla ó endeblez de vista. Para la curación de estas afecciones, se usa un método.sen- cillo que consiste en darse por la mañana un baüo de nuca (n.* 40. y 50.) por quince minutos, poniéndose un lienzo moja- do sobre la frente, tanto durante el baño de nuca, como mien- tras el baño de pies (n.° 43.) que debe darse en seguida: áh hora competente, se dará sudor do sábana (n.= 8.) un din, y el otro, baño de ablución (n.° -K): á la >-. lícita, —: u. . —4G— siento, e»n litazo en la frente; en la noche baño de nuca y pies como en la mañana, poniéndose vendajes (n.5 1G.) en la fren- te para dormir. Manchas de sangre y nubes en los ojos. Las nubes en loa ojos generalmente son efecto de alguna in- flamacion, y es preciso no descuidarlas, porque pueden ocasio- nar la ceguera: el método que se debe emplear en esta cura- ción es, darse por la mañana un baño de asiento (n.® 35.): á. la hora competente, un dia sudor de sábana mojada (n.Q 8.) y al siguiente una ablución (n.4* 30.), siguiendo así todo el tiem- po que sea necesario: á medio dia, los días que se haya dado ablución, se dará un baño de-nuca (n,° 50.) seguido de un ba- ño de pies (n.° 43.): en la noche baño de asiento como en la mañana, y un vendaje caliente en la nuca para dormir: beber agua y hacer ejercicio moderado. Esto mismo se hace cuando aparecen ramas de sangre en los ojos. CEGUERA. No parezca estrano, que la ceguera ocupé un lugar en la no- menclatura de las enfermedades curables en la Hydropathia: muchos de los que habían sido privados de esta interesantísima función la han recobrado á beneficio de una constante aplica- ción del método en esta forma. MÉTODO.—Por la mañana debe dársele un baño de cabe- za (n.° 40. y sig.) y en el tiempo que permanezca la nuca dentro del agua, se le echará agua en los ojos segun la instruc- ción (n.° 51.) á la hora competente se dará sudor en seco (n.°. 1.) un dia, y al otro, de sábana mojada (n.= 8.) siguiendo así constantemente: á la hora en que caliente el sol, se hará la a- pl.caeicn citarla en el („." 4V.): en la noche se dará baño de asiento (n. ° 35.) y se pondrá \,ndajes (u.° M. y s¡g.) dia y noche ^Lre ^ ojos: beberá bastante agua, y se le Jia.°'t hactr ba;i.dnle ejf j t icio. —4,>— DOLOR DE MUELAS. Es el mayor petardo arrancarse las muelas porgue duele», á no ser que estén del todo cariadas y que en ninguna manera sirvan ya para la masticación: las mas veces esta afección es causada por la fluxión humoral que carga sobre la membrana en que está envuelta la raiz de la muela,: y de consiguiente cualquier remedio que sea capaz de desalojar este humor ar- diente de la parte que ocupa, es preferible al remedio sin reme- dio de sacarse la muela: ¿acaso, cuando duele un ojo es buen remedio sacárselo para que no duela mas? aquí puede deeirsa que el remedio es peor que la enfermedad, pues afuerza de sacar- se las muelas, quedan muchas personas sin tener conque mas- ticar los alimentos, que es ciertamente una circunstancia nece- saria para la buena digestión. Para la curación de esta afee-. cion, copiaré lo que dice Claridge. MÉTODO—"Se llenan dos vasijas de agua, una fria y otra tibia: se llena la boca de agua tibia y se tiene hasta que em- piece á calentarse y entonces se cambia: entre tanto se deben meter las manos constantemente en agua fria, y con ellas frotar con violencia toda la cara, las mejillas y detras de las orejas: esta operación se debe continuar hasta que cese el dolor." Cuando después de aplicarse el método indicado poruña ho- ra, no cesase aún el dolor, se tomará un baño de pies en una pulgada de agua por espacio de tres cuartos de hora, tomando buchadas de agua tibia al mismo tiempo, alternando estas a- plicaciones hasta la desaparición del dolor. ULCERACIÓN EN LA BOCA. En este mal debe observarse, si las ulceras que aparecen son ó no sifilíticas, y en tal caso se ocurre al método general qne se indicará hablando del virus sifilítico ó mal venéreo: si fuesen signos de escorbuto, se sujetarán al método establecido para esa enfermedad; y si á ninguna de estas clases perteneciese, aunqne sea desconocida la causa de que procedan dichas Ungns ó úlceras, se curarán por el sencillo método siguiente. —48— MÉTODO.—Al levantarse por la mañana, hará gárgaras, y unas cuantasj buchadas de agua tibia, dándose á continuación un baño de asiento (n.° 35.) á las diez de la mañana un baño de ablución (n.® 30.) seguido de ün baño de pies de media ho- ra, y durante estas aplicaciones repetirá las buchadas de agua tibia: en la tarde otra ablución en la misma forma, y por la noche baño de asiento como en la mañana. Si con estas aplicaciones repetidas por seis ú ocho dias, no cesase el mal, se seguirá dé este modo: por la mañana y noche como arriba: á la hora competente sudor en seco(n.c 1.) por eTatrcTclias, é igual número de sábana mojada (n. ° 8.), siguiendo esta alternación el tiempo que fuese necesario: todas las tar- des ablución (n.* 30.): beber bastante agua yjiacer cjerfieio- ESCORBUTO. Esta enfermedad tiene síntomas muy declarados, y son, a- licnto fétido (á veces insoportable) palidez en el rostro, pesadez de cuerpo, las encías coloradas, sanguinolentas, ulceradas, y que ■ á la menor presión arrojan materia, flojedad en la dentadura, manchas coloradas ó amoratadas y á veces negras en el cutis, principalmente en los muslo?, pantorrillas y brazos: úlceras [en la boca y la nariz; orina fétida y dolores vagos por todo el cuerpo. Kr.tos son los principales síntomas, los cuales (varían *egun los diversos humores de 1as personas, su mas 6 menes e- dad, ó segun la diferente temperatura, siendo mas declarados y fuertes en los paises fríos y húmedos. Segun lo mas ó menos grave del mal, así se seguirá con másemenos rigor el méto- do siguiente. MÉTODO,—Por la mañana se dará un baño de asiento (n.° 35) después de haber hecho gárgaras y buchadas con agua ti- bí;*: durante el baño tendrá agua tibia en la boca, y con las manos mojadas en agua fria se frotará la parte exterior enci- ma de las encír.s para abajo hasta la garganta: á la hora com- petente suder de sábana mojada (n. ° 8.) por seis dias, otros tantos sude res enseco (n.c 1.) siguiendo esta alternativa has- ta que el mal haya, declinad*: en la tarde baño de aLlucion m.° v¿S.): ei> la noche baño de aliento por veinte minutos te- •■ 4 Ma- guido de baño de pies (n.a43.) por media hora 6 tres cuarto*: los enjuagatorios de agua tibia deben repetirse todo el dia, y se debe beber bastante agua. Si el escorbuto no se presentase con síntomas tan fuertes, bastará darse por la mañana el baño de asiento y demás cir- cunstancias expresadas arribará la hora competente, sudor de sábana por hora y media, un dia, y al otro ablución (n. ° 30.): en la noche baño de pies de tres^cuartos de hora: buchadas to- do el dia, beber agua y hacer ejercicio moderado. Este mis- mo método se seguirá cuando haya declinado el mal curado se- gun el método anterior, disminuyendo después las aplicaciones, según queda advertido en el (n.9 86.) HEMORRAGIA NASAL Y RESFRIADO f>E NARIZ, Un error común, fundado en la opinión de graves facultati- vos, es tener por un gran beneficio la hemorragia por las nari- ces, en vez de considerarla como una enfermedad ocasionada por la rotura de algunos basos ó la depravación de los humo- res: cuando este derrame es muy abundante, hace la facultad algunas aplicaciones que tienen por obgeto, solo minorar (y á veces suprimir) la hemorragia sin cortar la causa principal» de qué resultan después otros males sin término. La Hydropathia, cura este mal con la misma facilidad que los, demás. MÉTODO.—Durante la afección ó para contener dicha sangre se debe meter la nuca dentro del agua, poniendo al mismo tiempo lienzos mojados (todo 'en agua fria ) en la garganta y el estomago: si esto no bastase para contenerla, se dará un ba- ño de asiento (n. ° 35.) en agua lo mas fria que se pueda con lienzo mojado en la nuca y además puede darse un baño de pies (n.° 43.) Para la curación radical, se" da un baño de asiento por la ma- ñana con lienzo en la nuca: á la hora competente, un dia su- dor de sábana mojada (n.° a^^tbiidiiíitsj^ajfinte ablución —so— (n.* 2S.): por la noche baño de asiento como en la mañana*. beber agua, hacer ejercicio, y seguir este método hasta sanar bien. Para el resfriado de nariz, "se suerbe amenudo agua fria por "la nariz y se usa un vendaje seco en la frente por la noche." (Claridge,) INFLAMACIÓN DE GARGANTA, ANGINA O ESQUINENCIA. La irritación fijadacn la Laringe, la faringe, la traquíarteria ó el exofago es lo que causa la inflamación de garganta llama- da Angina ó Esquinencia: sus síntomas son, dolor agudo en la garganta, particularmente al tragar alguna cosa; dificultad en la respiración, el pulso mas fuerte de lo ordinario; á esto se si- gue regularmente una fiebre y entonces se enciende la vista, so cbserva mucha vivacidad en los ojos, poniéndose centellantes; suele enegrecerse la lengua é inflamarse algunas veces: en es- te estado, no pudiendo pasar al estomagóla comida y bebida, las suele echar por las narices; á todo ésto] suele acompañar u- na continua basca: estos son los síntomas mas comunes que se observan en todo ó en parte segun la mas ó menos malignidad de los humores en la persona que padece la angina. MÉTODO.—Por la mañana deben hacerse gárgaras dándo- se en seguida un. baño de asiento(n.° 35.) seguido de baño de pies de tres cuartos de hora, y durante estos baños se ponen lienzos fríos en la garganta: dichos lienzos no deben faltar un instante, tanto durante las aplicaciones, como en los intervalos, renovándolos continuamente, advirtiendo que estos lienzos han de estar descubiertos: á la hora competente (88.) ú no hubiese fiebre se dará un sudor en seco (n.® 1. y sig.), y si la hubiese, se aplicará la sábana mojada según se ha explicado en el (cap. 9.° tit. fi3bres): en la ^tardecita, si ha seguido el mal con fuer- ta, se repetirá el sudor de la mañana con las mismas circuns- zancias; y si con las aplicaciones de la mañana hubiese cedido, bastará á esta hora una ablución (n.° 30.): en la noche baño de asiento y pies cumo en la mañana; repitiendo al dia siguien- —51— te estas aplicaciones con igual ó menos rigor, segun se presen- te el mal, y siguiendo después un método pasivo (n.* 86.) si- quiera por quince dias. MAL DE GARGANTA COMÚN. Suele experimentarse á veces un dolor de garganta que, ni presenta los síntomas de la angina, ni es tan peligroso como a* quel: pnra'esta^clase de dolor se debe hacer gárgaras en ayu. ñas y todo el dia con agua fria, frotando con la mano mojada la garganta y el pecho; en seguida debe darse un baño de pies (n. ° 43.) con las mismas frotaciones durante él: después de es- to se pone un vendaje caliente en el pecho y garganta: esto mismo se repetirá en la noche. Si para el dia siguiente no mejo- rase, repetirá las mismas aplicaciones del día anterior, y ade- más, á la hora competente, se aplicará la sábana mojada (n.° 8.) por hora y media, y en la tarde una ablución (n.° 30.), y beber mucha agua. ESCRÓFULAS 6 LAMPARONES. Este mal suele aparecer regularmente detras de las orejas 6 debajo de la barba; otras veces bajo el sobaco, en el pecho, en las ingles, manos y pies: al principio son unos pequeños bulto?, y van aumentando gradualmente, hasta formar un tumor duro y grande. MÉTODO.—Por la mañana debe darse una ducha (n.°:3l.) de menos de una pulgada de gruesa en las partes escrofulosas por tres minutos, á que se seguirá un baño de asiento (n. ° 35.). antes de la sábana, otra ducha y á la hora competente,'* sudor de sábana mojada (n. 8.) y durante el baño de tina otra ducha; en la tarde, se dará otras tres duchas compartidas y una ablu- ción (n.* 28.); en la noche baño de asiento: en los intervalos del dia y lo mismo en la noche, vendajes (n. •• 14. y sig.) en las escrófulas, beber bastante agua y hacer ejercicio. Si las aplicaciones se hiciesen con agua del mar (es inmejora- ble para este mal) se seguirá el mismo método expresado. —AI- CAPITULO 11" ENFERMEDADES DEL PECHO. ASMA Y AHOGUÍO. Esta es una de las enfermedades reconocidas casi como in- curables por la medicina, quien solo suele aplicar en estos ca- sos algunos paliativos, que á veces proporcionan algún alivio ú los asmáticos, en lo cual procede la facultad con alguna cor- dura, pues las veces que en iguales circunstanscias empleare- medios para una cura radical, lejos de dar buen resultado, que- da el enfermo peor que antes, El asma se divide generalmente en seco y húmedo', en la pri- mera, suele haber poca expectoración, y abundante en la segun- da: los síntomas que caracterizan el asma, son respiración difí- cil y trabajos, frecuente y corta, y á poco que se ejercite en al- gún trabajo, ó en subir escalerps, la respiración es precipitada como si hubiese corrido mucho: se experimenta á veces dolor en el pecho é hipocondrios (parte situada bajo las costillas fal- sas) y á veces también en la espalda, á Jo cual sigue una tos continua. Esta enfermedad tiene sus intervalos, y se agrava por lo regular cuando se han tenido los pies húmedos, ó se ha recivido aire frió, ó si la atmósfera está muy cargada: entonces, se agravan las síntomas, se aumenta la ronquera y suele sobre- venir dolor de cabeza, basca ó nauseas, fiebre, opresión de pe- cho, pulso débil, palpitación de corazón y otros que se agravan de parte de noche no dejando dormir al enfermo, y á veces ni puede acostarse. La curación de esta enfermedad depende del buen acierto y exactitud en las aplicaciones, lo cual requiere el mayor cuidado, pues logrados los momentos favorables quese presentan, se obtiene á veces en poco tiempo la curación de un mal tan mortificante. MÉTODO.—Se debe meter al enfermo en el medio baño (n.° 21. sig.) observando cuanto allí se dice respecto á la ca- lentura que debe producir y el paso á la sábana mojada: mien- tra? el medio baño se \>< ponen lienzos mojados en la cabeza y -53- a9Í mismo se aplica un lienzo mojado en agua bien fria, en el pecho, el cual se renueva continuamente, y se le dan á tomar pequeñas cantidades de agua, todo lo cual se repite hasta que so .produzca la calentura, como se dice alli, aplicándose en segui- da la sábana y luego el baño de tina: esta misma operación se repite por seis ú ocho dias; y si después de tres horas de aplica- ción en el primer dia no se produjese la calentura, se pasa á es- te tiempo á la sábana; y después, cada dia se irá aumentando media hora mas en la duración del medio baño, con tal que se haga necesario para producir la reacción deseada: aunque se logre la fiebre en el primero, segundo ó cualquiera otro dia, no por eso se interrumpirá esta aplicación, sino que se seguirá con dicho medio baño y sábana hastaque se sienta bastante desa- hogado el pecho. Cuando se "experimente el desahogo mencionado después de dichos repetidos medios baños, se varía ya el método, siguiendo con este: por la mañana y noche baño de asiento (n.° 35. sig) en agua casi fria por media hora cada vez: á la hora competen- te sudor en seco (n. ° 1.) por ocho dias, y otros tantos de sá- bana mojada (n. 8.), alternando asi hasta que vaya desapare- ciendo el mal: entonces se sigue con solo la sábana, pero sin omitirjos?baños de asiento: la agua que se tome durante toda ja curación, ha de estar tapada desde la mañana dentro de al- guna pieza habitada, de la que ha de tomar abundancia, duran- te las aplicaciones y fuera de ellas, respetando las horas de la digestión: los vendajes que se usen en el pecho segun la ins- trucción de los (números, 14. y sig.) han de ser mojados en la misma agua tapada, á excepción de los que se aplican durante el medio baño, que estos serán en agua fria. Durante esta curación puede sobrevenir alguna afeeeion al bazo, hígado ú otra de las entrañas, en cuyo caso se echará una ducha, (n. 31. y sig.) en la parte afectada durante el baño de tina que sigue á la aplicación sudorífica, la cual será de la misma agua de la tina; y en este caso, en la tarde se dará una a- blucion (n.° 28.) y durante ella otra ducha como arriba; tam- bién se podrá echar ducha en la espalda desde dos á tres va- ras de elevación, y en el pecho desdo solo una vara: esta dueha -54— puede aplicarse á las mismas horas q«e la otra citada para al- guui de las entrañas afectadas. Los humores desalojados del pecho producen regularmento movimientoe y novedades extraordinarias en todo el sistema,prin- cipalmente en el vientre, á donde descienden para expelerse por las vias naturales: entonces se mitiga el rigor del método como queda dicho en el (n.° 79.), aplicándose lavativas de agua qui- tádole lo frío, y vendajes en el vientre: el ejercicio durante este tratamiento ha de ser moderado, y la falta de él puede suplirse con frotaciones generales á mano seca después de enjuto el cuerpo á continuación de las duchas ó baños de tina. Pulmonía y Pleuresía, 6 inflamación del pecho. La pleuresía se deja conocer de un modo alarmante y que exige la mas pronta atención: sus síntomas mas generales son, respiración dificultosa, fiebre continua, pulso frecuente y fuer- te, la vista inflamada, tos frecuente y seca, principalmente los primeros dias, la orina encendida, el esputo sanguinolentoi claro al principio y después espeso: pero lo que mejor caracte- riza esta enfermedad, es un dolor que se fija en un costado bastante agudo y que se aumenta al querer respirar, trasmi- tiéndose algunas veces al pescuezo ó al espinazo: se observa también en el enfermo mucha inquietud, "ansiedad y falta de sueño. Casi no hay diferencia entre la pleuresía y pulmonía, y si alguna hay, consiste en que en esta última el pulso es me- nos fuerte y menos agudo el dolor; pero la opresión y la difi- cultad de respirar son mayores. No anda mas acertada la medicina en la curación de estas enfermedades que lo suele en las fiebres y otras varias: abun- dantes sangrías, y tisanas pectorales gomosas es su mas favori- ta receta; medios insuficientes para extraer el mal humor de la parte que ocupa. La Hydropathia, sin necesidad de ocurrir ül método Hipopotamico ó del Dr. Sangredo, tiene poderosos recursos para triunfar de esta clase de males, atacando de un modo sencillo y directo la causa que los ocasiona. Sea cual- quiera la causa eficiente de estos «ales; bien, sea la sangre es- -55- táncada sobré tal viscera determinada» ó sea la superabundan- cia de fluidos que la sangre deposita en la cavidad del pecho, la Hydropathia no ocupará muchas páginas en esta cuestión, y tanto para una como otra enfermedad, el método es uno mismo. MÉTODO.—Antes que tenga lugar ninguna otra aplicación se le dará al enfermo un baño de asiento (n. ° 38. y sig.) en el que permanecerá hasta que se verifique la reacción, lo que se conocerá por los calofrios: entonces se le pasa á la sábana moja- da, procediendo en ella segun se ha dicho en el (cap. 9. tit. Fiebres) hasta que haya terminado la fiebre, pasando luego al baño de tina, cuya agua se pondrá ocho grados sobre la tem- peratura del Thermometro, aplicando después una sábana por dos horas, en la que debe traspirar, siguiendo á esta el lavato- rio (cap. 9. cit.). Si habiendo estado tres horas en él baño de asiento no se experimentasen los síntomas citados, á pesar de eso, se le pa- sará á la sábana por una hora; y en este caso, dándole dos ho- ras de descanso al enfermo, se le volverá á aplicar el mismo baño de asiento con las mismas circunstancias expuestas arri- ba y en el (n. ° 38.), siguiendo así hasta que se obtenga la reacción que se intenta. Si á pesar de las aplicaciones dichas, repetidas por dos ve- ces, se mostrase el mal tenaz y vigoroso siempre, sin minorar los síntomas y padecimientos, se observará el método con mas rigor; es decir, de este modo: Se le aplicará el baño de asiento citado, y cuando produzca los calofrios (ó á las tres horas, si no los produjese), se le pasará á la sábana mojada; esta se le re- novará de media en media hora hasta que termine la aplica- ción de cuatro sábanas en dos horas: entonces se le pasaá la tina, cuya agua estará casi fria, y en ella se le dará una frota- ción por tres ó cuatro minutos: terminado este, se le vuelve á dar inmediatamente el mismo baño de asiento y por el tiem- po que los anteriores, después del cual se le envuelve en u- na sola sábana por dos horas, con un lavatorio en seguida, como el anterior: esto se repetirá cuantas veces sea necesario y la violencia del mal lo exija, sin ser demasiado indulgentes con el paciente: pues, aunque las aplicaciones dichas son algo pesadas y de consiguiente mortificantes, pero el mal es ma,s -5(5- grave y pesado; y á" poca indulgencia que s*e acuerde "al enfer- mo, este puede agravarse hasta el grado de perder 'toda cspo- ranza, y entonces será tardo el arrepentimiento: este mal es grave, y por lo tanto exige todo el rigor Hydropathico para triunfar de él: córtese pues el mal en el debido tiempo, que luego podrá descansar el paciente siguiendo un método pasivo. Cortada la violencia del mal, se atendrá á la aplicación de dos baños de asiento (n. ° 35.) diarios, sudor de sábana por dos horas, lavativas, vendajes, beber agua y hacer algún ejer- cicio. Durante toda esta curación, se liará uso continuó dé lavati- vas de agua'casi fria, vendajes en' las partes afectadas (n. ° 14. y sig.)'sin olvidarse de ellos durante el baño de asiento, co- mo se dice en el (n. ° 38. sig.), los que en él presente caso se aplicarán en el pecho, y costado: tomará también bastante 'agua* en pequeñas dosis mientras todas las aplicaciones: cuan- do el dolor de costado es leve, basta aplicarse baños de pies (n.0 43.) vendajes y algún baño de asiento. ...,'. TISIS. Ó CONSUNCIÓN. . Esta enfermedad es causada regularmente por alguna úl- cera ó tubérculo que se forma en. el pulmón, el cual ya' ro - yendo poco á poco la parte sólida de él: se requiere para esto cierta predisposición orgánica, y las. personas propensas á cóñ- - traer esta enfermedad,, ,tienen por Jo regular sumido el .pechó, las espaldas altas y descarnadas, color bajo y mucha propen- sión á padecer, catarros y escupir sangre: los sjntomas que le -acompañan sonetos seca seguida de esputo^ purulento, salado, «unas .veces plom¡zo,..y Otras mezclado de sangre; una fiebre lenta,, «oiüinuay éticq, que se aumenta mas en la noche y •después de comer; esta se va comunicando poco á pqco á.to- • do el cuerpo y aumentando de dia en dia; los, dedos se ponen • pequeños, las. uñas pálidas- y torcidas para ¿ibajo, y se hipehan los pies. . « Esta es otra de las enfermedades declaradas decisivamen- te por incurables en la medicina: á las personas que teniendo -57— - este mal, pa^n de treinta años de edad, les recetan cuando mas un método hijiénico, que consiste en distracción, ejerci- cio, moderación eft los alimentos, &c: á los que tienen merlos edad, los remiten al tiempo, diciéndoles que en tal ó] cual e- dad la naturaleza hará un esfuerzo para librarse de esos males, y con esto dejan al enfermo esperando la llegada del tiempo: llega este buen viejo tan suspirado por el tísico, y dirigiéndole apenas una torva mirada, se pasa como siempre lo hace, y en- tonces ya no hay para él mas remedio que aislarse (pues aún las gentes se recelan de su trato) y esperar el golpe de la se. gur con que les amenaza la descarnada mano á quien se van a- similando» jQue distinto es el idioma de la Hydropathia/ esta le habla mas francamehteñte al macilento tísico y le dice en tono consolador, TRIUNFARAS DE TUS MALES, SI FUESES CONSTANTE EN ATACARLOS. ¿Y quién no prestará toda la constancia que sea necesaria para lograr un completo triunfo? Ciertamente; en la alternativa de sanar á no sanar, la decisión no es dudosa. El método que se debe observar en esta clase de males, principalmente siendo tisis Confirmada, es algo largo, pero sencillo y poco complicado. • MÉTODO.—Comenzará su curación dándose un baño de asiento (n. ° 35. y sig.) por la mañana después de haber to- mado un vaso de agua: á la hora competente se dará un su- dor en seco (n. ° 1. y sig.) poniéndose para él un lienzo tno-, jado en el pecho y espalda: las personas jóvenes deben su- dar dos horas, y los de alguna edad hora y cuarto á hora y. media' este sudor se lo aplicarán diariamente por espacio de, un mes, y pasado este seguirán con el sudor de sábana (n. ° 8) pof dos horas, sea de la edad que fuese: en este tiempo, se aplicarán dos sábanas; la primera se renovará á los tres cuartos de hora y en la segunda permanecerá hora y cuar- to, ó mas, si quisiese: pasado este segundo mes, seguirá con el sudor en seco por quince días y otros quince el de sába<- ña mojada: si después de esto hubiese aún algunos síntomas del mal, se sigue alternando un dia sudor en seco y al si- guíente una ablución (n. ° SO.) por veinte dias y después se -58- alterna el sudor de sábana con la ablución citada por tode lo demás del tiempo que sea necesario seguir la curación, ter- minándola esta según la instrucción del (n. ° 8C): todas las noches se dará una ablución (n. ° 28.) antes de acostarse. El vendaje se recomienda mucho de día y de noche en el peche y pulmón. Durante el baño de tina que sigue á la a- plicacion sudorífica, se hará uso de la ducha (n. ° 31. y sig.) desde una vara de elevación al pecho, y de dos varas á la espalda: el agua de estos baños, al principio se le elevará seis grados sobre la temperatura del Thermómetro Farhenheit y después de los primeros ocho dias se le irá rebajando medio grado diariamente hasta que quede en su estado natural, con la cual se continuará y concluirá. Se debe hacer bastante ejer- cicio'diariamente, y con preferencia á caballo; beber mucha agua, y usar de moderación en los alimentos. Catarro, Tos, Resfriado 6 Catarro costipado. Estas voces se consideran como sinónimas, pues todas es- tas afecciones emanan de una misma causa producida por la fluxión que cae al pecho, y la supresión de la traspiración: el método con que se curan los catarros, es excelente para lle- nar ambos objetos; esto es; para promover la traspiración y desalojar la fluxión humoral del pecho. MÉTODO.—En los catarros costipados inveterados se a- plicará por cuatro dias el medio baño (n..9 24. y sig.) pasa- dos los cuales se sigue dando sudor en seco (n. ° 1.) cua- tro dias y otros cuatro de sábana mojada (n. ° 8.): el baño con- súmente á uno y á otro sudor será en agua atemperada, doce grados sobre la temperatura del Thermómetro: los su- dores deben seguir alternándose hasta que el mal haya des- aparecido, y entonces terminar el método segun queda dicho (n. ° 8C): á mas de lo dicho, después de los cuatro prime- ros dias del medio baño, se dará baño de asiento (n. ° 35. y sig) mañana y noche, beber bastante agua y hacer ejercicio moderado: vembjes [n. c 11 y sig] dia y noche: si el mal -50- is resistiese algo,«e usará la ducha [n.,° 3L y sig.] en el pe- cho y la espalda. Si el mal es reciente, basta aplicarse una sábana mojada (n. ° 8.) por dos horas sin renovarse: la agua del consiguien- te baño en la temperatura indicada arriba: cuando ya ¡.haya desaparecido el catarro, se aplicará por dos dias la sábana mojada, bañándose luego en agua casi fria ó recien tomada, y ademas se dará dos baños de asiento, es decir, mañana y noche.—El agua de que se haga uso para bebida durante una y otra curación, ha de ser herméticamente tapada en al- guna tinaja, cántaro ó cualquiera tiesto dentro de una pieza habitada. Aneurisma ó palpitación de corazón. Esta enfermedad viene regularmente acompañada de afec- ciones histéricas: en su curación debeatenerse á la aplicación del sudor de sábana mojada diario (n. ° 8)4 y ademas baño de asiento (n. ° 35) después de tomar agua en la mañana, y este mismo se repite al medio dia y en la noche : vendajes (n. ° 14 y sig.) constantemente sobre el corazón, beber bastante agua, hacer ■ un ejercicio moderado, y cuando aparezca la crisis, regirse se- gun las instituciones análogas (n. ° 76 y sig). CAPITULO 12. Enfermedades del estómago y las entrañas% INDIGESTIÓN. Sea cual fuere la causa de la indigestión, es innegable que para producirla, debe haber en el estómago alguna materia in- digesta y dañosa, ó alguna fiema ó humor corrompido, para cu- ya expulsión ningún agente es mejor que el agua; ella disuelve esos humores sin irritar aquella entraña, y sin causar el extrago que el ruibarbo, la jalapa y otros precipitantes, conduce los hu- mores ya disueltos al canal intestinal para su expulsión. -60— MÉTODO.—Se dtbe tomar agua en nyunas en bastante ca«- tidád y hacer ejercicio, durante el cual debe seguir tomando a- gua: después del ejercicio es muy conveniente un baño de asien- to (n. °35) seguido de un par de lavativas, y luego se debe a- plícar vendajes (n. ° 14 y sig ) en el estómago de dia y de no- $foe; en la tarde se debe hacer ejercicio, y en la noche otro ba- ño de asiento: el alimento que se tome durante la indigestión ha ' de ser casi frió. Este mismo método deberán seguir las per- sonas propensas á, la indigestión, todo el tiempo que sea nece- sario para restablecer tan importante función. £>i después de aplicarse el método indicado por quince dias, no se experimentase completa mejoria,se aumentará á todo lo dicho un sudor en seco (n. ° 1) por cuatro dias, á la hora com- petente (n. ° 88), y después se sigue el de sábana mojada (n. ° 8), vendajes, baños de asiento, lavativas y abundante agua hasta sanar radicalmente; cuando ya se sienta del todo bueno el estómago, terminará la curación con arreglo al (n. ° 86). INFLAMACIÓN DE ESTQMAGO, Muchas causas tanto internas como externas pueden ocasio- nar esta enfermedad, y entre ellas, una de las principales, es el uso de las sustancias acres, como vomitivos, purgas, corro- kivos, el iodo y tantas otras cosas de esa naturaleza: también lo ocasiona el uso de alimentos indigestos; y puede [ocasionarla asimismo todío aquello, que puede producir una fiebre. Los sin" tomas que caracterizan esta enfermedad sod, indisposición, baj- ea y algunas veces vómitos,-caIor ardiente y dolor continuo en el estómago, el pulso ligero y duro, dificultad en la respiración: el estómago se hincha, y aparece duro al tacto, y á veces sue- len haber convulsiones y desmayos?; pero entro todos los sínto- mas, el que mas "declara esta enfermedad, es el dolor que se experimenta al to/nár algún alimento ó. bebida, principalmen- te rjauy caliente ó muy fria. ^¡IpTOPp.—Se mete al, enferme? en el me,dio. bafta (n. ° £4. y sig;) en el que permanecerá hasta quft se haya producido la calentura, haciendo cuanto «P dice á este respecto.sneJ núma» c« citado* a* el agua au.->G. lt 41 durante el medio hajio, la-m.- -li- mitase (que es lo mas cierto y lo mejor) se le seguirá dundo en pequeñas cantidades: la aplicación de la sábana consiguien- te al medio baño debe ser poruña hora ó mas; es de necesidad repetirsed medio baño, hasta que cesen los síntomas generales: entonces se limitará la curación á un baño de asiento por la mañana: á la hora competente sábana mojada (n. c 8): en la noche baño de asiento: este último método debe seguirse hasta sanar completamente. Fuera del tiempo que se emplee en las' demás aplicaciones en ambos métodos, se aplicarán vendajes constantemente en el estómago, y tres ó cuatro lavativas diarias con agua quila- dole lo frió, y beber bastante agua. DEBILIDAD DEL ESTOMAGO. Sea que la debilidad en el estómago haya sido ocasionada por excesos en k bebida, irregularidad en las comidas , ó que se haya abusado de lasdrogas, particularmente de ese irrecon- ciliable enemigo de la hnmanidad (el mercurio); ó bien sea que provenga de la depravación crónica de los humores, la Hy- dropathia, tan circunscripta como es, tiene bastante eficaC^ y recursos mas poderosos que la farmácia: para esta enfermedad^ restablece el estómago á su natural vigor, sin causar extrepíto ni exponerle á mayores males. Desde luego, debe tener lugar 'la sobriedad y moderación en los alimentos, tanto duraute líi curación como después, para ño volver á padecer un mal de tan tristes consecuencias como este. MÉTODO—Por la mañana tomará agua en ayunas, dándo- se en seguida un baño de abluciones (n. ° 30) ó una ducha ge- neral [n. ° 31 y sig. J; ala hora competente sudor enseco (n. ° 1) por dos dias; sudará una hora; y otros dos de; sábana mojada (n. °8) por hora y media, siguiendo con esta alternación cuan- to tiempo sea necesario para la cura radical: debe hacer ejer- cicio moderado; en la noche baño de asiento: vendajes cons- tantemente (n. 914y sig.) en el estómago y vientre, y beber bastante agua. -62- CALAMBRES del estomago. Como esta enfermedad suele acometer de improviso, es bas- tante peligrosa y exige el mas pronto socorro : suele experi- mentarse un repentino y agudo dolor con una fuerte compre- sión en el estómago, que suele obligar al paciente á apretárse- lo con las manos, y amenaza privarle de la respiración: hay veces que viene acompañado de basca, y entonces debe favo- recérsele la salida á la acrimonia que la cansa, dándole á to- mar agua quitaírole lo frío: por lo demás el método es eficaz. MÉTODO.—En el momento del acceso se mete al enfermo en el medio baño (n. ° 24 y sig), y mientras se apronta este, se le da un baño de asiento, con vendaje [n. ° 14] bien ceñido al estómago: después de pasado un cuarto de hora en el me- dio baño, se le irá aumentando el agua, ó el mismo enfermo se irá entrando poco á poco en ella á proporción que vaya cal- mando el dolor; así se irá internando hasta el pescuezo: en to- do este tiempo debe tener lienzos mojados, frecuentemente re- novados en la cabeza, y asimismo con las manos mojadas debe frotarse suavemente el estómago y vientre, y tomar agua con frecuencia; si la vomitase, se le seguirá dando hasta que el es- tómago la reciba bien: calmado ya el dolor, se le pasa á la sá- bana mojada [n. ° 8] por media hora ó tres cuartos, y luego al baño de tina en agua quitadole el frió, por tres ó cuatro minutos, aplicándole en seguida un par de lavativas: después seguirá el otro método siguiente hasta destruir la causa de los calambres. Por la mañana tomará un vaso de agua, é inmediatamente se dará un baño de asiento [n. ° 35 y sig.], aplicándose en segui- da dos lavativas: á la hora competente sudor en seco (n. ° I) y frotaciones durante el baño de tina: á la tarde un baño de ablu- ciones (n. ° 28): en la noche baño de asiento seguido de la- vativas (n. c 60); beber bastante agua, hacer ejercicio y apli- carse vendajes, (n. ° 14 y sig.) dia y noche en el estómago: alimentos sencillos y frugales; durante esta curación princi- palmente, se debe evitar cuanto puede indisponer el animo, proporcionándose alguna distracción. -63- HIPO. El hipo es un movimiento convulsivo que en el estómago y diafragma produce algún humor irritante que hiere sus fi- bras: cuando procede de bebida, comida ó frió, cesa luego to- mando un poco de agua; mas cuando hay propensión á pa- decer el hipo con frecuencia, es prueba de que existe algún mal humor en el estómago ó el vientre, vegiga, exófago ó la farin- ge, y de consiguiente se debe proceder á curar radicalmen- te observando el método siguiente, con preferencia á todos los antiespasmódicos que usa la medicina. MÉTODO.—Tomará agua en ayunas, dándose en seguida un baño de asiento (n.c35 y sig,), haciendo luego un ra. to de ejercicio: á la hora competente un sudor de sábana mo- jada (n. ° 8), y al dia sigjiente una ducha general [n. c 31 v sig ]: en la tarde una ablución (n. ° 28): beber bastante agua y hacer ejercicio: en la noche baño de asiento y vendajes en el estómago y vientre para dormir. VÓMITO Y BASCA. , Cuando la basca y el vómito no son producidos por alguna causa conocida y reciente, es consiguiente creer que en el es- tomago hay alguna causa acre, esto es; algún humor degene- rado irritante qué causa ese movimiento repulsivo, al estoma- go: y como existiendo este en el estómago sin expelerse, pue- de trasmitirse á toda la economía animal y causar males gra- ves, la persona que padezca este mal, debe ponerse luego en cura. .. MÉTODO.—Debe beber bastante agua en ayuaas:, y si ra vomitase, seguirá tomando hasta que el estóaüago la reciba bien: á la hora competente se debe dar un sudor en seco (n. *?1) un dia, y al siguiente el medio bino (n. ^24 y sig.) en agua no tan tibia como se prescribe en el número citado; este baño du- rará una hora, aplicándose en seguida la sábana por tres cuar- tos de hora y el lavatorio en agua casi fria por tres minutos: en la noche baño de asiento y ponerse vendajes en el estómago -04- p ra dormir: beber bastante agua, hacer ejercicio moderado y seguir este mé'odo a'ternado hasta sanar. Cuando dicho vómito ó basca es producido por el tratamien- to hydropathico en aTguna persona que esté aplicándose el mé-. todo, debe tomar bastante agua y suspender las aplicaciones genérales, siguiendo después el método que estaba aplicándose. FLATO O DOLORES VENTOSOS. St a que la pkn'tad humoral impida el libre curso del aire aspirado, ó que la falta de vigor y fuerza en el estómago y los intestinos ocasione la detención de él en estos órganos, el uso del anís, culantro, enebro, genjibre. opio, la asafétida y.demás caterba de carminativos que se usan, ordinariamente no produ- cen otro efecto que mitigar el mal por de pronto, sin curarlo' radicalmente, en lo cual les lleva mucha ventaja la Hydro- pathia. j MÉTODO.—Se toma agua por la mañana en abundancia, hr:sta que produzca vómitos ó diarrea, haciendo bastante ejerci- cio durante Ja loma del agua, lo cual es suficiente para curar este mal cuando es reciente; y si fuese inveterado, se seguirá de este modo la curación : por la mañana tomará una ablución (n. c 30), bebiendo bastante agua y haciendo ejercicio después del baño: á la hora competente [ n. ° 88 ] se dará un sudor en seco, (n. ° 1 y s:g.) un dia, y al siguiente, de sábana (n. c 8), si- guiendo en esta alternación el tiempo que sea necesario: agua fria para ambos bañus : en la tarde se dará uña ablución (n. ° 28): en la noche baño de asiento: vendajes (n. c 16) en todo el vientre para dormir; hacer mucho ejercicio, beber bastante agua y sfguír constantemente el método hasta sanar, terminán- dolo con arreglo al (n. ° 86). Guando el aire se ha fijado en alguna otra parte de! cuerpo' formando hinchazón, al método expresado se agregará la apli- cación de dos duchas (n. ° 31 y sig.), á la parte en que reside la porción de aire, las cuales podrán darse al tiempo de lasa- bluciones indicadas; mañana y tarde. INFLAMACIÓN DEL HIGADO. La inflamación def hígado ó hepatitis, no es una dejlas en- fermedades mas comunes, estando esta entraña menos expues- tá que otras á impregnarse de malos' humores, por circular en ella la sangre con mas lentitud: no obstante, las personas hipocondriacas están expuestas á este mal, lo mismo que las que*usan especerías y licores: hay ademas algunas otras cau- sas internas que pueden ocasionarla. Los síntomas no son siem- pre unos mismos, y regularmente los que mejor la dan á co- nocer son, una tensión dblorosa del lado derecho bajo las cos- tillas falsas, algo de calentura, plenitud en la misma parte a- fectada, respiración algo dificultosa, inapetencia y otros: se distingue de la pleuresía en que el dolor es menos agudo, él pulso no tan duro,, y también en que en la Hepatitis, con di- ficultad se puede acostar sobre el lado izquierdo: cuando esta enfermedad es grave, viene acompañada de hipo continuó, mu- cha sed y fiebre violenta: en esta enfermedad se usará del mismo método que con tanto acierto se usa en las demás en- fermedades inflamatorias. MÉTODO.—Se meterá al enfermo en el medio baño (n. ° 24 y sig.) observando cuanto allí se prescribe respecto á su duración; sábana, lavatorio, vendaje y demás, repitiéndose es- ta aplicación diariamente hasta que haya calmado la violen- cia de la inflamación: si la calentura que le acompaña fuese fuerte,'se hará aquí lo mismo que se ha prescrito en el méto- do para ía pulmonía [cap. 11]:, fuera del. tiempo de la apli- cación general, se aplicará vendaje (n. ° 15) continuo: asimis- mo se pondrá frecuentes lavativas de agua semi-tibia: en la noche se le dará baño de asiento ( n, ° 35) por tres cuartos de ho- ra y se le aplicarán vendajes (n. ° 16) para dormir, al rededor de la cintura: ejercicio moderado, si es compatible con el esta- do actual del enfermo, y tomar una cantidad regular de agua, la que ha de estar herméticamente tapada dentro de una pie- za habitada. Cuando se haya combatido la inflamación por los medios prescritos, se continuará la curación bajo este otro método: -66— por la mañana un baño de ablución (n. ° 28) y al mismo tiem- po una ducha (n. ° 31) de dos varas de elevación á la parte del hígado y contraria: á la hora competente un sudor de sábana mojada (n. ° 8): en la tarde una ablución (n. ° 30) y ducha,co- mo en la mañana: en la noche baño de asiento y vendajes, co- co arriba, para dormir: beber bastante agua acompañada del correspondiente ejercicio; el cual método debe seguirse hasta que hayan desaparecido todos los síntomas, y entonces ir de re- ceso en el método segun la instrucción (n. ° 86). INFLAMACIÓN DE LOS RÍÑONES. Los síntomas que caracterizan esta enfermedad, apenas pue- den confundirse con los de ninguna otra, como no sea el cólico, del cual se distingue por la dificultad de orinar que acompaña á esta inflamación: los otros síntomas son, dolor vivo é impetuo- so en los riñones, tan violento á veces, que causa fatigas, sudor y desfallecimiento: este dolor se extiende regularmente desde la cadera á las ingles: la orina al principio clara, se pone des- pués muy colorada y con alguna dificultad en su salida, como se ha dicho: á todo esto suele acompañar basca, dolor de es- tómago y vómito de bilis. MÉTODO.—El modo de curar esta enfermedad es casi el mismo que el de la anterior: se le mete al medio baño (n. ° 24) pasando de él á la sábana, por tres cuartos de hora y el lavato- rio consiguiente: en la tarde se le da un baño de asiento (n.° 35) por media hora, y en la noche otro por tres cuartos de hora, ambos en agua quiíadole lo frío: sé le aplican vendajes dia y noche (n. ° 15 y sig.) en los ríñones y el bajo vientre, y se le ponen cuatro lavativas diarias; beber agua como siempre. Combatida ya la inflamación, se sigue dando baño de asiento frió, en la mañana, medio dia,*y[noche (n. ° 35): á la hora compe- tente, un dia sudor de sábana mojada (n. ° 8) y al otro una ablu- ción (n. ° 30), y durante esta y el baño de tina se le echará una ducha (n. ° 31) de dos varas de elevación, en los riñones: venda- jes continuos [n. ° 14 y sig.]: beber bastante agua y hacer ejercicio moderado. —67— CAPÍTULO 18. ENFERMEDADES DEL VIENTRE. CÓLICOS. Aunque se ha hecho una numerosa distinción en esta enferme- dad, llamándole unas veces bilioso, otras ventoso ó flatolento, nervioso, histérico, de pintores etc., segun la diferencia con que ataca á las entrañas; pero como la causa sea la misma,uno mis- mo es el método que. la Hydropathia aplica en la curación de todos ellos: los síntomas que dan á conocer el cólico, son, un dolor que se siente en el conducto intestinal, que ya se fija en una parte, ya se muda en otra: se sienten borborigmos en las entrañas, causados por el viento que busca salida: también se -experimenta una fuerte tirantez en la parte adolorida. Ni los remedios anodinos, ni los carminativos, ni tantos otros do propiedades diferentes, de que suele usarse para esta clase de males, es tan benéfico y eficaz como el siguiente método Hydro- pathico. MÉTODO—Debe beber mucha agua aunque sea con re- pugnancia, y seguir tomándola durante un baño de asiento [n. ° 35.] que debe dársele en ese momentormientras dure el baño, que será una hora, se pondrán lienzos frios en todo el vientre: terminado este, se le aplicarán repetidas lavativas de agua se- mi-tíbía: luego se "sigue tomando agua, se aplican vendajes fo- mentados (n.°15) y se hace ejercicio. Después se seguirá por algunos dias tomando agua en ayunas, en bastante can» lidad, acompañada de ejercicio: este producirá un efecto pur- gante y limpiará el vientre de las materias corrompidas que son por lo regular la causa de esta enfermedad: á esto acompañan los vendajes aplicados al vientre durante todo el tratamiento» CÓLICO DE MISERERE. El cólico de miserere 0 vólvulo, presentando síntomas mas — 08- alarmantes que los otros cólicos, exige también mas pronta a- tención: este mal es producido por los humores corrosivos y sumamente irritantes que enroscan el intestino Vían, cual un pergamino húmedo que se expone junto á la lumbre; esto ha- ce que se supriman las excreciones inferiores, y de aquí resul- tan vómitos, llegando á echarse el excremento por la boca, ca- lentura, desmayos y dolores muy intensos: en este estado cor- re riesgo la vida, MÉTODO.—Cuando se vea alguno acometido de este cóli- co espantoso, se le darán frotaciones generales con lienzos hú- medos, fijándose particularmente de medio cuerpo para abajo por largo tiempo, ó hasta que se calienten bien las extremida- des: luego se le aplicarán lavativas repetidas de agua scmi-tí- bia y vendajes continuos al estómago y vientre: si esto no bas- tase, se le meterá al medio baño (n. ° 24 y sig.) y durante él, se frotará suavemente el vientre, y con fuerza de medio cuer- po abajo: su duración depende del efecto que produzca; pues si con su aplicación se mitiga luego el dolor, saldrá luego de él á la sábana mojada (n. ° 8) por una hora, con su correspon- diente lavatorio, y lavativas en seguida con vendajes como ar- riba: mas si el dolor perseverase, se seguirá en el medio baño el tiempo que sea necesario para calmar la irritación interior ó para causar la reacción que se intenta, practicando entonces cuanto á este respecto se expresa en el número citado (24 y ■ig-") Sea que este cólico se mitigue con el medio baño ó sin su auxilio, no debe descansar el enfermo hasta limpiar bien el con- ducto intestinal de las materias que lo han causado; para esto, en la mañana se dará una ablución (n. ° 30) y en seguida to- mará mucha agua y hará bastante ejercicio: á la hora compe- tente se aplicará el sudor de sábana mojada (n, ° 8) con su cor- respondiente baño en agua fria: á medio dia se dará un baño de asiento (n."° 35) y lo mismo en la noche: vendajes (n. ° 16) en el vientre para dormir: hará continuo uso de las lavativas y un ejercicio regular: este método debe seguirse siquiera por ocho • diez dias. Estremmiento, estipticidad ó constipación. Muchas son las causas que pueden producir esta falta de ré- gimen, y aunque no parezca una enfermedad, en realidad lo es, y origen de otras muchas, como dolores de cabeza, de estóma- go y otras: es bien sabido que el estreñimiento es causado por un calor de los humores que fijándose en la parte superior del canal intestinal, lo endurece, recociendo al mismo liempo la materia excrementicia: las personas que descuidan la curación de esta enfermedad, deben temer otros males, principalmente las mugeres,en quienes puede ser ocasión de flujos y otros mo- les propios de su sexo. No hay duda que un buen método hi- giénico puede preservar de esta afección; pero existiendo ya el mal, es preciso atenderlo hasta destruir la causa. MÉTODO.—Por la mañana se debe dar un baño de ablu- ciones (n. ° 28),. después del cual .tomará bautante agua hacien- do ejercicio: después de reposar un rato del ejercicio, se apli- cará un par de layativas y pondrá vendajes en el vientre, los cuales se renovarán todo el dia: en Ja tarde se dará oiro baño de ablución, seguido de ejercic'o: en la noche dos lavativas y vendajes (n. ° 16) para dormir; método que se observará hasta que el vientre haga sus funciones diarias sin auxilio de ningún otro agente. Cuando la estipticidad es inveterada, al método prescrito se agregará un baño de asiento (n. ° 35) después del. ejercicio y antes de Jas lavativas de Ja mañana: otro baño dea- siento en "Ja noche, y en lugar de la ablución citada, se dará la prescrita en el [n. ° 30]: debe tomarse bastante agua en todo el dia por el tiempo .que sea necesario. Inflamación del vientre ó Enteritis. Esta enfermedad suele á veces ser consecuencia de la ante- rior, y puede ademas ser ocasionada por todas aquellas causas generales que producen la inflamación del estómago: los sín- tomas son también casi los mismos: el dolor en el vientre es fuerte, y suele tener eructos, convulsiones, desmayos, obstruc- ción en la orina y frialdad en las extremidades. — 70 — MÉTODO.—Inm diatameute que se vea uno atacado de es- te mal, se le aplica el baño de asiento expresado eu el [n. °38 y sig.], permaneciendo en él lo menos dos horas, renovando el agua cada media hora, pasando luego á la sábana mojada y la- vatorio, como allí se ordena: luego se le aplicaran vendajes frios (n. ° 15) en todo el vientre, renovados tan luego como se calien- ten: se le aplicarán bastantes lavativas de agua semi-tíbia, y beberá cuanta agua pueda tomar. Si con esto repetido no me- jorase, se le meterá al medio baño, procediendo en todo como en el cólico de miserere. Diarrea, evacuaciones, cursos y Liéntera. Por mucho que algunos graves facultativos opinen que en diversos casos los cursos ó diarrea no deben mirarse como una enfermedad, sino como un desahogo saludable, y que de con- siguiente en esos casos no hay necesidad de la medicina, con- viniendo con ellos en lo saludable de esa evacuación, no con- venimos en lo de no medicinarse: es innegable que ese efecto procede de alguna causa interior que es preciso destruir, no tratando de cortar ese desahogo de la naturaleza, como gene- ralmente se hace á fuerza de astringentes, sino auxiliándola en cuanto sea posible para desembarazarla á un mismo tiempo de la causa y sus efectos. El método Hydropathico llena cumpli- damente ambos objetos, y sin cortar ese desahogo, antes au- mentándolo algunas veces, expele junto con él los humores ma- los, y deja á la naturaleza en aptitud de desempeñar sin exce- so sus naturales periódicas excreciones. MÉTODO.—Por la mañana tomará un cuartillo de agua ó mas, aplicándose en seguida un baño de asiento (n. ° 35), y des- pués de él una ó dos lavativas de agua fria: á medio dia un ba- ño de ablución (n. ° 28): en la noche baño de asiento y lava- tivas: aplicaráse dia y noche vendajes (n. ° 14 y sig.) y tomará bastante agua: con solo esto suele terminar el mal cuando es reciente. Mas si el mal es inveterado y no calma con la repe- tición de diebas aplicaciones, se omitirá dicha ablución y en su -71- lugar, ala hora competente, se dará un sudor en seóo (tí. ° 1 y sig) por cuatro dias, siguiendo después con el de sábana mo- jada (n. ° 8) hasta sanar, haciendo todas las demás aplicacio- nes de arriba, esto es, baños de asiento, lavativas, etc. La Liéntera presenta los mismos efectos, y la diferencia con- siste en que áesta la caracteriza el que se expelen los alimen- tos sin digerirlos: el método de curarse es el mismo que el de arriba: en ambos casos se bebe mucha agua. Disenteria, Tenesmo ó pujos. La disenteria es sin duda la piedra de escándalo para la me- dicina: se ha escrito é inventado tanto para su curación , que cualquiera creerá que ya no puede escaparse á la perspicacia de la facultad, pues que tan analizadas se encuentran sus cau- sas, y tan provista la farmacia de recursos aprobados por la fa- cultad para destruirlas: ¡pero cual debe ser nuestra admiración al ver por una constante experiencia, que la mayor parte dé los disentéricos sucumben á la malignidad del mal, á pésat- ele los poderosos recursos farmacéuticos y los elegantes dis- cursos de la facultad! A la Hydropathia no le cuesta mas el sanar de esta, que de otras enfermedades, y muchos que ha- brían naufragado éntrelos escollos farmacéuticos, han salva- do sus vidas acogiéndose á esta cristalina tabla. Los sínto- mas que caracterizan esta enfermedad son, deposiciones hu- morales, acompañadas de dolores violentos y contorsiones fen el vientre; unas veces las deposiciones son sanguinolentas, y otras de pura sangre: la calentura, casi imperceptible al prin- cipio, va aumentando insensiblemente: suele también acompa- ñar á esta enfermedad bastante sed y basca: estos síntomas pueden confundirse con los del cólera, y se distinguen en que en el colera los vómitos son violentos y frecuentes, y no asi en la disenteria, como tampoco es tan fuerte la calentura. El Tenesmo ó pujos, apenas se diferencian de la disenteria en sus síntomas; y como es uno mismo el método curativo en todos estos males, creo excusado el expresarlos distintivamen- te: la existencia del tenesmo se conoce por el continuo deseo - 72— que hay de deponer, las mas veces con dolor y casi sin evacua- ción: el método en una y otra enfermedad es el que sigue. MÉTODO.— Tomará agua en ayunas dándose en seguida un baño de asiento [n. ° 35] y poniéndose luego dos lavativas de agua fria: á la hora competente, se dará un sudor en seeo (h.°l y sig.) por seis dias, y después de sábana mojada (n. ° 8). por quince dias, siguiendo con esta alternación hasta sanar: en la tarde baño de asiento y lavativas; lo mismo en la noche: vendajes (n. ° 14 y sig.) de dia y de noche en el estómago y vientre: debe beber mucha agua, hacer ejercicio, siguiendo es- te método estrictamente hasta que hayan desaparecido los sín- tomas, finalizando entonces la curación con arreglo al fn. ° 80]: durante esta curación, es muy recomendable tomar por desa- yuno jocoqui 6 leche-vinagre después de purgado el estóma- go con el agua, baño de asiento y lavativas. ALMORRANAS, La almorrana no es otra cosa mas que una dilatación vari- cosa de las venas y vasos hemorroidales: hay alguna diferen- cia entre ellas: unas son internas, externas otras; unas fluyen y otras no. De cualquier clase que sean las almorranas, es una .enfermedad curable como las demás: en un principio ceden .con prontitud si no han llegado á fluir; mas cuando ya su- puran ó son de mucho tiempo, cuesta algún trabajo y se ha- ce precisa una constancia decidida para extinguirlas. MÉTODO.—Cuando esta enfermedad es reciente, debe be- ber agua en ayunas y darse en seguida un baño de asien- to (n. c 35): á la hora competente sudor en seco (n. ° 1) por una hora, y al dia siguiente una ablución (n.°30) alternan- do así en toda la curación: á medio dia baño de asiento de mu cuarto de hora, otro en la tarde y lo mismo en la noche; vendajes en todo el vientre, para dormir en la noche (n. ° 1(5): beber bastante agua y hacer moderado ejercicio. Si fuesen ya inveteradas las almorranas, se seguirá este o- lro método: por la mañana beber agua, darse un baño de a- siento de media hora y aplicarse en seguida una lavativa (n. o —73— . . 60): á la hora competente sudor en seco' (n. ° 1) por dos ho- ras, por término de quince días, otros tantos de sábana (n. ° 8) y así alternativamente después: en la tarde baño de asiento; lo mismo en la noche con el-aumento de lavativa; vendajes como arriba y beber agua. LOMBRICES. Nada mas propio que el agua para disolver las materias ce- nagosas que se forman en el estómago é intestinos, de que de- pende la formación de las lombrices: este mal es bastante gene- ral, y sus síntomas mas comunes son, palidez en el rostro, em- panándose algunas veces, la circunferencia de los ojos negra, hinchazón en el labio superior, rechinido de dientes cuando se está durmiendo, amargor de boca, flujo de saliva, orina espumo- sa, y el vientre hinchado y duro: hay ademas mucha propensión á padecer dolores de costado, palpitaciones, dolores cólicos, tos seca, parálisis y accesos epilépticos, pesadez, dolores de ca- beza y otras incomodidades. Son de diferentes clases las lom- brices que se crian en el cuerpo humano, como Ja tecnia ó soli- taria, culebrillas, ascárides y otras; pero supuesta una sola (co- mo lo es) la causa de su formación, uno mismo debe ser el mé- todo para su destrucción: fenómenos han parecido los naturales efectos del agua en estos males; efectos que no pueden obte- nerse con todos los decantados vermífugos. ¡Qué dirían nues- tros médicos si con solo el auxilio del agua viesen salir en pe- dazos la tenaz solitaria y mas de doscientas ascárides, precedi- das y seguidas de dicha materia cenagosa, de un solo cuerpo! los purgantes hydragogos no causarían un efecto tan sorpren- dente. MÉTODO.—Se debe tomar mucha agua en ayunas y cu to- do el dia: darse dos baños de asiento (n. c 35) en la mañana, precedidos y seguidos de lavativas: otros tantos, y en la misma forma, en la tarde; siguiendo este mismo método aun después de haber expelido las lombrices, bastí que se expelan los hu- mores ó masa en que se han formado, pues no expeliendo esta es seguro que volverán á formarse de nuevo, por aquel exacto principió -cx.st.efuio ki causa, es consiguiente la producen del efecto": en todo este tiempo y principalmente después de haber arrojado pocas ó muchas lombrices, se debe aplicar ven- dajes (n. ° 11 y sig.) en el estómago y vientre. Cuando hay lombriz tcenia ó solitaria, aunque se hayan ex- pelido ocho ó dicz'varas de ella, no debe creerse por eso del lodo libre de tan mala vecina, pues rara vez se consigue echar- la toda en una sola ocasión: ordinariamente sale á pedazos, y solo cuando se haya medicinado largo tiempo después de su ex- pulsión y hayan desaparecido completamente todos los síntomas, será cuando se abandone el método indicado. Arenas y piedra en la orina. Mo debe descuidarse la curación cuando se siente alguna a- lección en la región de los ríñones ó en la via de la orina, pues de este descuido suele resultar la formación de arenas, las cua- les no son otra cosa que una parte de flema salina petrificada por la acción de un sumo calor en los humores: dichas arenas suelen formarse regularmente en los riñones, y por los uréteres descienden á la vejiga: en este estado, puede curarse todavía, y las tales areaitas se expelen fácilmente por la via natural; mas no haciéndolo así, estas arenas en la vejiga se reúnen y forman un cuerpo consistente, el cual aumenta progresivamente y es lo que se llama piedra, cuya existencia se conoce por los dolores que se experimentan en el cuello de la vejiga al querer desa - guar y por lo que se interrumpe la orina por presentarse la pie- dra en dicho cuello, interceptándole la salida: en este estado ya jt». debe prevenirse el paciente con una curación de un mes ó mas, f^ ante3 de proceder á la operación Liotomica que es preciso prac- fe ticar en este caso: esta operación no debe fiarse ú cualquiera, j'.i fcino á un inteligente cirujano; y curada ya la llaga de la opera- ck-¡], se seguir,! el método Hydropathico para expeler el resto de arenas que hayan quedado en los uréteres ó la vejiga, por- que i ara vez está la piedra sola, y no debe conformarse el pa- cicr.t-j coii la e.vlraccic/ii de ella quedando subsistente la causa. —75- METODO.—Beberá mucha agua, y se dará dos baños de a- siento (n.c 3o) seguidos de lavativas por la mañana, y otros dos en la misma forma en la tarde : se aplicará vendajes [n. ° 14 y sig.J de dia y noche en el bajo vientre y la región de los ríño- nes, sin cansarse de seguir este método hasta que se obtenga una completa curación: también es muy conveniente darse una ablución (n. ° 30) cada tres ó cuatro dias. DIABETES. La diabetes no es otra cosa que una excesiva evacuación de orina, en mas abundante cantidad que los líquidos que se to- man: es mas común en los que se hallan en la declinación de h vida, que en los jóvenes: sus síntomas son excesivo flujo de ori- na, delgada, pálida y de olor agradable: se siente la boca seca, sed continua, esputo frecuente, alguna calentura,, falta de ape- tito, pérdida de carnes y. de fuerza, MÉTODO.—La persona diabética debe darse por la maña- na un baño de asiento (n. ° 35) seguido de baño de pies (n. ° 43): á la hora competente (n. ° 88) un sudor de sábana mojada [n. ° 8] un dia, y al siguiente una ablución (n. ° 30), siguiendo esta alternación durante toda la curación: á medio día br¡no d<- asiento, en la tarde baño de pies, y en la noche ambos, como en la mañana: beber mucha agua, aplicarse dos. ó tres lavativas dia- rias,, y ponerse vendajes (n. ° 14. y sig,) en el bajo vientre dia y noche. Si en el término de un mes no bastase el método in- dicado para destruir el mal, se aplicará el sudor en seco (n. ° 1) por doce ó quince dias, y después se alternará con el do sa- bana, siguiendo en todo lo demás el método indicado sin var'y cion hasta sanar. Purgación y sangre por la orina. La fluxión de sangre por la via de la orina, tiene por causa la dilatncion, rotura ó corrosión de los w.sos de la vejiga ó ios rinrirs: si la sangre viene de estos últimos, suele salir pura', siu —76— dolor y repentinamente; y cuando es de la vejiga, es mas oscu- ra y caliente, á que lo acompaña un dolor en el bajo vientre1 El método de curar esta afección es el mismo que queda indi- cado para la diabetes, el cual se debe seguir escrupulosamente en todas sus partes y sin variación alguna. Dicha sangre pue- de provenir alguna vez del paso de la piedra á la vejiga, la cual segun su tamaño puede herir los uréteres y causar este derra- me: cuando procede de esta causa viene acompañada de dolor agudo en la espalda y dificultad de orinar, y en este caso, des- pués de la curación preventiva, se necesita practicar la Liólo' mia y seguir después, como queda dicho hablando de la piedra' Retención de orina. La retención de orina tiene por causa indudablemente la ir- ritación humoral fijada en el cuello ó esfinter de la vejiga, la cual impide la dilatación de las membranas, sin cuyo requisito no puede salir la orina. En vez de hacer uso de la algalia ó tienta hueca en estos casos, es mucho mas seguro ocurrir des- de luego á la hydropathia, con cuyo auxilio se obtiene la ex- pulsión de la orina y con su continuación se destruye la causa del mal: es mas ventajosa también que los precipitantes, pues estos con su acción, pueden hacer que cargue mas la irritación en la parte afectada agravándola. MÉTODO.—Al que padezca esta afección debe metérsele u mediatamente en el baño de asiento explicado en el [n. ° 38], frotándose, mientras esté en él, con las manos mojadas el bajo vientre: este baño debe durar todo el tiempo que sea necesario para obtener la expulsión de la orina: entonces pasará á lá sá- bana mojada por una hora, pasando á continuación al baño de tina por diez ó doce minutos en agua somi-tibia: en todo este tiempo se debe tomar agua, y fuera del tiempo ocupado en o- tras aplicaciones, se ponen vendajes (n. ° 15 y sig.) dia y no- che en el bajo vientre: todo esto se (ja de practicar diariamen- te hasta que la orina se ponga en corriente, y entonces se se- guirá el siguiente. Se dará por la man ".ni un bafu de aliento enagua quitádole —77— lo frió: ú la hora competente, un sudor de sábana mojada (n. ° 8){ en la tarde una ablución (n. ° 28): en la noche baño de a- siento como en la mañana: beber mucha agua, hacer ejercicio y usar vendajes en el bajo vientre. En la enfermedad llamada Estrangurria, que no es otra co- sa sino un continuo deseo de orinar, saliendo la orina con do- lor y á gotas, se observará el mismo método indicado, en sus dos partes. Hernia ó quebradura. Es un mal no poco común la hernia ó quebradura, y no obs- tante de ser un mal grave y de trascendentales consecuencias, suele haber grande omisión en su principio, que es cabalmente cuando admite una pronta curación. La hernia no es efecto precisamente de golpes ó esfuerzos violentos, asi como tampo- co procede de toser, vomitar, gritar con exceso etc., como vul- garmente se cree: si así fuese apenas habria hombre sano; to- das estas son, pues, causas secundarias y accidentales; pero la causa principal eficiente, reside en las membranas y ligamen- tos que envuelven las contenidas; cuando en estas hay alguna debilidad producida por la irritación de los humores, hay de consiguiente propensión á la relajación de esas partes, y si en estas circunstancias se hace algún [exterior esfuerzo extraordi- nario, se yerifica Ja aparición de la hernia. MÉTODO.—Cuando aparece la hernia debe reducírsele pol- los medios acostumbrados; esto es, acostada la persona boca arriba, con la cabeza baja y los pies altos, se le va comprimien- do suavemente Ja hernia con las manos juntas y dirigiéndole , con los dedos índices por el conducto por donde salió; y luego que esté .del todo reducida, se aplican en esa paite'vendajes do agua fria, bien ajustados y apretados, teniendo cuidado al reno- var los vendajes que el enfermo reitere la misma posición que para la reducción tuvo: así se seguirá hasta que se haya logrado contenerla: entonces, á fin de cortar radicalmente la causa del mal, se usará de este método: se dará baño de asiento [n. Q 35] por modia hora, cu agua bien fria renovada cr.da diez minuta' '-> -/ —78— por la mañana, & medio dia, en la tarde y en la noche: á la ho- ra competente un sudor de sábana mojada (n. ° 8) un dia, y al siguiente una ablución (n. c 28): beber bastante agua y usar vendajes continuos en la prrte expuesta: todo este método se- guido por un mes ó mes y medio con la debida Constancio, será bastante para libertarle de la repetición de un mal tan odioso. CAPITULO 14. Enfermedades generales, de extremidades y nerviosas. GOTA. Cuando un gotoso consulta con algún facultativo acerca dp sus males, le dice la facultad ñadí mas que lo que Je dijera un simple patán que jamas haya saludado las obras de Galeno, Ba- glivioy Boheraave: solo se le aconseja un método higiénico, dando mucho mérito á cierta clase de alimentos, y cubriéndolo de lana como á un cordero: por lo demás "su enfermedad, le dice, és incurable »y con esta sentencia lo deja consternado hasta lo sumo, mirando en su triste porvenir una prolongada ca- dena de males que van a afligir el resto de una vida empleada en un pesado trabajo corporal, pora adquirir la subsistencia ne- cesaria, y s¡n que le quede quizá otra perspectiva mas que trabajos, dolores y miseria: ¡y la medicina tiene en sus dominios poder bastante para destruir esos males que atormentan al des- grac.ado!pero¡oh preocupación! se ha declarado una guerra obs- imada á esos medios benefactores; no porque no pertenezcan al seno de la medicina, sino porque no están en consonancia con sus miras: por esto profesan un odio implacable n esos legítimos medio-odio funesto, que cual un pecado original, se trasmite por todas las generaciones Galénicas: no obstante, es preci-o ha- cor justicio, hay algunos privilegiad s y exentos, evo noble en- meterse ha sobrepuesto á las preocupaciones inherentes d s'u fraternal semi-s- eta.-üno de «tos nidios benefactores es la hydropathia, tribunal supc¡; ,r de la medicin,-, c!,::desc a^ ,.„ "-79— á indultarse los que han recibido de la facultad la terrible sen- tencia del tormento bajo el inevitable peso de sus males. Va- rias denominaciones usadas por la facultad en esta enfermedad, dan á conocer la parte del cuerpo que ocupa este humor; pero yo, prescindiendo de nombres, me concretaré á indicar el mé- todo general que debe seguirse en su curación, sea cual fuere la parte en que se haya fijado: el método es largo y algo pesa- do; pero el paciente debe tenerse por feliz en ser constante y sufrido durante el tratamiento, si reflexiona que de otra manera no se verá libre de padecimientos hasta la muerte.—Los sínto- mas que caracterizan la gota al principio, son por lo regular, una afección fria en el pie, el tobillo ó la pantorrilla, donde ex- perimenta después dolores acerbos y desesperantes, acompaña- dos de suma sensibilidad en aquella parte; también suele haber alguna calentura, la parte afectada se hincha y se pone encar- nada; los padecimientos son mas fuertes de noche que de día, y á la quietud consiguiente á este mal suele acompañar un su- dor moderado. Cuando este mal es crónico, no se limita á a- tacar una sola parte del cuerpo: estos ataques se hacen periódi- cos, y son mas ó menos fuertes, según el régimen del estómago y la crudeza en las estaciones. MÉTODO.—Por la mañana, después de tomado un cuarti- llo de agua, se dará un baño de pies [n. ° 43]; á la hora com- petente [n. °8S] un sudor en seco (n.°l), mientras el cual» tendrá un lienzo mojado en la parte afectada sobre el que se envolverá con la frazada: terminado el baño y suponiendo que no pueda hacer ejercicio, se le dará una frotación á mano se- ca, fijándose principalmente en las partes gotosas: si pudiese ejercitarse en algún otro trabajo corporal que no sea andar, deberá hacerlo: durante el dicho baño consiguiente al sudor, se le aplicará una ducha (n. ° 31) de tres varas de elevación, con el auxilio de un cántaro, de la misma agua de la lina en las partes afectadas, en las mismas que se aplicarán venda- jes (n. ° M y sig.) dia y noche: en la tarde se .-..pucará otra ducha; en la noche baño de asiento (n.°Ca) seguido de bi- no de pies; á todas estas aplicaciones se acomp:-í;¡i una sua- ve frotación con lienza húmedos, y después de cll-n, frota- —80- cion á mano seca; todo lo cutí so repetirá diariamente has- ta la aparición de la crisis, la cual consiste regularmente en erupción ó abeesos, procediendo entonces en su tratamiento se- gun !a indicación hecha en el (n. ° 17 y sig.): si después de terminada la crisis, hubiese aún algún resto del mal, se ha- rán las aplicaciones análogas á la terminación de una cura- ción haciendo lo que se expresa en el (n. ° 86). CIÁTICA. La ciática es un dolor fijo que se extiende desde la cade- ra hasta la punta del pie, donde se hace insoportable.* suele ser precedida de algunos dolores errantes, como los reumá- ticos, hasta que la fluxión se fija sobre el hueso Cia, de don- de toma este nombré. MÉTODO.—Por la mañana debe dar- se un baño de asiento [n. °35] seguido de una ducha (n. °3l) en toda la parte afectada: á la hora competente un sudor en seco (n. ° 1) y ducha durante el baño de tina como en la go- ta: en la tarde una ablución [n. ° 30] y ducha como arriba: en la noche baño de asiento, frotaciones durante las aplica- ciones con lienzos mojados, y después á mano seca; vendajes (n. ° 14 y sig.) incesantemente: beber mucha agua y hacer c- jercicio moderado, terminando la curación, después de desa- parecer el mal, con arreglo al [n. ° 86]. DOLORF.S REUMÁTICOS. fv.-ta enfermedad puede confundirse con la gota, pues co- mo ella, ataca las articulaciones y á veces causa hinchazón; {¡ero se diferenein, en que los reumáticos no son dolores fijos tn una sola parte, sino errantes ó vagos que indistintamente utacan, ya á una ya á otra articulación; á veces dos 6 tres á un mismo tiempo, y otras veces á todas. Nadie con mas razón y fundamento (pie yo puede hablar de lo insoportable dees. la enfermedad y la eficacia de la hydropathia para curarla: victima de estos ataques desde la edad de cinco años, en va- no se c-iiiplc oon en mí los mas poderosos recursos de la ía- —tíl- cültad: en España, Francia y otros puntos fui asistido por muy buenos facultativos, quienes (estoy cicito) apuraron toda eu ciencia, é hicieron cuantos esfuerzos estuvieron á su alcance para libertarme de un mal de toda mi vida: me salvaron, es Verdad, de esos ataques, á los tres meses unas veces, otras á los cuatro, pero no impidieron qne estos se repitiesen mas ó menos fuertes todos los inviernos, hasta que hice el uso debi- do de la hydivpalhia: con ella quedé salvo hasta la fecha, sin que el mas leve d3lor reumático haya asomado ya por espa- cio de seis años y medio: el agua de la cordillera de los An- des, tuvo mas fuerza y eficacia que todos los purgantes, tó- picos, bálsamos y cuanto brevaje compuso para mí la far- macia. MÉTODO.—El que debe emplearse en esta curación es, sin distinción alguna, el mismo que queda indicado para la gota; esto es, baños de asiento ó de pie9, segun la parte á que afectan los dolores; duchas, ^sudores en seco, frotaciones y ven- dajes, siguiendo en su aplicación el mismo orden expresado ar- riba, tanto en su rigor, como en la crisis que sobrevenga y cesación del método; en todos casos se debe beber mucha agua. HIDROPESÍA. Ha sido tina preocupación bastante general el creer que la hidropesía proviene de tomar mucha agua, siendo así que es- ta misma agua impide muchas veces y cura generalmente en su principio este mal, cuyas causas son por lo regular, en- fermedades mal curadas, principalmente las de erupciones cu- táneas, y las calenturas ó frios : también suele provenir esta enfermedad, de la excesiva evacuación de sangre; de cual- quier modo que esta se verifique, sea por sangrías, purgación, flujos etc., así como también de la supresión de la traspira- cion. Esta entermedad consiste en un depósito de humor a- cuoso que causa hinchazón en las partes en que se- fija ; no BÍempre es general, y las mas veces ataca una sola parte, que por lo regular es una de estas: el pecho, el vientre, el cerc- — f>2 — bro ó las extremidades, y según la parto que ocupa, la me- dicina le ha dulo diferente nombre, de que yo prescindo al préseme. Cuando esta enfermedad está en su principio, ó aun- que sea de tiempo, si no ha progresado mucho, tiene cura- ción en la hydropathia: puedo presentar algunos hidrópicos sanos ya, á beneficio de este pulcro sistema: mas cuando es- te mal esté bastante agravado ó generalizado en la masa de ios humores, es de muy difícil curación, tanto bajo este siste- ma, como por los medios u-ados en la medicina. En este caso, dirá el infeliz paciente: "¿ya no habrá para mí remedio? esa medicina tan abundante en recursos, ¿me dejará entrega- do á mi triste suertí? no habrá algún genio médico que me dirija una mirada halagüeña?" sí le hny, le contestaré yo, y le hay efectivamente: la medicina no debe recusar en este ca- go ningún medio que ejerza algún poder sobre el mal: quos ratio non juvut, temer itas sanare va'tt, dice Celso: cuando no hay, pues, otro recurso, debe usarse de aquel remedio que, fuera de ese último caso, seria temerario. En iguales circuns- tancias, he aplicado á algunos desgraciados hidrópicos la me- dicina curatiou de LeRoy, y felizmente siempre con buen éc- sito:~el remedio es algo fuerte, pero es mas fuerte ti mal: di- rán los enemigos de este sistema hydragogo , (pie la n>rdi<:¿~ na curativa de LeRoy ha causado muchas victimas, á lo que yo contestaría, sin declararme por eí;o apologista de LeRoy, que si por morir algunos enfermos después de haberse esta- do curando bajo algún sistema, hubiese de ptescribirse este, ya la medicina de la farmacia, hace tiempo, habría desapare- cido de nuestra sociedad. . MÉTODO—En los casos que lo hidropesía se presente.cu- rable segun el sistema hydropathico, se seguirá esto método. Cuando la hidropesía resida en las extremidades, sedará baño de asiento en la mañana; á la hora competente sudor en seco [n. ~ 1]: en la tarde ablución [n. ° 28]: en la noche baño de a- siento: ducha [n. c 31] en l:¡s partes afectadas, por la mañana, durante el baño de tina y en la tarde; frotaciones á mano seca continuamente, hacer ejercicio, beber agua y aplicarse dos la- vativas diarias. ÍSi la hidropesía ocupase el vientre, el pecho ó < ! cerebro, se --83— sigue este otro: se meterá al enfermo en el medio baño (n. ° 24 V sig.), haciendo cuanto en dicho número se expresa: este ba- ño se repetirá por cinco ó seis dias, y después se seguirá el mé- todo arriba indicado, por el tiempo que sea necesario, termi- nando la curación con arreglo al (n. ° SC). CONVULSIONES NERVIOSAS. Las convulsiones provienen indudablemente de la afección que experimentan los nervios al derramarse sobre ellos les hu- mores irritantes; de consiguiente, cualquiera agente que pueda mitigar su acrimonia es elque debe emplearse en estas afeccio- nes: no hay cosa mas común en el dia, principalmente en este Estado de Jalisco, que los ataques nerviosos, y no obstante dé ser tan general, y no poco mortificante, la facultad no ha hecho muchos progresos en su exterminio: ni se hace caso alguno por inquirir el remedio para estos males; luego que á una persona, padeciendo alguna afección de esta naturaleza, se le ha apli- cado algún remedio sin que produzca buen resultado, dice el facultativo: "esto proviene de los nervios^ y con esto queda uiv suelta la medicina, pues en esto dan á entender que ese mal es un vicio inherente al sistema nervioso, que la medicina no tic- ne'obligacion de reparar; pero la sana lógica nos presenta un principio inconcuso y es, "no hay efecto sin causa": para que los nervios experimenten estas contracciones i es de necesidad que haya una causa eficiente; busquémosle, púas, y la hallare- mos en el vicio de los humores, en su irritabilidad: á este debe atacársele lo mismo que en \v% demás enfermedades, y el que así lo hagí con la debida constancia se convencerá de la posi- bilidad de que esto? males sean curados. MÉTODO—Debe darse por la mañana un baño de ablución (n. ° 28): á la hora competente, un sudor en seco (n. ° 1) un dia, y al siguiente de sábana mojada (n. °8): en la tarde ablución como en la mañana: en la noche baño de asiento; beber bas- tante agua, y de cuando en cuando, esto es, cada cuatro día?, por la mañana antrs de la pbluci »n, un b3üo de cabeza (n. ° 40): ejercicio modelado, y con preferencia á caballo, siguiendo -.in- consecuente- eon este método diario hasta quj desaparezcan del todo las convulsione?, y entonces terminan la cun según se dice (n.°¿?G). PERLESÍA ó PAUALÍSÍ-, Esta enfermedad consiste en la relajación del sistema nervio- so que enerva y disminuye considerablemente su elasticidad natural, de donde resulta la pérdida de movimiento que se ob- serva en todo el cuerpo ó parte de ti: en la parte acometida del parálisis se nota cierta frialdad y pesadez, sintiéndose flojedad y alguna palpitación en las parUs fungosas: en los paralíticos el pulso es débil y desigual, la orina clara y acuosa, menos cuan- do los ríñones están afectados de la mi.-ma debilidad, pues en este caso suele ser bastante colorada. Si este mal ha sido con- siguiente al ataque apoplético, con dificultad admite curación; mas si ha provenido de alguna leve afección á la medula espi- nal, ó de cualquiera de otras muchas causas que pueden oca- sionarla, admite curación radical. MÉTODO—Por la mañana se le aplicará un baño de ducha (n. ° 31) desde cuatro varas ó mas de alio: esta ha de ser ge neral, fijándose principalmente en las partes paralizadas (si fue- se perlesía parcial): su duración será de veinte á veinticinco minutos, á lo que se seguirá una frotación con lienzos bien ex- primidos: á la hora competente un sudor de sábana mojada (n. ° 8); frotaciones durante el bario de tina; y después de él á mano seca: en la tarde ducha, cou.o en la mañana: en la noche baño de asiento (n. c 35) por una hora, y vendajes para dormir: beber bastante agua y hacer el ejercicio que se pueda: este mé- todo se seguirá diariamente hasta obtener el resultado que se intenta: su duración depende de las circunstancias que concur- ran en el paciente; su mas ó menos edad, robustez., y lo invete^ rado del mal y la exactitud en las aplicaciones; y aunque el mal se resista, no siendo la persona an< iana ó muy destruida, no de* bs perderse ía esperanza de sonar. .-,-85— Obstruccicncs en las articulaciones. Las sangu'jutlas y las cat; plasmas emolientes empleadas en la curación de estos males, solo sii ven para etorniz irlos; no cau- san mejor efecto ios occites y tinturas; pero en la hydropathia hallan pronto y seguro remedio. MÉTODO—Esíe consiste, en darse un baño de dos horas 6* mas, por la mañana, en la parte afectada, durante el cual se de- ben frotar las piernas, si en ellas estubiese la obstrucción, ó los brazos, si allí residiese: á este baño debe seguir una ducha (n. ° 31 y sig.) por veinte ó treinta minutos: en la tarde se repite la misma ducha: en la noche bario de asiento, seguido de baño de pies: frotaciones frecuentes entre el dia, beber mucha agua y a- plicarse vendajes (m c 14 y sig.) dia y noche. Si el mal fuese ya inveterado, á mas de las aplicnciones in- dicadas, se dará sudor seco un dia, y otro ablución (n. ° 30), siguiendo esta alternación el tiempo preciso. Aparecien- do la crisis por erupción ó abeesos, se regirá por lo que queda dicho en el (n. ° 77 y sig). Torccduras de las articulaciones. Cuando una persona sufre alguna caída , lastimándosele al- guna articulación, se le debe dar inmediatamente, ó si el mal es inveterado, por la mañana, un baño de pies (n. ° 43) en a- gua tibia por cuarenta minutos, y durante ese baño se debe fro- tar la parte resentida, con la mano mojada en sgua fría: esto mismo se debo repetir á medio dia y en la noche: esto se en- tiende, siendo la torcedura en el tobillo ó rodilla, pues si fuese en la muñeca, en vez de baños de pits, ser.m baños de codo en la misma forma que los de pies, en cuanto al tiempo, frotación v temple del agua. En uno y otro caso, después de las aplica- ciones dichas, se deben aplicar vendajes (n. <= 14 y sig.), loa «males, ademas de cubrir las partes afectadas, ?e extenderán cuatro 6 seis dedos iras para ai rila y pura «b»ijo. DEMKNCIA 6 LOCURA. El desarreglo de los espíritus animales unido á la debilidad nervios,i es lo que c:ius.i la dem; :¡ i;i; pero es indudable, que para haber iní^.rrumpido estos espíritus su natural curso, ha debido preceder alguna causa, y esta le hallaremos en la cor- rupción de los humores : hay un enlace tan íntimo entre las fa- cultades físicas y morales de un mismo sugeto, que rara vez se interrumpirán las levos de las unas sin que las otras expe- rimenten alguna alteración: así la indisposición corporal afec- ta poderosamente al espíritu, lo mismo que el abatimiento de este entorpece las funciones fricas. Atacad.i, pues, la causa dicha con la debida enersia, el resultado no es dudoso: sub- ióte causa, ti-iiitur effectus: no hablo sin e.vp!ufenciü, y el mó- tenlo que tan bjenos resultados me ha dado en mi práctica e> este. MÉTODO— Por la mañana se le dá al d. mente un baño de ducha (n. ° 31) g; n ¡al, d.spu; s de haber tomado un cuar- tillo de agua ó mas, y ¡eego ee le obliga ú hacer algún c- jercicio: á la hora cornp ■■tentrf sudor en st-co (n. ° ^alterna- do con el do sábana moj-ida (n. ° 8): en la tarde ducha ge- neral y ejercicio: en la noche bnno de asiento (n. ° 35; con lienzos en '-i cabeza: al acostarse una ablución (n.c!¿8): dar- le á beber mucha ;-.gua y seguir inviolablemente el método hasta sanar: toda !a agua, cuanto mas fria sea, es mejpr. | CAPITULO 15. ENFERMEDADES CUTÁNEAS. ERISIPELA. Li erisipela ataca regularmente en la cara, en el pecho ó en el pie: en su principio suele haber alguna calentura, do- lor de cabeza y pulso agitado: la parte á que f cometo se hín- -87— cha, se pone encarnada, y aparecen unas pequeñas pústulas á que acompaña mucha sensibilidad en la p:ute afectada. MÉTODO—A una hora compí tente se envuelve al enfer- mo en una sábana mojada (n. c 8) por tres horas, si fuese a- dulto, á los niños por una hora, y pasado e^to térnrno se les da un lavatorio corto en agua temí-tibia: durante la aplica- ción de la sábana, se le aplicarán vendajes calientes en la par- te erisipelática, los cuales se renovarán t¡>n luego que se va- yan enfriando: por la tarde se repite la m:-ma aplicación de la sábana y lavatorio, con los vendajes caliente-: c-to mis- mo vendaje se le continuará dia y noche; be beru-bastente a- gua, siguiendo con este método hasta que la cpulermis se le- vante y caiga hecha una especie de escarnas: entonces mi- tigará el rigor del método, haciéndose una sola aplicación diaria de sábana por dos horas, que debe durar lo nu nos por ocho dias, á que se agregará uuo ó dos baños de asiento dia- rios y beber agua. Ervpcicncs y manches en d cutis. •*-] Hay algunas erupciones que no son ccmprcadiiías Ul la no- menclatura de las enfermedades cutáneas qu« van desesitas en esta obra, tanto en los mnos como en los adultos, las coa- les demuestran un vicio en los humen.;,, de que la na sural». za se esfuerza en desprenderle, y por lo tanto se le debe fa- vorecer auxiliándola con aplicaciones que la liberten de esos malos humores, pues retrocediendo e-tcs , pueden oe: sionar otras enfermedades de graves consecuencias. El mejor mo- do de favorecer la expulsión de estos humores es el siguiente. MÉTODO—Por la mañana se da: i un baño de asiento (n. c 35) después de haberse d;.do un baño de ablución (n ° 28): á la hora compete;.te un sudor de tabana mojada (n.a 8) por hora y media: en la tarde una ablución (m = 28) y en la noche baño de asiento y beber mucha agua: este método ha de ser diario hasta cuatro ó seis días desputs que hnya desaparecido la erupción. —ss— Las mr.nch is en el cutis tienen el mismo origen que las e- ruficícneü, y por lo tanto se les aplicará el mismo tratamien- to qne queda indicado para las erupciones, con la diferencia de que en vez de dos buñ >s de a?ionto, serán uno de «sien- t) y otro de píes : esto se entiende, si ndo manchas que no tengan los síntomas de la tiricia. Cuando la erupción rs producida por el tratamiento hydro- pathico,'durante una curación, es practicará lo que queda in- dicado en el (n. c 77). SARNA. Vn-i de las enfermedades mas mortificantes v contagiosas es la sarna: suele comenzar entre los dedos de la mano 6 en la^muneca, donde^forma unas pequeñas pústula?, extendiéndo- se después á los brazos y piernas y causando una picazón in- soportable: ni las sangrías, ni el azufre y él mercurio usados en la curación de éste mal, producen otro efecto que inter- nar esto3 malos humores, dejando en peor estado á los pa- ciones, pucs'este mal, que en su principio no es peligroso, internado, se mezcla con la masa de los humores y la san- gre, lo cual, con el tiempo, acarrea forzosamente peores en- fermedades, de las que culpan á otra cualquiera causa, que no es mas que accidental, pero la eficiente y principal es la ma- la euracion anterior. MÉTODO—Por la mañana debe darse un baño de ablu- ción (n. c 23): á la hora competente un sudor en seco (n. ° 1), poniéndose lienzos mojados y exprimidos durante el sudor en las partes que esté la sarna: después de cuatro sudores en seco, seguirá con el de sábana mojada (n. ° 8) por otro3 cua- tro d'.as, alternándose csí todo el tiempo que sea necesario para sanar radicalmente: en la noche ablución (n. ° 2*), be* bcr mucha agua, y hacer ejercicio. —89— TIRICIA. La enfermedad que lleva este nombre no es otra cosa que el derrame ó superabundancia de bilis extendida per la circula- ción: sus síntomas son, amarillez en lo blanco de los ojos, man- chas del mismo color en el cutis, lasitud de cuerpo, orina ama- rilla, dolores punzantes en todo el cuerpo, opresión de pecho, calor en las narices, amargor en la boca y el excremento terro- so: el método es sencillo á la par que eficaz. MÉTODO.—Por la mañana se toma agua en abundancia, y es muy probable se siga luego el vómito, pero se continúa to- mándola hasta que el estómago la reciba sin vomitarla; á ésto debe seguir un baño de asiento (n. ° 35.): á la hora competen- te un sudor en seco (n. ° 1.) por ocho dias, y otros tantos de sábana mojada (n. ° 8.), siguiendo esta alternación durante to- da la curación: en la tarde un baño de ablución, (n. ° 28.): en la noche una ablución (n. ° 30.) después de un baño de asien- to: vendajes (n. ° lü.) en el estómago para dormir; beber mu- cha agua, hacer bastante ejercicio y seguir el método sin ningu- na variación hasta que hayan desaparecido todos los síntomas, terminando entonces con arreglo al (n. ° 86.). HERPES. Este mal se conoce por unos granitos rejos y arracimados que ¡saleó én el cutis, al que por lo regular acompañan algunas indi- gestiones: ataca á veces en todo el cuerpo, y á veces sólo apa- rece en la frente, las manos ó las piernas, causando mucha co- mezón, y termina en una costra escamosa á muñera de cuando ge seca la erisipela, siendo muchas veces consecuencia dé al- guna llaga mal curada: no he oído decir que la medicina haya curado un herpes inveterado, y sin embargo la HydropatliiaJo somete con feliz éxito á su jurisdicción. La causa gene-ral efi- ciente de esta erupción es, sjn.la menor duíja, ja misma que la 12 —DO— de las demás; esto es, un humor viciado do que la naturaleza quiere desembarazarse, y es menester auxiliarla, facilitándole su expulsión, para lo que ningún agente mas adecuado que el a- gua en sus diversas aplicaciones: ella liquida esos humores, franquea esa inmensidad de conductos que el próvido Autor de la máquina humana le dio para que por ellos expeliese todo lo que le fuese superfluo ó nocivo; y de este modo, ya por eva- poración, ya por traspiración ó por cámaras se va librando del mal humor hasta quedar libre de él siempre que haya la devida constancia en el tratamiento. MÉTODO.---Se dará por la mañana un baño de asiento (n. ° 35.): á la hora competente (n. ° 88.) un sudor de sábana mojada por ocho dias (n. ° 8.) y otros ocho sudores en seco (n. ° 1.), siguiendo después con la sábana mojada diaria, y si quisiese, de cuando en cuando, se dará un sudor en seco: en la tarde un baño de ablución (n. ° 30;); en la noche baño de a- sícnto; beber agua en abundancia y hacer ejercicio al aire libre. Cuando á este mal acompaña alguna indisposición del estóma- go, se aplicará vendajes (n. ° 16.) para dormir: este método quiere constancia y es preciso tener la necesaria, si se quiere ■anar completamente: el método se terminará, como todos, se- gun se indica en el (n. ° 86.). Lazarino, ó mal de S. Lázaro, lepra 6 Tifia. Lo mas que la Facultad ha hecho en esta enfermedad, ha si- do declararla incurable y no contagiosa: las gentes, para quie- nes la medicina es un misterio impenetrable, someten su enten- dimiento á las decisiones de la ciencia médica, respetando en cada una oe ellas un dogma que no puede ser examinado por ninguno que no esté adscripto en el padrón Hippocrático. Pue- de haber tenido no sé qué fundamentos la Facultad para decir que la lepra lazarina no es contagiosa; pero yo respetaré de pre- ferencia la sabia legislación de Moisés en la que (N6m. Cap. S. c w. 2. ° ) manda Dios á Moisés "que se eche fuera del cam- -91- pamento á todo leproso:" ¿y por qué motivo? clare está; para que en él no tenga lugar la infección ó el contagio: luego es contagiosa: ademas de este respetable testimonio, la experien- cia nos demuestra muy á las claras esto mismo; desde que, en virtud de la decisión de la Facultad, no se toman precauciones, ni se dictan providencias contra el contagio lazarino, este ha aumentado prodigiosamente: indecible es el número de los qué hay en este estado de Jalisco, y si así se sigue, fácil es preveer lo que se extenderá con el tiempo. Esta enfermedad está suje- ta, como las demás, á las benéficas aplicaciones hydropathi- cas, y á fuerza de una constancia tenaz, necesaria se obtiene su curación. MÉTODO. — El método de curar esta enfermedad es el mismo cuando está al principio que cuando se hella en el se- gundo ó tercero grado, con sola la diferencia del tiempo: al principio este mal es curable en poco mas de un mes, pero cuando ya ha progresado mucho necesita bastante tiempo, y si se halla ya en tercero grado, el tratamiento'debe durar hasta un año para purificar bien la masa de la sangre y los humo- res. Por la mañana debe darse un baño de asiento (n. ° 35.) seguido de una ducha general (n. ° 31. y sig.), haciendo algún ejercicio: á la hora competente, un sudor en seco (n. ° 1.) por un mes, y otro mes de sábana mojada (n.°8. sig.) siguiendo esta al- ternación hasta sanar: en la tarde ducha general, fijándose parti- cularmente en aquellas partes á que el humor ha cargado con mas fuerza: en la noche baño de asiento; antes de acostarse u- na ablución [n. ° 30.]; beber mucha agua y hacer bastante e- jercicio al aire libre. Durante el baño de tina, se deben dar frotaciones generales y aplicar una ducha en las partes donde el humor haya formado depósitos, que suelen aparecer como bolas achatadas. A ningún lazarino debe parecerle largo el método asignado, y no debe cansarse de su continuación con la seguridad de obtener á beneficio de su constancia una cura- ción que le facilita el volver al seno de la sociedad de que ha tenido que separarse. Debe guardarse mucha policía con la ropa del lazarino, lavándola inmediatamente, principalmente aquella que haya estado en inmediato contacto con él. -92- LLAGAS Y CÁNCER. Toda llaga, aunque sea cancerosa, tiene curación con el a- gua fria, y el tratamiento es el mismo con corta diferencia, en las llagas sifilíticas, herpéticas, lazarinas, cancerosas y demás. METODO.-En el cáncer se dará sudor en seco diario (n. ° 1.) por cuatro dias, siguiendo luego con el de sábana mojada (n.* 8.)—En las demás afecciones ulcerosas será suficiente sudar un dia sí y otro no, pero con la misma alternación de sudor en seco y de sábana mojada, y el día que no sude, se dará una a- blucion (n. ° 28). Ademas del sudor indicado, en toda llaga se harán estas aplicaciones: todas las mañanas se lavará la lla- ga ó llagas con agua de jabón, luego se le quita el jabón con a- gua pura, hecho lo cual se aplican vendajes (n. ° 15. y sig.) fo- mentados, que se han de renovar cada hora ú hora y media; luego que se quita el vendaje, se lavan las llagas con agua pu- ra y se vuelven á aplicar los vendajes, haciéndose esta opera- ción repelida hasta la hora de acostarse, en que se ponen ven- dajes dobles, y repitiéndose esto mismo diariamente hasta des- pués de la desaparición de las llagas. Si las llagas existen en las piernas, ademas de las aplicacio- nes dichas, se dará por la mañana un baño de asiento (n. ° 35.) y otro de pies (n. ° 43.) por la noche; y si estando medio cuerpo para arriba, serán do9 baños de asiento: esto es; por la mañana y por la noche uno: en todos casos se debe tomar mu? cha agua. HERIDAS Y ROTURAS, El agua fria cura perfectamente las heridas y sin dar lugar 8 la gangrena; ventaja que no le disputarán todos los ungüen- tos de la farmacia, á no ser que entre ellos se cuente el bálsa- mo de Fierabrás: el método es muy sencillo. MÉTODO.—Luego que se ha verificado la herida, se mete —93— én a°ua tibia la parte lastimada, donde permanecerá hasta qae haya cesado la sangre: luego se pone un vendaje seco, cuatro dedos por cada lado mas extenso que la herida, cubriendo á es- ta perfectamente: este vendaje se dejará así hasta el dia si- guiente: por la-mañana se quita el vendaje, mojándole con a- gua si estuviese pegado, y se mete en el agua por una hora la parte afectada, terminado lo cual, se vuelve á aplicar el venda- je: en la tarde se repite la misma operación, ejecutándose esto mismo diariamente hasta la curación completa. En las roturas de algún brazo ó pierna, primero es necesa- rio reducir la parte á su lugar, hecho lo cual, se aplica un ven- daje mojado frío á la parte afectada, el que se dejará por una hora, y pasada la hora se aplicará otro mayor que se renova- rá cada hora y media: si la parte fracturada fuese un brazo, el vendaje debe cubrir hasta el hombro, y toda la pierna si en ella fuese la rotura: ademas se dará baños de pies ó de asiento [segun donde exista el mal] tres veces al dia repitiéndose es- tos y los vendajes hasta sanar completamente. QUEMADURAS. Luego que uno se haya quemado alguna parte del cuerpo, debe meterla en agua fria sin la menor intermisión, teniéndola así por un cuarto de hora, después de lo cual se aplicará Heñ- ios mojados sin cubrirlos con secos, los cuales se renovarán sin dar lugar á que se sequen: esto todo reiterado impidiendo la cauterización, produce tan buen resultado como el alcohol apli- cado en iguales circunstancias. CONTUSIONES. Aunque esta voz es generalmente conocida, pero no obstan- te como hay algunos entre la clase ignorante y menesterosa que la ignoran, no estará de mas el decir, que no significa mas que ua golpe que se recibe exteriormente sin que cause herí- — 94— da: muchas veces es mas peligrosa la contusión que'.la herida, y puede atraer peores consecuencias, por lo cual no debe des- cuidarse su curación, ciño que inmediatamente que se ha reci- bido el golpe, se debe meter al agua tibia la parte contusa por tres cuartos de hora ó una hora, y después ponerse lien- zos mojados frios, descubiertos y renovados constantemente: si á pesar de estas precauciones cargase allí el humor, se aplica- rá la ducha (n. ° 31.) tres veces al día y se ponen vendajes cubiertos, á que se agrega tres baños de asiento y beber agua. TUMORES. En cualquier parte del cuerpo que se presente el tumor sin una causa conocida ó por alguna accidental, el método Hydro- pathico es el mas eficaz para lograr su curación y purificar la masa de los humores. MÉTODO.—Por la mañana debe echarse una ducha (n. ° 31. y sig.) en el tumor por tres ó cuatro minutos, dándose en seguida un baño de asiento ó de pies, segun la parte en que esté situado el tumor, y solo cuando esté de la rodilla para a- bajo tendrá lugar el de pies: á la hora competente sudor en se- co (n. ° 1,) por dos dias, y después el de sábana mojada (n.* 8.), alternado con una ablución (n. °28) al dia siguiente: duran- te los baños de tina y las abluciones se duchará el tumor (n.c3L); en la tarde otra ducha; en la noche lo mismo y ademas baño de asiento ó de pies, como arriba, y vendajes (n. ° 16.) para dormir. Cuando el tumor termina por supuración ó rebentan- do, en lugar de la ducha se baña la misma parte cuatro ve- ces al dia, poniéndose vendajes continuos, siguiendo lo demás del método hasta que haya cesado de supurar y cicatrizado la llaga, SIFÍLIS, MAL VENÉREO Ó GÁLICO. Demasiado conocida es por desgracia esta enfermedad, r lo tanto juzgo innecesario el indicar sus síntomas, su- -&5— puesto que por ser tan conocidos, nadie pueda confundirlos con los de otra enfermedad, y cuando esto sucediese, ningún per- juicio se ocasionaría, pues los medios curativos en la Hydropa- thia no ofrecen los peligros y graves consecuencias que los que comunmente se usan en la medicina principalmente el mercu- rio, el cual por los estragos que causa luego que entra en el cuerpo, podemos concebir cuales serán los que cause después; lo cierto es, que las personas que han sido mercuriadas, rara vez gozan de buena salud y pueden temer con demasiado fun- damento en lo sucesivo otras enfermedades dolorosas, de que se eximirían ciertamente, si no capitulasen con tanta facilidad con ese irreconciliable enemigo de la naturaleza humana. El mal venéreo no causa en todos un mismo efecto: á unos les causa úlceras y excrecencias, á otros bubones ó incordios, de- pósitos y erupciones; y á otros en fin, inflamación, irritación, gonorrea, derrames ó flujo. Cualquiera que sea el síntoma ve- néreo que se presente exteriormente, es indudable que hay gran cantidad de humores que han participado del mismo vi- rus contagioso, los cuales, si no se expelen con la prontitud debida, irán comunicando la misma malignidad á la masa ge- neral; por lo cual, se ahorrará mucho tiempo y mortificación si se ocurre prontamente á medicinarse bajo el sistema que no» ocupa. El método es el mismo en toda clase de afecciones venéreas, con sola la diferencia de las aplicaciones locales. MÉTODO.—El que padezca este mal debe darse un sudor en seco (n. ° 1.) diario por un mes; después el de sábana moja- da por quince dias, volviendo luego al seco por igual término y continuando después con el de sábana mojada hasta la com- pleta curación: tomará mucha agua y hará bastante ejercicio: ademas de esto, se dará baño de asiento (n. ° 35.) de tres cuar- tos de hora por la mañana y lo mismo por la noche: en la tar- de una ablución (n. ° 30.) y vendajes (n. ° 14. y sig.) constan- temente renovados en las partes afectadas del virus sifilítico.— Si hubiese algún incordio, se aplicará en él la ducha (n. ° 31.) por siete u ocho veces cada dia, desde dos varas (lo menos) de elevación, y luego que haya rebentado, se le tratará, como queda dicho en el artículo tumores.—Si hubiesen derrames por —96— la via de la orina, se aplicarán lienzos mojados y fomentados eu el bajo vientre, poniéndose ademas algunas lavativas diarias.— Cuando estos derrames son en el sexo femenino, se tratarán se- gún se indicará hablando de las enfermedades de las mugeres. Cualquiera enfermedad que sovrebenga por el inmoderado uso del mercurio, se sujetará al procedimiento general sudorífi- co arriba expresado, con la seguridad de que teniendo la devída constancia en su aplicación, logrará sanar desellas extrayen- do con solo este método ese germen mortífero de tantas enfer- medades dolorosas que afligen á las personas imprecautas que ciegamente lo han tomado y nada han hecho para expeler taa peligroso huésped, CAPITULO 16. ENFERMEDADES DE LAS MUGERES. HISTÉRICO Esta enfermedad procede de un desacuerdo del sistema ner- vioso, y ocasiona- flatos, mala digestión, ansiedad, basca, opre- sión de pecho y otros males juntos á la melancolía: á esto se a- grega, que les acomete una especie de parasismo, durante el cual la respiración es casi imperceptible, el pulso sumamente débil palideciéndose el rostro al mismo tiempo: pasado este pa- rasismo, recobran su natural estado, y entonces sienten un murmullo en los intestinos, y se acuerdan perfectamente de to- dos los accidentes y circunstancias del mal, en lo cual se dife- rencia de la epilepsia, y asimismo en que esta vuelven los ojos, y no en las afecciones histéricas. MÉTODO.—Se toma agua en ayunas, dándose en seguida una ablución (n» ° 28.) y haciendo luego algún ejercicio: á la hora competente (n. ° 88.) aplicación de sábana mojada (n. ° 8.) por una hora y el baño consiguiente por tres minutos: por la tarde una ablución (n.° 30.) beber agua y hacer ejercicio: en la noche baño de asiento, y si el estómago está afectado, se a- plieaíi vendajes (n.° 16.): todo esto debe hacerse, «on prefs- —g^u- rcncia en el campo, proporcionándose cuanta distracción te pueda, y sin dar lugar á afecciones morales, ni ocuparse en a- «untos de importancia. LECHE EXTRAVASADA O LECHE MALA. No puede ponerse en duda que la leche es un líquido que, emanando de la sangre, es sumamente puro y exento de toda corrupción, de que se deduce, que cuando aparece mezclad» de algún mal, es por la infección que ha participado de los hu- mores con que se pone en contacto después de su formación, y solo purificando estos puede libertarse de iguales ó peores accesos: las aplicaciones locales que suelen hacerse no son las que mejor convienen en estos casos, pues suelen dar por resul- tado la formación de tumores y rebentazon de los pechos; todo lo cual se evitaría, si en su principio se procediese á la curación por los medios debidos. Cualquiera que haya sido la causa accidental que ha producido la extravasación ó daño en la le- che, no es ciertamente á la que debemos atribuir el mal: un aire frió, por ejemplo, en una muger, cuyos humores estén sanos, ningún efecto malo le causa, y si lo causa en otra, [es eviden- te que en esta habia predisposición, por la impureza de los humores. MÉTODO.—En estos casos, se debe tomar agua en ayunas, darse en seguida un baño de asiento (n. ° 35) por una hora, aplicándose luego una lavativa: á la hora competente un sudor de sábana mojada (n. ° 8.): antes de comer, baño de asiento y lavativa; en la tarde una ablución (n. ° 28), y en la noche ba- ño de asiento de una hora: beber bastante agua y hacer ejerci- cio moderado. Si hubiese algún dolor fijo en cualquiera parte qué sea, se aplicarán alli vendajes (n. ° 14. y sig.). No debe extrañarse, que con la aplicación del sudor minore algo la le- che (lo que no sucede en todas), pues aunque en los dias de la curación se minore, luego que esta ha terminado, sude venir mas abundante. 13 —aidi—— PREÑEZ. Si fuese mas frecuentado el baño y se bebiese mas agua por las mugeres estando en cinta, se evitarían las incomodidades de estómago é indigestiones, que tantos perjuicios les acarrea, tanto asímismas, como al feto que depositan; y esto mismo les proporcionaría un parto fácil y exento de los contratiempos que le acompañan y siguen en las que descuidan tomar estas me- didas precautorias. MÉTODO.—Durante el tiempo de la preñez, deben tomar bastante agua y darse frecuentes baños de ablución (n. ° 28.), y principalmente en los dos últimos meses: á esto debe acompa- ñar un moderado ejercicio y tomar alimentos sanos. Varias señoras á quienes he aconsejado y han seguido este sencillo método, han experimentado su eficacia, en la felicidad con que han salido de su apuro sin que les haya sido la mitad de morti- ficante que los anteriores; precaución que todas devian tomar, y con la que muchas evitarían las operaciones á que se tiene que ©currir en esos casos, de que resulta quedar algunas en la de- manda, y otras lastimadas, y con un foco de males de que son víctimas toda su vida. Menstruo irregular y retención de la regla. Tan necesario es en las mugercs, desde cierta edad, un régi- men moderado de vida, que por cualquier descuido ó extravio pueden ocasionarse males sin término; y no obstante puede aso gurarse que las mas no se precaucionan devidamentc; de lo cual, lo primero que les resulta es la irregularidad ó la reten- ción de su periodo menstrual; de aquí emanan la opilación, la clorosas y otros males que padecen muchas en su temprana e- dad. El método precautorio consiste en evitar todo exceso, haeer ejercicio, respirar aire puro y bañarse con frecuencia: mas cuando aparece el periodo, se evita toda humedad, y te- do alimento • bebida irritante ha¿ta después de terminado: la —99— muger, durante el menstruo, debe considerarse enferma y regir- se como tal: cuando por descuidos ú otra causa desconocida se ha retenido ó desarreglado dichoíperiodo, debe inmediatamen- te sujetarse al siguiente tratamiento. MÉTODO.—Por la mañana debe darse un bano de asiento (n. ° 35.): á la hora competente (n. ° 88.) un sudor de sába- na mojada (n. ° 8.) por hora y media, y al siguiente dia una ablución (n. ° 30.), siguiendo esta alternación hasta que se res- tablezca el periodo; por la tarde una- ablución (n. ° 28.) y en la noche baño de asiento: beber mucha agua y hacer ejercicio al aire libre: durante las abluciones se le echa una ducha (n. ° 31.) en los ríñones, y ponerse una que otra lavativa, HEM ORRAGIA UTKRTNA, Por este nombre se entiende un excesivo derraaao de saa^i-e por la vía de la orina, para lo cual al principio se hará uso de! agua de esta manera. MÉTODO.—Se toma mucha agua y se ponen lienzos moj.i- dos fríos en el bajo vientre, y se dará baño de asiento (n. ° 35,) por la mañana, á medio dia y en la noche: si en cuatro ó cinco días de este método no minorase el mal, seguirá este otro. —Daráse baño de asiento, mañana, medio clin, tarde y no- che, de tres cuartos de hora cada uno: dtspucs de cada urx> de estos baños se aplicará una inyección al útero (n. ° 61.), po- niéndose también por la mañana y por la noche una ó dos la- vativas: vendajes constantemente aplicados sobre el bajo vien- tre, beber mucha agua y si se hace ejercicio, ha de ser muy moderado, pero es mejor guardar quietud: el agua para las la- vativas é inyecciones ha de ser al principio semi-tibia, y des- pués se le irá robajando poco á poco hasta eu temperatura natural. -100- FLUJO BLANCO Y FLORES BLANCAS. El periodo menstrual és sumamente útil en las mugéres, pues por medio de él se libra la naturaleza de una gran por- ción de mal humor; suele sufrir sus alternativas, segun el esta- do bueno ó malo de la masa de los humores, y cuando estos contienen mucha acrimonia, sufre sus alteraciones, unas veces por defecto, esto es, obstruyendo los vasos, lo cual causa la re- tención é irregularidad de que hemos hablado; y otras veces por exceso, causando un derrame ó flujo uterino á que se le da el nombre de flores blancas: es sumamente dañoso y no se de- be descuidar su curación; sea cual fuere el color de esta eva- cuación, pálida ó blanca, amarilla, verde, negruzca, sutil, cor- rosiva, pútrida ó fétida, se seguirá este preciso método. MÉTODO.—Se toma agua por la man: na y se dará én el día seis baños de asiento compartidos, tres en la mañana c igual número en la tarde, de media hora cada uno: ademas se aplicará una ablución (n. ° 30.) por la mañana y otra lo mis- mo en la tarde, y se pondrá vendajes (n.c 14. y sig.) so- bre el bajo vientre: si el flujo dicho fíese inveterado, pasa- dos los primeros quince dias con la aplicación del método in- dicado, y siguiendo el mismo método, se pondrá una inyección al útero (n..° 61.) después de cada uno de los baños de asien- to, ó antes si quisiere: en todos casos, debe beberse mucha a- gua y hacer poco ejercicio. En todos estos caso», cuando des- pués de mes y medio de Curación no ha cedido el flujo, se dora un sudor de sábana mojada diario, suprimiendo La ablución de la mañana, y uno de los baños de asi nto. Cuando una gonorrea no se ha ataca lo d<;bid urente, suele dar por último resultado en la muüer el fl.ij > bbinco, y para que no se confundan e-tas enf ■rmedad"s. será bueno que la que lo padezca, vea si anteriormente á padecido esa enfermedad venérea, pues en tal caso, á las aplicaciones expresadas debo ^regirse el método asigna lo al sifiüs ó enfermedades vené- rea-, en tod ) lo •ompaüblo con el o.¿todo. —101— CAPITULO 17. ENFERMEDADES DE LO S NIÑOS. DENTICIÓN. Desde la edad de seis á siete meses para arriba es cuando á los niños empieza á salir los dientes: es época bastante riesgo- sa, al menos para los que son de una constitución delicada: al querer aparecer los dientes suelen sentir mil novedades, como inflamaciones, convulsiones y fiebres, todo lo cual procede da la irritabilidad del sistema nervioso; á los males indicados sue- len acompañar por lo regular, salivación, evacuaciones, inquie- tud y desvelo, y cuando la dentición es algo mas dificultosa, se nota en ellos cierta dificultad de respirar, tumores en las en- cías, evacuaciones verdes y temblores cuando están dormidos. Lástima causa el observar el tratamiento que la medicina obser- va en esta clase de males, mortificando á tan tiernos cuerpeci- tos con sanguijuelas, sangrías, y aun cáusticos; medios insufi- cientes, la mnyor parte de las veces que hay algún riesgo; no sucede así en la Hydropathia; bajo este sistema se consigue con gran facilidad destruir la causa de dichas novedades sin el mas leve riesgo y sin mortificación apenas. MÉTODO.—Cunlquiera que sea la afección que sientan b>3 niños durante la dentición, el tratamiento Hydropathico consis- te en aplicarles una sábana mojada por media hora y después de ella un bañito de dos ó tres minutos en agua quitadole lo frió: esto se hace dos veces al dia; esto és, murriña y noche, y ademas se les pone dos ó tres lavativas en una cantidad pro- porcionada: en miles de cas>s de esta naturaleza se ha proba- do la eficacia de este sencillo método. ACCEDÍA. yor parte do las enfermedades de los niños caminn- i«ce darse el estómago, s^gua los síntomas que suelen —102— acompañarla, eomo evacuaciones verdes, retortijones y vómi- tos, males que desatendidos en su principio, les acarrea fre- cuentemente otros que suelen cortarles el hilo de la vida en su primavera; pero prestada la devida atención, ceden con facili- dad, tanto porque en su edad no están aún muy viciados los humores, como también porque esos mismos humores se pres- tan dóciles á la acción del agua, lo que facilita su expulsión y purificación. 'MÉTODO.—El medio mas obvio para cortar estos males en su principio, es darles á tomar bastante agua y baño de a- siento de un cuarto de hora mañana y noche, y después de ca- da uno de ellos una lavativa proporcionada á su edad, y ade- más se les pone vendajes (n. ° 14. y sí, hasta í¡i.« —105— g« haya secado y descostrado la viruela» Entonces se le dará una ablución (n. ° 28.) por la mañana: á la hora competente, un sudor de sábana (n. ° 8.) por una hora ú hora y media en los párbulos, y dos horas y media en los adultos: beber mu- cha agua y hacer ejercicio: este método se repetirá por ocho dias.—Tratada la viruela en la forma expresada, no se nece- sita guardar abrigo durante ella, y sí solo cuidarse en el régi- men alimenticio: bebiendo bastante agua y aplicado el trata- miento, segun queda dicho (y en el que no hay el mas leve riesgo), se impide el estreñimiento que suele ser consiguiente á esta enfermedad: durante el tratamiento de la fiebre, se apli- carán algunas lavativas y baños de asiento. El Sarampión tiene casi los mismos síntomas que la viruela, y como ella brota también á los cuatro dias: en lo que se dis- tinguen, es en que, en el sarampión aparecen unas manchas como picadas de pulga, primero en la cara, luego en el pecho y después en las extremidades, cuyas manchas apenas sobresa- len del cutis, y las de la viruela sí. El tratamiento del saram- pión es el mismo en todas sus partes que el de la viruela, pues trae la misma calentura, maligna unas veces, y otras no; y así en uno y otro caso, se debe hacer antes y después lo que se ha expresado en el tratamiento de las viruelas. La Escarlatina es otra de las enfermedades á que están ex- puestos los niños: á veces suele ser bastante peligrosa, lo cual se evitaría generalmente, sí se procediese en su principio á cortar la calentura, que es lo único temible en estos males; pero cor- tada esta, no hay peligro: los síntomas de esta enfermedad, son los mismos que los de las anteriores: se distingue del sarampión en que en la Escarmlatina las manchas son mas grandes y mas coloradas que en aquel. El método que debe seguirse en su tra- tamiento es este.—Luego que aparece la calentura, se practica lo mismo que queda dicho para la viruela y sarampión en to- do; y cortada la calentura, omitida la aplicación de la sábana, se le da á tomar bastante agua y.sé aplican tres baños de asien- to en el dia; esto es; mañana, medio dia y noche; y desapare- ciendo el mal, se sigue el mismo método que después de la viruela. 14 ÍNDICE r/í las materias contenidas en esta obra. Páginas. Introducción. I. Establecimientos Hydropathicos. XXII. Aforismos de Priesnitz. XXVIII. Correspondencia entre los termómetros. XXX. Cap. 1 Método Hydropathico. ^ 1- Instrucciones esenciales del jnétodo Hy- dropathico. 3. Cap. 2 Sudor en seco y baño. id. Cap. 3 Sudor de sábana mojada y baño. 6. Vendajes. ®« Cap. 4 Baños y abluciones; baño general. 9. Medio baño. 1" Abluciones. *2. Baño de ducha. « id. Cap. 5 Baños de asiento. 14. Baños de cabeza. 1". Baños de pies. *?• Baños de piernas. Jo- Baños de ojos. t *0. Baños de extremidades, id. de dedos 20. Cap, 0 Uso del agua en bebida, lavativas é inyec- ciones, rá* Cualidades del agua en la Hydropathia. 23. Cap. 7 Régimen alimenticio y deambulatorio. 25. Cap. 8 Crisis. 28- Observaciones generales. «w- Cap. 9 Enfermedades: violentas. 33. Cap. 10 Enfermedades de la cabeza. 38, Cap. 11 Enfermedades del pecho. 52. Cap. 12 Enfermedades del estómago y las entrañas. 59. Cap. 13 Enfermedades del vientre. . 67. Cap. 14 Enfermedades generales, de extremidades y nerviosas. '®* Cap. 15 Enfermedades cutáneas. 8e- pags. Accedía. 97. Accidente del rayo. 38. Ahoguío. 52. Alferecía. 42. Almorranas. 72. Aneurisma. 59. Angina. 50. Apoplegía 41. Arenas en la orina. 74. Asma. 52. Basca. 63. Calambres en el estómago. 62 Cáncer. 92. Cataratas. 45. Catarro, id. costipado. 58. Ceguera. 46. Ciática. 80. Cólera morbo. 36. Cólicos. 67. Cólico de miserere. id. Constipación. 69. Consunción. 56. Contusiones. 93. Convulsiones nerviosas. 83, Convulsiones de niños. 98. Cursos. 70. Demencia. 86. Dentición. 97. Debilidad de estómago. 61. Diabetes. 75. Diarrea. 70. Disenteria. 71. Dolores de cabeza. 39. Dolor de muelas. 47. Dolor de oídos. 43. Dolores reumáticos. 80. Dolores ventosos. 64. Endeblez de vista. 45. Entériti*. 69. p&gs. 42. 80. 87. 99. 48. 51. 50. 69. id. 70. 33. 64. 96. id. 40. 94. 78. 44. 49. 95. 77. 92. 89. 81. 63, 96. ndigestlon. 59. nflamacion del cerebro. 38. nflamacion del estómago 60. nflamacion de garganta. 50. nflamacion del hígado. 65. nflamacion de ojos. 43. nflamacion del pecho. 54. nflamaeionde los ríñones 66. nflamacion de vientre. 69. Epilepsia. Erisipela. Erupciones. Escarlatina. Escorbuto. Escrófulas. Esquinencia. Estreñimiento. Estipticidad. Evacuaciones. Fiebres. Flato. Flores blancas. Flujo blanco. Frialdad de cabeaa, Gálico. Gota. Gota serena. Hemorragia nasal. Hemorragia uterina. Hernia. Heridas. Herpes. Hidropesía. Hipo. Histérico. aqueca. lamparones. Lazarino. 39. 51. 90. 2 Leche extravasada 64c- c • che mala. 97. Lepra. 90. Lientéra; 70. Locura. 86. Lombrices, 73. Llagas. 92. Mal de garganta. 5l. Mal de S. Antón. 90. Mal venéreo. 94. Manchas en el cutis. 87. Manchas de sangre en los ojos. 46. Menstruo irregular. 94. Nubes en los ojos. 46. Obstrucciones en las arti- culaciones. 85. Ojos adoloridos. HV 45. Palpitación de corazón. 59. Parálisis.. 84. Perlesía. id; Piedra en la orina. 74. Pleuresía. 54; Preñez. 94. Pujos. 71. Pulmonía. 54. Purgación. . 75. Quebradura. Quemaduras. Raquitis. Resfriado de nariz. Resfriado de pecho. Retención de orina. Retención de regla. Roturas. Reumas. Sangre por la orina. Sarampión. Sarna. Sífilis. Sordera. Tenesmo. Tina. Tiricia. Tisis. Torceduras de las articu laciones. Tos. Tumores. Ulceración en Viruelas. Vista corta. Vómitos, la boca. 77. 93. 99. 49. 58, 76. 94. 92. 80. 75. 99. 88. 94. 42. 71.' 90. 89. 56. 85. 58. 94. 47. 99. 45. 63. ERRATAS NOTABLES > En algunos ejemplares: pag. V lin. 1.* dice asint, léase aient. Pag. IX lin. 5.a dice convenint, léase convenivnt. Pag. XXVII, lin. 29 dice lo, léase la gente. Pag. 86, lin. 12 di- ce subíate, léase subíata. +&> NATIONAL LIBRARY nlm cmmoi3L| t, • •.••■•» Ve* • Jü -'.^í* ■*-^^s> ■■-■ Ti -v* £¿x5Ür *t> :.... ~ V . tr^--— f •■■*TVv \tM„ NLM041401346